Mientras miraba por la televisión a la estrella que iluminó su día en aquel momento, pensó, en si debía arrepentirse de sus elecciones. De si estuvo bien alejarla, darsela a otro hombre. Pensó si la ira, la tristeza y la envidia era lo que debía sentir en este momento, si era lo que la razón, su razón, le dictaba a hacer.
Lo pensó, pensó por mucho más tiempo del que el simple correr de los segundos podían llegar a contar, pero al final su respuesta fue solo responderle al mundo con una sonrisa hueca y degustar de su jugo de fresa, aquel que su luz llegó a hacerle adicto tras años de tomarlo a la fuerza.
Se dio cuenta, mientras la veía deslumbrante en el escenario, que ese mundo en el que ella estaba no solo es uno al que no tiene permitido estar, sino que tampoco es un mundo que quiera pisar. Para él, ese mundo deslumbrante es uno que se opone a quien es realmente.
Es duro, sin embargo, y es probable que tarde mucho en recuperarse, pero esa fue su elección. No quiso inmiscuirse en la falsedad de ese mundo y por eso se fue. Nada más que eso es lo que pasó. Él tomó esa elección y, por mucho que haya una parte de su mente que le transmita arrepentimiento, una elección es una elección. Deberá vivir con ella hasta el final de su vida.
Tal es la consecuencia de haber rechazado el dulce y mentiroso amor por una cruel realidad.
No lo querría de otro modo.
¨... Hikigaya-san, ¿qué es esta mierda?¨
¨El final de esa tonta novela que me hiciste empezar para llegarle a las chicas adolescentes. ¿Qué más sería?¨
Dios, fue un dolor de cabeza escribir eso hasta casi el final. Ser tan meloso, narrar cosas que son tan ajenas a mi vida como el romance y encima centrarme en una adolescente tan perfecta me pudrieron el ánimo por una temporada. Es un milagro que haya podido acabarlo. Pensé seriamente en mandar esto a la mierda y dedicarme a hacer otra antología de terror.
Pero bueno, el final que escribí estuvo decente, más apropiado a mi estilo, con un mensaje que me gusta y encima pude liberar a mi protagonista de esa chica asquerosa que se la pasó todo el tiempo siendo un recordatorio constante de todo lo que odié en mi adolescencia. Escribirla fue toda una experiencia, y aún más mostrarla en una lente agradable, ¡comprensiva!
Tch. Las mujeres como ella solo pueden ser buenas en las fantasías y yo ya pasé esa etapa de mi vida.
¨...¨
Murakami-san se me quedó mirando como un pez fuera del agua, abriendo y cerrando la boca al son de las manecillas del reloj. Él siempre fue extraño, pero nunca se vio estúpido en este par de años que lo llevo conociendo. Estuve a punto de comentarle algo irónico para ver si eso lo despertaba, pero de un momento a otro él cambió su cara.
No a una feliz precisamente.
¨Te dije que escribieras un romance agradable, ¿verdad?¨
¨Si, porque es lo que le prometiste a tu hija, ¿no? Se quejó de que tu editorial solo era conocida por mis libros 'depresivos' y quiso que yo escribiera 'algo más real'¨
Estúpida adolescente que se cree las mentiras de la sociedad. Si cree que mis escritos son exagerados o directamente falsos, es muy probable que esté viviendo a pleno su juventud ideal, aquella que se les fue negada a jóvenes nada agraciados como yo. Me molesta haber sido forzado a escribir esto porque un papá quería cumplirle el capricho a su hija y... si eso, no hay peros.
¨¿Entonces qué mierda es este final, Hikigaya-san? ¡Esto haría hasta llorar a mi esposa!¨
¨¿Hm? Eh, ¿no está exagerando un poco? Es verdad que no es el final más alegre, pero creo que hay algo bueno en que el Protagonista-kun tomara decisiones propias al final. Si lo ves en retrospectiva, el chico pasó toda la novela cumpliendo los deseos de la chica, por más que le molestara. Que al final decidiera alejarse fue lo mejor para él y... Murakami-san, ¿por qué me mira así?¨
¿Acaso me creció otra cabeza? ¿O finalmente se pudrieron mis ojos?
