Nota de la traductora: me alegra que te gustara el capítulo anterior phoenix1993 en este hay un poco más de momentos Harry/Snape, más de Leo y mucho más de Aurora y Fred, que lo disfrutes!

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3 de noviembre de 1995

Era casi imposible superar la celebración del año pasado, pero Aurora no pudo evitar disfrutar de estar cerca del campo de Quidditch nuevamente.

Estaba flanqueada por Ginny y Luna, esta última con los colores de Slytherin, como se había convertido en su tradición cuando había partido entre Gryffindor y Slytherin. Neville estaba detrás de ella, animando a Harry y animando a Ron a pesar de su desempeño poco estelar como Guardián.

Harry y Draco parecían estar pasando el mejor momento de sus vidas ahí fuera, volando en círculos uno alrededor del otro, persiguiéndose tanto como lo hacían con la Snitch. Aurora captó fragmentos de bromas y risas mientras volaban sobre ellos al principio del juego, con amplias sonrisas en ambos rostros.

Pero es cierto que sus ojos no permanecieron en los Buscadores por mucho tiempo. Quizás se sentía un poco más atraída por los Golpeadores de Gryffindor. Uno en particular.

No hubo reuniones clandestinas a medianoche ni miradas anhelantes desde el otro lado de la sala común mientras se obligaban a estar separados. Aurora no había sacrificado tiempo con sus amigos y Fred no había abandonado a George y Lee por ella. Se reunían siempre que era posible. Ella y Fred se sentaban uno al lado del otro en el Gran Comedor, rodeados por sus amigos. En la sala común se sentaban juntos, aunque siempre había una cantidad respetable de espacio. En lo que a todos concernía, ella y Fred eran muy buenos amigos.

Pero cuando nadie prestaba atención, se tomaban de la mano, se besaban en la mejilla, estudiaban juntos o trabajaban en el desarrollo de productos en un rincón de la biblioteca y daban largos paseos alrededor del lago, incluso si hacía un poco de frío.

Y tal vez había ella animaba con más fuerza cuando los Golpeadores desviaban las Bludgers.

Cuando terminó el juego, Gryffindor venciendo a Slytherin por diez puntos, ella y sus amigos bajaron a los vestuarios.

"Excelente juego", dijo Ginny mientras entraban al área de vestuario. "Bueno, excepto tú, Ron. Dejaste pasar más de unas cuantas de esas Quaffles".

"Oye, déjame", respondió Ron, aunque Aurora notó que estaba más que un poco irritado después de esa declaración.

"¿Tiene mucho sentido lavarse?" Preguntó Harry, frotándose la frente con una toalla. "¿O tu papá nos dejará estar un tiempo en el campo nuevamente este año?"

"Me temo que no", dijo, dejándose caer en el banco convenientemente al lado de Fred.

"¡Oigan!" La voz de Draco atravesó la habitación antes de doblar la esquina y entrar. "¿Necesito ducharme?"

"Por supuesto que sí, Malfoy." Harry sonrió. "No podrás mantener tu imagen prístina si no lo haces".

"Sí, bueno, tampoco me voy a molestar si vamos a volver a volar", respondió.

"No este año." Aurora negó con la cabeza. "No quiere llamar la atención". Miró sus pies antes de encontrarse significativamente con la mirada de Draco.

"Correcto", dijo. "¿Un entorno más privado, entonces? ¿La Sala de los Menesteres?"

"Creo que eso estaría bien. ¿A menos que tus padres tengan algo planeado?" Dijo Harry, mirando a Aurora de nuevo.

Ella suspiró profundamente. Después de todo no iba a ser un buen día.

"Lo tienen. Podemos reunirnos después de la cena a la que asistiremos en las habitaciones de mi padre", dijo, mirando a Draco una vez más. "Y me refiero a 'nosotros'".

"Maldita sea", refunfuñó Draco. "Bueno, entonces no hay nada que hacer. Supongo que debería bañarme y prepararme para una tortura lenta y suave".

"¿Cuál tortura?" Preguntó Ginny.

"Cena con mi padre, discutiendo con los Snape los planes que se pondrán en marcha para nuestro noviazgo y matrimonio arreglados".

La habitación estaba en silencio, llena de incomodidad, hasta que Ron dijo: "Pensé que Neville era quien sentía algo por la Snape femenina".

Neville se puso de un tono profundo de rojo Gryffindor, encontrando fascinantes las borlas de su bufanda.

"La atracción no influye mucho en los matrimonios arreglados por los Malfoy. Sólo se considera la posibilidad de reproducción, y que el futuro cónyuge sea como mínimo mestizo".

"Y como ambos sois sangre pura..." comenzó a decir Harry, pero una mirada a Draco hizo que se callara. Sus ojos se abrieron y miró a Aurora. "¿Tú también eres mestiza?"

"¿Qué?" Ron resopló. "No", –sacudió la cabeza con firmeza- "Los Slytherin siempre son sangre pura".

"Eso es lo que piensas, Comadreja", se burló Draco, sentándose junto a Harry en el banco. "Mi tío es mestizo".

"Claro", dijo Ron con incredulidad. Miró a Aurora, quien asintió. "¿Qué, en serio? ¿Snape?"

"No es exactamente un apellido mágico, ¿verdad?" -Preguntó Draco.

"Sin embargo, los Sagrados Veintiocho no son los únicos sangre pura", dijo George.

"Sí, pero ni siquiera la familia de mi abuela es parte de los Veintiocho", señaló Aurora. "Los Prince no están en la lista. Pero Draco tiene razón, Snape es un apellido muggle."

"Pero eso no te convertiría en una mestiza". Neville frunció el ceño. "Que tu padre sea uno no te hace igual".

"Todos ustedes asumen que mi madre es sangre pura", evadió Aurora.

