Descargo de responsabilidad: NARUTO y sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen al mangaka Masashi Kishimoto. yo sólo utilicé a Naruto para hacer esas historias, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive."_(Fiódor Dostoyevski)
El camino hacia la Torre Hokage fue tranquilo, pero cargado de expectativas y tensiones. Sasuke llevaba a la pequeña Karin en brazos, protegiéndola con una determinación renovada.
Al igual que la Karin formal, que tenía tomando de la mano al travieso Charasuke. Mientras avanzaban por las calles de Konoha, Sasuke reflexionaba sobre lo que había experimentado en la visión.
Aquella conexión profunda y esa visión de un futuro junto a Karin le habían dado una nueva perspectiva, además de una nueva motivación para derrotar a Sinju Sanada y a Madara Uchiha. Aunque sabía que el camino por delante no sería fácil, estaba decidido a enfrentarlo con ella a su lado.
El camino hacia la Torre Hokage fue tranquilo, pero cargado de expectativas y tensiones. Sasuke llevaba a la pequeña Karin en brazos, protegiéndola con una determinación renovada.
Al igual que la Karin formal, que tenía tomando de la mano al travieso Charasuke. Mientras avanzaban por las calles de Konoha, Sasuke reflexionaba sobre lo que había experimentado en la visión.
Aquella conexión profunda y esa visión de un futuro junto a Karin le habían dado una nueva perspectiva, además de una nueva motivación para derrotar a Sinju Sanada y a Madara Uchiha. Aunque sabía que el camino por delante no sería fácil, estaba decidido a enfrentarlo con ella a su lado.
Llegaron a la Torre Hokage, donde Kakashi los esperaba junto al Kakashi de la segunda dimensión. La seriedad en los rostros de ambos Hokages reflejaba la gravedad de la situación, más que nada porque Kakashi de la segunda dimensión normalmente era muy animado como Might Guy.
Sasuke se sentó con Karin en su regazo, mientras Karin formal y Charasuke se acomodaban cerca. Naruto, Hinata, Sakura y Suigetsu también tomaron asiento, preparándose para la discusión que iba a tener lugar.
Kakashi inició la reunión, explicando detalladamente lo que sabían sobre Sinju Sanada y sus planes de después de revivir a Madara Uchiha. Mencionó la necesidad urgente de revertir el jutsu que había transformado a Charasuke y a la Karin original en niños, destacando la importancia de la ayuda de Lady Tsunade en este proceso.
–Tenemos que actuar con rapidez y precisión.
Dijo firme Kakashi, mirando al grupo con seriedad.
–Sinju Sanada es una amenaza considerable, y debemos de detenerla antes de que sus planes avancen aún más.
Sasuke asintió con determinación, sosteniendo a la pequeña Karin con cuidado. La mirada entre los dos transmitía una comunicación silenciosa, una promesa de protección mutua y un futuro que estaban decididos a construir juntos.
–Estamos listos para enfrentar lo que sea necesario.
Declaró serio Sasuke, su voz firme y decidido.
–Karin y yo estamos en esto juntos, como equipo. Así como la Karin formal está con Charasuke, que también sé van a ayudar.
Karin formalmente asintió con seriedad, mostrando un apoyo inquebrantable a Sasuke, a la pequeña Karin y a Charasuke. Charasuke, por su parte, observaba con atención, mostrando una determinación infantil pero sincera.
La reunión continuó con la planificación de estrategias para confrontar a Sinju Sanada, aprovechando los recursos y habilidades únicas de cada miembro del grupo. Naruto ofreció ideas optimistas y estrategias audaces, mientras Hinata y Suigetsu aportaban con análisis tácticos y posibles escenarios.
Sakura solo decía que ayudaría a Tsunade con la solución para el jutsu de reversión de edad, además de ayudar con los medicamentos y jutsus médicos que se necesitaran. Mientras hablaba enfrente de todos, intentaba llamar la atención de Sasuke, pero este seguía ignorándola y distrayendo a Karin niña para que no interfiriera en la reunión.
–Tenemos que estar unidos en esto.
Insistió Kakashi, mirando al grupo con un tono de liderazgo.
–La cooperación y la confianza mutua serán nuestras mejores armas contra esta amenaza.
