¨...¨
¨...¨
¨...¨
¨Uh...¨
De acuerdo, esto es incómodo. Dejando de lado el hecho de que verla tan joven es un shock que me cuesta superar, tener a Komachi mirándome fijamente, observando con sumo detalle cada acción que hago y dilatando sus ojos como si eso le revelara algo de mí, es muy incómodo. Komachi siempre fue peculiar, al menos cuando solo estábamos los dos, pero eso fue apagándose con los años.
La Komachi que vi por última vez seguía siendo alegre, pero era una alegría más propia de una ama de casa que de un duende. Juro que ella quiere hacer unas caras pero se está controlando.
¨...¨
Ya no aguantando más de esta situación, dejé mi tostada a medio comer en el plato y miré con mi cara de hermano mayor a lo que sentía era una niña, no mi hermana.
¨Komachi, ¿pasa algo? Me estás mirando mucho¨
Y muy fijamente. Me haces sentir como que se me deformó la cara, hermana.
La joven Komachi al menos tenía la decencia de verse avergonzada cuando se lo eché en cara, pero no hizo más que sonrojarse un poco y empezar a comer, aunque todavía podía sentir como me robaba miradas tan discretamente como una patada en la entrepierna. Tuve el impulso de suspirar, pero en su lugar hice algo productivo y seguí comiendo. Así podré irme rápido a la escuela, escapar de esto.
¨... Oye, Onii-chan...¨
La tostada que estaba a punto de irse a mi boca se detuvo a mita de camino.
¨¿Hm? ¿Qué pasa, Komachi?¨
¨Tú... ¿Te pasó algo? Estás... raro, más de lo usual¨
... Oh... Bueno, mierda, pero supongo que es esperable que Komachi se diera cuenta de que algo es diferente. Si alguien iba a sospechar algo, solo podría ser ella. Dejé nuevamente la tostada en el plato y miré a una Komachi que, aunque me miraba también de frente, se veía más nerviosa de lo normal, demostrándome que, aunque sus palabras son peligrosas, Komachi no lo era.
Ella sigue siendo mi hermana. Más joven, expresiva y puede que también más molesta, pero Komachi es Komachi.
¨¿Raro cómo, Komachi?¨
¨B-Bueno, tú... Tienes la espalda más encorvada de lo normal. Tu postura siempre fue mala, pero ahora se ve mucho peor. También eres mucho más tranquilo: siempre hablamos mientras desayunamos o al menos me preguntabas cosas de mi escuela. ¡Y tus ojos están más podridos que antes! ¡Te ves muy aterrador, Onii-chan! ¡Komachi solo está preocupada por ti!¨
...
Si... Supongo que no puedo refutar nada de eso ni tampoco cambiarlo, al menos no de inmediato. Soy, después de todo, un adulto en cuerpo de adolescente. Por mucho que ahora me sienta más revitalizado y capaz de hacer mucho más, las características de mi yo de hace unas horas siguen presentes. Me recuerdan que eso no fue un sueño, que no soy el Hikigaya Hachiman de esta época.
La postura... Creo que eso puedo mejorarlo, al menos hasta donde estaba en este tiempo, pero llevó años siendo un yo mucho más reservado que en antaño: dudo que pueda cambiarlo, por lo menos no sin forzarme a ello. Y mis ojos siempre estuvieron anclados en parte a mis emociones: una cosa es actuar y otra es sentir. Dudo que tengan solución.
Por eso no puedo tranquilizar como debería a Komachi. Ella me verá siendo diferente y tendrá que vivir con eso.
