Capítulo 11
Sayonara, Amor
Sus miradas seguían fijas sobre el otro. Temari tragó saliva, y la lluvia se hizo más abundante. Su seguramente futuro exnovio se acercó a ella preocupado.
-¿Qué haces aquí? ¿Pasó algo?-Tomó el rostro de ella entre sus manos, tratando de entender la situación a pesar de que ni una sola palabra saliera de la boca de su chica. Temari se mantuvo firme sin soltar una sola lágrima. Si iba a romper con él, tenía que hacerlo creíble.
-No, nada pasó. Todo está en orden.-Retiró las manos de él de su cara.-Escucha, lo nuestro ya no da para más. Lo mejor será que nos alejemos del otro.-Sus palabras lo dejaron sin habla. Parpadeó varias veces para asimilar la información que estaba recibiendo.
-Mi madre tuvo algo que ver, ¿verdad? Dime qué te hizo y los dos vamos juntos a arreglar esto de una vez por todas.-Shikamaru tomó la mano de la rubia para que ambos fueran a enfrentar a Yoshino; sin embargo, ella la soltó, haciendo que este se sorprendiera. Y así, los dos quedaron espalda con espalda.
-Ella no tiene nada que ver con la decisión que estoy tomando.-Dijo lo más fría que pudo.-Esta es mi voluntad.-Levantó la mirada para contemplar el oscuro cielo.
-Entonces, ¿todas las promesas que nos hicimos fueron en vano?
-Creí que sí podrían hacerse realidad si trabajábamos duro. Ahora me doy cuenta de que esto desde un comienzo fue una pelea absurda.-El Nara sentía cómo su corazón se estaba partiendo en dos. No quería dejarla ir, a pesar de que sus palabras sonaran tan reales. Estaba dispuesto a luchar por los dos; sin embargo, prefirió que las cosas quedaran así.
-Entiendo.-Estuvo a punto de abrir la puerta de su residencia; pero antes de agarrar el pomo de esta, hizo una pregunta.
-¿Alguna vez me has visto como un hombre en lugar de un chico rico?-Aquella cuestión dejó perpleja a la Sabaku No. Tenía la respuesta más que clara; sin embargo, tenía que ser fuerte y no dejarse llevar por sus emociones. No era el momento adecuado para ello.
-No, nunca. Para mí, siempre fuiste un chico rico al que me sería imposible alcanzar a pesar de que me esforzara.-Ella suspiró para poder seguir reteniendo el llanto que lentamente se iba acumulando en sus ojos.
-Ya veo.-Este se adentró en su casa cerrando la puerta de un portazo. Temari soltó una bocanada de aire y se dejó caer en el suelo de rodillas, liberando así todas sus emociones encontradas y el dolor que crecía a cada segundo en su pecho. Se tapó la boca para ocultar sus sollozos.
-Claro que siempre te he visto como un hombre, como mi hombre. Gomen; pero no puedo sacrificar a mi familia por un capricho mío, que eres tú.-De repente, la sombra de una sombrilla se puso debajo de ella, quien alzó la vista para ver al ente que estaba ahí. Sus ojos se abrieron como platos.
-Sabía que te encontraríamos aquí, eres muy predecible aunque no lo creas.
-Ino, Tenten, ¿qué están haciendo aquí?
-Tus hermanos nos pidieron que te buscáramos. Nos dijeron que te fuiste de repente sin dar explicación, y supusimos que habrías venido aquí.
-Tal parece que las cosas no salieron tan bien.
-Sí, nada está bien. Finalmente, esa mujer consiguió lo que quería, y no pude ser lo suficientemente fuerte para evitarlo.-Sus amigas la ayudaron a levantarse.
-Al fin, ¿rompiste con Shikamaru?-Ino y Tenten la miraron expectantes en espera de una respuesta. Aquellos ojos aguamarina les dijeron más que suficiente.-Tem, de verdad lo siento. Sé lo mucho que lo amabas.
