PRIMERA PARTE

En el rincón de la vida, donde el mal germina,

niños desprovistos de paz, sus inocencias declinan.

Víctimas de la indiferencia, de la crueldad desatada,

se vieron obligados a forjar una armadura blindada.

La sociedad, su verdugo, les enseñó la desconfianza,

y en sus corazones sembró semillas de venganza.

Así, los villanos emergen, no por elección,

sino como respuestas a la fría desilusión.

Fueron niños una vez, bajo el mismo cielo,

los que ahora cargan con la oscuridad como su anhelo.

L.A.R