Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenecen a JK Rowling.
Solo la trama es mía.
No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.
Aviso: Este fic forma parte del juego Drabble tag del foro Hogwarts a través de los años.
Elegí la condición Expreso de Hogwarts.
Un viaje con Regulus Black.
-Acuérdate, Regulus. Solo debes juntarte con personas adecuadas. No seas como tu hermano. Es la decepción de la familia y tú no quieres ser otra decepción, ¿verdad?
-No, madre. Haré lo correcto. Seré un Black adecuado.
-Así me gusta. Hazme sentir orgullosa.
Orion se había llevado a Sirius al tren así que Walburga aprovechó para recalcarle a su hijo la importancia de cumplir su deber. Durante todo el verano le habían estado mostrando a su hijo pequeño lo horrible que sería si acababa como su hermano mayor. Debía ver lo que ocurría cuando no seguía las reglas establecidas.
Ya en el tren, Regulus buscó dónde sentarse. No quería equivocarse porque ¿Y si era repudiado? No quería ser repudiado.
-Hola, pequeño Black.
Ese era Potter. Sirius le había cambiado por ese amante de los muggles con gafas. Quería maldecirlo tanto...
Regulus le miró con su expresión más desagradable y le dio la espalda. El insulto más grande que se le podía hacer a un heredero.
Pensó que James Potter se iría, indignado por el trato y le contaría a su hermano lo estúpido que Regulus era y cómo seguro acababa en Slytherin y sería malvado.
Pero Potter se rió, le palmeó el hombro y lo llevó con él al compartimento en el que estaba Sirius y dos más de los que se había negado a aprender sus nombres.
Esas personas traidoras a la sangre, porque seguro que lo eran, le habían robado a su hermano y cuando aprendiera más magia, los hechizos oscuros que sabía no contaban porque su padre le mataría si le pillaban echándoselos a alguien, entonces les maldeciría tanto que Sirius jamás en su vida querría saber sobre ellos.
-Ah, Reg. Creí que irías a buscar a esos atascados que madre aprueba.
-Tu amigo me forzó a venir. -Se sentó hosco en un asiento libre.
Potter solo había agarrado su hombro y Regulus podría haberse zafado si quería, pero no lo hizo porque si esta era la última oportunidad que tenía de pasar el tiempo con Sirius, iba a aprovecharla.
Y así observaría a quienes le habían robado a su hermano y aprendería sus puntos débiles para explotarlos más tarde.
Le divirtió ver cómo Potter hacía el ridículo horas después cuando una pelirroja, seguramente sangresucia pasó cerca.
-Eso ha sido patético. -Declaró. -¿Quieres conquistarla o que se ría de ti?
-¿Tú qué sabrías, pequeño Black? -James hizo el amago de levantarse pero Sirius le lanzó una mirada venenosa y se quedó quieto.
-Bueno, Potter. Claramente a esa chica, casi estuvo a punto de decir Sangresucia pero recordó que estaba en público y esas palabras no eran aceptables en ciertos entornos, no quiere saber nada de ti. Gritando y diciendo cosas tontas en vez de impresionarla vas a conseguir que se ría de ti.
-Y pregunto de nuevo, Pequeño Black, ¿qué sabrás tú?
-Soy un Black.
-Soy observador. Solo digo lo que veo. Pero si no quieres escuchar...
-Dime más, Pequeño Black. ¿Qué me aconsejas?