"Está bien, todos". Tía Minerva llamó desde el marco de la puerta y escudriñó la habitación. "El campo está todo despejado y la mayoría de ustedes todavía huelen mal. Dense prisa, muchachos. Señor Malfoy, regrese a su vestidor. Si bien aprecio la unidad entre Casas, ahora no es el momento. Señoritas, señor Longbottom, por favor váyanse".

"¿Puedo reunirme contigo en un momento?" Fred preguntó mientras ella se levantaba y aceptaba. Ella y los demás abandonaron el vestidor.

-A-

Ella lo esperó junto al Lago Negro, bajo uno de sus árboles favoritos. Cuando vio que Fred se acercaba, se alejaron del árbol y su mano tomó la de ella mientras caminaban el uno junto al otro.

"Entonces, ¿por qué no me dijiste que tu madre no era sangre pura?" preguntó, moviendo sus manos unidas y sonriendo.

Aurora se encogió de hombros. "No es mi historia para contar". Y aquí ella vaciló, deseando que él supiera la verdad, pero sin estar segura de si se le permitiría revelar tanto. "Mi madre tuvo un pequeño... accidente cuando tenía catorce años. La dejó sin familia y conocía los peligros de ser nacida de muggles".

Fred se detuvo tan abruptamente que ella fue jalada hacia él cuando no se dio cuenta de que él se había detenido. Él la miró boquiabierto con asombro y el corazón de Aurora comenzó a acelerarse.

"¿Nacida de muggles?" dijo, y ella asintió. "¿Tu madre, la esposa de Snape, nacida de muggles?" Ella asintió de nuevo. "¿Y él lo sabe?"

"Crees que porque mi papá es un Slytherin..."

"No soy tan estúpido y miope como Ronniekins, ¿verdad? No, es sólo que tu padre fue juzgado por ser un mortífago. No es exactamente el tipo de persona que uno esperaría que conviviera con nacidos de muggles."

"Bueno, no es que él crea en la retórica", dijo en voz baja, inclinándose hacia él. "Él la amaba mucho antes de que su misión fuera integrarse".

Fred asintió. "¿Cuál es su nombre?"

"H.", respondió Aurora.

"H. Bien. Ese no es un nombre. ¿Qué significa la H.?" preguntó mientras continuaban.

Aurora no respondió. Se miró los pies, aparentemente fascinada por el ruido que sus pies hacían en la tierra húmeda debajo de ellos.

"Muy bien, ¿cuál es su apellido de soltera?" Preguntó Fred, y Aurora dirigió su atención al Bosque Prohibido. "Así que eso es lo que le pasó a Hermione".

Fue el turno de Aurora de detenerse en seco y giró la cabeza lo suficientemente rápido como para que su cabello golpeara tanto su cara como la de Fred. Él se rió entre dientes, aparentemente imperturbable por su cabello y su incredulidad.

"¿Qué?" dijo ella suavemente.

"Bueno, bastante brillante de mi parte, verdad? Empece a juntar las piezas cuando escuchamos a Sirius sugerir a una Hermione para enseñar DCAO este año. Han pasado un par de años desde que Hermione se fue, pero nunca sabemos nada de ella a menos que Harry o Ron le escriban. Ella no a venido de visita. No hay manera de que ella pudiera haberse mudado tan rápido como para no poder decir adiós, y ustedes dos se parecen muchísimo. Eso me hizo cuestionarme, no creía que fuera posible, pero esta tarde dijiste que no eras sangre pura. Y realmente, ¿de qué otra manera me conocería tu mamá?"

"¿Quién más piensa que este podría ser el caso?" preguntó, reanudando su paseo una vez más.

Fred se encogió de hombros. "Sólo George, creo. No nos hemos sentado exactamente con nadie más para preguntar sus opiniones al respecto. Sonaría un poco loco, ¿no? ¿Alguien sabe?"

"Draco y Luna", respondió ella.

"Bueno, Lunática Lovegood lo sabe todo".

"No la llames así", lo regañó Aurora.

"Sí, señora", admitió Fred sin discutir. "Entonces, ¿algún otro secreto sobre ti que deba saber? No me vas a decir que Snape es en realidad un murciélago de mazmorra, ¿verdad?"

Aurora mantuvo el ceño fruncido, pero sus labios se torcieron un poco. "No."

"Eso es bueno. Ya es lo suficientemente aterrador."

"Así es como se supone que debe ser".

Caminaron en silencio hasta llegar al punto más alejado del castillo. Fred la detuvo nuevamente, sacando su varita y secando un tronco caído cercano. Le indicó que se sentara y luego buscó en el bolsillo de su pantalón antes de sentarse a su lado. "Debo decir que no es un gran regalo de cumpleaños", dijo, agrandando la pequeña caja antes de entregársela.

Aurora vaciló con la mano sobre la cinta y miró a Fred mientras se preguntaba si tenía alguna maldición. Cuando pareció que era seguro, tiró del material dorado y lo vio caer. Levantó la tapa y apartó el papel pergamino para encontrar una hermosa caja adornada. Había una manivela a un lado, similar a una caja de música muggle, y miró a Fred con curiosidad.

"Me temo que la mejor parte se podrá apreciar mejor esta noche en la Sala de los Menesteres, pero no quería hacer alarde de lo afortunado que soy al ser yo el único que llegue con un regalo".

"Bueno, el exterior es encantador", admitió, pasando los dedos por las imágenes doradas pálidas de flores grabadas sobre la laca de color rojo intenso.

"También lo es el interior", dijo en un tono ligeramente burlón. "Adelante."

Ella la abrió lentamente, todavía un poco cautelosa de que su tendencia natural a hacer bromas se presentara de repente. El interior estaba forrado con terciopelo negro y de él salía un olor extraño. Algo así como jazmín, miel y pergamino. Aurora supuso que Fred había rociado un perfume en el forro, pero el aroma se perdió en el aire limpio del fresco día de noviembre.

"Toca la manivela con tu varita", dijo, y ella lo hizo.

