Parte II. Primera Relación.

Capítulo 8.

La Primera Cita, Parte 1.

Katie y Ella están ayudando a Skye a prepararse para su primera cita con Chase, pero las cosas van mal cuando una conversación toma un giro inesperado.


Era una linda mañana anunciando un nuevo día en Adventure Bay, una día que prometía ser más tranquilo en comparación con la fuerte tormenta de nieve que azotó la ciudad la noche anterior. Toda esa semana el clima no dio mucha tregua a la gente, por lo que este era un día muy agradable en comparación. La nieve cubría los alrededores de la ciudad en grandes cantidades, por lo que la Alcaldesa Goodway solicitó a la Patrulla Canina limpiar la nieve de las calles para evitar accidentes y agilizar el transito de vehículos. Una tarea que Ryder y los cachorros tardaron en completar toda la mañana.

Ya habían pasado cinco días desde que Chase y Skye habían formalizado su relación, y desde entonces ellos habían planeado tener su primera cita, pero debido al mal clima y a las fuertes ventiscas que ocurrieron toda la semana, la pareja no había podido salir a divertirse como pareja por primera vez. Habían pasado toda la semana solo viendo películas dentro del mirador. Afuera hacía demasiado frio, tanto que ni siquiera podían salir al jardín para jugar en la nieve sin congelarse, por lo que las únicas veces que habían salido del mirador fue para atender emergencias, la gran mayoría siendo accidentes provocados por las fuertes tormentas de nieve. Había sido una semana especialmente complicada y dura para el equipo de cachorros, por lo que tener un día tranquilo fue una bendición que los puso felices a todos.

Chase y Skye querían aprovechar el día para tener su primera cita, por lo que esa mañana acordaron almorzar juntos en el restaurante del Sr. Porter al medio día, justo después de terminar con sus asignaciones de esa mañana con respecto a su misión de limpiar la nieve de las calles. Todos terminaron alrededor de las 11 de la mañana, por lo que Chase y Skye decidieron usar esa hora libre que tenían para prepararse para su primera cita.

Skye usó su tiempo para ir al salón de Katie para darse un buen baño. Su trabajo esa mañana no había sido sencillo y había terminado con su pelaje bastante desarreglado. Skye tomó un largo y relajante baño en una de las bañeras de Katie, para después secar su pelaje con una de las secadoras de cabello antes de que Katie le peinara el pelaje.

—¡Ay qué linda cachorrita eres Skye! —dijo Katie con una gran sonrisa mientras secaba el pelaje de Skye, mostrándose emocionada por su amiga canina—, no puedo creer que por fin tendrás tu primera cita, estás creciendo tan rápido, Chase es un chico afortunado.

—¡Sí Skye!, ¡qué emoción! —dijo Ella muy emocionada y extasiada—. Tú ya eres muy linda, y quedaras más linda una vez que terminemos de arreglarte. ¡Estoy tan celosa de ti!, tienes tanta suerte, Chase es muy guapo y ahora será solo tuyo. ¡Aaahhh...! no puedo creerlo.

—Gracias chicas..., creo... —dijo Skye algo apenada—, pero no estoy segura de que sea nuestra primera cita, no es la primera vez que salgo con Chase a solas.

—Pero es la primera vez desde que son una pareja completamente oficial, así que técnicamente sí es su primera cita —explicó Ella con alegría.

—Tienes mucha suerte Skye, Chase sí te dejó las cosas claras desde el principio —dijo Katie algo decaída mientras peinaba el pelaje de la cockapoo.

—¿Qué...? ¿qué quieres decir Katie? —preguntó Skye extrañada por aquel comentario.

—No es nada... —dijo Katie algo incomoda—, es solo..., bueno..., saben que salgo con Ryder desde hace un tiempo, y bueno, no es como Chase, Chase sí te propuso que fueras su novia después de declararse Skye, pero Ryder es más... reservado, no nos vemos muy a menudo, y bueno, él sabe lo que siento por él, y yo sé que él también tiene sentimientos por mí, pero eso es todo, no hay más, no sé si estamos yendo a algún lado, es como estar en alguna especie de limbo.

