Capítulo 19
Confiando
El Nara permaneció un largo rato en la cocina mientras preparaba los desayunos de su suegro y sus cuñados. Todavía no podía creer que estuvieran de vuelta cuando en el hospital dijeron que los mantendrían hasta la tarde.
Una vez terminó de preparar los huevos con tocino, sirvió tres platos y volvió al comedor para servir la mesa.
-Espero todo sea de su agrado.-Dijo Shikamaru con una amplia sonrisa.
Kankuro lo miró de reojo y tomó una cuchara para degustar lo que el novio de su hermana había cocinado.
-Espero que esta larga espera haya valido la pena.-Dijo el castaño metiéndose una cucharada en la boca.
Sin siquiera disimular abrió sus ojos de par en par sorprendido por las habilidades culinarias de Shikamaru. Para ser un vago sí que era hábil.
Kankuro carraspeó unas cuantas veces antes de dar su opinión. Tampoco quería que al Nara se le subiera el ego a la cabeza.
-Bien, no está mal. Realmente eres consciente de lo que haces cuando estás en la cocina, y sin dudas esto es mucho más delicioso que la comida de hospital.
Shikamaru no supo de qué forma tomarse las palabras de Kankuro. En parte sentía que era un cumplido, pero por otro lado parecía que quería enterrarlo vivo.
-Gracias… supongo…-Apenas pudo decir el Nara.
Gaara y Rasa procedieron a probar de su respectivo desayuno, quedando fascinados con tan solo el olor que les llegó de forma tan directa a sus narices para luego darse cuenta de que el sabor no se quedaba atrás.
-Vaya, hace años que no probaba algo tan delicioso.-Exclamó Rasa con alegría.-Tengo que reconocer que hiciste un maravilloso trabajo Shikamaru.
El aludido no pudo evitar sonreír al saber que había sorprendido a Rasa.
-Le agradezco sus palabras Rasa-san.
-Esto sí que es una delicia. Tengo que reconocer que tienes talento para cocinar Nara.
-Gracias Gaara.
Los tres hombres terminaron de comer sintiéndose más que satisfechos. Sin dudas, la perversión de Kankuro los había salvado de seguir consumiendo la comida del hospital que no tenía nada de buena.
-Creí que nunca más volvería a ser feliz al lado de la comida.-Dijo Kankuro levantándose de la silla para irse a su habitación.
-¿A dónde crees que vas hermanito?-Preguntó Temari cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
Kankuro giró sobre sus talones para voltear a ver a su hermana.
-Iré a dormir. ¿Acaso eso es un problema?-Preguntó Kankuro sin entender por qué Temari todavía se veía tan molesta. Ya le había explicado cómo fue que pudieron salir antes de lo anticipado del hospital, ¿qué quería ahora?
-Antes necesito que me digas en qué demonios estabas pensando cuando agarraste las nalgas de esa enfermera. No entiendo cuál es tu necesidad de andar tocando de forma indebida a mujeres que ni siquiera conoces.
Kankuro suspiró.
-Temari, cuando tienes frente a tu cara un trasero gigante y precioso no piensas, sólo actúas.
La rubia se levantó completamente furiosa de su silla y se acercó a Kankuro tomándolo de la camiseta.
-Eres un maldito cochino Kankuro. ¿Cómo es posible que veas a las mujeres como un simple objeto de satisfacción?
El castaño enarcó una ceja.
-Ella fue la que quiso seducirme, y créeme que lo logró. Tiene un cuerpo despampanante que no puede pasar desapercibido.
-¡Maldita sea! ¡Siempre crees que todas las mujeres sobre la faz de la tierra te quieren seducir! ¡Despierta de ese sueño Kankuro!
El Sabaku No se liberó del agarre de su hermana conteniendo parte de su ira por lo que ella acababa de decirle.
-No es ningún sueño. Sé que la mayoría del tiempo digo que cada mujer a la que toco de forma malintencionada quiere tener algo conmigo, y acepto que es una forma de hacer chistes y verle lo divertido a la vida, pero te juro que esta vez esa enfermera iba en serio.
Temari seguía sin creerle a Kankuro.
-Si en serio no me crees te lo probaré.
-¿Y cómo harás eso?
Kankuro sacó su celular de su bolsillo y emitió una grabación de la noche anterior.
