La tarde estaba al caer, y el color naranja inundaba los pasillos de Ilvermorny. Emma y Amanda se habían ido a hablar al campo de Quidditch, con una botella de hidromiel bien cargada. Odette se había encontrado con Banri y Tita, y los tres fueron a divertirse juntos. Liam entonces quedó excluido en un colegio que no conocía para nada, pero estaba bien, al fin y al cabo (no) quería estar solo.

Era como ser un alumno de primer año otra vez, sin saber nada del castillo. Aún recordaba esas tardes confusas en las que él y Jack se perdían completamente en Hogwarts, aún recordaba cuando Jack y el pasaban tiempo. Ahora, Liam era el que se había ido a Ilvermorny, y había dejado a Jack atrás, al pensar eso, el chico tuvo un arrebato de ira contra sí mismo.

Había dejado el pay de manzana en el carruaje de Hogwarts, y se encontraba paseando por los pasillos del colegio. Los alumnos lo miraban un instante y apartaban la mirada, susurrando entre ellos, y Liam no sabía que tanto tenía de especial.

En eso estaba, cuando alguien le impidió el paso. Liam estaba viendo hacia el suelo, y vio unas piernas descubiertas, eran las de una chica. Levantó la mirada, y se encontró con un uniforme de Mahoutokoro, siguió subiendo hasta que se encontró con una cara femenina, de rasgos evidentemente asiáticos. La chica, de cabello pelirrojo, que le recordaba un poco a Emma, lo miraba fijamente, era de su estatura o tal vez uno o dos centímetros menos.

-disculpa – le dijo Liam, y trato de pasar, pero la chica le tapo el paso – eh… voy a… – intento con el otro lado, pero la chica se volvió a interponer – eh… disculpa… tengo que… pasar…

-t-tu e-eres… – la chica dijo en voz baja, y con un acento que Liam apenas pudo entender

-soy Liam, un… eh… podrías… dejarme pasar? – dijo mirando al fondo del pasillo

-m-malo – dijo – t-tu

-no soy malo – suspiro Liam – solo quiero pasar

-a-amigo – la chica miro fijamente a Liam

-quieres que sea tu amigo? – Liam puso cara de pesadez

-y-yo… – la chica tomo a Liam del brazo, y lo tiro hacia ella

-qué haces? – Liam retrocedió, pero la chica lo agarro fuerte, y de un momento a otro lo acorralo en la pared – q-que pasa?!

-tu malo – le dijo con una sonrisa

-no soy malo!

-yo… tu… – la chica se acercó poco a poco

-espera! ¡Espera! ¡Tengo novia! – dijo Liam rápidamente – que esperes te digo!

-tu… – la chica se acercó más

-tengo novia! ¡EMMA! – Liam grito, pero los alumnos simplemente lo vieron un momento y desviaron la mirada – oye, oye, tú eres muy bonita, pero… yo ya tengo novia, entiendes? ¡No-vi-a!

-No-vi-a – repitió la chica – q-que es?

-creo que no sabes inglés – suspiro Liam – eh… H-hitori…

-Hitori?! – dijo la chica sorprendida

-sí! Hitori… – Liam entonces recordó rápidamente las canciones en japonés que había escuchado, entonces un pedazo le llegó a la mente, y lo recordó lo mejor que pudo – eh… F-futari no… ai wa modori wa… shinaikedo…

-AI?! – la chica se sonrojo mucho – Watashi o aishiteimasu ka?

-eh… si, si – Liam no sabía que había dicho la chica, pero asintió con la cabeza

-t-tu n-nombre… – la chica sonrió – Anata no namae wa nanidesu ka?

-mi nombre? Liam… Liam Baker – suspiro

-B-Baker… – la chica asintió con la cabeza – Baker-san

-así lo dices ustedes, ¿no? – Liam sonrió un poco – eh… bueno… yo… – Liam recordó una escena de un anime, en la que un tipo rudo le decía a otro que se alejara, entonces recordó ese diálogo – H-H-hitori ni shite kure – lo dijo casi como el tipo del anime

La chica se sonrojo más, y sonrió contenta, entonces se apartó de Liam. El chico se hizo a un lado, y la chica lo miro con ojos de amor, aún que Liam no se dio cuenta de eso, por qué siguió su camino a paso rápido.

