Parte I. Días Festivos.

Capítulo 6.

La Lluvia de Estrellas.

Chase y Skye van juntos de campamento para ver la lluvia de estrellas que ocurrirá la noche de año nuevo.


Mientras la noche se hacía presente y los habitantes de la ciudad comenzaban a acercarse a la playa para celebrar el año nuevo, cierto pastor se apresuraba conduciendo rápido por las calles de la ciudad, aunque sin superar el límite de velocidad, claro. Tenía la intención de llegar lo más rápido que pudiera al mirador para poder reunirse con su amiga más querida. Cuando Chase llegó al mirador en su patrulla, pudo ver a Skye salir por la puerta principal cargando el estuche de su telescopio con su hocico. Skye ya había estacionado su helicóptero en su lugar habitual, por lo que solo faltaba guardar las cosas que necesitarían para el campamento en el vehículo de Chase.

Al llegar, Chase estacionó su vehículo en la entrada y se apresuró a entrar en el mirador para buscar las cosas que faltaban. Rápidamente cargó y guardó la mochila que preparó en el portaequipaje de su patrulla, después metió la bolsa que contenía la tienda de campaña, y finalmente guardó los equipos de ambos, por si acaso. Chase estuvo a punto de guardar el telescopio en el mismo lugar, pero Skye insistió en llevarlo en el asiento con ella por temor a que se dañara. Al final, ambos cachorros se pusieron un suéter y un gorro debido a que comenzó a hacer más frio a medida que caía la noche. Los cachorros subieron a la patrulla de Chase y emprendieron su viaje rumbo a la Montaña Grover.

Chase condujo por casi una hora entre los caminos de tierra del bosque, los cuales estaban cubiertos de nieve en ese momento, lo que dificultaba el paso. El vehículo de Chase aún tenía la pala especial acoplada al frente que le permitía quitar la nieve del camino. En ese momento el pastor agradeció el hecho de haber olvidado quitar la pala antes de iniciar su viaje, realmente le fue muy útil esa noche.

Ya era completamente de noche cuando llegaron a una parte de la montaña conocida como "El Pico del Águila". Un lugar muy frecuentado por los excursionistas por contar con un mirador natural elevado desde donde se podía observar la ciudad a lo lejos. Chase consideró que sería el lugar perfecto para acampar y mirar las estrellas.

El pastor condujo por el camino de la ladera de la montaña para llegar a la parte más elevada. Cuando llegó, todo estaba cubierto de nieve por lo que decidió limpiar una parte con su quitanieves para poder establecer su campamento. Al terminar de recoger la nieve, Chase estacionó su vehículo en una orilla y comenzó a desempacar, sacó la tienda de campaña del portaequipaje y comenzó a instalarla. Mientras tanto, Skye decidió buscar el lugar más apropiado para posicionar su telescopio y poder mirar las estrellas.

—Este es un excelente lugar para observar el cielo, bien pensado Chase —dijo Skye mientras armaba su telescopio cerca de la orilla de la montaña.

—Gracias… —dijo Chase sonando nervioso mientras armaba la tienda de campaña—, aunque... yo... realmente no sabía qué clase de sitio buscar..., si debía ser un lugar muy alto o despejado... o qué tan alejado debía estar de la ciudad, supongo que solo tuve suerte.

—No necesitabas pensarlo tanto —dijo Skye tranquilamente mientras se concentraba en ajustar su telescopio—. Aunque, en general todo lo que mencionaste es correcto. Debía ser un lugar alto y despejado para que no hubiera ningún cuerpo físico extraño que bloqueara la vista, como un árbol o algo así, y debía ser un lugar alejado de la ciudad para que sus luces no empañaran la luz de las estrellas y poder observarlas con mayor claridad. Este lugar cumple con todos los requisitos.

—Sabes mucho sobre esto Skye, eres muy lista —dijo Chase mientras terminaba de armar la tienda de campaña, para después acercarse a Skye y sentarse a su lado.

