Disclaimer: Disney tiene todos los derechos de la película.
Grabación 14- Drama parental
Grabación-Hopps 1- N
No hay nada como despertarse con el sonido de una vida joven, disfrutando del hecho de vivir.
Judy, todavía en pijama, con todo el pelaje revuelto y ojeras, intentó sonreír a la cámara, pero su mirada nerviosa no lo hacía creíble.
Es realmente...
Pero de nuevo el llanto de la pequeña bebé vulpina la interrumpió.
Bueno, es gracioso porque este es el quinto intento de grabar hoy y... ¡Mataré a ese zorro cuando lo vea!
Pausa a la grabación-Hopps 1-N
…
La joven oficial salió corriendo de su habitación con la niña en brazos, recién cambiada y limpia, lo que contrastaba con el desastre que era la coneja.
- ¡Buenos días Zanahorias! ¿Hiciste café? - Nick tomó una taza, se sirvió lo que había en la estufa y tras unos segundos lo escupió al ver el estado de su amiga. - ¡Santas zanahorias podridas, te ves horrible!
- Buenos días a ti también. ¿Qué te he dicho de NO usar la puerta del pasillo? Debes tocar y entrar por la puerta principal como todo el mundo.
- Claro, porque la vida en este lado es totalmente salvaje y no sabré lo que me puedo encontrar.
La risa del zorro se interrumpió cuando Judy puso a la bebé en sus brazos.
-Es tarde, debo bañarme o no llegaremos, aliméntala mientras me arreglo.
- ¿Quién... yo?
- No Nick, llama a Bogo. ¡Claro que tú!
- Pero yo... No sé cómo...
- Pues igual que lo hice ayer. - La chica se paseaba de un lado a otro, preparando sus cosas para su baño urgente.
- Tú... ¿Pudiste hacerlo?... - Nick miraba nervioso a la niña en sus brazos, sus ojos aguamarinos mostraban que estaba a punto de estallar en llanto, era como tener una bomba a punto de explotar. - ¡Zanahorias! ¡No!
- ¿Qué te pasa, zorro tonto?
La coneja tomó el biberón, sacó la lata de leche en polvo para cachorros, preparó el biberón y se lo dio a Nick.
- Ah, eso decías.
- ¡Eres un tonto!
- ¿Por qué te enfadas tanto? Es una hermosa señorita. - Dijo con voz aguda, haciendo sonreír a la niña.
- Ella no es el problema, eres tú, nunca viniste a ayudar, sabes que es más pequeña de lo que esperábamos según el veterinario de cachorros. Juraste y diste tu palabra de explorador y todo y nunca apareciste.
- Bueno, en teoría no te fallé Pelusa, nunca fui explorador.
La coneja chilló molesta y cerró la puerta del baño de un portazo.
- ¿Quién es una loca psicópata? ¿Quién? Pues Zanahorias, ¡sí que lo es! - Nick levantó a la niña, haciéndola reír, pero también devolviéndole parte de su desayuno.
- Y el karma lo hizo de nuevo. - La oveja entró en la cocina, riéndose de su vecino.
- Hola Lana, me alegro de verte.
- ¡Qué gruñón! Eres igual que tu amigo. Bueno, te dejo, tengo que ir a clases. - Lana se sirvió té en su termo, tomó su bolso, se despidió de Bianca y salió del apartamento, sin esperarlo Finnick estaba detrás de la puerta y la hizo dar un salto del susto.
- ¡Qué demonios te pasa! ¡Viejo zorro loco! Me hiciste derramar el té.
- Oh no seas llorona niña, solo quería saber a qué hora me necesitabas hoy para la prueba de vestuario.
- Oh lo siento, tengo un proyecto de equipo que hacer, además, ¿no era hoy la visita de tu inspector a tu cafetería? - La estudiante comenzó a caminar hacia el ascensor, mientras el fénec la seguía lentamente.
- Sí... así es... Mejor para mí.
- Hasta mañana entonces.