Al finalizar la reunión, todos salieron con un sentido renovado de propósito y determinación. Por petición de Kushina y Minato, Hinata y Naruto se fueron a la casa de los Uzumaki Namikaze.
Mientras que Sakura fue a la casa de sus padres, triste porque Sasuke ya no quería ni hablar con ella. por otro lado, Suigetsu se fue a la guarida de lord Orochimaru para ir a esperar a Jugo y al Jugo y Suigetsu de la dimensión principal.
Sasuke llevó a la pequeña Karin de regreso a la residencia Uchiha, seguido por la Karin formal y el pequeño Charasuke. Mikoto y Fugaku Uchiha les hablaban de lo que les dijo lady Tsunade, mientras esperaban noticias de Lady Tsunade, el avance en la reversión del jutsu y el regreso de Itachi, Menma, Kisame, Hinata de la segunda dimensión, Sakura de la segunda dimensión, el Suigetsu original y los dos Jugo.
La noche cayó sobre Konoha, mientras el grupo se preparaba para lo que vendría. Sasuke observó a Karin dormir tranquilamente, sintiendo un peso en su corazón por las responsabilidades que ahora llevaba sobre sus hombros.
Sin embargo, también encontró consuelo en la certeza de que no estaba solo en esta lucha. Así que le acarició el cabello a Karin niña, tapándola con unas mantas azules que le dio su madre viva de la segunda dimensión.
–Juntos superaremos esto, Karin.
Murmuró suavemente Sasuke, acariciando ahora la carita de la niña con ternura.
–Te protegeré, cueste lo que cueste.
En ese momento, sintió una mano en su hombro. Era Karin formal, mirándolo con una mezcla de admiración y confianza.
–Estamos contigo, Sasuke.
Dijo ella con voz suave, pero bastante firme como lo solía hacer su dulce Karin.
–Siempre.
Sasuke asintió, agradecido por las palabras de apoyo. Sabía que el camino que tenían por delante sería difícil y peligroso, pero también sabía que juntos, podrían enfrentarlo todo.
La noche continuó en calma, con la esperanza brillando en los corazones de aquellos que estaban dispuestos a luchar por un futuro mejor. Sasuke suspiró por lo bajo, hablando con seriedad.
–Ya es hora de irnos a dormir, y me iré a la habitación que está de lado de la de mi Karin para estar al pendiente de ella. Tú deberías hacer lo mismo con Sasuke niño para que no le pase nada, ya viste que Charasuke es muy travieso cuando es niño.
Karin formalmente asintió, comprendiendo la importancia de proteger a Charasuke, sobre todo en su estado infantil.
–Lo haré, Sasuke. No te preocupes.
Cargó a Charasuke en sus brazos, viendo que sé estaba quedando dormido de pie. Cuando ella lo cargó, él apoyó la cabeza en su pecho y así se pudo dirigir a la habitación asignada a Charasuke, asegurándose de que estuviera cómodo y seguro.
Al llegar a su habitación, Karin formal lo acostó en su cama suave y lo tapó con una sábana roja carmín. Cuando lo vio pacíficamente dormido, recordó cuando conoció a Charasuke durante los exámenes chunin y esa antipatía que sé tuvieron al instante por lo mujeriego que es, pero que solo ocultaba una atracción que ellos no lograban entender.
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Los exámenes Chunin siempre han sido un espectáculo lleno de promesas, determinación y rivalidad feroz. El sol de la tarde brillaba sobre la arena del campo de batalla en Konoha, mientras los jóvenes ninjas de diversas aldeas se reunían para demostrar sus habilidades.
Entre ellos, dos figuras destacaban por razones muy diferentes. Sasuke Uchiha, también conocido como Charasuke, era un joven de la aldea de Konoha, de cabello negro y ojos llenos de arrogancia que caminaba con una confianza desbordante.
Su reputación de mujeriego y su aparente indiferencia hacia las reglas, lo hacían tanto admirado como despreciado por sus compañeros. A su lado, Sakura Haruno, su compañera de equipo, lo ignoraba completamente, concentrada en su objetivo de convertirse en Chunin y en que Menma la amara.
En el otro extremo del campo, Karin Uzumaki, una kunoichi de la aldea de la yerba observaba la escena con atención. Su cabello rojo resplandecía bajo el sol, y sus ojos escudriñaban cada movimiento de los participantes.
