Parte I. Días Festivos.

Capítulo 5.

Antes de las Luces.

Chase se siente muy nervioso por ir a su campamento con Skye durante la noche de año nuevo. Mientras tanto, Ryder actúa de forma extraña.


El cielo rojizo de la tarde bañaba las playas de la ciudad mientras el sol lentamente se ocultaba en el océano. Era el 31 de diciembre, y las personas se preparaban para presenciar el festival de fuegos artificiales programado para celebrar el año nuevo.

Los cachorros se apresuraron a terminar de barrer la nieve acumulada en la playa para que la multitud de personas pudiera ver el espectáculo desde allí. Todos los cachorros presentes se mostraban emocionados porque comenzara la noche de fuegos artificiales, después de todo, a pesar de tener un oído más sensible, los perros pueden disfrutar de esta clase de diversión cuando cuentan con orejeras especiales. Todos los cachorros estaban listos y preparados para esta noche..., o bueno, no todos...

Chase y Skye le habían pedido permiso a Ryder para pasar la noche de año nuevo acampando en la montaña para poder observar mejor la lluvia de estrellas de esa noche. El muchacho accedió con la condición de que debían ayudar primero con los preparativos del festival de fuegos artificiales de esa noche y, cuando todo estuviera terminado, podrían tener el resto de la noche libre para hacer lo que quisieran, siempre y cuando no se presentara una emergencia en la cual fueran necesarios.

Chase preparó con tiempo todo lo que necesitarían para acampar, una tienda de campaña guardada en su bolsa, una mochila con comida, mantas y ropa de invierno, y por supuesto, el telescopio nuevo de Skye guardado en su estuche. Había dejado todo listo en el mirador y solo era cuestión de recoger todo una vez que terminaran con su trabajo en la playa.

El joven pastor se había tomado demasiado enserio lo de terminar "todos" los preparativos del festival para poder tener el resto de la noche libre con Skye. Chase se apresuró a limpiar su parte de la playa con una pala especial acoplada al frente de su vehículo para hacer de quitanieves. Fue el primero en terminar, por lo que después se dedicó a instalar las mesas y sillas plegables que le tocaban lo más rápido que pudo. Incluso terminó ayudando con su parte a cierto bulldog y cierto labrador, quienes tal parece; "no lo estaban haciendo lo suficientemente rápido".

—¡Oigan!, ¿qué hacen ustedes dos descansando ahí tan tranquilos? —preguntó Everest con cierto tono de molestia.

Ese comentario llamó la atención de Rubble y Zuma, quienes estaban sentados en dos sillas plegables solo observando a Chase trabajar.

—Oh, hola Everest, no estamos haciendo nada —dijo Rubble muy inocentemente.

—Sí, ya lo noté, ¿por qué? —remarcó Everest.

—Pregúntale al "señor rápido" de allá —dijo Zuma señalando a Chase—, dijo que no estábamos armando las mesas de exterior lo suficientemente rápido, que estábamos retrasados, y después se ofreció a hacerlo por nosotros. No sé ustedes pero Chase debería relajarse, está estresado otra vez por nada, ¿por qué tiene tanta prisa?

—¿Enserio ya lo olvidaron? —preguntó Everest algo sorprendida—, va a acampar con Skye esta noche, Ryder les dijo que los dejará ir después de que terminemos aquí. Lo más probable es que piense que tendrá otra oportunidad hoy.

Rubble y Zuma voltearon a mirarse mutuamente con una expresión preocupada. Tal parece que ya habían olvidado la situación de su amigo.

—Oh… pobre Chase —dijo Rubble inclinando la cabeza.

—Amigo, si así es estar enamorado, me alegra no tener la mirada puesta en nadie —dijo Zuma sorprendido en cierta forma.

—Vengan ustedes dos, vamos a ayudarlo —dijo Everest comenzando a caminar en dirección al pastor seguida por Rubble y Zuma.

Chase estaba luchando con desplegar una silla que parecía estar atorada, se estaba esforzando mucho asiendo presión para destrabarla que no tuvo el suficiente cuidado cuando la silla cedió y esta lo golpeó con fuerza justo en el hocico. Chase solo se sobó el hocico con sus patas mientras se aguantaba las ganas de gritar y llorar, para después limpiarse algunas lagrimas. Everest y los cachorros llegaron a donde estaba Chase para intentar ayudarlo.

—¡Tonta silla! —susurró Chase para sí mismo con cierto enojo.

—¿Estás bien Chase? —preguntó Everest con preocupación.