-Ya da igual Tenten. No puedo retroceder en el tiempo; pero esto es lo mejor para mi familia. Siempre he sido una carga para ellos, ya no quiero que eso continúe así. Aunque sea tan doloroso el tener que dejarlo ir, no pienso volver a poner a mi padre y mis hermanos en peligro.
-Y yo que tanto anhelaba planear la boda de ustedes. Tendré que resignarme a ese sueño.
-Gomen Ino. Yo tampoco quería que las cosas terminaran así. En serio que soy tan débil al no ser capaz de enfrentar a esa mujer.
-No te trates tan mal. En parte entendemos que tuviste una buena razón para ello. Creo que es una decisión muy complicada elegir entre tu familia y tu felicidad, si alguna de las dos está siendo afectada por la otra.
…
Shikamaru entró a su casa hecho una furia, con el único objetivo de subir a su habitación y sumergirse entre las almohadas para no saber nada de nada ni de nadie. Su madre lo miró con detenimiento.
-¿Y es que acaso no piensas saludar?-El vago detuvo sus pasos en seco, se giró con pereza y fijó sus ojos sobre los de Yoshino.
-¿Es tan necesario hacerlo? Ya sabes que vivo aquí y me guste o no, tengo que volver porque no tengo otro lugar donde quedarme.-Su ceño estaba bien fruncido.
-¿Te pasó algo para que llegues a casa con esa cara?
-No es algo que te importe.-Buscó el modo de retomar su camino; pero antes de conseguirlo, su mamá le agarró el brazo.
-Claro que me importa. Eres mi hijo y siempre me he preocupado por ti. Dime, ¿qué ocurrió?-Su actitud tranquila y serena, hizo que Shikamaru perdiera los estribos, soltándose del agarre y enfrentando a la mujer que le dio la vida.
-¡¿De aquí a cuándo te importa mi vida?! ¡Todo el tiempo te la pasas trabajando y pensando en tus cosas! ¡De milagro sabes que existo y que pertenezco a esta familia! ¡No actúes como si de verdad sintieras preocupación por mí!
-No es necesario que me grites y me hables con ese tono jovencito. Solo te pido que respondas la pregunta.-La ira del Nara se desató.
-¡Temari rompió conmigo! ¡Espero que ahora estés feliz!-Una sonrisa de satisfacción se formó en los labios de Yoshino.
-Hasta que por fin esa tonta se dio cuenta de que debía ponerse en su lugar. Se estaba demorando. Ahora por fin, no hay nada que se interponga en tu compromiso.
-Créeme que sí hay algo, y eso, es mi orgullo. Ya te lo dije antes, nunca veré a Tayuya como mi futura mujer. Y a pesar de que Temari me haya dejado a la deriva, no voy a dejar de amarla.-Su mirada era tan fría, que a su madre se le erizó la piel; aunque supo disimularlo bien.
-Da igual lo que pienses. Tarde o temprano te olvidarás de ese sentimiento pasajero tan absurdo que le tienes.
-Para que lo sepas, no fue, no es y nunca será un sentimiento pasajero; es amor de verdad.-Se retiró de ahí dejándola con la palabra en la boca. En su habitación, se tiró de un salto a la cama y se aferró a sus almohadas, tratando de retener las lágrimas de impotencia, ira y tristeza. Alguien llamó a la puerta.
-¡Largo! ¡No quiero hablar con nadie!
-¿Ni siquiera con tu viejo?-Shikamaru suspiró y se levantó para abrirle a su padre. Este entró y cerró detrás de sí, y su hijo volvió a ponerse en la posición en la que estaba.
-¿A qué viniste? No me siento de humor para charlas familiares.
-Escuché la conversación que tuviste con tu madre. Tal parece que las cosas no están girando a tu favor.
-Jamás imaginé que la chica que adoro me dejaría a mi suerte. Duele tanto que nunca haya significado algo para ella.
-¿Exactamente cómo fue que terminaron su relación?
-Ella me dijo que no soy nada para ella, y que nunca me vio como algo más.
