Capítulo 11: A la mansión Malfoy.

Draco había pensado que se sentiría un poco mal el capturar a Theo como una especie de araña que atrapa a su presa, en un momento este va caminando y al siguiente lo tiene atado de cadenas sobre un árbol. El niño de su edad parece totalmente horrorizado cuando esta de cabeza al alcance de ambos, Michael se ríe ligeramente, pero Draco por otro lado se queda de brazos cruzados viéndolo con curiosidad. De todos sus planes para entrar la idea era que menos personas los observaran, pero Theo podría funcionar para el ingreso al interior, solamente ocupaban una especie de hechizo sobre él y seria perfecto.

Podría ponerlo en peligro.

Bueno.

Aun no eran exactamente amigos, por lo cual solo se sentiría un poco mal.

Si.

Draco no era muy moralmente correcto estos días.

Tiene suficientes traumas para explicar el porqué.

—¿Funcionara? —pregunta Michael con interés a lo cual Draco se encoge de hombros.

Disfrutando internamente que Michael siga la línea de pensamientos incluso sin decirlos en voz alta, ha sido una terrible influencia para ellos.

—No tenemos pocion multijugos, pero podríamos usar un Imperio, no lo he usado antes, pero siempre hay una primera vez—hasta ahora era el hechizo prohibido más inofensivo en términos de dolor, incluso si no funcionaba contra Draco, suelen decir que no es doloroso.

El problema es que, si dejan al niño luego de eso, probablemente reciba un castigo por sus acciones.

Una parte de Draco aun odia a Theo, otra parte siente lastima y una pequeña dentro de él aún puede ver al niño que había sido su amigo alguna vez; el problema de Theo es que no puede pensar en este sin pensar en Anthony. Lo cual no aportaba nada positivo a sus pensamientos, si no el recuerdo que, de forma indirecta o directa, el niño había estado de alguna forma involucrada a lo que ocurrió ese día.

Pero…todos lo habían estado.

Desde Harry.

Hasta Draco.

O Luna.

Todos de alguna forma habían participado para que los eventos se formaran de la peor forma posible como resultado final, es probable que incluso la maldición de Vodník al final fuera una de las peores culpables, pero hasta ahora no hay nada que pudieran haber hecho contra eso. Pero ya no estaban malditos, las probabilidades si bien no todas a su favor, podrían estar inclinadas hacía ellos en alguna especie de karma cósmico.

Habían sufrido mucho.

Ya era tiempo de no sufrir más.

Aunque tampoco podrían abusar de la posible "buena suerte", ya era más que suficiente el pensar que Luna estaba con vida y no quiere hacer alguna locura solo porque se encontraba ebrio de la posibilidad de que el destino no buscara hacerlo sufrir tanto como antes.

Ya había perdido a más personas de las que le gustaría en una vida, no quiere aumentar ese número.

—Podría ayudarles amablemente—es la voz algo tensa de Theo de cabeza y Draco había olvidado que no le había vendado su boca con sus cadenas de plata.

Su error.

Casi quiere vendarlo, antes de verlo con una ceja alzada y Michael en la otra rama solamente bufa por bajo sin creerle mucho.

—¿Por qué debería creerte? —casi quiere sacar el historial de ambos y colocarlo sobre la mesa, porque ambos saben muy bien porque Draco no tiene intenciones de creerle a Theo.

Ya lo había traicionado, una vez, sin culpa, pero con repercusiones que todavía afectaban a Draco y quienes lo rodeaban.

Theo gimoteo cuando las cadenas lo apretaron ligeramente más fuerte.

—Puedo hacer un juramento inquebrantable—ahora eso llamo la atención de Draco, las cadenas obedecieron a las ordenes mentales de soltar un poco los brazos de Theo, solo para mostrar ambos brazos libres de marca—no soy un mortifago, el señor tenebroso no confía en mi lo suficiente—añade este casi de forma acusadora, como si ser un mortifago fuera algo malo.

Su padre era uno, había querido proteger a su padre y ahora jugaba al santo con él.

Draco bufo.

—Si este no confía en ti, ¿Qué utilidad tienes? —pregunta Draco de forma poco impresionada a lo cual Theo maldice por bajo.

—He visto a los prisioneros, ahí está Lovegood—detiene lo que dice porque la varita de Draco y Michael se mueve mucho antes que sus propios pensamientos, lo que ocasiona que Theo ahora este de cabeza con dos chicos apuntándolo a la cabeza.

Dos chicos que llevan meses viajando a solas, enfrentando muchos enemigos y con la capacidad de descuartizarlo si fuera necesario o dijera algo incorrecto.

Draco no quiere ser un asesino, pero el pensamiento es difícil de tenerlo cuando Luna no está a su lado, así que Theo debería cuidar mucho las palabras que dijera a continuación.

O está muerto.

Casi se pregunta qué clase de vista tiene ahora Theo, no debe ser una agradable.

—¿Está viva? —siente la tensión de Michael por su pregunta, pero ambos exhalan un suspiro sincronizado cuando Theo asiente.

Bien.

Con vida.

Listo.

Draco mira hacía la mansión, antes de ver su varita pensando si puede quemarla hasta las cenizas y de esa forma sacar a Luna sin que nadie los moleste. Michael gruñe como si leyera sus pensamientos a lo cual Draco hace un puchero cansado.

Es la opción más fácil.

—Hablo sobre un juramento inquebrantable, podría ser de utilidad—señala Michael a Theo de forma cansada, pero sus ojos parecen una leve advertencia que le saca un escalofrió a Theo.

Draco no se inmuta, sabe que Michael jamás le haría daño, por lo cual no tiene nada que temer. En su lugar se coloca una mano sobre su mentón, casi tentado a preguntar porque había decidido ayudarles, así que hace que las cadenas lo pongan otra vez contra el árbol, pero ya no de cabeza. Theo parece gruñir cuando no es liberado y más cuando Draco le exige saber que está tramando.

Este habla un poco nervioso al inicio, no de ellos, Draco se encuentra un poco sorprendido de encontrar al niño temiendo más por las personas en la mansión Malfoy que por ellos. Lo cual lastima un poco su orgullo, pero eso también le hace pensar en que peligros puede haber ahí adentro y los comentarios de Theo lo sorprenden un poco.

Wendigos.

Gigantes.

Inferius.

Carroñeros.

Hombres lobo.

Voldemort estaba comenzando a formar un ejército mucho más peligroso del que pensaba Draco, es como si el hombre o el monstruo, quisiera simplemente aniquilar todo a su alrededor y coronarse como un victorioso en un pueblo masacrado. Theo parece comprender por sus palabras, que el hombre que sigue su padre, en realidad no quiere un futuro para los sangre pura, si no que quiere masacrar todo y conseguir ser la persona que controle todo.

Entonces incluso los seguidores de Voldemort comenzaban a temerle.

