Luego de que Son Goku acabase con el grandulón de las fuerzas especiales Ginyu, el príncipe de la raza guerrera decide irse a la nave espacial de Freezer para cambiar sus vestimentas. Después de ocuparse de los soldados restantes de la nave, el príncipe decide darse una ducha, para posteriormente aprovechar a ingerir algunos alimentos.
Este se colocó finalmente la armadura y ya el guerrero de cabellera llameante estaba listo para partir, su nuevo objetivo: es tratar de obtener las esferas del dragón de los terrícolas, después de todo es de suponer que estaban con ellos, pero en cuanto se pondría en el marcha el guerrero sintió dos presencias familiares pelear, no solo eso; dos de ellas eran algo confusas.
Asimismo, el hijo de Vegeta tercero ignora la idea de irse a buscar las esferas y se dispone marcharse al sitio para averiguar qué era lo que ocurría, sobre todo había sentido a Kakarotto pelear. En cuanto el príncipe Vegeta llegó al lugar en que se encontraban los saiyajins peleando, solo aterriza en unas rocas cercanas y lo primero que ve es como aquellas energías chocan entre sí. Este al darse cuenta de quienes eran su cabeza se llenan de preguntas:
¿Por qué Kakarotto está peleando con el mocoso? Además, ¿qué le pasa a ese insecto, por que no pelea con el nivel de pelea que usó contra mí? Indaga el guerrero orgulloso, pero luego una corriente eléctrica paso de su columna vertebral hasta la cabeza del saiyajin, Vegeta recordó algo sumamente característico de Ginyu... Ya veo... ese idiota se dejó robar el cuerpo por Ginyu. Que imbécil es... Gruño a sus adentros.
Realmente esto le molestaba al príncipe a tal punto que quería patear a Kakarotto y hacerse cargo de una vez por todas del mocoso o bueno en este caso su cuerpo... De pronto los choques en el cielo se detienen y una de las figuras sale disparado al suelo, el príncipe sube la mirada, y ve el ceño fruncido del saiyajin criado en la tierra es de suponer que el que cayó fue Ginyu.
Mientras que Ginyu se levantó entre gruñidos observó sus manos temblorosas de la impotencia, luego subió la mirada y vio a aquel sujeto sobrevolando el cielo como si fuese algún ser superior, sobre todo la manera en que lo miraba eso si que irritaba al capitán. -Tch, tch, tch. ¡IMPOSIBLE! SE SUPONE QUE TENGO EL CUERPO PERFECTO. - Rugió. - ¡¿CÓMO ES QUE PUEDES DERROTARME?!
Cegado por la rabia el capitán de las fuerzas especiales Ginyu toma impulso y se lanza hacía Son Goku, mientras que el guerrero lo esperó para volver a establecer la batalla, pero se llevó la decepción de que su enemigo empezó a dar golpes sin sentido alguno hasta tal punto que, el hijo de Bardock sólo se hacía a un lado. La respiración del impostor se elevó y este mismo se preguntaba la razón de su desgaste en la batalla, volvió a mirar su cuerpo y lo culpo habia sido incredulo con haber penasado en tener el cuerpo perfecto, se sintió como un idiota al pensarlo.
¿Cómo es posible que no pueda controlarlo? Es algo que debería hacer de manera sencilla y natural, ¡SOY YO EL QUE TIENE EL CONTROL! Fueron sus pensamientos.
¿Por qué no podía controlar el poder de ese cuerpo...?
-Será mejor que te rindas y regreses a Zac a la normalidad. - Sentenció en un tono ronco el saiyajin criado en la tierra. Ginyu dejó de mirar sus manos y bufó al darse cuenta que no podría contra aquel sujeto, no necesita ver una cifra en un rastreador como para saber que ese insignificante cuerpo no podría contra ese hombre, pero...
Ginyu sonrió de lado al tener algo en mente, ¿Por qué no deshacerse del cuerpo y obtener uno mejor que ese? Fueron los pensamientos del soldado élite. Este alzó su brazo derecho así llamando la atención de los presentes.
¿Que planea? Indagó Vegeta quien estaba muy atento a lo que hacía Ginyu.
-¿Q-Qué harás? - Se preguntó Goku al ver la mano alzada como una cuchilla del sujeto, posteriormente este clavo directamente en el pecho del cuerpo, el impostor tose varias veces hasta que la sangre se hace presente en sus labios como hilos, a pesar del dolor que sentía en ese momento, Ginyu le dio su sonrisa mas malevola que podía hacer a Kakaroto. En ese mismo instante Son Goku tenía la idea de que quizás Zac no volvería a la normalidad. - Mald...
-¡CAMBIO! - El grito de Ginyu se hace presente al ver que entretuvo al saiyajin con su acción, acto seguido: dos luces que parecían ser sus almas pasaron al lado de una de la otra. El capitán Ginyu volvió a cambiar de cuerpo y las risas se hicieron presentes en su nuevo cuerpo. Kakarotto solo se preguntó lo que había pasado como también se culpó por no predecir lo que tenía en mente el sujeto.
-¡EN VERDAD QUE ERES UN IDIOTA KAKAROTO! ¡¿COMO PUDISTE DEJAR QUE CAMBIARÁ DE CUERPO CONTIGO?! - Aulló Vegeta ya harta de las estupideces de los de su propia raza.
-V-Vegeta... eres... tú... - Dijo Goku, que de pronto sintió la punzada de dolor del cuerpo como también el cansancio de este. Acto seguido cayó en picada al suelo, Goku solo observó el cielo verdoso como también su cuerpo invadido. Este cerró sus ojos para dejarse caer al verdosos mar, pero eso no podrá cumplirse, ya que, el príncipe de la raza guerrera de una manera "amigable" pateó el cuerpo e hizo que este fuera a ir directo contra el suelo de una isla cercana. Kakarotto ahora con el cuerpo de Zac rodó al suelo, pero aún no había caído inconsciente, solo levantó la mirada y vio al saiyajin orgulloso que estaba a punto de encarar al impostor.
Maldito insecto... Gruño a sus adentro por lo que acababa de hacer, pero él mismo sabía que iba a necesitar tanto a esos terrícolas como al idiota de Zac y Kakaroto. Había reconocido desde hace años que no podría contra el tirano galáctico, a no ser que cumpla su dichoso deseo. Sin embargo, si no cabe la posibilidad de cumplirlo, tenía que tener otras alternativas para salvar su vida...
-Vegeta... - Canturreo Ginyu al verlo elevarse con el ceño más que fruncido.
-Eres un infeliz. - Solo pudo decir eso.
