Luces de Neón

Capítulo XVII

Nosotros

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

M por Mature Content – (Lime / Soft Lemmon)

Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)

Advertencia: Este capítulo contiene algo de lemmon de nivel medio, pondré un lemmon alert en esa parte.

•••

El gran árbol de navidad en medio del salón acogía con calidez las bolsas y cajas de diferentes tamaños y colores que ocultaban regalos para los presentes, las matriarcas de las familias reunidas en los asientos junto a la chimenea reían enternecidas viendo al pequeño Haru "bailar" mientras su madre interpretaba con gracia un villancico en el piano, los hombres no muy lejos de sus esposas hablaban de caballos y otras anécdotas del día a día compartiendo un whisky.

-Tardaron demasiado- regañó la madre de Sakura- Izumi-chan casi termina su interpretación.

-Lo siento Mebuki-san, es culpa de Sakura- sonrió traviesa Ino ocultándose detrás de su propia madre para esquivar la mirada acusadora de Sakura.

-Yo no soy la que se tardó media hora escogiendo una sombra de ojos- puso los ojos en blanco tomando asiento junto a su madre y rodeando sus hombros en un cálido abrazo- Feliz navidad mami- sonrió con ternura.

-Oh, alguien está contenta hoy- rio la Haruno mayor con sus amigas- Me pregunto por qué será…- dijo cantarina señalando con su mirada a Sasuke que se encontraba del otro lado de la sala leyendo la caja de instrucciones de un juguete de su sobrino ajeno a todo el ambiente navideño.

Todas las mujeres rieron divertidas cuando Sakura se sonrojó negando con las manos violentamente cruzando miradas cómplices con Tsunade en una muda petición de silencio.

Tsunade entrecerró su mirada con desconfianza.

-Eso fue precioso mi amor- halagó Itachi acercándose a su esposa por la espalda y rodeando su cuello con una elegante cadena de oro de la que colgaba un dije con forma de copo- feliz navidad- sonrió.

-Es preciosa ¡Me encanta! – Izumi se dio vuelta para besarlo dulcemente sonrojando a Itachi al sentirse observado por su madre y todas sus "tías".

-Oh el amor en la juventud…- suspiró Mikoto- Me recuerda cuando íbamos a la universidad ¿Recuerdas Mebuki?

-Que tiempos…- sonrió nostálgica la rubia.

Sus ojos jade se pasearon por toda la sala con alegría "A Holly Jolly Christmas" comenzó a sonar por los altavoces llenando el ambiente con esa suave y cálida melodía de cascabeles y coros que la caracterizaba, todos se veían felices, el árbol de Navidad la deslumbraba con sus luces doradas y nunca había tenido tantos regalos en su pie, el ambiente olía a chocolate con canela, whisky, ponche de huevo y galletas recién horneadas, suspiró soñadora y se levantó de su asiento cuando escuchó el timbre de la puerta principal, en seguida todos quienes estaban sentados se levantaron para saludar cordialmente a los recién llegados que eran escoltados por Nana Hikari, se acercó a la anciana y la rodeó con un abrazo.

El ambiente antes cálido y familiar se vio turbado por una ráfaga de aire helado que contrastaba con la calidez del interior.

- ¿Qué haces Nana? Ve a cambiarte para la cena, es navidad- hizo un puchero.

- Mi niña ¿Cómo se te ocurre sugerir tal cosa? – rio- yo cenaré con los demás en la cocina- afirmó.

-Pero eres como una abuelita para nosotros, eres familia- la pelirrosa llenó sus mejillas de aire en un mohín infantil que hizo que la anciana presionara su cara provocando un gracioso sonido.

-Sin excepciones- sonrió suavemente la anciana.

De reojo vio la mirada reprobatoria que le dirigió el abuelo de Sai antes de tomar la palabra.

El volumen de la música disminuyó.

-Buenas noches, veo que comparten una agradable velada, agradezco en nombre del clan Shimura su gentil invitación- saludó seriamente y con elocuencia tomando el vaso de whisky de la bandeja que le era servido por el camarero presente en el salón.

¿Clan Shimura? Pensó disgustada.

Se sintió repentinamente incómoda, los demás sonrieron con gentileza y cordialidad actuando acorde a la etiqueta, pero ella hizo gala de todo su autocontrol no haciendo una cara despectiva o de miedo por la presencia de ese desconocido que le crispaba los nervios.

-Es un gusto tenerlo con nosotros Shimura-san, bienvenido a la finca Haruno- saludó su padre como anfitrión estrechando la mano del hombre y como si de cumplir un protocolo se tratase vio a Ino alisarse discretamente la falda de su hermoso vestido azul como sus ojos antes de acercarse a saludar a los recién llegados y empezar con las presentaciones.

-Buenas noches y bienvenido Danzo-san que gusto ver que pudo acompañarnos- sonrió amablemente sonando segura y ocultando por completo su nerviosismo- Familia- llamó divertida- ya conocen a mi guapo novio Sai- los demás rieron y Danzo solo la observó con algo de intriga por su actitud- quiero presentarles al senador Danzo Shimura abuelo de Sai y su hermano Shin Shimura- espero que se sientan bienvenidos- sonrió amable.

Ambos hombres realizaron una leve reverencia formal antes de dar un rápido saludo a las mujeres pasando directo a integrarse a la conversación que mantenían los hombres unos pasos más alejados entre apretones de mano y presentaciones formales.

Vio a Danzo iniciar una conversación con su padre y Fugaku Uchiha con interés reflejado en su mirada, se le notaba complacido de reunirse con figuras importantes, también había notado la mirada despectiva que le había dirigido a su Nana cuando entraron y por esa razón se había acercado tan protectoramente a ella, desde su lugar observó con curiosidad el gesto de incomodidad de su padre al ser cuestionado sobre la ausencia de su hermano mayor.

Rio internamente.

Entonces venía por el pez gordo…

Ino se acercó caminando lentamente con una expresión graciosa en su rostro y la tomó de la mano para salir al pasillo.

- ¡Dios! - exclamó en un susurro alterado- ese fue el momento más incómodo de mi vida, toca toca- le tomó de la mano guiándola a su pecho para mostrarle los agitados latidos de su corazón- sentí que me iba a arrancar la cabeza ¿Lo arruiné verdad? - habló sin parar como una carretilla.

