Hermione ya se había instalado en suiza, había escrito varias cartas para avisar que había llegado bien, luego se había puesto en contacto con Luna, quien estaba viviendo en los Alpes suizos la última temporada con una hermana de su madre, cuando la rubia había llegado parecía toda una campesina, usaba dos trenzas a ambos lados de la cabeza y un vestido rojo con botas de agua, sus mejillas y pómulos estaban muy rosados, Hermione se sorprendió cuando abrió la puerta del pequeño apartamento en el que se quedaba.

-vaya, pareces toda una Heidi-

- ¿Heidi? -

-si …- Hermione observa a Luna y lo piensa mejor- una niña que vivía en el campo con su abuelo, vivía en los Alpes suizos, fue una serie animada, olvídalo- dice cuando ve que Luna no le coloca la más mínima atención y comienza a asacar cosas de un gran canasto -mi tía Gertrudis te envío estos quesos, dijo que uno era de leche de dragón, espera donde lo deje- dice Luna rebuscando en su bolso.

-no debiste molestarte Luna- dice Hermione un poco recelosa del queso de extraño color que la rubia ofrece -sabes que según la tradición cristiana hay varios animales puestos en la tierra para ofrecer leche-

Hermione suspira resignada -lo sé, pero no creo que se haya pensado en un dragón para esos efectos-

-la leche de dragón es un fuerte afrodisiaco- dice Luna, sacando una botellita con el mismo color del queso – he, no creo que necesite eso, no conozco a nadie y aunque lo conociera, solo estaré de paso y …-

-Hermione, uno nunca sabe lo que le depara el destino, puede ocurrir que, aunque tu no lo creas descubras a un hombre maravilloso aquí- Luna le dedica una sonrisa de oreja a oreja.

Hermione iba cavilando sobre las palabras de Luna, pensando en el hombre maravilloso que conocería mientras se dirigía a su academia mágica, había ganado un cupo en la exitosa Academia Blazer para aprender magia sin varita y estaba realmente emocionada, de echo había cambiado su nombre a Jean Black, para que nadie la reconociera como Hermione Granger, quería disfrutar de su estancia en suiza y no tratar con el precio de la fama de ser una heroína de guerra, iba tan distraída que no se fijó que estaba caminando justo en el aparcadero de motos y bicicletas, por lo que casi es atropellada por alguien en moto, ella cayó de culo en la acera, menos mal y no iba con vestido, el motorista se bajó inmediatamente del vehículo, la ayudó a colocarse de pie; Hermione lo observó detenidamente, iba entero de negro y por debajo del casco se vislumbraba pelo muy rubio, el motorista ladeo la cabeza, luego levantó las manos para quitar el casco de su cabeza

- ¿Granger? – ella conocía esa voz y ese acento.

- ¡tu!, ¿aquí?, de todos los lugares del mundo ¿Qué se supone que haces en suiza? –

Draco equilibró su peso -supongo que lo mismo que tu- dijo riéndose, para nada afectado o molesto con la actitud de ella, al verla en silencio -vamos Granger, no puedes odiarme tanto-

-cállate, aquí no soy Hermione Granger, soy Jean Black- se colocó intensamente roja

- ¿Black? -

-es en honor a Sirirus, no lo entenderías- dice ella acomodándose la ropa, Draco sonríe de lado - ¿Por qué crees que no lo entendería?, después de todo es el primo de mi madre, serias algo como una prima putativa-

-jamás seria tu prima y lo sabes- dice ella desafiante, Draco coloca una mano en su corazón -me hieres- pero luego comienza a reír.

-qué bueno que te haga reír, jajaja- dice ella irónica.

-Granger, perdón, Jean, es que eso sería cómico, ¿puedo preguntar qué haces aquí?, pensé que estarías reformando el ministerio o algo así-

-me aburrí de la burocracia y decidí invertir tiempo en mí, así que me trasladé una temporada acá y ¿tu?, ¿no estarás buscando esposa o sí? -

- ¿Qué?, no, soy muy joven para eso y hay mucha mujer de donde escoger, como bien sabes no puedo usar una varita ya que la mía, bueno, es una larga historia, así que no tengo una-

-lo recuerdo, Harry te desarmó en la mansión y …-

-no es que me esforzará en mantener esa varita, y no, esa no era la mía, como bien sabes, en resumen, estoy aprendiendo magia sin varita-

- ¿estas viviendo como un muggle? - pregunta de improviso.

-buenos, Jean, si los muggles viven bien sin varita, no veo porque yo no, además me gusta esto es como una escoba, solo que con ruedas y he vivido con los muggles desde que terminé Hogwarts – él le dedica una sonrisa coqueta.

-no sabía- ella está de vuelta con la cara roja, ¿pero que le pasaba?, Draco la observó un minuto -no mucha gente lo sabe- dice el bajito.

- ¿vives aquí? -

- en una de las propiedades de mi familia paterna, ¿tu? -

-vivo cerca- ambos se quedan en silencio, luego al mismo tiempo observan sus respectivos relojes - ¡mierda, se me hiso tarde para la primera clase"- exclama Hermione tapándose inmediatamente la boca -perdón-

-perdonada, esta debe ser una de las conversaciones más largas que hemos tenido desde que me disculpe contigo en octavo-

-si llamas a eso una disculpa-

- ¿perdón? – reacciona Draco.

-sí, me diste todo un discurso sobre la crianza, la familia y todo eso, pero no fuimos amigos y creo que, si tu disculpa hubiera sido verdadera, podríamos, ya sabes, haber sido amigos-

-amigos, Granger, no podríamos serlo, nos mataríamos antes, tu necesitas gente bajo tu mando, y yo no tengo el perfil- ella lo mira indignada -eres …, no sé porque me desgasto contigo- dice ella pasando por el lado de él.

-ese es un ejemplo, dices algo y esperas que yo lo acepte, y déjame decirte Granger, no soy un cachorro que necesita un amo, soy un hombre- el la mira intensamente, ella retrocede un paso, además la amistad entre un hombre y una mujer no existe, siempre alguno termina sintiendo cosas por el otro que no tienen nada que ver con la amistad-

- ¡Harry es mi amigo! - dice ella indignada.

-eres más como su madre o algo así, además te recuerdo que estabas enamorada de la comadreja- ella queda en silencio - ¿lo sabias? -

-todos lo sabían, no eras sutil, supongo que eso refuerza mi teoría de que la comadreja es un imbécil, claramente no eras para el- Draco está contento con la última palabra, ella está a boca abierta, ella se compone -entraré a clases- le dice girándose, y emprendiendo adentro del edificio.

A la salida de clases que por suerte para Hermione no compartía con el rubio, lo encontró subido a la moto, colocándose el casco, enciende el vehículo justo cuando ella pasa a su lado para sobresaltarla, consiguiéndolo -idiota- murmura ella.

Draco, se levanta la visera -Jean- la llama delante de todos los que van saliendo, cual campesino en feria - ¿quieres que te lleve, a tu casa? – Hermione hubiera jurado si le preguntan que él sonreía -no traes segundo casco- Draco baja la cabeza luego saca de un bolsillo, algo que agranda, un casco rosa -una de las primeras cosas que aprendí a hacer sin varita- se lo tiene y a ella no le queda otra que tomarlo, si Draco Malfoy sangre pura recalcitrante, puede andar en moto, ella también -sujétate- dice antes de salir a toda velocidad de ahí.