En Hogwarts las cosas no parecen mejor y eso le preocupa un poco, aunque Theo señala que incluso con la clara influencia de Voldemort (lo llama señor tenebroso, pero Draco se la pela por eso) y algunos castigos bastante dolorosos, ya que la educación era ahora obligatoria, no todo era tan malo; el colegio esta unido. Draco y Michael se sorprenden un poco de los comentarios de Theo, aunque han intentado romper mucho las casas y especialmente los años.

Los estudiantes de años mayores de las casas defienden a los más pequeños, destaco de mala manera a Ginny Weasley y Neville Longbotton como los que más hicieron escándalo, pero para su sorpresa otros estudiantes como Hannah Abbott o personajes como Zacharias maldito Smith, parecían en contra de las ideas y hacer que otros menor sufrieran.

Parece ser que los estudiantes de los últimos años eran quienes peor lo llevaban.

Draco maldijo por bajo el pensar en ellos, pero especialmente en los niños que había estado ayudando todo su sexto año y no fue hasta ahora, que realmente se preocupó por lo que deberían estar sintiendo con un poco de temor.

Eran solo niños.

—¿Por qué ayudarnos? —al final no puede contenerse, toda la charla es más emotiva de lo que Draco quisiera.

Theo parece pensativo, sus ojos se oscurecen y Draco lo sabe antes que lo diga.

—Mato a mi padre—su voz suena desprovista de emociones, eso es, su gatillo interno para traicionarlos.

Draco puede entender bien al chico, fue una vez cuando Anthony murió y su madre, que realmente fue como si lo empujaran a un vacío sin retorno. Bien no le agrada Theo, le agrada el niño que alguna vez fue, este adolescente con problemas que fue de forma indirecta el causante de la muerte de Anthony, no le agrada; pero tal vez tenga un punto ahora.

Las cadenas se sueltan, este no ataca y Draco sigue apuntándolo con una varita.

—Me gustaría confiar en ti, pero no lo hago, así que deveras hacer un juramento—señala Draco con un encogimiento de hombros.

Theo gruñe mientras se intenta incorporar un poco, con ayuda de Michael bajan al suelo, rápidamente y antes que pueda escapar o intentar algo, Draco toma la mano de este. Puede ver como la mirada del chico parece encogerse un poco al ver sus manos juntas, se pregunta un momento si recordara cuando eran niños, como no había problema de tomarse la mano, cuan fácil había sido hace algunos años el estar al lado del otro.

Este levanta la mirada, pero no ve calidez en sus ojos, Draco tampoco la tiene.

Frio.

Lejano.

Dos desconocidos que alguna vez fueron buenos amigos.

Theo quien alguna vez cuando eran niños, había llegado a ser el más cercano a él y a sonreír con verlo, ahora solamente era un hombre cansado y desgastado por la vida.

—Debes prometer ayudarnos a llegar a Luna a salvo, no puedes traicionarnos de ninguna forma y si algo le pasa a Luna o Michael antes o después de salir de aquí, morirás—los ojos de Michael se asombran ante su petición, no sabe si nota que se ha dejado de lado deliberadamente.

Theo si parece notarlo, pero solamente se encoge de hombros viendo a sus manos unidas.

—Entonces tú…—

—No—gruñe deteniéndolo, Theo se encoge un poco y aunque debería sentirse culpable, no lo hace—no entiendes tu posición Theo, o ayudas sin recibir nada a cambio, o simplemente te ato a este árbol inconsciente hasta que mueras…no me importa mucho—tal vez le importaba un poquito, pero no lo dejaría ver y disfruta un poco demasiado como el rostro de Theo se vuelve en una mueca.

Voldemort lo utiliza.

Su padre está muerto.

Draco piensa utilizarlo también.

No es un destino muy positivo, pero Draco como ha dicho muchas veces no es alguien que desborda compasión, todo lo contrario, por proteger aquellos que le importa, ha demostrado ser capaz de asesinar a alguien; se pregunta si Theo lo sabe, si sabe que es un asesino.

—Vas a utilizarme—dice resignado, pero Draco no se inmuta.

Solamente bufa por bajo.

—¿Esperabas algo más de mí después de todo? —

Cuando Theo lo ve a los ojos con algo similar a dolor, se da cuenta que sí, este habría esperado algo más de él, pero Draco no es tan bueno como otros piensan; lo obliga hacer el juramento y se sorprende cuando este agrega de alguna forma deliberada que también lo protegerá a él.

Como si esto pudiera borrar el pasado.

No.

Ellos ya habían pasado ese punto hace mucho tiempo atrás.

.

.

El bosque se acaba pronto, cada árbol y la oscuridad que proviene la noche en realidad los encubre bien, no pierde la vista de Theo y aunque hizo el juramento, no piensa dejarlo lejos por mucho tiempo por temor que no sea tan idiota como piensa y logre de alguna forma salirse de su juramento. El terreno de la casa es peligroso, puede ver muchos monstruos a las afueras, así que cuando Theo los obliga entrar por una zona oculta de la parte de atrás de la mansión se sorprende. Era la misma que Barty había usado con su madre hace tanto tiempo atrás para sacarlo de aquí.

Ahora estaba adentrándose por voluntad propia.

Su madre si estaba viva en algún lado luego de rencarnar, debe estar sintiendo decepción de él de todas formas posibles.

La mansión tiene un aire lúgubre a su alrededor que tenía cuando fue atrapado en su sexto año, probablemente incluso peor. Todo el brillo y resplandor que alguna vez tuvo, ahora parecía haberse evaporado, la mansión Malfoy le recordaba mucho más de lo que le gustaría admitir, a la casa de terror donde los Wendigos les habían atrapado durante su escape en Rusia.

No son buenos recuerdos.

Si pensaba más detalladamente en cada paso, podría verse a él mismo, de niño, corriendo detrás de su madre y está abrazándolo con todo el amor del mundo. También podría ver el lugar donde su padre lo llevaría y contaría historias, cualquiera pensaría que estaba entrenándolo como heredero, pero a veces solo contaba historias jocosas de la sociedad de esa época, solo para demostrar que era un chismoso sin remedio cuando quería.

No había pensado en su padre en años.

—¿Lucius? —pregunta en susurros cuando se detienen en un pasillo, debería sentirse temeroso y cauteloso como la primera vez que estuvo aquí desde que todo cambio.

No siente nada.

Casi quiere sacar la varita y atar sin piedad al primer hombre que se acerque, se pregunta quién sería más rápido atacando.

¿Michael o Draco?

Juega un poco con su varita, mientras que Michael sisea que el lugar apesta y Theo los obliga a agacharse cuando alguien pasa un poco demasiado cerca. Todos parecen estar agitados y Draco piensa que algo ha sucedido, pero no le importa nada hasta que tenga a Luna entre sus brazos. Cuando eso pase, determinara si es necesario ver arder el mundo o no.

Theo se estremece ligeramente.

