¿Qué podía hacer? No podía rechazarla y ya... O tal vez si, pero fui tan tonto que la lengua se me enruedo en la garganta y no dejó que unas simples palabras de un "NO" salieran de mi boca. Debía admitirlo, me estaba sintiendo atraído por esta mujer. Sin embargo, me estoy castigando a mi mismo mentalmente con lo que estoy haciendo, en primer lugar...
¡¿POR QUÉ HAGO ESTO?!
Se supone que esta mujer debería estar con Vegeta no conmigo... Mi mente seguía maquinando de hacerlo o no hacerlo.
¡¿En qué lío me metí?! Aunque debo admitir que me siento muy a gusto con ella, es la primera vez que me siento tan bien con una mujer, en ocasiones cuando tenía citas, ellas solían iniciar la conversación o yo la iniciaba de una manera tonta. Como también las solía dañar por mis tonterías... Pero esto es diferente, me siento diferente con ella y me agrada este sentir.
Pero... ¡¿QUÉ CARAJOS ESTOY PENSANDO?! Estoy hablando como si estuviera dispuesto a estar con ella... ¡SACATE ESO DE LA PUTA CABEZA! REPÍTELO: ¡NO PUEDES ESTAR CON ELLA!
¡Deja de hacerte ilusiones, idiota!
-Zac...
¿Debería huir...?
¡No seas cobarde! ¡¿Cómo la vas a dejar plantada?! La pobre acaba de terminar con su pareja actual de una manera brusca y tu solo piensas de ¡manera cobarde! Afronta la situación como un hombre, tú mismo te metiste en este problema tú mismo te sacarás de él.
-¡HEY, ZAC! - Ante el llamado me sobresalte, casi que di un brincó en la silla del comedor de la mansión de la peliazul. Cruce miradas con ella o eso quise hacer porque mi mirada se fue directamente a su vestimenta que de hecho era muy atractiva: tenía un especie de braga de la cual era abierta por debajo y por arriba ¡Dios! Su cuerpo se hacía uno con aquella tela que era pegada a su cuerpo y su cabello recogido hacía que asomara sus hombros desnudos de los cuales quería besar. ¡¿PERO QUÉ DICES?!
Me abofeteo mentalmente para quitarme esos pensamientos mundanos. Ahora que lo noto por la manera elegante que se visto y sobre todo por la forma en que me vistió no tenía que ser inteligente para deducir a qué íbamos a un lugar lujoso: mi vestimenta era un traje de color blanco y zapatos elegante. Diría que es sencillo, pero ¡No lo es! Bulma fue la que me terminó escogiendo las ropas.
Ella arruga sus nariz y cruza sus brazos, indicando su molestia por tardar en responder. No lo sé, pero algo que me hizo sentir más que atraído por su manera de actuar. No se si sea imaginacion mia, pero estoy viendo como el ambiente cambia al verla.
- Si estás incómodo dime de una vez si hacemos la cita o no. - Refunfuño mientras dejaba un espejo y labial sobre la mesa del comer, seguido se aproximó hasta donde estaba.
¿Será esta mi oportunidad de echarme atrás? Le diré que es mala idea hacer esto y que soy muy tonto como para hacer una cita. Vamos hazlo. - No, Bulma. Bueno si... Estoy algo nervioso por la cita... - Terminó por confesar.
En un momento que necesitó mentir... ¡SOLO SOY LO MAS SINCERO EN EL MUNDO! Tragame tierra.
Ella dio una leve sonrisa, se sentó en el comedor y cruzó sus piernas. Trague saliva al ver de la manera tan delicada que lo hacía. Posteriormente, ella extendió su mano izquierda acarició mi rostro levemente luego bajó hasta mi cuello, mis nervios estaban por los cielos y ella hace esto... La peliazul me sonríe de lado y seguido saca una corbata que la adorna a mi cuello. ¡Me tiene los nervios de punta! Pensé que haría algo.
-Tranquilo... yo también debo confesar que me sentía nerviosa... Sin embargo... - Dio una pausa mientras ataba la corbata, su mirada se fija en aquel nudo de la corbata y seguido habla: - eres el primer hombre que puedo decir que me siento a gusto. - Declaró y yo solo me hundí en un vacío profundo por lo que me estaba confesando, no se que carajos estoy haciendo, no puedo estar con ella. No obstante, algo dentro de mí me impulsa a querer estar con ella. Después de culminar con la corbata ella vuelve a subir su mano hacía mi rostro y me muestra una mirada cariñosa. - Solo disfrutemos el momento. - Aclaró mientras acariciaba levemente mi mejilla, y aquellos ojos azulados como el mar me hipnotizaba. Tomó su mano de forma inconsciente y besó su palma para luego mostrarle una sonrisa, seguido de un: "Tengamos la mejor cita". Ella ríe levemente por mi comentario. Ya puedo ver la razón de porque ese sujeto terminó cediendo a ella...
De pronto la conversación giró en torno a lo que haríamos y me sorprendió mucho que ella sacará una lista de lo que se podía hacer.
-¿Desde cuándo tenías esa lista? - Indagó al ver la gran lista. Ella miró al techo unos segundos, tambaleó su pierna derecha y luego quiso responder:
-La hice esta mañana. - ¡¿COMO HACES UNA LISTA LARGA ASI?! Estoy atónito ante lo atenta que podía ser Bulma cuando se lo propone. - Eso no importa. - Dijo mientras agitaba la lista para verla. - Primero iremos a comer, hice una reservación en el mejor restaurante de la ciudad y esa inicia, dentro de... - Ella miró su reloj de muñeca y pegó un gritó al aire que me sobresaltó. - ¡¡AH!! Comienza dentro de un minuto. ¡Uy! Le dije a mi secretaria que me apartará a las tres de la tarde. - Refunfuñó la mujer.