-Ya veo. ¿De verdad crees que todo eso te lo dijo en serio?-El vago alzó su mirada y la enfocó en Shikaku.
-¿A qué te refieres?
-A que, talvez, tuvo una buena razón para alejarse de ti, y bueno, tras todos los ataques que ha recibido de parte de tu madre, puede ser que se haya rendido en continuar con el noviazgo.
-¿No se supone que el amor debe ser más fuerte que cualquiera de esas cosas?
-Yoshino se metió con algo que es muy importante para cualquier ser humano; la familia. Puede ser que por protegerlos de ella, se separó de ti.
-No lo creo. Sus palabras fueron tan frías y directas que, es como si de verdad nunca me hubiese amado.
-¿Piensas que alguna mujer se hubiera metido contigo sabiendo lo orgulloso y terco que eres? No lo creo. Además, la primera vez que la vi, supe que realmente ella siente algo por ti. Esa noche, sus ojos brillaban al mirarte. Esa es una clara señal de que está enamorada.
-La verdad, ya no sé qué pensar, porque tampoco quiero ir como un estúpido detrás de ella a rogarle que vuelva conmigo. Si las cosas terminaron así, lo mejor que puedo hacer es buscar a otra que me haga sentir lo mismo que siento por ella.
-Eso es imposible. Es cierto que puedes tener muchas mujeres, y andar saltando de una a la otra como una rana salta de hoja en hoja; pero al final, te darás cuenta de que solo existe una que realmente puede hacerte feliz.
-¿Acaso algo así te pasó con mamá?
-Sí, así es. Tuve muchas novias cuando tenía tu edad; sin embargo, solo una logró conquistarme de todas ellas, y hasta el día de hoy, no me arrepiento de haberme casado con ella.
-¿A pesar de todas las locuras que ha cometido en estos días?
-Sí, a pesar de todo eso. Es inútil que deje de quererla. Solo, asegúrate de no cometer locuras de ahora en adelante porque la chica que amas decidió irse de tu vida.
-De acuerdo, lo haré.
-Ahora, descansa.-El hombre se retiró, y una vez más, Shikamaru quedó solo. Poco a poco, las lágrimas se fueron apoderando de sus ojos cafés. No quería aceptar que el hecho de que la chica que amaba, había tomado la decisión de alejarse de él. Su mente le decía que no existía solución para su dolor y que ella realmente no volvería, por otro lado, su corazón afirmaba que ella lo seguía amando y que hubo algo que la hizo tomar un camino opuesto al suyo. Ni idea cuál de los dos tenía la razón.
-¿Por qué tengo que amarte de este modo? No tienes idea de lo mucho que me duele el perderte así. ¿Hice algo que no te gustó aparte de todas las veces que fui un imbécil y me perdonaste aun así? Solo tienes que decírmelo, y puede que lleguemos a un acuerdo para solucionar el conflicto que tengamos. De verdad que te necesito a mi lado. Ahora sin ti, estoy derrumbado.-Cerró sus ojos y le permitió al sueño dominarlo para ver si podía olvidar sus emociones encontradas aunque fuese por un par de horas.
…
Continuaron su camino hasta el hospital. Al entrar, Kankuro y Gaara abrazaron a su hermana.
-Nos tenías tan preocupados Temari. ¿Dónde rayos te habías metido?
-No fue mi intención irme tan de repente. Solo tenía que ir a la casa de los Nara para hablar con la madre de Shikamaru.-Se separaron. Sus hermanos la miraron con los ojos abiertos de par en par.
-¿Fuiste a hablar con la señora Nara? No me digas que cediste a su amenaza.-Ella no supo cómo responder. Se limitó a agachar la cabeza.
-Entonces sí lo hiciste; rompiste con él.-Temari suspiró.
-¿No habíamos quedado en que los cuatro lucharíamos como familia para salir adelante a pesar de lo que esa mujer fuese capaz de hacer?