- Espera -Bajó la pata para impedir que se cerrara el ascensor-. - Puedo llevarte, después de todo, te ensucié.
- No tienes por qué...
- ¡Sólo camina, niña! ¡No tengo tu tiempo!
- ¡Eres insoportable!
…
Grabación-Wilde 1-N
No sé por qué Zanahorias exagera tanto, es solo una zorrita bebé, dulce, tierna e inocente. ¿Cuánto trabajo puede dar una niñita? Además, cuidó como a mil hermanos, no debería quejarse.
Pausa a la grabación-Wilde 1-N
…
Grabación-Hopps 2-N
Ese zorro flojo sabrá lo que es el trabajo duro.
Pausa a la grabación-Hopps 2-N
…
Todos los policías intentaban concentrarse en su papeleo, pero unos gritos estridentes salían del pequeño cubículo de los dos agentes más pequeños.
- ¡Nick! ¡Te lo dije! ¡Se suponía que tenías que ayudarla a eructar!
- Lo siento, no entendí cómo.
- ¡No puedo creer que hayas estafado a miles de mamíferos pero no puedas hacer eructar a una sola cachorra!
- Bueno, sigue llorando a pesar de haber eructado. No sé qué le pasa.
- Yo tampoco lo entiendo, creo que necesitamos refuerzos Escurridizo. - Judy tomó a Bianca en brazos e intentó mecerla para que dejara de llorar, pero todo fue inútil.
- ¿En quién estás pensando?
- Bueno... ya que es una cachorrita zorra... Creo que sería ideal tener a una mamá zorra como aliada.
- Y tú sugieres...
- ¡Tu madre Nick! Ella es una zorra, ella puede ayudar.
- Detén tu entusiasmo Pelusa, te lo advertí, no hablaría con Lilian por nada del mundo.
- Bianca te necesita y lo sabes. - Judy levantó a la niña para que sus enormes ojos aguamarina quedaran a la altura del zorro.
- ¡No juegues sucio! No es la única mamá que conocemos, ¿qué me dices de la desgraciada mamá Hopps que tuvo que criarte?
- Curioso... por si no te has dado cuenta, somos conejos y...
-¡No! ¿En serio? ¡Mi mundo se está cayendo a pedazos Zanahorias!
- Lo que quiero decir es que somos diferentes, necesitamos ayuda especializada. ¡Y no voy a llamar a mi madre! Llamaremos a la tuya y esa es mi última palabra Nick.
...
- ¡Hola pastel de zanahoria! Te ves preocupada, ¿Todo bien Judes?
- Sí mamá, estoy en la comisaría ... En realidad solo quería ... ayuda técnica para un caso.
- ¿En serio? ¿Yo? ¡Ayudarte en un caso! - Judy pudo ver como la sonrisa de su madre crecía a través del aparato.
- No es tan grave, es que... Necesito ayuda con maternidad y bebés.
- ¿Bebés y maternidad? ¿Para ti? ¿De verdad?
- No te emociones demasiado, es solo...
- ¡Santas zanahorias hervidas! ¡Ya era hora Judy! Siempre pensé que nunca llegaría el momento, ¿quién es el afortunado conejo macho joven y guapo?
- Mamá, no te hagas películas en la cabeza, no es lo que piensas.
- ¿Es llanto lo que oigo?
- Sí, la bebé está aquí.
- Bueno, ser madrastra está bien, pensé que estarías embarazada, pero no importa, será de la familia. ¿Quién es el padre? - Su emoción no podía ser mayor, hasta que una frase acabó con su ilusión.
- ¡Cómo está Sra. Hopps! ¡Bonito día! - Nick sonrió burlonamente, mientras colocaba a Bianca en sus brazos.
- Nicho... Nicholas... ¡un cachorro de zorro!... pero...
- ¡Mamá! ¡Dulce queso y galletas! ¡No es nuestra! ¡Fue abandonada y estamos buscando a sus padres!
- ¡Oh, qué alivio! Habla tu padre, adiós.