—Gracias, pero solo soy una amateur en esto de la astronomía —explicó Skye—, comencé a estudiarla más seriamente desde hace como un año, cuando Ryder nos obsequió nuestra primera computadora portátil.

—Aun así, sabes muchas cosas —dijo Chase antes de dar un suspiro—, y pareces aprovechar mejor tu computadora. Yo solo uso la mía para ver películas, y uno que otro documental jeje.

—Bueno, también la uso para el ocio —comentó Skye con emoción—, me volví fanática de "Viaje a las Estrellas", ya vi varias series y películas de esa franquicia. Mi serie favorita es "La Nueva Generación", creo que te gustaría, el capitán me recuerda un poco a ti.

—¿Enserio?, ¿por qué? —preguntó Chase con curiosidad.

—Porque ambos son muy responsables, serios, y unos excelentes lideres —dijo Skye con una linda sonrisa mientras miraba al pastor.

—Además de muy reservados —pensó Skye para sí misma con cierta preocupación.

—Oh... bueno... no lo sé..., me esfuerzo, pero Ryder hace la mayor parte del trabajo —dijo Chase algo sonrojado bajo su pelaje.

—No te menosprecies Chase, tú también eres un excelente líder, además de responsable, atento, generoso, y muy honesto —dijo Skye sonriéndole a Chase con sutileza.

—Bueno... gracias..., supongo que podría ver esa serie contigo… si tú quieres… —dijo Chase algo nervioso por los cumplidos de Skye—. Bueno… tú... tú... ¡no tienes hambre!, ¡porque yo tengo hambre!, buscaré la comida, no tardo.

Chase corrió de regreso a la tienda de campaña donde había dejado la mochila con la comida, sacó una lonchera grande de la mochila y volvió con Skye.

—Mira Skye, preparé una lonchera con sándwiches justo antes de que fuéramos a limpiar la playa —dijo Chase emocionado mientras sacaba la comida de la lonchera—. Toma todos los que quieras, hice varios sándwiches de jamón con queso, de queso fundido, y de huevo, y también traje leche caliente en este termo..., pero... olvide traer tazones, lo siento.

—Descuida Chase —dijo Skye con comprensión mientras tomaba un sándwich—, podemos compartir el termo, y gracias por encargarte de la comida. Espero que la próxima vez pueda ser yo quien te prepare el almuerzo.

—¿Próxima vez? —preguntó Chase algo extrañado.

—Sí, ¿no te gustaría acampar conmigo de nuevo? —preguntó Skye inclinando la cabeza mientras le daba una mordida a su sándwich.

—No..., ¡digo sí!, ¡claro que sí me gustaría!, solo, no esperaba que quisieras hacerlo de nuevo —dijo Chase con inseguridad en su voz.

—¡Claro que sí!, me gusta acampar, y disfruto mucho pasando el tiempo contigo —dijo Skye inclinando la cabeza de nuevo.

—Skye..., hay algo..., algo que quiero decirte —dijo Chase sonando muy nervioso.

—Claro, te escucho —dijo Skye girando la cabeza y poniéndole mucha atención al pastor.

—Skye..., yo... yo... ¡¿quieres leche del termo?!, está caliente, y está comenzando a hacer más frio, deberíamos tomarla para calentarnos, ¿no crees? —dijo Chase con muchos nervios y una sonrisa forzada, ofreciéndole el termo a Skye.

—Oh... sí... gracias... —dijo Skye sintiéndose algo decepcionada y solo tomando el termo.

—¡Por favor Chase!, ¡cuántas oportunidades te debo dar! —pensó Skye para sí misma.


Los cachorros pasaron la siguiente hora disfrutando de los sándwiches que Chase preparó. Estuvieron un buen rato conversando de cualquier cosa, comiendo sándwiches, y compartiendo el termo de leche caliente. Cuando terminaron, el pastor guardó en la lonchera los sándwiches sobrantes, también guardó las envolturas no queriendo dejar basura tirada en la montaña, cerró la lonchera y volvió a guardarla en la mochila. Comenzaba a hacer más frio, así que Chase decidió buscar las mantas que había traído para cubrirse y llevarle una a Skye.