Algo salía del fondo de la caja, algo que no podía ver, perdido en la luz del sol. Pero la canción que sonó fue bastante encantadora. Violines y un piano tocando algo familiar. No era particularmente romántico, pero tampoco nada sin sentido. Cualquiera que fuera la canción, tocó las fibras de su corazón, y le sonrió a Fred.

Él le devolvió la sonrisa, orgulloso de sí mismo, obviamente bastante complacido, y Aurora sintió la necesidad de alejar con un beso esa presunción.

Y así lo hizo.

-S-

"Debo decir que pensé que las habitaciones aquí en Hogwarts serían más... monótonas. Lo has hecho bien con lo que tienes", dijo Lucius mientras miraba alrededor de la sala de estar, con un vaso de brandy en la mano y su bastón en la otra. Con su túnica semiformal, parecía completamente pretencioso, y Severus estaba un poco disgustado por el hombre al que alguna vez había admirado cuando era estudiante de primer año.

Miró a Hermione conversando con Narcissa, con sonrisas genuinas en ambos rostros, aunque la de su esposa vaciló al escuchar claramente el comentario de Lucius.

"No todos podemos tener mansiones o las queremos", respondió Severus, apretando con más fuerza el vaso que tenía en la suya.

Lucius rió disimuladamente. "Sí, bueno, esperemos que Aurora no comparta tu sentimiento. ¿Dónde está ella, por cierto? Y Draco, en todo caso. Deberían haber llegado hace quince minutos. No creerás que están celebrando su inminente compromiso demasiado pronto, ¿verdad?"

En lo más mínimo, Severus suspiró internamente, llevándose el vaso a los labios, pero se detuvo cuando sintió a su hija y a su ahijado pasar a través de sus protecciones.

"Ah, aquí están", dijo Lucius mientras entraban a la habitación, y Severus casi deja caer su vaso.

Su hija no era su hija. El cabello de Aurora estaba recogido con pasadores, perfectamente colocado en un moño bajo que hacía que sus mechones parecieran lisos y suaves. Había encantamientos de maquillaje en su rostro, lo suficientemente sutiles como para que no pareciera demasiado maquillada, pero lo suficiente como para llamar la atención. Llevaba un vestido color vino, hasta la rodilla y con un escote todavía recatado pero que la hacía parecer más grande. Si había pensado que ella parecía mayor en el baile de Navidad del año pasado, eso no era nada en comparación.

Draco, notó, estaba usando un conjunto sencillo de pantalón, Oxford y chaqueta, y con Aurora de su brazo, parecían como si estuvieran a punto de tener algún tipo de fiesta de sociedad sangre pura en lugar de una cena íntima para continuar una farsa que, Severus sospechaba, sólo Lucius creía.

"Aurora", saludó Narcissa cálidamente, acercándose a los adolescentes y tomando a Aurora en sus brazos en un abrazo maternal. "Feliz cumpleaños, preciosa. Has crecido mucho".

"Gracias, tía Cissy", respondió ella, sonriendo un poco mientras le devolvía el abrazo a la bruja mayor.

"Ella tiene razón, querida. Te ves en cada centímetro como la perfecta heredera Malfoy", dijo Lucius, levantando su copa hacia ella.

Desde el sofá, Leonidas resopló y Severus le lanzó una mirada de advertencia por encima del hombro.

"¿No está de acuerdo, joven Leo?" Preguntó Lucius, volviéndose hacia el chico en el sofá.

"No", respondió Leonidas. "Se ve ridícula".

"Gracias, Leo", respondió Aurora con sarcasmo.

"De nada, Rory", respondió el chico, y Severus puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.

"¿Vamos a cenar, entonces?" preguntó. "Sospecho que Draco está bastante hambriento después de su casi victoria contra Potter hoy".

"¿Casi victoria?" Lucius hizo una mueca mientras ocupaban sus lugares alrededor de la mesa ampliada.

"Sí, padre", respondió Draco sin levantar la vista, colocando su servilleta en su regazo y apoyando sus manos en el borde de la mesa. "Potter me superó en maniobras en el último momento".

No era mentira, Potter había logrado hacer una finta al final del partido. Pero Draco no estaba en absoluto molesto por eso y había estrechado abiertamente la mano del Gryffindor mientras ambos todavía estaban en sus escobas, dando vueltas uno alrededor del otro mientras la multitud rugía con vítores o decepción. Si sus compañeros de equipo se dieron cuenta o no, Severus no lo sabía. Nadie del equipo de Quidditch le había comentado nada acerca de que los rivales se llevaban tan bien, así que él mismo no había dicho nada al respecto.

"Se supone que debes ser mejor que él", amonestó fríamente Lucius. "En todo. Debes ser el mejor. ¿Al menos sigues siendo el mejor de tu año ahora que la pequeña Sangre Sucia ha huido de aquí?"

La tensión se apoderó de la mesa. Hermione se estremeció, pero lo cubrió tomando un largo trago de su vino, mientras mantenía su aplomo. Leonidas fulminó con la mirada a su tío, hasta que un movimiento de su hermana le hizo trasladar su pétreo desafío hacia ella. Ella negó sutilmente con la cabeza y Leonidas usó su Oclumancia pareciendo de repente bastante indiferente. Narcissa miró su plato y Severus notó un aire de vergüenza.

"Creo que hay un Ravenclaw que nos supera a Granger y a mí", respondió Draco.

Hermione lo miró, con un ligero levantamiento de ceja y una sonrisa contenida en los labios. "¿En serio?"

"Oh, sí", confirmó Draco. "Dudo que alguna vez fuera a graduarse como la mejor de nuestra clase. Demasiado ocupada salvando el trasero de Potter."

"Lenguaje, Draco", lo regañó Narcissa al instante, con los ojos muy abiertos lanzando miradas furtivas a sus anfitriones.

"Cinco puntos menos para Slytherin", dijo Severus sin pensar.