-Lo sé Kankuro, solo que…cuando vi que casi perdíamos a papá, supe que eso no sería una buena idea. No quiero que él sufra por causa mía. Estoy cansada de ser una carga para ustedes tres.-Gaara le puso una mano en el hombro, lo que la agarró desprevenida.
-No eres y nunca has sido una carga para nosotros Temari. Papá siempre ha querido darte la mejor vida posible y se ha esforzado muchísimo por todos, y nosotros dos somos tus hermanos mayores. Nuestro deber es cuidarte y protegerte.
-Gaara tiene razón. Los dos te amamos más que a nuestra propia vida. Estamos seguros de que no eres una carga, porque has sido la más fuerte de los cuatro desde que mamá murió. No caíste; te levantaste y seguiste adelante. Créeme que no es nada fácil hacer eso, incluso para nosotros fue una dura batalla.-Sus ojos aguamarina volvieron a llenarse de lágrimas, las cuales el pelirrojo limpió con delicadeza.
-Hermanos…arigato…
-No tienes nada que agradecernos. Siempre estaremos aquí para ti, a pesar de que todo esté mal. Y…apoyaremos tu decisión. Sabemos que lo hiciste con buenas intenciones.-Volvieron a abrazarse los tres. A Ino se le salió una lágrima al ver aquel momento tan emotivo. La doctora llegó corriendo a la sala de espera.
-¿Quiénes son los familiares de Sabaku No Rasa?-Los hermanos se acercaron cual rayo a la señorita.
-Nosotros. ¿Nuestro padre está bien?
-No se preocupen, sigue con vida.
-¿Le molestaría explicarnos qué fue exactamente lo que le pasó?-La mujer se aclaró la garganta antes de contestar.
-Su padre sufrió un ataque al corazón repentino debido al estrés, la ansiedad y la ira. No supo controlar sus emociones y su sistema nervioso casi colapsa. La ventaja es que como pudieron traerlo a tiempo, logramos estabilizarlo antes de que falleciera.
-¿Es probable que pueda volver a padecer un ataque de repente?
-Sí. Por ello, no le daremos de alta hasta dentro de una semana, para poder estar pendientes, ya que no sabemos con exactitud en qué momento pueda ocurrir algo como esto. Además, es mejor que mantenga reposo durante un par de días para que se recupere al 100%.
-Está bien. Hagan lo que tengan que hacer.-La señorita asintió.
-¿Al menos podemos verlo?
-Me temo que no será posible señorita Sabaku No. Hace poco despertó. Hay que dejarlo descansar por un rato. Mañana si quieren pueden ver cómo sigue.
-De acuerdo. Arigato.-La mujer se retiró y los Sabaku No se dejaron caer sobre las sillas de la sala, relajándose por completo.
-Menos mal que está bien. Si nos hubieran dicho que murió, me habría vuelto loco.
-Todos nos habríamos vuelto locos Kankuro. Al fin y al cabo, es de nuestro padre de quien estamos hablando.-Exclamó Gaara rascándose la cabeza.
-Ya que papá tendrá que reposar por unos días, supongo que no hay de otra más que me consiga un trabajo para cubrir los gastos.-Sus dos hermanos la miraron confusos, al igual que sus amigas.
-¿Estás segura? Ya sabes lo que papá piensa sobre eso. Además, todavía estás estudiando. Sería muy difícil para ti controlar una vida estudiantil y laboral al tiempo.
-No me importa. Esto es lo único que puedo hacer ahora. Así, al menos, talvez pueda sacarme de la cabeza a mi exnovio por unas horas.
-Perdona que nos metamos en un tema tan delicado Temari; ¿pero no crees que intentando alejar tus recuerdos de Shikamaru vas a vivir más adolorida?
-Pensarlo duele mucho más Ino, en serio. No puedo seguir aferrándome a un hermoso pasado que nunca más volverá a existir. Tengo que cortar todo lazo con él, porque entre más tiempo permanezca mi corazón a su lado, va a ser mucho peor. Por favor, entiéndeme.