—Sí..., estoy bien, solo... necesito terminar esto —dijo Chase aún sobándose el hocico.

—Chase, ¿por qué no descansas un rato y nosotros terminamos? —propuso Everest intentando ser comprensiva.

—No te preocupes Everest, este es mi trabajo, me corresponde a mí hacerlo —dijo Chase dejando de sobarse el hocico para ir ahora por una mesa.

—De hecho, eso nos tocaba a nosotros —dijo Rubble a lo que Zuma respondió con un ligero golpe en su pata.

—Chase, creo que ya hiciste suficiente, ya casi terminamos. Ibas a acampar hoy con Skye ¿no?, ¿por qué no regresas al mirador y preparas todo para eso? —recomendó Everest.

—Dejé preparado todo lo del campamento hace unas horas, y todavía nos falta mucho aquí —explicó Chase siguiendo con su trabajo.

—Chase, si ya terminaste tu parte, entonces puedes irte —dijo Ryder mientras caminaba hacia el grupo de cachorros.

—Pero..., pero aún no terminamos Ryder, no sería justo que solo yo me vaya —dijo Chase en un tono consternado.

—No creo que a los demás les moleste, ¿o me equivoco cachorros? —preguntó Ryder a lo que respondieron los cachorros presentes simplemente moviendo la cabeza de un lado a otro en señal de negación.

—Pero... pero... es que... pero... —dijo Chase divagando por un momento.

—Te diré lo que haremos Chase —dijo Ryder apoyándose en una rodilla para acercarse al pastor—, a Skye solo le falta poner esa esfera grande de cristal sobre ese poste. Ve a ayudarla y ambos podrán irse cuando terminen, dime ¿estás de acuerdo?

—¡Entendido Jefe Ryder! —dijo Chase antes de salir corriendo en dirección a donde Skye estaba trabajando.

Antes de alejarse corriendo, Chase se detuvo y decidió volver a donde estaban Ryder y los cachorros para decirles algo.

—Gracias Ryder, gracias cachorros —dijo Chase sonando más relajado para después correr de nuevo a donde estaba Skye.

Ryder solo se quedó atrás con una sonrisa mirando a Chase alejarse corriendo, obviamente teniendo cierta idea de lo que su pastor planeaba para esta noche.


Skye había aterrizado su helicóptero justo a lado de aquella esfera de cristal. Estaba parada frente a esa gran esfera con el gancho de su helicóptero en su hocico, como si estuviera pensando qué hacer ahora. Fue en ese momento cuando Chase llegó a donde estaba Skye con la intención de ayudarla.

—Hola Skye, ¿necesitas ayuda? —preguntó Chase meneando la cola al llegar con la cockapoo.

—¡Chase!, llegas justo a tiempo —dijo Skye soltando el gancho y volteando a ver al pastor—, ven, te necesito, párate a lado de la esfera lo más cerca posible, pero sin tocarla.

Chase obedeció y se paró a lado de aquella gran esfera de cristal. Skye volvió a tomar el gancho con su hocico, se subió al lomo de Chase y después se apoyó en la cabeza del pastor para lograr alcanzar el soporte en la parte superior de la esfera donde aseguró el gancho. Habiendo logrado su objetivo, Skye saltó desde encima de Chase haciendo una voltereta hacia atrás y cayendo de pie en el suelo.

—Gracias Chase, fuiste de mucha ayuda —dijo Skye meneando la cola—, no logré asegurar el gancho mientras volaba mi helicóptero, por lo que tenía que hacerlo directamente, y sin ti no lo hubiera alcanzado yo sola. Ya solo tengo que subir la esfera al poste, ¿me darías indicaciones por favor?, así será más fácil.

—Claro, haré lo que pueda —dijo Chase con confianza.

Skye volvió a su helicóptero, lo puso en marcha, y al despegar logró levantar la esfera y posicionarla justo sobre la punta del poste para esperar instrucciones.

—¡Vas bien Skye! —dijo Chase dando instrucciones con una voz fuerte para que Skye lo escuchara—, ¡bájalo lento!, ¡con cuidado!, ¡un poco a la izquierda!, ¡ahora al frente!, ¡despacio!, ¡ahí!, ¡justo ahí!, ¡bájalo!

Skye siguió las instrucciones y, con mucho cuidado, logró asegurar esa gran esfera de cristal justo en la punta de aquel poste. Quitó el gancho de su helicóptero de la esfera y volvió a aterrizar para hablar con Chase.

—¡Bien hecho Skye!, ¡buen trabajo! —dijo Chase felicitando a la cockapoo.