Lucius soltó una carcajada. "¿En serio, Severus? ¿Puntos de Casa?"

"Estoy seguro de que, en algún momento, Draco ha usado un lenguaje mucho más colorido que yo no he escuchado. Considéralo una infracción que se debía desde hace mucho tiempo".

"Al menos no fue una detención", bromeó Aurora.

"Diez puntos menos para Gryffindor por el descaro", replicó Severus, guiñándole un ojo a su hija mientras ella se giraba hacia él, con la boca abierta. Draco rió disimuladamente. "Yo no lo haría, jovencito. Puedo seguir y luego, ¿qué tendrán que decir tus compañeros de Casa?"

"Probablemente que no debería haber perdido puntos por hablar libremente con su tío", bromeó Hermione. "Sin mencionar lo que dirán los Gryffindor acerca de que Aurora pierda puntos ante su padre".

"Sé que era tu Casa, querida, y la de nuestra hija, pero sigue siendo mi Casa rival".

"Y de ahí provienen la mayoría de los traidores de sangre", añadió Lucius como si fuera algo normal decirlo en una conversación casual. "Pero no nos preocupemos por eso. Esta noche celebramos que Aurora, como su madre antes que ella, se unirá a los mejores. Y si se me permite decirlo, Aurora oficialmente comienza su camino para convertirse en una Malfoy. Vamos, Draco."

Los adolescentes se congelaron, las esposas se pusieron rígidas, la máscara perfecta de Leonidas casi se deslizó cuando la confusión y el disgusto aparecieron en sus ojos.

Aurora y Draco se miraron aterrorizados, claramente sin anticipar la demanda de Lucius.

Tan rápido como le fue posible, Draco se inclinó hacia Aurora y colocó sus labios sobre los de ella en un beso muy casto.

Severus contuvo la respiración, y mientras Draco se alejaba, haciendo una leve mueca, Aurora giraba la cabeza y se limpiaba la boca tan discretamente como podía, Severus dejó escapar un suspiro de alivio.

"¿Te sientes diferente? ¿De repente has sentido como si todo en el mundo estuviera bien? ¿Como si todo hubiera sido puesto en su lugar?" Preguntó Lucius, con una ligera sonrisa apareciendo en sus rasgos.

"No puedo decir que así sea", respondió Draco. "Fue como besar a una hermana".

El rostro de Leonidas se contrajo con disgusto y Severus sintió que sus ojos se arrugaban con humor.

"Bien. No importa. A veces lleva tiempo crear este tipo de vínculos, ¿no es así, Cissy?

"Por supuesto, querido", dijo, y antes de que pudiera decir algo más sobre el tema, la cena apareció en sus platos.

-A-

"¿Un vínculo?" Aurora le dijo a Draco mientras se dirigían a la Sala de los Menesteres. "¿Eso realmente pasa? ¿No es simplemente una cosa rara que tienen mis padres?"

Draco se encogió de hombros. "Dicen que una pareja, una pareja de verdad, empieza a sentir el aura mágica del otro después de haber estado juntos un tiempo. Pero eso suele ser una cuestión de compatibilidad, las magias se complementan entre sí y demás. Y es necesario que haya un amor romántico fuerte. Pero eso lo sabes, sé que tu madre te leía cuentos de hadas."

"Sí, pero son solo cuentos de hadas", suspiró Aurora. "Tu crees...?"

"Si crees que Weasley y tú deberían dejarlo todo porque no hubo un remolino instantáneo de magia como en El mago y la princesa, entonces debes alejarte de Ronniekins, no sea que su falta de células cerebrales se haya vuelto contagiosa. No es como si ustedes dos... espera, Fred no... ¿tengo que hechizarlo?" Exigió Draco, deteniéndose en las escaleras entre el quinto y sexto piso, sacando su varita.

"¿Qué? ¡No! No, no lo hemos... quiero decir, no somos... no es como... maldita sea, Draco, sólo nos hemos besado."

"Será mejor que sea todo lo que ha pasado", exigió, envainando su varita.

"¿Estás defendiendo mi honor como una especie de hermano o un futuro esposo incómodo?"

"Si toda esta maldita guerra dura lo suficiente como para que te gradúes antes de que termine, nos casaremos, y yo abandonaré rápidamente la suite nupcial y dejaré que Weasley te embarace. Le pondremos un glamour al cabello del bebé para que sea rubio hasta que mi padre muera, o podemos decir que se rebeló contra nosotros".

Aurora negó con la cabeza, apenas manteniendo contenida su alegría. "Podríamos hacer todo el asunto artificial".

"¿Qué cosa artificial?"

"Bueno, ya sabes. Recolectar tus... cosas, un encantamiento rápido y algunas pociones para aumentar las probabilidades. Los muggles lo llaman el método de la jeringa para pavo."

"¿Qué es una jeringa para pavo?" Preguntó Draco.

"No importa." Aurora negó con la cabeza cuando llegaron al séptimo piso y apareció la puerta.

Entraron, todos estaban ya en pijama. Cada uno tomó una muda de ropa y fueron a cambiarse. Una vez hecho esto, se dejó caer en una colchoneta al lado de Fred, y Draco se sentó entre ella y Harry.

"¿Hay alguna manera de que podamos atenuar un poco las luces aquí?" preguntó Fred, y la habitación cedió lo suficiente como para que el techo se oscureciera, pero el perímetro de la habitación cerca del piso emitía suficiente brillo para evitar que Aurora entrara en pánico. Luego, Fred le entregó a Aurora su caja, algo que ella le había pedido que guardara a salvo hasta que pudieran llegar a la habitación por la noche. "Ábrelo", instó, mientras George le daba un codazo juguetón con una sonrisa que era a la vez complacida y divertida.

Aurora abrió la caja y al instante la habitación se llenó de luces ondeantes de color verde, morado y rosa. Jadeos de asombro se escucharon sobre la suave melodía que sonaba en la caja, y Aurora estaba tan completamente aturdida y hipnotizada que no podía apartar los ojos de la vista que tenía encima.