-Hmp, serás un buen calentamiento para mi nuevo cuerpo. - Declaró Ginyu, Vegeta solo chasqueo la lengua como también lo retó a pelear, ya que, él no sería vencido tan fácilmente y mucho menos por ese cuerpo.
Cuando Vegeta estuvo observando la batalla de Kakarotto y Ginyu, se dio cuenta de algo esencial que le servirá en esta batalla. Ginyu no estaba peleando con todo el nivel de poder de Zac, se dio cuenta a través de que el capitán trataba de subir su nivel de pelea, pero más que subirlo sólo se reducía a medida que peleaba con Goku, y al parecer el saiyajin criado en la tierra también se dio cuenta de ese hecho o es lo que pensaba Vegeta.
El hijo de Vegeta tercero miró de reojo el cuerpo de Zac de la cual, estaba Kakarotto adentro de este con desdén luego desvió la mirada hacía Ginyu quien estaba frente a él. Gruño a sus adentros y en cuanto estuvo listo para iniciar con la pelea a lo lejos se escuchó un gran grito:
-¡GINYU! - Los presentes dirigieron sus miradas hacía la voz encontrándose con el cuerpo viejo del capitán de las fuerzas especiales Ginyu herido. Zac había hecho presencia y tenía planes de recuperar su cuerpo a como diera lugar.
Sin embargo, Zac dirige la mirada a Vegeta, luego a "Goku", seguido baja la mirada encontrándose con su cuerpo. PERO ¡¿QUE CARAJOS PASO AQUÍ?! ¡¿POR QUE MI CUERPO ES EL MAS JODIDO DE TODOS?! Indagó el chico al ver su cuerpo moribundo en el suelo como también se sintió raro que él mismo se estuviese mirando confundido.
-Veo que despertaste. - Se maravillo, Zac elevó la mirada para encontrarse que la voz pertenecía a Goku. Ya veo... así que, lo volvió a hacer... Se mostró indignado el chico y rechino sus dientes. Ese debe ser Goku. Miró su cuerpo.
-¡¿ERES TÚ ZAC?! - Gritó el hijo de Gine. Zac solo respondió de manera breve con un sí.
-Vegeta, se que no te gustará la idea, pero... ¿Podrías encargarte de esto? - Pidió Zac.
El príncipe lo miró de pies a cabeza hasta Ginyu bufó burlonamente ante la petición. Vegeta solo desvió la mirada y chasqueó la lengua. - ¡A mi no me des órdenes, maldito insecto! ¡Yo acabaré con este sujeto porque me da la gana! - Ruge. Además, serán muy inútiles de ese modo para mi plan de exterminio. Pensó Vegeta, pero eso jamás lo diría a todo pulmón.
Zac sonrió ante la respuesta de Vegeta, quizás sabía más o menos lo que aquel saiyajin tenía en mente. Después de todo él había usado a Goku y los demás para "derrotar a Freezer". Así que, era de suponer que Vegeta no rechazaría la petición, claro solo la acepto a su manera. El saiyajin menor dejó todo a Vegeta y se aproximó a su cuerpo, necesitaba su cuerpo para la siguiente fase de su plan...
-Z-Zac... - Murmuró el moribundo Goku, mientras se levantaba con ayuda. Zac miró brevemente su cuerpo y tenía una cascada de sangre cerca de su pecho, más bien se sorprendió ante la resistencia que ha tenido su cuerpo.
Tanto su cuerpo como ropas estaban empañadas del rojo carmesí que surgía del cuerpo del muchacho. Zac en el cuerpo de Ginyu mira hacía el cielo de forma instintiva, tal vez quería que Vegeta iniciará con el combate. Sin embargo, el cuerpo que tiene ahora mismo le exige desplomarse, no podía perder más tiempo. Ya hizo suficiente tapando la herida en camino al campo de batalla, si, tuvo que realizar un vendaje improvisado al cuerpo de Ginyu, era eso o morirse en el camino desangrado... pero ahora el problema era Son Goku quien yace en el cuerpo del chico. Ahora que él tiene mi cuerpo. ¿Sera que puede usar sanar? Indagó Zac, ciertamente tenía esa teoría en su cabeza, quizás si aplicaba la habilidad esa herida se cerraría para así evitar la pérdida de sangre, el lado negativo de esto es que, si Goku trata de usar la habilidad es más probable que se mate así mismo antes de sanarse, usar esa habilidad era un arma de doble filo, el mismo lo comprobó en cuanto uso el cuerpo de Ginyu, era complicado mantener la habilidad de vuelo, sobre todo estando herido, pero era lo que había. Vale la pena intentarlo, no quiero que Goku muera en mi cuerpo. El chico trago saliva ante ese pensamiento.
Realmente, el saiyajin menor no sabía o no recordaba si la habilidad de Ginyu podía transferirse a un cuerpo sin alma... y lo mejor para Zac era no realizar experimentos, no había tiempo para comprobar esa teoría. Antes de que el chico abriera su boca para pronunciar las primeras órdenes hacia Goku, el estruendo en el cielo hace que ambos saiyajins desvíen mirada hacía arriba, encontrándose con que Vegeta finalmente inició la pelea después de una conversación con Ginyu.
-Vegeta... no lo hace nada mal... - Expuso Goku con una sonrisa ligera. Zac agitó su cabeza para volver a la realidad debía actuar en vez de presenciar la batalla entre Vegeta y el impostor Kakarotto.
-Escuchame Goku. - Ante el llamado Kakarotto giró la cabeza al rostro púrpura de aquel sujeto, se sentía un poco extrañado con verlo en esa apariencia hasta había sentido escalofríos. Sin embargo, trato de prestarle atención. - Mi cuerpo tiene una habilidad llamada: Sanación. Si colocas tu mano sobre la herida y aplicas un poco de ki como también el pensamiento de sanar podrás sellar la herida... - Aunque en realidad sólo detendrá el sangrado por algunos minutos, dudo mucho que mi cuerpo se recupere en su totalidad... pero debido a que, no es su cuerpo deberá aplicarse con sumo cuidado... Recordó Zac. Ante su mala experiencia con el cuerpo de Ginyu, Zac tenía miedo que Goku en vez de sanarse terminase por matarse. - Hazlo con... ¡¿PERO QUÉ CARAJOS HACES?! - Gritó Zac al ver como el padre de Gohan ya había iniciado la aplicación de la habilidad, a Zac se le pusieron los pelos de punta si es que le podía suceder eso en ese cuerpo. Cerró sus ojos quizás esperando el chillido de dolor por parte de Goku, pero nada ocurrió.
