Capítulo 10:

Rick estaba terminando de arreglarse para ir a la base cuando unos suaves golpes en la puerta de su casa llamaron su atención. Eran las 8 de la mañana.

"¡Lisa!", exclamó impresionado al verla en su puerta muy abrigada. Ella le sonrió. "Pasa, pasa", le abrió la puerta de par en par invitándola a entrar.

Era la primera vez que ella lo visitaba y de inmediato sintió el apremio al mirar su casa prácticamente vacía, Minmei se había llevado todas sus cosas cuando se fue. La verdad era que su casa era sólo eso, un lugar donde ir a dormir, no tenía un apego especial con ella y menos considerarla un hogar. Aquello se fue junto a Lisa el día que ella no regresó. De todas formas se puso nervioso con la inesperada visita, especialmente después de la discusión acerca de su tratamiento médico. No la había visitado en un par de días, en parte porque se sentía avergonzado de su actitud. Sin embargo, ahí estaba ella ahora, mirando con curiosidad su sala.

"¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Pasó algo?", le preguntó un poco preocupado.

"Nada malo, sólo pasé antes de entrar a trabajar", respondió con una suave sonrisa. Rick le devolvió el gesto.

"No es como me imaginé que sería tu casa", comentó mirando alrededor levantando las cejas.

"¿Y cómo creías que era?".

"Más cálida, como tú", dijo con calma. Rick sintió que se sonrojaba. Algo muy característico de esta Lisa era su casi brutal honestidad. Al no tener un pasado o normas políticamente correctas, sus preguntas y respuestas eran directas, sin ápice de segundas lecturas. Era casi como hablar con Miriya.

"Vengo a verte porque quiero que sepas que no estoy molesta por lo que pasó. Entiendo tu preocupación y la aprecio. Ahora que ya tienes claro lo que haré con mi tratamiento médico, no tienes motivo para no ir a visitarnos".

Rick la miró un tanto aturdido. Realmente era directa, bueno, siempre lo fue, pensó. Una gran sonrisa se dibujó en sus labios, sacándose un peso de encima.

"Gracias por eso, porque te extrañaba", dijo tímidamente. Lisa le regaló otra gran sonrisa, sin señales de incomodidad por sus palabras.

"Excelente, porque Claudia me dijo que íbamos a ver una película 'muy importante' sobre pilotos esta noche y pensé que te gustaría acompañarnos".

"¿Película de pilotos?". Rick pensó en alguna en especial, habían varias: Pearl Harbor, Midway, Historia de Honor.

"Eso me dijo, 'un absoluto clásico de los 80'".

"Interesante. Y por supuesto que iré. Me anoto con las palomitas de maíz", ofreció.

"¡Genial! nos vemos en la tarde", y caminó decidida hacia la puerta de salida.

"¡Espera! el preescolar está muy lejos de aquí, yo te llevo".

"¡Gracias! eso me lleva a otra pregunta ¿me enseñarías a conducir? un auto, no un avión", le preguntó y Rick se sorprendió nuevamente.

"Eh… claro, no hay problema".

Ambos salieron relajadamente de la casa hacia el auto Rick, quien a pesar del frío sentía que su corazón latía con fuerza y una exquisita tibieza lo llenaba por completo.


"¡¿Qué haces aquí?!", dijo Claudia al ver a Rick en su puerta nuevamente. Él dio un paso hacia atrás.

"Hola para ti también Claudia, es un gusto verte", respondió sarcásticamente.

"Perdón, perdón… es que no pensé que vendrías hoy", le respondió dejándolo pasar.

"Lisa me invitó. Me fue a ver temprano y me dijo que habría noche de películas", dijo sintiéndose un poco fuera de lugar.

Claudia murmuró un "Oh", seguido de una sonrisa pícara. Rick se sonrojó.

"Así es, pero quizás no sea del tipo que te agrade", trató de explicar.

"Si es de aviones y pilotos, sí me va a gustar. Además traje esto" y le pasó dos enormes bolsas llenas de palomitas de maíz recién hechas. Claudia sonrió y dramáticamente le mostró el sillón.

"Entonces eres más que bienvenido. Tu ofrenda es aceptada".

Rick alegre se sentó en una esquina del sofá mientras Claudia llevaba las bolsas a la cocina.

"Lisa, llegó Rick, voy a poner la película", le gritó hacia su habitación.

"¡Voy!"

Lisa se sentó junto a Rick conversando animadamente cuando Claudia volvió a la sala con dos cuencos llenos de palomitas.

