Capítulo 30: Entonces no puede tener un año normal, eso es lo normal.
Draco no le dice a Percy o Nico que son los Mortifagos, ambos no entienden todo del mundo mágico y nunca explicó sobre la guerra, sobre los bandos y mucho menos lo que es su padre o lo que fue en la guerra; simplemente era algo de lo cual no le gusta hablar. Así que sus dos amigos parecen un poco confundidos por el nivel de estrés que maneja Draco, aunque le gusta la idea de cerrar el vínculo, sus emociones son tan fuertes que no puede controlarlas. No duerme esa noche, aunque había pensado que estaría celebrando la victoria de Irlanda la verdad es que espera hasta que es una hora aceptable, para alejarse de Nico y Percy a su lado en la cama para bajar al comedor donde sus padres no están.
Los busca, su madre parece pensativa viendo por una ventana del corredor, Draco se le hace un nudo en el vientre sin entender por qué.
Es curioso.
Aunque ama mucho a sus dos padres, no hay un vínculo entre ellos, pensó que tal vez era debido a que sus vínculos eran con personas casi al borde de la muerte o una misión; también eran semidioses. Si Draco amaba a alguien eran a sus padres, aunque sorprendentemente algunos como Percy o Nico estaban a su mismo nivel, Annabeth-Will-Lavender estaban cerca y aunque Bianca era importante no habían convivido tanto.
Pero sus padres eran todo para él.
Habían dado tanto por Draco.
Quería ayudarles.
Entonces llegó una carta, Twinky dijo que era de una lechuza de Theo y cuando la leyó.
Draco entendió la mirada de su madre.
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—Entonces los Mortifagos atacaron el campamento, por eso nos trajiste de regreso —habla Draco sin saber bien cómo ha llegado al despacho de su padre.
Se ve bien, para cualquiera que no lo conoce, hay ojeras y una postura cansada que indica que no ha dormido en toda la noche.
Mortífagos.
Draco no sabe qué pensar de eso.
Cuando era niño fue criado para pensar que los sangre pura eran lo mejor de todos, probablemente en otras circunstancias lo pensaría. Si bien su madre nunca le hizo alguna insinuación para que pensara que los Mortífagos eran lo mejor, dado que la historia original que Draco piensa no lo es, fue que tuvieron el imperio para ayudar al señor oscuro; Draco igualmente siempre idolatró a su padre.
A Lucius.
No a Zeus, este lo odia.
Lucius un mortífago.
Draco pensaba que era tan genial de niño.
¿Ahora?
Draco solo puede pensar en el inframundo, ese terrible lugar donde las personas pueden llegar, donde el resto de su existencia es manejada dependiendo su vida y sus elecciones. Draco puede que de niño no lo viera, pero ahora, puede entender el significado de tratar mal a otros y la superioridad de algunos; había pasado con Hitler y sabe que el señor oscuro al final quiere algo similar.
No son buenas personas.
Los Mortífagos, aunque le duela pensarlo, tampoco lo son.
Su padre tampoco lo es.
Eso ha preocupado a Draco un tiempo, porque es un gran padre, Lucius ha dado todo por Draco y lo conoce como nadie más. Ha ido aceptando poco a poco las cosas muggles que Draco ama tanto ahora, pero tal vez ahora que los Mortífagos han hecho algún movimiento por algún motivo; las cosas puedan volverse tensas de ahora en adelante.
Se siente incómodo.
Inquieto.
No sabe qué esperar, qué debería hacer, pero siente que debería hacer algo.
—Se supone que era un juego, querían divertirse… pero algo no está bien. —No sabe cómo sentirse al respecto de la forma en que su padre habla, moviendo sus dedos sobre el escritorio inusualmente inquieto mientras Draco toma asiento frente a él—. Durante años no ha pasado nada grave, pero se sabe que el señor tenebroso nunca se fue totalmente —añade al verlo y algo lo escalofrió en la mirada.
Esperen un momento.
¿Lord Voldemort?
Draco no ha pensado mucho en el señor oscuro, aparte de las historias de su madre cuando era niño y sobre Harry Potter, el niño que lo venció. Claro que no había pensado mucho sobre cómo un bebé vencería al señor tenebroso, más que verlo como algo genial; luego conoció a Percy y sabe que los niños pueden hacer cosas muy locas.
Durante la era del señor oscuro las cosas fueron complicadas según tiene entendido.
No se ha ido.
Luego cae en la realidad.
Del hombre que quería la supremacía de sangre sobre todos, denigrando tanto a mestizos, como hijos de muggles, como a los muggles.
El pensamiento de Sally Jackson cae como rayo.
En el mundo del señor tenebroso, personas como Sally no valían nada y eso simplemente hizo que Draco se sintiera mal.
—En segundo año dijeron que estabas involucrado con el basilisco —susurra Draco, con voz plana viendo a su padre, que simplemente asiente.
No hay remordimiento en su mirada, pero hay una especie de culpa al verlo a él. Como si supiera que a Draco sí le importa, que sí está pensando en la situación y que probablemente a diferencia del niño de 11 años que pensaba que esto era genial.
Ya no lo es.
Su rostro forma una mueca seria y baja la mirada a sus manos.
—Si volviera. —No sabe por qué pregunta, pero piensa en Cronos y la necesidad de los villanos de la antigüedad de volver una y otra vez—. ¿Lo seguirías? —El rostro de su padre se vuelve frío, pero Draco no se siente intimidado, pero sí un poco preocupado—. ¿Sigues pensando en seguirlo? ¿Sigues compartiendo sus ideas? —cuestiona un poco más tenso ahora.
Su padre no responde.
Probablemente eso sea una respuesta en sí.
Los hombros de Draco caen ligeramente, intentando pensar en su padre, como el hombre que hace unos días estaba viendo una novela de otro país con ellos y riendo, al lado del hombre que estaba pensando seguir a un hombre que podría matar a las personas que amaba solo porque eso pensaba que era lo correcto.
Se siente decepcionado.
Tal vez esperó mucho.
Tal vez Draco no tiene derecho de tener un padre digno y honorable.
Se levanta del asiento casi con violencia, la silla hace un pequeño tambaleo, pero no cae, Lucius sigue viéndolo y Draco se siente cansado.