-Eso no importa Bulma. Iremos volando de todas maneras. - Ella hizo un leve puchero molesta por lo que dije. - ¿Por qué pones la cara así? ¿No quieres ir volando? - Aclaró, ya que, anoche se veía emocionada por ir volando.
-La realidad es que quería ir volando al mirador de la montaña de esta ciudad, pero tendremos que ir volando qué más da. - Declaró mientras da un leve brincó para ir al marco de la cocina. - Bueno entonces ¡¿Qué esperas?! Vámonos. - Reclama con sus manos sobre su cadera, cosa que me pareció realmente atractiva y llamativa. Rápidamente me levanté de la silla y fui a seguirla.
Al llegar al jardín de la casa nos topamos con su madre, Bulma intercambió con ella palabras y terminó confesandole que saldría conmigo a una cita. La mujer se mostró maravilla y dio su opinión breve sobre que estaba guapo para la ocasión. Bulma se aproximó a mí y rodeó sus brazos sobre mi cuello, de manera instintiva yo la tomé por la cintura y cuando verificó que estaba sujeta, ella dio la petición de que podía volar y cedo al pedido.
Sobre volabamos la ciudad y le pregunte a Bulma en qué lugar quedaba el restaurante, ella señaló un edificio del cual era el que más resaltaba en aquella zona, no había perdida alguna, puedo ver que hay muchos edificios grandes no me extraña que se llame: "La capital del Oeste". Descendimos por una zona donde no transitan muchas personas, la peliazul al instante saca de su pequeña cartera un espejo y lápiz labial, aún me pregunto cómo es que a las mujeres les cabe todo en una pequeña cartera. Creo que esa es una habilidad que nunca entenderé o nunca sabré cómo aplicarla.
Tardó unos segundos arreglando los mechones que habían quedado levantados por el viento, seguido se aproximó a mí y acomodo mi corbata y parte de mi cabello si es que podía hacerlo porque éste volvía a su lugar. Ella refunfuña por mi cabello rebelde y termina por dejarlo como estaba.
-Entremos, no quiero que nos quiten la mesa. - Informó la mujer mientras enrollo su brazo derecho con mi brazo. Jaló de él y era ella la que guiaba, al entrar al restaurante se pudo sentir el aroma de la comida y sobre todo se pronunció la música clásica. La recepcionista sale de su puesto para inclinarse frente a nosotros. No a todos se le recibe así.
-Es un placer tener a la señorita Bulma Brief en nuestro restaurante. Ya tenemos su mesa lista señorita, puede pasar cuando guste. - Declaró la mujer mientras tenía una mano extendida para cedernos el paso. Bulma dio las gracias, la mujer levantó la cabeza y su mirada se centró en mi yo solo le sonreí levemente, eso provocó que la peliazul se apegara a mi brazo y corriera a la chica de una manera amigable. La chica se retira y deja a un mesero para encargarse de nosotros.
Esto me recordó a la actitud que tenía Faila antes hacía Bulma de hecho, quedé sorprendido cuando le terminé confesando que iría con Bulma a almorzar, la realidad es que solo lo tomó indiferente y me dijo: "Aja, que te diviertas". Quizás lo dijo porque literalmente estaba viendo sus series y me ignoró por completo, pero también sentía como si supiera que esto pasaría...
Pero quizás lo que más me asombra es el hecho de que Bulma me acaba de mostrar sus celos. La realidad es que nunca vi otras intenciones en la mujer, para ser realista quizás se extrañó al ver a la hija del dueño de Corporación Cápsula con un hombre. Literalmente: Esto sería un gran escándalo para las revistas. He trabajado en medios de comunicación y creeme que esto estaría en primera plana:
"La hija del prestigioso científico de Corporación Cápsula, fue vista con un hombre en un restaurante".
Nos sentamos en la mesa para dos que estaba al frente de un ventanal que daba a la ciudad del Oeste. Bulma pidió una orden y el mesero terminó retirándose con una reverencia.
-¿Estás segura que no tendrás problema con los medios? - Cuestionó ante su neutralidad a la situación. No sólo el hecho de estar saliendo con un hombre sino que este es menor, bueno físicamente porque mentalmente debería tener unos veintiocho años.
Ella tomó la botella de champán que estaba sobre la mesa, sirvió un poco en la copa y absorbió aquel líquido espumoso. - La realidad es que no me interesa lo que diga la prensa sobre mí. Soy una mujer libre de salir con quien quiera y estar con quien quiera. Estoy contigo aquí cenando y eso es lo único que hay que saber.
No cuestione su comentario. Tenía razón, ella tiene libre albedrío para hacer lo que quiera. Decidí cambiar la conversación y preguntarle su interés en un chico como yo.
-No lo sé. Me gusta tu forma de ser, siento que eres el hombre indicado para mí. - Confesó con un rubor en sus mejillas. - ¿Qué hay de ti? Podías rechazarme o decirme que no, pero preferiste aceptar mi cita. ¿Acaso lo haces por lastima? - Interrogó en un tono algo molesta.
-¡NO! - Alce la voz y los presentes en el restaurante miraron a nuestra mesa, me disculpe por el alboroto y volví a la conversación, me llevé la mano a la cara para tratar de ocultar mi vergüenza ante lo que diría: - La realidad es que... muy dentro de mí quería venir... Jamás lo hice por lástima, nunca haría eso. Yo... Yo vine por voluntad propia, me pareces interesante. - Murmuré lo último.
Y siento que no puedo despegarme de ti...
Quise desviar la mirada, pero esta se centró en ella quería ver lo que decía. Ella dejó la copa sobre la mesa y me mostró una sonrisa de la cual expresa satisfacción por mi respuesta. Estaba siendo sincero, quiero detenerlo, pero ¡No puedo! Quiero ser sincero con ella... Sin embargo, me sigo cuestionando. Mi cabeza inició una tempestad por lo que sentía.