Su objetivo era claro: demostrar que ella no solo era un excelente sensor ninja, sino también una formidable contendiente. Para mala suerte de Karin, el destino quiso que ambos jóvenes, Karin y Charasuke, se encontraran durante las pruebas de los exámenes.
Un desafío de supervivencia en el Bosque de la Muerte, que cambiaría sus vidas lo quisieran o no. El encuentro no fue nada amistoso, ya que los dos estaban llenos de arrogancia por lo que Karin podía recordar en el pasado.
Karin se movía con sigilo entre los árboles, sus sentidos agudizados para detectar cualquier presencia enemiga. Estaba determinada a obtener el pergamino necesario para pasar a la siguiente ronda, así tuviera que hacerlo todo por sus compañeros y hacerlos pasar sin hacer nada.
De repente, sintió una fuerte presencia de chakra que se acercaba rápidamente. Antes de que pudiera reaccionar, una figura se abalanzó sobre ella.
–¡Hey, suelta eso!
Exclamó Charasuke, tratando de arrebatarle el pergamino que Karin sostenía.
–¡¿Qué te crees que estás haciendo?!
Gritó seria Karin, defendiendo su posición con firmeza. La tensión entre ellos era palpable, ninguno de los dos queriendo retroceder por nada del mundo.
Charasuke, acostumbrado a obtener lo que quería, se frustró ante la resistencia de Karin. Ella, por su parte, no estaba dispuesta a ceder ante un arrogante Uchiha que se creía superior.
–¿Quién te crees que eres?
Dijo Charasuke con desdén.
–Este pergamino es mío por derecho.
–¿Derecho?
Replicó Karin con sarcasmo.
–El derecho se gana, no se exige.
Ambos intercambiaron golpes, cada uno mostrando su habilidad y determinación. Sin embargo, a medida que luchaban, una extraña sensación de familiaridad y atracción comenzó a surgir entre ellos.
Cada movimiento, cada mirada, parecía cargar una corriente eléctrica que los conectaba de una manera inexplicable. Finalmente, agotados y conscientes de que continuar peleando solo los haría vulnerables a otros competidores, hicieron una tregua temporal.
Decidieron acampar juntos esa noche, manteniendo una vigilia constante para evitar emboscadas. Mientras descansaban, la conversación derivó hacia sus vidas y motivaciones.
Se preguntaron sus nombres, que soltaron con renuencia y desconfianza. Entre la conversación, ella no pudo evitar ponerle el apodo de Charasuke, mientras que él le puso el horrible apodo de nerd.
–¿Por qué eres tan arrogante?
Preguntó seria Karin, entre conversaciones que tenían para vigilarse.
–Actúas como si el mundo te debiera algo.
Charasuke sonrió con ironía.
–No es arrogancia si es verdad.
Dijo engreído.
–Soy un Uchiha, tengo un legado que mantener. Y, además, estoy enamorado de alguien que no me hace caso.
Karin levantó una ceja, interesada a pesar de sí misma.
–¿Enamorado? ¿Quién podría ser tan tonta para ignorarte?
Charasuke suspiró, su mirada suavizándose momentáneamente.
–Sakura Haruno. Mi compañera de equipo. Es fuerte, decidida y... No tiene ojos para mí. Solo piensa en su entrenamiento y en ese tonto de Menma.
Karin no pudo evitar sentir una punzada de simpatía por él, aunque su actitud arrogante seguía irritándola.
–Tal vez deberías dejar de ser un mujeriego y concentrarte en ser una mejor persona.
Sugirió bromista, más como un desafío que como un consejo.
–¿Y tú qué sabes de eso?
Respondió serio Charasuke, defensivamente.
–No conoces mi vida ni mis razones.
Karin lo miró con seriedad.
–No sé nada, tienes razón, pero por lo menos no le ruego a alguien que no me quiere.
Charasuke la miró con una mezcla de irritación y sorpresa, era una mujer linda y con una lengua desdeñosa que no sabía callar. Nadie solía hablarle de esa manera, y mucho menos una kunoichi de otra aldea.