"¿En serio encantaste esa caja para proyectar una aurora?" preguntó Ginny con incredulidad.

"Una aurora boreal", corrigió Fred en un tono falsamente altivo.

"Eso es increíble", dijo Harry, con un toque de risa en su incredulidad.

"Es bastante mágico", coincidió Luna. "Los encantamientos que habrías tenido que combinar son bastante impresionantes. Lo hiciste para que pareciera casi real".

"¿Te das cuenta de que podrías vender algo como esto y hacer una fortuna?" -Preguntó Draco.

"Le dije eso", dijo George. "Pero quería hacerlo especial para Aurora".

Era la primera vez que escuchaba a George llamarla por su nombre de pila y lo miró con sorpresa. Simplemente sonrió un poco más antes de girarse para mirar el práctico trabajo de su hermano.

"No me molestaría si vendes otras", dijo. "Siempre sabré que tuve la primera".

"Podrías hacerlo en cajas menos elegantes", dijo Ron, y la conversación desvió a posibles ideas de negocios.

Los hechizos de la caja nunca se desvanecían, no hasta que se cerraba la caja o se golpeaba la manivela con una varita. Se convirtió en la fuente de luz para el pastel y el té que siguieron, para las risas y la conversación, y finalmente para quedarse dormidos cuando se hizo tarde.

Pero Aurora no podía dormir, no lo suficiente y nunca por mucho tiempo. Su mano estaba unida a la de Fred. Él estaba acurrucado de lado frente a ella mientras ella permanecía boca arriba, mirando las luces arremolinadas. Se le ocurrió que este regalo era toda una declaración, que era algo que él sentía fuertemente. Nadie se tomaba la molestia de hacer algo como esto a menos que la otra persona le importara profundamente.

Y ese era un pensamiento que la aterrorizaba.

-S-

1 de diciembre de 1995

"Potter, concéntrate. Mi hijo de diez años ha dominado esto más rápido que tú", dijo Severus mientras se retiraba de la cabeza de Potter. ¿Estaba siendo duro? Tal vez, pero si tuviera que ahondar una vez más en la cruda angustia adolescente, preferiría simplemente lazarse un Avada a sí mismo.

Entonces, Potter estaba bastante seguro de que era gay. La señorita Chang se había lanzado y le había dado un beso (un beso húmedo y lleno de lágrimas) a un Potter desprevenido, y el chico estaba bastante seguro de que su falta de disfrute se debía a algo más que el estado emocional de quien se lo daba. Estaba debatiendo si pedirle un beso a Aurora o Ginny para hacer una prueba, pero la idea lo había perturbado en ambos sentidos ya que consideraba demasiado a ambas chicas como hermanas. Y lo peor en esa línea de pensamiento, fue el querer preguntarle a Luna porque era la que se parecía más a Draco. Como si el pequeño idiota rubio necesitara conseguir una cosa más que quería en la vida. También hubo otros pensamientos, como lo lindo que sería tener la simplicidad de la relación de Aurora y Fred Weasley. Donde una pareja podía simplemente estar y no había presión entre ellos. Aunque Potter se había sentido mal por Longbottom, quien todavía albergaba sentimientos por su cita del Baile de Navidad.

Severus no había durado mucho en la mente de Potter después de esa línea de pensamiento. Era la primera lección, así que le dio al chico el beneficio de la duda y le pidió que aclarara su mente nuevamente y luego tratara de mantenerlo fuera.

La siguiente línea de pensamiento había sido, al menos, menos romántica, pero igualmente sosa. ¿Potter debería ser profesor? Estaba disfrutando de la instrucción de Defensa, le gustaba ayudar a otros a lograr una meta educativa e incluso se había preguntado si Hermione estaría orgullosa de él. Severus pudo ser testigo de cómo les iba a los demás. Encontró algo de diversión al escuchar a Fred Weasley apostar contra su gemelo a que Aurora podría vencer a Ronald, y luego el trasfondo de orgullo en la voz de Fred y en la mente de Harry cuando ella efectivamente lo había hecho. Notó que la Weasley más joven era bastante hábil y sería una bruja bastante poderosa. Lovegood era extrañamente competente a pesar de su naturaleza despreocupada.

Pero los pensamientos de su pequeña clase de Defensa hicieron dudar a Potter. Había pensado que quería ser un Auror durante tanto tiempo que se sentía mal intentar cambiar de opinión ahora. Él era el Elegido, entonces, ¿no debería dedicarse a hacer cumplir la ley ya que supuestamente era un vencedor de Magos Oscuros? Pero odiaba la fama que obtuvo de ello. No quería no hacer nada, como lo había hecho su padre (y Severus estaba contento de que el chico al menos supiera eso). No sabía qué haría Sirius si no estuviera tan atrapado trabajando para Dumbledore, y Black había admitido durante una discusión que no había considerado mucho lo que quería hacer.

Severus se retiró y suspiró profundamente.

"No puedo aclarar mi mente", se quejó Potter, exasperado. "¿Qué hace Leo para aclarar su mente?"

La pregunta tomó a Severus por sorpresa, no estaba enterado de que Potter siquiera supiera el nombre de su hijo. Sí, era amigo de Aurora y era probable que ella hablara de su hermano. Pero hasta donde Severus sabía, los chicos no se habían conocido. Si bien Potter habría asistido a la escuela muggle cuando Leonidas comenzó, la diferencia de edad habría sido demasiado grande para que se hubieran cruzado.

"No lo sé con certeza", dijo Severus, y luego, cauteloso de confesar y desinflar la motivación de Potter, agregó: "Es un natural, como yo".

"¿Y Rory?"