—Yo no tomaría su lado, después de todo odia a los mestizos. —Lucius iba abrir la boca, pero Draco lo detiene—. Iría en su contra, lucharía en su contra, mataría a ese bastardo con mis manos si eso significa que es un peligro para mis amigos y seres queridos sin dudarlo. —Su padre cierra la boca ante sus palabras, luciendo ligeramente sorprendido cuando Draco levanta la mirada y su mentón en alto—. Sostuve el cielo con mis manos, enfrente un cíclope, y sé que debo luchar una guerra que ya inició lejos de aquí, créeme, no le tengo miedo —añade de forma casi molesta, antes de dar media vuelta e irse.
Cuando sale de la habitación, se siente cansado.
Su madre estaba esperando fuera, dándole una mirada preocupada, pero Draco no se queda ahí.
Su corazón duele por algún motivo.
Decepción.
Su padre está del lado equivocado, lo sabe, pero no sabe cómo convencerlo de alejarse de sus elecciones.
Pero sabe algo, Draco ya hizo su elección.
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Nico no tuvo problemas cuando Draco preguntó que si podría usar su sombra para ir no tan lejos, pero sí de donde estaban. Cornualles era una región algo lejana, pero con el suficiente dinero muggle, no una región aburrida cuando lograron conseguir los materiales que ocupaban. Percy lucía inquieto todo el rato, sujetando su mano y preocupado cada que Draco simplemente se dejaba hacer con la mirada perdida; pero cuando llegaron a la playa todo cambió. El chico se vio un poco eclipsado por el lugar, además habían conseguido algunas tablas de surf; incluso si Nico y Draco estaban a favor de quedarse en la costa, Percy estaba demasiado excitado para dejarlos mucho tiempo.
Al final Nico no soportó mucho el agua y simplemente se tumbó bajo una sombrilla, cansado del viaje de sombra con una gran cantidad de chocolates y dulces a su lado.
Draco odia el mar.
La playa.
El estar lejos de la tierra.
Pero no quiere pensar y prefiere a Percy enseñándole sobre cómo surfear, incluso si este no sabe tanto, siempre había querido intentarlo.
Se pregunta si Poseidón está bien con que un hijo de Zeus esté en el mar, pero dado que no debería saber sobre su padre y viene en posición de mejor amigo de Percy, no intentará matarlo. Se siente mareado la mayor parte del tiempo en la tabla, mientras Percy hace piruetas más alocadas y en general se cae cuando intenta ponerse de pie.
Se resigna a sentarse sobre la tabla, sentir las olas bajo él, esperar que el medicamento para el mareo haga efecto y ver a Percy sin camiseta.
¿Qué?
Es lindo y tiene buen físico, no es ciego.
—¿Estás seguro que no quieres hablar de que te preocupa? —pregunta su amigo luego de algunas horas de surfear, a lo lejos pueden ver a Nico concentrado en un libro e ignorar a todo, aunque suele sentir pinchazos de preocupación de él constantemente en su cabeza.
Draco se siente un poco mejor con el medicamento, pero aún se siente ajeno.
Percy toca su mano.
Es su mejor amigo.
Pero no dice nada.
No puede, no puede obligarlo a tener más problemas o pensar en problemas diferentes, cuando está tan cerca de cumplir 16 años y eso lo proclama como el niño de la profecía.
Sonríe.
Percy no lo hace.
—Estoy bien —miente, Percy lo sabe, pero no lo obliga a decir nada.
Intenta enseñarle a surfear una vez más, pero luego de la cuarta vez de caer sobre su tabla, este se limita a ver el atardecer con él.
Van a comer, Nico los obliga a comer hamburguesas porque pasó todo el día quemándose y aunque tenía bloqueador, se ve como un camarón. Draco se siente mejor y piensa en hacer una llamada a Will para que vea a Nico, este lo hace viajar por las sombras (debido a un asustado Nico de que cumpla su palabra) dentro del mar de alguna forma antes de hacer algo y Percy debe salvarlo.
Nico era muy rencoroso.
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Intenta no pasar tiempo en casa y como ya casi son vacaciones, no es tan difícil, Percy nota rápidamente sobre cómo evita a su padre y cuando lo comenta, Draco lo ve de tal forma que hace al chico encogerse y no preguntar más. Nico se queda la mayor parte del tiempo con Narcisa, pero también ha notado como Draco claramente al ver a su padre en el pasillo simplemente lo ignora. No debería estar tan enojado como lo está, debería sentarse y hablar como personas civilizadas.
Pero es tan fácil de esta forma.
No pensar.
No quiere pensar en lo que representa la marca del brazo de su padre.
No quiere pensar que su padre ha elegido un bando opuesto al que elegiría Draco.
—Tal vez no fue la mejor idea —susurra alguien a su lado atrayéndolo de regreso al momento.
Parpadea en la sala de cine que estaba estrenando películas de terror, Draco usualmente no ve este tipo de contenido con la familia Jackson, pero cuando se encontraron a Anthony Goldstein horas antes en medio de Londres este comentó sobre una sala de teatro cercana que tenía un especial de películas de terror.
Nico se vio muy animado.
Percy por otro lado no.
Draco mira de reojo al chico literalmente abrazándolo como Koala, encogiéndose cada que sale Emily en la película. Al parecer el exorcismo de Emily Rose puede que no fuera la mejor película para Percy, pero cuando este se encoge y se abraza a Draco como si fuera su único salvavidas, cuando claramente no ve a la pantalla.
Bueno.
Le cuesta respirar.
Intenta alejarlo, pero el chico niega con la cabeza, solo para voltear a ver justo cuando Emily voltea toda la cabeza poseída.
Percy grita, alguien en la sala lo silencia, pero se escuchan risas silenciosas a lo lejos.
Al lado de Percy puede ver a Nico, admirar la película con casi morbosa diversión.
—Es un exagerado —indica Draco dejando de lado sus intentos de separar a Percy.
De reojo ve a Anthony Goldstein al otro lado de él, sentado con ropa muggle y su cabello perfectamente ordenado, mientras parece también un poco divertido por Percy que ha vuelto a gritar, aunque la parte de miedo ha terminado; de reojo nota que fue Nico quien lo pinchó por un costado divertido, haciendo al chico saltar.