- Veo que sentimos lo mismo uno por el otro... ¿Te gustaría...? - No culminó su frase ya que, el mesero llegó con los platillos. El mesero expresó un buen provecho para luego marcharse. Bulma miró su plato y después volvió su mirada a mí. - Como decía...
-Ah... Mmm, está muy rico ¿No crees? - Esta vez fui yo quien la interrumpió llevándome a la boca un pedazo de carne. No quería que dijera lo que estaba pensando. Ella vuelve a insistir en decir algo, pero ella nota que seguía desviando el tema, suspira y decide tocar su plato de comida. Perdoname Bulma, pero... lo que estás apunto de decir no creo que se haga realidad...
Pero... ¿Por qué siento una opresión en mi pecho? ¿Quiero estar con ella? Miré las acciones que realizaba, ella cortó una porción de la carne y la llevó a su boca de manera suave, sus labios se movía una y otra vez y yo parecia un idiota viendola comer, ella tomó otra porcion, no habia notado que la estaba observando. Posteriormente un mechón de cabello se posa al frente de ella debido a que estaba levemente inclinada, se llevó el mechon azul detrás de su oreja y finalmente siente mi mirada, desvié la mirada a la carne y decido tomarla por completo con el tenedor y darle un gran mordisco puede escuchar su risa leve al verme de manera nerviosa.
¿Por qué me estoy comportando como si fuera un adolescente con la chica que me gusta? ¡Ah sí! ¡SOY UNO! Pero no tiene sentido, estoy en el cuerpo de uno, pero mi mente es la de un adulto de unos veinticinco. ¡Deja de portarte como un mocoso!
¡Levanta la mirada y mirala! ¡MIRALA ZAC! ¡MIRALA!
Mi conciencia me gritaba, así que, hice caso a sus Reclamos y levantó la mirada a Bulma, me dio un sonrisa ligera mientras yo mastico lo que tenía en mi boca. De pronto ella se levanta levemente de la silla y extiende su mano hacía mi. Me quedé congelado esperando a que hiciera algo, ella tomó una servilleta de la mesa y limpió mis labios de manera suave, seguido volvió a su asiento y me ladea una sonrisa.
-Por lo visto si te gusto la carne. - Declaró y seguido me aproximó su plato. La realidad es que ni había pensado en comer, solamente quería distraerme de la situación, pero cuando ella hace este tipo de cosas y es muy atenta conmigo, me hace sentir como el mayor desgraciado del universo.
Podría estar con ella, de igual forma ese infeliz tampoco que le importe formar una vida con ella. Recordé el cambio que sufrió Vegeta debido a la presencia de Bulma y terminó por dejar de lado esa estúpida idea de estar con ella.
No di respuesta alguna a su comentario. Solo quiero acabar con esta tortura...
-Zac... - Su voz al llamarme es melodiosa. Levantó la mirada. - Por favor no desv... - No continuó hablando ya que el reloj de su muñeca empezó a sonar como loco.
¡Salvado por la campana! Literalmente.
La peliazul me anuncia que le diera un minuto que era su secretaria. Le dije que estaba bien y ella solo se levantó de la mesa y la veo perderse en el marco de la puerta en la que habíamos entrado.
Finalmente pude respirar, dejó la carne de lado y sentía como si el aire no llegaran a mis pulmones. ¡Dios! Estaba aguantando lo posible porque no se me saliera una tontería de mi boca. Debería dejar esta locura. ¿Cómo se me ocurre pensar que ella podría estar contigo? Tú solo eres uno más del montón, ella debería estar con otra persona... porque... el futuro lo dicta así... ella no puede estar contigo...
Deja de centrarte tanto en lo que vendrá o no vendrá. Solo mantente en el aquí y ahora...
Mi mente estaba revuelta, primera vez en mi vida que me siento así por una mujer. Es difícil manejar esta situación cuando sabes todo el futuro de alguien sobre todo si ese alguien en quien te esta interesando.
Ella no es para ti...
Vuelvo la realidad en cuanto siento una mano en mi hombro me sobresaltó al punto de levantarme de la silla, Bulma quien la que tocó mi hombro se mostró confundida por mi actuar, aclaró que si estaba bien y que si no podíamos dejar la salida para después sí me sentía incómodo.
Fui idiota...
Solo justifique que seguía "nervioso". Que excusa más patética, me he enfrentado a un genocida que literalmente me perforó el cuerpo, me enfrente a sujetos sumamente fuertes al tal punto que rompieron mis huesos y casi moría por ese hecho. ¡¿Y dirás una excusa tan ABSURDA como esta?! Solo haces el ridículo con tu supuesto nervios.
-Zac, se que estamos en la primera cita, pero me gustaría que me acompañaras a una reunión de la corporación... - Dijo en tono molesta. - No comprendo porque me tienen que llamar cuando les dije claramente que no quería inconvenientes... - Murmuró de forma irritada y su nariz se arruga junto a sus cejas azules. - Entonces ¿Vendrás conmigo?
- Eh... si. ¿Por qué no? De todos modos no tengo nada que hacer después de aquí. - Informó de manera neutral.
Ella dio una sonrisa y nos retiramos del local. En cuanto salimos literalmente nos esperaba una limusina voladora afuera del edificio, el chófer baja del auto y abre la puerta para inclinarse ante la mujer, posteriormente me observa y hace lo mismo. Antes de entrar al auto
Bulma da un cambio de palabras a su chófer y este solo asienta un sí a todo lo que decía la dama.
Ya al cabo de unos minutos ambos nos encontrábamos en el edificio más alto de la ciudad. No tardamos mucho en entrar y para mi sorpresa es ver que la dichosa "reunión" era la típica fiesta de ricos que se reúnen a hablar de política y otro tipo de cosas, mi cara se tornó de fastidió por este ambiente. Es molesto estar en este ambiente porque he estado en fiestas así en mi vida pasada y esto siempre es una excusa para los empresarios para divertirse y desestresarse. No los juzgo, después de todo se dedican a sus trabajos al cien por cien y deben relajar la mente y relacionarse con las personas.