-Yo creo que Ino tiene razón hermanita. En parte entendemos que hicieras esto por nosotros; pero nos duele mucho que estés tan deprimida. Para mí, sería mejor que volvieras con él, y lucharan con todo lo que tienen para hacer entrar a esa mujer en razón.
-¿Crees que no lo hemos intentado ya? Muchas veces tratamos de explicarle que éramos felices juntos y que queríamos que ella se sintiera feliz por eso; sin embargo, no conseguimos nada. Al igual, no quería que mi familia sufriera a causa de un capricho mío.
-No es ningún capricho Temari, es tu felicidad la que está entrando en juego.-Dijo Tenten cubierta en llanto.-Es aceptable que quieras proteger a tus seres queridos; pero detesto que tires todo por la borda así no más. Shikamaru te adora al igual que tú a él. Eso no lo puedes reemplazar por nada.
-Ya lo sé, y no soporto el hecho de tener que decirle adiós; sin embargo, esa mujer no es alguien a quien una persona como yo pueda enfrentarse. Con un chasquido de dedos, ella puede volver mi vida más miserable de lo que ya es.-El pelirrojo se levantó de la silla y suspiró.
-Muy bien, basta de discutir. Ninguno de nosotros va a interferir en la decisión de Temari. Fue su elección separarse de Shikamaru, muy bien, ella sabrá asumir la carga del dolor.-Cambió de vista y observó a su hermana menor.-Y si quieres trabajar, no vamos a detenerte.-Sus palabras dejaron a todos boquiabiertos. Kankuro agarró a su hermano de la camiseta.
-¡¿Qué demonios estás diciendo Gaara?! ¡¿De verdad vas a dejar que Temari se haga daño de este modo?!
-Créeme que a mí tampoco me gusta la idea; pero no hay de otra. Ella ya es grande para decidir qué hacer con su vida y cómo manejarla. No podemos seguir manteniéndola dentro de una burbuja.
-¡A veces me irrita que seas tan tranquilo con estas cosas! ¡Es como si nuestra hermana no te importara una mierda!
-Por supuesto que Temari me importa, es mi hermanita; sin embargo, tampoco vamos a inmiscuirnos en su vida para que haga todo lo que nosotros queramos. Ella es dueña de su camino, y cómo lo quiera tomar, tú y yo debemos estar apoyándola, a pesar de que algunas cosas nos duelan.-El castaño apretó la mandíbula y soltó a su hermano con hastío. Observó a la rubia de reojo.
-Temari, ¿estás segura de que este es el camino que quieres elegir?-Su pregunta hizo que Temari tragara saliva. La verdad no era algo que quisiera responder, y mucho menos ahora.
-Sí, lo estoy.-Dijo con la mayor determinación posible, para que no se le notara la duda en su voz.
-Muy bien. Entonces, a partir de mañana, buscarás un trabajo; sin embargo, tendrá que ser de noche, ya que estudias por la mañana.-Ella suspiró.
-Lo sé.
-Bueno, es mejor que todos volvamos a casa. Mañana vendremos para ver cómo está papá.-Todos tomaron distintos caminos. Una vez que los Sabaku No llegaron a su destino, se adentraron en sus habitaciones y buscaron el modo de conciliar el sueño. Al día siguiente, Temari muy madrugada, se dispuso a salir de su casa a hurtadillas.
-¿Entonces ya no saludas hermanita?-Aquella voz le generó un escalofrío en toda la columna. No se había percatado de que Gaara estaba ahí. Giró su cabeza lentamente y se encontró con este recostado en el sofá leyendo un libro.
-Es fin de semana, todavía no es hora para que entres a trabajar, ¿qué haces despierto?
-Yo debería hacerte la misma pregunta.-Cerró el libro, se levantó del sillón y se acercó a la rubia. Suspiró.-Escucha Temari, no existe la necesidad de que te andes escapando así. Kankuro y yo sabemos que vas a buscar trabajo, ¿o es que acaso no podemos saber dónde piensas ejercer tu vida laboral?
