La paz reinaba en el planeta tierra por ahora...

La gran Corporación Cápsula de la cual es dueño el reconocido científico Dr. Brief, se encontraba invadida por extranjeros o bueno de visitas. No obstante, no solo los namekusei se estaban hospedando en la dichosa casa de la peliazul, sino también cierta peliblanco y cierto saiyajin orgulloso, este último en realidad solo estaba usando las naves espaciales de la corporación para ir en busca de los saiyajins, estaba tan centrado en eso que en ocasiones se le va la idea de seguir entrenando. Rara vez se le ha visto entrenar en el jardín gigantesco de los Brief's, pero solo pocas veces, ya que, suele adentrarse al extenso bosque que rodea la ciudad y solo se escucha el estruendo que este ocasiona con su poder.

En la actualidad; en el balcón de esa prestigiosa mansión, una mujer de cabellera blanca observa el paisaje con desdén mientras sorbía un poco del jugo y no evita ver como pequeñas aves revoloteaban entre las palmeras y árboles del jardín a lo lejos pudo presenciar a los padres de la peliazul, intentando alimentar a los animales de la zona. De pronto su atención se va directo al sonido que hace la puerta deslizadora del balcón, indicando la entrada de otro usuario y la persona que entró fue nada más ni menos que, la dueña actual de la Corporación Capsula. Por su atuendo de bata blanca, no había que ser un genio para darse cuenta que la mujer acaba de salir del laboratorio.

-¡Oh, Faila! Con que aquí estabas, te estuve buscando por toda la casa. - Dijo Bulma en un tono alegre mientras se acercaba con una pequeña caja y la depositaba sobre la mesa que estaba a unos pasos de Faila y abrió la caja. La guardiana solo alzo una ceja al ver que la caja contenía pequeños pasteles de todo sabor. - Mi mamá tenía estos pasteles en la nevera y quise compartirlos contigo. - Bulma le pidió que se sentará a lo que Faila termina aceptando la petición de la mujer con amabilidad para el tiempo que lleva en esa casa no es un secreto para nadie lo bien que se estaban llevando. La peliazul se separa un momento de la mesa y pide a los sirvientes de la casa que le traigan algo de té o café, cuando volvió finalmente la mujer le dio una sonrisa a la peliblanco.

-¿Querías hablar de algo? - Faila fue al grano al notar que Bulma le urgía por hablar.

-La realidad es que si... solo quería hablar sobre temas tontos como: las relaciones, vestidos o algo así. Acabo de salir del laboratorio y estoy sumamente estresada con tantas personas aquí y creo que con la única persona que puedo hablar decentemente eres tú. - Bulma dio un suspiro y la guardiana solo sorbía el líquido del envase que tenía en mano. La hija del Dr. Brief al ver la serenidad de la guardiana decide corregirse: - ¡No estoy diciendo que me moleste que estén aquí! Yo fui la que aceptó eso, después de todo no podía dejarlos varados por ahí. - La peliazul sacó dos pasteles de la caja y le aproximó uno a la guardiana luego continúo su diálogo. - Como sabes he estado todo este tiempo sola en la mansión...

-¿Y tus padres qué? - Investigó Faila al notar la mirada baja de la mujer cuando dijo aquello.

-Bueno... ellos casi siempre salen, como tengo edad para encargarme en parte de la Corporación mi padre suele salir con mi mamá y en ocasiones solo están con sus animales. - Explicó Bulma, Faila le preguntó sobre los demás y ella dio la respuesta con melancolía: - Bueno... Cada uno tiene sus cosas, tampoco es que me gustaría molestarlos para realizar una plática como lo estamos haciendo tú y yo. Tal vez, les diga para realizar una reunión, pero por los momentos no está en mis planes hacer una. - Aclaró Bulma y partió en dos el pequeño pastel de fresa.

-Si claro como si no tuviera nada mejor que hacer. - Dijo de manera sarcástica la guardiana a lo que Bulma se molesta por su comentario.

-Uush, tú siempre arruinas los buenos momentos. Te estoy hablando de mis problemas y tu solo te burlas. - Refunfuño Bulma mientras vertía a su boca un pedazo del pastel.

- Tranquila no me estoy burlando. Además, ¿no te distraes con la Corporación y el laboratorio? - Interrogó Faila mientras daba un mordisco a su pastel.

- Disfrutó el construir cosas y crearlas, pero a veces es aburrido estar sentada pensando en el siguiente invento a crear que genere más dinero a la empresa de mi papá. - Recalcó la peliazul mientras arrugaba su nariz.

-Comprendo...

El sirviente finalmente llegó con un carrito y el café encima de este, reverencia a las damas y sirve el café. Tanto Faila como Bulma dejaron en pausa su conversación debido al tercero en la zona, después de que el sirviente dejará el juego de té sobre la mesa se marchó, Bulma toma la taza fina de porcelana y prosigue con su habla:

-¿Averiguaste el paradero de Krilin y Zac? O por lo menos sabes si están bien... - Indagó Bulma.

-¿Por qué tanto interés? Creí que estabas tranquila con solo saber que están vivos. A parte de eso los traeremos con las esferas. - Bulma le ha estado preguntado muchas veces sobre el paradero de estos dos, sobre todo preguntaba sobre el joven saiyajin, Faila se le dibujó una sonrisa traviesa y quiso molestarla un poco. - ¿Acaso te gusta Zac? - Aunque haya sido una pequeña broma, eso provocó en Bulma que se ruborizara levemente a lo que Faila abrió sus ojos como platos al darse cuenta de aquello. - ¡Espera...! ¿Es en serio? Creí que solo tratabas de hacerle una clase de broma o jugar con sus sentimientos. - Confesó la guardiana, en efecto una de las razones por la cual Faila se molestaba con la peliazul en su viaje a namek, era el hecho de que Bulma jugará con su usuario o algo así. Pero al ver ese sonrojo de niña de preparatoria Faila lo dedujo todo, la hija del Dr. Brief tenía un interés por el muchacho. Quizás Faila también le atraía al muchacho, pero al parecer su sentimiento no era tan fuerte como los de Bulma hacia él. - S-Sabes que Zac es mucho menor que tú, ¿verdad? - A Faila le salió un tic nervioso en su ceja derecha ante eso. Aunque no creo que eso importe, Zac de por sí es un adulto... Faila dejó de lado ese tema.

-¡¿Crees que no lo sé?! - Ruge y seguido azota la mesa con rabia. - Pero... es que, en realidad Zac es un buen chico, fuerte, guapo, varonil. Creo que no podía evitar interesarme en él. - Bulma volvió a tomar su taza de café para sorber el líquido. Faila miró los ojos azulados de la mujer y estos brillaban en cuanto hablaba del chico.

-Pareces una tonta niña colegiala hablando de un hombre. - Se burló Faila.

-¡NO AYUDAS! - Aulló Bulma mientras desviaba su mirada con bufidos molestó.

Ahora que recuerdo, según la información que tengo; los saiyajins solo atraen a mujeres con carácter fuerte. Así que, no me extraña que se haya interesado en él. Faila solo suspiró a sus adentros ante aquello. Quizás la edad no iba a ser problemático para los saiyajins después de todo ellos se unían con otros para solo el acto reproductivo, más agregando que se ven jóvenes a pesar de su edad, quizás esos sería un factor que se pueda ignorar.

Faila iba a dar su punto crítico sobre el chico y el estado civil de la mujer actualmente, pero un gran estruendo hizo que ambas mujeres se levantaran de la silla para visualizar lo que había caído en el jardín de la Corporación Capsula.

Una nave esférica había aterrizado en medio del jardín dañando así las preciadas flores de la madre de la peliazul, a los segundos que la nave estuvo tranquila la compuerta de esta se abre lentamente mostrando al saiyajin orgulloso con moretones y rasguños en su cuerpo, sobre todo su armadura vieja estaba más desgastada.

-Ese idiota... - Murmuraron ambas mujeres al ver el desorden del jardín.

- ¡POR LO MENOS PUDISTE CAER EN OTRO LUGAR QUE NO FUERA MI JARDÍN! - Aulló Bulma, el saiyajin orgulloso alzó la mirada para encontrarse con el ceño fruncido de las dos mujeres, este solo bufea e ignora a las mujeres para adentrarse a la casa sin permiso alguno. - ¡UYYYY! ¡¿POR QUÉ ENTRAS A MI CASA SIN PERMISO, RUFIAN?! - Bulma pisoteó el suelo varías veces al decir aquello. - ¡¿ME ESTÁS ESCUCHANDO?! - Gritó Bulma mientras que el príncipe solo se adentraba a la casa y desapareció en una puerta deslizadora, la peliazul hizo un puchero y le pidió a la guardiana que retirará la nave y la llevará a su laboratorio para la reparación.

-¿Qué harás? - Preguntó la guardiana al ver que los cabellos azulados de la mujer revoloteaban por una extraña razón con furia.

-¡¿Qué crees?! A reclamar por mi jardín. - Comunicó la mujer en un tono molesto y seguido cerró la puerta deslizadora con gran fuerza que incluso se escuchó en todo el planeta. Faila solo suspiró y saltó el balcón hacía la nave esférica, se encontró con los padres de Bulma quienes se estaban acercando a la escena.

-Oh, es una lástima que las flores hayan quedado destrozadas. Querido tendremos que ir a comprar más semillas. - Pidió la rubia mientras se enganchaba al brazo de su esposo.

-¿Puedes encargarte de esto jovencita? Como verás iremos a buscar más semillas. - Solicitó el Dr. Brief. Me sorprende la serenidad de esta pareja, no se molestaron con tener a tantas personas aquí y que su jardín fuera destruido. Faila estaba tan perdida en sus pensamientos que ni se había dado cuenta que se quedó sola en el jardín y solo escuchaba la conversación de la pareja a lo lejos. - Ahora que hay un cráter habrá que pedir que rellenen el suelo.