¨Hikigaya-san, tú... Solo tú podrías ver algo positivo en un chico que acaba dejando a su amor y deja que ella se meta en un mundo de mentiras sin nadie a su lado¨
¨Aunque fue su propia elección. La heroína quiso quedarse en el mundo del espectáculo, seguir al productor. Todo lo que le pase es porque ella lo quiso. Ese es el mensaje: que pueda doler o no, al final cada uno toma sus propias elecciones al final. No tienes que encadenarte a la mentira si no quieres. Por eso el protagonista e-¨
¨¿Y la chica no acaba de entregarse a la mentira? ¿Dónde está lo positivo en ello?¨
¨Bueno... Toda historia necesita sus contrastes. Ambos, chico y chica, empezaron la historia amando el espectáculo y queriendo vivir el sueño. El protagonista, que quiso ser Idolo pero le faltó habilidad y la heroína, que tuvo desde el comienzo habilidades prodigiosas para el rubro: lógicamente su desarrollo y final deberían reflejar sus diferencias. Constrarlas. Por eso-¨
¨Olvídalo. Escucharte hablar de tus historias me deprime. No tienes que explicarla más¨
Me quedé sin contestar un segundo, procesando las palabras que me han dicho mil y un veces, con más o menos tacto. Hubo un tiempo en que escuchar esas palabras me enojaban, ofendían por el desprecio que sentía hacia mis ideas. Pero eso fue en el pasado, cuando era un escritor primerizo. Hoy en día entiendo bien que mis ideas no son del agrado de la persona común: por eso debería agradecer que me haya vuelto un autor conocido.
Saber que hay gente por ahí a la que le gusta lo que hago es suficiente. No necesito la aprobación de nadie más.
¨... Ni que fuera tan triste. Todos van a hacer lo que quieren. ¿No es eso suficiente felicidad?¨
¨...¨
No hubo respuestas de Murakami y la verdad es que tampoco sentí que me prestara mucha atención. En nuestras primeras reuniones aquello me ofendía muchísimo, pero hoy sé que es parte de quien es. Por eso no me molesté y me levanté, dispuesto a irme sin causar ningún drama por la ignorancia del tipo que miraba mi libro con una cara extrañada, como no sabiendo qué hacer.
¨Como sea, haz con él lo que quieras. No disfruté escribirlo ni tampoco me siento orgulloso de él. Si vas a tirarlo, por mí encantado. Y si lo publicas, espero que, por tu bien, le hagas todo el marketing posible: ni en broma voy a promocionar esa cosa¨
Él me miró mientras le hablaba, pero cuando terminé de declarar, volvió a centrarse en aquello que iba más allá de mí. Bromeo sobre su inteligencia en mi cabeza, pero Murakami-san es un tipo que piensa mucho cuando quiere. No le gusta agobiarse con 'pensamientos' estúpidos como dice él, pero mis mejores charlas en bares vinieron con él borracho.
Deberíamos salir de nuevo. Necesita relajarse y yo excusas para gastar mi dinero.
Despidiéndome con un gesto de mano, abrí la puerta y me largué de ahí tras cerrarla con delicadeza.
Mientras salía de la editorial mientras saludaba cortantemente a los que me reconocían y querían ganarse mi consideración, que no eran pocos, pensé un poco en la novela, así fuera solo debido al rechazo que generó en Murakami-san. No es que me importe mucho su opinión, claro, pero sí que la valoro mucho más que los demás, esté siendo influenciado por su mocosa o no.
¨...¨
Lo cierto es que escribir esa novela fue un tormento, pero también un buen desafío. Fue agradable de una forma retorcida encontrar nuevas formas de formar una narrativa y también creo me he vuelto alguien más paciente tras tener que escribir a esa chica. Tras tener que escribir un romance en general.