—Podríamos salir si quisieran —ofrece Anthony con tranquilidad, aparentemente ya ha visto la película.
Nico hace un puchero.
Percy lo ve esperanzado.
Draco recuerda su fotografía en ropa interior que Percy le mostró esta mañana cuando vieron a Anthony, sonríe maliciosamente.
—No —dice con una sonrisa a Anthony.
Percy grita de nuevo cuando pasa algo sin sentido, Draco disfruta las películas de terror más de lo que debería.
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—No entiendo, fue o no fue una cita.
—Fue la peor cita con los peores dos chaperones del mundo Annie.
—En mi defensa.
—No Percy cállate, no quiero saber nada de eso.
—¿Te besó o no?
—Annie, Percy vomitó sobre mí al salir del cine.
—Fue una película aterradora.
Del otro lado de la habitación Nico estaba haciendo una representación a Will por mensaje iris sobre cuando Percy vomitó, haciendo al rubio rodar de risas.
Annabeth no estaba mejor.
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Las despedidas no son algo que Draco disfrute, pero mientras está en el ministerio con sus padres, ignorando a Lucius olímpicamente está sentado viendo a Percy a su lado mover sus pies incómodos. Su madre es llamada un momento para hablar con algo de un funcionario, entonces quedan solos, Nico se había despedido en la mansión y se había quedado un poco enfermo; aparentemente dentro del reto de quien podía comer más hamburguesas con Percy, no fue la mejor idea como despedida la noche anterior.
Twinky hace hamburguesas deliciosas.
Nico por otro lado no parecía molesto por no despedir a Percy, a diferencia de sus primeros meses en la mansión, su tema de conversación había variado muchísimo.
Will, por ejemplo.
—Sabes que puedes decirme cualquier cosa, somos mejores amigos, tenemos conexiones mentales y vínculos —habla Percy de repente atrayéndolo a la realidad.
Lo mira fijamente y puede ver la sinceridad en su mirada, puede sentir su sinceridad por el vínculo, y aun así no se atreve a decir nada.
El recuerdo de su padre, de su tatuaje, de sus acciones y sus posibles decisiones, son un peso sobre los hombros de Draco; Percy ya carga con el peso de la profecía, Draco no tiene derecho a hacerlo sentir peor de lo que ya es.
No tiene derecho.
¿Oh sí?
—Solamente serías una carga más para él.
Las palabras parecen ajenas en su mente, pero Draco solamente se tensa un poco ya que, aunque fueran como las de un encantador de serpientes, tienen razón. Toma un momento para meditar de quién pudo haber venido, antes de notar el rostro preocupado de Percy y suponer que no es tiempo para esto.
Además, puede manejarlo por su cuenta.
Se ha enfrentado a cosas más difíciles, Percy ya sabe sobre su padre Zeus, no debería confesarle que ahora tiene problemas también con Lucius.
Sí.
Puede solucionarlo solo.
—Estoy bien, Perce —dice con una sonrisa que intenta ser sincera, pero por el rostro de Percy puede saber que no le cree.
Narcisa llama el nombre de su amigo, este se ve bastante contrariado, antes de suspirar y abrazarlo con fuerza. Draco se deja llevar por el abrazo, siempre reconfortante y cálido de su mejor amigo, quien claramente quiere demostrar todas sus emociones por ahí.
Quiere irse con él.
Incluso si como siempre hay un desastre donde vaya Percy, tiene casi la necesidad urgente de irse con él, de no quedarse en su casa. Ama a sus padres, pero tiene miedo de sus elecciones, de que apoyen a un psicópata como cronos y no sabe que debería hacer. Claro que Voldemort no le llega ni a los talones a Cronos y no podría hacer su destrucción masiva como él.
Pero ese ideal que persigue, no es bueno y Draco ha visto el inframundo, sabe qué pasa con las personas que no hacen bien las cosas.
Ir a casa con Percy y Sally es todo lo que quiere.
Porque ahí todo es mejor.
Más cálido.
Seguro.
—Te voy a extrañar —dice mientras entierra el rostro en el hombro de su amigo, que también se abraza un poco desesperado de él.
Cuando se separan, parece que algo brilla en el rostro de Percy, como si estuviera luchando y puede sentir una emoción extraña en su interior. Draco ladea la cabeza, pero al final Percy solo sonríe nervioso y le dice que siempre puede ir a su casa cuando quiera; que lo va estar esperando en las vacaciones de navidad.
Que claramente tomará en la casa Jackson, no piensa atreverse a pasar tiempo con su padre si sigue así y… quiere retrasar cualquier charla posible.
Sonríe.
Percy parece inquieto de verlo, antes de asentir y despedirse con la mano mientras camina hacia Narcisa que piensa llevarlo a USA.
—Draco —habla su padre, pero Draco solo suspira caminando por su cuenta.
Twinky lo lleva a casa.
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Despedirse de Nico para ir a clases es fácil, un día después de la despedida de Percy tiene que ir a Hogwarts. Tiene todo empacado, Sparky que pasa todas las vacaciones con Anthony es más mascota de su amigo que de él, pero igual paga por su alimentación y en Hogwarts le tocará volver a las mazmorras de Slytherin. Su madre parece notar la indisposición de Draco de ver a su padre y no lo obliga a nada, pero sabe que es cuestión de tiempo antes que su madre los obligue a hablar. Así que con suerte podrá tomar algunas semanas en Hogwarts, mientras sus padres piensan en cómo abordarlo.
Nico parece más animado de dejarlo que de costumbre, Draco lo sigue viendo dudoso y este sonríe inocente.
Algo oculta.
La última vez terminó dentro del laberinto de Dédalo, así que quiere tener un ojo sobre él, pero supone que no puede asfixiarlo tanto.
—Tengo una idea, sobre las siguientes luchas, solo ocupo investigar un poco más —anuncia con tranquilidad, pero Draco no se siente para nada tranquilo.
Parece que Nico tiene planes, lo cual puede ser algo malo, si toman en cuenta que es demasiado arriesgado para su propio bien; espera que, si tiene un plan o alguna locura con Will, este sea más sensato esta vez.