-Tenías razón, detuvo el sangrado... - Declaró el saiyajin con inocencia, Zac abrió un ojo y presenció que la cascada había desaparecido. Suspiró aliviado y le dio un regaño a Goku por su imprudencia. Luego le indicó que se elevarán para poder recuperar sus cuerpos, pero Goku le informó que no podía ya que, sentía que su ki se gastó en cuanto usó la habilidad. Zac solo pudo suspirar ante aquello, tenía la sospecha que esa habilidad drenaria un poco de energía, así que, decidió pasar el brazo de Goku sobre su cuello y elevarlo al aire.
En tanto el príncipe de la raza guerrera, estaba gozando con golpear el cuerpo de su enemigo. Dio un pata en la espalda del cuerpo de Son Goku, este salió a volar a la derecha. Sin embargo, Vegeta no había culminado su diversión desapareció de donde estaba para colocarse delante de Ginyu, alzó ambas manos sobre su cabeza y atinó a darle en llenó por debajo de la nuca, el duro golpe mandó el cuerpo del hijo de Bardock en picada al suelo.
¡¿ACASO ESTE CUERPO TAMPOCO SIRVE?! Grito a sus adentros Ginyu, pero de pronto esquiva un ataque del saiyajin orgulloso quien había caído en picada al suelo, rápidamente ambos se posicionaron no hubo intercambió de palabras, solamente volvieron a la batalla.
Vegeta volvió a abatir al impostor y esta vez el cuerpo fue a parar hacía un muro de rocas. - ¡AAGGH! - Chilló el impostor al sentir el choqué de las rocas en su espalda, en cuanto se despegó cayó al suelo más que moribundo.
-Solo eres un parásito que usa el cuerpo de los demás para hacerse más fuerte. ¡Me das asco! - Escupe Vegeta literalmente a unos cuantos pasos de Ginyu. El soldado élite de Freezer levantó la mirada con odio y seguido buscó con la mirada a sus otros soldados, pero... no estaban en ningún lado e incluso se había extrañado de que estos no habían intervenido desde hace rato. ¿Lo traicionaron? ¿Habrán huido? Lo más probable... fue lo que pensó Ginyu. Ignoró el hecho, y prefirió enfocarse en tenderle una trampa a Vegeta. Quizás este cuerpo no era tan fuerte como esperaba. Pensó Ginyu, aún no había caído en cuenta lo que realmente pasaba al traspasar su cuerpo a un saiyajin o más bien a alguien que controla el ki.
No todo era físico y eso lo había comprendido el príncipe de la raza guerrera, ese fue uno de los factores por la cual perdió contra aquellos sujetos. Tenía que saber controlar su ki y lo logró, no del todo, pero lo logró en parte.
A pesar de que Vegeta, sabía de las artimañas de aquel soldado élite este esbozo una gran sonrisa arrogante, se siente hastiado de que finalmente acabará con esos malditos élites que tanto alababa el ejército de Freezer. Después de todo, no fueron un "reto" para él como lo imaginó, quizás si hubiese sabido de este tipo de habilidad o aplicado los zenkai en el pasado lo más seguro es que hubiese llegado a un nivel destacable para matar al maldito escuadrón especial del tirano.
El hijo de Vegeta tercero extendió su mano dispuesto a acabar con el sufrimiento de aquel sujeto, no le importaba si el cuerpo de Kakarotto quedaba calcinado, su orgullo lo había cegado y el plan del inicio se fue a la cañería para solo querer completar su mero capricho de acabar con esos estorbos en su ascenso al mejor del universo.
Sin embargo, Vegeta al estar metido en sus pensamientos, no vio venir que el impostor se levantó y seguido hizo la habilidad, cuando el príncipe vio venir el rayo de energía que cambiaría su cuerpo con aquel sujeto se quedo inmovil, era un hecho la habilidad daría en llenó al orgulloso príncipe. De repente, otra figura se interpone entre Vegeta y el destello cambia cuerpos, esto sorprendió en medida al príncipe saiyajin. El intercambió se hizo presente, y Son Goku había vuelto a su cuerpo, pero debido al exigente uso del cuerpo este cayó de rodillas al suelo.
-R-Regrese... - Murmuró Goku más que feliz por volver a su cuerpo.
-¡Maldita sea volví a este cuerpo insignificante! - Gruño Ginyu del cual volvió al cuerpo de Zac. Vegeta solo arrugó la mirada al darse cuenta del plan de aquellos dos, así que, se lanzó hacia Ginyu sin pensarlo dos veces.
En tanto Zac, palideció al ver como Vegeta golpeaba su cuerpo sin piedad alguna, SI SIGUE ASÍ TERMINARÉ SIN CUERPO, ¿QUÉ TAN BESTIA PODRÍA LLEGAR A SER? Gritó Zac a sus adentros mientras se acercaba como podía a la batalla que volvió a establecer Vegeta con Ginyu ahora en el cuerpo del chico.
Un puñetazo en el abdomen de Ginyu saco el aire de sus pulmones, Vegeta tomó los cabellos del cuerpo del saiyajin reencarnado y acto seguido estampo su rodilla derecha contra el estómago de Ginyu incontables veces.
-¡YA PARA MALDITO, LA IDEA ES QUE NO LO MATES! - Ya Zac no pudo resistir ver como aquel arrogante guerrero maltrataba su cuerpo como también imaginó el inmenso dolor que sentiría en cuanto volviera con solo pensarlo le dio escalofríos, Vegeta paró el ataque, finalmente Ginyu pudo respirar. Zac solo pudo gruñir al ver la sonrisa burlesca del saiyajin, sabía que este no pararía ahí...
Asimismo, Vegeta iba a proseguir con su tortura, pero Ginyu no se dejaría pegar más. Como pudo se quitó del agarré del príncipe y retrocede, pero su cuerpo se tambalea por unos segundos. Debo cambiar de cuerpo... Ginyu miró sus opciones una de ellas era volver a su cuerpo, al de Goku o Vegeta. Es obvio que no regresaría a los cuerpo que ya había usado, así que decidió ir por el de Vegeta.
El príncipe al notar que aquel sujeto haría nuevamente la habilidad sonrió de lado, en cuanto Ginyu gritó la habilidad, de manera rápida Vegeta desapareció y apareció detrás de Ginyu para patearlo, el impostor fue directo a Zac como también el rayo de energía.
Todo fue tan rápido que ni el mismo rayo de energía había marcado su objetivo, y Vegeta se las ingenió para presenciar el momento en específico que Ginyu realizaría la habilidad.
Finalmente, el ritual de intercambió se efectuó y cada uno volvió a su cuerpo correspondiente. Zac se quedó sorprendido al regresar a su cuerpo, ¿Entonces planeó esto desde un inicio? Indagó el saiyajin menor. Sin embargo, no pudo seguir con sus preguntas porque las punzadas de dolor volvieron a su cuerpo. Era un hecho, a pesar de que Vegeta planeaba recuperar el cuerpo del saiyajin no estaba en sus planes de que este volviera en buen estado. El chico tampoco podía usar sanación a gusto, más bien cayó al suelo boca abajo por el cansancio mientras maldecía en murmullos al saiyajin orgulloso.