-Hola bebé, ¿cómo te sientes? Veo que todavía te encuentras un poquito cansado por el proceso de la cirugía, pero tranquilo, te prometo que te pondrás mucho mejor conmigo cabalgándote.
Kankuro apagó la grabación.
-¿Esa es prueba suficiente para ti o necesitas más?-Preguntó Kankuro casi furioso.
Se fue hacia su habitación y cerró la puerta con todas sus fuerzas.
Temari suspiró.
-¿En serio esta vez no hizo las cosas a propósito?-Preguntó la rubia a su familia.
-Siéndote sincero, no tengo ni la menor idea porque jamás escuché algo así por parte de la enfermera.-Afirmó Gaara terminando de comer.
-En mi caso, creo que sí escuché un poco de esa conversación.-Agregó Rasa.
-¿Qué?
Rasa suspiró y se reacomodó en su silla.
-Estaba medio dormido, así que no entendí el contexto de todo lo que pasó.
-¿Qué lograste escuchar exactamente?-Preguntó Temari desesperada.
-Que ella lo podía hacer sentir mejor cabalgando sobre él.
-Entonces lo que decía Kankuro no era mentira.
Temari trataba de entender del todo la situación, pero le estaba costando.
-¿En serio no escuchaste nada más?-Preguntó Temari a su padre.
-No.
-Creo que lo mejor es que vayas a hablar con él y aclares el asunto Temari.-Dijo Sikamaru.
-Pero no va a querer hablar conmigo después de cómo lo traté.
-No pierdes nada intentándolo hermana.-Afirmó Gaara con una sonrisa.
-De acuerdo, trataré de hablar con él.
Temari subió hasta la habitación de Kankuro y tocó la puerta.
-¿Quién?-Preguntó Kankuro desde el otro lado.
-Soy yo, Temari. Ábreme la puerta por favor.
-Lárgate, no quiero verte.-Dijo el Sabaku No enfurecido.
-Por favor, hermano. Es importante que hablemos.
-¡Dije que te largues!-Exclamó Kankuro arrojando una almohada hacia la puerta.
Temari entendió que no iba a ser tan fácil hablar con su hermano. Kankuro solía ser muy orgulloso cuando se sentía ofendido.
Resignada, Temari bajó las escaleras de vuelta al comedor. Quería arreglar las cosas con Kankuro, pero al parecer tendría que esperar a que la ira del Sabaku No disminuyera.
Shikamaru, Rasa y Gaara la miraron volver, y al descubrir la mirada triste de Temari, pudieron entender que le había sido imposible hablar con Kankuro.
-No quiere ni verme. ¿Qué hago ahora?-Dijo la Sabaku No intentando contener su llanto.
-Si quieres yo hablaré con él.-Dijo Shikamaru.
Temari se sorprendió ante la propuesta de su novio. No estaba del todo segura si su idea iba a funcionar.
-¿Estás seguro amor?
-Claro que sí. No te preocupes, yo me haré cargo.
Shikamaru se dirigió a la habitación de Kankuro y golpeó la puerta.
-¡Ya te dije que no pienso hablar contigo Temari!-Gritó Kankuro.
-¿Y si te dijera que no soy Temari?
Kankuro se sorprendió al escuchar la voz de Shikamaru del otro lado de la puerta. Pensó que tal vez su hermana lo había mandado.
El Sabaku No suspiró y abrió la puerta.
-Pasa.
Shikamaru no estaba seguro si era buena idea pasar o no. El olor que emanaba de aquella habitación todavía lo hacía sentir que se iba a desmayar.
Kankuro se percató de este hecho.
-Según todas las personas que visitan esta casa mi habitación apesta a perro muerto, aunque yo no siento el olor.
El castaño se acercó a una estantería y tomó unas pinzas para la nariz.
-Ponte esto antes de entrar y sobrevivirás.
Shikamaru se puso las pinzas y se adentró en ese lugar. Tomó asiento en la cama de Kankuro y volteó a ver al Sabaku No acercarse para sentarse a su lado.
Durante un largo rato permanecieron en silencio. La incomodidad se apoderó del momento y ninguno de los dos sabía cómo evadirla.
Shikamaru carraspeó.
-Bueno, creo que conoces las razones por las cuales he decidido venir a hablar contigo.-Dijo el pelinegro esperando romper el hielo.
Kankuro observó de reojo al Nara.
-Quieres que hablemos acerca de lo que pasó con Temari allá abajo, ¿verdad?-Dijo Kankuro sin muchas ganas de discutir.