-Aunque, querido. Sería buena idea plantearse la idea en hacer un lindo lago para un picnic. - La guardiana al escuchar la conversación tan relajada de los Brief's no pudo evitar caer de espaldas. Definitivamente esta pareja se complementa perfectamente... Medita la peliblanco.


Y mientras la paz transcurría en la tierra con naturalidad, más allá de las estrellas en un planeta remoto un hombre de estatura pequeña golpeaba incontables criaturas, de la cual tenía una apariencia reptiliana en este caso de un cocodrilo. Al parecer trataba de alejar aquellas cosas de una cueva.

Asimismo, le da el golpe definitivo al último de la manada, el cuerpo cayó súbitamente al suelo y el hombre respiró como pudo debido al cansancio, seguido limpió el sudor en su frente con la mano izquierda.

-Hoy están más insistentes estas cosas... - Puntualizó el hombre mientras llevaba las manos a la cadera y miraba a las criaturas inconscientes sobre el suelo. Una vez hecha su labor del día, el hombre toma sus pertenencias que habían caído al suelo debido a la emboscada que tuvo hace minutos y se dispuso a caminar hasta la cueva que estaba a pocos metros de él. - Ya llegué. - Anuncia el hombre, pero no hubo respuesta alguna, depositó la pequeña mochila hecha a mano sobre el suelo y lo registró rápidamente para sacar un pequeño envase. - Encontré una aldea cerca de aquí, fueron muy amables al darme esta medicina. Me dijeron que esta medicina podría aliviar los dolores y quizás despiertes. - Declaró el hombre mientras se aproximaba a una improvisada cama en el suelo donde yacía otro hombre de cabellera negra. El hombre abre la boca del muchacho y vertió el líquido en la boca de este, el pelinegro solo hizo una mueca de asco. - Lo sé, lo sé. Dijeron que, sabía mal, pero estoy seguro que te ayudará a mejorar. Tu ki sigue bajo... - Declaró el hombre y el muchacho solo terminó tragando el líquido amargó. Una vez que el semblante del chico se calmó el hombre se dispuso a sacar algunos alimentos de la mochila. - ¡Mira! Esta vez conseguí más frutas, estuve probando algunas y pude ver que estas son comestibles. - El hombre mordió la primera fruta de la cual salió jugo al morderla. - Mmm, qué... delicia. Sé que te gusta comer mucho, ¿Quieres un poco? - No hubo respuesta alguna, al parecer el muchacho había entrado en un sueño profundo. El hombre sin cabellera, baja la mirada al notar la serenidad del chico y luego desvía la mirada a la fruta que tenía su mordida. - Ya llevas un mes durmiendo... ¿Cuanto más necesitas para despertar...? Te agradezco que me salvaras... pero... siento que eso te costó a ti...

Krilin no pudo evitar recordar el momento exacto en que el muchacho lo salvó de una muerte segura.

Luego de haber recibido los rayos mortales del emperador del mal, ambos hombres cayeron en picada al mar. ¿Qué sucede? ¿Moriremos? Que desagradable volver a morir, al fin y al cabo terminé por ser un estorbo... Fueron los pensamientos de Krilin.

Abrió levemente sus ojos y pudo visualizar la silueta de un chico aproximarse a él, pero debido a una gran esfera que iluminaba a escalas anormales, el discípulo de Roshi no pudo investigar quien era, pero quizás deducía que esa persona era un conocido para él. De esta forma el hombre cerró sus ojos aceptando su destino de ser masacrado por el tirano.

Todo se oscureció... ¿He muerto otra vez? No. Esta sensación es diferente a como se siente morir... Ante aquellas palabras mentales, el hombre forzó sus ojos a ser abiertos y con lo primero que se encuentra es con unas manos que estaban rodeadas de un aura verdosa, luego alza la mirada para ver a quién le pertenecen y se encontró con el saiyajin reencarnado del cual seguía con sus heridas y moretones, pero a pesar de su estado el muchacho seguía sanando al discípulo de Roshi.

-¡¿Z-Zac?! - Krilin se alteró por el estado del chico que enseguida apartó la mano del saiyajin e hizo un intento por levantarse, pero el muchacho solo lo obligó a volver al suelo para seguir con el tratamiento no había terminado de sellar la última herida abierta. El discípulo de Roshi siguió forcejeando, pero aquel joven saiyajin era más terco, iba ser imposible zafarse de su agarré... aunque le pedía que se detuviera el chico seguía sanando.

-¡CALLATE! ¿No ves que si dejamos la herida abierta morirás? - Reclamó el hombre de cabellera negra al ver las insistencias de aquel hombre.

-¡¿Pero qué dices?! ¿Acaso no ves tu estado? Estás peor que yo... no seas necio... - Siguió forcejeando provocando así que, el chico dejará de sanarlo para tratar de volver a ponerlo en su lugar, pero parecían niños peleándose entre quien se levantaba y quien no. Zac ya harto de la pelea estúpida que se formó, termina dando un golpe en el cual desmaya al discípulo de Roshi este vuelve a caer al suelo inconsciente y Zac solo lo mira con desdén.

¿Por qué actuaba de esa manera? ¿Por qué no se sanaba? Esto tenía una breve explicación; el motivo por el cual Zac no se curaba antes de terminar con el hombre era por la imagen que tenía de perder a las personas en su entorno, en su vida pasada no tenía los poderes o por lo menos el cuerpo necesario para salvar a sus cercanos, pero ahora que contaba con poderes de los cuales tenía una habilidad que era "sanación", se podía dar el lujo de sellar las heridas de su amigo. Tenía muy presente la resistencia y recuperación inmediata de la raza saiyajin. También era una de las razones por la cual el chico dejaba que su sangre se siguiera escurriendo por su cuerpo, dogi y sudadera.

Aunque... al hacer esto, presionaba constantemente su ki. Tal vez Zac no se había percatado de ello por el estado mental en que estaba en ese momento, no pensaba con claridad...

Habían pasado varios minutos o horas, ya el humano no define cuánto tiempo estuvo inconsciente desde que su amigo le dio un golpe que lo mandó a dormir. Este abre sus ojos lentamente y el dolor en su cabeza viene, lo primero en ver es un techo rocoso seguido se levanta mira sus manos de la cual seguían empapadas de su sangre o tal vez de otra persona, pero nota también el suelo a su lado que había un charco de sangre que estaba casi seco, este se alarmó al recordar a su amigo, se iba a levantar a buscarlo, pero al alzar la mirada hacía adelanté se encontró con el horror, el chico estaba apoyado en la pared de aquella cueva con su cabeza mirando al suelo, las heridas seguían abiertas.

-¡No, Zac! - Gritó el terrícola y rápidamente se aproximó al saiyajin para verificar su estado, sus manos temblorosas dudan en tocar al chico. Krilin tenía miedo de encontrarse solamente con un cascarón vacío, pero al verificar las pulsaciones del muchacho se da cuenta que este seguía con vida, su corazón latía de manera débil, pero el chico trataba de luchar por mantenerse con vida.

Krilin se hizo mil preguntas sobre porque el chico seguía en ese estado y una de ellas fue el ¿Por qué no se sanó de inmediato? Si lo estaba haciendo, en cuanto dejó de sanar al discípulo de Roshi el muchacho le dio dedicación a su sanación, pero debido al desgaste extremo de ki, sobre todo la pérdida de sangre hizo que el muchacho cayera inconsciente. Es una fortuna que Krilin se haya despertado antes, sino el chico hubiese muerto un par de minutos más. Sin embargo, ahora era Krilin quien estaba desesperado por la situación no sabía qué hacer, así que, buscaba varias formas de tratar al chico y no entrar en pánico y provocar la muerte de este.

Pero nada se le ocurría, están en un lugar desconocido, no tiene presente si hay vida o que y si la hay, ¿habrá alguien que lo sane? ¿Qué puedo hacer? No tenía nada para sanarlo, si tan solo tuviese alguna semilla senzu o algo con que sanarlo. "Improvisa", "trata de salvarlo" Fueron las palabras que surgieron en su cabeza, el muchacho miró a todos lados buscando una solución primero vio que las heridas del chico seguían abiertas, así que decide romper la vestimenta superior del chico para visualizar la gravedad de las heridas.

¡Esto es grave! Literalmente sus órganos estaban perforados y contando también el hecho de quizás parte de estos estaban calcinados.

-No es momento de entrar en desespero. Debo mantener con vida a Zac hasta que salgamos de aquí. - Murmuró Krilin mientras envolvió las heridas del muchacho con la tela de la ropa del chico, usó las partes limpias, ya que, quería impedir alguna infección en las heridas abiertas. Después de minutos tratando de parar cada hemorragia como podía. El hombre sin cabellera da un suspiro de alivio. - Por lo menos el sangrado se detuvo... su ki está disminuyendo. - Krilin observó que Zac seguía jadeando, así que, por instinto tocó la frente del chico encontrándose con que estaba hirviendo de la fiebre. De este modo, Krilin sale a correr fuera de la cueva en busca de algo de agua o algún líquido, imaginaba que el chico tenía sed y necesitaba bajar la fiebre.

Krilin vuelve a la realidad al oír los murmullos del chico, el discípulo de Roshi alza una ceja al no entender lo que murmuraba Zac, pero imaginó que, estaba soñando algo ya que, el semblante del chico estaba muy relajado. - Los saiyajins resisten demasiado. Me impresiona que pudieras sobrevivir a esas heridas. Aunque ahora ya están selladas, no comprendo cómo es que puedes seguir durmiendo. - Indagó Krilin. mientras se acercaba al muchacho y se sentaba en el suelo para visualizar mejor el rostro de su amigo. - Espero que Goku haya derrotado a Freezer...