Puedo sentir los murmullos de aquellas personas cercanas a nosotros al vernos parados en la entrada a la reunión.
Bulma se apegó más a mi brazo y me guió hasta un grupo de personas de la cual se reían entre sí y bebían sus copas de champaña. Analicé la zona y había un buffet como también pista de baile la cual tenía adornado encima de este un gran candelabro y habían parejas bailando de manera suave en la plataforma.
-¡Oh! Pero si aquí está la señorita Brief. Discúlpanos por haberte invitado de esta manera, pero no podíamos dejar por fuera a la bella dueña de Corporación Cápsula. - Lamebotas... Eso fue lo único que mi cabeza dijo ante el diálogo de aquel hombre con traje negro. Bulma solo forzó una sonrisa.
-Agradezco la invitación Moth, pero no tenías porqué darte tantas molestias. - Ella seguía forzando la sonrisa, pero hacía un esfuerzo por no dejarla caer. Debe ser molesto lidiar todo el tiempo con este tipo de personas, sobre todo debe ser molesto que tengas que venir a juro a un evento así solo por el hecho de mantener una relación comercial con ellos, puedo ver que Bulma tiene muchas responsabilidades como la presidenta de la Capsule Corp.
El intercambió de palabras financieras y de maquinarias industriales se hizo presente en aquel grupo. Encontré aburrida la conversación y solo me limité a observar qué hacían los demás. Pero siento que no soy el único, ya que, se notaba que Bulma quería salir corriendo de este lugar lo antes posible. Me impresiona que no haya dado un "basta" como respuesta.
De pronto la conversación se detiene en cuanto una mujer de unos cuarenta años se aproxima a uno de los hombres y le invita a bailar. El hombre cede con gusto al pedido de la dama y al ver que aquella pareja se marcha a la pista de baile lo demás le da por bailar también.
Bulma miró la pista de baile por segundos y esta me mostró una sonrisa. Se lo que planea hacer. No aceptes, no lo hagas... Pero eso eran solo palabras que se desvanecieron al aire, la peliazul jalo mi brazo hasta llevarme a la pista de baile o mejor dicho me dejé llevar. Ella tomó mi mano y la posó en su cintura, seguido paseó su mano izquierda por mi brazo libre hasta llegar a la palma de mi mano, apretó levemente y también hice lo mismo, dirijo la mirada a ella y sus ojos brillaban.
Movió ligeramente sus labios para decir algo: "Sigueme el paso". Ella empezó a dirigir el baile, era un baile suave y a la vez movido. Provocó que diera un giró esta vuelve a mi cuerpo, esta vez estábamos tan cerca que hasta puedo sentir su respiración, mi corazón está acelerado, solo espero no lo sienta... Nuestros movimientos se sincronizan.
-Pense que solo sabias de luchas, pero puedo ver que también sabes bailar. - Aclaró en tono entre picardía y burlona.
Una sonrisa se manifiesta en mi rostro por su comentario, así que, decido tomar más el agarré de su cintura y ella se sorprende al ver lo cerca que estábamos. - No me subestimes, Bulma. Hay cosas que no sabes de mi.
Ella alzó una ceja y dio una sonrisa por el comentario. - Bueno entonces, ¿Por qué no iniciamos con una conversación de tu vida antes de venir a la tierra? - Le di otro giró y volvemos a incorporarnos al baile.
-No hay nada interesante en mi pasado. - Declaró de manera fría.
-Pues, a mi me gustaría conocer un poco de ti.
-No tengo nada interesante... - No sabes lo que dices... soy el menos indicado para estar contigo. Ni se que hago hablando contigo de esta forma tan "amistosa".
-¿Quieres salir de aquí? Ya los tacones me están matando. - Cambió el tema al ver que yo quería hacer lo mismo, acepté la propuesta y nos dirigimos a un balcón del edificio. - Upps, que molestos eran, menos mal que traigo zapatos en una cápsula por si acaso. - Confesó. - Zac... ¿Quieres ir al mirador que te dije temprano?
Cierto, ahora que lo notó es de tarde y quizás el sol ya estaba ocultándose, ¿Tanto tiempo estuvimos en esta fiesta? Ella volvió a llamarme y prestó atención a lo que decía.
Luego de un intercambió de palabras sobre ir al mirador le dije que estaba bien. Emprendimos vuelo y a unos minutos descendimos en el mirador que ella me señaló. Ella fue la primera en aproximarse a los barrotes que estaban sobre un borde de aquella montaña y daba vista a la gran capital del Oeste.
-¿No crees que es lindo? - Cuestionó mientras observaba la zona. Ahora que estamos solos debería decirle la verdad... no puedo alargar esto. Esto que empiezo a sentir está mal, no puedo estar con ella. Me aproximó para poder anunciar lo que pensaba en ese momento, pero ella es la primera en hablar: - La puesta de sol... y el cómo se envuelve la ciudad entre la noche es algo maravilloso de ver desde aquí. - Musito y sus cabellos ondeanban gracias a las rafagas de brisa que habían en la zona montañosa.
-Si... quizás estas es una de las cosas que me gusta de la tierra. - Agregó con desdén. Ella se alejó de los barrotes y me miró directamente a los ojos.
-Me gustaría que intentem...
-No. - Mi respuesta fue tan seca que hasta Bulma se sorprendió por mi tono de voz crudo y frío. No quiero ilusionarme y que ella haga lo mismo... Ella da un intento por retomar el diálogo, pero me volví a negar. - No me conoces Bulma... Soy muy diferente a ti, aunque no lo creas.
-Se lo que eres, ¿Crees que no lo se? - Alegó en tono serio. El silencio inundó la zona.
Bajo la mirada al suelo para no ver su rostro del cual se estaba tornando melancólico ante lo que estamos hablando. - No hablo de eso... - Murmuró, sentí sus pasos hacia mí, seguido siento sus dulces manos sobre mis mejillas para guiar mi cabeza y forzarme a verla a los ojos. Ella mostró una sonrisa leve y mis pupilas temblaron, vuelvo a sentir la presión en mi pecho.