- Estuviste genial, tonta- rio Sakura- pero tenías razón, el viejo da miedo ¿Viste como miró a Nana Hikari? Si no fuera el abuelo de tu novio y nuestro invitado créeme que le hubiera dicho un par de cosas.

-Gracias por reprimir tu instinto asesino en pro de mi futro posible compromiso- suspiró Ino- sé que vino porque Sai ya le dio la noticia de que desea ya sabes… vivir juntos.

-Y el viejo es ultraconservador y vino aquí a evaluar tu procedencia social- rió- pues date por aprobada con Fugaku-san presente, aunque parecía algo decepcionado al no encontrarse aquí a mi tío el idiota.

-Nah, no lo creo, sé que es algo rarito, pero no parece ser tan mala persona como para querer involucrarse con Kazuya Avaricioso Haruno- suspiró- me preocupa que mi padre no está, no sé qué tan mal se verá para él- torció el gesto.

-Obviamente, si pregunta solo dile que no pudo venir por un viaje de negocios urgente, entenderá, no es como si no supiera cómo funciona este horrible mundo- rodó los ojos exasperada- ven, tenemos que volver o empezará a creer que somos amantes en secreto- se carcajeó ganándose un golpe en la frente cortesía de su mejor amiga.

•••

El rugido del motor de las motocicletas fusionado con la música a reventar en los altavoces lo ensordeció mientras se colocaba el casco, a su lado Yahiko verificaba que todo estuviera en orden antes de la carrera.

-Por favor, déjame ayudarte, sé que él sabrá que hacer…- Sakura le miró con pena después de escuchar su historia y sujetó su mano entre las suyas mientras veía las lágrimas de rabia rodar libres por el rostro ansioso y frustrado de Sasori.

-No puedo asociarme con los Uchiha para proteger el legado de mis abuelos, Sakura… no sabes cómo funciona esto…- expresó con preocupación.

-Ellos no son así…

-Los millonarios no se vuelven millonarios haciendo caridad Sakura, todos nuestros patrimonios están sucios, se lograron traicionando a alguien y yo estoy completamente solo en esta mierda- exclamó indignado.

- ¡El dinero de mi familia no está sucio!

- ¡Ellos jamás lo admitirían!

- ¡Eso no es verdad! ¡Solo estoy tratando de ayudarte! ¿Por qué tienes que hacerlo todo tan complicado?

-Todo parece genial, ten cuidado con la escarcha en la pista, hace demasiado frío- la voz de Yahiko se escuchó lejana- ¿Me estás escuchando?

- ¿Qué? – abandonó sus recuerdos para regresar su atención a su amigo con una mirada interrogante mientras se colocaba el casco.

-Nada, estás en las nubes viejo- torció el gesto con molestia y se tronó el cuello desenfadado.

La música estaba a tope, la explanada donde realizaban las carreras estaba a reventar de gente celebrando navidad con total libertad, las bebidas y las sustancias poco legales estaban a la orden del día, Sasori sonrió satisfecho haciendo rugir el motor de su motocicleta escuchando de fondo el conteo regresivo previo a la orden de salida.

Podía sentir la adrenalina corriendo por sus venas, desde las gradas para espectadores su familia lo apoyaba entre gritos y cervezas elevadas al cielo con júbilo.

Arrancó la moto a toda velocidad.

Le generaba placer, el aire helado filtrándose por la parte descubierta de su cuello hacia su espalda, la emoción, el frío y la adrenalina lo estremecían y aún con todas esas sensaciones vibrando en su piel solo pudo pensar en una cosa antes de derrapar.

En ella en un vestido perfecto, rodeada de su perfecta familia, sus perfectos amigos, en su perfecto rancho y brindando con un idiota que no la merecía.

Ella en su inocencia viviendo una utopía.

Y él hundido por siempre en la desidia buscando algo que pueda llenar su vida vacía.

•••

- ¿Cómo van las cosas en América?

- Al principio parecía algo más catastrófico de lo que realmente es- se limitó a responder Itachi dando un sorbo a su bebida- Es posible que solucionar lo de la demolición y gestionar los permisos nos tome menos tiempo del que creíamos, Obito está haciendo un buen trabajo.

-Oh Obito ¿Cómo se encuentra Rin? Supe que un nuevo Uchiha se ha integrado a la familia hace poco- sonrió Fugaku suavemente.

-Me tomé un momento para visitarlos en el hospital y todo parece ir de maravilla- sonrió Itachi.

Desde su posición Sasuke solo era un espectador de la dinámica entre su hermano y su padre, se sentía tan fuera de lugar mientras agitaba con suavidad el contenido de su vaso.

-Mira el lado positivo Sasuke, Itachi no tardará en volver a sus labores en Japón y tu podrás continuar con la vida que tanto extrañas- rio Fugaku, su hermano y el padre de Sakura que hasta el momento se mantenía al margen de la conversación secundaron su risa, su rostro serio ni se inmutó.

Las risas de los varones llamaron la atención del anciano Danzo quien se encontraba unos pasos más alejado charlando con la madre de Ino y sus nietos y con un comentario al que realmente no puso atención los demás lo integraron a la conversación que tomó tintes políticos a raíz de lo que había ocurrido con la senadora Akasuna.

Akasuna…

Pensó en ese chico pelirojo que rondaba a Sakura con intenciones inciertas y se cuestionó internamente sobre su regreso a Corea, en realidad no lo había pensado, no quería aceptarlo, pero tener a Sakura a su lado lo estaba cambiando, se estaba divirtiendo por primera vez en su vida, por qué cuando por fin empezaba a sentirse cómodo, cuando al fin empezaba a sentir calidez en su familia su padre tenía que recordarle "su lugar".

Cuando ella estaba cerca el mundo dejaba de ser gris, bastaba con ver a sus ojos verdes para darse cuenta de todos los preciosos colores que la rodeaban.

Sentía tantas cosas por ella que al final parecía no sentir nada, era el engaño de la calma.

Se acercó al enorme ventanal para observar la nieve caer ligera en el exterior aún sin llevarse el licor a los labios, removía el contenido distraído con los ojos fijos en los copos que se perdían en el hermoso manto blanco que cubría el rancho.