Sin embargo, había algo en Karin que lo desafiaba y lo intrigaba al mismo tiempo. Mientras las horas pasaban y la noche envolvía el bosque en sombras, ambos mantuvieron la vigilancia, sus conversaciones intercaladas con silencios tensos, pero cargados de una conexión creciente.
De repente, un ruido en la espesura los alertó. Ambos se pusieron en guardia, preparándose para cualquier eventualidad. Un grupo de ninjas de otra aldea emergió de entre los árboles, sus intenciones claramente hostiles.
–Ey, nerd, parece que tendremos que unir fuerzas.
Murmuró calmado Charasuke, con un brillo de determinación en los ojos.
Karin asintió, su expresión endurecida por la concentración. Sin necesidad de más palabras, ambos se lanzaron a la batalla, sus movimientos sincronizados en una danza mortal.
Charasuke utilizó su Sharingan para anticipar los ataques enemigos, mientras que Karin empleaba su habilidad sensorial para detectar y evitar las trampas. La pelea fue intensa, pero la combinación de sus habilidades resultó ser letal para sus oponentes.
Uno a uno, los ninjas cayeron, hasta que solo quedaron ellos dos en pie, jadeando y cubiertos de sudor.
–No estuvo tan mal, amargada.
Dijo engreído Charasuke, una leve sonrisa en sus labios.
–Tienes suerte de que te haya ayudado, niño bonito.
Respondió superficial Karin, aunque en sus ojos brillaba una chispa de reconocimiento hacia el Uchiha. Se hicieron el menor de los gestos de agradecimiento, pero no se permitió más, sabiendo que aún había más pruebas por superar.
Con el amanecer, ambos se pusieron en marcha nuevamente, manteniendo una distancia prudente, pero conscientes de que, en caso de emergencia, podrían contar el uno con el otro.
Sin embargo, algo había cambiado entre ellos. La rivalidad seguía presente, pero ahora estaba teñida de una comprensión mutua y una curiosa atracción.
El Bosque de la Muerte seguía siendo implacable, y cada paso los acercaba más a su objetivo. Después de varios días de supervivencia y luchas constantes, finalmente llegaron al centro del bosque, donde se les unirían otros equipos para la siguiente fase del examen.
Mientras esperaban el inicio de la nueva ronda, Charasuke no pudo evitar buscar a Karin con la mirada. La encontró al otro lado del claro, observándolo con una expresión que mezclaba desafío y algo más profundo.
–Suerte en la siguiente fase, Charasuke.
Le dijo con una media sonrisa cuando sus miradas se cruzaron.
–Lo mismo para ti, nerd.
Respondió neutral él, sorprendido de lo natural que le resultaba aquel apodo ahora. La siguiente fase del examen implicaba combates uno a uno en una arena frente a los líderes de las aldeas, que todos los espectadores querían ver.
Cuando el nombre de Charasuke fue llamado, él entró al campo con confianza. Al otro lado, su oponente esperaba.
El combate fue feroz, pero Charasuke se llevó la victoria, ganándose la admiración y el reconocimiento de los presentes. Poco después, fue el turno de Karin. Su enfrentamiento fue igual de intenso, y ella demostró ser una combatiente formidable, ganándose también su pase a la siguiente ronda.
A medida que avanzaban los combates, quedó claro que ambos estaban destinados a enfrentarse eventualmente. Y así, llegó el momento en que los nombres de Charasuke Uchiha y Karin Uzumaki fueron llamados al mismo tiempo.
Los dos se miraron, conscientes de que este combate no sería solo una prueba de habilidades, sino también una confrontación de todo lo que había surgido entre ellos en los días anteriores.
Entraron en la arena, el ruido de la multitud a su alrededor desapareciendo mientras se concentraban en el otro.
–No te lo pondré fácil, pequeño mujeriego.
Dijo confiada Karin, sus ojos brillando con determinación.
–No esperaría menos, nerd.
Respondió soberbio Charasuke, su sonrisa arrogante suavizada por una admiración sincera. El combate comenzó con una explosión de energía, ambos ninjas dando lo mejor de sí.
La arena se convirtió en un campo de batalla en miniatura, cada movimiento cuidadosamente calculado y ejecutado. A medida que luchaban, la tensión entre ellos se intensificaba, cada golpe y bloqueo llevando consigo no solo la fuerza física, sino también el peso de sus sentimientos.
