Nota de la autora: ADVERTENCIA Una escena de esta historia podría parecer autolesión a los ojos de alguien que la encuentre desencadenante. Si esto te provoca alguna mala reacción, omite el POV de Severus. Te lo prometo, no te perderás mucho si lo haces.

Nota de la traductora: me da gusto que esta historia te siga gustando phoenix1993, espero que disfrutes este pequeño capítulo.

—H—

20 de agosto de 1978

Severus,

Regresé a Hogwarts en tren, pero llegar antes que los demás hizo que el viaje fuera bastante extraño. La profesora Dellard, Elinor, ha estado tan ansiosa por que yo comenzara como yo. Se siente extraño estar en el castillo para aprender y aún así no tener que vestirse como estudiante. Siento como si hubiera estado en Hogwarts la mayor parte de mi vida, pero eso se debe a que a menudo parece como si la vida recién hubiera comenzado cuando llegué a esta era.

Y ahora me he puesto sensiblera, lo cual no era mi intención.

Extrañarte se ha vuelto más fácil desde que nuestros amigos y yo tomamos caminos separados. Ahora resulta más natural que estés en donde estás, ya que ambos estamos en nuestro respectivos aprendizajes. Aunque desearía haber mantenido la amistad con Remus, él parece tener poco interés en eso. Me temo que Sirius es el único con el que todavía estoy en contacto, ya que parece que incluso Lily ha desaparecido.

Desearía tener más que decir, pero en realidad simplemente quería escribirte una carta para decirte que te amo. Te amo y te extraño, siempre.

Tuya,

H.

Hermione agarró la carta en su mano mientras caminaba por la silenciosa escuela hacia la Lechucería. De vez en cuando, mientras caminaba a través de un rayo de luz, miraba su mano izquierda e inspeccionaba el anillo de esmeraldas y diamantes mientras sus caras brillaban. Amaba su anillo, todo lo relacionado con él. Ella había escrito una carta a ambas mujeres Prince para agradecerles por permitir que Severus se lo diera, y ambas respondieron que esperaban verlo en su mano en persona. Le encantaba que fuera de los colores de la Casa de Severus y no los de la de ella, porque no estaba en absoluto avergonzada de ser una Gryffindor casándose con un Slytherin. La idea la hizo sonreír mientras su corazón se calentaba con cada mirada hacia su mano, tanto así que durante el corto tiempo que estuvo con los McGonagall, Delia se burló de ella sin piedad por su excesiva examinación.

"Señorita Granger", dijo Dumbledore detrás de ella, y Hermione se detuvo, levantando lentamente sus paredes de oclumancia más de lo normal mientras se giraba para mirar al director. Él le sonrió. "Me preguntaba si podría hablar con usted".

"Por supuesto", respondió Hermione. "¿Podría verlo en su oficina? Solo enviaré esta carta y estaré allí en breve."

"Por supuesto", estuvo de acuerdo pero Hermione sintió que él trataba de entrar en su mente. Deslizó una imagen de Sirius más allá de sus paredes, solo un destello, y sintió al director retirarse. "¿Digamos en quince minutos?"

Ella asintió en aceptación y continuó su camino.

Severus le había contado la noche de su fiesta de compromiso sobre su interacción con Dumbledore.

"Él está totalmente en contra", había dicho, acostado junto a ella en su cama prestada en la Mansión Malfoy, nada más que una manta cubriéndolo. "Es absolutamente inflexible respecto a que me quede solo. Sin ataduras."

Ella no había dicho nada, simplemente sonrió.

Eso hizo que Severus le devolviera la sonrisa. "Sabes algo."

"Siempre sé algo", replicó ella.

"Sí, pero algo respecto a…"

"Sé lo suficiente para estar segura de que Dumbledore no se saldrá con la suya".

Por supuesto, había estado pensando en la hija de Severus. La hija que tenía un ligero parecido con ella, lo suficiente como para que algunos incluso lo notaran. La hija que ahora confiaba que era suya. Y recordó de su vida anterior que Dumbledore no estaba tan convencido de que Severus...

No, tenía que mantener esa línea de pensamiento oculta. Pensar en la encantadora chica de cabello oscuro que aún estaba por nacer estaba bien, pero si el director pensaba que había una posibilidad de que esa chica pudiera ser de otra persona, solo aumentaría su intromisión.