Mientras que Zac y Goku agonizaban de dolor, Vegeta miró al verdadero Ginyu quién estaba quejándose por lo que acababa de pasarle. El hijo de Vegeta tercero no seguiría con la pelea, ya era aburrido para él iniciar nuevamente un combate con el estado tan patético del élite. La mejor opción que se le ocurrió era exterminarlo.
Ginyu siguió quejándose y en cuanto se gira a realizar reclamos al causante de su desgracia, se alarmó al ver que Vegeta no estaba en su lugar. Un llamado hizo que girará su cabeza y recibió en llenó un gran ataque del saiyajin, este se cubrió como pudo, pero debido al estado de su cuerpo no lo resiste más y sucumbe ante el rayo del guerrero orgulloso. En cuanto el rayo de energía se disipó se mostró parte de la zona destruida como también el hecho de que el cuerpo de Ginyu se había hecho polvos.
Después de haber culminado con la vida del capitán Ginyu, Vegeta giró su cabeza hacía atrás para observar como el saiyajin menor trataba de levantarse del suelo, mientras que Son Goku había caído rendido. Era el momento perfecto para que el príncipe de la raza guerrera acabará con aquellos sujetos que se atrevieron a desafiarlo, no había nadie quienes vinieran en su ayuda, los terrícolas estaban lejos de la zona como para venir al rescate, con ese pensamiento en mente, Vegeta se aproxima al primero que pagaría por las humillaciones que recibió en cuanto iba a seguir su camino una mano en su tobillo lo detuvo, este fue a ver quien lo inmovilizaba, era nada más ni menos que Goku quien levantó su mirada moribunda como pudo y pronunció palabras con su voz quebrada.
-V-Vegeta, no... uff... lo hagas... - Goku había sentido las intenciones del príncipe, pero algo le decía que no le haría nada a Zac por los momentos, así que, decide dejar el tobillo del príncipe libre. Vegeta no respondió nada al respecto y solo observó como el moribundo Goku cayó nuevamente rendido, posteriormente el guerrero orgulloso lo tomó del brazo y lo alzó hasta su hombro como un sacó de papas, seguido se acercó a Zac. El chico ni habló ni titubeó al ver la silueta de aquel guerrero frente a él e incluso le estaba dando sombra de aquellos soles que yacen en el cielo namekiano. Su vista era algo borrosa e iba a volver a caer rendido por lo aturdido que estaba su cuerpo debido al dolor, pero Vegeta antes de que cayera lo tomó del cuello de la camisa.
-Vegeta... gracias... por ayudarme... a recuperar mi cuerpo... - Murmuro Zac, sentía que debía agradecerle, pero quizás no era de la forma que esperaba recuperar el cuerpo. El chico tenía planeado recuperar su cuerpo e impedir que Ginyu tomará el cuerpo de Goku o de Vegeta. No obstante, no salió como esperaba y terminó moribundo como Kakaroto. En sus pensamientos solo estaba la idea de que ahora en adelante quedaba en manos de sus amigos, tenía que recuperar energías...
Solo escuchó el chasquido de lengua del príncipe de la raza guerrera. - ¡No lo malinterpretes! Solamente lo hago porque los utilizaré para derrotar a Freezer. - Discutió entre gruñidos, las leves risas burlescas de Goku y Zac se hicieron presente y Vegeta sin cuidado alguno emprendió vuelo sin importarle el chillido de ambos saiyajins por el movimiento brusco.
Después de una breve explicación por parte del pequeño namek como encontró la última esfera, este no se hizo esperar más y les notificó que era mejor dejar de lado la conversación e invocar las esferas del dragón. Luego de que todos sacaran y reunieran las esferas del dragón en un solo lugar, finalmente Dende deposita la última esfera con cuidado.
-¿Cómo creen que sea el conjuro de este planeta? - Preguntó Bulma a los demás terrícolas, estos las miraron por un segundo y no se habían hecho esa misma pregunta.
-¿No sería lo mismo que en la tierra? - Le dio un punto Krilin. - Son las esferas del dragón, así que, creo que tendrán la misma función. - Concluyó el discípulo de Roshi.
-Yo no lo creo. - Murmuró Bulma. Mientras observaba como Dende se aproximó a las esferas del dragón de la cual ya estaban destellando y listas para ser invocadas. - Porque si ese pequeño vino hasta acá , fue por una razón; eso quiere decir que las esferas de Namek no pueden ser invocadas como las de la tierra. - Los tres guerreros se impresionaron ante la teoría de Bulma, no se habían puesto a pensar en ese detalle, era un hecho el pequeño no solo vino a traer las esfera.
-¡Así es! - Anunció Dende, su super oído había escuchado el murmullo de los cuatro, cosa que sobresaltó a estos. El namekiano se giró a verlos y explicó la razón: - El Gran Patriarca me ha explicado que para invocar a Porunga y cumplir los deseos se necesita hablar en namekiano. - Expuso el pequeño, eso sorprendió a los presentes. Bulma había aprendido poco del idioma y no había caído en cuenta esa posibilidad, solo se había centrado con la teoría de que era el mismo conjuro que el de la tierra y ahora que Dende resolvió sus dudas tenía más sentido que usarán su idioma.
-Tiene sentido. Después de todo son las esferas de este planeta. - Comunicó Bulma mientras se llevaba una mano a su mentón y pensaba en que era interesante recibir ese tipo de información, ya que le podría servir en algún futuro si Piccolo o Kami-Sama volvían a morir. Dende solo le dio una sonrisa, y Bulma se la devolvió, pero luego le exigió que lo invocara de una vez por todas. Ya tenía un mal sabor en la boca desde que sus amigos le comentaron que Goku estaba peleando contra un sujeto parecido a Zac.
El pequeño namek se sobresalta por el regaño de la peliazul y se dispone a extender sus manos para pronunciar palabra inentendibles para los terrícolas, pero eran melodiosas para las bolas naranjas amarillas. De pronto estas empezaron a titilar, seguido su brillo se pronunció aún más, el cielo comenzó a oscurecerse y de un momento a otro un gran destello entre blanco y verdoso surgió de las grandes esferas del dragón.
Una imponente figura de cuerpo robusto, ojos carmesí, piel verdosa, escamosa y panza amarilla se hizo presente, el asombro se manifestó en el rostro de los mortales que yacían encima de la imponente figura. Si una persona normal estuviese viendo aquel gran dragón pensarían que es una deidad suprema o un sueño, y que con solo mirar aquellos carmesí ojos tu vida terminaría en ese instante.