-No, nada que ver. Es solo que…-Trató de esconder su rostro de su hermano mayor.
-Es solo que…-Los orbes de Temari se llenaron de lágrimas y se aferró al pecho del pelirrojo, liberando todas sus emociones. Este le acarició el cabello.
-Esto es tan duro Gaara. Cada vez que me digo que no debo pensar en él, más lo hago. Lo extraño demasiado. Siento cómo mi corazón se está partiendo a la mitad desde el día que le dije que lo nuestro tenía que acabar. No soporto el hecho de tener que permanecer lejos de él.
-Lo sé.-Se separó de ella y le secó las lágrimas con sus pulgares.-Se te nota en la cara que no hay momento en el que no anheles volver a su lado; pero, si realmente lo amas, a pesar de todo, te aseguro que al final estarán juntos de nuevo, porque así es como funciona el amor.-Los ojos de Temari se abrieron como platos.
-¿De verdad lo crees?
-Claro que lo creo. Un día leí una frase que decía: "Si dos personas están destinadas a estar juntas, se encontrarán al final del camino aún tras mil tropiezos". Y esa es la forma en que su relación ha ido creciendo. Al principio, los dos se trataban horrible y no se podían ver ni en pintura. Con el tiempo, fueron conociendo lo que hay dentro del otro, para al final, enamorarse mutuamente. Este momento de ruptura solo es una parte del camino que han recorrido juntos.
-Aunque suelas ser alguien muy frío, siempre sabes qué decir en situaciones como estas. Eso es lo que más me gusta de que seas mi hermano, buscas el modo de hacerme ver las cosas tal y como son. Arigato.-La rubia volvió a ceder ante el llanto; pero esta vez no de tristeza, sino de felicidad.
-De nada. Sabes que cualquier cosa que necesites o cualquier duda que tengas, voy a estar aquí para ti. A pesar de que nuestros momentos juntos sean escasos, los sabemos aprovechar muy bien.
-Sí.
-Ahora, vamos a conseguirte un trabajo.
-¿Vas a acompañarme?
-Claro.-Le sonrió a su hermana y ella le respondió del mismo modo. De repente, oyeron unas zancadas provenientes de las escaleras. No cabía duda, Kankuro había despertado.
-Espérenme, yo también voy.-Dijo este poniéndose un saco.
-¿Tú también?
-Claro. Por nada del mundo me perdería el momento en que mi hermanita obtenga su primer trabajo. Así que, andando.-Los tres salieron de su casa.
-¿Y bien? ¿Exactamente en qué quieres trabajar?
-Quiero algo que sea fácil de conseguir; pero complicado de realizar, como una camarera.
-No es un mal trabajo, y es muy factible.-Exclamó el castaño. Siguieron caminando hasta que llegaron a un restaurante que permanecía abierto las 24 horas. Ese lugar que les traía miles de recuerdos, en especial a Temari, quien había compartido lindos momentos junto a su familia cuando su madre seguía con vida y cuando tenía una relación con Shikamaru.
-Qué nostalgia ver este lugar de nuevo. Es como si los años nunca hubiesen pasado desde la primera vez que vinimos a comer.
-Coincido contigo Kankuro. Aquí fue donde vivimos momentos inolvidables en familia. A pesar de todo por lo que hemos tenido que pasar, nos hemos levantado y seguido adelante.
-Sosteniéndonos en las buenas y en las malas, luchando cada día por superar las tragedias; pero con todo eso, no me arrepiento de la vida que tengo, porque de no ser por ella, creo que no podría ser feliz.-El castaño abrazó a su hermana por la espalda.
-Sí que tienes la habilidad de decir cosas muy cursis en el momento adecuado Temari.-Su hermano sonrió de oreja a oreja.
-No exageres. Ni que fuera para tanto.-Se adentraron en el restaurante, fijándose en cada pequeño detalle del establecimiento.