Por el reflejo de cristal vio a Sakura sonreír mientras recibía un regalo de su madre con ojos ilusionados y le entregaba el suyo, las mujeres celebraban y se abrazaban, todos parecían dichosos de compartir ese espacio, él se sentía abrumado, se sentía un intruso, una pieza sobrante en ese rompecabezas que formaban sus familias, como es que Mikoto encajaba tan bien en el lugar si se había ausentado de sus vidas tanto como él.

¿Por qué no podía sentirse parte de todo eso?

¿Era rechazo lo que sentía?

¿Rencor?

Sakura clavó sus jades en él y en el cristal vio reflejada una mezcla de ternura y tristeza cubrir su semblante antes de ponerse de pie rumbo a su encuentro.

Sakura…

No era justo para ella, él tenía una vida en Corea no en Japón, solo estaba ahí temporalmente y no podía arrastrarla con él a ese mundo monótono y gris en el que vivía, al que él pertenecía, si, era eso, se sentía fuera de lugar porque genuinamente no pertenecía ahí.

Estaba tomando prestada una vida que no era la suya.

•••

- ¡Naruto vuelve aquí! ¿Qué crees que haces mocoso? - Kushina irritada le tomó de la oreja derecha arrastrándolo de vuelta al interior de la enorme casa principal del complejo Uzumaki.

-Nagato me invitó a una fiesta de navidad con sus amigos- sonrió ampliamente.

-Nagato está dentro, Naruto, si vas a mentirme al menos miente bien- torció el gesto.

- ¡No miento mamá! Vine a preparar el auto mientras él se despide del abuelo- protestó- ¡Hey Nagato! Ven aquí y dile a mi madre que vamos a tu fiesta de navidad- suplicó.

Nagato le miró poco convencido.

Naruto le suplicó con la mirada.

Los ojos severos de Kushina Uzumaki consiguieron intimidarlo aún más que la lastima que sentía por su primo.

-S-si pero… te dije que después de cenar- casi murmuró y se aclaró la garganta- acabamos de llegar- trató de sonar más seguro.

Kushina sonrió complacida dándole unas suaves palmaditas en la cabeza.

-Eres un buen chico cariño- sonrió con ternura- vamos adentro- volteó para mirar a Naruto con seriedad- y tú no irás a ningún lado, tienes que estar aquí y recibir nuestros invitados- ahora entra- sentenció.

Nagato se preguntó seriamente si su madre habría sido así.

-Odio ser un anfitrión mamá- lloriqueó arrastrando los pies- eres un traidor Nagato, no te costaba nada cubrirme- le miró con rencor pasando a su lado.

Nagato se encogió de hombros, restándole importancia a los caprichos del Uzumaki.

•••

Se acercó despacito a su espalda rodeándole la cintura con sus brazos delgados, él no varió su expresión ausente contemplando el paisaje exterior a través del ventanal más alejado de la sala.

- ¿Disfrutando de la navidad? - preguntó sarcástica pegando la mejilla a su espalda ancha sintiendo su respiración calmada transformarse en un suspiro.

-Algo así…- se limitó a responder y cubrió sus pequeñas manos con las grandes masculinas dándoles un suave apretón antes de darse vuelta para observarla a los ojos- Feliz navidad Sakura- su expresión seria no varió, pero había sinceridad y un deje de tristeza en su mirada.

-Feliz navidad Sasuke-kun- sonrió ilusionada.

El dibujó un intento de sonrisa, pero su incomodidad era palpable, un deje de tristeza se instaló en sus ojos verdes comprendiendo en silencio las razones por las que él simplemente no podía involucrarse demasiado como lo hacían los demás.

Era algo tan nuevo para él.

Le tomó de la mano con cariño guiándolo hacia el gran árbol en el centro de la sala ganándose algunas miradas expectantes de sus amigos y familia, pero contrario a lo que todos podían estar pensando en ese momento, no es que vayan a realizar ningún anuncio, simplemente se sentaron juntos en un sofá libre junto al árbol y como si de un mensaje mudo se tratase todos simplemente volvieron a lo suyo felices de compartir un día especial en familia.

Sus risas y sus voces decoraban el ambiente, el whisky ya había desinhibido al senador y hablaban animadamente intercambiando algunas risas y regalos.

Entrelazó su mano con la de Sasuke y él volteó a mirarla con una ceja elevada que ella respondió con una suave sonrisa y una mirada comprensiva, entonces él entendió, ella simplemente estaba acompañándolo, no tenía que hablar, no tenía que fingir, a veces solo estar es suficiente.

Por eso le gustaba tanto.

Ella siempre sabía mirar a través de él.

Tomó una cajita de regalo del pie del árbol de navidad y se la entregó a Sasuke emocionada.

- ¡Ta-dá!- canturreó- anda ábrelo, es tu regalo de navidad- rió.

Su expresión indescifrable se acentuó mientras retiraba el lazo de la caja para descubrir su contenido ante la mirada emocionada y el gesto infantil de Sakura, como una niña pequeña dio un par de brincos sobre su sitio ansiosa por ver su cara cuando quitara el envoltorio.

- ¿Una cámara polaroid? - preguntó confundido.

- No tienes fotos de nada tonto y si no tienes fotos de nada ¿Cómo vas a recordar después? - cuestionó como si fuera lo más obvio del mundo.

-No necesito fotos de nada, para algo tengo un cerebro para recordar, los momentos se viven y ya- sentenció- pero gracias de todas formas.

Sakura rodó los ojos fastidiada quitándole la cámara de las manos y acercándolo a ella antes de hacer una mueca y disparar el flash haciendo la fotografía.

Pronto una imagen empezó a imprimirse en la pequeña lámina fotográfica saliendo de la cámara, la agitó un poco con su mano y finalmente la imagen se aclaró revelando el rostro disgustado de Sasuke y el rostro gracioso de Sakura.

Sakura rió suavemente con la imagen antes de declarar.

-Voy a quedarme con esta, es nuestra primera foto juntos- sonrió ampliamente.

Y finalmente Sasuke se dio cuenta, la conocía de toda la vida, pero ella tenía razón, era su única foto juntos.