Asimismo, el gran dragón se inclinó un poco para poder ver a sus invocadores de los cuales habían permanecido callados ante su tan majestuosa entrada.
-¿Ustedes son los que me han llamado? - Y lo siguiente en explicar no fue escuchado por los terrícolas, ya que estaban atónitos ante la situación.
- E-Es grande. - Tartamudeo Bulma, no sabía qué decir ni se diga de sus tres amigos quienes estaban boca abierta al ver el gran dragón, pero no eran los únicos Dende estaba igual era la primera vez que observaba al gran dragón de la esferas. Había escuchado rumores e historias de él de los ancianos, pero verlo delante de él era más impresionante que solo oírlo en relatos.
Es impresionante... Pensó la guardiana, la lengua se le había trabado como para decirlo en voz alta.
-Je, je, es más grande que el de la tierra. - Ríe nervioso Krilin.
De pronto el diálogo del dragón volvió al ver que los mortales bajo él no pronunciaban sus deseos en el idioma namek. - ¿Van a querer los deseos? Les concederé tres deseos. No obstante, tendrán que estar en mis límites de posibilidades. - Explicó nuevamente el dragón.
-¡¿AAHH?! - El gritó unísono de los terrícolas se hizo presente, mientras que Dende solo ladeo la cabeza ante su repentina sorpresa.
-¿E-En serio puedes darnos tres deseos? - Preguntó incrédula Bulma al dragón sin darse cuenta que el dragón ni entendió lo que dijo y solo la ignoró.
-Por favor pidan los deseos rápido. - Pidió el namekiano al ver como aquellos no responden al instante y solo murmuran entre sí, pero es que era de sorprenderse tres deseos era mucho para lo que ellos venían a hacer.
-Pidamos que revivan a las personas que murieron en la tierra en manos de los saiyajins y luego que no lleven de vuelta a la tierra. - Declaró Faila, esto con la finalidad de ahorrarse las molestias de ir a buscar la nave en que vino Goku.
-Es una buena idea. - Se maravillo Bulma, los demás estuvieron de acuerdo con el deseo y se lo hicieron presente al namek. Dende tradujo el primer deseo que era revivir a las personas de la tierra.
El dragón meditó por unos segundos, cosa que impacientó a los cinco. - Ese deseo está fuera de mis límites, solo puedo revivir a una persona a la vez. - Explicó el dragón, pero al recibir esa noticia fue como el terror de todos. Sin embargo, la peliazul más que desgraciarse se le enciende un bombillo del saber y expuso lo siguiente:
-Ya que, puede revivir a una sola persona seria buena idea revivir a Piccolo. Goku me explicó que Piccolo está unido a Kami- Sama, así que si reviven uno de los dos. Podremos tener las esferas del dragón de la tierra y revivir a las personas que murieron en manos de los saiyajins. - A pesar de que era una suposición de la mujer todos quedaron pasmados por su teoría. - ¡¿Qué?! Es solo una suposición. - Excuso Bulma al ver el rostro de sus amigos.
-Es una buena idea, pero ¿Que nos hace pensar que sea cierta? - Se preguntó Krilin. Todos dudaron de pedir ese deseo, porque cabía la posibilidad de que las esferas no regresen como también regresen, pero no costaba arriesgarse...
-Gohan. - Llamó una voz ronca y el pequeño mostró una sonrisa de oreja a oreja al darse cuenta de quién era, mientras que los demás se extrañaron al escuchar la voz.
-¿Ese no es Piccolo? - Se preguntó Faila y cayó en cuenta que si era aquel gruñón. - jo, jo, veo que nos estabas observando Don gruñon. - Se burló la mujer y se escuchó el reclamó del namek la risa de la guardiana se hizo presente, le gustaba molestar al namekiano en ocasiones, Piccolo ignoró las burlas de la mujer y fue directo al grano.
-Estoy hablando a través del Kaio. - La deidad le reclamó por llamarlo de ese modo sin pedirselo y sobre todo que era una deidad y que debía respetarlo tal como debería respetarse una deidad. Piccolo hizo caso omiso al regaño y siguió hablando: - Escúchenme; lo que dice esa mujer es cierto. - Corrobora con lo que dijo Bulma hasta se mostró impresionada al ver que su teoría era cierta. Sin embargo, algo les decía que el namek de la tierra no solo vino a verificar la información y era un hecho porque en cuanto Dende iba a pedir el deseo el namek volvió a hablar: - Cuando me revivan quiero que me envien a namek. - Exige.
El primer deseo es traducido para Porunga, el dragón sin ningún problema hizo brillar sus ojos e indicó que el namek había revivido. En el mundo del Kaio, Piccolo desapareció y reapareció en el lugar donde había muerto. Este miró el cielo azulado del planeta, esperando a que cumplieran con el siguiente deseo.
Mientras que en el planeta del Kaio, este suspiro aliviado al ver que se fue el namek. -Ya se fue, uno menos. Ahora solo me faltan estos. - Hasta ese punto ya el Kaio-Sama le parecía molesto tenerlos en su casa, aparte de entrenarlos tenía que alimentar al saiyajin de melena larga y como no, los demás también se unen a esa jornada a pesar de que no era necesario comer, querían degustar esos manjares de sabores que preparaba el Kaio en su pequeña cocina. De pronto el Kaio dejó ese pensamiento de lado al sentir una presencia en el planeta namekiano moverse en dirección a las esferas. - ¡Escuchen! - Los terricolas levantaron la cabeza al cielo e incluso los que se encontraban en su planeta prestaron atención a lo que diría el Kaio, este sacó un pañuelo y limpió sus líquidos corporales que salían de manera desesperada por su frente. - Pidan su siguiente deseo rápido. ¡Freezer está en camino!
Con esa advertencia las caras de los terrícolas palidecen, mientras que los del planeta del Kaio no, bueno a excepción de Raditz este sí había cambiado su semblante arrugado a uno de miedo. Este se acercó de forma rápida al Kaio y sin respeto alguno posó su mano sobre la espalda de este.
-Pero, ¡¿Qué es lo que haces muchacho?! - Reclamó la deidad, pero fue tarde ya el saiyajin empezó a hablar:
-Escúchenme bien. ¡Ni se les ocurra pelear con ese infeliz! - Jamás pensaron que Raditz les diera una advertencia sobre aquel tirano, cuando se supone que les diría algo como: que no se acobarden, peleen o algo así por el estilo.