Paso un rato, lejos, en el campo de Quidditch de Ilvermorny, Emma y Liam tomaban hidromiel muy contentas. Las dos estaban sonrojadas, y se tambaleaban un poco.

-bueno, a ver, entonces, dímelo ya – Emma miro a Amanda – te gusta Liam?

-sí, sí, me gusta – Amanda asintió con la cabeza

-a mí también – Emma soltó una risa tonta

-jeje… – Amanda tomo un trago – quiero a Liam, por qué no me dejas hacerle el amor un ratito?

-nononono – Emma negó con la cabeza y se apoyó en Amanda – es que nunca has hecho el amor

-no, porque quiero hacerlo con Liam!

-jeje, pues yo ya lo hice – Emma sonrió orgullosa

-y lo hace bien? – Amanda escucho atenta

-que si lo hace bien? ¡Es estupendo!

-yo también quiero, yo también quiero!

-pero tú lo haces bien sola, ¿eh? – Emma río animadamente

-sí, sí jeje – Amanda también río contenta

-quien se ríe tanto? – Susana Herrera apareció en su escoba, del lado del campo

-oh, es usted! – dijo Emma contenta

-ah, ustedes son las amigas del chico aquel – Susana miro alrededor – no está con ustedes?

-no, pero ojalá – río Amanda

-que tienen ahí? – Susana vio la botella en las manos de Emma – ah, claro

-usted, señora! – Emma se puso de pie – no sé qué tanto le ve Liam, no siquiera es tan bonita ni juega tan bien, es más yo le ganaría

-JAJAJAJA, LE GANARÍA, ¡LE GANARÍA! – río Amanda

-se pasaron un poco de copas, ¿eh? – suspiro Susana

-EMMA?! – gritaba Liam subiendo las escaleras – AMANDA?!

-AQUÍ ESTAMOS! – le gritó Emma y movió los brazos

-oh, Emma! – dijo Liam en cuanto se acercó – a qué no sabes lo que me acaba de pasar…

-hola – dijo Susana tranquilamente

-oh, señora Susana! – dijo Liam sorprendido – señora… más bien señorita

-jaja, gracias – Susana río un poco – tus amigas estuvieron tomando

-eh? – Liam vio la botella de hidromiel en el suelo – se la acabaron toda!

-Liam, ven, hazme el amor! – le dijo Amanda contenta

-sí, hazlo de una vez y que deje de molestar – Emma suspiro

-no – suspiro Liam

-vamos, Liam, hazlo! – Amanda se quitó la túnica – no ves que soy solo para ti?

-Amanda! – Liam recogió la túnica y se la puso a Amanda encima – caray, que pena!

-no te preocupes – dijo Susana apenada, y voló lejos

-ugh, ya ven?! ¡Quedaron como unas alcohólicas enfrente de Susana Herrera! ¡¿Que les pasa?!

-deja de quejarte y follame ya! – le grito Amanda

-ese lenguaje – suspiro Liam – no te voy a… hacer eso, santo cielo, son unas irresponsables, de verdad

-es que no piensas aprovecharte de dos jóvenes alcoholizadas? – le dijo Amanda

-CLARO QUE NO! – grito Liam – yo las respeto, y respétense a ustedes mismas también! Ahora, vamos – Liam tomo a las dos chicas del cuello de la camisa

-nos harás el amor? – dijo Emma con una sonrisa

-no, las voy a llevar a sus habitaciones en el carruaje, y se van a quedar ahí hasta que se les pase el efecto, por qué necesitamos dar una buena impresión en la presentación de esta noche! – dijo Liam molesto

-al menos tocamos un pecho o algo – suspiro Amanda

-QUE NO!

Liam llevo a las chicas al carruaje, como prometió. Amanda se le insinuó todo el camino, y Emma no decía nada, Liam deseaba que ella hiciera algo. Cuando llegaron al carruaje, Liam recostó a Amanda en su cama, y la chica cayó rendida apenas tocó la almohada, directo al mundo onírico. Emma también se durmió rápidamente, en la habitación de Liam, así que el chico se quedó a cuidar a las chicas. La noche cayó poco a poco, y Liam paso el tiempo viendo su celular, hablando un poco por mensaje con Tom.

"Tom: ¿Como te ha ido?

Liam: Bien, si se puede decir ¿Tu qué tal?

Tom: Bien, también

Liam: ¿Como está Dalia?