—Katie..., deberías decírselo —recomendó Skye con seriedad—, no creo que eso sea justo para ambos. Creo que deberían tomarse un momento para hablar seriamente de eso, dejar en claro si quieren tener una relación, o si sería mejor solo ser amigos, y que cada quien siga con su camino.

—Sí... bueno... quisiera, pero Ryder siempre está ocupado, y no siempre sé como hablar con él, me pone nerviosa —dijo Katie sintiéndose insegura.

—Katie... hazlo, no te pongas escusas, entre más tiempo pase..., peor será..., créeme... —dijo Skye con una mirada triste—. Durante mucho tiempo... yo me sentí igual, no sabía si Chase me confesaría sus sentimientos algún día, tampoco sabía si yo debía hacerlo, ni siquiera estaba segura si realmente podría haber algo entre nosotros. Si algo aprendí de eso, es que el tiempo no vuelve. Pudimos ser pareja desde hace mucho, pero ambos fuimos demasiado inseguros e inmaduros para notarlo. Si no fuera porque Chase se armó de valor para decírmelo, seguiríamos igual.

Las palabras de Skye resonaron en los oídos de Katie. La cockapoo tenía mucha razón, solo estaban perdiendo el tiempo, y eso no era justo para nadie.

—Tienes razón Skye, ¡lo haré!, la próxima vez que vea a Ryder hablaré seriamente con él —dijo Katie con determinación mientras terminaba de arreglar el pelaje de Skye.

—¡Gracias chicas!, es bueno saber que a veces no nos dejan la parte más complicada a los chicos. Nos ahorrarían mucho tiempo si nos dijeran que solo jugaran con nosotros una semana —dijo Tuck con amargura desde una esquina de la habitación, quien hasta hace un momento solo estaba viendo videos de YouTube en el celular de Katie.

—¡TUCK!, ¡no seas grosero! —gritó Katie con algo de enojo.

—¡Sí hermano!, ¡ya supéralo! —dijo Ella con molestia.

—¿Qué le sucede? —le preguntó Skye a Ella en voz baja.

—No le hagas caso Skye, a veces se pone así —comenzó explicando Ella—. El verano pasado conoció a una chica, y ella lo abandonó una semana después. Creo que solo estaba aquí de vacaciones, y un día solo se fue sin despedirse. Tuck gastó todos sus ahorros en cosas para ella, y aún no la supera.

—¡No puedo simplemente olvidarla Ella! —gritó el golden retriever derramando algunas lagrimas—, Amy me dio la mejor semana de mi vida..., y yo le di todo lo que tenía..., ¿no podía tan siquiera despedirse?

—¡Tú tuviste la culpa Tuck!, ¡te advertí que no confiaras en esa poodle! —dijo Ella con desdén—. Todos saben que no puedes confiar en las poodle, todas son presumidas, frívolas, y muy arrogantes. Siempre se aprovechan de los machos ingenuos que las consideran lindas, solo terminan aprovechándose de ellos para obtener todo lo que quieren.

—¡ELLA BASTA! —susurró Katie con fuerza y desesperación. Katie estaba como loca, parada detrás de Skye intentando hacerle señas a Ella para que dejara de hablar.

—¿No hablas enserio... verdad Ella? —preguntó Skye derramando algunas lagrimas sintiéndose muy traicionada.

—¡Claro que sí!, ¡jamás sería amiga de una poodle! —dijo Ella con seguridad.

Skye no pudo resistirlo más y comenzó a llorar después de escuchar a una de sus amigas hablar así. Eso la hizo sentirse muy mal y la cockapoo solo salió corriendo de su asiento para encerrarse en el baño y llorar en paz.

—¡Skye, espera!, ¡¿qué tienes?!, ¡¿qué sucede?! —gritó Ella cuando vio a Skye salir corriendo llorando para encerrase en el baño.

Katie solo se llevó una mano a la frente mientras movía su cabeza de lado a lado, sintiéndose muy avergonzada.

—Katie, ¿por qué se molestó Skye?, no entiendo —dijo Ella muy confundida, sintiéndose preocupada por su amiga.

—¡Ay Ella...! —dijo Katie aún con una mano en la frente—. Skye es una poodle.

La golden retriever se quedó helada al escuchar a su ama decir eso. De todas las cosas que podían ser, eso era lo que menos esperaba escuchar.

