Dos papás

No hay hombre en la tierra que diga que puede estar preparado para ser padre, o al menos es así como va el dicho. Se cree que uno puede ser papá, pero que también es un triunfo ejercer como padre. Con esta mentalidad Haru empezó a dedicarse a ser padre... pese a que bajo su posición, fuera más bien el "hermano mayor".

A Len le parecía simplemente adorable. Haru iba con ellos dos a esperar los resultados del médico en cada una de las consultas, y siempre que salían, se lanzaba con preguntas distintas acerca del estado del bebé. También le preguntaba a Rin lo que necesitaba para su dieta, sus vitaminas, sus cuidados especiales, y le daba masajes en los hombros para que se tranquilizara. A todo esto, Len bromeaba un poco, diciendo que ya parecía él más el papá. Rin, temiendo que pudiera comprender cualquier cosa, se lanzaba a decir:

-Es que... Haru desea ser doctor cuando crezca, es normal que esté interesado en el proceso de desarrollo de un bebé en el vientre -y era una excusa que Len facilmente podía tragarse.

-Así es... aparte, deseo ser el mejor hermano del mundo -insistió él mientras que acariciaba el vientre de su madre.

En pocas palabras, el nuevo embarazo, pese a que podía preocupar a Len por las mismas razones de la endogamia que el primer embarazo, realmente había ayudado a fortalecer a la familia que temía que empezara a separarse por la forma en la que Haru crecía tan rápido, y ahora sentía que había vuelto al nucleo familiar.

Para Rin, la cosa pintaba mal al inicio pero con el tiempo... se fue acostumbrando. Simplemente le fascinaba poder tener la atención de dos personas diferentes, y no se sentía mal porque el hijo fuera de Haru y no de Len. Pese a todo lo que se ha dicho, Len era también muy buen padre, no solo porque era el que pagaba por los tratamientos y las medicinas, sino porque se dedicaba día y noche en cuidarla, en prepararle la comida, y en acomodar todo lo que se ocupara para cuando el embarazo ya estaba en estado avanzado, para que nada en la casa pudiera lastimarla.

Era una experiencia curiosa de explicar. Haru actuaba como Len cuando ella estaba embarazada de Haru, y Len actuaba como alguien quien ya tenía experiencia en el asunto y se dedicaba enteramente a cuidarla de manera más entendida, menos ansiosa, y con más delicadeza. Ambos eran muy tiernos, y se preguntaba si esa no sería la mejor de las opciónes...

Es decir, Haru ya sabía que tendría que "compartirla" con Len, pero de seguro Len podría entender el concepto de una relación poliamorosa... solo necesitaba darle tiempo sufiiente para que lo entendiera. Pensaba que una vez que naciera el bebé no habría tanto problema con el asunto... que Len sería comprensivo con ellos dos, aunque eso sería asumir que Len no encontraría repusiva una relación de Madre e hijo como la que ella tenía con Haru...

Curioso, cómo el temor de que su incesto no fuera comprendido, el mismo temor que sintió con su propia madre, fuera el que sentía con su esposo.

Hablando de incesto, Len se volvió un poco más cariñoso con ella, volviendo a tener relaciones sexuales luego de un par de meses, Haru lo sabía, pero sabía que si se interponía de alguna manera las cosas no terminarían bien. En lugar de eso, prefería tener sexo con su madre a escondidas, de alguna manera le complacía más ahora.

De vez en cuando, Haru volvía a escabullirse con Rin, se colocaban en una posición cómoda y empezaban a tener relaciones casi al instante, con apenas un poco de juego previo. Sin duda Haru se excitaba bastante por la idea de que su madre llevara a su bebé en el vientre. Pero Rin sentía que no era solamente eso, sino que era además un cierto celo, un deseo por ganarle a Len... solo esperaba que ese deseo no llevara a algo más.


De esta manera fueron los meses que llevaron en la batalla tácita entre Len y Haru, Len sin saberlo, solo como su hermano, y Haru con todo el deseo de superar a su padre, como si fuera una competencia no solo por el amor de Rin, sino por la atención del futuro bebé que venía en camino. Los dos, sin saberlo, se aproximaban a ser los padres de esa niña... porque si, gracias a la fortuna de Len, terminó por ser una niña, que tal como sería su capricho, llevaría el nombre de Hanako Kagamine. Haru no se sentía furioso... de hecho, pensó que ya podría después tener más hijas y a una de ellas llamarle de esa manera.

Y aún así, sin saberlo, él tuvo la victoria final, al menos del periodo del embarazo de Rin.