Shikamaru asintió con la cabeza.
-No hay nada que hablar. Es obvio que Temari no confía en mí.
Shikamaru abrazó a Kankuro por alrededor de los hombros.
-¿En serio crees que no lo hace?
Kankuro suspiró, apoyó sus codos sobre sus piernas y puso su cabeza en sus manos.
-¿Ya olvidaste cuando a tu padre y a ti les hicieron la cirugía para salvar a Gaara?-Preguntó Shikamaru esperando mellar en el corazón del Sabaku No.
-¿Y eso qué tiene que ver?-Preguntó Kankuro confundido.
-En ese momento, ella confió en ti. Confió en que regresarías con vida y salvarías a Gaara.
Kankuro se sorprendió ante aquellas palabras y volteó a mirar al Nara.
-¿En serio creyó en mí?
Shikamaru sonrió.
-Ella siempre ha creído en ti. Después de todo, eres su hermano y te ama.
El Sabaku No se sintió feliz al saber eso, aunque una parte de él todavía conservaba ciertas dudas.
-¿Entonces por qué no creyó en mí cuando le dije que esta vez las cosas no habían sido culpa mía?
-Tampoco es como si tu reputación con las mujeres fuese la mejor.
Kankuro se rio.
-Bueno, en eso tienes razón. Era difícil que creyeran que esta vez en serio me estaban seduciendo de una forma bastante… peculiar.
Shikamaru soltó una carcajada.
-Al menos ya puedes decir que llamaste la atención de una mujer.
Kankuro siguió riendo.
-No era de la forma que lo esperaba, pero es mejor que nada.
Ambos chicos permanecieron riéndose hasta perder el aliento.
Kankuro abrazó a Shikamaru.
-Gracias por esta charla Nara. Creo que en serio la necesitaba.
El Nara sonrió complacido por haber logrado su objetivo. Poco a poco se estaba ganando el corazón de la familia de su novia, y eso le daba gozo.
Temari era la chica a la que más amaba en el mundo y por ella estaba dispuesto a lo que fuera. Sabía que el llevarse bien con sus familiares la iba a poner más que contenta.
-No fue nada. Tal vez no seamos familia de sangre, pero en serio me gustaría estar para lo que necesites, tanto en las buenas como en las malas.
Kankuro sonrió.
-¿Sabes algo Nara? Mi hermana tiene mucha suerte de tenerte. Eres un gran ser humano a pesar de que antes actuabas como un verdadero idiota.
Shikamaru se sintió muy feliz, aunque también algo ofendido.
-No sé si darte las gracias o golpearte.
-Golpearme no te servirá de nada, porque de todos modos acabarías muerto.
Ambos chicos sonrieron amablemente.
-No le vayas a decir a Temari que te traté bien.-Le advirtió el castaño con una mirada acusadora.
Shikamaru levantó los brazos fingiendo estar asustado.
-Tranquilo, no lo haré. Sé lo importante que es mantener tu reputación de chico orgulloso.
Kankuro se sintió satisfecho.
-Más te vale que no te comportes como un idiota esta vez.
Los dos bajaron juntos de vuelta al comedor, donde Temari no dejaba de caminar de lado a lado y comerse las uñas. La incertidumbre de saber si su novio había logrado persuadir a Kankuro la estaba matando.
Una vez los vio volver, se acercó corriendo a ellos.
-Kankuro, yo de verdad lo…-Dijo Temari preocupada.
No alcanzó a completar la frase porque Kankuro la abrazó con fuerza.
Temari no entendía qué estaba pasando exactamente. ¿Acaso el plan de Shikamaru había funcionado?
-No te tienes que disculpar hermana.-Dijo Kankuro mostrándose arrepentido.-Actué como un tonto por haberme irritado así cuando soy consciente de la reputación que tengo.
Temari no podía creer lo que escuchaba, pero se sintió muy feliz. Tanto así, que unas cuantas lágrimas brotaron de sus ojos.
Lentamente ambos se separaron.
-Deberías darle las gracias a Nara. Para tener cara de imbécil es agradable y sabe decir las palabras correctas en el momento adecuado.
Temari sonrió y sin pensárselo abrazó a su novio para después darle un beso en el cachete.
-De verdad te agradezco lo que hiciste por mí Shikamaru.