Tom: Bien, aunque te extraña, ya sabes cómo es

Liam: jaja, lo siento :p

Tom: Ah, por cierto, mamá trajo a aura, espero que no te moleste que esté conmigo mientras tanto

Liam: oh, claro, cuídala bien ¡por favor!

Tom: No te preocupes. Me tengo que ir ¡hasta luego!

Liam: ¡Claro, te quiero! 3

Tom: Yo también, mucha suerte en la presentación de hoy ^ _ ^

Liam: ¡Muchas gracias!"

El estado de Tom paso de "en línea" a "desconectado", y Liam se preguntó que podría estar haciendo su hermano. Después de eso, unos minutos después, Emma despertó.

-ay – dijo llevándose la mano a la frente – Liam?

-buenas noches – le dijo el chico acercándose tranquilamente – como te sientes?

-mal – suspiro – me duele la cabeza

-tomaste mucho – Liam le dio la mano a Emma

-sí?

-aja, incluso estuviste de acuerdo con que le hiciera el amor a Amanda

-que?! Entonces sí estaba muy borracha – gruño Emma – no lo hiciste, ¿verdad?

-claro que no! – Liam contesto de inmediato – ni a ti, son muy insistentes

-ya – Emma miro a Liam – me das agua?

-claro – Liam camino hacia un escritorio que había en la habitación, que tenía una jarra con agua, sirvió en un vaso y se lo llevó a la pelirroja

-gracias – Emma tomo el vaso y le dio un trago – ah, que fresca

-estas mejor? – pregunto Liam, y Emma asintió con la cabeza – ah, bien – suspiro aliviado

-estabas preocupado? – dijo Emma dejando el vaso en la mesita de noche

-sí, mucho – suspiro Liam

-lo siento – Emma le dio una palmadita a Liam en la cabeza – lo bueno es que tengo un novio que se preocupa por mi

-sí… oye, Emma, quería decirte algo que me pasó hace rato – Liam sonrió un poco

-dime

-mira, estaba caminando y me encontré con…

-LIAM! – dijo la voz de la profesora afuera – HIJO!

-ah, voy! – contesto Liam – bueno, ahora te cuento

-claro – Emma asintió con la cabeza, y miro como Liam salía de la habitación – caray, como amo a ese hombre

-que pasa, mamá? – suspiro Liam

-ven, tenemos que ensayar tu discurso – sonrió la profesora

-mi discurso?! – Liam miro preocupado a la profesora – pensé que lo diríamos todos

-no, no, solo tu – dijo la profesora Amelia contenta – aún que eh oído por ahí que te has estado metiendo en problemas, muchos alumnos dicen que eres un delincuente

-no soy un delincuente – suspiro Liam

-pero te sirve, más con las chicas – río la profesora

-yo no quiero gustarles a las chicas, yo solo quiero gustarle a mi novia! – dijo Liam dando pequeños pisotones – ME VOY A VOLVER UNA CHICA PARA DEJAR DE GUSTARLE A LAS CHICAS!

-entonces les vas a gustar a los chicos – suspiro la profesora apenada

-ya! – gruño Liam – basta, dígame lo que tengo que decir, dígamelo ya que quiero decirlo bien

-estas de muy mal humor – dijo la profesora – tranquilo, mira, di esto – le extendió un papelito

-ok… – Liam lo leyó atentamente – oiga, esto es una carta para el profesor Forker

-eh? – la profesora vio el papel – AY! No, no leas eso, jeje, perdón… ¿dónde habré dejado el papel?

Liam espero a que la profesora encontrará el papel, hasta que lo hizo, entonces práctico y práctico.

No estaba seguro de por qué tenía que decirlo el, pero no le quedaba de otra, está vez su rebeldía adolescente no saldría a flote, aún que tampoco lo hacía mucho. Cómo fuera, Liam, Emma y Amanda, ya recuperadas, fueron a cenar. Liam tenía enfrente un pan con mantequilla, estaba cabizbajo y mirándolo fijamente.

-quieres la azúcar? – le pregunto Emma, a su lado izquierdo, pues el chico estaba sentado a la orilla de la mesa – te ayudará

-no lo sé – suspiro Liam – este pan me recuerda que tengo que dar el discurso yo solito

-vamos, tú puedes – lo ánimo Odette, enfrente de él, y al lado de Tita y Banri – eres bueno con las personas

-todos dicen que soy un delincuente – Liam sollozo un poco

-lo eres – río Emma – eres todo un abusador, un malo malote, y yo soy tu compañera malvada, hacemos siempre el mal juntos

-basta – Liam tomo el pan y le espolvoreo un poco de azúcar – yo no quiero ser malo

-pues… no se – Emma pensó un poco – por qué no te disculpas en el discurso?