-Lo siento...

Otro quejido verbal del chico. - ¿Por qué te disculpas tanto en tus sueños? - Interrogó Krilin, pero de pronto sus pupilas temblaron al notar como una pequeña lágrima bajaba por la mejilla del saiyajin, su semblante de asombro cambió a uno melancólico, era la primera vez que notaba al chico en ese estado. No dijo nada al respecto y solo se quedó mirando el rostro del muchacho por segundos mientras seguía murmurando cosas sin sentido, en ocasiones Zac pronunciaba algunos nombres e incluyendo los de algunos de sus amigos.

Esto preocupaba al discípulo de Roshi y se preguntaba el porqué el muchacho seguía durmiendo y sobre todo el por qué seguía lamentándose.


Mientras esto transcurría. En el planeta azul ya había pasado una semana desde que llegaron a la tierra los terrícolas y los namekianos, el primogénito de ChiChi sobrevolaba la Corporación Capsula y rápidamente este descendió en la terraza de la gran mansión y se acercó a tocar la puerta de cristal para llamar la atención de la guardiana de la cual había vuelto a su forma diminuta, ella estaba acostada sobre un libro leyendo detenidamente los párrafos mientras tarareaba una melodía y a la vez que disfrutaba de unas deliciosas galletas horneadas por la madre de la peliazul. La peliblanco detiene su lectura y gira su cabeza a la puerta de cristal al oír su nombre, encontrándose con el pequeño hijo de Goku saludando con su mano derecha, Faila sonrió y dejó de lado sus cosas para acercarse volando al seguro de la puerta, en cuanto quito el pasador, el infante pudo deslizar la puerta y adentrarse a lo que parecía ser una sala.

-¡Gohan! ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas estudiando. - Declaró Faila, ya que, hace un par de horas estaba hablando con la madre del pequeño. ChiChi estaba preocupada por el estado de la guardiana que quiso llamarla para saber cómo estaba y la joven esposa le terminó relatando sobre los logros estudiantiles de su retoño.

Sin embargo, ahora verlo delante de ella no había que ser un genio para saber que el chico se acaba de escapar de la casa.

-Es que... mi mamá me dejó salir. - Le dio una sonrisa forzada cosa que provocó el levantamiento de una de las cejas en la guardiana, definitivamente es raro que su amiga lo dejará salir así sin más. Gohan forzó más su sonrisa quizás quería que la mujer sea su cómplice en su huida.

-Deja de mentir, se cuando mientes Gohan. Te volviste a escapar... - El pequeño se ríe de manera nerviosa y le pide que no le comenté nada a su madre. - ¿Y a qué viniste?

-Solo vine a ver a Dende y si hay alguna información sobre el paradero de los demás. - Explicó el chico, a lo que la guardiana solo le informa que no había nada por los momentos. - Oh... creí que habías encontrado algo... - El muchacho bajó la mirada con lamento. - Por cierto, ¿Por qué tienes esa forma...? Creí que ya tenías dominado tu problema.

-Bueno, la realidad es que sí y no, pero necesitaba descansar de alguna manera. - Explicó la guardiana con cierta risa y Gohan solo dijo un está bien, Faila lo invitó a pasar y Gohan con gusto aceptó en cuanto el muchacho iba a pronunciar palabra alguna, un gran grito se adelantó a él.

Esto alteró a los guerreros que sin pensarlo dos veces Faila tomó su forma y salió a correr a averiguar lo que pasaba al igual que Gohan. al llegar al lugar se encuentran con las escena que Bulma lanzaba incontables cosas al saiyajin orgulloso, pero estas son desviadas o esquivadas en el proceso.

-¡Te dije que no haré más naves para ti! Terminaste destruyendo la nave número 108 de esta mañana. ¡¿Y QUIERES OTRA?! - Aulló Bulma ante la insistencia del saiyajin.

-¡No me interesa! Tu y ese viejo son los únicos que pueden construir naves para salir de este maldito planeta. ¡Necesitó otra nave! ¡TE ORDENO QUE CONSTRUYAS OTRA MEJOR! - Gritó el saiyajin orgulloso, esto hizo que Bulma rechinara sus dientes por aquello y le dijera un gran "NO" como respuesta, eso hizo hervir la sangre del hombre que rápidamente se acercó a Bulma y la tomó de la muñeca.

-¡Ya para, Vegeta! - Exige Faila apartando al saiyajin de la mujer. - Bulma por favor prepara otra nave, si se quiere largar que lo haga. - Bulma asiente ante aquello y se marcha de la sala corriendo de la habitación para preparar la nave.

-Es muy inteligente de tu parte tomar esa decisión. - Expuso Vegeta con cierta burla y con los brazos cruzados, luego este miró con el rabillo del ojo al hijo de Son Goku. - Miren esto, pero si el hijo de Kakarotto también está aquí.

Gohan solo arrugo la mirada al ser mencionado, aún no estaba en buenos términos con aquel saiyajin. - Por lo que veo aún sigues en la búsqueda de Zac y Goku. Creí que te alegraba la idea de que no hubiesen más estorbos en tu supuesta ida a la cima. - Espetó la mujer, el hombre solo chasqueó la lengua ante el comentario. Sin embargo, la mujer tenía razón, el príncipe se alegraba de ese hecho, pero sentía que debía acabar con esos sujetos con sus propias manos, claro si es que estaban vivos porque ya estaba dándose la idea de que no era así...

-Ja, ¿Crees que salgo a buscarlos? - Faila alzó una ceja al escuchar la excusa de este. - Solo salgo a entrenar, ahora que Kakarotto, ese mocoso y Freezer no están. ¡Yo seré el hombre más fuerte del universo! - Habló con emoción el príncipe.

-Lamentó arruinar tus delirios de grandeza, pero lo más probable es que ellos estén con vida... - Advirtió la guardiana, pero eso hizo que el príncipe de la raza guerrera refunfuñaba.

-Hump, veo que aún no te haces la idea de que ellos ya no están más aquí, solo vives en la ilusión de que están con vida. - Declaró el hombre. - Si te combine puedes unirte a mi ejército después de todo sería un desperdicio tus poderes con estos terrícolas. Digo lo mismo por ti. - Lo último se lo dijo al pequeño Gohan. - Para ser el hijo de un clase baja tienes un buen poder.

- Jamás trabajaría para ti... - Aclaró el pequeño en un tono serio mientras entrecerrados sus ojos.

-¡Ja! Por favor no me hagas reír mocoso, bien sabemos que esos dos no volverán, así que, no te quedará más que otra que obedecer al hombre más fuerte. - Manifestó el saiyajin.

-Mi papá y el señor Zac ¡No han muerto! - Gritó el pequeño. - Estoy muy seguro de que ellos están bien y si planeas hacer algo, ¡Yo estoy aquí para proteger el planeta!

El príncipe de la raza guerrera bufó burlonamente y se ríe a todo pulmón por el comentario del infante. - Por favor, no me hagan reir, un mocoso y una niñita no podrán conmigo. Kakarotto no está aquí para detenerme ni menos ese mocoso y si se me da la gana puedo destruir el planeta cuando quiera.

-¿Entonces por qué no lo has hecho? - Insistió la mujer y se cruzó de brazos.

-¿No es obvió? La idea es que estén esos dos aquí para matarlos a ustedes y luego a ellos. Así que, deja de fantasear con la idea de que están vivos. ¡Porque están muertos! - Espetó el saiyajin.

-¡ESO NO ES CIERTO! - Chilló Gohan y acto seguido se lanzó contra el saiyajin, Vegeta esquivo el puño del muchacho, este fue a caer directo a una mesa del laboratorio en el cual terminó destrozando en el proceso.

Gohan se levanta mientras acaricia su cabeza, pero se abalanza nuevamente para insistir con los golpes de los cuales Vegeta solo bloqueaba, esto enfurece más al pequeño que da un gritó para aumentar sus golpes mientras rechina sus dientes, Vegeta cuarto sonríe de lado reconociendo así que, le emocionaba la idea de que aquel mocoso tuviera un gran poder a pesar de ser un híbrido. De pronto recibe un gran golpe en su mandíbula por parte del pequeño. Ante aquella insolencia por parte del infante Vegeta decide devolver el golpe al doble, este lo tomó por los cabellos y estampó su rodilla contra el estómago del pequeño, lo hizo varias veces hasta que continúo con el rostro del chiquillo.

El pequeño no podía defenderse de aquella paliza o bueno trataba de cubrirse, pero había una gran diferencia de poder. Un ataque terminó por abatir al pequeño y que este se estampara con la pared de la habitación para atravesarla, Gohan rodó por el jardín de la casa y llamó la atención de los huéspedes y dueños de la casa debido al disturbio.

-¡Ya para Vegeta! - Ruge Faila en un intento por detener la pelea, pero al ver que el hombre insistiría, ésta se lanza contra él con intenciones de abatirlo, pero su ataque es detenido de hecho el saiyajin solo detuvo la muñeca de la peliblanco.

Ella forcejea para zafarse del agarre del saiyajin, no encontraba cómo salirse, la guardiana no ha restaurado las energías suficientes desde hace un mes. Sin embargo, esta se suelta en cuanto Gohan le da un gran golpe en la mandíbula al saiyajin, Faila al ver esa oportunidad pasa sus piernas sobre las de Vegeta y lo termina haciendo que cayera al suelo, acto seguido la mujer trata de someterlo al suelo, lo esta logrando, pero terminó recibiendo un gran puñetazo en su mandíbula que hizo que se apartará del regazo del saiyajin, la guardiana rebota en el jardín de la mansión, pero detiene su caída con las piernas y todos los presentes estaban atónitos ante lo que veían.