¨... Komachi, aunque haya cambiado un poco, sigo siendo yo. De hecho soy una mejor versión aunque no te lo parezca. Ya verás que dentro de poco dejarás de tener que preocuparte por mí¨
¨Eh... Onii-chan, ¿a qué te refieres con eso?¨
¨Eso es un secreto. Pero necesito que confíes en mí. Tu Onii-chan solo quiere lo mejor para los dos, y eso por desgracia incluye ser un poco más... apagado. Pero cuando mi plan resulte, prometo que te lo compensaré¨
¨...¨
¨Puedes cuestionarme si quieres, pero prometo que mi cambio no es sin razón. Estos ojos, por más que suene absurdo, son la prueba de que todo saldrá bien¨
Todo lo que estoy diciendo es una sarta de tonterías que ni una Komachi de cuatro años tomaría en serio. Esquivo sus intenciones, me niego a darle una respuesta satisfactoria, no explico cosas como el motivo de mi encorvatura de la noche a la mañana y francamente hasta yo noto como Komachi se siente incómoda de mis palabras.
Pero nada de eso importa. Porque somos hermanos, unos cercanos y que se criaron entre sí porque no tenían a nadie más. Por ese motivo, lo importante no son mis palabras, sino transmitir sinceridad, confiar en que Komachi vea, a pesar de todas las señales de alerta, que soy su Onii-chan. Que Hikigaya Hachiman todavía está aquí, por más cambiando que se sienta.
Komachi se me quedó mirando, analizándome unos segundos largos, pero al final suspiró mientras cerraba los ojos.
¨Onii-chan es diferente, pero sigue siendo un bicho raro. Mientras seas Onii-chan, Komachi solo puede desearte lo mejor¨
¨...¨
¨Solo... no seas TAN raro, ¿si? Komachi no podrá evitar preocuparse y entonces Onii-chan se volverá un inadaptado que solo puede depender de mí. Eso sería horrible, el peor destino, ¡pero al menos ganaría toneladas de puntos, ¿no?! ¡Sería la mejor hermana y estarías siempre agradecido conmigo! Eso no suena tan mal¨
Komachi sonrió a mita de sus palabras, pero solo pude mirar el espectáculo que me daba con cierta pesadez. Porque, como un Hachiman adulto que conoce mucho mejor a Komachi, sé cuando ella finge la felicidad, cuando se pone la máscara de niña alegre y tonta para calmar a los demás. Por eso, al verla así, supe al instante que se forzó a ser la niña alegre para tranquilizarme, pero principalmente para calmarse a ella misma.
Era horrible. Como su hermano, verla así, agobiado por cuales serían sus auténticos pensamientos, me daban ganas de sincerarme, de contarle la verdad y de intentar construir una relación a partir de ahí.
Pero soy demasiado cobarde para vivir ese calvario emocional. Si le digo que el Onii-chan que conoció durante toda su vida ahora bien podría estar muerto, no quiero ni pensar cómo se lo tomaría. Así que solo puedo intentar hacer lo mejor con mis libros y esperar que eso sea suficiente.
Sonriéndole también con falsedad, nos metimos en una falsa conversación feliz, ocultando cómo nos sentíamos, así supieramos que el otro está mintiendo.
No es genuino ni algo que aprecie, pero llevar esa creencia al límite solo me trajo dolor. Por eso escogí bien mis batallas desde entoces, y esta es una que no puedo ganar.
Al menos, todavía no.
Andar en bicicleta, por suerte, es algo que todavía solía hacer pese a ser un adulto, por más que lo tratara como un deporte en vez de algo para moverme en sí. Fue un poco incómodo volver a una tan pobre en comparación a la que tenía antes, pero para cuando dejé a Komachi en su escuela ya me pude acostumbrar medianamente. Asumo que debido a que, por mucho que mi mente actual sobreescriba este cuerpo, al final ambos tienen sus influencias en mí.
Mientras andaba hacia donde creía estaba Sobu, pensé en que serían duras las clases. Por muy adulto que sea y por mucho que toda clase que tenga que ver con letras me resultó hasta casi un insulto, como esperaba, ciencias y matemáticas son mi punto débil. Un punto débil del que me olvidé lo aprendido apenas dejó de ser necesario. Costará mucho sacar al menos un aprobado a secas.