Tomó el pequeño artefacto con curiosidad y aprovechando la distracción de Sakura disparó el flash hacia su rostro iluminado por la alegría y logró captar en sus ojos el cariño con el que contemplaba aquella fotografía.

¿Quién podría pensar que algo tan pequeño podía ser tan especial?

Tan especial para ella.

Ella que lo quería tanto.

¿Por qué no podía corresponder ese amor lo suficiente como para quedarse a su lado?

Con aquel triste pensamiento rondando su mente escondió la foto dentro de su traje y se agachó para buscar en el pie del árbol el regalo que tenía para ella encontrando la caja con el pijama de Friends chasqueando la lengua porque no era lo que buscaba.

-Ten… es uno de mis regalos para ti, no pasé por mi departamento hoy así que dejé el otro en el estudio- informó apacible.

Sakura le miro interrogante y emocionada abriendo el paquete entre sus manos- ¡Una pijama de mi serie favorita! – exclamó emocionada- ¿Lo recordaste? Es tan bonita…- la ilusión en sus ojos le hizo hundirse en su asiento con culpa.

-Itachi me dijo que te gustaría- aclaró mirándola a los ojos buscando la decepción en ellos.

No la encontró.

Por el contrario, ella rió suavemente, rodeándolo con sus brazos en una cálido abrazo- gracias, Sasuke-kun, es perfecto, pero aún me debes ese regalo misterioso- depositó un suave beso en su mejilla que consiguió remover algo en sus entrañas.

-Señores, la cena está servida- anunció la anciana ama de llaves con un gesto amable solicitando que la siguieran.

•••

- ¡Brindis! ¡Brindis! - coreaban las personas en el bar antes de que Yahiko subiera torpemente a la barra con un micrófono ya algo animado por los tragos.

-Quiero comenzar este brindis pidiéndoles un aplauso de pie para el idiota más grande de este bar ¡Sasori! – exclamó a todo pulmón en el micrófono arrancando risas, aplausos y ovaciones hacia él- gracias Sasori, si sigues corriendo así pronto podré dejar esta mugrosa pocilga- anunció bromeando con el fajo de billetes que había ganado con las apuestas de esa noche- haciéndole sonreír desde su esquina elevando su botella de cerveza en un gesto de aprobación- bien hablando en serio, quiero darles las gracias a todos por estar aquí un año más, hemos cerrado el circuito de este año con broche de oro, este ha sido un año grandioso para el bar, por fin pudimos reparar el lavabo que rompió Hidan el año pasado y es todo gracias a ustedes- sus ojos se aguaron y suspiró en el micrófono, desde su posición Sasori rió suavemente viendo a Konan roja como un tomate haciendo gestos para que se baje de ahí sintiendo vergüenza ajena- mi madre… amaba este bar y esta casa, es el lugar que la vio nacer, crecer…. Y partir… y yo también nací aquí y es mi hogar así que…- Konan relajó su rostro y sus ojos se llenaron de calidez- gracias por salvar este bar brindo por ustedes y ¡Por otro año lleno de éxitos! ¡FELIZ NAVIDAD! - finalizó sus discurso con fuerza agitando la botella de champan bañando con ella a quien estuviera cerca hasta que en un esfuerzo conjunto sus amigos le bajaron de la barra.

Caminó fuera del bar dejando atrás el júbilo, las risas y los gritos en búsqueda de algo de tranquilidad para fumar un cigarrillo en silencio, últimamente había duplicado o quizás triplicado su consumo de tabaco, ansiolíticos, somníferos y quien sabe que mierdas más le metía a su cuerpo cuando ya no podía consigo mismo.

Había estado huyendo de si mismo toda su vida.

Sacó su teléfono para revisar su última conversación con Sakura releyendo "Salgamos un día de estos ¡Feliz navidad Sasi!

"Sasi"

Recordaba el momento cuando ella le llamó con ese sobrenombre la primera vez, nunca le habían gustado los apodos, pero este era diferente porque venía de ella. Su nombre "Sasori" contrario a lo que pudiera parecer por ser el nombre que le había dado su terrible madre le encantaba puesto que significaba "escorpión" le iba bastante bien.

Silencioso, letal y excepcionalmente resistente.

•••

Cerró la puerta del estudio con el pie suavemente.

Después de la cena, se retiraron discretamente, Sakura se subió a su coche insistiendo en acompañarlo aprovechando que todos en la mesa conversaban animadamente y brindaban, sin notar su ausencia.

La dejó subir fingiendo desconocer sus intenciones.

Sobre el escritorio vio la cajita turquesa característica de esa marca de joyería que obsesionaba a Sakura desde pequeña. La atrapó antes de que ella la viera y suspiró.

-Feliz Navidad, Sakura- casi murmuró mientras un imperceptible rubor teñía sus mejillas y se aclaraba la garganta un poco avergonzado.

Los ojos de ella se iluminaron como estrellas al sujetar la cajita entre sus manos y ver el contenido.

- ¡Sasuke! No debiste… es… es precioso- sonrió ampliamente con felicidad genuina. ¿Me lo pones? - le extendió el brazalete y su muñeca moviendo los pies con la moderación de una niña ansiosa por lucirlo.

Inspiró profundamente, sintiéndose inexplicablemente abrumado mientras abrochaba la pieza de joyería.

Se veía perfecto, en ella todo era perfecto.

-Es perfecto... -suspiró ilusionada, contemplando su regalo: Un elegante brazalete de oro blanco con pequeños pétalos rosas adornándolo.

Lo eligió porque era sencillo pero precioso, justo como ella.

-Una vez dijiste que era tu sueño tener un brazalete de la amistad —dijo Sasuke con su voz profunda y serena, tratando de disimular el verdadero significado de aquel brazalete.

-Te lo dije cuando tenía doce años... ¿Lo recordabas? —sus ojos verdes parecían penetrar sus más íntimos pensamientos, haciéndole sentir… vulnerable más incluso si estuviera desnudo, pues este tipo de desnudez era una que quizás nunca había experimentado.

La desnudez de sus emociones.

Ella se acercó, colocando una mano sobre su mejilla con ternura.

-Gracias, Sasuke… gracias por recordarlo… -cerró los ojos y se apegó a su pecho, rodeándole la cintura con los brazos en el abrazo más sincero y dulce que le había dado hasta el momento.