Hermione llegó a la Lechucería, envió su carta y luego se dirigió a la oficina del director.

La gárgola se hizo a un lado cuando recitó la contraseña y subió las escaleras hasta la puerta donde él le pidió que entrara y ella lo hizo.

Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que estuvo en la oficina. Incluso la aceptación oficial de su aprendizaje se había realizado en el despacho de la profesora Dellard. La última vez que Hermione había estado dentro de la habitación había sido la noche en que Severus casi fue atacado por Remus.

"Hola, Hermione. ¿Puedo llamarte así?" Preguntó Dumbledore cuando ella entró.

"Usted es mi jefe ahora, director. Hermione está bien".

"Y puedes llamarme Albus, cuando estemos lejos de los estudiantes. Hermione, sé que vas a estar bastante ocupada con tu aprendizaje, pero esperaba que estuvieras dispuesta a unirte a la Orden del Fénix, ahora que eres mayor de edad."

"Supongo que se refieres a ahora que me gradué".

"Sí." Él sonrió afablemente. "Así es. Ahora, con tu conocimiento del futuro…"

"Uno que no puedo cambiar".

"—Creo que podrías ser vital para ayudarnos a evitar cualquier pérdida que pueda ocurrir por los ataques de Mortífagos".

Hermione parpadeó. "Le pido perdón, señor, pero me temo que mis conocimientos no son tan amplios. Sólo tengo conocimiento de los eventos más importantes. Si alguien tiene conocimiento sobre sus actividades, ese es Severus".

"Sí", el director estuvo de acuerdo. "Tienes razón, Hermione. Sin embargo, más que solo tu conocimiento del futuro es el hecho de que... oh, ya veo."

"¿Ya ve?" preguntó Hermione, confundida.

"Sí", respondió, y Hermione notó la astucia en ese estúpido brillo en sus ojos. "Verás, puedes trabajar con nosotros, ir a misiones de exploración, luchar contra los Mortífagos cuando sea necesario. Pero mientras estés en una relación con Severus, no podrás estar con nosotros. Les revelarías a los Mortífagos las razones por las que Severus está allí, y nunca confiarían en él. Y si alguien de la Orden no te conoce…"

"Bueno, aunque creo que alguien de la Orden que no me conozca no conocería a Severus, haciendo que ese punto sea discutible, usted menciona un punto excelente, Director. Tendré que considerar qué se puede hacer para poder ayudar a la causa", interrumpió Hermione, levantándose de su asiento para que sus emociones no se apoderaran de ella. La ira hervía a fuego lento bajo la superficie, detrás de sus cada vez más débiles escudos de Oclumancia. ¿Entonces ese era su plan? Negarle la oportunidad de hacer algo por la causa a menos que terminara su relación con Severus. Nada valdría la pena eso, así que encontraría otra manera.

-S-

16 de septiembre de 1978

"Le diste una carta con Amortentia el año pasado, ¿no?" Nikola le preguntó a Severus mientras rociaba suavemente el pergamino con una pequeña cantidad de la poción. Su carta ya estaba escrita y no había planeado agregar la poción al pergamino, pero le gustaba la idea de convertirlo en una tradición mientras pasaban sus cumpleaños separados.

"Planeo darle más que eso", dijo Severus, metiendo la mano en el bolsillo de su levita y sacando el texto de Aritmancia Avanzada que había comprado.

"Un libro", se burló Igor desde su rincón de trabajo.

"Sí", dijo Severus por encima del hombro. "Mi futura esposa es una ávida lectora y académica. Yvonne hace... ¿qué exactamente?"

Nikola sonrió y luego asintió hacia el libro. "Ella no es una persona frívola".

"No. Ella no es el tipo de bruja que querría chucherías. Ella es práctica".

"Es una buena elección", aprobó Nikola con confianza antes de sisear y maldecir en ruso, agarrándose el brazo izquierdo. Levantó la vista, confundido porque ni Severus ni Igor sintieron el llamado. "Debo irme", dijo simplemente, convocando su capa y máscara antes de poner su varita en su Marca Tenebrosa.

"¿Por qué no nos convocaron?" Se preguntó Igor, y Severus se preguntaba lo mismo. Parecía extraño que su maestro fuera llamado ante el Señor Oscuro por su cuenta.