-¡Faila! ¡Gohan! - Llamó Bulma quien venía saliendo de la casa al ver que había mucho ruido, la peliazul analizó la situación, primero visualizo como Vegeta y Gohan seguían peleando o bueno Gohan dando un intentó por pelear, pero el príncipe lo volvió a agarrar de saco de boxeo.

Tras un gran ataque el híbrido cae al suelo arrastrando consigo la tierra y algunas plantas sembradas por los padres de Bulma, este termina cediendo al cansancio. La guardiana al notar que Gohan no podía seguir en batalla se lanzó contra Vegeta para establecer la batalla, pero al final terminó igual como el hijo de Goku.

La hija del Dr. Brief al ver aquello sale a correr a socorrer a sus amigos, chequea el estado del pequeño, del cual tenía moretones y sus labios sangraban, cuando se iba a levantar para ver a su amiga, paró en seco al ver que Vegeta literalmente la estaba apuntando con su mano para acabar con ella. La peliblanco solo pudo arrugar la mirada y apretar los dientes al ver en la situación en que se encontraba, pero luego su rostro muestra asombró al ver la espalda de la peliazul ponerse en medio de la palma de la mano del saiyajin, la mujer estaba temblando, pero estaba decidida a afrontar a aquel sujeto.

-¡Ya basta! Terminé la nave espacial, ya déjalos en paz... - Bramo Bulma, el saiyajin miró a su alrededor y todos lo observaban con el ceño fruncido, estaba más que decidido de matar aquellos dos. Asimismo, hace aparecer en la palma de su mano una esfera de energía.

-B-Bulma... - Murmuró con dolor la guardiana mientras intentaba levantarse del suelo para apartar la mujer, pero esta volvió a caer, ya Gohan había caído inconsciente y a ella le quedaba poco tiempo para ceder a los brazos de Morfeo también. Las pupilas temblorosas como también su cuerpo tembloroso del miedo estaban presentes en la peliazul, pero aún así su mirada determinante y molesta seguía presente, no quería más muertes sin sentido.

-Ya detente, Vegeta. - Dijo una voz ronca detrás del saiyajin orgulloso, el príncipe giró su cabeza para ver quien le hablaba ya había reconocido esa voz. Encontrándose con la mirada arrugada de la fusión de Nail y Piccolo. Vegeta solo gruñe ante aquello y desvanece la esfera de energía. Las piernas de la peliazul no aguantaron más y cae de rodillas al suelo con miedo. Piccolo le dio una mirada retadora al saiyajin y este solo hizo un bufido para elevar vuelo y marcharse a un rumbo no fijado. - ¡Dende! - Su tono de voz fue tan autoritario que e incluso Dende se sobresaltó al ser llamado, que rápidamente se aproximó al namekusei mayor. - Encargate de estos dos. - Ordenó, el pequeño no hizo quejido alguno y se aproximó a sanar a los dos guerreros, mientras que Piccolo solo pudo mirar por breves segundos en donde Vegeta había desaparecido y luego posó la mirada en la guardiana y su alumno. - ¿A qué juega? - Murmuró Piccolo cruzándose de brazos. Quizás era su imaginación, pero aquel saiyajin se contuvo un poco con aquellos o eso quiso pensar, ya que literalmente les dio una paliza a ambos a tal punto de dejarlos inconscientes... Pero aún así, no cedió a matarlos como lo haría en otras circunstancias, tal vez el saiyajin orgulloso tenía otros motivos de todos modos eso se irá viendo a través que pasara el tiempo con ellos.


Tras pasar los meses que le corresponden a las esferas de namek para restaurarse, tanto los terrícolas como los namekianos estaban reunidos en el jardín de la casa de Bulma. Uno de los ancianos de la cual ahora era el líder de los namekianos y portador de las esferas se aproximó, era obvio que el Gran Patriarca iba dejarse llevar por su muerte, quería mantener un balance en el ciclo sin fin de la vida y el universo, era inevitable su muerte y eso se lo hizo presente a sus hijos, dejando así a un heredero de las grandes esferas del dragón y con él la dicha de proteger a sus descendientes. Esa fue su última petición antes de marcharse de ese mundo...

Al decir las palabras a las esferas, el gran dragón hace presencia encima de la Corporación Cápsula, oscureciendo tanto el cielo como la mansión de la peliazul y a los mortales bajo este. Porunga cruzó sus brazos sobre su pecho y con una voz ronca dijo su típico diálogo: "Tienen tres deseos que puedo cumplirles, pero tiene que ser deseos que estén a mi alcance". Los que no han visto al dragón y los que lo vieron estaban boca abierta.

-E-Es grande. - Anunció ChiChi quien estaba al lado de su hijo y está inconscientemente posó su mano sobre el hombro de su hijo. - ¿Y bien cuál será el primer deseo? - preguntó la mujer al ver que todos seguían desconcertados.

-Creo que lo mejor sería cederles el deseo a ustedes primero. Después de todo son los dueños de las esferas. - Puntualizó Bulma al líder namekiano.

El ahora Gran Patriarca solo negó con su cabeza. - No. Ustedes pidan sus deseos, podemos esperar después. Además, Dende nos comentó que si no fuera por ustedes estuviésemos muertos ahora mismo. Así que, todos tomamos la decisión de darle los deseos. - Expuso el anciano con sus brazos cruzados a la espalda, acto seguido este se inclinó y los demás le siguieron la acción. - Estamos agradecidos con ustedes.

Tanto Bulma como los demás terrícolas estaban desconcertados. - No fue nada. - Aunque en realidad solo fueron a buscar las esferas, jamás se imaginaron que aquellos sujetos vinieran a ese planeta. Por decirlo así, los namekianos tuvieron suerte de que los terrícolas se enteraran de las esferas de namek.

-¿Qué pedirías primero, Bulma? - Interrogó Faila, ya ella tenía el deseo en la boca y era la búsqueda de su usuario.

-¿Ah...? Bueno dijiste que hay un porcentaje de posibilidades de que Zac, Goku y Krilin sigan con vida o posiblemente estén muertos, no hemos sabido nada de ellos tampoco. Mmm, entonces será pedir que los revivan. - Comunicó Bulma.

-Las cuestion es sobre la cantidad de personas a revivir. - Declaró Faila. Cosa que hizo que la peliazul meditara el deseo. Según la explicación del dragón si revivo uno por uno esto revivirán en donde murieron, ósea en namek. El Kaio comentó que el planeta había sido destruido y que no sabía del paradero de Goku, pero y si los termino matando por los gases tóxicos del espacio, y si sobreviven a eso terminaran vagando por el infinito espacio. Bulma estaba analizando todos los pro y contra, pero luego escucha la voz del nuevo patriarca.

-No se preocupen, cuando el Gran Patriarca me cedió las esferas del dragón, estas se modificaron. Así que, podrán revivir a varias personas. - Confesó el anciano.

-¿E-En serio? Bueno... si ese es el caso puedes pedirle que traslade las almas de Goku, Zac y Krilin hasta acá y lo siguiente será que los revivan aquí, por favor. - Mandó la peliazul, el Gran Patriarca le ordenó a uno de los namek que tradujera lo que dijo y se lo hizo saber al dragón.

-No creo cumplir ese deseo...

-¡¿POR QUÉ?! - Aullaron las mujeres del grupo y tuvieron que traducirle al gran dragón, éste al entender lo que ocasionó decidió dar una explicación más breve:

-No puedo conceder ese deseo por el hecho de que están vivos. - El respiró de alivió de todos se hizo presente. Aunque su tono de voz sonaba algo dudoso cosa que los demás no se dieron cuenta, pero no le hicieron caso quizás era una clase de actitud hacía los mortales por parte del dragón.

-¿Entonces podrías traerlos? - Pidió Gohan y esto fue traducido por el namekiano. El dragón asiente y de un instante a otro trae de vuelta a dos individuos, Krilin cae de pie al suelo, pero al ver que su amigo no caería de pie lo ataja como puede y lo deposita al suelo. El discípulo de Roshi levanta la mirada y se confunde al ver a todos reunidos, no solo eso se estaban acercando al notar que tenía al muchacho sobre sus brazos inconsciente.

-¿Qué pasó con Goku? - Preguntó rápidamente Piccolo, al notar que la mayoría de los terrícolas fueron a socorrer al muchacho.

-Goku dijo que no vendría a la tierra por los momentos... - Informó el dragón.

-¡¿Cómo que no vendrá?! - Bramo Milk para hacerle reclamos al gran dragón, pero este ni comprendía lo que decía la mujer más bien parecían sonidos molestos por su parte. El dragón solo suspiró por los reclamos de la joven esposa, no tenía necesidad de ser traducido como para deducir lo que decía aquella pelinegra.

-Lo más seguro es que le tiene miedo a su esposa... Si mi esposa estuviera de ese modo yo también me perdería en el espacio. -Se burló el maestro Roshi.

-A poco usted tendría esposa. - Dijo Oolong con los ojos entrecerrados.

Sin embargo, Milk al escuchar los murmullos de aquellos dos está giró su cabeza como la exorcista, haciendo que ambos se les erice la piel. - ¡Era broma! - Declaró el anciano al ver la gran sartén que tenía la mujer en mano lista para él. Milk se cruzó de brazos y le dio la espalda el maestro Roshi al ver su oportunidad de tocar a la joven dama extiende su mano, pero terminó recibiendo un gran golpe del sartén de la mujer. - Ya... no respetan a sus mayores...

-Con las intenciones que iba dudo mucho que le den respeto, maestro Roshi. - Puntualizó Oolong.