Todo pasó por culpa de un viaje de negocios de Len, apenas había recibido a fecha aproximada para el nacimiento de su hija cuando una nueva alerta de cerrar un negocio con una productora coreana para la colaboración de dos de los nuevos grupos de Japón y del país de la peninsula. Pese a lo cercano que era a la fecha, él accedió, pues si jefe le aseguró que estaría de vuelta para ver el nacimiento de su niña.

Haru, por su parte, sabía que la fecha iba a moverse más cerca de lo que esperaba. Resultó que el muchacho tuvo razón, y una noche después de que Len se hubiera ido, mientras él dormía en la gran cama en la que normalmente su padre le hacía el amor a su madre, ella despertó con el dolor de las contracciónes, e iniciando el proceso del parto.

Llamaron a Len, a Haru no le molestó pues sabía que nada podria hacer desde las lejanías de Corea más allá de solicitar un vuelo lo más pronto posible.

El parto fue dificil, Haru estuvo al lado de Rin, por permiso especial de ella, al ser el único familiar cercano, y durante el proceso entero el muchacho se mantuvo al lado de su madre, viendo como su hija nacía con el proceso natural y doloroso. Todo lo que vio Haru en ese momento le cambió un poco la perspectiva de las cosas, pronto, al ver semejante esfuerzo, al comprender lo que transitaba por esa situación, se sintió como una nada al haber contemplado ese dolor, y a la vez sintiendo un cierto toque de divinidad por ser el que, mediante su acto de amor, permitiera que aquello pasara, que iniciara una nueva vida.

Salió de sus pensamietos cuando una pequeña bebé nació llorando desesperadamente, pidiendo por aire mientras movía sus manitas, aun cubiertas en lo que fuera que usó el útero de su madre para alimentarla durante nueve meses.

-Es una niña -dijo el doctor, y salió a avisar a las pocas amistades de Rin que le quedaban en la sala de espera, tras el riguroso proceso.

-Haru... -susurró Rin con extremo cansancio, todavía sosteniendo la mano de su hijo mienras la nueva miembro de la familia Kagamine era limpiada-. Es nuestra hija...

Haru apenas escuchó es sonrió a más no poder, y con esa sonrisa se mantuvo hasta que la bebé fue cuidada y entregada a Rin de nuevo, mirándola con tranquilidad. Era su hija, producto de su sangre y de su semilla, aunque técnicamente era... su media hermana, al ser hija de su madre con otro hombre, y su prima, al ser hija de la hermana de su padre... tarataría de no hacer un desastre con el árbol genealógico a siguiente vez que tuviera que dibujarlo.

En el momento en el que los dos miraban a la bebé, llegó Len, acelerado a más no poder, cansado y sudando, habiendo corrido los últimos ocho kilómetros por falta de una ruta segura para el taxi en mitad de una serie de caminos cerrados cercanos al hospital.

-Rin... perdón por llegar tarde... ya estoy aqui -dijo -Len respirando lo más hondo posible.

-Está bien, Len, Haru estuvo a mi lado todo el tiempo -dijo Rin con una sonrisa sincera*

Len miró a su hijo con cariño, acariciando su cabello con sumo aprecio.

-Muhas gracias, Haru... hiciste bien las cosas, por tu madre, por mi, y por tu nueva hermanita... -dijo él con una voz que apenas podía creer que hubiera nacido un nuevo miembro de su familia.

-No hay problema, papá... -se limitó a decir él.

De nuevo, Haru hizo en su mente el pensamiento. Era cierto que aquella bebé era la hija de Len... de cierta manera, se podría decir que era su hija, aunque fuera por medios políticos, pero también era su sobrina, al ser la hija de su hermana, tal como él también lo era, y a su vez... significaba que por ser hija de su hijo, la pequeña era a la vez nieta de Len...

-Haru... quiero que guardes bien este momento... -dijo Len mientras sostenía a su hija-. Recuerda siempre la primera vez en la que viste a la pequeña Hanako... mi bebé -la abrazó con mucho cariño.

En la mente de Len, ahora estaba más que deseoso y preparado para ser padre, a diferencia de los otros años que estuvo siendo primerizo con Haru. Ahora tenía experienia y deseaba ser el mejor padre del mundo.

Pobre Len, pobre Haru, no se imaginaban lo que vendría...

Fin del capítulo 12


Se puede usar este fanfic para crear momentos tiernos y wholesome con un nacimiento? me falló un poco, lo sé, pero quería hacer algo más calmado... porque lo que viene no lo será... Traten de disfrutar el viaje a travéz del viejo oeste(?)

*= usé la frase "sonrisa sincera" solo como algo que podría en un rol y ya... no me puse a pensar hasta después... ¿Que sinceridad puede quedar en Rin para ese momento, en el que sostiene al bebé que concibió con su propio hijo?