Sasuke sentía que su corazón iba a salirse de su pecho.

Sí, recordaba ese momento.

Por primera vez, se dejó llevar y la rodeó con los brazos, correspondiendo a su abrazo con un apretón fuerte e inesperado en él. La acurrucó entre sus brazos casi con necesidad y ella se permitió reposar en ellos.

Él apoyó el mentón sobre su cabeza, acariciando suavemente su cabello rosado que caía como una cascada por su espalda.

Cerró los ojos, permitiéndose vivir solo ese momento.

Ella lo hacía sentir en casa.

•••

- ¿Por qué la cara larga? Ganaste la carrera- escuchó la voz femenina de su amiga peliazul a su espalda.

-Parece que son las únicas carreras que puedo permitirme ganar- murmuró sin despegar sus ojos pardos del cielo.

-Bueno… no se puede ganar en todo- ella se encogió de hombros y recargó su espalda relajadamente contra la columna de madera a su lado retirándole su tercer cigarro de los labios y llevándolo a los suyos dándole una profunda calada.

No le dijo nada.

-Creo que ya has tenido demasiado de esta porquería, Sasori- habló con seriedad haciendo bailar suavemente el cigarrillo entre sus dedos antes de pisarlo para apagarlo y patearlo hacia la nieve.

-No hablas del cigarrillo ¿Verdad? - por primera vez desde que entró en su campo de visión se detuvo a posar su mirada sobre ella y una sonrisa ladina apareció en sus labios.

-Lamento lo de tu abuela- le sonrió con tristeza viendo al joven pelirrojo encogerse de hombros y suspirar restándole importancia al asunto.

-Saber que ahora por fin descansa en paz me reconforta, murió justo antes de que ese monstruo despierte.

- ¿Ya fuiste a verla?

El negó con la cabeza suavemente.

-No le tengo miedo, pero tampoco voy a meterme en la boca del lobo a sabiendas de que quieren obligarme a firmar el traspaso, oye Konan…

-Ni lo menciones, sabes que siempre vamos a apoyarte, quédate en casa todo el tiempo que necesites- le dio una palmadita amistosa en el hombro- Además este lugar te pertenece.

Sasori rió suavemente.

-Traspasé la propiedad a nombre de Yahiko, pero no se lo digas aún, puse las escrituras debajo de su almohada hace rato como regalo, aún debe firmarlas- sacó otro cigarrillo de su bolsillo guiñándole un ojo y los ojos de Konan se abrieron asombrados- No quería que el bar se viera afectado si entro en un conflicto de intereses con la bruja y su lacayo.

-Gracias Sasori- le abrazó- en serio gracias, eres un gran amigo- una lagrima de alegría rodó por su mejilla.

-Sasori rodeo sus hombros con su brazo libre correspondiendo al abrazo- nunca dejaría que les quiten su hogar, además no puedes casarte con ese idiota sin que tenga algo que ofrecerte.

Rieron juntos divertidos.

-Feliz navidad vieja amiga- la apretó con su brazo sonriendo sinceramente.

-Feliz navidad viejo amigo…- sonrió.

- ¡VIEJO!

El grito emocionado y el estruendo de la puerta abriéndose y cerrándose los obligó a voltear sin romper su abrazo encontrándose al chico de cabellos naranjas sonriente y con sus ojos llenos de lágrimas de alegría sosteniendo las escrituras de su bar.

- ¡Gracias viejo! - exclamó antes de apretar los labios en un intento por no llorar y se unió al abrazo.

-Feliz navidad chicos- sonrió con sinceridad el de cabellos naranjas rodeándolos a ambos.

-Akatsuki siempre ha sido tuyo Yahiko- le dio un apretón.

Yahiko se separó para mirarlo a los ojos antes de revolverle el cabello rojo fraternalmente aprovechando su alta estatura- nuestro, amigo, Akatsuki siempre será nuestro- le corrigió- no puedo esperar para mostrárselo a papá.

Después de todo, cuando el banco embargó la propiedad y dejó a todos en la calle fue Sasori quien compró la compró y saldó la enorme deuda que había acumulado la familia de Yahiko durante años mientras luchaban por no quebrar, a fin de cuentas, salvar el bar y el taller era lo mínimo que podía hacer considerando que la madre de Yahiko le había salvado la vida cuando lo ayudó a salir del auto después del accidente cumpliendo el último deseo de su hermana antes de morir entre el metal retorcido del coche hecho pedazos y le acompañó en la ambulancia evitando que alguien atentara contra su vida otra vez, después de todo su hermana le había cubierto usando su propio cuerpo como escudo.

"Sasori… por favor vive…"

Sus últimas palabras y su rostro ensangrentado bañado en lágrimas aún le acompañaban en sus más terribles pesadillas.

Cada vez que se miraba al espejo.

Cada vez que estaba sobrio.

Como un susurro en el viento en cada día de tormenta.

••• Lemon •••

Fue Sakura quien rompió el abrazo y deslizó sus brazos rodeando su nuca para acercarlo a su boca y fue Sasuke quien selló la distancia atrapando sus labios en un beso cargado de pasión.

Sus corazones latiendo desenfrenados.

Sasuke sentía la tensión crecer en el ambiente, por su mente cruzaron flashbacks de todos los besos que había compartido con Sakura hasta el momento, todos sus momentos de intimidad, todos los momentos en los que en su mente pensó en ella deseando tocarla.

Deseando recorrerla.

El fuego lo invadió ardiendo en el centro de su pecho, se besaron profundamente sus labios librando una danza coordinada, Sakura tiró suavemente de los cabellos de su nuca encendiéndolo aún más.