-No se de que hablas, pero me daré el tiempo para conocerte mejor. Seré comprensiva y seré paciente contigo... - Anunció.
Me agrada que sea así, pero... no es cuestión de tiempo. Soy yo el problema, saber el futuro quizás no me beneficia, mi cabeza insiste en que ella no es para mi. También estoy confundido con esta situación, no se lo que quiero. ¿Quiero estar con ella? ¿Qué es lo que quiero realmente? ¿La amo? ¿La amaría?
Aparte su mano de mi mejilla y la baje, acaricié levemente sus manos y entre cerré los ojos. No soy el indicado para estar con ella, no estaría bien hacer esto. Ella ya tiene un futuro... aunque me duela en el alma, no puedo aceptarla. - Bulma. - Atendió a mi llamado y sus ojos se cristalizaron quizás sabía lo que estaba por venir. - La realidad es que yo... - Di una larga pausa y ella abrió más sus ojos esperando la respuesta. - La realidad es que yo... amo a alguien más...
¡MENTIROSO! ¡MENTIROSO! ¡MENTIROSO! ¡MENTIROSO!
¡IDIOTA!
¡COBARDE DE MIERDA!
Mi conciencia me gritó por lo que acababa de decir. Si hubiese un premio para la mentira mas mierda del mundo creo que esta estuviera calificada a esa categoría... Ella bajó su mirada y pude notar como algunas gotas de lagrimas cayeron al suelo, pero no hubo sollozo alguno por parte de ella, se soltó de mis manos para limpiar sus lágrimas y levantar la mirada.
- Imaginé que algo así pasaría, pero tenía fe en que sentías algo por mí. - Dijo en un tono suave y a su vez quebrado. Se notaba que no rompería en llanto solo estaba aguantando sus lágrimas con fuerza.
-Bulma... yo...
-¡No digas nada! ¿Entonces me mentiste con lo que sentías por mi? ¡¿ENTONCES SI SENTISTE LÁSTIMA?! - Cuestionó.
¡NO! Jamás sentiría lastima por ti, al contrario...
-Te dije que jamás tendría lástima por ti... te admiro mucho y eres inteligente, tu personalidad es atractiva, todo de ti es atractivo. Nunca me había sentido a gusto con una persona como tu... - Fui sincero, pero aún así me negaba el estar con ella.
-Pero... aunque digas todo eso, amas a alguien más, ¿cierto? - Al decir aquello sentí una gran presión en mi pecho.
¿Debí aceptar? ¿Tener algo con ella? ¿Estaría bien? ¿Acaso imaginaria un futuro junto a esta mujer? No... No te hagas ilusiones, Zac. Solo rompe este vínculo que se está armando antes de que se fortalezca aún más y termines por cagarla... pero... ¿Por qué no quiero ceder...?
-Si... - Murmuró. El silencio se hizo presente por instantes, cosa que terminó por manifestarse un ambiente incómodo. ¡Vamos di algo! No te quedes callado como idiota a esperar a que diga algo o que salga alguna palabra de tu patética boca... ¡HAZLO YA! - Ja, ja, ja. Pero no veo el problema con eso Bulma. ¡Mirate! Eres inteligente, linda, atractiva. Los hombres siempre vendrán a ti y cuando sigas de est... - Solo sentí una gran bofetada en mi mejilla derecha.
-No te burles de mí, Zac...
¿En serio? ¿Se te ocurrió la brillante idea de decir eso? Hay que ver que realmente eres un tonto. Su mirada mostraba enojo, tristeza y quizás decepción. Lo sé... El comentario estaba fuera de lugar, pero no sabía cómo llevar la conversación. Sólo terminé empeorando las cosas y merecía ese golpe y muchos más si quiere desquitarse conmigo que lo haga. Después de un largo silencio ella finalmente vuelve a hablar:
-No quiero volver a verte... - Dijo en un tono seco y seguido se giró de sus talones para retirarse del lugar
Me sentí como la peor basura del universo, ¿Que acabo de hacer? ¿Debería ir por ella? Pero no me quiere ver y dudo mucho que quiera establecer una conversación después de la idiotez que acabo de decir. Me acerqué a los barrotes del lugar y los apreté ligeramente a causa de eso el mental cruje y se dobla.
¿Qué estupidez acabo de hacer...?
Anhelo ir por ella y decirle la verdad, quiero estar con ella, pero una parte de mí me dice que no soy el indicado para estar con ella. Provengo de otro mundo...
Ella tiene un futuro aquí... Apreté aún más los barrotes hasta el punto que literalmente mis manos apretadas quedaron marcadas en el metal. ¿Por qué me siento como la mierda? Siento que acabo de perder algo importante de manera estúpida.
No. Si seguía así era más probable que la terminará lastimando. No soy bueno en las relaciones y eso lo he demostrado en mi vida pasada, nunca supe cómo llevar una relación siempre actuaba como tonto y las terminaba dañandolo... Traté de darme un consuelo con ese pensamiento, pero nada quitaba lo que sentía en ese momento.
Finalmente, mi cabeza empezó a realizar un listado de insultos hacía mi persona: ¡IDIOTA! ¡PATÉTICO! ¡COBARDE! ¡¿En serio no irás a por ella?! ¡Incopetente! ¡Bastardo! ¡¿Qué clase de hombre eres?! ¡¿Cómo puedes dejar ir así a la mujer que posiblemente te hubiese hecho feliz?! Debiste decirle lo que realmente empiezas a sentir no transformarlo en una mentira asquerosa... solo por el capricho de mantener el futuro...
Decepcionante...
¿Hice bien? Lo hice por el bien de ella. No siento ser suficiente para ella, pero muy dentro de mi se arrepiente mucho...