-Eso no importa ahora. Que el greñudo venga cuando le dé la gana. Lo importante es ver que le paso al idiota aquel. - Señaló Piccolo al saiyajin reencarnado del cual estaba siendo revisado por su guardiana y ésta hacía lo posible por sanar lo que supuestamente estaba herido, pero el chico nada que abría sus ojos.

¡¿Qué le pasó?! ¡¿Por qué no despierta?! ¿Cómo sobrevivieron? ¿Qué tiene? Estas fueron las preguntas que le arrojaron al hombre sin cabellera. Krilin literalmente se mareo con tantas preguntas, que solo decía: "pero..." "Él..." Todas las palabras quedaban al aire ante las insistencias de aquellas dos damas.

-¡YA CALLENSE Y DEJENME HABLAR! - Estalló Krilin y rápidamente se tapó la boca con asombró, pensando que quizás recibiría algún gritó por algunas de las damas, pero estas solo se callaron no solo porque se los pide, sino por el gritó que dio el chico, este tomó aire y decidió explicar lo que les había pasado, desde que pasó lo de Freezer hasta el sol de hoy. - Aunque sus heridas hayan sanado, él sigue en ese estado desde hace meses. No logro encontrar una solución, antes su ki era diminuto, es un alivio que haya vuelto a la normalidad, pero aún no despierta y eso me preocupa... - Su tono de voz fue bajando poco a poco. La realidad es que Krilin intentó todo lo posible por despertarlo, buscar medicinas que le decían las aldeas de aquel planeta, buscar cualquier cosa que lo hiciera reaccionar, pero nada funcionaba.

-Entonces fácil, se lo pedimos a Shenlong. - Dio una solución Bulma, los demás se alegraron al oír aquello, no se les había ocurrido esa idea. Si se lo pedían a Porunga despertará más rápido. Al traducir el deseo, Porunga tardó mucho en responder, ni sus ojos habían brillado para indicar que se cumplió el deseo.

-Este deseo no puede ser cumplido. Está fuera de mis límites. - Los terricolas quisieron una explicación del por qué. - Al parecer su alma está atrapada entre dos mundos...

-¡¿CÓMO?! - Gritaron todos los presentes y exigieron más explicaciones.

-No puedo darles más información, pero solo les diré que, el desgaste extremo tanto de su cuerpo como espiritual ocasionó esta anomalía. - Informó el dragón.

-De seguro el Kaio-Ken tuvo algo que ver. - Concluyó Krilin. - No solo eso, ¡Zac, uso mucho ki para sanarme y salvarnos de la habilidad de Freezer!

Al escuchar aquella conclusión, todos se asombraron y a su vez se preocuparon. ¿Ahora que podían hacer? ¿Cómo pueden sacarlo de ese trance?

-¿Entonces cómo hacemos para que pueda volver del trance? - Piccolo se adelantó a las interrogantes que salieron en la cabeza de todos.

-Lo siento, pero no puedo darles información confidencial. - Respondió de inmediato el dragón al recibir la traducciones. Piccolo gruñó al escuchar aquello.

-Ya veo... - Faila fue la siguiente en hablar. - No puedes darla porque es algo que tienen los dioses... - Confesó Faila, el dragón al escuchar las palabras traducidas no comentó nada al respecto, su boca seguiría sellada hasta que venga una deidad y se la haga abrir.

Mientras todos trataban de buscar una solución, la guardiana se había hundido en sus pensamientos. Si uso mis poderes es más probable que se den cuenta de lo que soy, Zac se molestará y ellos me rechazaran. Aunque los use no tengo la menor idea de como traerlo... Era un hecho que si usaba sus poderes divinos quizás su usuario la regañe, ha tratado de mantener a raya sus poderes como para revelarlo así sin más... pero si no lo hacía posiblemente su usuario no despierte, pero aún estaba ¿el cómo hacerlo? ¿Y qué hacer?

-Bien... entonces si dice que se necesita una deidad. - Agregó Bulma mientras daba una pausa a su habla. - ¿Qué les parece si...

-¡NI HABLAR! - Se escuchó la voz del Kaio gritar desde el otro mundo y al ver las intenciones de la dama decide intervenir. Ya tenía suficiente con darles información, no podía ir y bajar a restaurar el estado del muchacho. Para él eso sería sancionado, es una deidad que pertenece al mundo de los muertos y no podía darse el lujo de que lo sancionaran o que le redujeran más su planeta como lo hizo el Gran Bills. - Esta vez no me meteré en esos asuntos. No puedo bajar a la tierra solo porque sí. - Regaño el Kaio. - Si quieren que alguien lo despierte la mejor candidata para eso es esa niña. - El Kaio-Sama señaló desde el otro mundo, pero luego cayó en cuenta que no lo podían ver, así que, se disculpó por eso y llamó a la guardiana. - ¡Hey, muchacha! - Ante el llamado, Faila salió del trance y miró a todos lados y luego se señaló a sí misma confundida. - ¡Si tú! Deja de ocultarte y haz que el muchacho regrese.

-¿Y usted cómo supo lo que soy? - Investigó Faila con inocencia.

-No subestimes al Kaio-Sama del norte, niña. - Dijo el Kaio en un tono orgulloso. Faila se mostró asombrada, ya que pocos de los altos mando de ese mundo saben de su existencia y que lo sepa un Kaio le sorprendía, pero la curiosidad de la mujer siguió y lo interrogó desde cuando lo supo. - Eso no importa ya con tu forma definitiva estoy más que seguro que puedes acceder a tu poder divino, después de todo no eres una deidad común. - Reveló el Kaio al ver el poder que había dentro de la mujer.

Aunque Faila no era la única con cara asombrada los demás también estaban pasmados por escuchar lo que decía el Kaio a la mujer. - ¿Eres un deidad, Faila? - Interrogó Bulma con asombro, pero luego cambió su semblante a uno molesto. - Ooh, ¿Por qué no lo dijiste desde un inicio? ¿Por qué lo ocultaste?

-Bueno... es que yo... - Todos esperaban su respuesta, pero las miradas incomodaban a la peliblanco que ni supo qué responder ante tanta presión.

-Dejen ese tema para después. Si eres una clase de deidad será mejor que te encargues de Zac. - Ordenó Piccolo para salvarla de la situación. Faila le agradeció murmurando, pero este ni se inmutó y solo se cruzó de brazos y le dio una señal para que fuera con el muchacho. Al llegar ella se arrodilla y analiza la situación, estuvo un largo rato mirando el cuerpo de su usuario y todos los demás estaban atentos ante la escena hasta el dragón tenía sus ojos bien abiertos para poder ver de qué deidad se trataba esa mujer.

-Je, je, je, no recuerdo cómo acceder a mi ki divino. - Reveló Faila mientras rascaba su cabeza con vergüenza, todos los presentes cayeron de espaldas por la respuesta tonta de la mujer. El Kaio-Sama, le dio un reclamo: "¿Que clase de deidad eres? ¿Como que no sabes usar tu poder divino?"

A pesar del regaño el Kaio, suspiró y mantuvo la calma, le dio un breve explicación de cómo acceder y qué hacer para despertar al muchacho. La peliblanco atendió a todas las instrucciones de la deidad del otro mundo y finalmente colocó sus manos sobre el pecho del muchacho.

-Primero le darás energía, luego balancearas su ki. Sencillo. - Informó el Kaio-Sama. Fue una explicación sencilla, pero no era tan fácil de ejecutar. Al posar las manos sobre el pecho del muchacho, las manos de la guardiana se iluminaron de color amarillo y blanco, ella cerró sus ojos cuando el Kaio se lo pidió y solo escuchaba las indicaciones de este. - Ahora busca su energía. A partir de aquí estarás por tu cuenta...

-¿Qué? ¿Qué hago ahora? ¿Kaio? - No hubo respuesta alguna de la deidad. Faila miró su entorno y era una habitación oscura o eso parecía a simple vista para ella, pero al fondo de la habitación había una puerta de color blanca, ella se extraño y dio el primer paso en aquella habitacion oscura, pero sintió sus pies humedos y al ver el suelo notó que la habitación estaba inundada. Ignoró el agua que habitaba en el cuarto y se aproximó a la puerta blanca, al llegar esta extendió su mano a la perilla, pero se detuvo al escuchar el llanto en la zona, eso la extraño y ella giró su cabeza a todos lados buscando el llanto, pero no había nada. Asimismo, se encoge de hombros y decide tocar la perilla, pero una voz la detiene.

-Si fuera tú no abriría esa puerta. - Faila se giró de talón y se encontró con un chico de unos doce o trece años. Ella lo analizó detenidamente y supo de quién se trataba.

-¿Tú eres...?

-¿Que si soy él? - Faila solo asiente y el preadolescente negó con su cabeza. - Solo soy un fragmento de sus recuerdos.

-¿Qué hay detrás de esta puerta? - Se preguntó la guardiana ignorando lo que decía la pequeña entidad.

-No puedo decirte. Si buscas a esa persona, él debe estar por allá. - El muchacho señaló a su derecha y la mujer siguió la mano notando a lo lejos otras puertas, pero estas eran de otros colores. - Si tienes suerte, encontrarás la indicada. Puedo guiarte si gustas. - Informó el preadolescente.

Este se acercó a la guardiana y extendió su mano. Faila solo observó la mano del chico detenidamente y levantó su mirada para encontrarse con la sonrisa cálida del muchacho. Sin embargo, había algo que le inquietaba e incluso su instinto de guardiana se lo advertía.

-Si tomas mi mano lo más seguro es que lo encontremos juntos. - Declaró a la espera de la mujer. - ¡Qué esperas toma mi mano! - Faila extiende su mano lista para ceder, pero se detiene.