La empujó y su espalda chocó con violencia contra la pared provocándole arquearse hacia adelante y arrancándole un gemido que Sasuke aprovechó para meter su lengua profundizando el beso y acrecentando la pasión entre ellos, ella enredó sus manos en las hebras oscuras dándole suaves tirones, deslizó sus manos hacia su pecho buscando deshacer el nudo de la corbata y quitar uno a uno los botones de su camisa, él bajó la cremallera del vestido y de un tirón lo deslizó hasta sus caderas movimiento que aprovechó para desabrochar de paso el sujetador liberando sus senos, ella deslizó sus manos hacia sus mejillas paseándolas por sus hombros prácticamente arrancándole la camisa y acarició su pecho para finalmente dejar caer el sujetador deslizándose lentamente por su brazos, se separaron un momento en búsqueda de oxígeno pero pronto Sasuke la atrajo hacia si y la sensación de los pechos desnudos de la fémina contra la piel de su propio pecho lo excitó de sobremanera buscando más, su boca viajó desde sus labios hasta su cuello depositando húmedos besos, los gemidos de Sakura estaba volviéndolo loco.

Repentinamente ella se separó poniendo ambas manos en su pecho como una pequeña barrera, pero no era más que un preludio porque supo lo que venía en cuanto la miró a los ojos, sus orbes jade brillantes, excitados, con las pupilas tan dilatadas como lunas oscuras en sus ojos, el rostro sonrojado y la respiración agitada parecía estar a punto de llegar al climax y ni siquiera había terminado de arrancarle la ropa.

Pero reparó en ella, en su rostro sonrojado en sus ojos entrecerrados, la culpa y el arrepentimiento comenzaron a hacer mella en él.

-Sakura yo…

Ella contempló la duda en sus ojos.

-Shh… está bien, no importa que pase después, solo disfruta el momento Sasuke- atrapó sus labios en un beso lento transmitiéndole todo el amor que llevaba tantos años aguardando por él.

Eso fue suficiente para que su cerebro se apagara y se dejara envolver por el fuego en su interior, al menos esta vez estaban sobrios, el vestido terminó de deslizarse hasta sus pies, la tomó a horcajadas sobre él guiándola hasta la habitación sin dejar de repartir besos por su cuello y su clavícula.

La dejó caer sobre la cama sin gran delicadeza la contempló un momento, sus pechos desnudos subiendo y bajando al ritmo de su respiración agitada, sus mejillas sonrojadas y sus ojos verdes entrecerrados observándole fijamente deseosos.

Terminó de quitarse los pantalones y la ropa interior dispuesto a obedecer al deseo de su cuerpo, se posicionó entre sus piernas y ella le recibió gustosa sintiendo el roce en su intimidad, solo una prenda los separaba, nuevamente estaban en ese punto.

Esta vez nadie los interrumpiría.

Sakura nunca pensó ver este lado de Sasuke estando sobrios, estaba alucinando con la forma en que la tocaba, como deslizó con extrema delicadeza su ropa interior acariciando sus piernas en el proceso, cada molécula de su ser vibraba de placer, sentía tocar el cielo, se sujetó de las sábanas apretándolas con todas sus fuerzas, se mordió los labios y cerró los ojos solo dejándose llevar y sintiendo la cálida lengua de Sasuke deslizarse entre sus piernas y apenas estaban comenzando.

Estaba completamente a su merced.

-Ah... Sasuke…- susurró en medio de un gemido cuando el volvió al encuentro de sus labios, sujetó sus cara entre sus manos con suavidad buscando dejarse todos los sentimientos en ese beso, en un movimiento dio vuelta posicionándose a horcajadas sobre el iniciando un vaivén lento y tortuoso con sus caderas rozando su miembro en su entrada sin dejarle introducirse, sus sensuales movimientos comenzaban a volverlo loco, él atrapó sus labios buscando distraerla de su sensual movimiento y hundirse finalmente en su centro pero ella se deslizó soltando un risilla traviesa y descendió con un camino de besos húmedos desde su cuello pasando por su pecho y abdomen, cuando llegó a su miembro dejó salir un suspiro sobre la punta arrancando un gemido ronco en el pelinegro quien echó su cabeza hacia atrás al sentir como ella empezaba a lamerlo con lentitud torturándolo cómo él hizo con ella hace unos momentos.

Con suavidad sujetó sus cabellos indicándole con precisos movimientos el ritmo que le gustaría.

Esa sería una noche muy larga.

•••

-Son carreras de motocicletas- explicó en tono tranquilo bajo la atenta mirada de su primo- no es lo más legal, pero es una forma de recaudar dinero para reformar el bar de mi mejor amigo- se encogió de hombros- y también le trae clientes a su padre- sonrió sereno.

-Ya veo… ¿Entonces iremos a ver una carrera de motocicletas? Nunca he estado en una carrera clandestina – sonrió ansioso susurrando al mencionar "clandestina".

Nagato levantó con cuidado la manga de su traje para mirar la hora en su reloj, a Naruto no le pasó desapercibido el desgastado reloj de muñeca que llevaba su primo, la correa estaba a punto de salirse así que apunto mentalmente regalarle uno nuevo como regalo de navidad ya que no le había comprado nada ese año, no lo veía mucho y eran contadas las navidades a las que le habían invitado ya que solo estaba presente en aquellas cenas organizadas por sus padres.

Era consciente del rechazo de su abuelo hacia su primo al considerarlo ilegítimo, aunque era el hijo de su difunta hija, aún así Nagato era el primo que mejor le caía y desearía verlo un poco más seguido, aunque él no se dejara, aunque por fin descubriría su guarida.

En el fondo estaba feliz de que el estuviera abriéndole algo de camino en su vida, a fin de cuentas, aunque Naruto era un nieto legítimo su abuelo lo veía como un bicho raro y la oveja negra, lo consideraba un tonto incompetente poco digno del apellido Uzumaki.

Pero le daba igual, el viejo tenía un pie en la tumba de todas formas.

Sus pensamientos se vieron bloqueados abruptamente por la visión de lo que parecía ser un ángel en la tierra.

Larguísimo lacio cabello negro azulado rozando sus caderas, la piel nívea y pálida como una muñeca de porcelana y al voltear ella sintiéndose observada se encontró con los ojos perlas más bonitos que había visto en su vida y casi se derritió al ver el inocente sonrojo que cubrió sus pálidas mejillas al cruzar miradas.

-Pues para esta hora la carrera ya terminó, pero puedes venir a la carrera de exhibición en año nuevo…

- ¿Quién es ella? – se preguntó embobado Naruto sin escuchar una palabra de lo que Nagato le decía.