A la hora de irse Nico está sentado en la sala de estar con su madre, quien parece tratarlo como un pequeño gato mientras está sentada; luego de pasar casi una hora abrazándolo esta mañana cuando supo que tenía que irse. Draco logró distraerla con Nico, quien parece descuidadamente en el suelo frente a Narcisa, como si fuera un gato mientras su madre acaricia el cabello de Nico que parece largo y hace pequeñas trenzas.
Nico parece feliz, aunque sabe que según sus padres sigue desapareciéndose cual gato por épocas, claramente Nico ha desarrollado una debilidad por Narcisa.
Lejos de tener celos como temió que sucediera, Draco se siente aliviado de que cuando no esté, su madre y Nico se tengan. Es un poco como la relación que Draco tiene con Sally, así que lo aprueba totalmente.
El problema de Nico y Narcisa, es que ambos sonríen al despedirse y Draco maldice por lo bajo en griego, cuando su padre es el único presente para ir a dejarlo. Todo ha sido tan incómodo entre ambos y por eso cuando salen de casa, Draco ve a los traidores de su madre y pseudo hermano, quienes solo se despiden antes de quedarse hablando.
Su madre sonríe divertida cuando Nico habla sobre Will.
—Este año hay un torneo, el torneo de los 3 magos se volverá a reinstaurar, aunque ocuparás ser mayor de edad para participar —su padre habla de forma sistemática mientras caminan, se pregunta si quiere sacar una charla casual o solamente prepararlo para este año.
Draco intenta con todas sus fuerzas no pensar que su padre puede estar al lado de un idiota mago oscuro, pero es difícil.
Tampoco quiere estar enojado con su padre, Lucius ha dado su vida por Draco más que Zeus, así que, si debe ponerlos en una balanza, incluso conseguir un mago oscuro que potencialmente quiere la muerte de personas que son como seres que ama.
Curiosamente Lucius sigue siendo mejor padre que Zeus.
No sabe de quién habla peor eso.
—¿Ese no es el torneo donde murieron varios participantes? —Bueno, la verdad es que Draco está enojado con Lucius, pero realmente lo extraña y si esta va ser su última charla antes de iniciar el año, bien podría ser un poco más suave.
Ignorarlo por días, no debe ser la solución para esto.
Su padre no demuestra nada en su rostro, pero Draco puede ver su cuerpo un poco más relajado por esa pequeña brecha que corta para hablarle.
—Sí y las pruebas que escuché para este año van desde dragones, el lago oscuro y un estúpido laberinto —habla su padre rodando los ojos.
Draco toma un segundo para pensar en eso, antes de suspirar, sin duda Hogwarts es un colegio que deja mucho que desear sobre la seguridad de sus estudiantes. Bueno en algunas formas es un poco mejor que el campamento mestizo que ahora tiene fugas de información o tiene monstruos que atacan aleatoriamente, eso no evita que sea un lugar demasiado peligroso para magos jóvenes sin entrenamiento de lucha.
Deberían entrenar para cosas peligrosas.
Una sugerencia.
No dicen nada más, Draco simplemente admira cuando su padre los aparece cerca de la estación, camina solamente con su mochila expandible en su espalda (Percy la había admirado con envidia en vacaciones) que es un poco muggle como sus ropas (de alta calidad y de marcas, otra burla de Percy al respecto); puede que lo hiciera un poco apropósito, pero su padre no comenta nada al respecto.
¿Qué debería pensar de él?
Es tan confuso.
Draco no quiere pensar en su padre, que es el mismo que podría torturar un muggle como Sally, siendo el mismo que no le dice nada por su forma de vestir o que veía novelas con él.
—Tu madre y tú. —Es todo lo que dice cuando pasan la barrera, hay muchas personas, así que Draco le toma un poco comprender que hablaba con él.
Se detiene viéndolo confundido.
—¿Disculpa? —pregunta confundido y un poco fuera de contexto.
Lucius por otro lado le mira serio.
—Es la respuesta, ambos, tu madre y tú (bueno podría agregar a Niccolo ahora), son la cosa más importante para mi vida, lo seguiría si eso significara lo mejor para ustedes, no lo haría si supiera que podría hacerles daño. —Es curioso como las palabras de Lucius representan tanto a Draco.
No tienen lazo de sangre o un vínculo como con sus amigos, pero esa respuesta es tan Draco que duele. Porque, aunque Voldemort es un idiota con sus pensamientos, en alguna retorcida manera si tuviera que proteger a sus seres queridos y de alguna forma funcionara.
Draco lo seguiría.
Porque es egoísta y solo quiere que las personas que ama estén bien, incluso si eso significa ver arder el mundo, puede que por eso enojarse con su padre sea tan difícil.
—Entonces elígeme —dice Draco con seriedad, su padre parece levemente confundido y Draco no baja la barbilla—. Elígeme, a mí, y te prometo que todo estará bien; yo los protegeré ahora, como ustedes hicieron conmigo. —No sabe de dónde saca la confianza de decir eso, porque hasta donde sabe, aún no puede ganarle en una lucha a Percy.
Mucho menos a un mago oscuro de nivel Voldemort, que si bien no es lo peor que ha enfrentado, hacerlo solo sin duda significaría la muerte.
Para él.
Pero ganaría, por sus padres, los protegería de cualquier forma, solo si este confía en él; ya vería cómo lo hace después. Algo ha aprendido de ser amigo de Percy Jackson y es que a veces, algunas cosas se manejan sobre la marcha.
La mano de su padre sobre su hombro lo hace pestañear, ha crecido, anteriormente su padre pondría su mano sobre su cabeza, pero su rostro cada vez más se acerca a su altura.
—Es un deber de sus padres cuidar a sus hijos —dice Lucius con seriedad, pero Draco solo sonríe divertido.
—Es un deber de sus hijos cuidar a sus padres también, no te preocupes papá, te prometo, puedo protegerlos ahora; ya no soy un niño —musita lo último en voz baja, pero con sinceridad, lo que hace a Lucius suspirar casi derrotado.
—Sigues siendo un niño para mí, mi hijo —explica este cansado, pero cuando Draco abre la boca para decir algo, el sonido del tren los hace sobresaltarse.