-Lo siento, pero algo me dice que no puedo ir contigo, entraré por esa puerta. - Dijo Faila dando un paso atrás, el preadolescente dejó de extender su mano, dio una mirada serena como si le hubiese molestado que no aceptará su mano, pero luego le dio una sonrisa de lado.

-Creí que agregaría un alma nueva a mi colección, pero tomaste una buena decisión. Después de todo eres un ángel... - Aclaró la figura y al instante su figura se desvaneció como polvo. - Cuando abras la puerta quizás te encuentres con esa persona, debió marcharse desde hace tiempo, pero se aferró a este mundo. Trata de no distorsionar este mundo, no quiero que mi colección de almas se vea afectada.- La voz retumbo en toda la habitación. - ¡Ah, cierto! Ten cuidado de no dañar su alma. - Cuando anunció aquello la mujer solo asiente con la cabeza.

-¿Qué eres? - Indagó la mujer.

-Soy aquello que está ahí y no está a su vez, solo soy un conjunto de energía acumulada de las almas que habitan en este vacío sin fin. Sin embargo, hablar de mi persona, no tiene porqué interesarte, es mejor que te centres en tus problemas terrenales. Puedo notar tu interés por los mortales que por tu propio ser. - Comunicó la voz.

-¡Me interesa, porque es mi amigo y soy su ángel guardián! - Bramo la mujer.

-No me refiero a eso...

-¿Entonces a qué te refieres? - No hubo respuesta alguna, Faila volvió a llamar la voz, pero al parecer se había desvanecido. La guardiana no Indagó en lo que decía la voz, más bien lo vio como una tontería lo que decía así que, decide abrir la puerta blanca.

Al abrirla lo primero en ver es una gran luz que la ciega y luego a los segundos la luz se desvanece y se encuentra en una habitación, miró su entorno y se dio cuenta que era la habitación de un niño. De pronto la mujer escucha murmullos provenir de afuera, ella abre levemente la puerta para no ser vista y nota dos siluetas de las cuales eran un hombre y una mujer hablando de forma preocupada.

El hombre le notifica algo a la mujer que la guardiana no logró oír, pero al ver como aquella mujer cae casi que al suelo entre lágrimas, eso le dio entender que algo no estaba bien. Después de que el hombre logrará restaurar el estado de la mujer, ambos se retiraron del pasillo bajando las escaleras al fondo. Faila al ver que no había más nadie por el pasillo decide salir de la habitación.

-¿Acaso este es un recuerdo de Zac? - Se preguntó la guardiana, se le hacía conocida la habitación en que estaba antes. Su alma debe estar atrapada aquí. Dedujo rápidamente la guardiana. Si ese es el caso, debo buscarlo lo antes posible. La peliblanco dejó de indagar y caminó por el pasillo de la casa, cuando pasó por la habitación en que habían estado la mujer y el hombre, ella no pudo evitar girar su cabeza y visualizar que en la cama estaba postrado un hombre con mascarilla y varías maquinarias médicas que lo mantenían con vida a los lados de la cama.

La guardiana solo se acercó al marcó de la puerta y cerró la puerta, miró hacía el suelo por breves segundos y siguió su camino. Observó una de las ventanas que daban a la calle, pero no pasaron ni segundos y un gran grito de un "NO" bajo de la casa se hace presente. Seguido de un gran portazo, Faila giró la cabeza hacía la ventana a su lado y pudo observar como un preadolescente corría para adentrarse a un bosque cercano de la zona, hasta el pobre corría con desespero. Luego el grito de un nombre familiar para guardiana se presenta y visualiza a una mujer salir de la casa para detener su paso y solo quedarse a observar cómo el chico desaparecía entre los árboles de la zona. Ese debe ser Zac, pero ¿Por qué está más joven que antes? Indagó la mujer, pero luego no le tomó importancia alguna y solo salió por la ventana, para ir en busca del chico ella saltó para poder volar, pero cayó al suelo de glúteo, se levantó a sobar sus nalgas.

-¿Por qué no puedo volar? - Investigó Faila. No le dio importancia alguna, busco a la mujer que estaba afuera, pero no había nadie, así que, dedujo que se había marchado. De esa manera se dispuso a correr a buscar a su usuario.

"Ten cuidado con dañar el alma".

Esas palabras seguían en su mente, así que, fue algo cautelosa a la hora de seguirlo. Hasta que finalmente el muchacho se detuvo en lo que parece ser el arrollo de un río, Faila solo se ocultó entre los árboles y se quedó observando detenidamente la escena. El chico, tomó las primeras rocas que encontraba y las lanzó al río causando así que los peces se asustaran por aquello. Este seguía lanzando incontables piedras, cuando al final lanza la última piedra, el preadolescente solo cae de rodillas y no puede resistir más su llanto. Lloraba sin parar pidiendo que no se llevaran a su padre. La guardiana ya harta de ver esa escena y que nadie viniera al consuelo del muchacho, ella solo se acerca abre sus labios para decir las primera palabras, pero se asombra al oír la voz del chico hablar para ella.

-Así que, esto es un sueño. - El chico dejó el llanto de lado y miró su reflejo en el río. - Creí que todo esto era real, estoy viviendo una y otra vez esto, aunque intente arreglar las cosas siempre vuelvo a lo mismo. - Faila detuvo su paso y no dio respuesta alguna. - ¿Por qué tuve que actuar de ese modo? - El muchacho giró su cuerpo y la guardiana pudo ver sus ojos ya rojos de tanto llorar. - ¿Por qué no puedo cambiar esta historia? ¿Por qué sigo haciendo lo mismo?

-Zac... - Llamó la guardiana, hubo un silencio total. No había visto a Zac tan destrozado, se estaba lamentando de algo. - Debemos irnos. Todos esperan...

-Si regreso, solo causare más cambios en la historia, estar aquí me enseñó que no puedo cambiarla aunque quisiera hacerlo... - La mujer iba a seguir hablando, pero el chico la interrumpe. - Vi morir una y otra vez a mi padre, sigo haciendo lo mismo y nunca cambia nada en la historia. Estoy atrapado en este lugar y condenado a vivir mi mayor arrepentimiento, creí haber dejado esto atrás, pero veo que esto me perseguirá...

-Solo es un recuerdo amargo, tu no eres así... - Consoló la mujer. Sin embargo, Faila no sabía que el chico había estado sufriendo desde que cayó en un profundo sueño.

-¡¿Pesadillas?! - Zac hizo un bufido entre molesto y burlesco. - Si claro, si es una ¿Entonces por qué sigo aquí? No comprenderias lo que estoy sintiendo ahora mismo, si me voy solo terminaré causando la muerte de ellos y la tuya. Tu misma lo sentiste... casi te mató...

Faila rechino sus dientes harta de los quejidos infantiles del chico. - ¡Ya deja de actuar como un niño! Afronta las cosas, si no fuera por ti ellos estuvieran muertos, salvaste la vida de uno de tus amigos... eres un tonto al decir estas cosas. - Faila dejó caer sus lágrimas. - Yo sé lo que sientes, lo puedo sentir con brevedad, puedo sentir que tienes miedo y te lamentas. ¡PERO NO RESOLVERAS NADA QUEDÁNDOTE! Estamos haciendo lo posible por traerte y tu... - la guardiana no podía soltar sus palabras debido a las lágrimas que soltaba con desespero. - ¡Egoísta! ¡Tonto! ¡Nos tienes a nosotros! - El chico bajó su vista y la desvió, no quería verla llorar. - Dime algo, ¿No quieres vivir?

-Sí quiero... - Murmuró el chico.

-¿Quieres pasarla bien con ellos?

-Si...

-¿Quieres quedarte ahí?

-¡Si lo quiero! Pero...

-¡Pero nada, Zac! Deja esta estupidez y ¡Ven conmigo! - El chico alzó la mirada y pudo notar como la mirada de su guardiana era preocupante y de duda, su miedo de que el chico no aceptara ir con ella estaba presente.

- ¡Bien! Iré contigo. - Lo dijo en un tono resignado, como si se tratara de un niño que fue regañado por no hacer sus deberes. - Pero antes de irme, quiero hacer algo o trata de hacer lo único que no hice... - La guardiana aceptó la petición y terminó acompañando al preadolescente hasta su casa. En cuanto entraron a la vivienda, Faila fue la primera en preguntar sobre la ausencia de la mujer que vio hace un par de minutos. - ¿Te refieres a mi madre? - Faila solo asiente un si, Zac suspiró como si no quiera hablar de aquello, pero lo terminó diciendo: - Este es el día en que mi padre estuvo por última vez con nosotros. Fuimos incrédulos al pensar que el doctor nos diría que estaba fuera de peligro, sólo Comunicó que no duraría de esta noche... - Dio una pausa el chico. - Por mi estupidez de huir, mi madre no pudo despedirse de papá, él murió solo en casa... - Hubo silencio total mientras ambos subían las escaleras. - Solo debí aceptar que se iría. - Murmuró Zac. Al llegar a la puerta blanca, Faila no pudo evitar darse cuenta que el diseño de la puerta era la misma que la de aquella habitación. Zac miró la puerta como si esta fuera la más grande del mundo y tomó un gran respiro, tenía miedo de afrontar lo que había detrás de la puerta, verlo de esa manera no era agradable.

La guardiana le da un leve empujón para que diera el paso, el chico posó su mano sobre la perilla y su corazón latía a mil por horas. Hasta que, finalmente abre la puerta. El chico fue el único en entrar a la habitación y la guardiana solo espero en el marco de la puerta.

Zac se aproximó a pasos lentos a la cama en que estaba postrado aquel hombre de cabellera negra, abrió los labios para poder decir algo, pero ni un chillido salía de sus labios. Sólo se quedó observando el cuerpo moribundo de su padre, sus pupilas temblaron y este cerró sus ojos, se giró sobre sus talones y decidió dejar la habitación.