—Espera... ¡¡¡QUÉ!!!, ¡¡¡NO!!!, ¡no puede ser...! —gritó Ella sorprendida y muy preocupada—. ¡¿Estás segura?!, Skye no..., ella no parece una poodle. Todo este tiempo pensé que Skye era una cocker spaniel.

—Para ser más especifica... —comenzó explicando Katie—, Skye es una "Cockapoo", mitad Cocker Spaniel... y mitad Poodle, de ahí su nombre "Cock-a-poo".

—¡QUÉ!, ¡¿cómo iba a saber eso?!, ¡¿cómo pude decir todas esas cosas hirientes frente a ella?!, ¡¿en qué estaba pensando?!, ¡soy una idiota! —dijo Ella bajando la cabeza con tristeza y decepcionada de sí misma.

—Tú lo has dicho hermanita..., ahora sí te luciste —dijo Tuck desde donde estaba sentado, solo viendo lo que ocurría.

—¡Cállate Tuck!, esto es grave —dijo Ella molesta y preocupada.

—Es mi culpa, debí detener esa conversación cuando pude —dijo Katie con pesar—. Iré a hablar con ella.

—¡Espera Katie!, yo iré, es mi responsabilidad, yo la lastimé, y por eso debo ser yo quien arregle las cosas con ella —dijo Ella decidida a hablar con Skye.

Lentamente, Ella caminó hacia la puerta del baño. Se sentía bastante arrepentida de todo lo que dijo, ella no quería lastimar a Skye, y realmente necesitaba arreglar las cosas con ella. Levantó su pata y por un momento dudó en tocar la puerta, pero no podía dejar las cosas así, debía reparar su amistad con Skye, no había otra manera. Entonces se decidió y tocó la puerta.

—Skye... ¿estás ahí? —preguntó Ella insegura.

—¿Estás ahí?, que pregunta tan estúpida —pensó Ella reprendiéndose a sí misma por preguntar eso.

—Vete... —dijo Skye en voz baja, sonando muy triste desde el otro lado de la puerta.

—Skye... enserio lo siento..., nada de lo que dije fue por ti..., tú no eres así... yo... —dijo Ella con la voz cortada y sin estar segura de qué decir ni de cómo arreglar las cosas—, yo fui una idiota..., soy una idiota por haber dicho eso, enserio no quería lastimarte, lo siento mucho. No me odies, por favor habla conmigo.

Después de decir eso, se escuchó como el pomo de la puerta giró con un sutil "clic". La puerta lentamente se abrió con un suave rechinido, revelando a una cockapoo con los ojos llorosos y una mirada triste en dirección al suelo.

—No te odio… —dijo Skye después de abrir la puerta completamente—, ni tampoco te culpo por pensar esas cosas, pero lo que dijiste... no estuvo bien.

—Lo sé... y enserio lo siento… —dijo Ella sonando muy arrepentida.

—Mi mamá... era una poodle... y ella me abandonó a mí y a toda mi camada cuando éramos unos bebés —dijo Skye en un tono muy triste, levantando la mirada mientras se dirigía a Ella—. Durante mucho tiempo, yo pensé de forma muy parecida a ti…, pero con el tiempo, me di cuenta de que solo me estaba despreciando a mí misma, y a mi pasado. No está bien juzgar a toda una raza de esa forma.

—Enserio lo siento Skye... —dijo Ella derramando algunas lagrimas.

—Pero… cuando dijiste todas esas cosas… —dijo Skye aún con los ojos llorosos—, no pude evitar pensar que talvez tenías razón..., que talvez yo pude haber estado aprovechándome de Chase todos estos años.

—No digas eso Skye…, eso no es verdad… —dijo Ella con una mirada triste.

—Yo siempre supe que Chase estaba enamorado de mí…, desde hace años…, siempre lo supe… —remarcó Skye con mucho pesar mientras seguía llorando—. Yo sabía que él estaba sufriendo en silencio por eso… y no hice nada, solo aceptaba todo lo que él me daba. Pude ser yo quien se declarara primero, porque sabía que Chase tenía demasiado miedo de hacerlo. Pude aligerar su carga y no lo hice, solo me senté a esperar a que él hiciera todo el trabajo…, ¡soy terrible!