No me gusta el romance. Podrá sonar y ser patético, pero el pasado, tanto lejano como cercano, me ha amargado la ilusión que antes tenía de encontrar mi media naranja o cosas igual de cursis. Aún me gustaría tener una novia, ya que una prostituta no es una cosa a la que me guste recurrir para perder mi virginidad, pero estoy desencantado del tema.
Mientras caminaba por la calle y veía a gente igual de indiferente que yo al entorno, pensé en lo gris que realmente era el mundo, lo triste que era en realidad y el cómo todos son responsables de que carezca de la magia que nuestros ojos infantes llegaron a ver en algún momento. No soy de los que sueñan con volver a vivir mi infancia: ni la nostalgia me hizo verla de color de rosa.
Pero... Estaría bueno volver a sentir esa chispa, ese pensamiento de que el cielo era el límite, que podías ser lo que quieras si solo lo desearas.
¨... Esa es una buena idea¨
Feliz de ya tener al menos una sensación de cuál podría ser mi siguiente libro, crucé la calle una vez el semaforo me lo indicó.
Entonces escuché... ¿gritos?
Mi nombre es Hikigaya Hachiman, un escritor medianamente reconocido de 30 años que tuvo un poco de suerte con sus escritos, permitiéndome vivir, al menos humildemente, el día a día sin mayores complicaciones incluso si no vuelvo a publicar nada de aquí a 20 años. Así de grande fue mi suerte.
Nacido de una familia normal, con dos padres que no están en casa ni ahora y una hermana menor con la que era muy cercano hasta que nos fuimos a hacer nuestra vida cada quien por su lado, obtuve experiencias varias en mi vida, las que me terminaron arrastrando a narrar todo esto a través de personajes ficticios o monólogos propios vendidos a un precio ajustado a la inflación.
Soy lo que se podría denominar un asocial, alguien que desprecia a la sociedad y que quiere alejarse de ella dentro de lo posible. Por supuesto, cualquiera que me conozca un poco negará esa afirmación debido a sus experiencias conmigo, pero ser asocial es un sentimiento, no una cuestión lógica.
Pero me desvío. Tengo ojos que fueron llamados muchas veces de pescado, haciendo que mis iguales en ese momento se burlaran de mí y me alejaran como un paria. Insistí en encarjar entre ellos, ser un chico 'normal', pero un cierto accidente que tuve un día al intentar salvar un tonto perro acabó por sentenciar lo que sería mi vida por los siguientes años.
No tuve ningún amigo en esa escuela, Sobu, y la experiencia más dulce que tuve fue haber llamado la atención de una maestra joven y algo linda justo el día en que terminó yéndose. Era una maestra extraña, demasiado otaku para mi gusto, pero esa charla que tuvimos aquel cierre de mi segundo año es algo que recuerdo con cariño incluso hoy. Ella fue la razón por la que terminé expresando mi sentir de una forma más saludable.
¨Si piensas tan mal de todo, ¿por qué no haces algo productivo con eso, mocoso? Un libro o algo... Lo importante es no dejar que la vida te mantenga abajo. Encuentra una manera de decirle al mundo lo que sientes y que te escuchen. Deja algo para que los demás aprendan¨
... Si, en retrospectiva era un poco obvio que eso lo sacó de un anime: sonaba demasiado dramático y ella ya de por sí tenía tendencias de ese estilo en esos momentos en los que me la encontraba por el pasillo. Pero, copiado o no, aprecié lo genuina que sonó esa maestra en aquel entonces, y por eso incluso saber del plagio no le quitó fuerza a su mensaje.
Por eso me hice escritor: para dar un mensaje, para expresar mis ideas y dejarle algo a alguien. Y no es por pecar de arrogante, pero creo que me va bastante bien. Hasta papá admitió a regañadientes que está orgulloso de mí. Mamá también, pero sé que a ella no le gusta tanto que escriba cosas tan 'depresivas' así que no sé qué tan cierta fue esa felicitación.