—Skye, te traje una manta por si tienes frio —dijo Chase mientras caminaba hacia la cockapoo, quien había vuelto a concentrarse en su telescopio.

—Oh, gracias Chase, ¿podrías cubrirme con ella por favor? —dijo Skye volteando a ver a Chase para después volver a concentrarse en observar por la lente del telescopio—, casi logro encontrar el punto exacto del cielo donde se podrá ver mejor la lluvia de estrellas.

—Pero... creí que una lluvia de estrellas se podría ver por todo el cielo —dijo Chase mientras cubría a Skye con la manta.

—Ojalá, las lluvias de estrellas no siempre son así —explicó Skye sin despegar su ojo del lente—, la mayoría de las lluvias de estrellas se ven mejor con un telescopio. No siempre se pueden ver bien a simple vista, aunque, quién sabe, talvez tengamos suerte hoy. Si logro visualizar su punto radiante, nos será más fácil poder verla.

—¿Punto radiante? —preguntó Chase sin entender bien.

—Es el punto del cielo donde parece que se originan las estrellas que caen —explicó Skye.

—¿Puedes saber eso con antelación? —preguntó Chase sorprendido.

—Algo así, no es precisamente exacto, es más un punto de referencia en el firmamento —explicó Skye volteando a ver al cielo—, el punto radiante de las Cuadrántidas está entre Bootes y la Osa Mayor, cerca de Draco.

Chase se sentía perdido, no estaba entendiendo nada de lo que Skye decía.

—¿Qué?..., lo siento Skye, puede que suene como un tonto, pero lo único que entendí de todo eso fue "Osa Mayor", ¿es una constelación... verdad? —preguntó Chase sintiéndose muy avergonzado.

—Oh Chase, lo siento, es solo que..., bueno, estoy emocionada, y creo que hablé demasiado —dijo Skye intentando hacer sentir mejor al pastor—, te explico, las "Cuadrántidas" son la lluvia de estrellas que observaremos hoy, y "Bootes", "Draco" y la "Osa Mayor" son constelaciones, como tú dijiste. La "Osa Mayor" es una de las constelaciones más famosas y fáciles de reconocer de la bóveda celeste.

—Oh... entiendo, espera... ¿las lluvias de estrellas tienen nombre? —preguntó Chase sorprendido—, pensé que solo ocurrían de vez en cuando, ¿alguien nombra todas las lluvias de estrellas que pasan?

—Algo así —explicó Skye—, fueron nombradas hace mucho tiempo, generalmente toman su nombre de la constelación de la que parecen originarse, aunque las Cuadrántidas toman su nombre de una constelación antigua que a día de hoy ya no es reconocida. Las Cuadrántidas son la lluvia de estrellas que ocurre entre el 1 y 5 de enero de cada año, aunque a veces hay variaciones de 3 o 4 días, normalmente su punto de máxima actividad ocurre el día 3, pero este año será desde el día 1, esta noche.

—Wow, pero… ¿cómo lo sabes?, y... ¿cómo es que ocurren siempre en la misma fecha? —preguntó Chase con mucha curiosidad.

—Reviso con regularidad la pagina de internet de la NASA —comenzó explicando Skye pensando en la respuesta muy detalladamente—, ahí puedo encontrar todos los fenómenos astronómicos que van a ocurrir y cuándo pasaran. Y bueno, con respecto a por qué ocurren en la misma fecha, pues verás, según entiendo, las lluvias de estrellas son producidas cuando pequeños fragmentos de escombros del tamaño de un grano de arena llamados "meteoroides", son dejados atrás por un cometa más grande. Estos fragmentos se extienden a lo largo de toda la órbita de dicho cometa alrededor del sol, formando una especie de corriente espacial de meteoroides llamada "rastro de polvo". Cuando la órbita de la Tierra coincide cada año en el mismo lugar con el mismo rastro de polvo, la Tierra atrae con su gravedad esos pequeños meteoroides que después ingresan a altas velocidades en nuestra atmosfera, para después quemarse antes de llegar a la superficie, produciendo este bello fenómeno natural que podemos observar, o por lo menos eso es lo que entiendo.