El vago sonrió embobado y acarició con el dorso de su mano la mejilla de su chica.
-Sabes que haría lo que sea por verte feliz.
Volvieron a abrazarse para después besarse.
-Bueno, creo que cambié de opinión respecto a Nara. ¿Quieren dejar de ponernos incómodos a todos?-Dijo Kankuro fingiendo estar indignado.
Shikamaru y Temari voltearon a ver a Kankuro y se rieron.
-Sólo nos tienes celos.
-Ajá…-Dijo Kankuro con sarcasmo.
-¿Por qué no mejor hacemos un plan en familia?-Intervino Rasa.
-Gaara, Kankuro y tú no van a hacer nada aparte de descansar papá. Es obvio que todavía no se han recuperado del todo de la cirugía.-Afirmó Temari.
-Pero si ya nos sentimos bien hermana. Tampoco nos tienes que tratar como si apenas nos pudiéramos mover.-Intervino Kankuro.
Temari se cruzó de brazos.
-Deben descansar. Si se esfuerzan de más les puede dar un desmayo o algo peor.
-Temari tiene razón.-Afirmó Shikamaru.-Por algo nos les iban a dar el alta hasta la tarde.
-¿En serio van a hacer que nos postremos en cama?-Preguntó Kankuro.
-Creo que es lo mejor hermano.-Dijo Gaara.-Tengo ganas de dormir.
-Ay Gaara, ¿es en serio? Ni yo que ahora respiro con un pulmón y medio me siento tan mal.
-Por esta vez vayámonos a descansar Kankuro.-Intervino Rasa.-Yo también estoy agotado y el alboroto que ocasionaste esta mañana no ayudó mucho.
-Que conste que esta vez la culpa no fue mía, pero esa mujer fue experta para que me vieran como el malo del cuento.
-Es que sólo a ti se te ocurrió agarrarle una nalga justo cuando entró el doctor hermano.-Dijo Gaara indignado.
-¿Cómo esperabas que supiera que el tipo iba a aparecer justo en ese momento? Ni que pudiera predecir el futuro.
-Y fue justo ahí donde la enfermera se victimizó y dijo que la estabas acosando.
-Creo que de algún modo se vengó porque la rechazaste de una forma sutil y a la vez directa.-Afirmó Rasa.
-Vamos papá. Reconozco que en mi diario vivir estoy caliente, pero luego de recuperarme de una cirugía no tenía ni la mitad de las energías para satisfacer sexualmente a esa mujer.
-Entonces no la hubieras rechazado de no ser por ese pequeño detalle.-Intuyó Shikamaru.
-Claro que no. ¿Tienes idea lo difícil que es encontrar hoy en día una mujer de las proporciones de esa enfermera Nara?
-Las probabilidades de que fuera operada son muy altas y lo sabes Kankuro.-Agregó Gaara.
-No sé si sus pechos aplican para ese caso, pero sí te puedo confirmar que sus nalgas eran naturales. Con el tacto te puedes dar cuenta de eso.
Temari quedó estupefacta ante tal confesión.
-¿En serio eso es posible?
-Bueno, con mi experiencia tocando a muchas mujeres sin su permiso aprendes a distinguir naturalidad de cirugía. Lo mismo sucede con los pechos.
-Bien, no quiero saber más detalles.-Afirmó Temari sintiéndose asqueada.-Mejor váyanse los tres a sus respectivos cuartos y duerman. Esta conversación ya me está poniendo incómoda.
Ninguno de los tres hombres rechistó y subieron a las escaleras para entrar a sus cuartos a descansar.
Kankuro se detuvo a mitad de las escaleras para gastar una broma más a su hermana.
-Espero que mientras estemos durmiendo ustedes dos no se pongan a hacer cochinadas. No quiero ser tío tan pronto.
Temari se puso más roja que un tomate y la vergüenza de Shikamaru tampoco pasó desapercibida.
-¡Ya vete a tu cama Kankuro!
-Tranquila, no hace falta que me lo recuerdes.
La silueta de Kankuro se perdió en el pasillo del segundo piso.
Temari se recostó en el sofá sintiéndose agotada.
-Mi familia a veces puede llegar a ser un dolor de cabeza, en especial Kankuro.
Shikamaru sonrió y se acomodó al lado de su novia.
-A mí no me lo parece tanto. De hecho, creo que son divertidos. Esta casa vive llena de alegría y risas la mayor parte del tiempo.