Pero el punto es que mi vida iba bien. No perfecta, ya que pese a todo lo que digo y pienso, creo que me falta una novia, pero en general no me puedo quejar. Acabé mucho mejor que la mayoría de mis compañeros de clase que ahora mismo deben ser esclavos corporativos y amas de casa con tendencias a ser infieles. En general ambos siendo infieles.
No sé si la palabra es feliz, pero creo que mi sentir actual es lo que más cerca estaré a eso.
¨... Y entonces morí¨
Y entonces un camión, de esos que abundan en las fantasías de poder llamadas Isekais, vino de esa ficción para matarme casi al instante.
¨Si, moriste de forma tan lamentable, Hikigaya Hachiman-kun. Tanto que me has invocado¨
Y ahora tengo frente a mí a una anciana con bastón que está sentada en un trono de piedra liso aquí, en mitad de la absoluta nada, donde el cielo es negro, el piso es blanco y hay un humo gris interminable rodeándonos hasta mis rodillas.
En resumen, estoy viviendo la fantasía de Zaimokuza Yoshiteru, ese escritor de novelas ligeras mediocres que no paraba nunca de molestarme en busca de consejos para mejorar sus propias creaciones. Ah, y también lo más cercano que tengo a un amigo, así sea solo por descarte.
¨...¨
¨Ahora, entiendo que todo esto puede ser confuso. Sé muy bien que todos ustedes tienen muchas preguntas cuando vienen aquí. Trataré de responder todas hasta donde se me sea posible. Entiende que no puedo ir divulgando cosas demasiado profundas para ti todavía, por favor. Después de todo, tu estado actual es temporal¨
Eso... tiene sentido... creo. Si las historias que me hizo leer Zaimokuza son una guía, ahora voy a renacer en otro mundo, ¿verdad? Viviré una vida de ensueño siendo el más poderoso del mundo y formando relaciones amorosas con un montón de mujeres de bellezas que no existen en este mundo. Ah, y un truco o algo que haga a esto menos genérico.
Si soy honesto, todo suena demasiado molesto para un hombre de 30 años que ya superó todo eso.
¨Ah... Si va a llevarme a otro mundo, ¿puede no ser uno demasiado peligroso? No me apetece luchar por mi vida a cada paso, ¿entiende? Además, por muy tentador que suene ser un hombre entre hombres que se la vive en el peligro, para un simple escritor como yo suena a demasiado problema. Y soy muy mayor para esas fantasías¨
¨¿?¨
Cuando terminé de explicarle porqué vivir una epopeya en la que muero incansablemente para salvar a personas o ser incriminado por todo un reino por llevar un escudo no es una buena idea, me di cuenta que la señora vestida con un vestido largo que le llegaba hasta los tobillos me estaba mirando confundida, sin comprenderme del todo al parecer.
Curioso, pensé en si ella no podía entender que yo tuviera pegas con eso de ser el héroe de otro mundo, tal vez porque hasta ahora solo ha atendido a adolescentes que estaban en un estado incluso más bajo que mi peor versión, pero todo eso se esfumó cuando la comencé a escuchar comenzar a reírse un poco, como una ancianita a la que le contaron un buen chiste.
Se veía y escuchaba muy afable, hasta calentándome el corazón a mí. ¿Será acaso su poder?
Sea como fuere, cuando se detuvo me miró con cara de ternura y negó ligeramente con la cabeza.
¨No, no, entiendo de dónde puede venir la confusión, pero no te voy a enviar a otro mundo. Yo no hago eso al menos. De verdad, ustedes pueden escribir historias realmente curiosas a veces. Algunos de mis iguales han empezado a hacer eso por mero interés y hasta ahora les ha entretenido, pero como dije, despreocúpate. Yo no soy así¨
¨Entiendo... Eso es un alivio¨
No es por verlas mal, elfas, pero tener que vencer al rey demonio para que alguna de ustedes sea mi novia no vale la pena.
