Han pasado algunas semanas, me encuentro sola en el interior de mi coche, con mis manos temblorosas abro el sobre que tengo entre ellas, al fin tendré una respuesta a una pregunta que ha estado rondando en mi mente...con mucho cuidado saco el papel que tengo entre mis manos y leo el resultado, mi corazón late ten fuerte que tengo que cerrar mis ojos y respirar profundo para calmarme...cuando los vuelvo a abrir decido que este será mi secreto, nadie ni siquiera Inuyasha lo puede saber...de ahora en adelante sé que tendré que tener más cuidado.
Conduzco de regreso a la casa, pongo música para distraerme de los miles de pensamientos que invaden mi mente. Cuando llego a mi destino me doy cuenta que el coche de mi padre esta estacionado ¿Que hace aquí? Él casi nunca me visita y también hay otro coche que no reconozco, entró a la casa sin hacer ruido y escucho esa voz nunca la podría confundir, proviene de la cocina, la primera en verme es Kaede, quien abre los ojos como platos al verme, lo que provoca que el resto de los presentes dirijan su mirada hacia mí.
-Pero ¿Qué significa esto? - Pregunto sorprendida.
-Yo...lo siento mucho, la verdad es que ya me iba. -No sé qué es lo que me sorprende más si el hecho de que este aquí Kagome (aunque es la nieta de Kaede) o mi padre.
-¿Tan pronto te vas Kagome? Estábamos muy a gusto hablando antes que Kikyo llegara. -Miro a mi padre, se nota que está disfrutando con esta situación.
-Tengo que volver al trabajo- Kagome fulmina a mi padre antes de dar unos pasos en mi dirección- siento mucho haber venido a tu casa...
-No deberías sentirlo tanto Kagome de seguro a Kikyo no le importara...para la próxima vez puedes traer a tu madre. - Kaede empieza a temblar y no se descifrar la expresión de Kagome, decido que es el momento de intervenir.
-Kagome creo que debes volver al trabajo. -ella asiente con la cabeza y se va.-¿A que as venido? -Mi padre le sonríe a Kaede, quien sigue temblando en su lugar.
-Tenemos que hablar...urgente, pero aquí no.
-Está bien...espérame afuera de la casa, yo iré enseguida. -Mi padre le da una última mirada a Kaede y se va.
-Yo...yo-Me acerco a Kaede y la abrazo.
-Tranquila, él ya se fue...intentare que no vuelva a venir cuando estes tú sola...la verdad es que no sabía que mi padre estaría aquí.
-Kikyo...lo siento tanto...Kagome vino y luego llego...- me separo de ella en ese instante, su mirada está llena de dolor.
-Creo que...deberías descansar el resto de la mañana...me tengo que ir él me espera. -Le doy un último abrazo y salgo de la casa.
Mi padre me está esperando dentro de su coche, yo me acomodo en el asiento del copiloto.
-No quiero que vengas a mi casa cuando yo no este.
-¿Por qué no? Tuve una linda conversación con Kaede y Kagome.
-Dudo que para ellas haya sido una "linda conversación" y además ¿A que ha venido eso de mencionar a la madre de Kagome? Tú no la conoces. -Mi padre ya iba manejando y puede notar como sus nudillos se ponen blancos por la fuerza, y me lanza una mirada para que me quede en silencio.
-Iremos a un restaurant...hay una persona que me pidió hablar contigo.
-¿Quién es? - Mi padre sonríe.
-Una persona muy importante...espero que te sepas comportar y...recuerda que debes aceptar lo que él te proponga o de lo contrario no solo Inuyasha o tú madre pagaran con las consecuencias, también ese niño al que llamas hijo. -Mi cuerpo se tensa.
-Si te atreves a...
-No les pasará nada si haces lo que te digo.
El resto del vieje lo hacemos en silencio, cuando llegamos a nuestro destino me doy cuenta que es uno de los restaurantes más caros de la cuidad.
-La persona con la que vas a hablar es muy importante...solo se agradable con él.
Bajamos del coche y entramos al restaurant, mi padre me guía a una mesa que está bastante apartada del resto, un hombre nos espera...o bueno en realidad parece que solo me estaba esperando a mí porque la mesa es solo para dos personas. Cuando él se da cuenta de mi presencia inmediatamente se para de su asiento. Es un hombre un poco más alto que yo, moreno de ojos azules y con el cabello largo peinado en una tranza.