Supone que no llegaron tan temprano como quería, tuerce el labio un poco, pero su padre solamente hace un movimiento de cabeza hacia el tren. Ahora Draco se siente como un idiota por no haber hablado con su padre, quiere abrazarlo, pero decide que sería demasiado indigno para un Malfoy y ya ha arruinado mucho su apariencia como para incrementarlo ahora.
Sonríe ligeramente, esperando que eso arregle un poco las cosas, por la mirada cálida de su padre supone que sí.
Corre hacia él tren rápidamente, no le toma mucho tiempo estar frente a una entrada, ve una última vez a su padre que lo ve fijamente y Draco agita su mano antes de entrar.
Tendrá que enviarle una carta.
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Camina por los pasillos buscando a Lavender, tiene mucho que contarle, también espera ver a Anthony, porque la última vez que lo vio Percy estaba vomitando sobre él; tiene mucho que hablar. Piensa también en el vagón de los Slytherin, será un caos por lo sucedido en el mundial y supone que es mejor abordar eso ahora que están aquí antes de llegar a Hogwarts. Es curioso como en su recorrido ha abierto el compartimiento donde al menos unas 7 chicas se han reído como estúpidas y lo han saludado, Draco se marcha sin verlas, lo cual las hace chillar de alguna forma problemática.
No le gusta esa atención.
Le recuerda a la escuela muggle.
Percy había dicho que era popular, pero Draco se siente frustrado de gustarle a un grupo de niñas tontas, casi esperaba que pudiera gustarles al menos a los chicos, a los lindos y atractivos, como Anthony Goldstein.
Cuando abre el compartimiento número 9 y comienza a molestarse de la falta de personas conocidas, unos ojos verdes lo ven curiosos. Pestañea sorprendido de ver a Harry Potter, ya que sinceramente no había pensado en él en los últimos días, lo cual tiene como explicación de que ha sido un caos su maldita vida últimamente; fue extraño verlo y recordar que usualmente piensa en él.
Aterrador.
Y asqueroso.
—Malfoy —saluda Potter luciendo un poco nervioso, Draco le da una mirada vaga, antes de voltear a ver a Weasley que lo ve cansado y Granger que lo ve exasperado.
Como si hubiera llegado en un mal momento, igual tampoco es que quisiera estar ahí.
—Potter, Granger, comadreja —curiosamente la comadreja no se queja de su apodo, solamente parece cansado—. Busco a Lavender, ¿la han visto? —duda que ayuden, porque son unos inútiles, pero no pierde nada con intentarlo.
—Vino hace unos momentos, debe estar cerca —habla Potter de forma bastante servicial, lo cual hace que entrecierre los ojos al chico, que claramente oculta algo.
Este parece lucir un poco ofendido por su forma de verlo.
—¡DRAY! —chilla una voz, que provoca que voltee rápidamente con una sonrisa en su rostro al ver como Lavender lo ve desde el otro lado.
Tiene que mantenerse firme cuando ella prácticamente se estampa contra él, Lavender se ha vuelto más fuerte, piensa mientras la sujeta para girar con ella en sus brazos; la chica se ríe encantada. Cuando la baja la chica le planta un beso ruidoso en la mejilla, que hace a Draco rodar los ojos.
Se siente mejor de tenerla cerca de él de nuevo.
Tiene que invitarla a la mansión Malfoy y tratarla como la princesa que es.
—Te extrañé tanto, tienes que ver lo que conseguí, papá me regaló un hacha nueva, tiene hechizos protectores que seguramente amarás —dice de forma animada, que hace a Draco conmoverse.
Su bebé tiene un hacha nueva.
Habían entrenado con un hacha en verano, pero Lavender parecía muy emocionada al respecto, así que esperaba que eso la incitara a entrenar más.
—¿Un hacha? —pregunta claramente desconcertada Granger, mientras la comadreja también parece confundida.
Potter por otro lado, parece darse una idea de para qué sería, ya que no parece en nada afectado.
—Un chiste privado, no pienses mucho Granger o se te fundirá el cerebro —dice Draco de forma intencional, porque si Granger es como piensa que es, probablemente piense mucho en eso.
Duda que alguna vez llegue a la verdad, pero qué puede decir, ama molestar a otros.
—Hola, Harry —saluda Lavender, ignorando olímpicamente a los otros dos integrantes del vagón, que ahora la ven con duda—. Hablé con Percy, dice que te odia, es curioso, Percy no odia a nadie, bueno solo a Luke, pero todos odiamos a Luke; incluso yo que no lo conocí —añade casi de forma divertida, Potter solo suspira.
—¿Luke? —cuestiona la comadreja sin poder evitarlo.
Draco curiosamente no se ve afectado al contestar.
—Mi boggart. —Siente que es mejor decirlo natural, aunque el trío dorado lo ve con cierto grado de duda, piensa que mientras menos importancia le dé, menos poder tendrá en su vida; eso espera—. Un imbécil, pero no importa, ya encontré Ma lionne, así que tenemos cosas que hacer, chismes que contar, personas de la cual burlarnos —dice con falso pesar, haciendo que Lavender suelte una risita.
Antes de aún abrazada a él, pone una mano sobre su frente de forma dramática.
—Oh mi querido héroe, tenemos cosas que hacer, como ir a la guarida de tus serpientes para tener chismes.
—No te preocupes Lionne, solo ocupamos a Theo, y también tengo mucho que explicar a Anthony.
—Percy me contó sobre el vómito, te juro que iba a matarlo.
—¿Goldstein? —La voz de Potter enojada, hace que Draco deje de prestar un poco de atención en Lavender, quien parece curiosa al tiempo que Granger y Weasley gimen al mismo tiempo—. ¿Qué tiene que ver Goldstein en esto? —dice como si formara parte de la conversación.
Que hasta donde Draco sabía, no era de esa forma.
Mira a Lavender curioso de si ella entiende, pero en realidad mira a Potter con mucho interés ahora, casi como un león ve a su presa.
No tiene por qué contestar, curiosamente lo hace.
—Salimos a ver una película, no salió bien, Percy vomitó y fue un asco —habla, porque si Percy puede humillarlo con la estúpida fotografía de Draco en ropa interior, él puede hacer lo mismo.
Cosa de mejores amigos.