- ¡Mamá, espera! ¡Maldita sea, colgó!
- Zanahorias, vocabulario, no delante de la niña. - Nick se burló mientras le tapaba los oídos a la niña.
- Muy gracioso, eh Wilde... - La mirada de la coneja era fría y dura.
- Pelusa... ¿Por qué me miras así?
- Escucha... Puedo entender que te burles de mí, que me humilles y me hagas quedar mal, pero nunca, JAMÁS a costa de una niña. Ahora... ¡Irás a ver a tu madre y le pedirás ayuda YA!
...
-No puedo creer que una conejita de la mitad de mi tamaño pueda ser tan molesta.
El zorro refunfuñó mientras subía las escaleras de la casa de su infancia, todo estaba tal y como lo recordaba... hacía más de quince años que no estaba ahí...pero había vuelto.
- Solo tengo que reunir algo de información y esa coneja loca me dejará en paz... por Bianca.
Suspirando, se armó de valor y llamó a la puerta, cerrando los ojos sin darse cuenta, pero al cabo de unos minutos, se dio cuenta de que nadie había salido.
- Bueno, parece que no hay nadie, Zanahorias no podrá decir que no lo intenté. - Se dio la vuelta dispuesto a marcharse, hasta que una voz lo paró en seco.
- ¿Zanahorias es la otra oficial? ¿No es eso demasiado despectivo para ella?
Nick terminó de darse la vuelta para encarar a su madre, la zorra llevaba un sencillo vestido marrón y bolsas de papel llenas de comestibles.
- A ella no le importa...
- Ya veo Oficial, si me permite, voy a entrar a mi casa.
La zorra pasó junto a su hijo y empezó a abrir la puerta.
- Necesito tu ayuda para un caso.
- ¿El gran Nicholas Wilde me necesita para algo? La última vez que hablamos más de tres palabras dijo que no había nada en lo que pudiera ayudarle, oficial.
- No se trata de mí, es importante... madre.
Lilian se quedó helada, no podía dar el paso que le faltaba para entrar en su casa, aun así, no evitó darle la espalda al joven zorro.
- Es para ella, se llama Bianca, tiene un año y medio, y no tiene muy buen aspecto. - Sacó el celular y le enseñó la foto a su madre, que por fin se giró para mirarla.
- Esto va a ser interesante. Adelante.
…
Grabación-Hopps 3-N
Bueno, tengo un molesto problema del que ocuparme, por ahora que tengo a la bebé conmigo, bueno espero que eso evite que ese idiota diga o haga algo... si es que sabe lo que es bueno para él. Ha sido muy difícil mantener a Nick fuera de todo esto. Sé que si se enterara... Bueno, tendría que sacarlo de la cárcel.
Pausa a la grabación-Hopps 3-N
…
- Judy hizo caras divertidas a la niña y ella respondió con una pequeña sonrisa, que aún reflejaba un poco de su dolor. - Tranquila Bianca, todo estará bien. - Judy la abrazó suavemente, dándole un poco de consuelo a la pequeña.
- Oficial Hopps, te ves increíblemente dulce y hermosa cuidando a esa niña.
- Empecemos con la planificación, Cerdoton. - La dulce voz de Judy se agrió en un instante.
- Entonces ya sabes, pasa a mi despacho.
El cerdo se rió sin siquiera intentar disimularlo, poniéndose delante de la joven oficial y tocándole la pierna en el proceso. Ella se detuvo y suspiró, apretando los puños.
- ¿Oficial Hopps? ¿Es... usted?
- ¡Sra. Nutriales! ¿Qué está haciendo aquí?
-Vine a dejarle un pedido a un oficial... ¿Cómo está usted?
- Todo... todo bien, me alegro de verla, pero...
Las excusas de la coneja fueron interrumpidas por la pequeña Bianca, que parecía totalmente incómoda.
- ¿Y esta preciosa niña?
- Es Bianca, estamos buscando a sus padres.