La señora mayor golpeó su bastón contra lo que podríamos llamar 'suelo' y se puso en modo seria.
¨Lo que hago es darle a ciertos humanos la capacidad de cambiar su destino, de ver qué pueden hacer con otra oportunidad, si ir por un camino similar o si tomarán una elección diferente. Y tú, Hikigaya Hachiman, haz sido elegido por mí para tener otra oportunidad en este mundo, tú mundo¨
Tardé un poco en comprender qué quería decir, pero cuando lo hice, una sensación de alivio me inundó, tranquilizando lo que hasta no sabía era un caos en mí. El entender que podría volver a la vida, que no estaba todo perdido, me dio una paz y ansías de vivir la vida al máximo que no tenían comparación. El deseo de escribir mejores libros y tal vez poder llegar a comprender la verdad de una persona eran no sueños, sino destinos a los que planeaba llegar.
Sonreí, tanto para la anciana agradable como para mí mismo.
¨Eso es bueno. Muchas gracias, señora. Prometo darl-¨
¨Antes de que hables, Hikigaya Hachiman, quiero decirte algo importante. Algo que, cuando vuelvas, será clave para vivir tu segunda vida de la mejor forma¨
Ese tono tan serio luego de mostrarse más afable que mi abuela estando borracha me descolocó, matando toda mi felicidad hace un momento siendo todo. Un sudor frío inexistente recorrió mi frente
¨O-... Okay...¨
Tengo... tengo un mal presentimiento. Siento que aquí es donde entra en juego el 'truco' que suele aparecer en las novelas de Zaimokuza. Tragando saliva, o más sintiendo que trago saliva, ya que ahora mismo no tengo cuerpo, sentí que la señora amable de repente ya no se veía tan amable, dándome un aura de imponencia que se acrecentaba conforme pasaban los minutos.
¨Esta es una oportunidad de hacer las cosas mejor para ti, pero también reconozco y tú también debes saber que los humanos no cambiamos solo por una experiencia. Si te dejo ir como si nada a tu segunda oportunidad, es casi seguro que acabarás de la misma forma, sin aprender nada más allá de valorar la vida. Eso iría en contra de mi objetivo: por eso, Hikigaya Hachiman, no irás solo¨
¨... ¿Eh?¨
Si estoy entendiendo solo lo que me dice, básicamente es que iré acompañado de otros desgraciados. Eso no suena mal. Hasta podría darme ideas para futuras novelas. El tema es, por supuesto, que hay algo en mí que me está gritando hasta quedarse desaforado que hay algo muy mal aquí: que tengo que impedir que ocurra esto.
¨Habrá gente que estará contigo en esta segunda oportunidad, personas a las que también les di la chance de cambiar su destino. Deberán interactuar, comunicarse entre sí, para aprender y poner a prueba sus creencias. Si tienes a personas así en tu vida diaria, ya sea que cambies o no, es seguro que pondrás a prueba quien eres, y ese aprendizaje, esa lucha, es lo que valoro en ustedes. Es lo que quiero que tengan¨
La forma en que se expresaba no era en sí aterradora. Ella seguía viéndose como una ancianita afable de otra época, pero aun así el ambiente se enrareció. Sentí que estaba captando, viendo un vistazo, de porqué esta anciana está aquí. Por qué, aunque su apariencia diga lo contrario, no es humana.
¨Eso... tiene sentido... creo¨
Ya centrándome en sus palabras en sí, la verdad suena raro, no solo lo que dice, sino su tono. Siento que... oculta algo.
Sin querer retrocedí un paso atrás. La anciana no dijo nada y no mostró ninguna reacción, pero esa voz dentro de mí que no se calla me dijo que se había dado cuenta. Que me pusiera a retroceder aún más, hasta que salga de este lugar y termine así sea en la nada misma.