—Skye..., Chase te ha dado mucho porque él te ama ¿no? —dijo Ella intentando reconfortar a Skye—, tú nunca hiciste nada para lastimarlo, al contrario, tú también estabas ahí para él cuando te necesitaba, y siempre fuiste linda con él. Sí, puede que nunca le dijeras nada, pero eso fue porque ambos tenían miedo de hacerlo, tú no hiciste nada malo Skye.

—¿Enserio crees eso? —preguntó Skye con una mirada anhelante.

—Por supuesto —dijo Ella con seguridad—, ustedes dos se quieren mucho, y es seguro decir que ninguno a lastimado al otro, ¿o sí?

—No..., creo que no —respondió Skye limpiándose las lagrimas con sus patas.

—Entonces no estés triste, y por favor, olvida lo que esta idiota dijo de las poodles, ¿puedes? —dijo Ella señalándose a sí misma.

—Jijiji, claro Ella, gracias —dijo Skye riendo un poco y secándose la lagrimas.

—¿Estamos bien? —preguntó Ella algo nerviosa.

—Estamos bien, gracias Ella, por escuchar —dijo Skye más tranquila.

—Ni lo menciones, después de todo, yo fui quien metió la pata al principio —dijo Ella volviendo a sonreír—. Y bueno, no es que no quiera seguir charlando contigo Skye, pero creo que tienes un lugar más importante al cual debes ir, ¿o no?

—¡Oh!, es cierto, se me hace tarde, me tengo que ir, adiós, gracias —dijo Skye apurada, comenzando a correr para no llegar tarde con Chase.

Skye corrió hacia la salida, no sin antes despedirse de Katie.

—¡Gracias por todo Katie!, me tengo que ir —dijo Skye mientras corría a lado de la chica.

—¡Suerte Skye!, y disculpa el mal rato que te hicimos pasar —dijo Katie en voz alta para que Skye la escuchara.

—No se preocupen por eso, ¡gracias! —dijo Skye desde la puerta para después comenzar a correr por la acera.

—Me alegra que Skye no sea del tipo de persona que guarda rencor. Enserio lo siento Katie —dijo Ella caminando hacia Katie y sentándose a su lado.

—Sí, lo sé —dijo Katie acariciando la cabeza de la golden retriever—, pero enserio Ella, eso que dijiste sí estuvo muy mal. Por favor, piensa en ello.

—Lo sé Katie... lo sé... y tú, ¿hablaras con Ryder? —preguntó Ella curiosa, buscando cambiar de tema.

—Prometí que lo haría... y bueno... ¿sabes qué?, ¡iré ahora!... —dijo Katie comenzando a caminar con seguridad hacia la puerta y saliendo del local... solo para volver a entrar después de un minuto—. Iré en una hora... talvez. Primero limpiare este lugar, Ryder no se ira a ningún lado.

—Sí..., por lo menos tú sí sabes eso Katie —dijo Tuck en un tono decaído desde la esquina donde estaba sentado.

—Oh hermanito... enserio debes superarlo —dijo Ella de forma comprensiva.

—Lo sé... —dijo Tuck bajando la mirada de forma derrotada.

—Oigan, ¿qué tal si pedimos una pizza?, ya saben, para animar un poco las cosas —dijo Katie tomando el teléfono.

—Oh, oh... ¡qué sea hawaiana! —dijo Tuck con emoción y recobrando el brillo en sus ojos.

La cockapoo corrió lo más rápido que pudo por la acera. Había perdido la noción del tiempo cuando se molestó con Ella, y ahora iba a llegar un poco tarde a su cita con Chase. Skye no quería llegar tarde, era su primera cita con Chase, un momento que estuvo esperando desde hace mucho tiempo…, desde hace años.

Skye se sentía nerviosa, tenía un montón de pensamientos revueltos en su cabeza en ese momento.

—Chase... lo siento... —pensó Skye todavía acongojada mientras corría—. Ojalá todo hubiera sido distinto..., ¡no es justo!, ¿en verdad estoy haciendo lo correcto?..., no lo sé..., pero haré lo que sea para protegerte..., lo prometo...