-esa es una buena idea – dijo Liam – sí, creo que le agregaré eso a mi discurso – Liam le iba a dar una mordida a su pan, pero alguien le tocó el hombro, Liam volteo, y vio a aquella chica de Mahoutokoro – ah… hola…

-h-hola… – la chica sonrió ampliamente

-eh…

-y está? – le pregunto Emma

-no se… – Liam negó con la cabeza – te iba a decir que me la encontré en un pasillo, y no me dejó pasar, la verdad no sé qué quiere, pero… me da miedo

-Baker-san! – le dijo la chica, seguido de palabras en japonés, a las que Liam no le hayo forma

-no te entiendo – suspiro Liam, entonces Banri le hablo

-dice que si puede comer contigo – le dijo

-ah… – Liam miro a Banri y a la chica – pregúntale su nombre – Banri así lo hizo

-Y-Yamada Akane – contesto la chica sonrojada

-Yamada?! – dijo Liam sorprendido, y la chica asintió con la cabeza– bueno… podrías sentarte, pero… no hay… lugar – dijo, y Banri tradujo

-dice que si pueden… buscar un… lugar a solas – le tradujo Banri

-a solas?! – Liam miro preocupado a Yamada – no, no, es que… no…

-Buenas noches! – dijo el director, enfrente del comedor, y Liam sintió una salvación divina – está noche, nuestros invitados de Hogwarts y Mahoutokoro nos presentaran sus colegios, y nosotros nos presentaremos también, así que, representantes, acérquense

-ah! – Liam se puso de pie – me tengo que ir!

-suerte – le dijo Emma con una sonrisa

-mucha suerte! – le dijo Odette contenta

-gracias – Liam sonrió, y trato de ir al frente, pero Yamada se interpuso – eh… voy a… necesito pasar… Yamada… necesito… – Liam suspiro un poco, y tomo a Yamada del hombro – hazte a un lado – dijo, muy serio, y la apartó

-B-Baker-san! – dijo sonrojada y sorprendida – Ganbatte kudasai! – le dijo, con las manos en el corazón, mientras Liam se iba

Camino hacia el director de Ilvermorny, mientras la profesora Amelia y McGonagall se acercaban igualmente, y el director de Mahoutokoro junto a la profesora de transformaciones del colegio. Una chica era la representante de Mahoutokoro, era de cabello castaño claro como el de Liam, un poco debajo de los hombros, se veía agradable. Pero Lauren también se acercó, y se puso al lado de Liam.

-sí no dices nada, no digo nada – susurro Liam

-de acuerdo – Lauren se rasco un poco la mejilla

-hola – les dijo la chica, en un mejor inglés que el de Yamada – están listos?

-claro – respondió Liam

-bien, bien, ¿quién habla primero? – dijo la chica

-los locales – dijo Liam – no?

-claro – Lauren suspiro un poco – verán lo bueno de nuestro colegio

-adelante, entonces – le dijo la chica

-sí – Lauren fue al lugar del director, y le pasaron un micrófono mágico

-me enteré de lo que le hiciste – le susurro la chica a Liam – no se le ven cicatrices

-ah, no, le puse Díctamo de inmediato, así que… no hay… – dijo Liam apenado

-tranquilos, la mayoría vieron cómo te molestaba – dijo la chica, mientras Lauren hablaba – ah, por cierto, soy Takanashi Haru

-conozco ese apellido… Katanashi…

-sí, yo también lo vi – suspiro – es Takanashi, pero puedes llamarme por mi nombre, eso hacen ustedes, ¿no?

-claro, ah, yo soy Liam Baker – le dijo tranquilamente – sabes hablar muy bien inglés

-ah, sí, lo estudio desde pequeña – Haru se acomodó un poco el uniforme, de un dorado sin igual

-yo también – Liam sonrió

-claro – Haru río un poco

Lauren siguió hablando, por lo menos, quince minutos. Después de Lauren, a quien el director le tuvo que hacer una interrupción, siguió Haru, que hablo lo justo y necesario, más un par de datos extras. Así, llegó el turno de Liam, que tomó el micrófono mágico muy nervioso.