¿Tan temible era aquel sujeto como para que Raditz dejará de lado su espíritu de pelea y les diera esa advertencia a los terrícolas? En realidad el hermano de Goku sí le tenía miedo a Freezer, pero en el fondo de su corazón temía perder a los únicos familiares que tenía, Goku y el mocoso. Eran la única familia que tenía y temía perderlos, pero no lo diría abiertamente sobre todo con el caso de que Gohan aún le tiene resentimiento al saiyajin y él lo sabía...
Pero quizás quería hacer algo, aunque sea pequeño. Había pensado en la posibilidad de que él también fuera revivido, pero no tenía caso porque una vez revivido y enviado a namek no creía poder hacer algo contra el tirano del mal. Además, quería seguir entrenando en el planeta del Kaio, aún no estaba satisfecho con su nivel de poder...
Al otro lado del planeta namek, una figura azotaba los mares del planeta con su vuelo, la furia se marcaba en su aura y aumentó más la velocidad de su vuelo. Freezer, el ser más temido del universo, el llamado emperador del mal, el tirano y el hijo de King Cold, volaba como una bala en dirección al gran dragón que emergió en el cielo verdoso del planeta. Esos insolentes gusanos; ¡¿Cómo osan invocar las esferas?! ¡ÉL ES EL ELEGIDO PARA LOS DESEOS! No esos malditos terrícolas.
Por la cabeza de Freezer pasaron las palabras que dijo aquel namekiano antes de caer desplomado al suelo.
- ¿Ya has terminado o seguirás? Me estoy empezando a aburrir. - Se burló Freezer. - Solo he usado un brazo, he sido muy generoso contigo, pero por lo visto aún no te apetece hablar. Es una pena...
Nail quien seguía goteando sangre por su boca mientras jadeaba, no dudó más y reunió lo que le quedaba de energía e hizo una bola, la lanzó hacía aquel tirano, pero fue en vano. Era imposible acabar con aquel mal, pero de algo si estaba seguro le estaba dando mucho tiempo a los terrícolas para cumplir su cometido.
Esta vez su ráfaga había sido más fuerte, pero se sorprendió al ver aún intacto el cuerpo de aquel sujeto, Nail solo atinó a reír levemente, sabía que esa batalla estaba perdida. Freezer ya aburrido de aquella pelea absurda decide ponerle fin de una vez por todas.
-Fue un buen ataque, quizás a otro individuo fueras dañado, pero yo soy el Gran Freezer y un simple ataque como ese no me dañaría. - Dijo el tirano en la nuca del namekusei, este último intentó dar un golpe por su espalda, pero Freezer lo esquivó con facilidad saltando sobre él y colocándose delante de Nail, así propinándole un golpe fuerte en el rostro. Provocando que aquel guerrero cayera al suelo adolorido por su nariz rota. - Te lo pediré una vez más: ¡Dime cómo activar las esferas! - De pronto su mirada se centra en el cielo que se había nublado. - Pero... ¿Qué es esto? ¡¿Qué pasa?! - Indagó Freezer al ver el fenómeno manifestarse como si nada. Más fue la sorpresa de Freezer al oír la risa satisfecha de aquel sujeto, bajo su mirada al cuerpo del namek, ¿Qué es lo que causaba su risa? Si esta perdiendo la batalla.
Al emperador le irritó la risa burlesca del namek, era una falta de respeto para su persona. Sin embargo, el demonio del frío no atacó. - ¿Qué te causa gracia? - Investigó el tirano.
Nail cómo pude levantó su cabeza y le mostró una sonrisa satisfecha. - H-He cumplido... con... mi misión... él lo hizo... uff.
Freezer arqueó una ceja ante eso, no comprendía los balbuceos del namek. ¿Qué misión? ¿Él lo hizo? Al pronunciar nuevamente esas palabras en su cabeza las pupilas del tirano se achicaron al caer en cuenta la supuesta misión del namekiano.
-¡MALDITO PARÁSITO! SOLO ME HICISTE PERDER EL TIEMPO. - Aulló el Gran emperador del mal al recordar al pequeño que pasó a su lado y lo pasó desapercibido solo por ser un insignificante niño "que no haría nada" , según su cabeza. Freezer solo se envolvió con su energía y salió disparado al cielo, hasta el suelo fue víctima de su vuelo el polvo se manifestó junto a las risas de gloria del namekiano había cumplido con la última petición de su señor, así que dejó caer su cabeza al verdoso suelo para observar el cielo que siempre admiraba cuando estaba en la casa del Gran Patriarca, el cálido viento se hizo presente y era lo más satisfactorio para el namekiano oler el aroma de los dulces arboles que sembraban sus hermanos namekianos. Quizás esa era la última vez que sentiría esa sensación tan embriagante... pero... la voz del Gran anciano se manifestó en su mente:
Buen trabajo Nail, ahora... descansa un rato mi guerrero y espera a la llegada del namek de la tierra. Declaró el Gran Patriarca, él sabía el riesgo que estaba tomando el guerrero namek. Sin embargo, tuvo muy presente las cosas que vio en la cabeza del muchacho que serían cruciales para la salvación de su gente. Así que, no dejaría a su guerrero más confiable atrás, prefería que se fusionara con uno de sus hermanos nameks más lejanos.
Lamento preguntar esto, pero... ¿Usted está seguro que vendrá? Investigó el guerrero.
En efecto... él vendrá, es algo terco, pero tú y él deben unirse. ¡Serán la clara representación de un guerrero namekiano! Anunció el anciano con una gran sonrisa orgullosa.
De vuelta al presente con el tiranico galáctico: - ¡NADIE SE BURLA DEL GRAN FREEZER! - Gritó mientras aumentaba más la velocidad de su vuelo.
Minutos antes con Vegeta.
Vegeta y compañía llegaron a la nave espacial de Freezer, más específicos a la sala de máquinas sanadoras, este bajo de manera brusca a ambos saiyajins y estos sólo chillaban de dolor. El príncipe se aproximó a las máquinas de regeneración que estaban en la habitación, esa era la única habitación que estaba intacta con varias máquinas, ya que él mismo destruyó la sala más importantes.
-Son modelos viejos que usan los soldados inferiores, pero les ayudará a recuperarse. - Explicó Vegeta mientras jalaba a ambos saiyajins del cuello de la camisa hasta las máquinas de regeneración. De repente en las mesas pequeñas de la sala médica cae un pequeño recipiente en el cual estaban las herramientas médicas, todos se fijaron en el envase metálico que cayó, pero Goku se fijó justamente en una herramienta en específica. Todo el dolor se le había pasado por segundos y pudo mover su cuerpo finalmente. Pero debido al agarre del cuello de Vegeta este no podía huir de la tan tenebrosa herramienta médica.