Como si... eso fuera mejor.
¨Esas personas electas fueron hechas para compaginarse contigo, para que vivan experiencias que los moldeen en si es posible, personas mejores. Será duro, y tal vez en un punto quieras abandonarlas, pero ten siempre presente que es por esas personas que tienes tu segunda oportunidad¨
¨Oye, esto no e-¨
Un golpe de su bastón al piso me forzó a callarme, como si fuera alguna clase de magia.
No... debe ser magia.
¨Esfuérzate al máximo, Hikigaya Hachiman. Mi poder estará contigo, así que no seas temeroso. Lo que más valoras, lo que te representa, es la forma que tomará mi poder para guiarte. Con mi poder, no tendrás mucho que temer¨
¨¿Mucho?¨
Pero la anciana no me escuchó. Ahora estaba sonriendo, mucho, y esa sonrisa, que tenía una apariencia mundana con algo de adorabilidad, la sentía como el rugir de tripas de un demonio ansioso por saborear de mi carne, hasta que solo sea huesos. Ya no importándome las apariencias, me decidí a correr.
¨¡AHORA SAL Y DIVIERTEME!¨
¨¿Cómo que divertir-¨
Lo pregunté mientras me estaba dando vuelta, pero ya fue demasiado tarde. Cuando me quise dar cuenta, la imagen de esa señora mayor... de esa arpía, desapareció, saludándome en su lugar un techo oscuro demasiado familiar. Uno que me trae recuerdos de una época más sencilla e infeliz.
Era el cuarto del Hikigaya Hachiman que vivía con sus padres. Sentí que esa era la verdad, por más que nada más allá de una vaga familiaridad me lo confirmara. Levantarme y sentirme no solo más pequeño, sino también más saludable, sin los problemas de descuidarme por la edad afectándome, me dio una idea apróximada de en qué época estaba.
Agarrando lo que asumí era mi celular de aquel entonces, miré la hora, pero más importante, miré la fecha, exhalando un suspiro de alivio cuando vi el el 2011 aparecer como predeterminado en el calendario. Me alegré genuinamente de no haber vuelto a la etapa más vergonzosa de mi vida después de mi pobre intento de ir a la universidad.
¨Es mi... segundo año de Sobu, creo¨
Ni siquiera primer año, asi que tampoco es como si pudiera cambiar algo. Ya pasó un año del accidente que marcó esos tres años en esa escuela. No puedo mejorar mi situación ni volver mi imagen una más respetable entre mis compañeros. Es sin duda, para casi cualquier otro tipo en mi situación, el peor momento para volver.
Pero no soy normal. Para mí esto es perfecto.
Sin drama de ser rechazado, sin una reputación previa que mantener. Tal vez sea un poco difícil interactuar con mi familia como lo hacía mi yo de ese entonces, pero no se perdió mucho y se ganó ahorrarse un par de años duros en los que nada me salió bien. Y también una época en la que poder construir aún mejores historias.
Poder ganar dinero sin necesidad de preocuparme de mis gastos... Dios, eso suena tan jodidamente bien.
¨Puedo hacer tanto con este tiempo recuperado...¨
No podré vivir la fantasía de ser un genio entre burros, pero soy muchísimo más aplicado que el adolescente promedio. Seguro que me sacaré buenas notas, hasta en ciencias y matemática incluso. E incluso si no es así, ahora no debo agobiarme de matarme estudiando para labrarme un futuro: con pasar es suficiente. Mi futuro es la escritura, vender quién soy y lo que creo al mundo.
No pude evitar que una sonrisa se me formara en la cara ni tampoco las ganas de querer correr de la emoción. Contuve eso último porque era de madrugada, pero aun así dudo que pueda dormir. Ya empezar con una de mis novelas para buscar ese jugoso dinero es tentador, pero creo es mejor hacer algo más simple pero igual de importante.