"Permiso, yo voy aquí", dijo graciosamente sentándose entremedio de los dos. Lisa no tuvo problema de moverse pero Rick hizo un puchero y entrecerró los ojos. Claudia sonriendo hizo como si no lo viera.

"¿Y cuál película es?", preguntó Rick algo irritado tomando uno de los bowls.

"Ésta", respondió apuntando el control remoto a la pantalla y presionando Play.

El tradicional logo de Paramount apareció mientras una suave música electrónica resonó en los parlantes. Tras una pantalla negra con algunos nombres, apareció una breve explicación "en 1969 la Marina de los Estados Unidos creó una escuela élite para el 1% de sus mejores pilotos…"

"¿Top Gun?", dijo Rick mirando incrédulo a Claudia.

"Te dije que no te iba a gustar". Ella sonrió como el gato de Cheshire.

Rick hizo una mueca y apoyó la cabeza en su brazo resignado. No era el tipo de película de pilotos que tenía en mente.

Los tres se mantuvieron en silencio hasta que a los 9 minutos minutos Rick bufó por primera vez.

"Ay por favor, yo hago esa maniobra desde que tengo 10 años".

Claudia levantó una ceja y volvió su atención a la pantalla.

"¿Todo ese alboroto por dos aviones enemigos?".

"Shhh" le dijo Claudia y Rick puso los ojos en blanco.

Cuando Maverick fue amonestado por su superior y mencionó el vuelo rasante por las torres y lo de la hija de un almirante, Claudia lanzó una risita sardónica y Rick se puso rojo como tomate.

"¿Hace semejante estupidez y lo premian? ¡Era para darlo de baja!".

"No me digas…" le respondió Claudia abriendo grande los ojos, Rick no dijo nada amurrado.

Después de un rato, Claudia miró a Lisa quien estaba, literalmente, pegada a la pantalla. Parecía que el mundo se había cerrado entre ella y el televisor y rió por lo bajo.

Cuando Maverick corrió en su motocicleta haciendo carrera con el avión, Lisa suspiró y expresó un "Wow".

"¿Te gusta la película?", le preguntó Claudia a penas conteniendo la risa. Lisa solo asintió. Rick la miró de reojo y no le gustó nada verla así.

"Ese actor… ¿cómo dijiste que se llamaba?", preguntó Lisa casi sin pestañear, concentrada en la película.

"Tom Cruise", respondió Claudia echándose un puñado de palomitas en la boca.

"Es… wow", expresó mientras se sonrojaba levemente.

"¿Un F14? ¿ese vejestorio? Hasta Dana podría volar esa reliquia", comentó Rick claramente resentido, pero Lisa no lo escuchaba. Cuando Maverick sonreía en la pantalla, ella también.

La película avanzó y cuando Maverick entró al club junto a Goose, usando su uniforme blanco, Lisa literalmente soltó un pequeño gemido. Claudia casi se atoró con las palomitas de la risa y Rick la miró con ojos desorbitados. Lisa no notó las reacciones.

"Iceman se parece a la foto de Roy", ella comentó estirando la mano y sacando un puñado de palomitas de maíz del bowl de Claudia, sin alejar la atención de la pantalla.

"Oh sí", Claudia sonrió disfrutando la relación.

Cuando Maverick y Goose empezaron a cantar para llamar la atención de la chica de bar, Lisa sonrió francamente fascinada. Rick puso los ojos en blancos.

"¿Ella es su jefa?"

"Algo así. Es una contratista civil, algo que tú también podrías hacer", le respondió Claudia pero Lisa sólo asintió sin poner mayor atención.

"¿Por qué no hay mujeres pilotos?"

"Porque eran los '80", respondió Rick cruzándose de brazos.

"Interesante comentario de alguien que hace no mucho dijo que "ciertas tareas no deberían ser dadas a una mujer'", le recordó Claudia.

"¡Eso no es justo! ¡Yo… yo no sabía…!", exclamó Rick.

"Tú no sabes nada Rick Hunter", le replicó Claudia sardónicamente imitando a Ygritte de Game of Thrones. Después de eso, él se quedó callado.

La historia continuó hasta la escena de los pilotos en los camerinos. Lisa abrió los ojos enormes y contuvo el aire.

"¿Estás bien?", le preguntó Claudia al borde de las lágrimas de la risa.

"¿De verdad los pilotos se ven así?", preguntó prácticamente salivando.