Y tampoco recuerdo cuál era el horario de clases, así que pueden venir en cualquier momento a amargarme. De verdad, ¿para qué sirve todo esto cuando uno es adulto? Como un adulto responsable que se ganaba la vida honorablemente, les aseguro que no me sirvió de nada aprender de las celulas, cualquier cosa de matemática que no fuera lo esencial y ni les digo de química.
Pero quitando eso, otra cosa que me come la cabeza es cómo será volver a experimentar Sobu, esta vez como adulto. Sobu fue la época más tranquila de mi vida, en la que no tuve ningún amigo pero tampoco fui rechazado. No me volví un paria ni tampoco nadie hablaba de mí. En su momento aquello me generó un poco de dolor, pero hoy en día puedo asegurar que fue lo mejor que me pudo haber pasado.
Ojalá la universidad hubiera sido así.
Cuando vi a varios chicos con mi uniforme, supe que estaba yendo en la dirección correcta. Aceleré un poco el ritmo y me sentí con sentimientos encontrados cuando dislumbré a lo lejos la entrada a la institución.
¨Ugh, esto será un dolor...¨
Odio a los adolescentes: me parecen insufribles, desagradables y inmaduros pero creyendo que saben todo. Claro, soy lo suficientemente mayor para entender que mucho de ese sentimiento viene de traumas pasados que nunca he podido superar, pero una cosa es eso y otra que yo tengo razón cuando hablo.
Digo eso, pero como es Sobu, no creo que pase nada malo. Si me mantengo esquivo como siempre, todo irá bien.
Me detuve justo frente a la entrada, me bajé de la bici y comencé a entrar junto con decenas de alumnos que me ignoraron totalmente.
Eso calentó mi corazón.
¨...¨
Por desgracia, no todo es felicidad. Sentí una mirada penetrándome con sentimientos que sin duda no eran felicidad detrás de mí. Me molestó, pero como un adulto a la que cosas como estas se les resbalan, lo ignoré y seguí mi camino, no importándome que esa mirada solo acrecentara su intensidad cuanto más me alejaba.
Fue molesto, pero ya dejé la etapa en las que cosas así me aterraban. Las mujeres ya no me generan impresiones de ese estilo, y, siendo sinceros, las adolescentes aún menos. Me causa casi ternura pensar que hubo un momento en que estas niñas que no saben nada de la vida en algún punto fueron enemigos mortales a los que no me atrevía ni ver.
Tiempos nostalgicos. No buenos, pero sin duda nostalgicos.
Ya dejando mi bicicleta anclada donde corresponde, sonreí de satisfacción cuando esa mirada desapareció. Porque todos mis complejos de ese entonces se pueden arreglar siendo maduro e ignorando lo que debe ser ignorado.
Nada malo pasa si lo ignoras, porque estos son niños que no conocen nada mejor.
¨... Je, sueno como un anciano¨
No desagradándome sentirme así, entré a la escuela, preocupado por cómo sería, pero determinado a salir de aquí airoso.
...
¨...¨
¨Es él, ¿no?¨
¨Se ve como lo describió, aunque...¨
¨Se ve aterrador. Esos ojos son horribles¨
¨¿Que vio ella en él? Prácticamente todos en este salón somos mejores que él¨
¨N-No sean tan malos. D-Debe tener algo bueno, ¿verdad?¨
¨Y tenemos a Totsuka-chan aquí. Tú lo aplastas¨
¨E-Eso es...¨
...
¿La buena noticia? De momento no hemos tenido ni ciencias ni matemáticas, por lo que si bien me ha costado algunas cosas, en general me ha ido bien. Mejor de lo que anticipé incluso. Hasta el profesor de historia me miró con cierto orgullo cuando vio que era de los pocos que le prestaba genuina atención, no solo copiar lo que escribía o decía.
