- ¡No puedo creer que Tobio no entienda nada! - grrrrrrrr- ¡Lo odio! - gritaba medio desesperado Oikawa Tooru.
-¿Vas a seguir con eso? -preguntaba Iwaizumi a su amigo medio exasperado, llevaba por lo menos 10 minutos reclamando y diciendo lo malo que era Kageyama luego de haber observado la victoria del Karasuno.
- ¿Cómo que por qué? ¿Acaso no me has escuchado nada de lo que te he dicho?- le contestó con reproche- ¡lo peor es que chibi-chan besa el piso que ese idiota pisa! -lloriqueba aún más.
- Pero no puedes negar que juntos hacen una dupla increíble- mencionó el pelinegro pensativo.
- ¡Si pero por qué con él! ¡Tobio no se lo merece! - ¡Si no fuera por mis consejos, jamás lo hubiera logrado, él no logra entender nada!- ¡Solo piensa en él! ¡Es un egoísta!- siguió reclamando.
-¿Te gustaría levantar para Hinata?- ¿jugar con el? -le preguntó sorprendido.
- Hubiera sido increíble poder hacerlo- respondió más para si mismo pensativo que queriendo darle una respuesta en sí a su amigo.
- Vaya, nunca te había escuchando tan interesado en alguien- comentó su amigo pensativo.
- Es que chibi-chan es asombroso- dijo Oikawa resignado.
Iwaizumi no lo podía creer. Oikawa parecía fascinado con Hinata. A decir verdad, esa conversación lo había contrariado. Hace un tiempo a la fecha todo era Tobio esto, Tobio aquello, que Hinata aquí, que Hinata acá. El tema lo tenía cansado. Cuando se trataba de analizar jugadas estaba bien, pero cuando caía casi en la obsesión, lo agotaba. Mas que Tooru no solía hablar de terceras personas con tanta frecuencia ni admiración. Debía reconocer que el tema lo tenía realmente sobrepasado, tanto que se le había revuelto el estómago. Si algo tenía claro era que no quería seguir hablando de la pareja del Karasuno.
- Ya no quiero seguir hablando de ellos, hablas como si te gustara Hinata- dijo Iwaizumi molesto.
De pronto Oikawa evaluó la situación y sin pensarlo mucho, dijo divertido:
- Vaya vaya ¿celoso Iwa-chan?- rió.
Pero este no contestó. Oikawa tardó 5 segundos en darse cuenta de la nula respuesta que le dio su amigo. Por un momento se sobresaltó, jamás esperó un silencio como respuesta. Un golpe era mucho más factible, pero no un silencio y una cara contrariada como toda contestación. Tooru miró a su mejor amigo y lo vio meditando con su cabeza gacha... su entrecejo estaba fruncido; estaba totalmente absorto en sus pensamientos.
Las bromas e ironías eran típicas entre ellos. Aun cuando Iwaizumi solía ser mucho más maduro y serio que él, solía reírse con sus bromas, o bien, si no lo hacía, Oikawa terminaba con un buen golpe en la cabeza o un reto de aquellos. Nunca pensó que producto de una broma, su amigo podría reaccionar así.
El corazón de Oikawa comenzó a latir fuertemente. No sabía cómo reaccionar. ¿Podrían ser realmente celos?. Él, Oikawa Tooru , llevaba mucho tiempo enamorado Iwaizumi Hajime pero nunca había pensado en declarársele. Siempre pensó que eso pondría término de inmediato a su amistad de tantos años. Algunas veces había visto miradas, gestos, comentarios a medio decir que lo habían confundido, pero nada mas allá. Aunque algo era cierto, esa reacción no era normal; ese comentario le hubiera hecho ganarse un buen golpe en la cabeza, no un silencio incómodo.
-¿En serio estás celoso Iwa-chan? - preguntó esta vez acercándose a él totalmente serio para mirarlo directamente a los ojos, tomándolo por el antebrazo para captar su atención, pero el pelinegro no fue capaz de levantar la mirada.
-¿Iwa-chan?- insistió nuevamente casi susurrándole las palabras. Oikawa no cabía en el asombro.
- Mmmm - contestó su amigo de repente sin atreverse a mirarlo a los ojos. El castaño pudo ver el rostro afligido de su amigo, parecía estar a punto de echarse a llorar. Se veía demasiado afectado y vulnerable en esos momentos.
-No- dijo Oikawa colocando su mano derecha en forma impulsiva en su rostro. Su amigo levantó levemente su rostro para mirarlo algo sorprendido por esa acción, pero Oikawa no quiso esperar ninguna respuesta o comentario que ayudara a su amigo salir del paso, ya había pasado mucho tiempo guardándose todo por miedo, si Iwaizumi estaba así era por algo, no le daría chance a recuperarse de la sorpresa, por lo que sin pensarlo más de la cuenta se acercó rápidamente a él y depositó sus labios sobre los del contrario en forma un tanto brusca, pero perfecta. Sus labios parecieron encajar como si el hecho de besarse fuera algo cotidiano.
Para sorpresa de Oikawa, Izaizumi no opuso ningún tipo de resistencia. Ninguno de los dos estaba preparado para que ese día sucediera algo así, pero llevaban tanto tiempo esperando, tanto tiempo queriéndose, tanto tiempo amándose en total silencio... sin haber dicho ni una sola palabra que pudiera delatarlos y que pudiera poner en riesgo su preciada amistad, que ahora que estaba sucediendo, no se daban ni darían tregua. Sus labios parecían haber nacido para estar en contacto. Oikawa pasó su otra mano por detrás de la oreja izquierda y tomó total control la situación.
Por otro lado Hajime colocó sus manos en los antebrazos de Oikawa a modo de apoyo y contacto, pero si algo tenía claro es que esta vez su amigo no recibiría ningún golpe.
Estuvieron así por algunos minutos, sin decirse nada y decirse todo a la vez. Cada beso resultaba maravilloso, éstos fueron intensificándose hasta que ambos tuvieron que detenerse un momento a fin de poder tomar aire y regular sus respiraciones.
Oikawa apoyó su frente en la frente contraria y sin querer exhaló un pequeño sollozo.
-¿Tan malo fue que estás llorando Idiota?- preguntó el pelinegro sonriendo.
Pero Oikawa solo pudo sollozar más fuerte como respuesta, sus emociones lo habían sobrepasado como ni el mismo sabía que podría llegarle a suceder.
-Idiota- dijo Iwaizumi emocionado.
Oikawa solo se aferró más a él y lo abrazó tan fuerte de Iwaizumi pensó por un momento que iba a morir, pero lejos de reclamarle u objetarle el apriete, lo abrazó devuelta haciéndole notar, que correspondía sus sentimientos.
-Me parece increíble esto- dijo de pronto Oikawa - Llevo mucho tiempo enamorado de ti Iwa-chan.
-Tooru- susurró Iwaizumi - También te amo, desde hace mucho.
- Sabes que desde ahora en adelante, no dejaré ni respirar ¿verdad?- dijo secándose las lágrimas que aun no dejaban de caer.
-Cuento con eso Tooru- contestó Iwaizumi sonriendo, y tomando bruscamente a su amigo por la camisa, posó sus labios sobre los de Oikawa, necesitaba con urgencia continuar con lo que habían comenzado.