-No creo que quisieras vivir con dos hermanos como los míos.
-Tal vez disfrutaría de tener compañía en casa. Como mamá y papá se la pasan trabajando, no compartimos casi.
Temari se sintió algo mal por la situación de Shikamaru.
-Por eso me gusta venir aquí seguido. Aparte de verte, la calidez que se siente en esta casa es única y dudo que alguien pueda cambiar eso. Incluso con las peleas que a veces se dan, el amor y el cariño se respiran en cada espacio.
Temari se sorprendió de aquellas palabras. Siempre creyó que todas las personas veían el ambiente familiar de los Sabaku No como uno de los peores debido a las personalidades tan distintas que componían a cada integrante.
-Toda la vida he sentido que esta familia es de todo menos la más agradable. Somos muy directos e imprudentes, hacemos chistes pesados y de mal gusto, y hasta nuestras discusiones no pasan desapercibido para los vecinos.
-En ese caso, podríamos decir que tu familia es espontánea. Destacan entre las demás sin tener esa intención.
Temari se rio por el comentario.
-Muchos creen que somos adoptados debido a que no nos parecemos físicamente ni a nuestros padres ni entre nosotros.
-De no conocerlos desde hace tiempo yo habría pensado lo mismo.
-A veces me molesta que las personas digan eso de esta familia. Los tres como hermanos tenemos la misma sangre.
-¿Qué importa lo que las personas ajenas piensen de ustedes? No los conocen y la probabilidad de que lo hagan es mínima. Por algo es gente ajena a sus vidas.-Exclamó Shikamaru.
Shikamaru sonrió.
-Lo importante aquí es que ustedes sepan quiénes son y de dónde vienen, y que como hermanos siempre estarán juntos.
Temari abrazó a su novio.
-Kankuro tenía razón; eres bueno con las palabras.
Shikamaru se rio y le correspondió el abrazo a Temari.
-Bueno, cuando tienes personas que significan mucho para ti y te preocupan, las palabras fluyen sin problema.
-Ustedes dos sí que son muy tiernos cuando están juntos.-Se escuchó la voz de Gaara a lo lejos. El pelirrojo estaba bajando las escaleras lentamente.
La pareja se asustó de inmediato. No se habían percatado en lo absoluto de la llegada del Sabaku No.
-¿Hace cuánto estás ahí?-Preguntó Temari asustada.
-Creo que poco más de un minuto.-Respondió Gaara.
-¿Para qué bajaste? ¿Necesitas algo?
-Tengo hambre, así que vengo por algo de comer.
-¿Y por qué no me llamaste desde tu habitación? Te habría llevado comida.
Gaara suspiró y se frotó la sien.
-Lo hice, pero no respondiste.
-Pero ni Shikamaru ni yo te escuchamos.
-Se nota que estaban demasiado metidos en sus asuntos que se olvidaron de que existe un mundo a su alrededor.
Temari y Shikamaru se sonrojaron en demasía.
-Perdón…-Balbuceó Temari.
Gaara volvió a suspirar.
-Como sea, iré a la cocina y después volveré a acostarme.
Temari se levantó con prisa del sofá.
-Tranquilo, no te preocupes. Dime qué quieres y yo con mucho gusto te lo llevo.
-Pero ya estoy aquí abajo. Puedo prepararme mi comida.
-No, la voy a preparar yo. Si no quieres subir todavía a la habitación, quédate con Shikamaru un rato.
Gaara se rascó la cabeza con indignación, pero al final aceptó la propuesta.
-Está bien.
Temari se adentró en la cocina para ver qué podía hacerle de comer a Gaara.
El pelirrojo se sentó junto al Nara sin estar seguro de qué hacer. En estos momentos entablar algún tipo de conversación le resultaba fuera de lugar, pero, por otra parte, quedarse en silencio iba a ser muy incómodo.
-Veo que sus personalidades comparten la terquedad y el orgullo.-Dijo Shikamaru esperando no ofender a Gaara.
El Sabaku No lo volteó a mirar con una expresión neutral.
Shikamaru tragó saliva creyendo que en serio había hecho enojar al hermano de su novia.
-Perdón, lo dije sin pensar.
Gaara trató de contener la risa ante la reacción del pelinegro para finalmente ponerle una mano en el hombro.
-Está bien, no pasa nada.
Shikamaru quedó atónito.
-¿Estás seguro?