También pude tolerar muy bien estar rodeado de tantos niños. Claro, de vez en cuando me sentía en el infierno cuando los que asumí eran el grupo de los populares se ponía a ser desagradables como solo los niños populares pueden serlo, pero en general, ha sido una experiencia bastante llevadera. Casi se sintió como en casa, volver a la época en la que fui más feliz.
Creí que todo iba a ir bien hoy en general, incluso si tocara ciencias o matemáticas. Poder desenvolverme tan bien en clase me dio esa ilusión, esa esperanza de que todo iría sobre ruedas. Y lo andaba pensando hasta hace unos minutos de hecho, pero entonces me enteré por comentarios 'discretos' hacia mi persona y todo se vino abajo.
¨...¨
Yukinoshita Yukino.
Incluso tras tantos años desde que estuve aquí, todavía recuerdo ese nombre. Era una chica popular, la más popular, metida en una clase donde la mayoría eran chicas. De clase alta, no pude evitar admirarla a lo lejos en ese entonces, sintiendo, como todos, un poco de asombro hacia su figura casi eterea, fuera de este mundo. Ni de chiste estaba enamorado como la mitad de los chicos en Sobu, pero entendí bien ese sentimiento.
Ella estaba por encima de todo, siempre perfecta y siempre distante, nadie siendo digno de estar a su lado, pero casi todos soñando con ser quién puede ser su igual... Tonterías de adolescentes, pero admito que me parecía linda, aunque como adulto no pueda evitar verla demasiado infantil... y recientemente, su nombre me esté dando dolores de cabeza.
¨...¨
Pareja: así es como nos cataloga el reciente rumor entre Yukinoshita Yukino y yo, uno que al parece fue dicho por ella misma. Y uno que me ha dado una atención innecesaria que no me deja comer en paz.
Ah, y también uno que me hace sospechar fuertemente de que Yukinoshita es una que está en la misma situación que yo o puede que algo aún más raro, como ser parte del grupo de la 'anciana' que me trajo aquí.
¨...¨
En plena hora del almuerzo, no dejaba de ser vistos por decenas de curiosos, tanto de este salón de clases como por gente de otros salones que vinieron a comprobar cómo se veía el 'afortunado' que logró ganarse la aprobación de la chica inalcanzable. Todos, desde el cualquiera de pelo rapado hasta el que asumo es el líder de la clase me miraban con ansias de descubrir todo de mí a punta de hacerme enojar.
... Bueno, casi todos: la otra rubia del grupo popular ni me miraba, enfocándose más en comer en silencio. No sé quién seas, pero me caes bien, rubia: eres mi favorita de esta escuela.
¨...¨
Ahora, quedarse aquí no me atrae, pero tampoco es que pueda ir a otro lugar en esta situación. Creo recordar que tenía un sitio al que iba a comer en paz, pero no es que pueda pasear por la escuela a buscarlo cuando casi todo el que pasa por aquí se me queda mirando un segundo más de la cuenta. Y entre ellos hay gente que no da buena espina.
Si, a riesgo de querer evitarme un hermoso encuentro con niños fanáticos de una chica de preparatoria, me quedaré aquí y aguantaré lo mejor que pueda. Después, no creo que nadie en Sobu sea tan estúpido para querer amedrentarme solo por unas palabras de las que nadie ha comprobado su veracidad.
¨...¨
... Nadie sería tan tonto, ¿verdad?
¿Pues que creen? Sobu sí tiene idiotas, más de los que me gustaría admitir. No solo están ese grupo que grita a todas luces que no han tocado la mano de una chica desde sus mamás queriendo ser los 'héroes' de Yukinoshita Yukino, sino que al parecer ver a unos ridículos siendo lo que son fue todo lo que se necesitó para que los idiotas escondidos se animaran a salir.