Draco mira el papel tapiz de esta zona de la mansión con una mueca de desprecio, este era el hogar milenario de los Malfoy, había pasado de generación en generación, su madre siempre había sido una mujer que cuidaba con mucho añoro el lugar; ahora parecía desolado.

Toco la pared con suavidad, por un instante le pareció ver de color más claro el papel bajo su mano, pero esto pudo ser un juego de su vista.

Todo era oscuro.

—No tomo bien la muerte de tu madre, pero sigue trabajando para el señor tenebroso, aunque en una categoría más baja…el señor tenebroso quiere este hogar como su centro de operaciones—susurra Theo de forma molesta mientras camina más rápido, terminan encerrados en uno de los armarios.

Pero cuando personas pasan apresuradas frente a ellos no los notan, cuando salen Draco mira sorprendido el lugar y como hasta ahora han pasado desapercibidos.

De hecho.

Cuando huyo con su madre y Barty todo fue similar, como si no pudieran verlos, casi de forma invisible; volteo a ver nuevamente las paredes preguntándose mentalmente si la casa habría tenido algo que ver con eso.

—Sabes para alguien que intenta ser el señor poderoso, le faltaron varios recursos monetarios—comenta Draco casualmente pensando que luego de todo este tiempo.

Bueno.

Voldemort era pobre, comparado a otros magos, especialmente los de sangre pura que siempre habían tenido dinero. Harry una vez le dijo cuando vio los recuerdos de Voldemort, que siempre había querido ser el puesto de profesor de Defensa, sin duda le faltaba ambición. Claro que se había aliado con personas poderosas al final del día, que tenían suficiente dinero monetario para no hacer nada, idiota no era.

Pobre por otro lado.

Quiso hacerle la pregunta en la cara, solo para ver su rostro luego que lo señalara por su posición socioeconómica, la mayoría de personas no suelen tomarlo bien.

Theo y Michael lo ven con diferentes expresiones molestas, a lo cual Draco bufa antes de comenzar a caminar de forma más rápida.

En otro momento será.

Estaban tardando una eternidad, aunque entendía a Theo, había pasado aquí casi toda la vida y sabía bien el camino a las mazmorras; pero no sabía la distribución de guardias, ahí es cuando Theo era útil. Sabía detenerse cuando era el momento, los empujaba si era necesario que alguien pasara y en general señalaba rápidamente todos los cambios que habían pasado desde que Draco estuvo aquí.

Tristemente la mansión solo parecía más descuidada desde que su madre no estaba.

Fue triste.

Su madre era una mujer elegante, hermosa y orgullosa de la mansión que con tanto esmero había cuidado. Disfrutaba dar bailes para que otros admiraran el hogar milenario de los Malfoy, su pasatiempo de cuidar los jardines era de su tiempo en la familia Black; pero en general todo siempre estuvo impecable.

Lucius se encargaría de aumentar las ganancias y el dinero.

Narcisa cuidaría de todos sus activos.

Fue una buena época, Draco detesto no valorarla más en su momento.

—Hay mucho movimiento, cuando fui de camino a la patrulla escuche que traerían más prisioneros, hay que tener cuidado de no ser vistos—hablo Theo con seriedad, provocando que Michael y Draco se vieran de reojo.

Una sonrisa maliciosa creció en sus rostros. Tuvieron que desviarse un poco más, obtener una cortina de los almacenes y con una runa rápida para ambos, estaban caminando detrás de Theo de forma invisible. No sabe porque no se les ocurrió eso, aunque era algo que usualmente usaría en sus años de Hogwarts, había pensado más que todo en los sentidos alertas de Michael para adentrarse en el lugar.

Una falla garrafal para un grupo de Ravenclaw.

Theo caminaba de forma tensa, viendo sobre su espalda cada pocos segundos y solamente el piqueteo de Michael sobre su hombro era el recordatorio que estaban ahí. Parecía incomodo, porque, aunque tenía algunas veces la tarea de alimentar prisioneros, el día de hoy no lo era, así que esperaba usara esa boca ágil para mentir y no hacer una locura.

O estallaría el pandemonio.

Por suerte para ellos (una oración que esperaba seguir usando de ahora en adelante), los nuevos prisioneros parecen atraer la atención de los habitantes de la mansión, quienes parecían reunidos en uno de los salones principales, por los cuales tendrían que pasar para poder ir a las mazmorras.

Si.

Su antiguo hogar no tenía la mejores direcciones, pero no importaba mucho ahora.

El salón donde se encontraban la mayoría de magos hizo que se tensara, Greyback estaba ahí y era probable que utilizara su olfato en ellos, lo cual no sería un problema, si no estuviera todo el lugar lleno de muchos Mortifagos. Theo pareció igual de tenso que ellos, casi adivinando el posible error que habían cometido y tendría que usar muchas maldiciones si querían salir con vida de ahí.

Solo había un problema.

No pensaba salir de aquí con vida sin Luna.

Había hombres lobo por todos lados, Mortifagos y Draco se encogió un poco al ver a Dolohov por ahí también. Su varita lo hizo ser un mago increíblemente poderoso, lograba extraer lo mejor de su poder, aunque le gustaría la idea de irse de aquí sin quemar todo este lugar hasta los cimientos.

Estaba destruido.

Era solamente un cascaron vació.

Pero era el hogar que su madre había amado alguna vez, se sentiría decepcionada de cómo estaba siendo cuidado, pero Draco no quería destruirlo.

Para su sorpresa incluso cuando Theo se congela unos momentos nadie voltea a verlos, nunca pensó que la runa pudiera ocultar su esencia, hasta donde sabe aún son visibles en el mapa de los merodeadores y siempre pensó que la capa de invisibilidad de Harry sería mejor. Intercambia una rápida mirada con Michael, quien se encoge de hombros, no es que se vayan a quejar, pero su suerte no puede ser tan alargada, así que sería mejor irse pronto.

—Nott—gruñe Dolohov con una mano en su cabeza luciendo cansado.

Todos los Mortifagos ahí presentes no parecen ser de sangre pura, incluso cuando sabe que la mayoría lo son, todos parecen casi cansados y agotados por la vida.

Interesante.

Tanto que se dignaban de ser los mejores, ahora lucían derrotados, como si fueran parte de una guerra lo cual es curioso, porque lo son. Solo que, aunque sean del lado que técnicamente va "ganando" por el momento, parece que algunos de los presentes se ven más desgastados por ahí.

Barty está ahí.

Parece miserable, su rostro parece viejo y sin afeitarse, su mirada intimida bastante y Draco se alegre que sus ojos nunca se conecten al lugar donde están detrás de Theo. Caminan suavemente hacia atrás, porque acercarse mientras Theo camina, podría ser peligroso si alguien se acerca por detrás.

Son invisibles.

Pero tangibles.