Chase estaba muy sorprendido con la explicación de Skye, ella parecía saber de lo que hablaba. Skye era mucho más inteligente de lo que el pastor pensaba, y por un momento, Chase no se sintió a la altura de la pequeña cockapoo. Pero aun así, el pastor nunca dejaría de apoyarla.

—Vaya Skye... ¡eres increíble! —dijo Chase mostrándose muy emocionado—, es fácil entender las cosas cuando tú las explicas, eres muy inteligente.

—Gracias Chase, pero no creo ser tan inteligente —dijo Skye en un tono inseguro, bajando la mirada—, solo sé un poco de astronomía porque me gusta leer sobre ella, pero en realidad, hay muchos temas de los cuales no sé nada. Recuerda que no tuvimos una educación formal, y que la mayoría de las cosas que sabemos nos las enseñó Ryder.

—Ahora eres tú quien se está menospreciando Skye —dijo Chase intentando animarla—, con o sin educación formal, eres la cachorra más lista que conozco.

—Gracias Chase, realmente lo aprecio —dijo Skye mirando a Chase tiernamente—, sabes, a veces pienso que me hubiera gustado ir a la escuela, hubiera sido divertido.

—Sí, yo también lo he pensado —dijo Chase bajando la mirada—, no todos los perros pueden hacerlo, pero Ryder tampoco ha sido un mal maestro, él en verdad nos a enseñado y apoyado mucho.

—Sí, tienes razón —dijo Skye pensativa—, no podríamos esperar menos de un niño que terminó la preparatoria a los 7 años jiji.

—Ryder en verdad es alguien de temer jeje —dijo Chase algo nervioso e inseguro—, aunque a veces siento que desconfía mucho de otras personas, incluso de nosotros. Y no sé si es por protegernos, por ocultarnos algo, o simplemente porque no confía completamente en nosotros.

—Sí..., nos oculta muchas cosas, de eso no hay duda, él a veces da miedo..., mejor... cambiemos de tema ¿sí? —dijo Skye con nerviosismo y sonando temerosa, como ocultando algo, para después calmarse e intentar tranquilizar el ambiente—, ¿te gustaría observar por el telescopio un rato?, la lluvia de estrellas podría comenzar en cualquier momento.

—¡Claro!, ¡no puedo esperar a que empiece! —dijo Chase con emoción poniendo su ojo en la lente.


Los cachorros continuaron observando por el telescopio durante unas horas más, solo hablando de cosas más triviales mientras esperaban a que comenzara la lluvia de estrellas. En algún momento Chase y Skye decidieron solo recostarse en el suelo boca arriba, cada uno envuelto en su propia manta para poder observar las estrellas. Skye solo siguió hablando de las cosas que sabía sobre el espacio y Chase solo la escuchaba atentamente. A estas alturas, Chase estaba comenzando a dudar si este era realmente el mejor momento para revelarle a Skye lo que siente. Conforme pasaba el tiempo, el pastor se sentía más resignado, no sabía que debía hacer.

—Y esa es Arcturus —dijo Skye señalando un punto del cielo con su pata—, es la tercera estrella más brillante del firmamento, y la más brillante de la constelación de Bootes, esa de allí, la que parece una especie de cometa en forma de rombo, aunque según los antiguos griegos, era una persona arando el campo con bueyes, por eso se le conoce también como "El Boyero".

—Wow, los antiguos griegos tenían una percepción rara de la realidad —dijo Chase algo sorprendido.

—Y que lo digas —respondió Skye—, la Osa Mayor, justo a lado de Bootes, parece más un cucharón que un oso, ¿no crees?

—Un gran cucharon de sopa —dijo Chase señalando el cielo con sus patas—. Y... ¿cuál es la estrella polar?