No fue una grata experiencia. Por mucho que todo esto distaba mucho del peor resultado debido a que, en general, tienes que tener un coeficiente intelectual superior al promedio para pasar el examen de entrada, los nerds podían llegar a ser incluso más molestos que los bravucones. Como escritor, ser molesto es el peor pecado que puedes cometer.
Por eso acabé cansado tras todo un día de aguantarme a que en el almuerzo y apenas terminara la clase aparecieran estos héroes de pacotilla a intentar sacarme respuestas. Por supuesto, yo soy un adulto y ellos niños, así que solo demostrar quien manda fue suficiente para la mayoría de ellos y los pocos que siguieron insistiendo fueron corridos por el rubio de mi clase.
Es un buen tipo. Probablemente te odié en su momento, pero hoy no me caes peor que todos los otros niños. Agradeciéndole que fuera mi guardaespaldas hasta que agarrara mi bicicleta, le prometí que, al menos a él, sí le trataría de dar una respuesta, pero cuando todo se calmara. Él no se mostró conforme, pero como el buen tipo que asumí que era, aceptó con una sonrisa y me despidió, deseándome lo mejor.
¨Debe ser duro mantenerse tan perfecto...¨
Comenté mientras arrastraba mi bicicleta a la salida, admirando un poco la dedicación que puso el tipo, Hayama, en mantener una máscara tan positiva y que no se note a menos que seas como yo, un adulto entre niños. Él es lo opuesto a mí y no es que me caiga bien, pero como adulto, solo puedo desearte lo mejor.
Prometo dar todo de mí para averiguar de qué se trata todo esto y darte una respuesta satisfactoria.
Comenzando a pedalear mientras me iba a casa, estaba a punto de empezar a ir en piloto automático cuando, apenas crucé la primera cuadra, me encontré con una chica en medio de mi camino, una que de hecho reconozco y que se había ido apenas sonó la campana como si se le fuera la vida en ello.
Miré a la chica rubia de mi clase un segundo, pero de inmediato me centré más en mi camino. No fue hasta que ella se metió justo en mi camino, en medio de la calle, que me obligué a prestarle atención. Me nació insultarla, pero me contuve debido a que, por mucho que se lo merezca, ella es una niña a mis ojos. A pesar de lo estúpida que es, mi deber es educarla mejor.
¨Señorita, hacer eso es peligroso. Si no frenaba a tiempo, algo malo podría haber pasado¨
¨...¨
Ella no me contestó ni mostró una expresión. En general su cara estaba igual de plana que durante todo el día, pero esta vez se sentía diferente. Mientras pasaba niños de Sobu mirándonos con curiosidad desagradable, de repente sus ojos se enfocaron en mí, transmitiendo una madurez impropia de una niña como ella.
¨Tú eres a quien debo conocer, ¿no?¨
¨¡!¨
... Oh, entiendo... Así que por eso me detuviste, ¿eh?
Mientras mis dudas se aclaraban y llevaba mi bicicleta a la otra acera, con ella siguiéndome sin decir nada más, pensé en que esto era esperable, aunque demasiado pronto. Digo, ya había especulado que iba a ser hoy, pero una cosa es la idea y otra cosa es vivirla. Quería vivir un poco más mi vida antes de tener que interactuar con los demás. Pero bueno, conocer gente nueva y todo eso.
De lo poco que vi de esa anciana, siento que si no le prestó atención ahora, algo malo me va a pasar.
¨Es un poco pronto para esto, pero qué se puede hacer. Tenemos que interactuar, ¿verdad?¨
¨... Si¨
Si, yo tampoco estoy muy emocionado.
Andando por la otra acera, avanzamos en silencio hacia un lugar más tranquilo sin mirarnos, no sabiendo qué decir para matar la tensión ni tampoco queriendo lo suficiente hablar con ella. Estoy obligado a ello, pero si puedo posponerlo todo lo posible, mejor. Además... no es por ser prejuicioso, pero me da la impresión de que esta chica no es precisamente lo que yo busco en una amistad.