-Zaci... - Hizo un llamado el hombre abrió levemente sus ojos, el chico detuvo su paso y giró la cabeza con asombro. - Sabía que eras tu... siempre... venias a verme... ¿Cierto?

El chico no dio respuesta alguna o bueno a las preguntas. - Padre... yo... Perdoname! - Exclamó el chico acercándose a la cama.

-¿Por qué... te disculpas...? - El hombre posó sus ojos marrones sobre los de su hijo con una sonrisa débil. El chico solo decía balbuceos referente a sus disculpas, pero al notar que no hablaba bien, se mantuvo firme y habló con claridad:

-Lamentó no cumplir mi promesa, lamentó no quedarme con mamá, Lamentó ser un cobarde, lamentó mucho haberte quitado la única oportunidad de verla, lo siento por irme así... - El padre no dio respuesta alguna y solo le pidió que se sentará sobre la cama a lo que Zac hace caso a la petición.

-Recuerdas que te dije una vez: "que no todo era para siempre". - Zac asiente con su cabeza. - Bueno... entonces deja de decir esas cosas, se que no pudiste dar las promesas como querias, pero la verdad es que me alegra de que estés mejor que antes, admito que estar en este estado no me gusta, y mucho menos ver como tu madre se despierta a cada segundo a ver cómo sigue mi pulso en estas máquinas que me mantiene aferrado a este mundo. No me quiero ir, pero tampoco quiero hacer sufrir a mis dos personas favoritas. Eres mi hijo y creo que sabes lo que siento. - Zac se sorprendió al escuchar lo último, el padre le dio una sonrisa y prosiguió: - Sabes lo inquieto que puedo ser... No diré más al respecto porque no soy tan bueno en esto. - El chico se ríe ante el comentario de su padre. - Pero si te puedo decir que, no desperdicies la oportunidad que tienes de vivir, yo ya tuve suficiente que vivir, fui feliz y en mi lecho de muerte lo seré, quizás no cumpli mis metas, pero conocí a una mujer maravillosa que se quedó a mi lado hasta mi muerte, no solo eso me dio un hijo que me hizo sentir orgulloso de él y no me arrepiento de nada. ¡Ah, si! De no poder ver el estreno de los caza fantasma, pero eso será en mi otra vida. - El hombre ríe ante eso y el chico le sigue la risa. Este miró con una sonrisa como su hijo reía de forma gustosa y siguió con el diálogo: - Protege y lucha por lo que crees que está bien, Zac. - El ambiente se tornó sombrío por aquellas palabras, pero el hombre terminó por romper el hielo: - Ya vete, mocoso. Solo terminarás llenando mi cama de mocos y no quiero que lo último en ver sea la cara de mi tonto hijo llorando por su padre.

Al decir aquellas palabras Zac quedó atónito, no esperaba esa respuesta de él. Sin embargo, eso provocó que una sonrisa se dibujara en su rostro había olvidado que su padre era algo positivo en este tipo de situación o más bien le buscaba el chiste a las cosas como podía. El chico le dio un simple "gracias", pero eso para ambos era mucho. Se levantó de la cama y se acercó a su guardiana de la cual estaba tratando de abrir un portal y finalmente lo hizo no supo cómo, pero lo hizo. Le dijo a Zac que se adelantaría y el muchacho solo respondió con un sí. El preadolescente antes de adentrar al portal no pudo evitar ver a su padre quien seguía sentado en la cama, el hombre al notar la mirada preocupada de su hijo solo le sonrió, Zac al ver que todo estaba bien decide adentrarse al portal dejando aquel recuerdo atrás.

De un momento a otro el muchacho abrió levemente sus ojos, parpadeó varias veces para esclarecer su visión y lo primero en ver fueron los rostros de su amigos con una sonrisa, este abrió los ojos de golpe y se levantó rápidamente del suelo, miró a todos lados y vio un gran dragón sobre el cielo.

-Me alegra de que hayas vuelto. - Declaró una peliazul y seguido se apegó a este para abrazarlo, Zac se sorprendió por la acción de la mujer e incluso los demás se asombraron por el afecto de la dama. El saiyajin terminó por aceptar con brevedad el abrazo de la peliazul, pero aún estaba confundido por su actuar. ¿Cuánto tiempo estuve dormido? ¿Qué hice? Sus pensamientos se ven interrumpidos al oír el leve gimoteo de la mujer en su cuello y un sonrojo surge en su rostro. Asimismo, Zac solo acaricio la cabeza de la mujer en señal de consuelo.

-Por cierto, Krilin. - Llamó la chica de cabellos blanco al muchacho. - Nunca te agradecí por lo que hiciste por mi en namek y por cuidar de Zac.

- Eh... ¿De nada...? - Sus palabras fueron bajando al sentir los labios de la chica en su mejilla derecha, todos se asombraron por la acción de la mujer, pero al parecer el más asombrado fue Krilin quien cayó al suelo mientras no despegaba su mano de su mejilla y su cara cambiaba a rojo como un tomate. Zac al notar aquello se hecha reír y los demás hicieron lo mismo.

Pero la guardiana, terminó cambiando el ambiente cuando le preguntó al chico si recordaba lo que pasó hace unos momentos, el chico solo negó con su cabeza. Que raro, creí que recordaría lo que pasó... Indagó la guardiana, pero al ver que Bulma seguía pegada a su usuario su instinto de protección salió a flote y ahora estaba tratando de apartar a la peliazul de aquel chico. Después de un largo trabajo de hacerse amigas, vuelven a discutir, mientras que Zac las trata de calmar.

-Todas las mujeres de este grupo son problemáticas... es un milagro que una de ellas se haya casado. - Declaró Oolong, pero al decir aquello provocó que las miradas feroces de las tres mujeres en el lugar se posaran sobre él.

-¡¿Qué acabas de decir?! - Dijeron al unisón las tres damas. En ese instante Oolong se dio cuenta que no debió provocar a aquellas mujeres.


Mientras tanto, en alguna parte del universo siete más específicos en el planeta del dios de la destrucción. El ángel que estaba al servicio del destructor del universo siete, estaba atendiendo a un repartidor de comida, le dio las gracias y el ángel con una caminata elegante y suave se dirigió a la cocina de aquella mansión planetaria. Depositó una pequeña caja sobre la mesa, se sentó de manera suave en la silla y antes de abrir la caja se coloca su servilleta sobre su cuello de la ropa. Finalmente abrió la pequeña caja y sus ojos brillaron por ver el pequeño postre esponjoso, de manera suave tomó un poco de este y lo llevó a su boca, al instante dio un aullido de alegría por su gran sabor.

-UUUUYYHHH, ¡Que delicia! Y pensar que este es el mejor postre de la galaxia. - Expuso el ángel mientras describe la textura detalladamente y no paraba de comerlo, pero su gloriosa comida es interrumpida al recibir una descarga eléctrica en su cabeza al sentir algo familiar. - Mmm, ¿qué será ahora? - El asistente del dios de la destrucción dejó de lado su manjar y atrajo su báculo, seguido lo activó y busco con ojo analítico lo que había sentido, hasta que finalmente lo encontró. - ¡Oh! - Se maravilló al ver una silueta que le parecía familiar. - Ya veo, así que, esa mujer es como nosotros. Ju, ju, ju. De seguro es nuestra querida prima. -Dijo entre risas, al parecer no le molestaba. - ¿La habrá enviado el Gran sacerdote a este universo? Mmm, por lo que veo, acaba de usar su poder divino para despertar al muchacho, ¿debería informar? - Meditó un poco el ángel, pero luego no le tomó importancia alguna. - Si mi padre no ha hecho nada o dicho algo, mejor lo dejo de esta manera, se ve que ella aún ni se ha dado cuenta de lo que hizo. - El asistente dejó de lado la vista que tenía de la mujer en el báculo y se relame los labios al volver a ver su postre. - Mmm... ¿Debería guardarle un poco al señor Bills...? Nah, Si le dejó solo la mitad del postre se molestará y terminaría destruyendo otro satélite como la última vez, será mejor que oculte este pequeño inconveniente. - El ángel se ríe levemente por aquello.

El lado positivo de que su dios destructor estuviese durmiendo, es el hecho de que, él podía degustar todas las comidas deliciosas que le brinda el universo siete.


Había transcurrido una semana desde que desperté, Faila me había comentado lo sucedido, pero más que intente darle vueltas al asunto no hayo como recordar lo que pasó cuando descansaba, solo recuerdo que puede escapar con Krilin de la esfera de Freezer y luego que lo estaba sanando hasta ahí recuerdo, imaginó que el estar a sobre presión y con pérdida de sangre a más agregar de mi ki descontrolado, debió borrarme recuerdos de lo pasado...

Aún estoy descansando, pero sigo entrenando físicamente, es un mérito que mi ki no se descontrolara...

Luego de haber pedido los deseos, solo sobro uno, se lo habíamos dejado a los namekianos, estos lo tomaron, pero decidieron quedarse un poco más a esperar a que los demás estuvieran listo, ya que, necesitan los otros dos para crear el planeta, trasladarlo a otro lugar y luego trasladarse ellos mismos.

¿Debería pedirles la ubicación del planeta cuando lo restauren? Tal vez me sirva en algún momento. Sin embargo, es peligroso tener esa información y sobre todo dudo mucho que me lo den a la ligera. Sería extraño ir y pedir: "Hey, me dan la ubicación nueva de su planeta, es que cuando necesite las esferas iré a por ellas". Mejor lo dejo así y después buscaré el planeta a través del ki.