—¿Y fue Goldstein? —dice casi indignado Potter, pero nuevamente, no entiende de que se refiere.
Va abrir la boca y mandarlo a la mierda, pero Lavender lo detiene y por suerte Weasley habla.
—Mira amigo, no sé porque odias de repente a Anthony, no hablo con él, pero no es un mal tipo —gimotea la comadreja con pesar.
Oh.
Potter odia a Anthony.
¿Por qué?
En realidad, no sabía que se conocían.
—¿Draco? —La voz de Theo hace que Draco levante la mirada de lo que parece una discusión del trío dorado por el pobre Ravenclaw.
Draco saluda a su amigo, sigue sujetando a Lavender de la cintura y se marcha sin decir nada, casi puede escuchar a Potter llamándolo, pero lo ignora.
—Tenemos que hablar —dice de forma seria a Theo, quien solo suspira antes de asentir.
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Lavender no fue feliz cuando pidieron hablar a solas, la niña hizo un puchero y cuando vio a Parvati, se fue bastante indignada. Theo lo arrastró a un comportamiento vacío, siseando sobre su padre, sobre el mundial y los Mortífagos; está claro que no sabe mucho, pero sabe cosas. Theo nunca ha sido muy de apoyar los ideales de su padre, pero tampoco ir en contra, la manera en que este parecía incómodo con la idea del señor Nott como mortífago ahora, fue un tanto inesperada como apreciada de alguna forma.
El niño parece preocupado, Draco se siente un poco incómodo al respecto.
—Papá habló sobre el señor Malfoy, dijo que no estuvo ese día, no están feliz sus amigos —apunta Theo con pesadez a lo cual Draco tuerce el rostro en una especie de mueca.
Sí.
Su padre no estuvo ahí.
Volvió con ellos a casa.
¿Eso cuenta?
Quiere pensar que sí, quiere tener esperanzas en su padre y aunque no suele dar otras oportunidades ante la menor desconfianza, quiere creer en Lucius Malfoy.
—Ahora no Theo, no hablemos de esto.
—Están planeando algo.
—Lo sé.
—Si no hacemos algo, papá… los Mortífagos Draco, ellos planean algo, las magias oscuras son peligrosas.
Parece asustado, lo cual hace que Draco se sienta un poco reflejado en el niño. O al menos lo estaría si no estuviera más preocupado por este verano, sobre Cronos y Percy cumpliendo 16 años. Pero entiende que, aunque el mundo podría cambiar por la guerra que se avecina, la idea de los Mortífagos podría cambiar este panteón también.
Joder.
No tenía un descanso.
Y luego estaba el torneo de los 3 magos, que por suerte Percy no era un mago, lo extrañaba muchísimo, aunque lo vio el día de ayer; pero con la suerte de su amigo habría terminado de alguna forma como campeón aun pasando sobre las reglas.
—No pensemos en eso Theo, no hay nada que podamos hacer por ahora, este verano veremos si todo pasó. Tal vez solo sea un poco de calma antes de la tormenta —intenta animarlo, pero tiene sus dudas, su padre sabe cosas y aunque no está tan involucrado.
Es peligroso.
Lo que los Mortífagos planean.
Theo suspira antes de parecer bastante cansado, Draco admira la ventana antes de que la puerta se abra. Una parte de él espera que sea Lavender, pero que fuera Pansy arrastrando a Blaise, con Gregory y Goyle, tampoco es malo. Parecen tensos, pero nadie habla sobre el altercado de los mundiales, Draco aprovecha para dormitar en el hombro de Goyle.
Espera que este año fuera tranquilo.
Tiene la sensación de que no lo será.
Entonces Blaise suelta que aparentemente Sirius Black obtuvo un juicio y es libre, todos lo vieron a él, antes que Draco recordara que técnicamente era su pariente; joder, con toda la sangre de Dios en sus venas, le costaba seguir el ritmo de quién era su familia estos días.
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Draco no les da mucha importancia a los caballos de aspecto sangriento, en realidad no lo hace, pero a su lado Lavender soltó un chillido al verlos y se sujetó a la espalda de Draco asustada, generando una pequeña atención de otros estudiantes. Theo se quedó con ellos con indecisión, mientras los otros Slytherin se subían a un carruaje sin verlos mucho tiempo, Pansy se burló un poco de Lavender pero luego de ver la mirada de Draco esta guardó silencio con un puchero. Draco camina hacia los caballos, que solamente bufan cuando se acerca como si fuera una amenaza de guardar silencio.
Interesante.
Nadie más parecía verlos.
Pero Lavender claramente lo hizo y Draco también.
¿Era algo de semidioses?
—¿Estás seguro que no los ves Theo?
—Si no tuviera un poco de miedo por lo que podrías hacerme enojado, te diría lo estúpido que pienso que es repetir mi respuesta.
Draco lo ignora por su bien mental, mira los caballos con una mano en su mentón, supone que podría investigar más de ellos cuando estuvieran en Hogwarts.
—Hey, Draco —saluda alguien a su derecha, toca parpadear para volver al mundo lejos de teorías, su interior se llena de calidez al ver a Anthony Goldstein alejándose de sus amigos y caminar voluntariamente hacia él.
Incluso cuando Percy vomitó sus zapatos.
—Goldstein —bromea Draco, antes de voltear a ver los caballos, que sorpresa, Anthony tampoco parece poder ver.
Interesante.
Lavender que sigue un poco nerviosa, le dice a Anthony que vaya con ellos. Cuando suben al carruaje, Theo y Lavender se sientan juntos, pero lejos de tener un doble significado, por la mirada que le dan cuando tiene que sentarse al lado de Anthony puede imaginar que ellos son solamente dos idiotas.
Sonríe levemente a Anthony dejándolo pasar primero y este sonríe de forma brillante.
De reojo antes de subir, puede jurar que lejos de él ve el rostro de Harry Potter enojado.
Tal vez son imaginaciones suyas.
Había comenzado a llover, así que tal vez ve cosas.
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Al ser el primer banquete Lavender no puede sentarse a su lado, lo que hace a la chica tener un puchero al alejarse y su mano roza ligeramente la de Anthony cuando este se marcha, lo que le deja un poco electrizante cuando toma asiento al lado de Theo en la mesa Slytherin. La selección fue simplemente aburrida, Draco solo había participado hasta ahora de la suya en primer año, en segundo año al no volver y en tercero dormirse, bueno, realmente no sentía que se hubiera perdido de nada.