Creo... creo que sé quien es ella. Ella era la reina de la clase en mi segundo año, una chica popular estereotipada en cuanto a encarnar los peores aspectos posibles. Si es ella, de verdad va a ser un dolor lidiar con ella.
¨...¨
Mientras pensaba todo esto, ella seguía sin hablar, siguiéndome el paso y mirándome con sentimientos vacíos. Si ella es esa chica que recuerdo y el futuro no la cambió, entonces entiendo que ella no esté contenta conmigo. Yo tampoco, pero bueno, si queremos mantener esto, hay que dar lo mejor.
Ya llegados en la zona más residencial y sentándonos en una banca que estaba en el pasado para una parada de autobus que hace tiempo fue descontinuada, me puse a pensar qué decir, queriendo dar la mejor impresión posible para no volver esto más complicado de lo que debería. Pensé y pensé, pero entonces ella abrió la boca.
¨No necesitas forzarte. Recuerdo bien cómo eras. Hablar es mi fuerte, así que dejamelo a mí. Tú escucha y responde, ¿si?¨
Su tono, expresión y manera de verme son el opuesto a la imagen que dio en la escuela, de lo poco que la vi al interactuar con su grupo como si nada pasara. Sin duda ella era una adulta, por lo que, odiándome o no, ella parece ser capaz de separar su sentir de lo que debe hacer. Relajándome con aquella conclusión, asentí con la cabeza y la dejé proseguir.
¨Soy Miura Yumiko, una mujer de 30 años. Era una ama de casa antes de volver al pasado, así que no sé mucho más allá de mantener una casa o cuidar gente. Dudo que sea capaz de tener conversaciones significativas contigo, pero tenemos que dar lo mejor por esta segunda oportunidad que nos dieron¨
¨...¨
... Escuchar a lo que se ve como una chica popular básica hablar como una señora se siente raro hasta para mí. Por lo menos yo sigo manteniendo la esencia de quién fui: esta chica no actúa de acuerdo a su apariencia. Me hace sentir extraño.
Pero no deja de ser mejor a la alternativa: con eso en mente, vi que era hora de devolver la cortesía.
¨Mucho gusto. Soy Hikigaya Hachiman. Probablemente ya supieras quien soy, pero quería presentarme. Por el bien de nuestras segundas oportunidades, hagamos lo mejor para entendernos. De esto depende nuestro futuro¨
He sido un solitario desde hace años, casi el mismo tiempo del que llevé intentando encajar en la sociedad. Tener amigos, tratar de comprender al otro o hablar por hablar son cosas que desheché mucho antes de hacerme bueno escribiendo libros. Y lo que viví en la universidad fue lo que acabó por hacerme perder las ganas de tratar con los demás así fuera para aumentarme el ego, por lo que mi inteligencia social está al nivel de un niño de jardin de infantes.
De cierta forma, era un precio duro a pagar por tener la oportunidad de volver a la vida el tener que interactuar con desconocidos. No he cambiado en años, pero es verdad que tampoco he tenido un vínculo verdaderamente cercano desde que me alejé del mundo y decidí que solo iba a interactuar con él a través de mis escritos.
Esta es una forma de poner a prueba mis creencias, de si puedo mantenerme firme o las dejaré ceder... Todo suena a un despropósito si ese es el motivo por el que volví al pasado, pero bueno, mejor esto a vivir algo más peligroso. Solo tengo que conocer a esta gente y tratar de aprender de ella o que ellos aprendan de mí.
Ama de casa... Hm, podría intentar a escribir a una protagonista ama de casa. Suena a un reto, y creo que me faltó explotar un poco el meter mis pensamientos en personajes más variados.
No suena mal.
¨... Si... Por nuestro futuro...¨
Asintiendo sin pensar sus palabras, me puse a intentar conocernos mejor.