Finalmente, tras un intercambio de golpes y técnicas, ambos se encontraron cara a cara, agotados pero invencibles en espíritu. Fue en ese momento de tregua forzada que Charasuke, con una sonrisa entrecortada, dijo:
–Eres más fuerte de lo que pensé, nerd.
Karin, jadeando, pero con una chispa de humor en sus ojos, replicó orgullosa:
–Y tú no eres tan arrogante como aparentas, Charasuke.
La pelea continuó, pero ya no era solo una batalla por la victoria. Era una danza de respeto y reconocimiento mutuo, un enfrentamiento que sellaría no solo su destino en los exámenes Chunin, sino también una conexión que ninguno de los dos había previsto.
Cuando finalmente se declaró un ganador, ambos sabían que la verdadera victoria había sido encontrarse en medio del caos y la competencia. Mientras se recuperaban, intercambiaron una última mirada cargada de promesas y desafíos futuros. La historia de Charasuke y Karin apenas comenzaba, forjada en el calor de la batalla y la chispa de una atracción inesperada.
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Cuando lo recordó, se dio cuenta que esa chispa siempre había estado allí entre ellos, pero que nadie quiso admitir por su orgullo. Y después de que sé lo admitieron en la misión fallida de captura de Sinju Sanada, ahora mismo se sentía mal porque tenía novio y lo peor es que no le importó ni un poco en el momento de besar a Charasuke.
Detalle que la hizo bufar por las locuras que había hecho, decidiendo que en cuanto esto acabara, hablaría con Suigetsu para terminar con él para no seguir en una relación que no tenía sentido. Luego Besó la frente del niño Charasuke durmiendo, peinando su cabello azabache y luego saliendo de la habitación de él para irse a la suya a dormir.
Mientras tanto, Sasuke se quedó un momento más observando a la pequeña Karin dormir, su expresión suavizándose ante la vulnerabilidad de la niña. Finalmente, salió de la habitación, cerrando la puerta con cuidado.
En la habitación contigua, se acostó en su futón, manteniéndose alerta por cualquier ruido. El peso de la responsabilidad y la determinación de proteger a Karin y derrotar a Sinju Sanada llenaban su mente, que esperaba lograr para tener el final feliz que hasta penas había soñado.
A pesar de la gravedad de la situación, encontró un pequeño consuelo en la certeza de que no estaba solo en esta lucha. La mañana llegó rápidamente, despertando a los habitantes de la aldea de Konoha.
Los primeros rayos del sol iluminaron la aldea, marcando el inicio de un nuevo día lleno de desafíos. Sasuke se levantó temprano, asegurándose de que la pequeña Karin aún estuviera durmiendo plácidamente antes de dirigirse a la cocina.
Allí, Mikoto estaba preparando el desayuno, su expresión amable al ver a su hijo. Si, tal vez no era su coqueto Sasuke, pero él seguiría siendo su hijo no importaba de qué dimensión viniera.
–Buenos días, Sasuke.
Lo saludó con una sonrisa.
–Buenos días, madre.
Respondió serio Sasuke, ligeramente soqueado al verla viva cuando en su dimensión no lo estaba. se acercó para ayudarla, ocultándole su ligera incomodidad y las ganas de llorar por tenerla de nuevo con él, aunque sea en otra dimensión.
–¿Cómo está Karin?
Preguntó suavemente su madre, concentrada en lo que hacía.
–Sigue durmiendo. Ha sido un día largo para ella.
Respondió calmado Sasuke, sonriendo imperceptiblemente al verla a su lado como antaño. Mikoto asintió, comprendiendo la situación.
–Haremos todo lo posible para ayudarla y revertir el jutsu. Confío en que Lady Tsunade y Sakura encontrarán una solución.
Sasuke asintió, agradecido por el apoyo de su madre. Juntos, terminaron de preparar el desayuno, justo a tiempo para que la pequeña Karin y Charasuke se despertaran.
Karin formal entró en la cocina con Charasuke, quien parecía mucho más tranquilo que el día anterior. Al ver la comida preparada, sus ojos se iluminaron con entusiasmo infantil.
–¡Desayuno!
Exclamó Charasuke, corriendo hacia la mesa. Karin formalmente sonrió, tomando asiento junto a él.