—Gracias, pero no lo hubiera logrado sin tu ayuda Chase —dijo Skye con una linda sonrisa.

—Es una esfera enorme, ¿habrá alguna clase de fiesta disco esta noche o algo así? —preguntó Chase sin saber para que era esa esfera.

—Jajaja, no Chase —dijo Skye riéndose del comentario del pastor—. Es la esfera para la cuenta regresiva de año nuevo, ya sabes, cuando falten 10 segundos para la media noche, la esfera bajara con cada segundo, y cuando llegue al suelo, activara los fuegos artificiales y será año nuevo. Fue idea de la alcaldesa, muchas otras ciudades lo hacen y ella quiso replicarlo aquí, pero tal parece que la esfera que consiguió es muy frágil, y por eso tenía que tener mucho cuidado al ponerla.

—Oh... sí... claro... —dijo Chase sintiéndose un poco tonto.

—Bueno, iré a decirle a Ryder que terminé, por si tiene alguna otra tarea que quiera que haga —dijo Skye estando a punto de ir a buscar a Ryder.

—¡Espera Skye! —dijo Chase deteniendo a la cockapoo—, yo ya terminé mis tareas, y Ryder dijo que cuando terminaras con la esfera podríamos irnos.

—¿Estás seguro? —preguntó Skye.

—Sí, Ryder me envió para decírtelo, y para ayudarte a que terminaras más rápido —dijo Chase sonando algo nervioso.

—Oh, entiendo. Entonces llevaré mi helicóptero al mirador, te espero ahí, no tardes —dijo Skye mientras se subía a su helicóptero antes de ponerlo a volar de nuevo.

Cuando vio a la cockapoo despegar y alejarse, Chase se apresuró a regresar a su patrulla para ponerla en marcha y regresar lo más rápido posible al mirador. La noche más importante de su vida estaba por comenzar.


Hace unos minutos...

Chase se había alejado corriendo en dirección a donde Skye estaba trabajando con la intención de ayudarla. Mientras lo hacía, el resto de los cachorros se reunieron con el grupo donde estaba Ryder, todos pareciendo curiosos por el actuar de sus amigos.

—¡Ven!, ¡se los dije!, esos dos se tiene mucha confianza —dijo Zuma mirando a Chase y Skye a lo lejos trabajando—. Skye se sube al lomo de Chase como si nada.

—¿Creen que ahora Chase sí lo hará? —se preguntó Marshall en voz alta.

—¿Quieres apostar? —preguntó Everest algo emocionada.

—La última vez no lo hizo, así que yo no estaría tan seguro —agregó Rubble.

—Eso fue culpa de Zuma —remarcó Rocky en broma.

—¡Oye! —gritó Zuma indignado.

—Cachorros... ¿de qué están hablando? —preguntó Ryder cruzándose de brazos, mostrándose extrañado por la conversación de sus cachorros.

Los cachorros presentes pusieron unas caras largas al darse cuenta de lo que estaban hablando frente a Ryder. Parece que todos ellos se habían olvidado de la presencia del chico en ese momento.

—Ryder... nosotros solo estábamos… hablando sobre si Chase y Skye podrán instalar esa esfera —dijo Everest mostrando una sonrisa nerviosa.

—Buen intento Everest —expresó Ryder—, ustedes también creen que hay algo entre Chase y Skye, ¿no es así?

Los cachorros se mostraron nerviosos, no tenían idea de que responderle a Ryder en ese momento.

—¡¿Lo sabías?! —gritó Marshall sorprendido.

—Es difícil no verlo cachorros —respondió Ryder—. Lo he sabido desde que eran pequeños, ellos dos siempre han sido muy unidos. La cuestión no era si estarían juntos o no, sino cuándo.

—Además, si Chase y Skye están juntos, podrán afrontar el futuro más fácilmente —pensó Ryder para sí mismo—, ellos dos son mi principal apuesta.

—Wow..., ¿hay algo que no sepas Ryder? —preguntó Rubble en broma.

—Pruébenme cachorros... si se atreven —dijo Ryder siguiendo la broma.

—Enserio..., ¡yo primero!, ¡yo primero! —dijo Marshall pensando en un reto—. Oh, ya sé, ¿cuánto mide el diámetro de la Tierra?

—12,742 km —dijo Ryder con seguridad—, pueden hacerlo mejor cachorros.

—¿Cuánto es 456 x 789? —preguntó Everest.

—359,784 —respondió Ryder muy rápidamente.

—¿Cómo sabemos que eso es verdad? —cuestionó Rocky.