Hikio es tan inocente. Siempre se las da del que sabe mucho, pero en realidad él no sabe un montón de cosas. Por eso en nuestra relación yo siempre fui el cerebro, el que le hacía cometer las acciones que él no entendía. Él, hasta el final e incluso después, dependió de mí para hacer todo. Sino fuera por mí, nunca habría podido vivir su vida en paz.
Nunca habría podido ocultar el cádaver de esa cosa tanto tiempo.
Pero Hikio sigue siendo Hikio. Bastó que lastimara a alguien que él quería para que comenzara a cuestionarme, a dudar de lo que digo y de lo que le hice hacer. Sin mí Hikio no sería nada, se habría suicidado luego de que esa perra de Yukinoshita lo rechazara. Si no fuera por mí, él habría caído más hondo que nunca. Es debido a mí que obtuvo todo lo bueno que se merece.
Trabajo, conexiones, dinero, amistades... Hikio me debe todo eso a mí. Yo lo transformé en el hombre de ensueño que fue. E incluso cuando tiró eso al traste para hacer 'justicia', sé que el se arrepentirá toda su vida de haber perdido todo lo que di. Hikio puede querer jugar al héroe, pero es tan egoista como yo. Hikio es como yo, solo que él no quiere aceptarlo.
Hikio es como yo. Hikio es yo.
Hikio, Hikio, Hikio...
¿Por qué me mataste, Hikio? ¿Por qué me mataste, cuando todo lo que hice fue poner en su lugar a tu hermanita molesta que metió sus narices donde no debía? Solo quería lo mejor para ambos, y me aseguré de que pudiera caminar tras solo un par de operaciones. ¿Por qué entonces fuiste tan injusto conmigo?
Injusto... Si, siempre fuiste injusto conmigo, tratándome como un monstruo sin corazón. Eso me lastimó mucho, Hikio. Yo solo quería que me amaras, que me dieras el amor, o al menos un poco de él, del que te encantaba profesar hacia la perra de Yukinoshita. Te abandonó y aun así nunca la olvidaste. Yo olvidé a Hayato, pero tú nunca soltaste la correa por la que ella te tenía atado.
... Pero está bien, Hikio. Aún te amo. Amo a cada tú, sea quien sea. Hikio es Hikio, así que daré todo de mí para que me ames como yo te amo. Como el Hikio tan miserable que me dijo esa anciana que tú eres, me aseguraré de que solo pienses en mí. De que ames todo de mí, lo bueno y lo malo, y hagamos todo juntos. Nos comeremos el mundo, tú siendo el musculo y yo el cerebro.
Crearé un montón de recuerdos bonitos contigo, Hikio. Seremos la mejor pareja, los mejores novios y tendremos los mejores hijos.
Quiero al menos 12, Hikio. Uno por cada mes. Cada mes tendrá un día hermoso, uno el que seremos una gran familia deseando lo mejor para todos. Habrá pasteles, familiares, amigos y todos amarán a los frutos de nuestro amor: los harán sentir tan grandiosos como nosotros los volveremos. Esta vez no aceptaré que te nieges a darme hijos, Hikio.
Pero tiempo al tiempo. Por ahora debo aparentar que no te conozco, que somos extraños. Duele mucho ese pensamiento, pero si quiero que esto sea natural, que me ames de verdad, no debo apurar las cosas. No voy a ser como Yukinoshita, que ya empezó a ejercer presión para que se junten, o Yui, que seguro tiene planeado algo tan grande que le hizo no venir hoy a la escuela.
No, tomaré una ruta más tranquila, una lenta, pero que dará sus frutos. Me convertiré en tu aliada, luego en tu amiga, luego en tu novia y luego ahí podemos planear una forma de deshacernos de esas perras.
Hikio, no me gusta compartir. Yui puede vivir si eso es lo que quieres, pero sin duda tenemos que matar a Yukinoshita. Esa arpía no puede mantenerse viva. Hay que evitar que siga respirando, porque sé que ella tiene el poder de lastimarte, de volverte un cascarón vacío. E incluso si eso puede ser lo mejor, me niego a dejar que ella te vuelva a lastimar.