-¡NO QUIERO! ¡NO QUIERO! ¡Todo menos las inyecciones! - Tanto Zac como Vegeta arquearon una ceja ante las quejas de Kakaroto. Lo admito yo les tenía miedo de pequeño hasta me tenían que atar solo para inyectarme, ok lo de atar exagero, pero se lo que siente Goku... Meditó Zac, pero actualmente lo ve como algo normal, ya pasó por esa etapa por decirlo así. Aunque a veces siente un poco de pánico por aquella "imponente" herramienta al recordar lo que sentía de niño.
-¡Bah, cállate la boca! - Bramo Vegeta, mientras lanzaba al saiyajin hacia la máquina de regeneración, Goku pegó su espalda y cabeza contra el muro de la máquina y se llevó las manos a la cabeza debido a su dolor.
-Tch, tch, cth. ¡No tenias porque lanzarme! - se quejó el saiyajin criado en la tierra.
-¡Callate! Aquí no usaremos esa medicina tan primitiva, imbécil. - Reclamó el príncipe y le mostró su puño, Kakaroto se quedó callado y rio algo avergonzado por haber pensado eso, luego Vegeta miró de reojo a Zac quien estaba escuchando todo o más bien estaba cansado como para hablar.
A Vegeta se le dibujó una sonrisa de lado al verlo tan tranquilo, así que, aplicó la misma que Goku; lanzarlo a la máquina de regeneración, pero a este lo lanzó tan fuerte que el chillido fue más alto que el de Kakaroto.
-¡Maldito infeliz! ¡¿Acaso era necesario hacerlo?! - Reclamó el chico mientras acariciaba su espalda lastimada y cabeza, pero de pronto palideció al ver como Vegeta se acercaba a él. ¿Ahora que planea hacer? Se mostró inquieto Zac, pero para su sorpresa fue ver como Vegeta le instaló de manera "amable" una mascarilla. Asimismo, hizo la misma acción con el padre de Son Gohan. Cuando finalmente estaban listos, este solo acciono las máquinas de regeneración y estas comenzaron con su funcionamiento principal; sanar a sus pacientes.
Ya han pasado algunos minutos desde que Goku y Zac están en la máquina de curación. Vegeta se dispuso a explorar parte inexploradas por él de la nave de Freezer encontrándose con buenos platillos de comida en la cantina de la nave. Este saltó la barra de la cocina y empezó a husmear las ollas del lugar, había algunos platos que parecían ser de su agrado, tomó la primera olla que chequeo y una gran cuchara de esas que sirven sopa y se dispuso a degustar aquella mezcla rara espesa y naranja, tenía residuos de carne, este salió de la cocina con su olla en mano mientras llenaba su boca de aquella espesa comida. Este camino por el extenso pasillo y luego se detiene al frente de la puerta de la sala médica en que se encontraban los saiyajins.
-Cuando terminé con Freezer, me encargaré de esos dos personalmente. - Se dijo asimismo en voz alta y siguió el camino del pasillo. Cuando finalmente se terminó lo que estaba de la olla la dejo de lado, y salió de la nave, tal vez quería meditar las cosas que haría, después de todo tenía que esperar que aquellos dos sanarán.
Instantáneamente el cielo se vuelve oscuro ante los ojos del guerrero saiyajin, Vegeta miró el cielo atónito, no sabía qué pasaba con el planeta y mil preguntas surgieron sobre su cabeza. ¡¿Qué pasa?! ¡¿Este planeta se oscurecía?! Este giró su cabeza a la izquierda al mirar con el rabillo del ojo un destello blanco y conjunto a una figura imponente manifestarse en el cielo oscurecido. Las pupilas del príncipe Vegeta temblaron al ver la majestuosidad del dragón de las esferas, pero luego su semblante se arrugó y rechina sus dientes. Su instinto le decía que acababan de invocar las esferas.
-¡MALDITOS TERRÍCOLAS! - Ruge mientras emprendía vuelo como un cohete hacía aquel dragón imponente. ¡¿COMO SE ATREVEN A INVOCARLAS?! Grito a sus adentros.
Devuelta con los habitantes de la tierra.
Luego de una breve conversación con el hermano de Son Goku. Krilin y los demás le piden al pequeño namek enviar al namekiano de la tierra al planeta Namek. Dende hizo caso a la petición y pidió el deseo. El dragón sólo anunció que se hizo cargo de enviarlo a ese planeta, los presentes sonrieron satisfechos y ahora sólo faltaba un deseo.
-¡Pídele que nos lleve...
Las palabras de Bulma fueron interrumpidas por las del hijo de su amigo.
-¡Vegeta se está moviendo! - Advirtió Gohan, todos palidecieron al oír aquello, la guardiana solo le exigió que realizarán el deseo final:
-Lo detendré lo antes posible, pid... - Las palabras de Faila no lograron finalizar al ver como las esferas del dragón se convirtieron en piedras al instante y cayeron súbitamente al suelo. El asombro en las miradas de los presentes se manifestó.
-¡¿Qué pasó?! - Indagó Krilin. Dende cayó al suelo de rodillas y abrazó a unas de las esféricas rocas mientras murmuraba cosas sin sentido.
-E-El Gran Patriarca ha muerto y por eso... ya no hay esferas... aahhh... - Dijo entre llantos.
- N-No puede ser... - Se lamentó la mujer al ver el actuar del pequeño namek, los demás bajaron la mirada al escuchar aquello, pero no era el momento de lamentarse, debido a que, una figura hizo presencia en la isla en que se encontraban los terrícolas.
Los guerreros del grupo fueron quienes se pusieron delante para enfrentarse a Vegeta. El príncipe los analizó con la mirada y arqueó una ceja. - ¿Creen que una mujer, un niño y un pelón podrán contra mí? - Se burló. - ¡Dejense de estupideces! ¡¿Cómo es que pudieron realizar los deseos?! - Ruge. - Malditas escorias traicioneras... - Los presentes arquearon una ceja ante la palabra "traición".
-E-Espera Vegeta... - Llamó Krilin, pero no sabía que excusa ponerle, ya que las esferas no existen... - A qué, te refieres con traicionarte. - Indagó, así que, Vegeta sin pelos en la lengua le recalcó que se tomó las molestias de confiarles las esferas del dragón a ellos y como también evitar la muerte de aquellos dos. Los tres guerreros se miraron mutuamente por lo comentado y no sabían que decir al respecto. - Eh... es que...
-Es que aún falta un deseo, no, nos olvidamos de ti. - Completo Gohan con nervios y Faila al ver lo que estaban haciendo decidió seguirles la corriente.
-S-Si... aún hay un deseo ja, ja, ja... - Rió nerviosa la guardiana. Vegeta los miró por breves segundos y luego dirigió la mirada a las esferas los guerreros sudaron frío al ver la mirada del saiyajin hacia las rocas. Faila al notar eso apretó los dientes y quiso advertir a sus aliados mediante la telepatía.