Prendí la luz, dejé que el ambiente me dominara un segundo, permitiendo que me invada la nostalgia extraña pero existente hacia este cuarto. Ya recuperado, agarré mi mochila y me puse a repasar su contenido.
La escuela me importa una mierda, pero es importante. Y por mucho que me vuelva aplicado, mucho de este conocimiento lo he perdido con el tiempo. Para no levantar sospechas, lo mejor es al menos aspirar a unas notas esperables del viejo yo.
Abrí mi cuaderno y, con deseos de lograr muchas cosas mejores, empecé a leer.
Mientras leía prestándole toda mi atención posible, pensé en esa anciana desagradable, ya cuando el fuego empezó a menguar. Pensé en lo que me hizo sentir, pero más que nada en lo que dijo. En que no soy el único que vino al pasado y que me veré obligado a interactuar.
Me pregunto ¿cómo será eso? ¿Me los encontraré pronto, tal vez hoy? No soy tan malo socializando como en el pasado, pero todavía me molesta un poco. Será una molestia tratar con desconocidos.
Pero bueno, aprender de gente nueva y todo eso. ¿Quién sabe? A lo mejor me hago cercano a alguno de ellos.
Me pregunto si sabrán quién soy. Era un poco famoso en el futuro, así que no es imposible que sepan quien soy.
Pero no creo que pase. E incluso si pasa, no creo que afecte mucho cómo interactuaremos.
Con todo decidido en mi cabeza, ahora sí me concentré al completo en mi cuaderno.
¨... He vuelto¨
Yo, Hikigaya Yui, he vuelto al pasado.
¨... Volví¨
Mientras lloraba de alegría, yo, Hikigaya Yui, obtuve la oportunidad de ser mejor, de que todo vaya bien. Libre de mis errores y con la posibilidad de vivir una gran vida.
De esta vez no matar a mi Hikki.
¨... Yo volví, Hikki¨
Y esta vez amarlo para siempre. Como una buena esposa hace.
... Les juro que puedo explicar esta historia.
Miren, escribir solo Eroge es divertido. Es una idea ligera dentro de todo e imaginarme todo lo que va a suceder en el futuro me ayuda a impulsarme a llegar a esos momentos, pero escribir más de 30.000 palabras SOLO de Eroge me está matando un poco. No me quita las ganas de escribir, ya que todavía escribo a buen ritmo, pero no es tan divertido como en un comienzo.
Por eso viene esta historia. Para desestresarme, contar lo que en un comienzo iba a ser mi nueva historia una vez Autoconvencimiento o Sagami terminara y también porque es una idea que lleva rondando en mí desde antes de hacer mi gran pausa. Le tengo cariño y quiero trabajar en ella.
Tranquilos a los que les preocupa Eroge: me aseguré de más o menos encontrarme a un poco más de la mitad del capítulo mientras escribo esto, Domingo, el mismo punto al que suelo llegar con cada capítulo hasta ahora. Con escribir un poco más pude hacer esto sin quitarle tiempo a Eroge. Eso si, el siguiente capítulo pinta para ser el más largo desde mi regreso, ya sea que les guste su contenido o no, así que dudo tenerlo listo para el martes, que suele ser el día en que publico.
¿Qué más?... Eh, si, esta historia no tendrá mucha comedia. Supongo que algunos pudieron intuirlo ya, pero este es mi intento de hacer una historia 'seria' desde un comienzo, sin todo el humor de por medio. Quise probar haber si funcionaba algo así. No es que esto vaya a ser denso, pero sí se tomará mucho más en serio que Eroge.
Es un fanfic más 'tradicional' si se quiere.
Veamos cómo me va haciendo un drama de los de verdad y también un... ya saben, todo lo que pudieron inferir de la sinopsis y final del capítulo.
Espero que les haya interesado. Nos vemos en un próximo capítulo que saldrá esperemos en menos de un mes.
Cuídense.