No pasarás por ese dolor de nuevo, Hikio. Te voy a proteger de todos.
Aaah~ Quiero besarte tanto. Odio que me veas como una desconocida y que nuestra distancia sea tan lejana. Sé que es lo mejor, ¡pero aun así...!
¡En nuestra primera cita, haré que te olvides hasta de tu nombre! ¡Solo pensarás en mí!
Piensa solo en mí, Hikio. Por los dos.
Por favor no me mates esta vez, Hikio. Fue muy doloroso.
No quiero morir por tus manos otra vez.
Bueno, si debo confesarles algo, el capítulo lo tenía hecho a la mitad antes de completar el Prólogo 1 debido a mi inspiración en ese entonces. Hoy, tras avanzar en Eroge, decidí rellenar lo que faltaba y agregar/borrar algunas cosas en una relectura. Todo por el gran apoyo que recibió.
No sé cuándo vendrá el próximo Prólogo, pero les puedo asegurar que al menos ya está pensado todo lo que va a pasar y también les aclaro que son 3 Prólogos antes de empezar con la historia como se corresponde. A diferencia de mis otros trabajos, en este quiero intentar contar más perspectivas de forma más constante en lugar de centrarme solo en Hachiman. Quiero intentar ver cómo resulta.
Salvo por el último capítulo de Sagami, creo que nunca he hecho eso.
En general, en esta historia quiero desafiar un poco lo que he hecho hasta ahora con las demás.
Ahora, al capítulo. Si soy honesto, la idea original era que Iroha ocupara el lugar de Miura en esta historia. Fue relativamente pronto que pensé que Miura podía darme juego a más ideas que Iroha y también sería un fuerte contraste con Yui y también con Yukino. Por eso ella es la tercera ¨heroína¨. Iroha tendrá otro rol, uno importante creo, pero nuevamente la dejaré de lado.
De verdad debería hacer esa historia centrada en ella...
Pero bueno, si, yanderes. Era un poco obvio que iría por ese rumbo, pero este capítulo lo confirma. Solo quiero aclarar que el pasado jugará un gran papel en esto, para todos los involucrados. Planeo intentar contar cómo es que estas chicas acabaron transformándose en lo que son ahora. Y Hachiman... Bueno, su pasado es distinto, pero también importante.
En general, todos aquí estarán muy dañados, ya sea por el pasado... o su futuro.
Ya verán a qué me refiero.
Esperando que les haya gustado un poco este capítulo, vamos a los comentarios.
Bruh man I'm schewpid:
Si, es en español. Si, es genial, gracias por decirlo.
Sobre ser Isekai... ¿técnicamente si? Pero no. Bueno, creo que es complicado.
gargnaveen0371:
Me alegra que esta historia te llamara la atención lo suficiente para leerla a pesar de estar en otro idioma. Es un honor. Me alegra que te gustara la idea y también el capítulo. Espero que este capítulo no haya matado tu interés.
8MexicanJaeger:
Si, esperaba esa reacción al final del capítulo. Creo que se puede dar ya una idea de toda la situación, pero en caso de que alguno no entienda, esperaré un poco más antes de explicarlo como corresponde.
nightocore 000:
Me siento muy feliz de que te haya gustado tanto. Y si, acertaste muy bien con el hecho de que son yanderes. Era un poco obvio, pero capaz uno esperaba algo un poco diferente. Pero si, este será mi intento de hacerle justicia a mi 'dere' favorito. Espero hacerlo bien.
...
Siempre que no afecte a Eroge, trataré de no tardar mucho. Al menos es seguro que un capítulo de Eroge publicaré antes del próximo capítulo.
Sin más que decir, nos vemos pronto.
Cuídense.