—Mmmm, te refieres a Polaris, es esa de allá —dijo Skye señalando un punto alto del cielo con su pata—. Es la estrella más próxima al polo norte de la bóveda celeste, es aquella estrella en la cola de la Osa Menor. Aunque no es muy brillante, sirve para orientarse porque siempre apunta al norte. Es la estrella más alta de todas, desde nuestra perspectiva, claro.

—Genial... y... ¿cuál es la estrella más brillante? —preguntó Chase volteando a ver a Skye.

—¡Sirius por supuesto!, ¡es esa de allá!... —respondió Skye apuntando al cielo con emoción mientras miraba a Chase con una linda sonrisa en su rostro—, también es llamada como "Alfa Canis Maioris", pero es más conocida como "La Estrella de los Perros", ¡es nuestra estrella! Es la más brillante del firmamento, también es la estrella más brillante de la constelación del Can Mayor, el leal compañero del cazador Orión. En la mitología griega, Sirius fue el perro que Artemisa le entregó a Orión para que sirviera como su compañero de caza en la eternidad, por eso es que parece que el Can Mayor siempre sigue a Orión por todo el cielo. Me sorprende que no lo supieras Chase, tienes mucha historia.

—Wow... la estrella de los perros..., Sirius... amigo, le diste honor a tu nombre..., espero poder hacer lo mismo —dijo Chase hablando en voz baja mientras miraba al cielo recordando el pasado.

—Sabes, existen muchas leyendas antiguas relacionadas con la estrella Sirius —comenzó Skye pensándolo más detenidamente—. Los inuit de Alaska conocían a la estrella como "El Perro Luna", los chinos la llamaban "El Lobo Celestial", los pawnee de Nebraska "La Estrella Coyote". De alguna manera… muchas culturas distantes relacionaban la estrella de una u otra forma con los canes…, como si estuviésemos conectados a ella. En la mitología griega y romana, Sirius era el dios protector de los perros, y el guardián del calor de verano. Esto debido a que la llegada de Sirius a la bóveda celeste siempre coincidía con la llegada del verano, por eso se creía que la estrella era la causa de los días calurosos. Los perros de la antigüedad lo veneraban tanto como le temían. Como a los perros siempre nos ha afectado el calor más que a los humanos, para ellos era una muestra de su poder sobre nosotros, creían que Sirius era quien nos hacía jadear. Los perros de aquel tiempo también pensaban que fuimos un regalo de los dioses para los humanos, para servirles como sus leales compañeros. Y también creían que las almas de los perros volvían a Sirius después de la muerte para poder reunirse de nuevo con sus antepasados. Son creencias muy interesantes, ¿no lo crees Chase?

—Bueno..., son interesantes, pero son solo mitos antiguos —dijo Chase sin mucha emoción—, historias que la gente inventaba para explicar lo que no entendían, como esa extraña relación de Sirius y el calor.

—Sí... supongo... —dijo Skye pensando en el tema con melancolía. Pensar en este tipo de cosas siempre ponía muy sensible a la cockapoo.

—Sabes mucho sobre estas cosas Skye, dime, ¿por qué te gusta tanto la astronomía? —preguntó Chase con mucha inocencia y curiosidad.

Skye no esperaba una pregunta así, claro, puede que para Chase no fuera una pregunta muy complicada, pero para ella... había un gran trasfondo que merecía la pena contar.