- Espero que tengan suerte, pero conociéndolos a usted y al oficial Wilde, es más que suficiente.
- ¡Cómo no tienes una idea!... Nos vemos pronto.
- Claro, cuídate querida.
No muy lejos de la comisaría, las cosas no iban mejor en casa de los Wilde.
- Aquí tiene su café, amargo como le gusta. - Lilian dejó la taza y se sentó frente a su hijo.
- Tan amargo como tu carácter.
- Y tan negro como tu pasado.
-Touche.
- ¿Qué quieres exactamente Nicholas? Tengo cosas que hacer.
- ¿Todavía trabajas en el supermercado?
- Desde hace 25 años hasta hoy. ¿Qué pasa con esa bebé zorra?
- Bueno, mi compañera y yo...
- Cielos, di "la otra oficial", no uses la palabra "compañera".
- Es solo trabajo, cálmate.
- Claro, porque nunca te asentaste. Dejaste pasar grandes cosas, como Kaya.
- Basta, no he venido aquí para que me vuelvan a reprochar todo lo pasado. -El zorro se levantó bruscamente de la silla.
- No, sigue fingiendo que no pasó, sigue fingiendo que todo siempre estuvo bien.
- No madre, fui un criminal, un irresponsable, un desagradecido y un sinvergüenza, ¿es eso lo que querías oír? ¿Ahora puedes ser feliz y seguir diciéndome lo avergonzada que estás de que sea tu hijo?
- ¿No has pensado que es justo lo contrario? Estoy orgullosa de que seas mi hijo... Siempre fuiste un luchador, nunca te dejaste caer. - Nick dejó de caminar y se puso de pie, de espaldas a su madre. - ¿Nunca pensaste cuánto me odiaba por no haber sido capaz de darte una vida mejor? Que fui yo quien te llevó a ser lo que nunca quisiste... que no supe cómo ayudarte a volver al buen camino... que además de todo eso, pagaste mis deudas y siempre enviaste ayuda, sin que yo supiera siquiera dónde estabas, todas las noches que pasé preguntándome si seguías vivo, si eras libre, si... habías comido... si habrías sido feliz con... una madre mejor.
Lilian se arrodilló y rompió en llanto, al igual que su hijo. Nick se volteó y abrazó a su madre, arrodillándose para quedar a su altura.
- Cómo podría desear una madre mejor, si trabajabas de cajera por doble o triple turno, si nunca dejabas de hacerme regalos de Navidad... llevabas los mismos vestidos durante años, la ropa nueva era para mí... Yo solo...
- La sociedad, lo sé, te hizo daño una y otra vez...por eso decidiste ser lo que te dijeron que eras, pero tú nunca fuiste así.
- Lo fui mamá, pero ya no... Te extrañe...
- Vuelve...mi hijo de antes de los exploradores, ha vuelto...mi Nicholas.
...
…
Grabación-Wilde 2-N
Y no, Zanahorias nunca, nunca sabrá que hizo su trabajo... que fui un blandengue sentimental de nuevo... Ella nunca sabrá... lo agradecido que estoy de que sea una entrometida y testaruda coneja.
Pausa a la grabación-Wilde 2-N
…
Nick se sentía agotado, física y emocionalmente, el día se le había hecho eterno. Se desabrochó un poco la camisa del uniforme y entró en el apartamento de su amiga.
- ¿Cómo van las cosas con mis chicas?
- Yo no soy tu chica y ella todavía parece un poco inquieta, pero mejor. ¿Cómo van las cosas con tu madre? Sin ganas de discutir.
- No te preocupes Pelusa, todo es genial entre nosotros ahora.
- ¡De verdad Nick! Me alegro mucho por ustedes. - Judy dejó caer el plato que estaba limpiando y saltó a los brazos de su amigo.
- Si es así, ahórrate el "te lo dije", ¿sí?
- Trato hecho. - Ella se separó ligeramente para mirarlo un momento, tras el cual ambos se sonrieron. - ¿Cenaste?
- Sí, después de dos horas llorando, mamá preparó su estofado especial.