Y de un abrir y cerrar de ojos pasaron tres meses desde aquello. Creí que se me pasaría, pero aún ando derrumbado por aquello. Me tomé tan literal lo de no verla más que desde ese día no volví a su casa. Faila cuestionó mi manera de actuar y el porqué no regresaba a su casa, no dije nada al respecto, pero quizás sospecha que tenía que ver con Bulma. Ella insistió en regresar, pero solo terminaba dándole comentarios secos y dando excusas sobre mi entrenamiento.
Lo se, estoy actuando como un mocoso alejándome de esta manera y no hablando con ella para solucionar las cosas, pero ¿Qué más podía hacer? Ella no me quiere ver ni en pintura... era mejor alejarme antes de que todo se fuera a la mierda...
Digo eso, pero ahora mismo me encontraba observando la casa de Bulma desde el bosque sobre una rama, ella estaba reparando una nave espacial en su jardín. Al parecer la nave da unas fallas y ella refunfuña por aquello mientras patea incontables veces la nave. Me dio gracia aquello. Al parecer está mejor desde que no me ve...
Debería irme, no puedo seguir observando como si fuera un acosador. Me retiré volando de aquel lugar para ir hacía la montaña que quedaba cerca de esta capital.
Después de un mes.
Estuve entrenando durante todo este tiempo la transformación del super saiyajin, esa era mi manera de distraerme de mis asuntos y quizás mi meta que me propuse. El entrenar me ha mantenido distraído de ese problema, quisiera decirlo de esa manera. Sin embargo, esto no cambió el hecho de que casi todos los días la buscaba para observarla a lo lejos. Ahora si parezco un acosador, es un mérito que no sienta presencias...
Llevó ocho días sin verla y solo me centré en superar a Son Goku en la fase uno del super saiyajin. De hecho, me felicité a mi mismo por olvidarme de aquel tema y hacerme más fuerte, quizás sea más fuerte que él actualmente, pero... en cuanto Vegeta llegó a buscar una pelea no pude evitar sentirme asfixiado. Sentía envidia, celos. Creo que me estoy arrepintiendo de haber sido tan estupido y dejarla ir, ¿En serio dejarás que se vaya con este sujeto? Pero lo heche a perder y no hay vuelta atrás. ¿Por qué tuve que actuar como el mayor patán del mundo?
Tal vez el sentir aquellos celos por Vegeta provocó que me desquitara con él. De igual forma se lo merecía él también me incitó a molerlo a golpes...
Estaba sentado sobre una roca mientras meditaba después de un entrenamiento intenso. Faila había venido a darme algo de comer, pero la realidad es que estaba más interesado en la meditación que en alimentar mi cuerpo. Ya me parezco a Piccolo usando este método de entrenamiento. No obstante, es el único método que he tenido para apaciguar mis emociones aparte de romper montañas y golpear incontables árboles de la zona. No habían pasado minutos cuando escuché el sonido de alguien aterrizando al frente de mí o mejor dicho sentí una presencia familiar.
¡Lo que me faltaba! Que este me viniera a joder en un momento como este...
-Acabó de llegar a la tierra y mira a quien me encuentro. - Habló en un tono arrogante, abro mis ojos y le muestro el ceño fruncido. Con todas las personas que pude haberme topado, me encuentro con este infeliz, realmente no estoy de ánimos para que este bastardo me de sermones o me insulte al tal punto de iniciar una pelea.
Pero...
-Creí que te perderías en el espacio buscándonos. Ya me comentaron que seguías buscándonos. ¿Acaso me extrañaste? ¿Quieres otra paliza de mi parte? - Me burlé, muy en el fondo quería provocarlo a pelear. Quería despojarme de este sentimiento... Más que molestarse por mi comentario, este solo bufea en señal de burla.
-Por lo que veo sigues con tus payasadas, dejame decirte que ahora mismo soy más fuerte que tú en este momento y terminaré por romperte la boca, mocoso de mierda. - Espetó mientras se señalaba así mismo. Un tic nervioso surge en mi ceja derecha. ¿Por qué me irrita tanto su comentario? Me ha dicho cosas peores, pero siento que estoy más fastidiado y molesto que antes. Decido usar la habilidad de mi guardiana: [Examinar]
[Edad: 32]
[Raza: Saiyajin]
[Sexo: Masculino]
[Nivel de poder: 3.600.000]
Reí a mis adentros al ver su nivel de poder, ¿Realmente cree poder ganarme con ese nivel tan patético? Actualmente yo tengo unos 4.200.000 de nivel y ¿este infeliz cree ganarme? Por favor...
Por una extraña razón mi arrogancia estaba a niveles anormales también. - Vienes con mucha confianza teniendo en cuenta que ni me llegas a los talones. Solo fanfarroneas un poder que no tienes. - Di una pausa y le di una sonrisa burlona ante lo siguiente que diría: - ¿Y te haces llamar " príncipe de los saiyajin"? - Resaltó las últimas palabras y Vegeta rechina sus dientes por el insulto y su humos de furia surgen. Vamos ataca infeliz, pedí a mis adentros.
Sin pensarlo dos veces este se abalanza a máxima velocidad en mi dirección, mi sonrisa se dibujó aún más al ver que terminó cayendo en la tentación. Retuve su ataque y el suelo fue mi soporte para no ser enviado a la zona boscosa detrás de mí. No obstante, esta se agrieta por la fuerza que ejerció en mis piernas al retener el ataque.
Posteriormente, el príncipe de la raza guerrera da un pequeño salto sobre su lugar y alza la pierna de la cual fue directamente a mi cara, pero bloqueó el ataque con mi antebrazo, lo siguiente que realizó no lo vi venir; este paso sus piernas sobre las mías haciéndome perder todo equilibrio en mi cuerpo, pero no me dejaría caer tan fácilmente. Rápidamente me impulse con las palmas de mis manos y doy en llenó un gran golpe de patada doble en el pecho de aquel hombre, cosa que lo abatió hacía el bosque que adornaba detrás de nosotros.