-Es increíble que nada haya cambiado. Todo sigue igual de hermoso.-Dijo el pelirrojo sin dejar de contemplar las paredes, las sillas, las mesas, el cajero, bueno, todo.
-Lo sé. Es como volver al pasado.
-Buenos días y bienvenidos. ¿Qué les provoca el día de hoy?-Un señor de más o menos unos 40 y tantos se les acercó.
-Disculpe, ¿podríamos hablar con el jefe?
-Están frente a él.
-Bueno, señor, lo que pasa es que quiero trabajar aquí, y no sé si exista la posibilidad de que usted me lo permita, ya que soy menor de edad y en cierto modo no es legal que alguien que todavía no es considerado un adulto trabaje.-El sujeto la miró pensativo.
-Vamos a mi oficina.-El hombre avanzó hasta una puerta escondida y entró, seguido de los tres hermanos. Tomó asiento en su silla.-Por favor, siéntense.-Todos cedieron ante lo pedido-¿Al menos tienes el permiso de un mayor de edad para trabajar?
-Sí señor, nuestro permiso. Nosotros somos sus hermanos mayores.
-¿Y exactamente qué edad tienen los dos?
-Yo tengo 20.
-Y yo 19.-Gaara y Kankuro sacaron sus cédulas para que el dueño verificara que no estaban mintiendo.-Ahí tiene por si le apetece revisar.
-Muy bien, señores Sabaku No Kankuro y Gaara.-Cambió de foco y su mirada apuntó a Temari-¿Ya has trabajado antes?
-No señor. Esta podría ser mi primera vez si usted me acepta.
-Ya veo. ¿Tienes resistencia en los brazos? Ya sabes, para cargar bandejas llenas de platos vacíos o con comida.
-Sí señor. De hecho soy considerada una de las mujeres más resistentes en mi familia.
-¿Sabes limpiar mesas?
-Sí señor.
-De acuerdo. ¿Padeces de alguna enfermedad o trastorno psicológico?
-No señor, nada. Estoy completamente sana.
-Excelente. ¿En cuál horario te gustaría estar? Tenemos de 8:00 am a 12:00 pm, 1:00 pm a 5:00 pm y de 6:00 pm a 10:00 pm.
-Me queda más fácil el de seis a diez.
-En ese caso, viendo que todo está en orden y tienes el permiso de dos acudientes mayores de edad, no existe ningún problema para que trabajes aquí. Eso sí, un solo error que cometas, y te despido.
-Entendido.-Abrió un cajón de su escritorio y sacó una ropa.
-Aquí tienes tu ropa de trabajo, y bienvenida. Nos vemos en la noche.
-Se lo agradezco mucho.-Temari tomó su ropa y los tres salieron de ahí.
-Qué sujeto tan extraño. Pensé que no te iba a dar la oportunidad de trabajar aquí.
-Yo tampoco hermano; pero me hace feliz que lo conseguí. ¿Vamos a ver a papá?
-Sí, andando.-Los tres hermanos se dirigieron al hospital. Se acercaron a la recepción.
-Buenos días, ¿en qué les puedo ayudar?
-Vinimos a ver a Sabaku No Rasa. La doctora nos dijo que hasta hoy podíamos verlo. Somos sus hijos.
-Cierto, es la quinta puerta a la derecha.
-Muchas gracias.-Se dirigieron a la respectiva habitación y allí lo encontraron, recostado en la cama dormido.
-Hola papá. Ya te ves mejor. Realmente nos preocupaste cuando te desmayaste. Fue un golpe muy duro para todos. Por poco y te perdemos.
-Vinimos a comentarte que conseguí trabajo. Así que no tienes que preocuparte durante tu recuperación. Los tres nos haremos cargo de los gastos de la casa. Por ahora, descansa bien para que puedas volver con nosotros.-Ahí se quedaron hasta que les dio la tarde, y en un par de horas Temari ya debía cumplir con su deber. Se cambió en uno de los baños y se fue a trabajar.
-Oh, llegaste a tiempo para empezar con tu turno. ¿Estás lista?