Theo camina tensamente, mientras Dolohov lo sujeta del brazo con fuerza y lo empuja diciendo que ocupa que le diga algo sobre alguien, no ve bien la silueta que está en medio de lo que parece el lugar. Draco decide sujetar la muñeca de Michael, señala el lugar que deben tomar y aunque Michael parece dudoso, acepta seguirle.

No puede traicionarlos.

Si lo intente, Theo morirá.

Caminan de forma lenta, pero por un instante su buena suerte se acaba, ya había pedido mucho a la vida, así que cuando tropieza ligeramente hace un sonido ahogado. La silueta más cercana es su padre, Lucius, quien rápidamente ve en su dirección con ojos de muerte.

Traga saliva.

Su padre se ve mucho más intimidante de lo que nunca se vio antes, siempre había parecido un poco atemorizado ante la idea de Voldemort y a veces también algo fanfarrón como si hubiera sido elegido para un trabajo digno de alguna forma. Su cabello sigue siendo largo, sus ropas negras, pero su forma de estar sobre sus pies es un poco inestable y hay una ligera sombra en sus ojos que lo hace parecer aterrador.

No los puede ver, sus ojos nunca caen en los suyos, pero está viendo en su dirección fijamente.

Greyback quien está cerca camina hacia él, Draco se ve tentado a matarlo, si prometió no hacerlo este día hasta tener a Luna a salvo, pero Greyback le debe muchas.

Matarlo valdría la pena.

Pero no puede arruinar el plan por Luna.

Pero lo quiere muerto.

El bastón de Lucius se coloca frente a Greyback deteniéndolo, este voltea con un gruñido y admira a regañadientes a su padre por no inmutarse.

—Los prisioneros están fuera de cuestión, deberías ir por ahí a patrullar afuera ya que no serviste para nada, solo eres un perro guardián—Lucius inconscientemente los ha salvado, porque ahora Greyback parece olvidarse si escucho algún sonido, volteándose furioso a Lucius.

—Traje a los prisioneros—

—Y hasta ahora no ha funcionado bien—

—Tu hijo tiene la culpa—espero ver algo en los ojos de su padre, pero solo vio aburrimiento.

No sabe porque esperaba algo, desde que tiene memoria, no ha sido realmente importante.

—Tus errores son tuyos, si quieres echar la culpa a otros, has algo bien primero—sisea Lucius y Greyback solamente gruñe antes de dar media vuelta e irse.

Bien.

Mira a Lucius un momento, pero es el propio Michael quien lo empuja ligeramente hacía el camino que deben seguir. Caminan un poco rápido, aprovechando que están solicitando información a Theo, ya llegando al pasillo que necesitan que estaba cerrado, solo ocupa un ligero hechizo para entrar por la puerta. Cuando voltea se alarma de ver que Lucius estaba viendo en la dirección del pasillo, debe haber visto la puerta abrirse, están atrapados y no es culpa de Theo.

Entonces Lucius gira la cabeza, no da alarma, no hace nada.

Los ignora.

Draco no sabe que pensar de eso.

No tiene tiempo para esto ahora.

.

.

Sus primeros pasos dentro luego de cerrar la puerta detrás, son cuidadosos por si alguien está escuchando, pero conforme dan un paso y luego otro, ambos están corriendo antes de darse cuenta. Michael llega primero al final del pasillo, donde hay otra puerta enorme, que ni siquiera usa magia para abrir, su propia fuerza o emoción logran abrir la cerradura y Draco se abalanza apenas este tiene la puerta abierta. Hay muchas celdas y la luz apenas llega ahí, puede ver siluetas que ignora rápidamente, su mirada solo intentando enfocarse en el destello rubio de alguno de ellos.

Hay jadeos.

Susurros.

Entonces le ve.

Luna está sentada en el suelo de una celda, abrazando sus rodillas, usando la estúpida bufanda que le había dado con el cabello algo alborotado. Puede notar incluso con la falta de luz su mejilla levemente magullada, pero su rápida inspección demuestra dos pies, dos brazos, ninguna mancha de sangre demasiado prominente e incluso su piel no parece demasiado delgada.

¿Cuándo ha pasado para Luna?

Para ellos solo unos días.

Pero el tiempo en la cueva parecía relativo, así que podrían haber sido semanas sin saber de ellos, pensando que le había abandonado de alguna forma.

Esta viva.

Esta ahí, sentada, levantando la mirada hacía su dirección y en el momento que sus ojos se encuentran, hay tal calidez y confianza en Luna que siente que suelta un sollozo de su boca. Es como si sus ojos dijeran "estaba esperando por ti", con tal confianza que se siente totalmente destruido un segundo.

Esto es diferente.

No es Anthony.

No es Krum.

No es su madre.

Luna está ahí, con vida y su corazón vuelve a latir. Siente que puede respirar aire de nuevo, que puede saltar y dar vueltas, que puede gritar y que es invencible, porque su hermana esta con vida. El doloroso agujero que tiene y que solo crece con cada muerte, se hace más pequeño mientras se abalanza rápidamente a la celda sin ver a nadie más.

Su varita destruye la cerradura quemándola y de una patada entra.

Luna se está levantando suavemente, cuando Draco se abalanza hacía ella atrayéndola en un mortal abrazo, sollozando con el rostro enterrado en su cuello, mientras esta como la hermosa persona que es, solamente acaricia su espalda.

—Sabía que vendrías por mi—dice con voz un poco rasposa, pero está ahí, es su voz y Draco se ríe entre lágrimas alejándose de ella.

Se ríe encantado de tenerla ahí, sujetando sus hombros, sintiéndola viva mientras une su frente a la suya.

—Luna Lovegood tienes prohibido hacer una locura como esa de nuevo, no morir por mí, es una nueva regla; como los juegos de la torre Ravenclaw, no tienes permitido morir—dice con una sonrisa torpe en sus labios, mientras Luna solamente lo mira con algo como cansada exasperación, pero cariño.

Cariño y amor.

Porque es su hermana.

Es su corazón, Draco había estado destruido y al borde del suicidio sin esta, pero ahora tenía otra razón para vivir. Pensó que las había perdido todas tras la muerte de Anthony y su madre, pero si mantenerse con vida significa proteger a Luna Lovegood, Draco tomaría una vida de miseria con tal que ella estuviera respirando como debería serlo.

No iba abandonarla, no nuevamente.

—Soy fuerte, sabía que podría defenderme—

—Voy a encerrarte en una montaña, soy un dragón y voy a protegerte, nadie es digno—

Eso parece hacer que Luna suelte una ligera risa, que aliviana el corazón de Draco porque aún puede reír y mientras la regresa en un mortal abrazo, solamente desea que esto no sea un sueño lucido porque si el maldito espejo de Oesed está creando esto, promesa o no piensa destruirlo.

Alguien tose y cuando voltea, se sorprende de ver a Michael sin acercarse como pensó que haría, es un idiota sentimental; no se queja, abraza más a Luna contra él, dispuesto a usar el traslador para desaparecer de aquí lo más pronto posible.