Severus continuó preparando el regalo de Hermione mientras intentaba pensar en una forma de alertar a Dumbledore. No podía lanzar su Patronus y enviarlo alegremente, incluso intentar algo así dejaría a la mayoría, si no a todos, los Mortífagos como comida de gusanos. Sería sospechoso correr a la red Flu más cercana, incluso con la excusa de hablar con Hermione. Realmente no había manera; habría que esperar.

Severus empacó su regalo, lo llevó a la única lechuza a la que tenían acceso y se lo envió a su bruja.

Luego se sentó y continuó trabajando en la contramaldición del Sectumsempra. Estaba cerca, pero había algo en los encantamientos que había probado que no le parecía bien. Sus creaciones pasadas habían sido bastante simples, las runas eran fáciles y el encantamiento perfecto. Sin embargo, el latín seguía preocupándole. Lo intentó un poco más y luego lo dejó a un lado.

Pensó en la carta de Hermione de hace apenas una semana. Ella le había dicho que Dumbledore la mantendría fuera de la Orden mientras ella permaneciera con él, usando la excusa de que ambos lados la verían. Eso tenía una solución sencilla, ¿no? Podrían usar multijugos y algunos cabellos de muggles al azar. Bueno, tal vez no era tan simple, supuso. Pero igual era sólo una cuestión de encontrar una buena forma de ocultar su identidad, y estaba seguro de que Dumbledore lo sabía. Bueno, simplemente necesitarían algún tipo de encantamiento. Había muchos de ellos que las brujas y los magos usaban para ocultar defectos o cambiar el color del cabello. Todo lo que necesitaban era que Hermione se escondiera a plena vista.

Esconderse a plena vista. Latere Aparto.

Severus se levantó y se dirigió al baño al final del pasillo. Añadió un hechizo para asegurar la puerta y un Muffliato para evitar que Igor espiara, algo que el hombre solía hacer de vez en cuando. Severus se miró al espejo, se apuntó con su varita y repitió un par de veces: "Latere Aparto".

Con su intención clara, sintió que el nuevo hechizo reconocía la orden. Su cabello se aclaró y se rizó un poco. Sus ojos también cambiaron, a un color avellana intenso, y su nariz parecía menos aguileña. Y su rostro estaba más lleno. Con todo, Severus se encontró mirando su reflejo con la sensación de haberse visto a sí mismo antes, pero sin recordar dónde ni cuándo. Él sonrió, porque al menos esto le había resultado fácil. Estaba perdiendo la fe en sus habilidades para crear hechizos después de pasar un año tratando de encontrar la contramaldición del Sectumsempra.

"Finite", dijo, y una oleada de pánico lo golpeó cuando siguió con el mismo aspecto.

Pensó detenidamente las cosas después de respirar profundamente. Pidió esconderse a plena vista, entonces, ¿por qué debería funcionar un simple Finite?

"Seipsum revelare", dijo, y casi sollozó cuando sintió que la magia se desvanecía, revelándose a sí mismo. Satisfecho por haber logrado algo, Severus salió del baño y regresó al laboratorio dentro del tiempo apropiado.

La forma en que se le ocurrió una solución simple al dilema de Hermione hizo que Severus echara otro vistazo a la contramaldición del Sectumsempra. Quería que curara heridas, por supuesto. Las heridas serían sanadas. ¿Lo serían? El tiempo presente sería son... las heridas son sanadas. Vulnera Sanentur. Se aseguró de que Igor estuviera ocupado y se arremangó la manga izquierda. Apuntó su varita justo encima de la Marca Tenebrosa.

"Sectumsempra", susurró, inclinando su varita justo para que el corte no fuera demasiado profundo. Apenas esperó a que apareciera su sangre antes de decir la contramaldición.

Sintió que funcionaba, pero se dio cuenta de que decirlo una vez no era suficiente. Lo repitió, viendo que funcionaba un poco más, pero aún no lo suficiente. Cualquiera con más daño moriría. Así que lo dijo una y otra vez, y el decirlo de forma constante funcionaba mejor. De hecho, descubrió que casi estaba cantando el encantamiento, por suave que fuera, y la herida cerró completamente sin cicatriz, como si nunca hubiera tenido una herida.

Tenía que decírselo a la Orden lo antes posible.

Los pensamientos sobre la Orden le recordaron que Nikola todavía no había regresado. Una mirada a Igor reveló su propia preocupación. No era solo él.