-h-hola m-mi n-nombre es Liam… Liam Baker – empezó – y estudio en el colegio Hogwarts de magia y hechicería… ejem, bien, muchos lo conocerán, supongo, por qué fue el lugar en donde el mago tenebroso Lord Voldemort fue vencido – algunas personas se estremecieron un poco – y también por ser el colegio en donde el famoso… bueno, ya saben, Harry Potter, estudio… pero esos no han sido nuestros únicos logros

"nosotros también educamos a Albus Dumbledore, que no para de salir en las ranas de chocolate, y a Newt Scamander, el autor de Animales Fantásticos y Dónde encontrarlos, que me han dicho que es una lectura obligatoria aquí. También, hace unos dos años, fuimos cede del torneo de los tres magos, y pudimos reanudar la práctica de este evento. Nuestra directora actual, Minerva McGonagall, ayudo a reconstruir el castillo después de la batalla, y no descanso hasta que estuvo listo para dar clases nuevamente."

"Cómo saben, nosotros tenemos cuatro casas ¡como ustedes! Aún que nosotros usamos simples animales, ya me gustaría a mí ser de la casa dragón o algo así – algunos alumnos soltaron una risita de agrado – nuestras casas son Hufflepuf, de color amarillo y negro; Ravenclaw, de color azul y bronce; Slytherin, de color verde y plata; Gryffindor, mi casa, de color rojo y dorado. Y todas esas seleccionan a sus alumnos gracias a un sombrero muy simpático, el sombrero seleccionador, que era de Godric Gryffindor. Los ideales por los que se guía cada casa son diferentes, por ejemplo, Ravenclaw, a la que van los de mentalidad abierta e inteligencia sin igual, yo tengo una amiga que es de esa casa… bueno tengo muchas amigas de esa casa, si, se la pasan en la biblioteca. Ah, y Hufflepuf, a la que van los amables y trabajadores; Slytherin, a la que van los astutos y ambiciosos, pero que no los engañe esa última, la verdad es que hay muchas buenas personas en slytherin, como mi hermana y mi mamá… y otra persona que conozco… – dijo con una sonrisa – como sea, también está Gryffindor, que acepta a los caballerosos y valientes."

"Otra cosa, es que estamos cerca de Hogsmeade, un pueblo mágico muy famoso, que está equipado con un montón de negocios útiles, mi favorito es Honeydukes, ahí venden dulces, muy ricos, por cierto.

Y eso sería todo, creo, así que espero verlos la próxima vez por ahí… oh no… porque tal vez este graduado ya… bueno, les deseo mucha suerte a mis compañeros de Mahoutokoro, y claro, a ustedes. Muchas gracias por escucharme."

Liam se quedó callado, y le pasó el micrófono al director, de inmediato los alumnos aplaudieron, como lo habían hecho con Mahoutokoro, y Liam respiro aliviado.

-muy bien, gracias a los tres por tan buena presentación – dijo el director – pues eso sería todo, por esta noche, claro. Nuestro primer concurso será en una semana, así que preparen todo, pues tendrán que hacer un espectáculo en donde involucren las transformaciones. ¡Mucha suerte a todos!

Liam camino hacia su mesa, junto con los otros dos chicos. En su mesa, Emma lo miraba muy orgullosa, y a su lado Amanda lo veía con enojo. Apenas se iba a sentar, cuando Yamada le volvió a tocar el hombro.

-b-bien! – le dijo con una sonrisa

-gracias? – dijo Liam confundido – oye… no tienes que… irte?

-es que quiere hablar contigo – le explicó Odette – dice que quiere que le enseñes inglés

-oh, ya veo – Liam retrocedió un poco – bueno, empecemos con la palabra novia, mi novia es ella – dijo apuntando a Emma – ella es mi novia, novia, entiendes? Relación, ¿sí? – la chica miro a Emma, y puso cara de sorpresa, se tocó un poco el cabello

-y-yo… – Yamada apunto a Liam, y después a ella – h-hablar

-eh… claro, pero… mañana… mañana – le dijo en español, y Banri le tradujo a Yamada

-dice que te espera en la biblioteca a las doce – le tradujo Banri de vuelta

-aja… ok – Liam asintió con la cabeza, y se despidió con la mano de la chica, que soltó una risita de felicidad y se fue saltando

-que raras son las japonesas – dijo Emma, mientras Liam se sentaba cansado – me preguntó que querrá esa contigo?