—Bueno... creo que es cuestión de perspectiva —contó Skye sonando muy melancólica y algo triste—. Por mucho tiempo... me sentí muy pequeña y débil, lo sabes bien, sentía que mi vida carecía de importancia, que si me pasara algo, podrían reemplazarme fácilmente. Yo intentaba no pensar en eso y fingir que todo estaba bien, pero... por mucho tiempo... creí que debía esforzarme el doble que ustedes para poder sentir que merecía mi lugar. Y una noche mientras miraba al cielo antes de dormir, pensé en lo que sentía, me di cuenta de lo pequeña que soy..., que somos todos. Vi todas esas estrellas..., pensé en cuántas de esas estrellas tendrían un planeta como la Tierra girando a su alrededor, cuántos de esos planetas tendrían vida, cuántos de esos planetas tuvieron vida pero dejaron de tenerla, cuántas de esas estrellas seguirían vivas y no eran solo un punto de luz en la noche esperando a apagarse para siempre. La vida es tan frágil..., tan fugaz..., tan corta..., todos somos tan pequeños, solo somos un pequeño punto en el cielo de otro mundo, un punto que podría desaparecer de un momento a otro y nadie más conocería lo que fue. Pensé en eso y más, sentí mucho miedo, y solo podía pensar en que quería saber más, saber todo lo que pudiera sobre el espacio, lo que fue, lo que podría ser. Se me hizo una obsesión, solo quería saber más sobre el universo en el que vivo, no lo sé, talvez buscaba encontrar algún significado para mi vida o algo así. Cuando pude..., comencé a estudiar más enserio la astronomía, vi la belleza del espacio, y del cielo que podía observar. Puede que desde siempre me gustara observar el cielo y las estrellas, pero no fue hasta que comencé a leer más sobre el espacio que pude apreciar todo. Me di cuenta que la vida, nuestra vida, es solo un pequeño punto en la inmensidad del universo, y lo mejor que podemos hacer es disfrutarla mientras podamos, porque no sabemos cuánto durara. Quiero estudiar la belleza de la naturaleza de nuestro universo mientras tenga la oportunidad, ¡quiero verlo todo! Creo que por eso me gusta la astronomía, porque me dio una perspectiva más amplia de mi propia vida, y de lo mucho que debería apreciarla.

Chase tenía el hocico muy abierto después de escuchar los pensamientos de Skye. Estaba incrédulo ante toda esa explicación, esto en verdad lo superaba por mucho. Él esperaba alguna respuesta como "porque las estrellas son hermosas" o algo así, no esperaba un pensamiento tan existencialista y profundo.

El pastor no pudo evitar reflexionar sobre todo lo que Skye dijo, todos esos pensamientos sobre el valor de la vida y lo frágil y corta que era, pensó que Skye tenía razón..., tenía mucha razón. A qué le tenía tanto miedo el pastor, por qué no podía simplemente decírselo, se estaba perdiendo de mucho solo por tener miedo al rechazo, temía arruinarlo. La vida es una experiencia que solo experimentará una vez, y si había algo de lo que Chase estaba completamente seguro, era que quería vivir su vida con Skye, sin importar la forma, deseaba estar a su lado siempre, ya sea como su amigo, o talvez, como algo más.

Chase se sentó de golpe en el suelo sobre su manta después de estar recostado a lado de Skye, tenía una expresión muy nerviosa en su rostro, como si hubiera tenido alguna clase de epifanía.

—¡¡¡SOY UN COMPLETO TONTO!!! —gritó Chase sin preocuparse mucho por que Skye lo escuchara.

—¡¿Por qué dices eso?!, ¿qué pasa? —preguntó Skye también levantándose de golpe.

—Skye... Skye yo... yo necesito... —dijo Chase antes de ser distraído en ese momento por una fuerte ráfaga de viento helado que azotó la montaña. Ambos cachorros temblaron sintiendo mucho frio.

Chase vio como la cockapoo sufría por el fuerte viento helado. Skye estaba temblando mucho, aun después de cubrirse con su propia manta, ella mantuvo sus ojos cerrados esperando que el viento pasara.

El pastor no lo pensó dos veces y tomó su propia manta para cubrir a Skye con ella para protegerla más del fuerte viento. Chase mantuvo la manta sobre Skye mientras la abrazaba, asegurándose de mantenerla totalmente cubierta con ambas mantas. El viento frio era muy fuerte y Chase solo intentaba soportarlo, su prioridad era mantener a Skye caliente.

Cuando la ráfaga de viento pasó, el pastor siguió cubriendo a Skye por un rato más hasta que ella misma notó que Chase no estaba cubierto con nada más que el suéter que traía puesto.

—¡Chase...! ¡por dios!, ¡no tenías que cubrirme!, te vas a resfriar —dijo Skye alzando la cabeza para ver a Chase, preocupada por la salud del pastor—. Creo que no fue buena idea venir aquí en esta época del año, enserio lo siento.