Justo antes de que Severus pudiera preguntar, un fuerte chasquido de Aparición sonó desde la sala de estar. Cuando no escuchó nada más, Severus se movió para investigar.

Encontró a su maestro de rodillas, jadeando, con el sudor en la frente recorriéndole la cara y las sienes. Y su brazo izquierdo, fuertemente agarrado por su mano derecha, sangraba.

Nikola levantó la vista y se encontró con los ojos de Severus. Entonces supo que Igor no lo había seguido, porque Nikola no apartó la mirada.

"Parece que nuestro estimado Señor decidió que los mas antiguos de nosotros somos demasiado viejos para defender las antiguas tradiciones", jadeó entrecortadamente, quitando su mano derecha para revelar la manga ensangrentada de su Oxford blanca. Severus se arrodilló a su lado, dándose cuenta con un repugnante nudo en el estómago de que la mancha de sangre en la manga era un contorno perfecto de la Marca Tenebrosa. Ayudó a Nikola a subirse la manga, revelando carne que parecía como si hubiera sido cortada con un cuchillo dentado.

"¿Puedo probar un hechizo en el que he estado trabajando, Maestro?" Preguntó Severus en voz baja, poniendo todo el respeto que pudo en la solicitud, enfatizando el título en un intento de transmitirle al hombre que él era el único al que Severus servía a quien genuinamente deseaba aplicar el título.

"Da", respondió Nikola, haciendo una mueca de dolor, agarrando su brazo justo por encima de la herida.

Severus pasó su varita sobre el área y comenzó a recitar su hechizo. Se sorprendió un poco de que funcionara y observó con fascinación y euforia cómo la herida se curaba sola. Y mientras lo hacía, la respiración de Nikola se estabilizó y su agarre en el brazo se aflojó. La tensión abandonó su cuerpo y, cuando lo último de la fea herida se convirtió en una cicatriz, dejó escapar un suspiro de alivio.

Severus convocó un tratamiento para la cicatriz y se lo entregó al hombre. Nikola lo tomó, levantando el frasco en agradecimiento antes de desenroscarlo con manos temblorosas.

Mientras se aplicaba el ungüento en el brazo, dijo: "Dos murieron. No podían vivir sin Marca Tenebrosa. Pienso que uno está loco. Todos los primeros mortífagos, todos amigos de Tom Riddle, expulsados. No suficientemente fuertes. Demasiado viejos. Menos dispuestos. Se suponía que se iba a tratar sobre la pureza. Sobre preservar la sangre mágica. Pureza, no tan buena con el tiempo. Necesita sangre nueva. Preservar, eso es bueno. Tom Riddle ya no ve eso. No estoy tan seguro de que el hombre siga siendo un mago."

"Podría delatarte por hablar así", advirtió Severus, mirando a su maestro a los ojos.

"No quieres lo que él quiere. No quieres Marca. Quieres Hermonee, una vida tranquila. Una botica."

"Ves a través de mí, ¿verdad?" Severus dijo sarcásticamente, enmascarando cuanto lo aterrorizaba escuchar la verdad.

Nikola se encogió de hombros. "Me veo reflejado en ti".

Eso, al menos, ofrecía cierto alivio.

"¿Dónde está el desgraciado? Ni siquiera vino a ver si me habían torturado. O matado". Severus dejó escapar una ráfaga de aire que sonó claramente como un resoplido.

"Creo que está tratando de perfeccionar sus modificaciones en la poción de crecimiento".

Nikola comenzó a despotricar en ruso, y Severus sabía lo suficiente del idioma como para apenas mantener la sonrisa fuera de su rostro ante las coloridas palabras que usó Nikola al insultar a su otro aprendiz.

—H—

22 de septiembre de 1978

Estaba pensando en el creador del hechizo cuando usó el Latere Aparto por primera vez. Los resultados detuvieron su corazón por un momento.

Allí, en el espejo de su dormitorio, estaba Aurora Snape. El recuerdo de cómo era la chica se había desvanecido desde su llegada, ya que no la había conocido desde hacía mucho tiempo. Pero cuando lanzó el hechizo, pensando en su futuro esposo, Hermione sin darse cuenta había colocado algunos de sus rasgos sobre sí misma, y el resultado fue una versión un poco mayor de la chica que ahora estaba segura que era su hija.