-Kikyo te presento a Bankotsu.
-Un placer conocerla señorita Kikyo, es usted de verdad una mujer muy bella. -Toma mi mano (que por desgracia no es la que tengo mi anillo de casa) y la besa...solo Inuyasha me ha besado las manos...Inuyasha...retiro mi mano con suavidad.
-El placer es mío- Es lo único que conseguí decir.
-Bueno, espero que disfruten la comida...yo tengo que volver al trabajo. -Él se marcha dejándonos a solas, yo me siento y él me imita.
-Espero que no le moleste que la invite a comer así de improvisto...pero me alegra que este aquí...si me permite el atrevimiento es más atractiva en persona. -Me pongo tensa al escuchar su comentario.
-Gracias. - Pongo mis manos una encima de la otra dejando a la vista la que tiene el anillo de matrimonio.
Después ordenamos lo que íbamos a comer, conversamos de cosas triviales hasta que nos trajeron la comida, en ningún momento deje de estar tensa.
-El motivo por el que quería conversar con usted es por su padre.
-¿Mi padre?
-Si su padre, hace un par de meses el me pidió dinero prestado...aún no me ha pagado, me reuní con él ayer para que me pagara...
-Pero ¿Que tiene que ver eso conmigo?
-Vi su fotografía que estaba en el escritorio de su padre y ya no quise el dinero...le dije que la deuda seria pagada si pasa una noche conmigo. -Casi me atraganto con la comida.
-¿Que? Pero yo estoy...
-Casada con Inuyasha Taisho...pero que usted este casada no me importa en lo más mínimo...- La amenaza de mi padre golpea mi mente, si no acepto las personas que más quiero pagarán las consecuencias...es un maldito infeliz me hiso una encerrona, sabe lo mucho que los amo.
-Está bien...pasare una noche contigo.-Él me sonríe.
-Muy bien...una decisión muy acertada...-mete su mano en su bolsillo del pantalón- Nos vemos en este hotel a la hora que está escrita.
-Si claro- Tomo la tarjeta y la guardo en mi bolsa, me pongo de pie dispuesta a marcharme, no quiero estar aquí ni un minuto más- Tengo que irme.
No espere respuesta y salí de ese lugar tan rápido como puede, cuando llegue a mi casa Kaede ya estaba mejor y le pedí que fuera a buscar a mi hijo a la escuela.
Menos mal que Sota paso toda la tarde jugando con sus videojuegos, mire el reloj de mi mesita de noche decidí que ya era hora, me bañe, me vestí con un vestido azul ajustado que me llega a mitad de mi muslo, es sin tirante por lo que no necesite ponerme sujetador, me subí el cabello en una coleta alta, me pinte los labios de color rojo y me puse rímel en mis pestañas, me puse unos aros de diamantes, unos tacones altos de color negro con mi bolsa a juego en donde metí la dirección del hotel y por último mi perfume. Cuando iba a salir del cuarto no contaba con que Inuyasha entrara en ese momento. Sus ojos escanearon todo mi cuerpo.
-Kikyo tú estás...realmente deslumbrante. -Yo solo le sonreí. -¿A dónde vas?
-Yo...voy a salir con una amiga...llegare un poco tarde.
-Que te diviertas con tu amiga- No me resiste y le di un abrazo me separe un poco de él y lo bese en los labios, sentí una corriente eléctrica a lo largo de todo mi cuerpo, me separo de él y voy hacia la puerta.
-Te amo Inuyasha...haría cualquier cosa por ti...al igual que por nuestro hijo, mi amor por ustedes es demasiado grande.-Él me sonríe.
-Yo también aria cualquier cosa por ustedes.
Me voy antes que las lágrimas salgan de mis ojos, lo que le dije a Inuyasha es verdad...aria cualquier cosa por ellos.
Holaa ¿Como están? Perdón la demora, pero aquí les traigo un nuevo capítulo de "Herida", espero que les guste y también espero sus comentarios ¡Me gusta mucho leerlos! Hasta la próxima.