Vegeta se llevó consigo varios árboles, pude ver como estos se desploman al compás de que el saiyajin los atravesaba, me impulsó y decido ir tras él. En pleno vuelo entre el bosque doy un intento de atacar directamente al estómago del saiyajin para dejarlo sin aire, pero este esquiva el ataque y mi puño termina clavándose en la tierra de la cual causó que los escombros salieran dispersos. Saque rápidamente el brazo y me lanzó nuevamente al hijo de Vegeta tercero para establecer un intercambio de golpes de la cual yo llevaba la ventaja total.
Al cabo de unos segundos ambos retrocedemos, él limpia sus labios llenos de hilos de sangre y yo limpio mi nariz de la cual se había asomado un hilo de sangre.
-Será mejor que dejemos esto así... - Pedí. No quiero alargar la pelea, si sigo siento que no me podré contener... Siento tanta rabia hacía aquel hombre que quisiera romperle los huesos. Pero estaría mal hacerlo, solo me estoy desquitando con él, yo fui el idiota que dejó que se fuera.
-¿Crees que será así de simple dejarla? Si apenas ha iniciado, te has estado conteniendo. ¡Deja de subestimarme! ¡Ven y demuéstrame de lo que estás hecho, insecto! - Aulló y acto seguido se lanzó nuevamente hacía mí para establecer la pelea.
Duramos algunos minutos así, hasta que al final tuve que darle unos cuantos golpes de los cuales me pase un poco y terminé dejándolo inconsciente en otros términos moribundo. Sin embargo, terminó sanando o mejor dicho le pedí el favor a mi guardiana. Ella solo me regaño por lo que había hecho y que estaba actuando extraño últimamente, sobre todo me regaño por quedar también en el mismo estado que él.
Volví a la realidad al sentir un ki familiar. -¡¡ZACCC!! - Llamó a gritos Faila esta frenó en secó y su respiración era agitada pareciera que estaba desesperada por algo. - Gohan... ChiChi...
¿De qué habla? ¡¿Pasó algo?!
-¿Qué dices? ¡¿Les ocurrió algo?! - Me desespera que no vaya al grano solo pronuncia sus nombres y ya, ¿Habrá pasado algo? ¿Un enemigo? No he sentido nada... Ella finalmente toma un gran respiro y decide responder.
-Necesitó que ayudes a ChiChi a cuidar a Gohan, porque hoy a las dos de la tarde hay una oferta en el centro comercial e iremos a verlas. - Caí de espaldas al escuchar su confesión.
-¡¿ACASO ME VES CARA DE NIÑERA?! - Aulló ante su petición.
-¡Por favor, Zac! Te suplicó que me hagas este favor. Además, ve lo como algo positivo de seguro podrías pelear con alguien "sin matarte en el proceso". - Destacó las últimas palabras en un tono molesta, tiene razón he querido tener peleas amistosas y la última pelea que tuve no fue maravillosa, más bien la odie y Vegeta no ha venido desde entonces imaginó que debió irse al espacio nuevamente después de todo no he sentido su ki en la casa de Bulma. Imaginó que es su forma de afrontar el hecho de que ha perdido.
Dejé ese pensamiento de lado y terminé por aceptar la petición de Faila.
Se que dije que lo cuidaría, pero...
¡¿POR QUÉ MILK ME DA TANTOS PROTOCOLOS?! No es la primera vez que cuido a Gohan, sé cómo cuidar a un niño he cuidado a mis primos, bueno con ellos tenía mis formas de controlarlos, pero igual, Gohan no es problemático como para tener tantas reglas de cuidado.
-Aquí está la comida hecha, preparé lo suficiente para los dos. - Explicó la mujer mientras seguía caminando por la casa y seguía explicando lo que sí y no debería hacer, hasta Gohan quien estaba sentado en la mesa del comer estudiando estaba mareado de tantas reglas, este se mantenía callado ante la voz autoritaria de su madre. Su hijo estuvo solo durante un año en el exterior, se puede cuidar mejor que cualquier niño en la tierra, pero al parecer Milk lo seguirá tratando como un niño, claro es que eso es lo que es. Ella lo seguirá viendo de esa manera sin importarle el entrenamiento mental y físico que recibió para poder sobrevivir. - Y por cierto, Zac. - Su voz autoritaria me trajo de vuelta a la realidad, ella se me aproximó con el ceño fruncido y me levantó el dedo índice para continuar su diálogo: - Te prohibo rotundamente que saques a Gohan a entrenar o lo involucres en cualquier cosa que tenga que ver con luchas. Si me llego a enterar que estuviste peleando con mi bebe te las verás conmigo. - Trague saliva ante su amenaza, miré de reojo a Gohan y este se ocultó entre sus cuadernos para evitar ser visto por su madre.
Yo solo volví la mirada a Milk y digo un sí con una sonrisa forzada. Ella me dio una sonrisa de satisfacción como también me entregó un gran listado de las cosas que debía hacer y no hacer, y se despidió de su hijo aclarandole que estudiará mucho. Después se aproximó a la peliblanco de la cual ya tenía su forma adulta, veo que está aprovechando su transformación para otras cosas porque está bien a gusto con aquello.
-Nos vemos más tarde. Les traeremos algún dulce o algo.
Después de esa aclaratoria por parte de Faila un tic nervioso surge en mi ceja derecha, la puerta se cierra y el pequeño Gohan y yo terminamos quedando solos en casa.
Me acerqué a la mesa del comedor, arrastró la silla, lanzó la lista a la mesa y me senté en ella para luego apoyar mi cabeza sobre mi puño y posó la vista a la ventana de la casa para notar el hermoso paisaje de aquella montaña.
-Señor Zac... - Llamó Gohan, volteé a verlo a ver que decía y este continuó su diálogo: - ¿Le molesta cuidarme? - El bajo su cuaderno en conjunto a su mirada por la manera en que actuaba con él.