"Maldita sea", murmuró para sí misma, sorprendida al descubrir que su voz sonaba diferente. Inmediatamente lanzó el contrahechizo y luego se obligó a aclarar su mente.

Antes de que pudiera volver a lanzar el hechizo, alguien llamó a su puerta.

"Entre", exclamó, levantándose de su tocador y dirigiéndose a la puerta justo cuando se abría.

Se detuvo al ver el cabello negro que entraba por la puerta, y su corazón se cayó cuando vio el rostro debajo y la sonrisa pícara que lo acompañaba. "Sirius", dijo cálidamente, acelerando un poco el paso y abrazando fuerte a su amigo. "Te he extrañado."

"¿En serio?" -Preguntó, meciéndola en un semicírculo.

"Por supuesto, no ha sido lo mismo sin ti", dijo mientras se alejaba. "Aunque lo confieso, no eres el hombre de cabello oscuro que esperaba que cruzara mi puerta".

"¿Ese sería yo?" La profunda voz hizo que Hermione prácticamente empujara a Sirius para ver si Severus realmente estaba en su puerta, e ignoró las risas de su amigo mientras se arrojaba a los brazos de su prometido.

La fuerza del abrazo de Severus era precisamente lo que ella anhelaba, lo que los brazos de Sirius casi habían calmado pero no lo suficiente.

Había sido uno de los cumpleaños más difíciles desde que dejó los años noventa. No tenía amigos en el castillo, sólo Minerva como algo cercano a una familia, y Dumbledore constantemente intentando derrumbar sus paredes de Oclumancia hicieron que su decimonoveno cumpleaños se sintiera más como cualquier otro día. Al menos había tomado una copa en la habitación de Minerva, lo que provocó una buena charla y risas, y un paquete de Severus que ella apreció mucho. Pero ella había extrañado a los demás. Sobre todo a sus hombres favoritos.

Hermione besó a Severus tan apasionadamente como era aceptable en compañía de Sirius.

"Me van a poner celoso por no haber tenido un besuqueo decente en mucho tiempo", dijo Sirius, haciendo que Hermione retrocediera.

"No puedes tenerlo, es mío", dijo simplemente.

"Por extraño que parezca, no me atraen los tipos con cabello negro", respondió Sirius. Severus debió haber hecho una mueca, porque Sirius le dio una sonrisa diabólica y agregó: "La mayoría de los tipos con cabello negro".

"¿Quieres decir que no estás tratando de convencer a Potter de que se vaya al otro lado?" Preguntó Severus, girándose para mirar a su amigo mientras mantenía a Hermione cerca.

Sirius parecía ligeramente disgustado. "Ciertamente Cornamenta no es mi tipo. Y aunque me resultara ligeramente atractivo, casi ha vuelto a estar con la señorita Pétalo."

Severus resopló y puso los ojos en blanco pero no dijo nada.

Después de un momento de silencio, Hermione dijo: "Por mucho que adoro tenerlos a ambos aquí, me gustaría mucho saber por qué".

"Dumbledore", dijeron al unísono, y Severus le hizo un gesto a Sirius para que hablara primero.

"Quiere que asuma el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras".

"¿De verdad?" Preguntó Hermione, y la duda debió haber sido demasiado obvia, ya que Severus soltó una carcajada.

Sirius hizo una mueca mezcla de dolor y humor. "Puede que no haya sido el mejor de nuestra clase como algunos, pero obtuve una E en mi EXTASIS de DCAO, gracias. Y es principalmente como asistente".

"¿Porque el profesor Sagan parece a punto de caer muero?"

"O dormido", estuvo de acuerdo Sirius.

"Entonces, ¿por qué Dumbledore le permitió ocupar el puesto?" preguntó Severus.

"Honestamente, no tengo idea", admitió Sirius. "Creo que fueron amigos en un momento u otro".

"O amantes", reflexionó Severus. "De hecho, tal vez aún lo sean".

"Tienen fácilmente cien años o más". Sirius hizo una mueca.

"Sí", respondió Severus, "sólo alrededor de las tres cuartas partes de su vida, si todo va bien".

"¿Y por qué estás tú aquí?" Preguntó Sirius, claramente no queriendo pensar en el director y el profesor al que debía asistir.