Chase solo se quedó callado con la mirada caída mientras mantenía a la cockapoo cubierta. Skye se descubrió la cabeza por completo y pudo ver la expresión triste de Chase en su rostro, el pastor tenía una mirada muy melancólica mientras veía a Skye a los ojos.

—Chase... ¿estás bien? —preguntó Skye con preocupación.

—Sí tenía... tenía que cubrirte... —comenzó diciendo Chase con una voz cortada y los ojos llorosos—, Skye... nunca nadie podría reemplazarte... a ti..., tu alegría capaz de sacarme de la más profunda tristeza…, tu linda sonrisa en las mañanas cuando me deseas tener un buen día…, tus bellos ojos violetas que me tranquilizan y me dan tanta paz…, tú siempre has tenido una forma muy especial de desaparecer mis problemas, y no podría estar más agradecido contigo por eso. Eres una bella luz en la oscuridad para mí, una luz que solo puede darme felicidad y buenos deseos, eres la mayor alegría de mi vida.

Skye no podía creerlo, "¿enserio es real lo que estoy escuchando?", "¿realmente está sucediendo?", "¿Chase por fin lo dirá?", esas y mil preguntas más llenaron la mente de Skye al momento de comenzar a escuchar al pastor hablar.

—Cuando te conocí... —siguió Chase, comenzando a llorar mientras hablaba—, solo podía pensar en que debía cuidarte… a ti…, a esa pequeña y temerosa cachorra curiosa…, a mi nueva mejor amiga. Desde que nos conocimos, nunca me he sentido solo cuando estoy contigo, porque sé que si te necesito, tú estarás ahí… en cualquier momento…, tú…, la persona en quien más confió en la vida, la persona que más aprecio y respeto, eres la persona más importante de mi vida.

—En verdad está pasando esta noche..., no puedo creerlo..., Chase... por favor… continua…, no pares… —pensó Skye sin poder apartar su mirada del pastor.

—Skye..., no puedo evitar buscar protegerte —continuó Chase—, todos los días temo que algo malo pase, y que sea la última vez que te vea. Hemos arriesgado nuestras vidas tantas veces que... simplemente no puedo evitar pensarlo. No puedo evitar pensar en que podría perderte… a ti…, tú eres lo mejor de mi vida, mi alegría, mi felicidad, mi mejor amiga, mi amiga más intima, mi confidente, mi razón para continuar, para esforzarme, para seguir buscando ser una mejor persona, eres todo eso para mí y mucho más.

La cockapoo sentía como si flotara en las nubes más suaves, aún no podía creerlo por completo, ella esperó por años este momento. Una parte de sí misma creía que este día nunca llegaría, mientras que otra, en lo más profundo de su corazón, se reusaba a perder toda esperanza.

—Eres lo más importante para mí —siguió Chase con un poco más de confianza—, eres lo más valioso de mi vida. Tú siempre has estado ahí para mí, en los buenos momentos..., en los malos momentos…, tú me cuidas. Es por eso que no temo equivocarme al decirte lo que más he querido decirte en mi vida..., decirte lo que siento por ti.

Chase se quedó callado por unos momentos, como si dudara en decir lo que tanto quería decir.

—Vamos Chase, tú puedes hacerlo, solo dilo —pensó Skye muy emocionada y conmovida.

—Skye… te amo... te amo mucho... te amo más que a mi vida —dijo Chase mientras lloraba, mirando a Skye directamente a sus tiernos ojos—. Amo tu alegría, tu fuerza, tu valor, tu belleza, todas tus virtudes y defectos. Amo todo de ti… y te necesito..., te necesito en mi vida..., te necesito para siempre a mi lado… Nadie en este mundo puede hacerme sentir amado de la misma forma en como tú puedes hacerlo… y es por eso que quiero estar contigo toda mi vida, sin importar si es una vida larga o corta, quiero estar a tu lado para siempre.