Una sonrisa ladina se posó en los labios de Gaara.
-Siéndote franco, no es la primera vez que alguien dice eso de esta familia, ¿y a quién queremos engañar? Nos parecemos mucho en carácter.
Shikamaru se tranquilizó al ver que no había sacado la furia del Sabaku No.
-Gracias por estar aquí.
El Nara se sorprendió ante tal agradecimiento.
-¿A qué viene eso?
-Temari ha estado mucho más feliz desde que empezó a conocer al verdadero Nara y saber que más que un novio, podía tener un amigo en quien confiar.
-¿Dirías que soy Tenten en su versión masculina?
Gaara soltó una carcajada.
-No estás ni cerca de eso.-Afirmó el pelirrojo.-Tenten ha sido la mejor amiga de Temari desde hace mucho tiempo. Cada vez que nuestra hermana caía, ella estuvo para salvarla y animarla. Fue la luz que nunca creyó volver a encontrar desde que mamá murió.
-¿Por qué le afectó más a ella la ida de su madre?
-Desde que Temari nació, ella y mamá siempre fueron muy unidas. No había algo que no hicieran juntas, incluso cuando sus compañeros la hacían sentir mal, mamá la consolaba y le ayudaba a recuperar la confianza en sí misma.
-Ha sufrido más de lo que imaginé.
-La verdad es que el hecho de que tú también le hicieras la vida imposible no la ayudaba a estar bien. Esos días que volvía de la escuela, la mayoría de las veces se echaba a llorar en su cama, pero no estaba dispuesta a darte el gusto de verse derrotada. Por eso nunca se cambió de escuela.
Shikamaru no supo qué decir. Había sido un idiota todo este tiempo y se vino a dar cuenta tarde.
-Gaara, yo…
-No es necesario que te disculpes, ya lo que pasó, pasó.
-Jamás pensé que mi actitud idiota y cruel le estaba haciendo tanto daño a Temari.
-Bueno, Kankuro, papá y yo no fuimos precisamente su mejor apoyo en aquel entonces. De tanto trabajar no la consolábamos ni estábamos para ella como era de esperarse.
-¿Entonces cómo se dieron cuenta cuando ella estaba así de mal?
-Al verla cuando llegábamos del trabajo, sus ojos solían estar hinchados por llorar tanto y su mirada era triste.
-Cada día estoy más seguro de que no la merezco.
-Pero ella te eligió, y es por eso por lo que debes mejorar todos los días para no volver a hacerle daño de la forma en la que lo hiciste.
-Eso no tengo dudas de que lo haré.-Afirmó el Nara.
Shikamaru sonrió.
-Temari me ha cambiado la vida en muchos aspectos. No creí que en ella podría encontrar a una persona tan dulce y especial.
-Mira Gaara, aquí traje tu sándwich de atún revuelto con huevo y mayonesa.-Dijo Temari saliendo de la cocina con un plato en sus manos.
Una vez su hermano le recibió la comida, Shikamaru abrazó a su novia con una emoción que parecía incontenible.
Temari quedó sorprendida ante este gesto.
-¿Qué pasa amor? ¿Todo está bien?
-Mejor que nunca.-Aseguró el Nara dándole un beso en la mejilla a Temari.
La Sabaku No se separó levemente de él.
-¿Alguno me puede explicar qué pasó mientras no estaba?
-Bueno, para no hacer tan largo el cuento, Nara no puede vivir sin ti y te ama hasta el infinito y más allá.
Temari sonrió al escuchar eso.
-Ya lo sabía, pero se siente bien cuando alguien lo dice.
-Yo mejor los dejo. No quiero acabar metido en asuntos de pareja que no me competen.
Gaara subió tranquilamente hacia su habitación y cerró la puerta detrás de sí. Una vez más, Shikamaru y Temari se habían quedado solos.
Volvieron a sentarse en el sofá.
-Temari, yo… quería disculparme por haber sido tan idiota contigo antes. Sé que no fue un buen comportamiento y que te lastimé sin siquiera saberlo.
La rubia sonrió y besó la frente de su novio.
-No hay nada que perdonar. Admito que era un dolor de cabeza tener que lidiar con tus actitudes de chico rebelde y tonto, pero sólo era una fachada que tenías para disimular el dolor con el que cargabas.
-De todos modos, esa no es excusa para hacer lo que hice. Tú no tenías nada que ver con mis problemas emocionales, y aún así, me desquité contigo y con cualquiera que intentara meterse conmigo.