Faila y yo hemos estado viviendo en la casa de Bulma a petición de ella, me avisaron que Vegeta también se estaba quedando, pero no ha venido desde hace meses. Según palabras de Bulma él seguía buscándonos en el espacio o estaba entrenando. No tengo la menor idea de lo que hace ese maniático, pero que nos busque ya es algo obsesivo de su parte y hasta me da algo de escalofríos. Imaginó que cuando venga tendré que volver a pelear con él, suspiro ante el pensamiento.

¡Oh, ya puedo verla! Exclame al ver la casa de la peliazul. Descendí en el jardín de la Corporación Cápsula, había salido a visitar a Haru por un rato, pero al parecer ella salió de viaje. Ya es tarde, después de ver que Haru no estaba en su casa me di la libertad de entrenar un poco, después Gohan se me unió al sentir que estaba entrenando, pero debido a que su madre lo encontró, ¡Ni se como! ¿Acaso las madres tienen un radar para ubicar a sus hijos? El punto es que Gohan tuvo que huir y yo también, no quería problemas con la esposa de Goku... Suspiré nuevamente con aquel recuerdo, y terminó por adentrar a la casa de los Brief's, observé la sala principal y mi vista fue al reloj de pared de la sala, marcaba claramente las once y media de la noche.

-Lo más seguro es que estén durmiendo, será mejor que no haga tanto ruido y me vaya a mi habitación. - Murmuré, mientras caminaba suavemente por la casa, pase por la cocina y mi estómago sonó al ver el refrigerador. - Un bocadillo de medianoche no caería mal. - Con eso en mente entre a la cocina y registre todos los estantes y la navera.

No creo que Bulma o los señores Brief se molesten si tomó algo de comida. Como no tenía ganas de encender la estufa y preparar decentemente una comida, solo prepare variaciones de Sandwich de la cual rellene con lo que sea: atún, mermelada, lechuga, tomates, rebanadas de jamón y queso. La realidad es que ni me importaba el sabor raro que tendría aquel pan.

Después de finalizar mi gran "obra gastronómica" me dispuse a comer. Al cuarto mordisco escuche el llanto de una persona. - ¿Quién está despierto a esta hora? - Declaró al ver en el reloj de la cocina que marcaba las doce de la noche, se que soy el único despierto en la casa, pero ¿Había otra persona a parte de mi? Ignoré aquello y seguí con mi manjar, pero el quejido volvió a mis oídos y esta vez con un diccionario de groserías incluidos de la cual estaban dedicados para una persona o bueno así sonaban.

Como todo chismoso que soy, terminé de tragar lo que quedaba del gran sándwich y fui a buscar la raíz de los quejidos, salí al jardín trasero de la mansión y vi la luna de la cual estaba en menguante, luego giré mi cabeza a la derecha al volver escuchar los quejidos, caminé hasta que el sonido se hacía más fuerte, pero me detuve al notar quien era.

Bulma estaba sentada en la orilla de la piscina de su casa mientras movía levemente sus piernas sobre el agua.

-¡¿Cómo pude ser tan tonta para volver a confiar en él?! - Dio quejas mientras golpeaba levemente su frente con su mano, seguido alzó su pierna y la azotó contra la piscina provocando que esta salpicara fuera de la orilla. Me acerqué un poco para ver qué le ocurría, me sentía curioso al ver el actuar de la dama.

-Con este frio no creo que sería apetitoso bañarse. - Quise romper el ambiente que había generado la peliazul. Bulma se sobresaltó al escuchar mi voz y giró su mirada lentamente, lo pude notar... sus ojos estaban rojos por tanto llorar, pero no pude evitar verla detalladamente e incluso la luz de la luna que se postraba en su rostro hizo que sus grandes ojos azules brillarán como zafiros. Sentí una leve presión en mi pecho y enseguida sentí mis mejillas enrojecer.

-Z-Zac... - Ella se asombró por mi presencia y desvió levemente la mirada para no ser vista. - Imaginó que te desperté con mis tontos quejidos. - Confesó la mujer a lo que yo negué con mi cabeza y me senté a su lado.

-No, la realidad es que yo estaba despierto, vacíe la nevera de tu casa, ja, ja. - Reveló con cierta burla.

-Ooh, tú y ese sujeto acabarán con los ingresos de la empresa con tanta comida que se llevan a la boca. - Refunfuñó la mujer mientras me daba un leve puñetazo en el hombro.

-¿Qué hacías aquí? ¿Por qué decías que no debiste confiar en él otra vez? - Investigué, aunque puedo deducir por donde va el asunto. Bulma se notaba lastimada y quizás quería ser escuchada por alguien.

Sus pupilas temblaron ante mi pregunta, pero ella solo desvió la mirada al agua de la piscina y movió ligeramente las piernas. - Volví a darle confianza a alguien y terminó abusando de ella... - Arrugó la nariz. - Cada vez que lo perdonó él lo sigue haciendo. - En efecto se trata de ese tonto. - Él antes era tímido con las mujeres, pero ahora que se volvió un "deportista profesional" - Hizo una burla por las palabras y me reí por su imitación. - No te rías, ahora todas las mujeres se le acercan, digo que no me molesta que hable con ellas, pero... ¡Uy! Que se meta con ellas, y puedes creer que solo me dice: "Ay, no tengo culpa de ser tan famoso". - Bueno Imaginó que es complicado controlarse después de todo Yamcha es un hombre que destaca en ese equipo de béisbol por ser el más fuerte. - Mejor no sigo con esto... de seguro es molesto para ti escuchar mis quejidos de niña tonta...

-La realidad es que no me molesta. Si necesitas hablar hazlo, sé que eso te hará sentir mejor. - Comuniqué, la realidad es que mi vida pasada solía oír las quejas de los demás y creo que estoy acostumbrado a esto.

-Hmpj, me agradas mucho Zac. - Declaró Bulma con una sonrisa y en su rostro juré que vi un sonrojo. - Pero ya no quiero seguir hablando de eso, prefiero olvidar ese tema. - Al decir aquello ella tomó mi mano y acto seguido se hizo caer a la piscina llevándome con ella. - ¿No crees que la noche está linda hoy? - Dijo una vez flotaba sobre el agua.

-¿No crees que es mala idea bañarse ahora mismo? - Advertí, se que en ocasiones los humanos suelen enfermarse fácilmente con este tipo de cosas, hablo como si nunca hubiera sido humano.

-Deja de ser tan aguafiestas. -Aclaró entre risas la peliazul y seguía chapoteando la piscina y el ataque de agua cae en mi cara. - Para ser alguien muy fuerte, no tienes reflejos contra una simple humana. -Reto la mujer.

-Jo, jo, veo que eres muy valiente para decirme eso. - Ella hizo un ademán y volvió a salpicar el agua, pero yo también cedí al juego, después de todo era divertido y la ayudaba a distraerse.

Tanto nos dejamos llevar por el juego que la peliazul literalmente escaló por mis hombros para cubrir los ojos. - ¡Hey, atacarme por la espalda es trampa!

-Lo siento, pero esta lucha la gano yo. - Escuché la risita de la mujer, ella dejó de cubrir mis ojos y luego deje de sentir el peso en mis hombro, pero lo siguiente que sentí fue un empujón en mi espalda que me hizo adentrarse al agua de la piscina cuando iba a dar queja alguna, ya Bulma estaba en la orilla de la piscina exprimiendo su cabello, me acerque y la devolví a la piscina, ella dio queja por su cabello nuevamente mojado y yo solo me burle de ello.

Sin embargo, ella se quedó fijamente mirando a mis ojos, no se que tenía, pero eso de ella me atrajo. Todo quedó en silencio por instantes, su mirada me hipnotizaba y no paraba de verla.

-Creo... que deberíamos salir. - Murmuró al notar la situación en que estábamos, pero aunque dijera eso no me apartaba de su vista.

Ella se puso de puntillas y enseguida enredó sus brazos sobre mi cuello. Cerró sus ojos de manera suave y acercó sus carnosos labios, en cuestión de segundos sentí el contacto de sus labios con los míos.

Quería detenerla, pero aún así su embriagador aroma me lo impidió, terminé por enrollar mis brazos sobre su cintura y ella al sentir que aceptaba la acción decidió profundizar más en el beso. Entrecierro los ojos levemente y mi mente se torna blanca. No sabía que estaba haciendo, ¿Está bien hacer esto? Fueron las preguntas que me hacía, pero ninguna hacía que me despegará de ella. Hasta que, finalmente ella lo hace. La peliazul tocó ligeramente sus labios y yo solo me disculpé por aquello.

-¿Por qué te disculpas? Si fui yo la que inició el beso... - Reveló Bulma sin más. Un sonrojo salió en mi mejilla al recordar el beso profundo que acabamos de darnos. ¿Debería admitir que Bulma me está empezando a gustar? Tan metido estaba en mis pensamientos que ni me percate de que ella volvió a salir de la piscina y ahora me estaba pidiendo salir de la piscina. ¿En serio así sin más? Salí de la piscina y ella me dio una sonrisa leve. - ¿Quieres salir el día de mañana? o ¿Acaso interrumpo tu preciado entrenamiento?

¡Di que no!

¡Di que no!

¡Di que no!

Di que tienes que entrenar... - Si, por mí está bien, ¿A qué hora te apetece? - Ella esbozó una gran sonrisa ante aquello.

¡IDIOTA!

-¿Qué te parece si salimos a almorzar oa algún parque? Pero, quiero que me lleves volando. - Confesó la mujer.

-Es extraño viniendo de ti dar esas peticiones. - Recalque. Ella gruñe ante el comentario.

-Pues me gustaría hacerlo de esa forma. - Reclamó la peliazul.

Al final terminé aceptando la cita, después de decirme "NO", mil millones de veces...

¡¿En qué lío me acabo de meter ahora?!