"Ella no lo es. Tiene que aclarar su mente. Suele imaginarse el Bosque Prohibido al amanecer. Cuando era pequeña, la llevaba conmigo mientras recogía los ingredientes. Entonces amaba el bosque, las peores criaturas nocturnas se habían acostado para descansar y las criaturas diurnas aún no se habían levantado."

"¿Ella realmente creció en Hogwarts?" Preguntó Potter y Severus asintió.

"Por un tiempo."

"Sirius dijo que... que su esposa es mi madrina".

Eso le valió una ceja arqueada, sorprendido de que Sirius hubiera mencionado la conexión a Potter.

El chico se encogió de hombros. "Usted era uno de los mejores amigos de mi madre".

"En efecto."

"Entonces, ¿por qué no me acogieron?" preguntó Potter. "Cuando Sirius estaba en Azkaban, ¿por qué no me resguardaron con ustedes?"

Bueno, esta no era una conversación que Severus hubiera planeado tener, pero supuso que no importaría. Si Potter ya conocía al menos una parte de la historia, era suficiente para que la cabeza de Severus estuviera en el plato del Señor Oscuro si alguna vez echaba un vistazo a esa parte de los recuerdos de Potter.

"¿Sabes que soy el padrino de Draco?" dijo, y Potter asintió. "Y entonces, ¿te imaginas cómo se habría visto si hubiera criado al enemigo del Señor Oscuro?"

Potter asintió lentamente. "No pensé en eso".

"Claramente. De todos modos", dijo Severus, sin apenas pensar en lo que estaba a punto de decir a continuación, "incluso si hubiésemos podido acogerte y criarte junto con Aurora, Dumbledore no lo hubiera permitido".

Potter frunció el ceño. "¿Qué?"

"La noche que tus padres murieron..." Severus hizo una pausa, tragándose el nudo en su garganta.

Recordaba demasiado bien esa noche. Lily había enviado a su Patronus a la casa, aterrorizada. Dijo que había gente afuera de la casa, observándola como si pudieran verla. Potter padre estaba seguro de que se encontraban a salvo, pero Lily no estaba tan segura. ¿Podría alertar a la Orden? Decirles que había sabido que habría un ataque. Pero él no lo sabía, porque había sido convocado el día anterior, y el Señor Oscuro había estado enojado porque los Longbottom y los Potter lo eludían. Nadie sabía dónde estaban, aunque eso fue porque Severus no había dejado escapar nada con su Oclumancia. Había proporcionado la ubicación de la casa de la infancia de Lily, sabiendo que los Evans habían fallecido sólo unos meses antes, dejando el lugar vacío. Había suficiente evidencia en la casa que había convencido al Señor Oscuro de que habían estado allí, y Severus solo había sufrido una pequeña tortura por la pista falsa.

Tan pronto como el Patronus de Lily desapareció, escuchó a Hermione sollozar desde el fondo del pasillo. Se dio vuelta y corrió para encontrar a su esposa en el suelo del baño, con los pantalones manchados de sangre y las manos temblorosas. Sólo habían descubierto que estaban esperando nuevamente un par de semanas antes, y con el dolor repentino e inesperado, Severus casi se había olvidado de las preocupaciones de Lily. No podía hacer nada para ayudarla, conocía la casa, pero su ubicación estaba bloqueada de su vista debido al Fidelio. Le había enviado un Patronus muy débil a Sirius, pidiéndole que fuera con los Potter.

Treinta minutos más tarde, estaba gritando mientras su brazo ardía peor que cualquier convocación que hubiera experimentado, y casi se desmaya por el dolor.

Cuando su cabeza estuvo lo suficientemente clara como para comprender lo que había sucedido, partió hacia el Valle de Godric. La mirada en los ojos de Hermione cuando dijo a donde iba lo había preparado para lo que encontraría allí, pero no disminuyó la reacción visceral que tuvo al ver a su amiga más antigua sin vida.

"Ya estabas de camino a casa de los Dursley antes de que yo llegara a la casa de tus padres. No supe dónde estabas hasta que arrestaron a tu padrino y Dumbledore finalmente se dignó decirme dónde te había colocado."

Potter asintió. Severus esperaba a que Potter preguntara por qué no habían luchado contra Albus para mantenerlo en el mundo mágico, pero luego notó que el chico parecía estar entendiéndolo por sí solo.

"Gracias por explicarme", dijo. "He sido mucho más feliz desde que vivo con Sirius, pero a veces no puedo evitar pensar que tal vez no hubiera tenido que estar con los Dursley en lo absoluto".

"Comprensible. Tu tía es una completa perra", afirmó Severus, ganándose una risa de Potter. "Ahora, Oclumancia. Aclara. Tu. Mente."

Potter cerró los ojos por un momento, moviéndose inquieto como si pudiera físicamente sacudir los pensamientos de su cabeza. Abrió los ojos y Severus entró sin previo aviso.

Un campo de Quidditch, desprovisto de todo y de todos. Sólo un campo vacío, los asientos del estadio vacíos, los anillos asomando en lo alto.

"Muy bien. Ahora expúlsame", dijo Severus, moviéndose hacia el vestuario. Sintió a Potter entrar en pánico mientras se dirigía hacia una puerta muy obvia. Giró la perilla, y justo antes de que la puerta se abriera y filtrara todos los pensamientos desorganizados de Potter, Severus escuchó débilmente a Potter decir algo en pánico, y luego ya no estaba en la cabeza de Potter.

Estaba abriendo la puerta de su antigua aula de elaboración de pociones, su primer laboratorio. Y allí estaba Hermione, en el sofá, leyendo Jane Eyre. Era un recuerdo, realmente aleatorio, y era suyo.

Sacó a Potter de su cabeza antes de que pudiera ver algo más. No sólo de Hermione, sino de... bueno, de Hermione.

"Lo siento", dijo Potter al instante. "Entré en pánico."