- Suena casero y delicioso.
- ¿Cómo estuvo tu misión? - Preguntó mientras se sentaba y terminaba de quitarse la corbata.
- Todo bien... ¿Y qué te ha contado tu madre sobre Bianca?
- Bueno, es curioso... Pasamos horas poniéndonos al día que el tema podría haber quedado fuera...
- Te salvas solo por no ser un zorro tonto con tu madre. En serio, me alegro mucho por ustedes, ya quiero conocerla y ...
- Woah, woah, detén esos saltos Hopps... eso no va a pasar.
- ¿Qué? ¿Por qué no?
- Porque es lo que he decidido... y espero que cumplas tu palabra, esa en la que no interfieres... ¿bien?
- Pero...
- ¿Bien Judy?
- Bueno... Lo haré... Odio cuando me llamas Judy así que...
El fuerte y estridente llanto de la niña interrumpió el debate y los hizo correr a la habitación, donde estaba Bianca en su cuna.
- ¿Qué le pasa? ¿No ha comido? - Preguntó el vulpino preocupado.
- Sí, desde que llegamos, le di su papilla de manzana. ¡Está hirviendo en fiebre!
- No te preocupes. Llamaré a la clínica a ver qué podemos hacer. - Nick tomó su celular, mientras ella intentaba calmar a la bebé.
- Tranquila, tranquila mi pequeña, estoy aquí, todo irá bien. ¿Respondió el médico?
- Sí Zanahoria, por eso te hablo y caliento el celular en la oreja.
- ¡No es momento para sarcasmos Nick! Voy a darle un baño a ver si ayuda.
- Ahora vuelvo Zanahorias. - Gritó el zorro para llamar la atención de su amiga desde el otro lado de la puerta, mientras se preparaba para salir.
-¡Qué! ¿A dónde vas?
- Por medicinas para ella. Cálmate, no tardaré.
El aire helado golpeó su pelaje, sin que se diera cuenta, había comenzado a llover copiosamente, pero Nick estaba decidido, la farmacia estaba a dos calles, así que, haciendo uso de su entrenamiento policial, corrió lo más rápido que pudo.
- Buenas noches, estoy buscando Vulpex de 50 ml.
- Lo siento oficial, pero no manejamos medicina vulpina.
- Pero que... olvídelo, no tengo tiempo para esto.
Fue la hora más larga de su vida, pero su compañero por fin había llegado.
- Nick, ¡estás empapado!
- No importa, dale esto.
- ¿Desparasitante?
- Eso es lo que tiene, parásitos. Debería sentirse mejor en un rato, este jarabe la ayudará con la fiebre.
- Muchas gracias. - La coneja sonrió aliviada y empezó a darle la medicina a la niña. - Ahora vete a bañar, o habrá dos zorros enfermos.
- Soy más fuerte que eso Zanahorias.
Un gran estornudo, seguido de una mirada asesina Hopps, hizo que el zorro se fuera a duchar y regresara veinte minutos después, con su camiseta blanca y sus pantalones negros, su pijama para cuando había invitados como hoy.
- ¿Está mejor?
- Por fin le ha bajado la fiebre y está dormida... Muchas gracias Nick.
- No es nada, es solo mi forma de disculparme por no haber ayudado anoche, debe haber sido duro para ti.
- No pasa nada, ya está mejor y eso es lo que importa.
Se dedicaron una sonrisa agotada, mientras afuera la lluvia caía con fuerza. Pasaron las horas, la tormenta terminó, las alarmas de Judy sonaron, pero nadie las oyó. De repente, la puerta principal se abrió, dejando entrar a la compañera de la oficial.
- Judy, ¡qué noche! Me quedé atrapada en la escuela y...
Pero una hermosa imagen la detuvo, 3 mamíferos dormían plácidamente en el sofá, parecían agotados, pero tranquilos.
- ¿Quién soy yo para estropear el momento? - Se rió un poco, mientras entraba con cuidado en su habitación.