-no lo sé, pero me da miedo – sollozo Liam – cuando me la encontré me acorralo, creo que me quería dar un cabezazo!

-debe de ser una de esas chicas malas – le dijo Emma – ella también es pelirroja, seguro te gusta

-no, claro que no, tú sabes que la única chica mala que me gusta eres tú – sonrió – eres la única chica que me gusta, mejor dicho!

-jeje, gracias – Emma se sonrojo – por cierto, que bien discurso diste, estoy muy orgullosa de ti!

-gracias – Liam se sonrojo aún más

-y eso que dijiste de los slytherin, muy bien! – sonrió la chica – gracias a ti, estamos un paso más delante de salir se esa imagen de malvados!

-sí, lo dije – sonrió Liam, y Emma le acaricio la cabeza

-muy bien, mi huroncito, muy bien! – dijo Emma aniñando la voz – quién es un buen chico, ¿quién es?

-yo? – dijo Liam contento

-oh, sí que lo eres! – sonrió Emma, y bajo la mano hacia detrás de la oreja de Liam

-a-ah! Ahí no, Emma, ¡ahí no! – dijo Liam apenado

-yo sé que te gusta – río la chica

-basta, basta – Liam se sonrojo mucho, casi como el color de cabello de Emma

-oigan… – Odette miro apenada a Liam y Emma – esto… Désolé pour ça – le dijo a Banri

-T'inquiète pas, parfois Tita fait ça aussi… – dijo Banri apenado

Después de la cena, los alumnos volvieron a sus dormitorios. Liam sintió que alguien lo observaba desde las sombras, cuando salieron del castillo, lo dejo pasar. Emma se había quedado con la cena de Amanda, la había golpeado, y cuando la chica le iba a reclamar, su flan había desaparecido. Cuando Amanda se metió a su habitación, Emma se comió el flan de la chica de un mordisco, aún que le dejo un poco a Liam, lo suficiente para que él no se sintiera mal por robarle la comida a alguien. Cuando se terminaron el flan, Emma entro al cuarto de Liam, y el chico la siguió, estaba bastante cansado. En cuanto Liam cerró la puerta, Emma lo tomo por el brazo, y lo aventó a la pared, lo acorralo.

-E-Emma ¿q-que pasa? – dijo sorprendido

-te aprisiono – sonrió Emma

-l-lo s-se p-pero… por qué? – Liam se sonrojo un poco

-porque quiero – contesto – esto es para que aprendas que yo soy la única chica mala que necesitas

-p-pero…

-cállate – gruño Emma, y dio un puñetazo muy cerca de la cara de Liam – escucha, tienes que estar consciente de que solamente eres mío, y de nadie más

-E-Emma…

-eres de mi propiedad – Emma sonrió maliciosamente

-no me digas que te poseyó Annelie – dijo Liam apenado

-no – contesto

-e-eres mala – dijo Liam, y se encogió un poco – no quiero que me golpees

-pues lo haré! – río Emma

-no! – Liam alzó los brazos, pero Emma los tomo por la muñeca y los puso en la pared

-dime de quién eres! – Emma le mostró los dientes a Liam

-t-tuyo – susurro Liam sonrojado

-MAS FUERTE!

-soy tuyo! – dijo Liam muy sonrojado

-eso es – Emma soltó la muñeca izquierda de Liam, y acaricio la mejilla del chico – muy bien

-no vas a golpearme? – Liam tembló un poco

-no, me obedeciste, y a los chicos buenos se les recompensa – dijo Emma suevamente – sabes, hace mucho que no es la hora de los besos, así que…

-Emma… yo…

-shhhh, tu quédate quieto – Emma se acercó a Liam, y en menos de lo que pensaba, ya se encontraban juntando sus labios

Emma y Liam siguieron en esa posición un buen rato, y sus besos pasaron de británicos a franceses, sin tener que tomar ni un solo avión.

Mientras tanto, Amanda había escuchado todo el tumulto, pues estaba en la habitación de al lado, y se quedó con la vista fija en el techo, con un libro de transformaciones en la mano, recostada sobre su estómago. No se movió ni un centímetro, y cuando en la habitación de al lado se escuchó un gimoteo, decidió que era hora de tomar una poción para dormir.