Temari acarició el rostro de Shikamaru con el dorso de su mano.
-Lo importante es que eso ya lo tienes claro. No es tarde para empezar a mejorar e ir creciendo poco a poco como persona.
Shikamaru sonrió y abrazó a Temari. Por fin podía decir que se sentía feliz al lado de una persona.
De repente, el teléfono del Nara sonó. Este contestó y no se llevó precisamente una grata sorpresa.
-¡Shikamaru! ¡¿Dónde rayos andas metido?!-Se escuchó gritar a Yoshino desde el otro lado.
Temari se estremeció al escuchar el grito.
-Hola mamá, ¿cómo estás?-Respondió Shikamaru.
-¿¡Por qué no viniste a dormir a casa anoche?! ¡Tu padre y yo estábamos muy preocupados! ¡Te llamamos una enorme cantidad de veces y hasta ahorita se te da por coger el maldito teléfono!
-Lo siento mamá, es que me quedé en la casa de Temari y estuve esta mañana ayudando a cuidar de sus hermanos y su padre que pasaron por una situación grave.
El tono de voz de Yoshino se suavizó al escuchar el nombre de Temari.
-Pásame con ella.
-Está bien.
Shikamaru le pasó el teléfono a la rubia, quien no estaba segura de lo que sucedía.
-Mi madre quiere hablar contigo.-Dijo Shikamaru en un susurro.
-¿Y qué se supone que le diga?-Respondió Temari del mismo modo.
-No tengo idea, sólo improvisa.
Temari agarró el teléfono y contestó.
-¿Hola? ¿Yoshino-san?
-Ay Temari, qué alegría me da escuchar tu voz y saber que cuidaste de mi niño, aunque creo que debieron avisarnos de esto.
-Bueno, es que las cosas se dieron de improvisto. Nada estaba planeado.
-¿De casualidad tus hermanos y tu padre están bien?
-Están en proceso de recuperación.
-¿Por qué? ¿Qué les pasó?-Una gran preocupación se reflejó en la voz de la castaña.
-En resumen, a Gaara le dispararon en un pulmón que tuvieron que reemplazar con un lóbulo de mi padre y otro de Kankuro.
-Cómo lo siento. De verdad no tenía idea.
-No se preocupe Yoshino-san. Ahora los tres se están recuperando después de todo lo que pasó, y Shikamaru estuvo ahí para cuidar también de mi familia. Por eso no hace falta que lo regañe. Sus acciones fueron las mejores.
-Sin dudas has hecho de mi hijo un gran hombre.
Temari se sonrojó levemente y sonrió.
-Qué linda Yoshino-san, gracias.
-A propósito, nena, te quería hacer una propuesta.
Temari frunció el ceño sin entender, a lo que Shikamaru se percató.
-Pon el altavoz.-Le susurró.
Temari accedió.
-Sí claro Yoshino-san. Dígame de qué se trata.
-Me gustaría invitar a tu familia y a ti a almorzar. Creo que de ese modo todos nos podemos conocer mejor y aprender a convivir.
Temari se sorprendió ante aquella propuesta, pero se sentía contenta de poder ayudar a todos a hacer que las cosas siguieran avanzando con el pie derecho.
-Le preguntaré a mi padre si está de acuerdo y le estaré avisando Yoshino-san. De antemano le agradezco la invitación.
-No agradezcas Temari. Hablamos más tarde.
Temari colgó el teléfono. La pareja permaneció en silencio por unos cuantos minutos.
-Bien, no me esperaba eso.-Dijo finalmente el Nara.
-Tampoco yo, pero será interesante… supongo…
oooooooooOOOOOOOOooooooooo
Hasta aquí el capítulo. Espero que les haya gustado. Sí, ya sé que la última vez dije que este iba a ser el último, pero creo que todavía faltan otros cuantos momentos antes de concluir.
Debido a eso, el siguiente capítulo sin dudas será el último y después vendrá el epílogo para dar por finalizada esta bella historia.
-Shika: Me sorprende que hayas hecho que mi madre invitara a toda la familia de Temari a comer.
-Yo: Digamos que tus padres adoran a Temari y quieren conocer a la gran mujer con la que está saliendo su hijo.
-Shika: Bueno, no voy a negar que salgo con una chica fantástica.
Ambos: Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.