—Chase... lo dijo..., él lo dijo al fin…, y no pudo haber sido una declaración más perfecta, linda y sincera, él lo dijo todo… desde el fondo de su corazón…, él lo dijo… —pensó Skye derramando algunas lagrimas.

—Estoy consiente de mis problemas... —dijo Chase bajando la mirada avergonzado—. Sé que no soy el más valiente, inteligente o el más fuerte. Sé que tengo muchos defectos y debilidades. Sé que tengo muchos traumas y que suelo necesitar mucho de tu ayuda para sentirme mejor. Sé que no soy la gran cosa..., y espero de todo corazón no haberte asustado con mis palabras. Yo valoro mucho nuestra amistad, y si tú... no sientes lo mismo por mí... yo... respetaré tus deseos. Si ese es el caso, por favor... quiero seguir siendo tu amigo, por favor... no quiero arruinar nuestra amistad, por favor…

Skye no lo pensó por más tiempo y, muy lentamente, tomó con suavidad el rostro del pastor con sus patas, y lo levantó para poder mirarlo directamente a los ojos mientras mostraba una linda sonrisa. Skye no pudo evitar mirarlo con ternura mientras limpiaba las lagrimas de los ojos de su pastor con sus patas. La cockapoo lentamente acercó su rostro al de Chase sin apartar su mirada de sus ojos... hasta conectar sus labios con los del cachorro que más amaba.

Chase no podía creerlo..., Skye... lo besó, lo estaba besando justo ahora..., su primer beso. Era una experiencia nueva, el pastor no sabía bien como corresponderle, pero él no iba a dejar a Skye sola en esto. Chase se esforzó por seguirla y besarla también.

En ese momento se pudo escuchar a lo lejos en la ciudad como comenzaba el espectáculo de fuegos artificiales, se podían observar las luces coloridas iluminando el cielo nocturno en la playa. Ambos cachorros cerraron sus ojos y continuaron besándose muy apasionadamente sin querer apartarse del otro, se besaron por un largo rato, ambos disfrutando de esta nueva experiencia. Cuando por fin soltaron el beso, ambos se quedaron viéndose mutuamente sin estar seguros de que decir después de eso.

—Wow..., tú... me besaste... a mí... —dijo Chase sin poder creerlo aún.

—Tú... dijiste que me amas..., lo hiciste..., enserio lo hiciste… —dijo Skye emocionada mostrando una tierna sonrisa.

Ambos cachorros voltearon la mirada hacia la ciudad, pudiendo ver a lo lejos las luces resplandecientes de los fuegos artificiales iluminando la noche y el mar.

—Increíble..., ya es año nuevo…, fue un buen momento para decírmelo Chase, yo también te amo mucho —dijo Skye volteando a ver a Chase a los ojos de nuevo.

—¿Enserio...? ¿tú...? ¿me amas? —preguntó Chase sin poder creerlo mientras señalaba a Skye con su pata.

Skye solo volvió a acercarse a Chase para darle otro tierno beso que Chase no dudó en aceptar.

—Me sorprende que te sorprenda jiji —dijo Skye riendo un poco y mostrando su linda sonrisa.

En ese momento en el cielo, unas pequeñas luces fugases pudieron vislumbrarse a lo lejos en el firmamento, captando la atención de los cachorros.

—La lluvia de estrellas... comenzó… —dijo Chase asombrado.

—¿Te gustaría ver la lluvia de estrellas conmigo? —preguntó Skye inclinando un poco la cabeza muy tiernamente.

—¡Me encantaría mucho!, ¡feliz año nuevo Skye!, ¡te amo!, ¡te amo mucho!, ¡se siente tan bien poder decirlo al fin! —dijo Chase visiblemente emocionado mirando a Skye a los ojos.

—¡Feliz año nuevo Chase!, yo también te amo, no sabes lo feliz que estoy en este momento —dijo Skye tomando a Chase de una de sus patas para acercarse juntos al telescopio.

Los dos cachorros estuvieron observando juntos la lluvia de estrellas en el telescopio por un par de horas más, ambos pensando en el gran año que les aguardaba por delante.