"..Para Gryffindor el valor era lo mejor; para Ravenclaw, la inteligencia.
Para Hufflepuff el mayor mérito de todos era romperse los codos.
El ambicioso Slytherin ambicionaba alumnos ambiciosos…"
Draco solamente pensó en lo dicho por el sombrero a la hora de comer.
¿Era ambicioso?
Hasta ahora solo había querido sobrevivir.
Bueno al conocer a su padre quiere hacerlo tragarse sus palabras y hacerlo arrepentirse de no reclamarlo, tomando en cuenta que su padre era Zeus, tal vez sí era un poco ambicioso después de todo.
—A que no adivinas que escuché de la familia Macmillan —suelta Pansy a su lado, amando poder compartir algún chisme.
Draco le da una palmadita a la mano de Gregory, quien se queja, pero deja de codiciar el puré de papa del cual Draco se ha adueñado. De reojo puede ver como Blaise saluda de forma un poco demasiado coqueta con Daphne Greengrass, mientras a su lado Astoria que lo había estado mirando fijamente, se sonroja y aparta la mirada.
No es algo nuevo.
Aparentemente algunas niñas han desarrollado un crush en él.
Pero nuevamente lamenta que no sean niños, una pena.
Ahora que lo piensa, ya casi cumplen 15 años, es una edad perfectamente normal para que los niños y niñas tengan un poco más de hormonas. Gimotea mentalmente al pensar que tiene ya varios vínculos que harán todo esto más incómodo, por suerte puede cerrar usualmente los canales, pero está tan acostumbrado a sentirlos en su mente que será difícil.
Claro Percy ama a Annabeth, aunque este no lo admita.
¿Pero Will y Nico?
No sabe qué pasará cuando esos niños crezcan, porque Draco está por apostar su lanza a que algo está creciendo entre ellos. Como pasó con Draco con Percy, solo que esto no parece unilateral para ambos niños, la envidia carcome un poco su ser.
—Escuché que dicen que Ernie es gay —susurra Pansy y eso atrae ligeramente la atención de Draco, la niña suelta una risa.
Ya que no es burlista totalmente, Draco lo deja pasar.
—¿Quién dice eso? —pregunta en voz baja, a lo cual Pansy se acicala claramente entre los demás.
Draco es popular, por extensión si lo ven cercano a Pansy, ella será popular; la niña nunca deja de sorprenderlo por lo que puede ser capaz para atraer la atención de otros. Sin duda es una reina de los reflectores y una ambiciosa Slytherin que tiene su respeto de alguna forma.
No pasará nada entre ellos.
Pero es divertido tenerla cerca.
—Hay un rumor que lo vieron besarse con su compañero Justin en el tren.
—Eso pasó hace menos de media hora Pansy.
—Soy la mejor en chismes, cariño.
Draco suelta una ligera risa, antes de volver apartar la mano de Gregory, esta vez con un manotazo más fuerte que hace al chico gimotear y contraer su mano. No es que importe si Justin o Ernie sean gays, o solamente estaban explorando entre amigos, tampoco es que fueran interesantes para él salir con algún Hufflepuff; ya tiene dificultades para salir o tener tiempo con Anthony.
No hay que echar más leña a esta fogata.
Pero es interesante ver opciones en este lugar, que Draco no es el único, que le gustan esas cosas.
No es tan raro en el mundo mágico.
Igualmente lo hace sentir más tranquilo de alguna forma extraña.
Entonces Dumbledore cancela la copa de Quidditch, lo cual hace que Draco se exalte como varios estudiantes, porque al igual que las noches de entrenamiento con Lavender, era su mejor forma de gastar energía. De reojo ve a Lavender desde el otro lado del salón, que parece comprender que eso significa más tiempo de entrenamiento y parece claramente infeliz por eso.
Luego en medio de todo el caos, aparece su nuevo profesor de defensa, que hace que Draco frunza el ceño confundido.
Siente una mala espina.
Lo cual queda ignorado cuando se anuncia el torneo de los 3 magos.
Beauxbatons y Durmstrang vendrían con una delegación.
Bueno.
Sí se hizo un caos esa noche.
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—Solamente un idiota entraría a un torneo de la muerte por su propia voluntad.
—Suena divertido.
—En este momento me da asco ser tu mejor amigo Jackson.
—Retráctate.
—Primero muerto.
Percy hace un puchero en medio del agua que sale de la ducha, Draco ha aprendido un hechizo de silencio que le ha pasado Amos Kane, que realmente extraña y con quien mantiene una continua conversación por cartas; aunque parece que últimamente está más ocupado con algunos asuntos de su hermano y hablando más de unos sobrinos que no sabía que tenía, pero que esperaba ver en algún punto el próximo año.
Cómo eran sus nombres.
¿Carter y Sadie?
No importaba.
Lo que importaba es que ahora podía hacer hechizos silenciosos por todos lados, lo cual significaba que mientras se lavaba los dientes podría hablar por mensaje Iris con Percy y nadie de la habitación de Slytherin se daría cuenta.
Todos hablaban del torneo.
Claramente los Slytherin no eran tan idiotas hormonales sin pensar en las consecuencias como la mayoría de estudiantes de Hogwarts, la mayoría eran de familias adineradas o de sangre pura, por lo cual el premio tampoco era tan tentador para arriesgar sus vidas; aunque más de un estudiante parecía interesado por el honor y el respeto que genera un estatus de campeón.
Idiotas.
—Veo que recuperaste a tu hurón, lo cual me parece una falta de respeto, no lo conozco —habla Percy, señalando al hurón blanco que parece dormir sobre un poco de ropa de Draco, siseando a ambos.
No parecía feliz de haber sido alejado de Anthony y su hurón, lo cual Draco le tiene sin cuidado, probablemente vuelva con él pronto y solo haga un poco de pantalla con Sparky.
Draco escupe la pasta de dientes en lavado.
—Bueno deberías venir al castillo.
—Debería, como es posible que Bianca y Nico lo conozcan, pero yo no, quien soy tu bestie, matrimonio falso, almas gemelas.