Escúchenme, yo me haré cargo de Vegeta... dudo mucho que se coma ese cuento, así que, ustedes vayan a refugiar a Bulma y Dende. Informó la peliblanco. El Gritó en la cabeza de impresión de los dos guerreros retumbó en la cabeza de la mujer.
¡No podemos dejarte aquí con este maníaco! Sería capaz de matarte... Declaró Krilin.
Faila, Krilin tiene razón. Yo no dejaré que pelees sola. Expuso Gohan.
La guardiana sabía que pasaría algo similar así que, solo suspiró y terminó aceptando pelear junto a ellos. - Vegeta... - Llamó Faila y este poso la mirada en la mujer de ojos aguamarina. - Te diré la verdad; es buena idea que hayas salvado a Goku y Zac, pero lamentó decirte que las esferas ya no funcionan. Y es lo mejor que pudo pasar no merecías ese deseo. Así que, ¡Si, tómalo como traición, imbécil! - Gritó la guardiana y los presentes estaban blanco como una hoja por las palabras de la guardiana. Fue muy directa.
-Oye, oye, oye. ¡Eso solo lo provocará! - Murmuró Krilin con miedo al ver lo que estaba causando la mujer.
Sin embargo, ya era demasiado tarde, ya que, el príncipe de la raza guerrera se abalanzó hacia el provocador de su ira. Gohan y Krilin quedaron desconcertados ante el cambió de velocidad que tenía Vegeta ahora mismo, había arrojado a la mujer hacía atrás. Bulma se agacha al suelo al ver que venía la mujer en su dirección, pero la guardiana para su ida con su vuelo, seguido tomó a Bulma por sus vestimentas y llamó a Krilin para que la ataje, la peliazul gritó en el aire y cayó en los brazos de su amigo como una princesa, Vegeta se lanzó nuevamente hacía la guardiana.
Faila solo pudo bloquear ataques y esquivarlos como podía. Sabe que Vegeta era superior en nivel de poder, pero tenía que hacer algo para detenerlo o por lo menos distraerlo, aún tenía en mente que sus amigos huyeran. Sentía que no había hecho nada en esa misión y solo cuidaba de Bulma y las esferas.
La guardiana dio una voltereta, pero su tobillo había sido jalada, ella pudo bloquear el ataque por venir del príncipe. Vegeta no soltaba el tobillo de la mujer, dio golpe tras golpes, pero gracias a sus ojos, la guardiana los esquivaba con facilidad.
-I-Impresionante puede leer los ataques rápidos de Vegeta. - Reveló Krilin, mientras baja a Bulma.
Vegeta se aferra al tobillo de la mujer, la alza unos cuantos centímetros y la azota contra el suelo. Un gemido de dolor salió de Faila al sentir su espalda chocar contra el duro suelo.
-¡FAILA! - Grito Gohan al ver como a la peliblanco se le estaba dificultando pelear contra el guerrero saiyajin.
Sin embargo, lo que no contaba el hijo de Goku, es que la mujer enrollara sus piernas en la cintura del hijo de Vegeta tercero. Eso extraño al saiyajin, pero no espero recibir un gran cabezazo por parte de la dama.
El saiyajin retrocede por el golpe y Faila se separa con un saltó hacía atrás, seguido se limpió levemente la frente donde habían salido hilos de sangre debido al golpe. - En serio eres un dolor de cabeza. - Aclaró Faila con desdén.
-Nada mal para ser una mujer. - Se burló Vegeta. Faila más que molestarse solo bufe burlonamente por su comentario. Ambos se lanzaron a establecer la pelea, pero luego la detienen al sentir un ki abrumador azotar la isla en que estaban. El Kaio-Sama se los advirtió...
Todos los presentes dirigieron la mirada a la presencia, y el terror se manifestó en sus rostros al ver como aquella figura ladeaba su cola de lado a lado como un gato estresado. Vegeta apretó su mandíbula e hizo reclamos a la estupidez de aquellos de desperdiciar los deseos.
-Ya veo... así que, ya pidieron los deseos. - La voz de Freezer se escuchó tranquila, pero era temerosa para los presentes. El tirano camino a pasos suaves hasta quedar delante de los presentes. ¡Estaban condenados! Era momento de luchar, pero todos estaban inmovil a espera el habla del tirano.
Krilin, habló como pudo y le ordenó a Bulma que se marchara junto a Faila y Dende. Por lo menos que ellos se salvarán mientras distraen a aquel monstruo. La peliazul le costó hacer que Faila entrara en razón, pero cuando finalmente lo hizo, ésta tomó la muñeca de Bulma y seguido la de Dende y emprendió vuelo.
-Que irrespetuoso de su parte irse sin despedirse. - Declaró Freezer mientras señalo con su dedo índice a la mujer que volaba, de pronto un rayo de energía salió de su dedo, tanto Gohan como Krilin gritaron un cuidado a la guardiana. El rayo de energía llegó a la guardiana penetrando su pecho.
-¡FAILA! - Aulló Bulma al ver el rostro de la mujer desfallecer. Acto seguido la peliblanco soltó el agarre de Bulma y Dende. El pequeño namek tomó a Bulma como pudo, pero no pudo tomar a la guardiana quien caía en picada al mar.
Cuando estuvo apunto de caer una figura la tomó en brazos y al aterrizar en una zona rocosa, este empezó a verificar el estado de la mujer. Su salvador había sido el hijo de ChiChi, quien rápidamente agitaba el cuerpo de la mujer.
-¡Faila! ¡Faila! - Gritó el pequeño hijo de Goku, mientras trataba de cubrir su agujero que no dejaba de surgir la sangre como un volcán. Gohan hasta arranca un pedazo de tela de su vestimenta y da un intento por presionar la herida de la chica como también la llamaba. - ¡No te vayas, por favor! - Gritó Gohan e hizo más presión en la herida no le importaba si sus manos se tiñen de la sangre rojiza de la guardiana solo quería salvarla.
-Se lo merecía. - Expuso Freezer con indiferencia mientras cruzaba sus brazos detrás de su espalda, seguido aclaró su garganta para luego gritar lo siguiente: - ¡ESTA SERÁ LA ÚLTIMA VEZ QUE UNOS MALDITOS GUSANOS SE BURLEN DE MI! ¡LOS TORTURARE HASTA LA MUERTE!
Mientras esto ocurría en la nave de Freezer, en una de las máquinas de restauración. El saiyajin reencarnado se agitó en la máquina de sanación y la máquina se alarmó por el repentino movimiento del paciente, debido a eso la máquina aplica un tranquilizante. Zac cierra sus ojos lentamente.
Ella... está muriendo...