—Pueden comprobarlo con una calculadora cuando quieran cachorros —dijo Ryder con una voz calmada.

—¿Los extraterrestres existen? —preguntó Marshall sin pensarlo mucho.

—Sí Marshall, todos ustedes ya los conocieron —respondió Ryder con una leve risita—, ¿oh ya se olvidaron de nuestros amigos los Melonianos?

—Oh, cierto, espera..., ¿Melonianos? —preguntó Marshall—, no sabía que se llamaban así.

—Así los llamamos en la Tierra quienes sabemos de su existencia —respondió Ryder—, eso debido a que su verdadero nombre es impronunciable para nosotros.

Los cachorros se sorprendieron con esa última revelación.

—¿Quiénes son esas personas que saben de su existencia además de nosotros? —preguntó Rocky algo nervioso.

—Me temo que no puedo decírselos cachorros, o por lo menos aún no —respondió Ryder.

—¿Existen los Illuminati? —preguntó Zuma con curiosidad.

—Jajaja, no Zuma, esa es solo una leyenda urbana —dijo Ryder mientras se reía.

—Leyenda urbana creada con el propósito de desviar la atención por aquellos que buscan controlar el mundo —pensó Ryder para sí mismo con cierto pesar.

—¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? —preguntó Rubble inocentemente.

—El huevo Rubble —respondió Ryder mientras acariciaba al pequeño bulldog—. La primera gallina probablemente no nació de otra gallina, sino que evolucionó de otras razas con características levemente distintas. Y esos cambios evolutivos en su ADN solo se pudieron presentar dentro del cascaron del huevo de la primera gallina de la especie.

—¡Wow...! —dijeron todos los cachorros al unísono al escuchar aquella explicación.

—¿Existe vida en Marte? —preguntó Rocky algo nervioso.

—No Rocky, o por lo menos ya no —explicó Ryder—, toda la vida nativa, incluyendo la vida inteligente, se extinguió de Marte hace miles de años. Esto debido a un fenómeno atmosférico posiblemente provocado por una fuente artificial, dejando únicamente ruinas de su antigua civilización en la superficie. Esas ruinas serán descubiertas y estudiadas en las próximas misiones espaciales a Marte que se realizaran en los próximos 10 años, pero nada de eso será revelado al público en por lo menos un par de décadas más.

Los cachorros se quedaron helados con esa última revelación. Esa respuesta asustó en mayor o menor medida a todos los cachorros presentes. Ninguno podía entender cómo Ryder podía saber algo así y revelarlo de forma tan casual y con tanta tranquilidad.

—Jajaja, solo bromeo cachorros —dijo Ryder buscando tranquilizar el ambiente—, no se lo tomen tan enserio.

Los cachorros comenzaron a reírse de forma incomoda mientras procesaban la broma de su amo, no sabían como tomársela. En ese momento Ryder pudo observar como Chase y Skye regresaban al mirador en sus vehículos después de haber terminado con sus tareas. Aún había cosas que hacer.

—Bueno cachorros, suficiente descanso, aún tenemos cosas que hacer aquí, así que vuelvan a sus tareas por favor, yo necesito preparar los fuegos artificiales —dijo Ryder comenzando a caminar alejándose del grupo.

Los cachorros solo se quedaron observando a Ryder por un rato, viéndolo caminar alejándose de ellos.

—Ryder es... —dijo Zuma sin saber que más decir.

—¿Excéntrico? —se preguntó Rocky.

—¿Enigmático? —se preguntó Everest.

—¿Misterioso? —se preguntó Rubble.

—¡Es aterrador! —dijo Marshall sonando un poco asustado.

Todos los cachorros decidieron solo continuar con sus tareas para sacarse de la mente lo extraño y misterioso que puede llegar a ser Ryder a veces. Mientras tanto, Ryder caminaba por la playa en silencio, sumido en sus propios pensamientos.

—Solo bromeaba... o no lo hacía... —pensó Ryder para sí mismo—. Si supieran todo, ¿conservaría su amistad?, ¿su lealtad?..., ellos son mi familia. Espero no perderlos si llegan a saber toda la verdad. Eso no puede pasar. Y si el plan falla..., ¡NO!, debo calcular todo muy bien. Cuando llegue el momento, por lo menos debo conservar la lealtad de Chase y Skye para continuar el proyecto. Espero no ser demasiado duro con ellos dos. Ellos confían en mí, no puedo fallarles.

—Debo dejar de pensar tanto en estas cosas..., todo saldrá bien —dijo Ryder en voz baja y con una mirada triste.