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Despertó en medio de la madrugada encontrándose sola en la cama que hasta hace un par de horas había compartido con Sasuke, las imágenes de la noche que vivieron se arremolinaron de golpe en su cabeza sonrojándola profundamente, estiró su brazo tomando la camisa de Sasuke del suelo para cubrirse antes de levantarse dispuesta a ir a la cocina en búsqueda de un vaso con agua.

Bastó poner un pie en el salón para ubicar la alta figura de Sasuke cubierto solo por unos pantalones negros de pijama contemplando la ciudad a través del enorme ventanal.

- ¿Sasuke? - Se acercó con cautela ubicándose a su lado restregando sus ojos somnolienta, el desvió su oscura mirada hacia ella vestida sugerentemente solo con su camisa.

Quería guardar esa imagen para siempre y de repente entendió la utilidad de la cámara.

- ¿Qué haces levantada? Ve a descansar, volveré a cama en un momento…

"Volveré a cama en un momento…"

Las palabras resonaron en su cabeza, su corazón se llenó de un sentimiento cálido, por alguna razón algo dentro de sí misma llevaba tiempo esperando escuchar una expresión así salir de la boca de Sasuke.

Le hacía sentir que ahora por fin existía un "nosotros" así que se sintió en la confianza de abrazarlo transmitiéndole todo el amor que sentía por él.

Ese amor que llevaba durmiendo tanto tiempo, ese amor que tantas veces se equivocó de dueño.

-No quiero arruinarlo…- le escuchó susurrar ausente, casi como si lo dijera para sí mismo.

-Es más probable que lo arruine yo ¿sabes? – rio la pelirosa divertida sin caer del todo en cuenta de la extraña atmosfera que rodeaba a Sasuke esa madrugada.

-No, Sakura, me refiero a que sabes como soy…- torció el gesto tomándola delicadamente de los hombros para romper el abrazo y mirarla a los ojos.

Sus ojos atormentados recibieron una mirada confundida de sus ojos verduzcos.

-Se cómo eres y me gustas así Sasuke, te quiero así ¿Por qué es tan difícil que lo entiendas? – murmuró empezando a sentirse frustrada.

-Porque sé lo que sientes por mí, pero entiéndelo, Sakura, es demasiado pronto para mí, tú me amas, yo te deseo, me gustas, te aprecio, pero no es lo mismo… no es el amor que tu esperas de mí.

-Oh…

- ¡Oh! - resaltó con ironía- sé que dije que podríamos ver lo que pasa, pero no me gusta lo rápido que va esto.

- ¿Rápido? Sasuke no quiero presionarte, joder, no tenemos que ir "rápido" si no quieres, creo que eres tú quien no se aclara con la situación y para no querer ir "rápido" hace rato disfrutaste mucho esa "rapidez"- recalcó herida.

-Pues hay algo que si tengo claro y es que eres mi mejor amiga, mi única amiga, la única persona en quien sé que puedo confiar y siento tantas cosas por ti que no sé identificarlo, esto está matándome Sakura y no quiero perderte si esto sale mal ni obligarme a fingir que estoy enamorado de ti.

Eso dolió.

-Entiendo- se alejó un par de pasos bajando la mirada decepcionada- entonces solo estás fingiendo…

-Todos quieren esto de nosotros Sakura ¿Estamos haciendo esto por nosotros o porque sabes que es lo que todos esperan? ¿Tu amor por mí ha sido así de inquebrantable toda tu vida? Personalmente no creo que el fracaso de tus relaciones anteriores se deba a tus sentimientos no superados por mí.

- ¿En serio piensas eso? Mis relaciones anteriores fracasaron porque me fijo en una bola de idiotas, Sasuke.

- ¿Y cómo estás tan segura de que no seré uno más?

-Porque eres tú- declaró con los ojos picándole, amenazando con llorar.

-No funciona así para mí, ese es precisamente el problema entre nosotros- la apartó suavemente dando un paso atrás, alejándose.

-Siempre hemos sido diferentes, Sasuke, siempre nos hemos complementado, aunque raras veces estemos de acuerdo… no me importa si no sabes si me amas en este momento, estoy dispuesta a arriesgarme con esto, podrás responder tus dudas en el camino…-intentó tomar su mano, él la alejó de sí.

- ¿Realmente piensas que somos el uno para el otro porque "los opuestos se atraen"? O simplemente nuestras familias se pasaron toda tu vida alimentando tus esperanzas de tener algo conmigo- cuestionó.

Lo sabía, eso fue cruel.

-No sabes lo que estás diciendo ¿Piensas que mis sentimientos por ti no son reales? ¿Piensas que solo te quiero porque "me enseñaron" a hacerlo? ¿Por qué nos conviene estar juntos? - su voz sonó ahogada tratando de reprimir el deseo de llorar.

No lloraría frente a él.

Se negaba a soltar una sola lágrima por él.

- ¿Te repitieron tanto que tú y yo nos casaríamos por las buenas o las malas que realmente creíste que algún día serías mi esposa pase lo que pase? Nunca me he enamorado de nadie Sakura, eres la última persona en el mundo a quien lastimaría resignándome con un matrimonio arreglado.

-Suspiró decepcionada por sus palabras- No esperaba que fueras un hombre tan inseguro de sus propios sentimientos Sasuke, me merezco a alguien que venga a por mí sin dudarlo.

¿No quería romperle el corazón?

Que ironía nunca había estado tan destrozado.

-Sé de sobra que es lo que mereces y por eso sé que yo no puedo dártelo, porque no te amo de la forma en que quieres que te ame Sakura.

crack

-Pero te gusto…

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-Y no lo niego, me gustas, eres una mujer atractiva, pero la atracción sexual y el amor son cosas muy diferentes Sakura… ¿Qué harás si un día despierto y me enamoro de alguien más? ¿Qué haremos si un día despierto casado contigo y convivo con la culpa de no sentir lo mismo? Tú mereces ser amada de verdad.

-Haces todo esto solo porque no quieres alejarte de mí como mi mejor amigo, porque soy tu lugar seguro y no quieres perder ese sitio al que siempre regresas cuando todo se derrumba ¿Es así?