Espera.

Parpadea cuando Michael señala a su derecha, de forma notoria con su cabeza, Draco sigue la mirada sorprendido de ver a varias personas, bueno y un duende. Puede ver al duende, el padre de Luna, jura que es Ollivander al lado de Dean Thomas, antes de pasar a un confundido Ron Weasley y por último Harry Potter.

Pestañea una vez, luego otra, confundido.

Tal vez si era un extraño sueño, abraza más a Luna contra sí.

—¿Hola? —dice confundido, antes de ver a Michael, quien gimotea con una mano en su cabeza cansado.

Ron suelta un gemido.

—¿En serio? —dice en un susurro, mientras Harry se ve incomodo, viéndolo varias veces totalmente sorprendido como Draco y sin saber cómo reaccionar—te comes a Luna entre abrazos y lágrimas, nosotros ganamos un "hola", no importa…tenemos que irnos, tienen a Hermione—gruñe ahora Ron, un grito lejano parece hacer que todos se tensen.

Maldición.

Ahora tiene sentido por que llamaron a Theo y a quien llamaron a reconocer.

¿Qué estarían haciendo con ella?

No se sorprende de cualquier cosa y sabe que no es tiempo para pensar, pero la idea de escapar ahora se ha complicado un poco más. Voltea a ver a Michael, quien rápidamente se tensa, volver ahí sería peligroso, pero escapar también lo seria. Aunque una parte casi egoísta de él quiere dejar a Hermione atrás, sabe que su mente no soportaría eso y, además, regresar significa una oportunidad con Greyback.

Michael suelta un suspiro.

Otra vez, comprendiéndolo rápidamente.

—Padma va a matarme…olvida a Padma, Terry, si sigue siendo mi novio cuando salgamos, no te asesinare—farfulla Michael, por lo cual Draco rápidamente revisa sus bolsillos sacando una caja que coloca en la mano de Luna.

Esta salta alarmada, sus ojos están cerca de negar, pero la ignora colocándola con fuerza entre sus manos.

Ella sabe que es.

No le importa.

—Debes volver, ya me salvaste una vez y casi muero sin ti, no puedo perderte—dice con voz suave acariciando su mejilla, hace un puchero y Draco da gracias a estar con vida para verlo una vez más de nuevo.

Cuanto pensó que no volvería a verla, cuanto había sufrido esos momentos interminables donde pensó que le había fallado también a ella.

—Quiero pelear—su voz es un susurro, Draco niega antes de darle un beso en la frente, suave y lleno de sentimientos.

—Ya peleaste Luna, ocupo que vuelvas, que estes a salvo…yo te prometo volver, no puedo morir ahora que sé que estas con vida—añade con una sonrisa cómplice y aunque parece que Luna va a discutir, debe ver algo en sus ojos que la calma.

Bien.

Michael rápidamente empuja a todos juntos, Ron se queja diciendo que no piensa irse o que se detengan, pero Michael es rápido para atraerlos a todos ellos.

—Es un traslador, van a un lugar seguro, nosotros recuperaremos a Hermione—es todo lo que dice Michael, es cuando Harry comprende que sucede.

—Espera, tengo que hablar con Dr…—cualquier cosa que iba a decir desesperado, es ahogada cuando Luna activa el traslador con su mano y todos los presentes desaparecen en un parpadeo.

Si.

Se marchan.

Solo ellos dos en unas mazmorras vacías.

Cree ver una rata pasar por ahí, bueno, cuando salgan de ahí, le preguntara más a Luna sobre que paso. También cree que tendría que hablar con Harry, fue tomado muy de bola curva, que no sabe que debería haber dicho. Técnicamente no eran novios ahora, no puede juzgarlo y su interior estaba demasiado concentrado en Luna, para procesar de forma correcta quien había estado ahí.

Harry.

Suspira.

—Pensé que estarías más emocionado, ya sabes, era Harry—señala Michael siguiendo una línea muy cercana de sus pensamientos.

Draco se encoge de hombros algo avergonzado.

—Si, creo que no procese bien su presencia, cuando salgamos de aquí probablemente hablemos, pero ahora Luna esta con vida y a salvo…supongo que tenemos que salvar a alguien, matar si se puede a Greyback y no morir en el intento—enumera Draco con sus dedos, a lo cual Michael suspira de forma dramática.

Bien.

¿Qué sigue primero ahora?

.

.

Fue un poco difícil conseguir encontrar las cortinas que habían quitado cuando entraron aquí, pero nuevamente con una capa de invisibilidad y confianza sobre ellos, salir de las mazmorras no era tan difícil. Sacar a Hermione de todo el centro de atención seria la parte complicada, Ron y Harry deben estar horrorizados de pensar que están torturando a su amiga; lo cual puede ser cierto. Si bien la idea de tortura no lo aliviaba en lo más mínimo, estaba comenzando a crear una pequeña coraza acostumbrada a esta clase de situaciones.

Desde que iniciaron su viaje en todos lados habían sido torturados de una forma u otra.

Viajaron por semanas en tundras heladas con tormentas de nieva, quedaron hasta el borde del límite de magia y tuvieron que luchar contra monstruos.

Una y otra vez.

El grupo estaba más concurrido la segunda vez que estuvieron en el salón, nadie parece notar esta vez la puerta abrirse y es cuando nota a Hermione en medio del centro del salón que gimotea por bajo; la chica parece bastante mal. Su cuerpo no muestra señales de que hicieron algo indecente con ella (algo positivo al menos) sus ropas aparte de sucias y con cortes que parecen por escapar, están en un estado relativamente buenos.

Su mano por otro lado.

Bueno.

Su brazo.

Ahora está al descubierto, hay sangre en este, como si hubieran escrito algo en su piel con alguna cosa punzante y Dolohov está de pie a su lado luciendo bastante frustrado.

Pregunta por una espada.

Bellatrix.

Bóvedas.

Si, está un poco confundido, pero el intentar saltar al ataque con tantos Mortifagos y hombres lobo, probablemente no sería una buena idea. El quedarse quieto sin hacer nada tampoco sería algo positivo, la niña está sufriendo y probablemente muy asustada rodeada de esos hombres, llorando que no sabe de qué hablan, aunque hay una posibilidad que si sepa de que hablan.

No es idiota para soltar la sopa, demasiado sacrificada por la causa.

Tal vez solo quiere proteger a sus amigos.

Dar su vida por ellos.

La idea de que se pareciera a Luna hizo que se sintiera incomodo, su amiga había sido capaz de saltar al vacío si eso hubiera significado protegerlo a ellos, no iba a permitir que Hermione pasara por algo similar a Luna. No sabe qué clase de torturas pudieron usar en Luna, pero cuando ve un cruciatus lanzado a Hermione, se pone bastante lívido.

Monstruos.

Merecen la muerte, no merecen vivir, no merecen…

Oh no, sus emociones.