—Chupame la polla Jackson.
El chico desaparece entre risas diciéndole que tiene que sacar tiempo para ayudarle con su tarea mañana, mientras se queja de cómo es posible que tengan tarea tan pronto.
Draco toma a Sparky antes de caminar a su cama, donde se arroja con un suspiro relajado.
Tiene sueño.
Su hurón le muerde la oreja, maldita bastarda.
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Draco se siente un poco adolorido en su estado casi semidormido, siente que ha tenido un extraño sueño como si estuviera debajo del mar y fuera una extraña parodia de la sirenita; esto parece más un sueño de Percy que suyo. También su cuerpo se siente extremadamente cansado y su espalda lo está matando, pero hay una pequeña brisa que llega que le hace suspirar; es extraño que en las mazmorras donde están las habitaciones Slytherin tengan brisa, se pregunta si es una especie de hechizo o algo así.
Quiere mantenerse ahí unos segundos antes de iniciar sus clases.
Solo un poco.
—Percy, despierta Percy, no duermas en la sala de estar —dice una voz que casi podría jurar que es Sally Jackson.
Tal vez sigue dormido, porque cuando abre sus ojos, el techo de color caoba es uno que no reconoce, también cuando voltea su rostro podría jurar que está en la en la sala de estar de la familia Jackson.
Pero solo es un segundo, porque cuando vuelve abrir los ojos.
Está en el suelo.
Su mejilla duele.
Se incorpora, escuchando la risa no tan sutil de Blaise y Theo, mientras lo miran en el suelo al lado de su cama. Sparky bosteza desde la cama viéndolo poco impresionada y no ocupa ser un hurón para saber que también se está burlando de él.
Parpadea antes de ponerse de pie.
—Buenos días Draco —saluda Vincent ignorando si cayó o no al suelo, así que Draco solo gruñe.
¿Que había sido eso?
Toma un tiempo excesivo en el baño arreglando su cabello solo para molestar a Blaise que necesita el baño. No llama a Percy porque sabe que a esta hora probablemente está ocupado por el horario de su zona; ya tienen horarios específicos para charlar, aun así, casi quiere preguntarle por el vínculo mental sobre su sueño.
Está alucinando, no quiere sonar más raro de lo que ya es.
Camina hacia el comedor con Theo, quien no deja de quejarse sobre la mitología egipcia, bueno al menos no era como la Nórdica, esos años entre los 6 y los 7 habían sido conocidos por todos como el tiempo donde Theo estaba obsesionado con Loki.
—Me gusta más la idea de Horus siendo hijo de Osiris e Isis —defiende Theo con seriedad caminando a la mesa dentro del comedor.
Draco tararea.
—Tengo mis quejas sobre Ra en general, sé que era el dios de ellos, pero volverse humano, no sé qué es peor si ser un idiota por toda la eternidad o ser un idiota humano que envejece —explica Draco claramente de mal humor a lo cual Theo le da una mala mirada.
—Creó a Bast y me encanta.
—¿La gata loca psicópata que buscaba venganza?
—A veces me pregunto porque hablamos.
—Opinión poco controversial, prefiero a los dioses griegos y créeme que me duele decirlo más que a ti.
—Me interesan más los romanos.
—Es una copia y pega barata.
Theo hace un gemido de incredulidad cuando están frente a Severus, que solamente suspira antes de darle el horario a ambos, antes de casi estamparlo en el rostro de Draco haciéndole jurar que este año iba a mantener la calma. En defensa de Draco, el año pasado no había sido su intención el hacer alguna locura; camina mejor hacia su lugar en la mesa al lado de Pansy quien suelta una risa mientras le pasa un periódico.
Al parecer las lechuzas ya habían llegado y se atrasó más de lo planeado.
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MÁS ERRORES EN EL MINISTERIO DE MAGIA
Parece que los problemas del Ministerio de Magia no se acaban, escribe Rita Skeeter, nuestra enviada especial. Muy cuestionados últimamente por la falta de seguridad evidenciada en los Mundiales de quidditch, y aún incapaces de explicar la desaparición de una de sus brujas, los funcionarios del Ministerio se vieron inmersos ayer en otra situación embarazosa a causa de la actuación de Arnold Weasley, del Departamento Contra el Uso Incorrecto de los Objetos Muggles.
Arnold Weasley, que hace dos años fue castigado por la posesión de un coche volador, se vio ayer envuelto en una pelea con varios guardadores de la ley muggles (llamados «policías») a propósito de ciertos contenedores de basura muy agresivos. Parece que el señor Weasley acudió raudo en ayuda de Ojoloco Moody, el anciano ex auror que abandonó el Ministerio cuando dejó de distinguir entre un apretón de manos y un intento de asesinato. No es extraño que, habiéndose personado en la muy protegida casa del señor Moody, el señor Weasley hallara que su dueño, una vez más, había hecho saltar una falsa alarma. El señor Weasley no tuvo otro remedio que modificar varias memorias antes de escapar de la policía, pero rehusó explicar a El Profeta por qué había comprometido al Ministerio en un incidente tan poco digno y con tantas posibilidades de resultar muy embarazoso.
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Draco lee el periódico, pero parece que Theo se lo arrebata teniendo más enemistad con Weasley de lo que piensa, sonríe sin poder evitarlo cuando este comienza a levantar el periódico y hacerle señas desde el otro lado a Lavender, quien con la personalidad más adorable del mundo.
Levanta un pulgar en sinónimo de que ha prestado atención y claramente piensa igual de mal que su amigo.
Este par es un peligro.
Casi parecen hermanos.
Draco voltea a ver a la mesa Ravenclaw curioso, parece que la primera clase sería con ellos hoy y encuentra a Anthony mirándolo con una sonrisa, Draco solamente sonríe ligeramente arrogante antes de volver a su manzana antes que Vincent gimotee que tiene ojos en su espalda.
Bueno.
Que inicie el año.
Continuará…
Bueno es hora que el año escolar inicie oficialmente, este año es la última parte de este arco, así que cuando termine tendremos el inicio del arco 4.
Estoy emocionada.
Draco es un caso, pero me pregunto qué torturas tengo planeadas para el este año y cuantos misterios podremos aprender.