"Sí", dijo Severus, mirando al chico, esperando preguntas. ¿Cuánto vio? ¿Se preguntaba ahora por qué su amiga estaba en la mente de su profesor, sólo que mayor? Cuando Potter no dijo nada, Severus asintió una vez. "Creo que eso es todo por hoy. Lo hiciste bien con el campo de quidditch, Potter. Pero debes evitar que abra la puerta del vestuario. Expelliarmus es un excelente hechizo de defensa, pero como acabas de ver, puede ser peligroso. Tienes suerte de haber encontrado un recuerdo de mi esposa y no algunas de las cosas que tuve que presenciar en mi línea de trabajo".

"Bien. Sí. Lo siento. Gracias, profesor Snape".

Potter se fue entonces, y una vez que la puerta se cerró, Severus se desplomó en su silla.

"Será mejor que se lo diga pronto", se quejó para sí mismo. "Voy a tener que vaciar mi maldita mente en un pensadero de ahora en adelante".

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18 de diciembre de 1995

El tiempo pasó y las preocupaciones sobre el alcance de los sentimientos de Fred pasaron al fondo de la mente de Aurora. Había estudios que mantener al día, reuniones del E.D., preocupación por la salida ocasional de su padre del castillo y las vacaciones.

Nunca había estado más agradecida de que Draco se inscribiera para quedarse en la escuela durante las vacaciones por tercer año consecutivo. Porque parecía que el tío Lu esperaba que permanecieran juntos. Y si había algo que Aurora no estaba segura de haber podido hacer, era quedarse en la Mansión Malfoy durante todas las fiestas. No quería encontrarse cara a cara con el Señor Oscuro si no era necesario, y no quería hacerlo inesperadamente. Y en la mansión, no estaba segura de estar a salvo de tal posibilidad.

Pero aquí en Hogwarts, podría ser ella misma. Y realmente, podía apreciar por qué a su padre le gustaba tanto estar aislado en sus habitaciones o patrullar solo los pasillos por la noche. Muy pocas personas sabían quién era realmente, cómo era realmente, debido a la constante máscara que tenía que usar. Y ahora, bueno, no, ella no tenía que ser alguien que no era aparte de cuando estaba cerca del tío Lucius... ¿O sí?

Mientras Aurora se sentaba en la sala común, el fuego se atenuó y se dio cuenta de que ella también fingía un poco. Ella y sus amigos siempre buscaban espacios privados, lejos de la mirada de todos, por Draco. ¿Pero no se comportaba ella de manera más estudiosa y más intelectual en las clases? ¿Especialmente en aquellas que compartía con los Slytherins? ¿No actuaban ella y su padre como si hubiera una fría indiferencia entre ellos en público? ¿No había guardado silencio sobre la identidad de su madre durante los últimos cuatro años?

Sacó su varita y luego sacudió la cabeza. Luego la movió en una espiral apretada y susurró: "Expecto Patronum".

Hilos azules bailaron desde el extremo de su varita, pero no formaron nada. El de Luna era una liebre, el de Ginny un caballo. Todos sabían que Harry convocaba un ciervo y había podido realizar el hechizo desde su tercer año. Y no, ella no era la única incapaz de crear un Patronus corpóreo en este punto, pero eso no disminuyó su frustración. Quería ver si el suyo reflejaría a alguien en su corazón, como sus padres. O si fuera como Harry y sería una leona o un cuervo. Sabía que algunas personas los tenían emparejados con el amor de sus vidas, como los padres de Harry que tenían una cierva y un ciervo. Intentó recordar lo que Fred había conjurado y deseó fugazmente que no fuera algo parecido a una hiena. O un mono. Aunque no podía recordarlo.

Se centró en el recuerdo de Fred diciendo que ella valía la pena correr el riesgo y estaba a punto de volver a lanzar el hechizo cuando dudó. ¿Y si eso no fuera lo que la hiciera más feliz? Era el más fresco de sus recuerdos felices, por supuesto, pero ¿y si no fuera el más feliz? Pensó en recuerdos de su infancia, todos felices, por supuesto, pero no en los que ella llamaría más felices. Sus días con Harry en la escuela muggle estuvieron bien pero les faltaba algo. Entonces recordó su cumpleaños del año anterior: volar con sus amigos y los búlgaros, sus padres allí con tía Min, pastel y patatas fritas y divertirse siendo ellos mismos. Antes de que el torneo se volviera difícil para Harry, cuando Draco finalmente dejó de preocuparse por mantener las apariencias, antes de que su padre tuviera que enfrentarse a Voldemort.

"Expecto Patronum", dijo de nuevo, y esta vez mucho más que hilos emergieron de su varita. "¿Una ardilla? Tienes que estar bromeando".

La ardilla la rodeó antes de detenerse expectante frente a ella. Ella le devolvió la mirada. "¿Eh?"

Su concentración en el etéreo animal fue rota por un fuerte y atormentado grito que sonó demasiado como Harry. Continuó y ella se volvió hacia la ardilla que no había desaparecido. "Er, ve con papá y tía Min", ordenó y no supo si lo había hecho bien o no antes de dirigirse al dormitorio de los chicos.

Había luz en el piso de arriba y escuchó sonidos ahogados mientras se dirigía tentativamente hacia allí. No había subido más de diez escalones cuando oyó encenderse la chimenea de la sala común. Mientras bajaba corriendo, vio a su tía mientras corría hacia las escaleras, con el pelo suelto, una bata de tartán sobre el camisón y las gafas ligeramente torcidas.

"Aurora, querida, ¿qué está..."

"¡Tu papá ha sido atacado!" Gritó Harry, y la tía Min hizo una pausa, mirando hacia las escaleras. La chimenea volvió a arder, esta vez expulsando a su padre. Se acercó de inmediato, su propia bata oscura puesta sobre un pijama oscuro, aunque parecía mucho menos desaliñado.

"¿Qué sucede?" preguntó.

"Acabo de escuchar a Potter decir que el padre de alguien ha sido atacado. Me alegra ver que no fuiste tú, Severus."