"¡Por supuesto que no! ¡Esos son actores! es completamente irreal tener un cuerpo así, especialmente si eres piloto y has estado en batallas", replicó Rick airado.

"¿Entonces tú no te ves así?", le preguntó sin mirarlo, su atención completamente inmersa en la pantalla.

"Yo… yo, no tanto. Ellos tienen un físico inmaculado, yo tengo una que otra cicatriz".

"Ah sí, la de la ingle hacia el ombligo", comentó Lisa sin pensar. Rick y Claudia la miraron con la boca abierta.

"¿Qué dijiste?", le preguntó Rick sintiendo que enrojecía de vergüenza.

"¿Dije algo?", respondió absorta en la historia.

"N…Nada", él balbuceó mientras Claudia lo miraba nuevamente sonriendo mordiéndose la lengua.

"Vaya, vaya, qué interesante es el cerebro. Uno pensaría que toooda la memoria se guarda en un lugar específico, pero parece que todo depende del 'tipo' de recuerdo", bromeó y Rick creyó que le explotaría la cabeza.

Una nueva escena le sacó otro suspiro a Lisa.

"¿Qué… qué están jugando?", preguntó al aire.

"Volleyball", respondió Claudia y de reojo miró a Rick apretando la mandíbula. Detestaba por completo esta película.

"Creo que tengo fiebre", murmuró Lisa. Claudia le tocó la frente.

"No cariño, eso no es fiebre…" rió suavemente.

"Hace mucho calor".

"Rick, ¿serías un amor y le traerías un poco de agua?".

Refunfuñando, se levantó y fue a la cocina.

"Eso que sientes, es que tus hormonas están en perfecto funcionamiento", le murmuró Claudia riendo en complicidad y Lisa sonrió sin dejar de ver la película.

"Parece que sí…".

Rick volvió con el vaso con agua justo al empezar la escena más sensual e incapaz de presenciar a Lisa reaccionado a eso, se excusó y se fue al baño. Claudia nunca había pensado en Top Gun como una comedia, pero sin duda se había reído como nunca.

"No sé por qué, pero quisiera ser ella", dijo Lisa y Claudia finalmente explotó en risa.

La película siguió su curso y tras una breve pero intensa discusión entre Claudia y Rick donde ella apasionadamente defendía que Iceman era mejor líder que Maverick de la cual Lisa los mandó a callar a los dos porque no la dejan escuchar, la historia terminó.

"Esto es lo mejor que he visto en mi vida", dijo Lisa ensimismada respirando agitada. Rick se rascó la cabeza tratando de no decir nada mientras Claudia llevaba los envases vacíos a la cocina.

"Ya me voy, gracias por la película", murmuró Rick enfurruñado.

"Rick", lo detuvo Lisa y él se volvió para mirarla.

"¿Sí?"

"Aunque no te veas así", dijo mirando la televisión ya apagada "creo que eres un piloto bastante… atractivo".

Rick se sonrojó y sonrió.

"¿Cómo Tom Cruise?", preguntó con cierta galantería

"Oh no, él es perfecto, insuperable", respondió embelesada. Rick hizo otro mohín, se despidió rápidamente y salió de la casa.

Una semana después, Lisa y Claudia estaban en una primera reunión con un abogado para tratar la recuperación oficial de su identidad, cuando el teléfono de Rick sonó.

"Hola Rick, soy Claudia".

"Hola, dime, ¿pasó algo?"

"Sí, estamos a punto de entrar a conversar con el abogado y nos dimos cuenta que se quedó la carpeta médica en casa, ¿podrías ir a buscarla por favor?"

"¡Por supuesto! voy enseguida, pero ¿cómo entro?".

"En la entrada hay una planta en un macetero, hay una llave debajo. ¡Mil gracias Rick!".

Saliendo lo más rápido posible, Rick condujo a la casa de Claudia y entró de acuerdo a lo indicado. Miró alrededor de la sala y la cocina y no encontró nada. Quizás estaba dentro de la habitación de Lisa.

Sintiéndose un poco nervioso de entrar a su habitación sin su consentimiento, abrió la puerta lentamente y entró tratando de no hacer ruido. Miró alrededor y encima de un pequeño escritorio, estaba la carpeta de Lisa. Aliviado, la tomó y giró para salir cuando se encontró de frente con un poster tamaño real de Tom Cruise sonriendo coquetamente en Top Gun, pegado en la parte interna de la puerta.

"¡Ay, por favor!", exclamó molesto cerrando de un portazo sin entender qué diablos le veía a ese tipo.