Michael lo sujeta con fuerza, pero es tarde, mala suerte, tenía que pasar en algún momento. Una de sus sombras se ha salido de control por sus emociones negativas, aunque intenta con todas sus fuerzas que no ataque para ser descubiertos, apenas si puede controlarla para que no mate a nadie; es un poco irónico, cuando ve que ataca, pero no mata a nadie, su parte morbosa casi hubiera preferido que si asesinara alguien para no desaprovechar de toda la oportunidad.

Un pobre mortifago al lado de Dolohov, es quien gimotea cuando la sombra atraviesa su hombro, cayendo al suelo.

Se arma un pequeño caos, todos levantan sus varitas y Draco gimotea un poco débil contra la mano de Michael que esta sujetada firmemente sobre su boca para silenciarlo. Siente la respiración de Michael contra su espalda, como si intentara tranquilizarlo para que se normalice, pero sobre su hombro a pesar de la falta de iluminación, puede ver sus ojos con sus pupilas como rendijas.

Una bestia había llamado una vez al chico.

Un monstruo.

Draco se sintió bastante cómodo en los brazos de este monstruo que era su amigo.

—Los calabozos—llama uno de los Mortifagos cuando intenta abrir la puerta de los calabozos, suelta un gemido alarmado cuando lanza un hechizo y parece notar que algo está mal—creo que escaparon los prisioneros—gimotea ganando un golpe con el bastón de Dolohov.

Por un momento piensa que una vena va a estallar de su frente, sus ojos se vuelven coléricos antes de tomar aire y voltear a ver a Hermione.

La niña no parece pensar que la han dejado atrás, se mantiene firme a pesar que sus extremidades no dejan de temblar.

Draco sigue agazapado con Michael sujetándolo por su espalda para que no haga ningún movimiento apresurado. Medita en todas sus opciones que tiene rápidamente, es cuestión de tiempo para que alguien haga algo que termine lastimando a Hermione, deben arrastrarla hacía ellos pronto; aunque también el tiempo sigue jugando en contra antes que los encuentren.

Se pregunta el alcance de su hechizo de ilusión, su varita era fuerte.

¿Pero era así de fuerte?

—Sáasil weenel—susurra utilizando toda la magia posible para esto, aunque dejando una gran cantidad de magia para el probable escape que tendrían que hacer.

No se hizo ilusiones de no tener que luchar.

Por un momento todos en el lugar quedaron congelados, su cabeza le dolió al instante con migraña, como si su cerebro y atención se dividiera en al menos 50 partes, porque era la cantidad de personas aquí que intentaba meter en ilusiones.

Sin tiempo para pensar en algo específico para todos, los adentro en sus recuerdos del cementerio, de Voldemort usando el cruciatus en él, para pasar a otros de sus peores momentos y que todos sintieran el dolor que obtuvo ese día; cada que se rompió un brazo, fue maldecido, los peores momentos de oscuridad y dolor los dejo libres para que ellos sufrieran.

Alguien grito, seguidos de gemidos y sonidos molestos, todos sujetándose con fuerza la cabeza y cayendo al suelo uno por uno.

—Muévete—suplico Draco con dolor, jadeante y buscando concentrarse todo lo posible, Michael no dudo antes de alejarse de la cortina y abalanzarse a toda velocidad.

No dudo en saltar en medio del enemigo, Hermione quien parecía confundida, sin haberla adentrado a una serie de torturas mentales, solamente se deja alzar por Michael sin poder caminar; este aprovecha para caminar a una mesa de al lado donde parecen estar las pertenencias de sus amigos. El rostro de Hermione parece sorprendido, pero lloroso al saber que estaba siendo rescatada, tienen que escapar ahora, pero las piernas de Draco no pueden moverse.

Su cabeza va a estallar, el dolor es insoportable.

Todo duele.

Arde.

Quema.

Pero disfruta de sobremanera ver a tantos hombres retorciéndose en el suelo, Voldemort no está aquí, pero es cuestión de tiempo.

Deben huir.

Michael gira a verlo alarmado, con Hermione en sus brazos podría llevarlo sobre su espalda u hombre, pero Draco apenas es consciente de como estar de pie para acercarse. Su pierna tropieza cuando intenta moverse, pero antes de caer, alguien lo sujeta debajo de sus hombros, levanta la mirada adolorida por el movimiento y el sentir los gritos de sus víctimas a su alrededor.

Disfruta reviviendo muchas veces en Greyback específicamente como corto su brazo, una y otra vez.

El único recuerdo del cual se enfoca.

—Theo—musita con dificultad, su frente debe estar sudorosa de la presión mental, pero Theo no estuvo dentro de sus ilusiones.

No había pensado en él, aunque se sorprende dejarlo por fuera.

Está a su merced.

Fue estúpido.

Idiota.

No debe confiar en él.

A diferencia de minutos antes de entrar en la mansión, ahora era diferente, ahora era Theo quien tenía la ventaja y podría lastimarlo; si no estuviera bajo juramento. Theo le da una larga mirada, antes de sujetarlo bien de la cintura y comenzar a caminar con este sobre su hombro, sus piernas se mueven casi por inercia y aunque Michael le da una mala mirada se apresura con Hermione en sus brazos para poder salir del salón principal.

No tienen otro traslador.

No habían tenido más que tiempo para hacer uno.

Así que escapar a la antigua.

—Maldición—sisea Draco cuando la ilusión es demasiada para mantenerla, está por caer inconsciente y las cadenas se sueltan en su mente.

Tendrán solo unos momentos o tal vez menos para que los encuentren, dependiendo que tanto tiempo de recarga tengan las personas del salón. Lo único bueno es que, al soltar las ataduras, aun con el mareo permanente, tiene capacidad para correr, torpe pero persistente. Theo se queda a su lado mientras corren con Michael en la delantera, hay un jadeo cuando una persona aparece de la nada frente a ellos.

Peter.

Pettigrew.

Mal momento.

Este jadea al verlos, pero antes que pueda levantar la varita, Michael suelta a Hermione contra un confundido Theo y se adelanta con rapidez. Por un momento Draco puede verlo, en su primer año, sentado bajo la nieve con 11 años y llorando porque su padre los abandono.

¿Dónde fue ese niño?

No lo sabe.

Solamente ve a un hombre que se abalanza sobre Peter con velocidad, agilidad y haciendo un salto sobre los hombros de este, mientras sujeta la cabeza antes de hacerla girar de forma despiadada pero ágil.

Asesino.

Piensa en sí mismo, cuando disfruto matando a Rodolphus o al menos, cuando no sintió culpa. Hasta ahora no había meditado en sus amigos, si alguno de ellos había asesinado o si estarían dispuestos asesinar. Siempre pensó que solo sería Draco el asesino, pero cuando el cuerpo de Peter cae sin vida, con la cabeza volteada totalmente por la fuerza de un hombre lobo.

Bueno.