-Suspiró profundamente- Es así…

-Entonces es mejor que terminemos con esto, no me busques Sasuke, necesito organizar mis ideas, lo siento, no esperes que las cosas sean iguales después de esto…- se mordió los labios y se quitó su camisa bruscamente sin importar quedarse desnuda frente a él.

- ¡Pues discúlpame por ser un zurdo emocional! Si hubiera sabido que la honestidad también me llevaría a perderte quizás me hubiera tragado un poco mis palabras.

- ¿Y seguir cogiendo conmigo a gusto? Porque obviamente es todo lo que quieres de mi, eso no me molesta, pero haberlo dicho desde el inicio- protestó enojada dirigiéndose al estudio en búsqueda de su vestido.

Sasuke la siguió y la observó ponerse de prisa su ropa escaneando la habitación en búsqueda de sus cosas.

-Sakura… Por favor…

-No me estás perdiendo ¿Ok? Solo necesito algo de espacio, no podemos solo fingir que nada pasó- sentenció- yo no soy como tú.

-Lo sé…

-Me voy…

- ¿Dónde irás a estas horas? ¿Estás loca?

- ¡NO!- Exclamó dejando salir algo de su dolor sorprendiendo a Sasuke pues ella nunca le había levantado la voz- no te importa…- tragó grueso y pestañeo rápido intentando espantar las lagrimas que amenazaban con salir.

Salió de la casa negándose a que Sasuke la siga, ni siquiera tomó un abrigo, pero estaba bien caminó un momento por las calles de la helada Tokio con su vestido blanco strapless congelándole los hombros las lágrimas habían corrido su delineador irónicamente dándole la apariencia espectral de una novia a la que dejaron plantada.

Contrastaba totalmente con el ambiente festivo de las pocas personas que se encontraban por las calles a esa hora disfrutando de la nevada, la piel de sus hombros ardía con cada copo que caía, pero estaba bien, ese pequeño autocastigo se sentía bien.

Otra vez se equivocó.

Sakura, la recompensa es grande para los que saben esperar.

Esas palabras que le dijo su padre en su infancia le sonaban ahora tan lejanas, se refugió en una tienda de conveniencia y dejó salir todo su llanto bajo la mirada preocupada de la única dependienta quien no sabía si acercarse a preguntarle si necesitaba ayuda.

Nadie merecía llorar de esa manera en navidad.

Amablemente se acercó a ella dejando una taza de té caliente a su lado regalándole una sonrisa conciliadora, sin pensarlo se lanzó a los brazos de esa desconocida aferrándose a su uniforme sin poder dejar de llorar desconsolada.

La pobre chica se tensó en el acto sin saber cómo consolarla.

La sintió suspirar y darle algunos toquecitos en la cabeza se dio cuenta de la vestimenta de Sakura y asumió que debía estar congelándose así que se separó de ella para ir a la trastienda en búsqueda de una chaqueta para prestarle.

Sintiéndose completamente sola llamó a la única persona que cruzó por su mente en ese momento.

-Te necesito… por favor…- lloró amargamente sin poder decir más.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde estás? Voy por ti ahora mismo, tranquila Sakura, estaré ahí en un momento.

Por el altavoz escuchó el rugido de la motocicleta y el viento correr.

-En una tienda de conveniencia cerca de Shibuya…- le indicó el nombre de la calle que veía en un cartel cercano y cerró la llamada, el móvil se deslizó de sus manos temblorosas estrellándose contra el suelo, la pantalla se hizo pedazos, pero no le importó.

Las trizas de la pantalla de su teléfono no eran comparables con las trizas de su corazón.

Se sentía humillada.

No tenía idea del por qué, pero algo dentro de si misma se sentía utilizada, no tenía derecho, todo fue consentido.

¿Por qué esperó a acostarse con ella para romperle el corazón?

No… el quiso advertirla antes… ella lo detuvo, como una idiota lo detuvo.

Apretó los puños con frustración.

¿Por qué no pudo esperar unos días entonces?

¿Por qué tuvo que romperla en el día más especial para ella?

Por eso le gustaba tanto beber… al menos si estuviera ebria tendría una razón para sonreír.

Se dejó caer apoyando su frente sobre la mesa abrazándose a si misma, la dependienta no tardó nada en dejar caer un abrigo sobre sus hombros, pero, aunque el calor la envolviera por fuera, por dentro solo sentía frío.

Estaba temblando de frío y no era por el clima.

Tal y como lo prometió en menos de veinte minutos primero escuchó el timbre de la puerta y la vocecita robótica de la tienda dándole la bienvenida a un nuevo cliente, y después aun ahogándose en su llanto hipando sin control sintió esos fuertes brazos cálidos abrigarla, la levantó de los hombros para rodearla protectoramente dejando su cara oculta contra su pecho y le acarició el rosado cabello susurrándole dulces palabras de consuelo.

No iba con su personalidad, pero no quería hacer eso por nadie más.

Odiaba verla así.

Se separó ligeramente solo para ver a sus ojos avellana contemplándola con tristeza y ternura.

-S-soy u-una idiota- hipó aferrándose al cuerpo del chico como un salvavidas, el solo se sentó a su lado dejándola desahogarse en paz.

Sabía que no era nadie en su vida…

Sabía que no le correspondía estar ahí… no era su lugar.

Sabía que nunca podría tenerla… pero la quería tanto.

La recompensa es grande para los que saben esperar.

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Notas de la autora:

Yo sé que deben odiarme en este momento, no tengo excusa, estaba convencida de que ya había subido este capítulo y es graciosos porque este es de los que más me ha gustado redactar, estuve esperando mucho tiempo para llegar a este punto de quiebre pero editando el dieciocho revisé los docs subidos en ff y me di cuenta de que este aún no estaba, pido disculpas no me he pasado por ff en muuucho tiempo, tengo un mar de cosas pendientes TwT sé que no es excusa, bueno, miremos el lado positivo, subiré el capítulo dieciocho más tarde o mañana por no subirlos tan seguidos, ya saben para mantener un poco el "misterio".

Como siempre espero que este capítulo haya sido de su agrado, dejen sus reviews me hacen muy feliz.

Agrego en esta nota de autora un agradecimiento especial a .303 que ha estado muy activa con sus comentarios, me hace muy feliz que te esté gustando tanto la historia, una disculpa dedicada por la demora uwu.