Doy un suspiró y decido responderle: -No Gohan. Sino que bueno pues... - Di una breve pausa y continué: - he tenido algunos problemas y quizás esté un poco de mal humor, pero créeme que no me molesta el hecho de cuidarte, al contrario podemos salir a divertirnos, ¿Qué te parece si vamos a pescar algo o no se si quieres tratar de hacer otra cosa en la montaña Paoz?.
-Bien. - Aceptó la propuesta y este se levantó de la silla del comedor para arreglar sus útiles escolares y dejarlos sobre la mesa ordenados. - ¿Puedo ponerme el traje que me dio el señor Piccolo?
-¿Ah? ¿Y por qué me preguntas a mí? - Interrogue ante su obediencia. Él alzó una ceja y rápidamente recordé el gran rol de "niñera". Cierto. - Bueno si, no tengo problema alguno. Tampoco es que me tengas que pedir permiso para todo, Gohan. Yo solo vigilo pues... que no hagas nada malo... - Este ladeó su cabeza confundido. - Bueno como explico esto... - Di una breve pausa para pensar en que decirle a un niño del cual no necesita MI CUIDADO, porque muy bien lo hace por sí solo. Hasta que se me ocurre algo básico: - Habló sobre que, salgas por ahí sin vigilancia o que no sepas cómo servirte la comida, eh... mmm, bueno lo ideal es que tengas a alguien que te vigile en casa mientras eres un niño. - Forcé una sonrisa porque ni yo mismo comprendí lo que acabo de decir. - ¡Mejor olvida esto, Gohan! Será mejor que te vayas a cambiar.
El hijo de Goku me alzó una ceja confundido y luego dijo un sí para adentrarse a su habitación. Al cabo de unos segundos el pequeño sale con aquel traje de color morado oscuro del cual era el mismo que Piccolo solo que sin la capa, este se ajusto su pantalon y anunció que estaba listo para partir.
-Por lo que veo te gusta ese traje. - Dije con una ceja alzada.
Gohan me dio una sonrisa leve y procedió a hablar: - La realidad es que es más cómodo que las ropas que uso en casa. - Comprendo lo que dices... yo me siento igual con estas vestimentas. - Por cierto, señor Zac. - Llamó mi atención. - Usted ha estado entrenando, ¿Cierto? Su ki es diferente al que tenía cuando estábamos en namek.
-¿Ah? - Fue lo único que pronunció mis lindos labios.
-Bueno es que he sentido su ki en ocasiones cuando entrena. ¿Acaso planea pelear con mi papá una vez venga a la tierra? - Cuestionó.
-¡¡¿Eh?!! ¡¡AAAHHH!! - Di un gritó al cielo al escuchar aquello, entonces ¿Ha estado al pendiente de mi ki? No me extraña, de seguro estaba tratando de verificar si su padre había llegado a la tierra. He usado el collar cuando entreno con el super saiyajin, pero actualmente no lo tengo puesto pues... lo terminé rompiendo por accidente y Faila se rehúsa a hacerme otro y que me las apañara el cómo entrenar a mi máximo poder sin él.
Ella no sabe que llamaré la atención de ciertas "personitas" de la cual no me dejaran en paz porque vendrán a cada momento que crean superarme a retarme. Dejando ese tema de lado me siento orgulloso de que este niño haya estado practicando sus habilidad o tal vez lo hacía por sí sentía el ki de su padre.
- ¡Te felicito Gohan! - Exclamó para desviar la pregunta. Revuelvo sus cabellos. - Me siento orgulloso de que siguieras practicando algunas técnicas. - Este ríe ante mi muestra de cariño hacía él.
-He estado practicando cuando mamá sale al mercado, pero mi mamá dice que no es momento de estar haciendo este tipo de cosas y que es mejor que me ponga a estudiar. - Esté bajo su mirada antes de seguir. - La realidad es que me gusta estudiar, pero si no entreno... - Volvió a dar una pausa y miró sus manos detenidamente. - La verdad es que en namek no pude hacer mucho, usted y los demás casi mueren y yo solo me quedaba observando. - Apretó sus puños. - Además, siempre ustedes me terminan salvando... - Arrugó su mirada y puedo notar que quizás recordó algo que pasó en namek.
-No te culpes, Gohan. De la noche a la mañana no te harás fuerte. Se que quieres ser de ayuda y salvar a tus cercanos, pero deberías centrarte en otras cosas que el pensar en cómo salvar la tierra - Quizás me irrita un poco el hecho de que se preocupe tanto por la tierra teniendo en cuenta que solo es un niño, él solo debería preocuparse de sus tareas y el cómo jugará.
Aún así él terminó haciendo caso omiso a lo dicho: - Yo soy diferente a los niños de la tierra... - La sala se quedó en silencio y pareciera que fueran pasado horas.
¿Cree que no lo sé? ¿Cree que no se lo que es capaz? Pero tampoco es lindo que un chico de tan solo unos seis o siete años esté pensando de esa manera sobre todo el lanzarse a la misma muerte... Pero tiene razón debo dejar de verlo así, cuando fue a namek su perspectiva cambió mucho. Paso de ser el niño llorón de mamá a uno decidido del cual ahora me muestra una expresión tan seria como lo haría su padre y del cual manifiesta sus preocupaciones a las personas que quiere. - Señor Zac, ¡¿Me podrías entrenar, por favor?! - Este se inclinó rápidamente.
-¡¡¿QUEEEEE?!! - Di un grito al aire que hasta me caí de la silla del comedor y este se sorprendió por aquello, pero la realidad es que yo soy el sorprendido, jamás creí que él me pidiera que lo entrenará. A pesar de estar en el suelo con mi mirada más que atónita este siguió insistiendo en que lo entrenará.
¿Ahora qué hago? ¿Acepto? O ¿Lo rechazo? Es una gran responsabilidad el entrenarlo...