Traga saliva mientras Michael corre hacía ellos, su rostro manchado solo un poco de sudor y aunque sus ojos parecen algo perturbados sin procesar que acaba de pasar, toma a Hermione con la delicadeza de una flor. Theo entrega a la niña con rostro incrédulo, pero es Draco quien asiente a Michael antes de volver a correr.

Muerto.

Peter está muerto.

Michael no dudo en asesinarlo, debería odiarse por dejarlo hacer eso, pero no tienen tiempo mientras comienzan a correr.

.

.

La primera mitad de los pasillos fue fácil, pero luego de eso se escuchó una alarma ensordecedora por el lugar, los monstruos ocultos afuera comenzaron adentrarse por las ventanas y fue un poco más difícil mantenerlos a ras. Sus cadenas de plata salieron casi como si fueran parte de él, deslizando a las criaturas de todo tipo contra las paredes, lanzándolas fuera y rápidamente aun con el continuo martilleo de su cabeza en advertencia, se posiciono frente a todos para ser la lanza que abría el camino hacia el exterior de la mansión. A veces se encontraba viendo hacía atrás, Theo estaba ahí, siguiendo con ellos y casi quiso gritarle que se regresara, pero entonces el niño utilizaría hechizos de corte contra los monstruos.

Podría ser una trampa.

Draco no debía confiar en él, pero era un poco difícil no dejarse derretir un poco por el chico que estaba luchando contra monstruos a su lado.

Ya lo había pensado con Harry en segundo año, nada como un monstruo o varios mitológicos para poder hacer amigos.

Odio la parte de él emocionada al respecto, la pequeña parte de él que aún vivía en su infancia y que estaba emocionada.

Era difícil recordar cuando luchan, que ese idiota fue parte de la muerte de Anthony.

Al final salieron por una ventana, ya estaban cerca del exterior y los monstruos parecía más adentro que afuera. Saltar por la ventana no fue fácil, Draco siseo por un corte en su pierna, pero se puso de pie para ayudar a Michael a saltar con Hermione. Theo cayo de rostro y aunque fue tentado a dejarlo atrás, se sorprendió de él mismo por sujetar su brazo y obligarlo a ponerse de pie para que siguiera.

Gracias a ese movimiento, deben quedarse atrás unos momentos.

Lo vio.

Greyback con una fila de hombres lobo, dentro de la mansión, sus ojos lo vieron y aunque Draco deseo más que nada ir contra él, sabe que no es el momento. No con Hermione herida, la mansión llena de monstruos y Mortifagos que en cualquier momento atacarían, o que llamarían a Voldemort; no quería enfrentarlo en esta situación tan desventajosa para ellos.

Se vio tentado.

Hermione grito cuando un gigante casi los golpea con un mazo, Draco se volteo para utilizar sus cadenas para lanzar a este volando; aunque el esfuerzo lo hizo jadear. Había gastado ya demasiada magia y aunque otra vez tuvo ahí a Greyback, aunque esta vez estaba armado para lo que podría ser una lucha sangrienta donde ganaría, no puede dejar a sus amigos atrás.

Es un Ravenclaw, ocupa las mejores opciones.

Esta no es la mejor opción de lucha.

Maldición, la única persona (bueno también Voldemort) por la cual no le molestaría ser un asesino y siempre que está cerca de darle el golpe final, siempre algo se lo impide. Otra vez es como cuando estaba huyendo de su madre, aunque la pequeña diferencia es que en esta ocasión no se está muriendo del dolor, que sus músculos le habían impedido llegar más lejos por su cuenta.

Espera un momento.

Una estúpida y genial idea llega con alguna iluminación en medio de la lucha, probablemente debido a la adrenalina y la idea de que Luna no está muerta aun rondando su mente.

—Michael corre a la derecha, ahí están los demás—grita entre los pasos antes de abruptamente alejarse al otro lado, Michael lanza una maldición en su lado, pero apresura sus pasos hacía el otro lado opuesto.

Michael es rápido.

Michael podrá llegar más rápido fuera de la barrera y proteger a Hermione.

Y también…

Cualquier idea se pierde en su mente, voltea a ver a su derecha notando de forma incrédula que Theo sigue a su lado. A pesar de que están corriendo para escapar, la mente de Draco se congela un segundo para ver incrédulo a Theo, que parece verlo al borde del pánico ante la idea de tener que escapar con él. Ese momento de incredulidad es suficiente para ver una maldición asesina en su dirección, empuja a Theo para que ambos escapen del rayo verde.

Escucha alguien gritar que se detuviera, algo sobre Voldemort, bueno es un mortifago porque lo llamo señor Oscuro y de querer aun interrogarlo.

Trofeo de guerra escucho también.

Apenas se pueden poner sobre sus pies para seguir corriendo, no tan rápido como Michael, pero sin duda a una velocidad bastante decente.

—¿Por qué viniste conmigo? —chilla saltando una rama con torpeza, era jugador de quidditch, no un maratonista y sus extremidades a pesar del descanso siguen resentidas por semanas caminando entre nieve.

Theo casi cae de la forma menos grácil posible.

—No me dijiste que fuera con el hombre lobo—gruñe este notando su error, como si hubiera pensado que Draco tenía un plan y era mejor obedecer sus órdenes.

Fue algo halagador y un pésimo mal momento.

Draco va a maldecirlo cuando un Wendigo cae de un árbol, la sombra bajo sus pies cobra vida como autodefensa y unos reflejos abrumadores, como varias cuchillas atraviesa sus extremidades y en un baño bastante grotesco de sangre que cae sobre ellos; bueno, también caen varias partes desmembradas de lo que fue la bestia contra el suelo.

Su cuerpo jadea y el mareo aparece, no es tiempo, se repone a pura fuerza de voluntad.

Su magia se ha reducido considerablemente ahora, pero sigue despierto, lo cual es una mejoría.

Hace un recuento.

Ha usado muchos las cadenas de platas, hizo una ilusión al menos 50 magos y ha utilizado sus sombras al menos dos veces. Cualquiera de esas acciones en el pasado pudo haberlo matado o en el mejor de los casos, dejarlo varias semanas en cama, pero gracias a la estúpida varita en su posesión ahora puede mantenerse sobre sus pies.

Tiene mejor control y más oportunidades.

No por mucho tiempo.

Se han alejado del punto de extracción de la forma más estúpida posible para hacer ganar tiempo a los demás, lo cual era una mala idea si lo pensaba un poco detenidamente, pero Draco siendo el Ravenclaw que era no pensaba tanto a futuro como muchos quisieran; era más de pensar en el momento y reaccionar después.

Si.

Bueno.

Seguir corriendo supone.

—A la próxima te vas con alguien que no esté siempre cerca de la muerte—farfulla con cansancio, pero chilla cuando Theo lo taclea cayendo contra un charco de barro.