-Hai.-Exclamó ella cual sargento.
…
Shikamaru seguía sobre su cama mirando a la nada cual idiota, sin poder sacarse de la cabeza a su exnovia. Había estado así casi todo el día, buscando la razón por la cual ella se fue de su vida. ¿Talvez había cometido algún error? No, claro que no. De ser así, Temari se lo habría dicho.
-¿Por qué el amar tiene que ser tan problemático? No puedo dejar ir sus recuerdos aunque quiera, y no me pienso rebajar para ir a rogarle.-Salió de su cuarto y se dispuso a salir de la casa.
-¿A dónde vas hijo?-Le preguntó su madre.
-A andar por ahí, ¿hay algo de malo con eso?-Exclamó con toda la frialdad que emanaba de su corazón. Parece que se había convertido en el orgulloso y amargado de antes, no, esta vez era peor. Su madre se sorprendió al verlo tan cortante.
-No, en absoluto. Solo te pido que no llegues tan tarde. Últimamente las calles son muy peligrosas en las altas horas de la noche. Además, esta familia no puede perder a su heredero.
-Como sea, no me interesa. Volveré cuando me apetezca.-Salió de su casa y cerró la puerta de un portazo. Con las manos en los bolsillos y una mirada fría, se dispuso a caminar sin rumbo fijo. Contemplaba el piso, analizando qué podía hacer para superar el dolor de no tener a Temari a su lado. Ella era su primer amor, aquel que siempre es difícil de olvidar.
De repente, su nariz detectó un delicioso aroma a comida. Detuvo sus pasos y contempló el letrero del restaurante, el mismo con el que había disfrutado de un bello momento con su exnovia.
-No debería entrar, sería muy masoquista de mi parte; pero me muero de hambre. Da igual, de todos modos aquí no la voy a encontrar. Me puedo relajar por ese lado.-Entró en el lugar y se sentó en la primera mesa que vio. Relajó su espalda en el respaldar de la silla y cerró los ojos mientras esperaba ser atendido. Temari fue hasta donde él estaba sin saber realmente quien era, ya que no lo había reconocido a la distancia.
-Buenas noches, bienvenido. ¿Qué le apetece?
-Bueno, me gustaría una sopa ramen con cerdo por favor.-La rubia anotó la orden. El Nara abrió sus orbes y la vio. No lo podía creer. ¿Ahora ella trabajaba ahí? ¿Cómo era posible? ¿Y por qué?
-¿Alguna bebida?-No tenía idea de lo que estaba pasando. Su corazón se aceleró. Tenía ganas de abrazarla, besarla y decirle que no lo abandonara. Tragó saliva para contener sus impulsos.
-¿Temari?-La Sabaku No se tensó por un momento.
-¿Usted como sabe mi…?-Enfocó la vista en su cliente, y soltó la libreta y el esfero, los cuales cayeron al piso. Sus ojos se abrieron como platos, que cargaban con grandes deseos de llorar; sin embargo, sabía que no podía bajar la guardia, no ahora-¿Shikamaru?
-¿Qué haces aquí?-Pensaron los dos para sí, tratando de buscar una explicación a lo que estaba pasando.
ooooooooOOOOOOOOoooooooo
Hasta aquí el capítulo de hoy. Espero que les haya gustado. Ya sé que hace como una vida no subía nada; pero este último año de colegio me está enloqueciendo con tanta cosa que he tenido que hacer. Espero me perdonen y entiendan.
Díganme en los comentarios qué creen que va a pasar en la siguiente parte.
-Te: Es increíble que hicieras que nos encontráramos sabiendo la situación en la que estamos.
-Yo: Lo siento; pero tenía que ponerle más sabor al asunto.
-Inner: Agradece que no pensó algo mucho peor.
-Yo: No me critiques. Casi todas las ideas de esto son tuyas, no mías.
-Inner: Sí, como sea. No me juzgues por querer meter mucho drama en esto.
-Las tres: Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.