Luego Sasuke fue por la Karin niña, trayéndola en brazos para que fuera a comer. La familia se reunió alrededor de la mesa, disfrutando del desayuno en un ambiente de relativa normalidad.
Aunque la situación era tensa y peligrosa, estos momentos de tranquilidad les daban fuerzas para enfrentar los desafíos que se avecinaban. Después del desayuno, Sasuke llevó a la pequeña Karin al patio, donde comenzaron a practicar ejercicios básicos de chakra.
Quería asegurarse de que, incluso en su forma infantil, Karin estuviera preparada para cualquier eventualidad. Karin formal y Charasuke se unieron a ellos, participando en los ejercicios.
A medida que practicaban, la determinación de cada uno se fortalecía, conscientes de la importancia de estar preparados. El entrenamiento fue interrumpido por la llegada de un mensajero de la Torre Hokage, que gracias al cielo tenía una noticia que les quitarían un peso grande de ser cuidadores y a la vez encargarse de la policía militar de Konoha.
–señor Sasuke, señorita Karin, Lady Tsunade ha solicitado su presencia en su oficina. Ha encontrado algo importante sobre el jutsu de reversión.
Sasuke asintió, su corazón acelerándose con la esperanza de buenas noticias.
–Vamos, Karin.
Dijo serio, levantándose y llevando a la pequeña Karin en brazos. Karin formal y Charasuke lo siguieron, dejando el patio y dirigiéndose a la Torre Hokage.
Al llegar, fueron recibidos por Lady Tsunade, cuya expresión era una mezcla de cansancio y determinación. Ya que desde que había llegado todos a la aldea y le avisaron a Tsunade y a los dos hokage, ella había estado trabajando incansablemente.
–He encontrado una posible solución para revertir el jutsu.
Anunció Tsunade, mirando al grupo.
–Pero necesitaré la ayuda de Sakura y todos los presentes.
Sasuke asintió, listo para cualquier cosa que fuera necesaria.
–Lo que sea necesario, Lady Tsunade.
Respondió decidido, sintiendo la esperanza renovarse en su corazón. Tsunade comenzó a explicar el procedimiento complejo, detallando cada paso con precisión. La colaboración y la confianza entre todos los presentes serían cruciales para el éxito del proceso.
La pequeña Karin observaba con curiosidad y un poco de miedo, pero Sasuke la mantuvo cerca, ofreciéndole consuelo y seguridad al igual que Karin formal a Charasuke, que de nuevo se mostraba muy inquieto.
–Todo estará bien, Karin.
Le susurró suavemente, acariciando su cabello.
–Confía en nosotros.
El procedimiento comenzó, con Sakura y Tsunade trabajando juntas en el complejo jutsu de reversión. El ambiente estaba cargado de tensión, cada miembro del grupo concentrado en su papel.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, una luz brillante envolvió a la pequeña Karin y a Charasuke. Cuando la luz se desvaneció, Karin y Charasuke regresaron a sus formas originales. Sasuke soltó un suspiro de alivio, abrazando a Karin con fuerza.
–Lo logramos.
Murmuró serio, pero muy contento, sintiendo una ola de emoción recorrer su cuerpo.
–Estamos juntos de nuevo.
Karin le devolvió el abrazo, sus ojos brillando con gratitud y afecto, pero también sonrojándose profundamente por la efusividad de Sasuke que nunca había visto en él.
–Gracias, Sasuke.
Dijo feliz, su voz llena de emoción. Junto a ellos, la escena de Charasuke y la Karin formal era similar, pero el que abrasaba con más fuerza y llenaba de besos el rostro del contrario, era Charasuke en vez de Karin formal.
El grupo celebró el éxito del procedimiento, conscientes de que aún había una gran batalla por delante. Pero en ese momento, disfrutaron de la victoria, fortalecidos por el amor y la confianza que compartían. Sasuke miró a Karin, su determinación más fuerte que nunca.
–Juntos superaremos cualquier obstáculo.
Prometió seguro de sus palabras, sabiendo que, con ella a su lado, podían enfrentar cualquier desafío. La batalla contra Sinju Sanada y Madara Uchiha estaba lejos de terminar, pero Sasuke y su equipo estaban más preparados que nunca para enfrentarlo, unidos por un vínculo inquebrantable.
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/16 de junio de 2024/