Iba a quejarse, maldecirlo por idiota si intentaba hacer algo, pero Theo lo ignora rápidamente levantando su varita y lanzando un potente Expelliarmus a un mortifago que salió volando contra el bosque. Se da un segundo para apreciar la posición perfecta del ataque, su rostro firme, pero algo temeroso, que había atacado sin dudarlo a uno de los suyos; o ya no eran los suyos.

Theo dura un instante en esa posición, antes que su cuerpo tiemble ligeramente y se ponga sobre sus pies brindándole su mano, Draco duda un poco, pero no tanto ya que no tienen tiempo antes de tomarla y colocarse sobre sus pies con torpeza.

Vale, eso fue, inesperado.

Se miran de reojo, ambos dudosos de decir algo, pero un sonido les hace levantar la vista a la derecha con ambas varitas extendidas.

Joder.

—Siempre supe que eras débil, le dije al señor oscuro cuando mato a tu padre, que debimos matarte como un cerdo también—habla Greyback con una sonrisa traviesa en sus ojos, confianza y bastante menos temeroso que la vez que lo caso luego de la muerte de Anthony.

Oh no.

No solamente Michael había tenido los sentidos alerta porque la luna llena estaba cerca, Draco trago saliva de forma inquieta al ver al hombre lobo con sus ojos hechos unas rendijas. Puede que no fuera como Michael, puede que no tuviera tantas aptitudes en magia, pero sigue siendo un asesino o, mejor dicho, un perro de Voldemort bien entrenado.

Hay monstruos por todo el lugar buscándolos, no puede jugarse con rodeos.

Pensó que lo disfrutaría, que verse frente al hombre que mató a Anthony, lo haría sentir lleno de ira asesina y solamente sintió…miedo.

Fue estúpido.

Draco es fuerte, puede luchar, lo ha hecho durante todas las ultimas semanas, ha aprendido más magias peligrosas, se ha subido sobre el lomo de un dragón primordial y también se ha humillado frente a un rey de los mares. Había pasado duras noches en medio de tormentas de nieve, había visto a su madre morir, había sido torturado varias veces por magos más fuertes que él.

Lleva casi 7 años investigando sobre su vida pasada.

Puede luchar, puede pelear.

¿Entonces porque tiembla?

Esa noche no lo hizo, ese momento cuando había ataco a Anthony solamente había sentido ira, pero ahora no la siente; sabe que puede ganar ahora, si levanta la varita, puede matarlo. Se ha enfrentado a monstruos más tenebrosos que Greyback y estaba seguro que puede hacer algo más que solamente quedándose temblando.

Pero no puede moverse.

Tiembla.

Su respiración se agita.

Ve la sonrisa de Anthony antes de que la vida abandone su cuerpo y se odia, porque no puede moverse y si no fuera por otra tacleada, bastante incomoda por parte de Theo probablemente habría salido herido. A diferencia de Anthony, Theo no queda empalado de alguna forma, ambos caen otra vez al charco de barro, mientras Greyback va por un segundo ataque.

Muévete.

Quiere gritarle a su cuerpo, quiere ser fuerte, quiere poder dejar atrás el temor, quiere poder cobrar venganza y no sentirse como un niño de 11 años en medio de un bosque oscuro lleno de miedo; no quiere sentirse como cuando era niño y soñaba con el agua que lo ahogaba.

No tiene que congelarse.

Tiene que luchar.

Tiene que.

Tiene que superar esto y seguir adelante.

Sujeta con fuerza su varita y está listo para hacer algo, cuando el cuerpo de Greyback queda congelado sobre Theo y Draco. Hay un momento de silencio, porque literalmente hay magia alrededor del hombre, sus pupilas se mueven, pero su cuerpo parece estático sobre ellos.

Theo es el primero en notarlo, jadeando viendo a la izquierda, Draco intenta decidir si mover la mirada de Greyback o hacer algo, pero cuando voltea a ver por el sonido de Theo, sus ojos también se abren ligeramente de incredulidad al notar la figura entre las sombras.

Barty.

Su boca se seca mientras Greyback que lo ve solamente por el rabillo del ojo, tienen la mirada de traición e incredulidad. Barty se mueve ágilmente desde las sombras, Theo se tensa sujetando la varita como si no comprendiera que el que estuviera ahí deteniendo a Greyback los coloca más de su lado de lo que admitiera; al menos eso era bueno, personas como Theo no supieron entonces que Barty los había ayudado hace algunas semanas atrás.

A Padma y Michael específicamente.

Barty se agazapa a su lado, viéndolo fijamente, casi acusándolo con la mirada y entendió de inmediato.

Luna.

Todo lo que hizo fue por Luna, por la sobrina de un viejo amigo, ¿viejo amor?, que le había prometido que protegiera y de alguna forma no lo hizo. Baja el rostro avergonzado, aun temblando cuando por accidente vio de reojo a Greyback y odio que la persona que más odiaba, fuera una que le causaba tanto temor. Ni siquiera se había sentido como un niño de esa forma frente a Vodník.

Patético.

—Deben huir, rápido—siseo Barty dándole una mirada incrédula a Theo, antes de ver a Draco con molestia—si vuelven atrapar a Luna, te juro que no tienes que tener miedo a nadie más que a mí, porque te asesinare—brama con un deje de gruñido, que hace a Draco encogerse.

Asiente antes de ponerse de pie aun tembloroso, toma el brazo de Theo que señala a Barty con la boca abierta de incredulidad y luego.

Barty mueve la varita.

A diferencia de Draco, Barty no duda cuando lanza la maldición cortante y muy similar al Wendigo, el cuerpo de Greyback se cae en pedazos, literales, que provocan sangre en todas direcciones. Hay un extraño vacío en su pecho al verlo morir tan fácilmente, se supone que Draco vengaría a Anthony, se supone que haría sufrir al hombre lobo que acaba de morir frente a ellos como un perro.

No se suponía que fuera así.

—Vamos Draco—gruñe Theo empujándolo, porque se ha quedado inmóvil y con una última mirada a Barty, quien no parece en lo más mínimo afectado por lo que hizo, solamente le da una vaga sonrisa.

Los ojos de Draco se abren ligeramente, antes de empezar a correr nuevamente con Theo.

Su corazón latiendo entre sus oídos.

Greyback está muerto.

Draco no lo asesino.

No sabe que sentir.

Continuara

Me siento un poco mal por muchas cosas que pasaron en este capítulo, sé que muchos querían ver a Greyback morir lentamente y es curioso como siempre pensé que a pesar de su odio Draco no lo mataría. Es retorcido como Draco ha llegado a matar a varias personas hasta ahora a su manera, pero la única que si quiso asesinar, fue asesinada por alguien más.

Retorcido incluso.

Muy retorcido.

Pobre Harry, se quedó con las ganas del re encuentro, pero prometo que veremos un poco de Harry y Draco en los siguientes capítulos.

Lunita merecía todo el brillo en este.

¿Theo que haces ahí?

Dios todo se retuerce incluso más de lo que pensábamos xD