"¿Quién lo estaba custodiando esta noche?" —le preguntó a tía Min en voz baja.

Ella pensó un momento y el poco color de su rostro desapareció al recordarlo. "Arthur."

"Joder", maldijo su padre antes de girarse abruptamente y dirigirse a la chimenea justo cuando la tía Min subía las escaleras. Aurora levantó la vista y vio a su tía escoltando a Harry escaleras abajo, con Ron y Neville muy cerca.

"Señor Longbottom, por favor vaya y despierte a los gemelos, si puede hacerlo" —dijo por encima del hombro. "Regresaré por ellos y por la señorita Weasley en un momento. Aurora, ¿si pudieras...?"

Aurora asintió y regresó a los dormitorios. Moviéndose lo más silenciosamente que pudo, se acercó a la cama de Ginny y miró detrás de la cortina. "Gin. Gin, despierta".

"¿Rory?" ella murmuró. "¿Qué pasa ?"

"Gin, tienes que levantarte. Algo está pasando. Algo sobre tu papá."

Eso la despertó. "¿Papá?" cuestionó pero no esperó una respuesta mientras apartaba las mantas y se levantaba de la cama.

Las dos chicas bajaron juntas y llegaron a la sala común en el mismo momento que Neville y los gemelos. Fred la miró, con curiosidad en sus ojos antes de distraerse con el destello verde de la red Flu.

"Ahora escuchen. No podemos explicar lo que está pasando, pero algo le ha pasado a su padre. No podemos llevarlos a San Mungo en este momento. Con lo que está sucediendo en el Ministerio, que todos ustedes lleguen antes que su padre parecería extraño. Ni siquiera sabemos si su madre sabe todavía lo que ha pasado. Pero irán directamente a la oficina del director y utilizarán un traslador junto con su hermano y el señor Potter a la casa de este último. Ahora, vengan. Umbridge habrá sentido que hay estudiantes fuera de sus torres".

Llevó a los Weasley restantes a través de la red Flu, y luego la habitación quedó en silencio nuevamente.

"Harry se despertó gritando", dijo Neville. "Dijo algo..."

"Entendí en esencia", dijo Aurora con dulzura.

"¿Qué significa?"

"¿Aparte de lo obvio? No sé." Neville estaba en silencio, al igual que ella, ambos parados uno al lado del otro, mirando la chimenea. "Draco querrá saber. Y Luna".

"No podemos decirles ahora, Umbridge nos encontrará con seguridad".

"No", estuvo de acuerdo Aurora. "Les diremos por la mañana".

Nota de la traductora: de por si siempre es incomodo ir a cenar con los padres de tu amorcito o traer a tu amorcito a cenar con tus padres, no imagino lo incomodo que debe ser cenar con tus padres Y los de tu amorcito... Especialmente cuando tu "amorcito" en realidad no es tu amorcito, sino un amigo al que ves casi como a un hermano quien además es gay, quien además está enamorado de tu otro mejor amigo casi hermano, quien se supone que es tu enemigo 😂 la vida de Aurora es mucho más complicada que la de la mayoría de los adolescentes pero al menos ya no tiene que preocuparse por ocultarle la identidad de su madre a Fred (y a George, por supuesto). Y hablando de Fred, no les encantó ese regalo de cumpleaños? Al parecer madre e hija tienen mucha suerte con los regalos bien pensados en este universo y no puedo expresarles cuando me gusta eso.

Aún así, me gusta que al momento de invocar su recuerdo feliz, Aurona no se centre al 100% en Fred. Si, ella está feliz con él, pero hay muchas personas importantes en su vida que contribuyen a esa felicidad, personas que forman parte de quien ella es, y me gustó mucho que, a la hora de invocar un guardián que se supone es un reflejo de tu alma, ella escogiera un recuerdo feliz que involucraba a la mayoría de esas personas.

Y bueno, este capítulo vimos la infame clase de oclumancia entre Severus y Harry, no les pareció un soplo de aire fresco lo diferente que fue debido a que Harry confía en Severus y Severus no lo ve como mini James (de hecho él menciona como nota las diferencias). Creo que la vista a la mente de Harry fue muy interesante tanto en el aspecto romántico como en su preocupación por su futuro. Por un lado, morí de risa con él pensando en pedirle un beso a Luna porque ser la rubia del grupo y por lo tanto la más parecida a Draco XD Harry, ustedes ocupan hasta su "rivalidad" en el quidditch para coquetear, no creo que necesites andar haciendo tantos experimentos.

Por otro lado, debo confesar que a mí siempre me gustó más la idea de Harry como maestro de DCAO que como Auror. En parte porque me gustó mucho verlo enseñar en la Orden del Fénix, y en parte porque sería el último insulto a Tom que fuera Harry el primero en romper la maldición del puesto de enseñanza. Además, como me dijo un amigo que pertenece a la marina y que también es Potterhead, Harry no tiene la personalidad para estar en ese tipo de trabajo que requiere disciplina, seguir ordenes, actuar conforme a las reglas, y en los que la mayoría de los jefes te hablan feo; vaya, que si en canon lo logró y llegó a ser de los altos mandos fue por ser El Elegido y el Niño Que Vivió Dos Veces, hubiera sido Harry Pérez en vez de Harry Potter y no le hubiera salido tan bien.

En fin, me gusta que la relación de Severus y Harry sea tan diferente en este universo al punto que Harry le diga que le hubiera gustado crecer con él y su familia y bueno, como ya se dieron cuenta, comparten sus opiniones sobre Petunia 😆

Para terminar, comparto totalmente la opinión de Severus respecto a que Hermione ya debería decir la verdad, y estoy segura de que no soy la única. Por desgracia, vamos a tener que seguir esperando por la gran revelación, ya que en los capítulo que vienen iremos de regreso al pasado. Espero que eso no los decepcione mucho 😉 Hasta pronto! 👋