"Un informe", respondió Severus. "Pasaron cosas y como Nikola se siente mal, nos dejó el fin de semana libre".

"Entonces, ¿estarás aquí…?" Hermione preguntó con un tono esperanzado.

"Hasta que deba regresar".

"Entonces, ¿nos vamos a Las Tres Escobas?" Sugirió Sirius.

"Sirius, vas a trabajar aquí en el castillo, ¿no?" Preguntó Hermione y Sirius asintió. "Bueno, ¿por qué no vas a investigar tus habitaciones por digamos una hora? Explora a fondo cada rincón. Acaba de pasar la hora de cenar, así que probablemente podrías practicar cómo ganar puntos patrullando los pasillos en busca de la próxima generación de traviesos".

Sirius miró entre ellos, apenas manteniendo la sonrisa fuera de su rostro mientras intentaba asentir seriamente. "Sí, debo ir a investigar mi habitación a fondo. Severus, ¿te importaría acompañarme?"

"Ni siquiera si el Señor Oscuro me convocara allí", respondió.

Sirius sacudió la cabeza y se fue. Y tan pronto como se cerró la puerta, Hermione se encontró envuelta en los brazos de Severus y él en los de ella.

"Te extrañé", jadeó mientras besaba su cuello.

"Te extrañé mucho", respiró ella, agarrando su cabello. "Tu hechizo fue fantástico".

"También", dijo, besando su oreja, desabrochando los botones de su túnica mientras avanzaba, "cree la contramaldición. Para. Sectumsempra", le mordió la oreja y luego dijo contra el lóbulo de la misma, "y sirve para curar otras heridas de maldiciones".

"¿Lo hace?" Preguntó Hermione, alejándose para mirarlo a los ojos mientras desabrochaba los muchos botones de su levita.

"Sí. A Nikola le arrancaron la Marca del brazo. Se le consideró demasiado mayor para ser parte de la nueva era".

Esto hizo que Hermione se detuviera y estudiara su rostro. "¿Él está bien?"

"Él es ruso. Toma vodka para el dolor y cree que ha esquivado un régimen similar al que aspiraba imponer Rasputín antes de que lo mataran".

"Oh, bueno", Hermione pasó los dedos por sus botones entreabiertos, "¿cómo hiciste... quiero decir, qué hiciste...?"

"Él piensa que simplemente fui atraído hacia los Mortífagos por Lucius, hipnotizado por el llamado del poder, y rápidamente me desilusioné. Entré en su cabeza cuando estaba bastante bebido, no sospecha mi duplicidad. Él cree que, si tuviera la oportunidad, yo también me arrancarían la marca de la piel. Lo haría, por supuesto, pero simplemente porque no quería que estuviera ahí en primer lugar".

"Mientras estés a salvo", dijo Hermione en una voz apenas más que un susurro, pasando sus manos arriba y abajo por su pecho.

"Sabes que lo estaré, al menos por un tiempo. En esos recuerdos tuyos parezco un poco mayor de lo que soy ahora."

"Sí, pero eso no significa que estuvieras a salvo", dijo en voz baja, complacida de que su falta de conocimiento al respecto no la afectara.

"Supongo", admitió. "Pero, para ser sincero, no quiero hablar mucho en este momento. Tengo la sensación de que el recién nombrado profesor Black nos dará exactamente una hora y luego ladrará en la puerta."

Hermione murmuró un acuerdo. "Entonces, ¿qué es lo que te gustaría hacer?"

Severus lanzando el hechizo anticonceptivo fue su respuesta.

Nota de la traductora: debo decir que a mí siempre me ha llamado la atención como todos los "amigos" de Voldemort ya no parecen muy prominentes en los 70s cuando se supone que tienen como 50 años. Todos al rededor de Voldy parecen más jóvenes y la relación de siervo y señor es bastante clara. Cualquiera pensaría que sus compañeros de Slytherin con los que formó su pandilla en la escuela estaría a su lado, lo que me hace cuestionarme si él no tuvo algo que ver con sus muertes de alguna forma (tal vez no directamente, tal vez a través de una maldición de efecto retardado para no generar sospechas, o soltando alguna epidemia mágica). Y es que seamos honestos, por mucho que él fuera el líder del grupito, el seguía siendo un mestizo pobre, y en teoría sus primeros seguidores eran un hermandad, o sea, sus iguales, no sus sirvientes, tendría mucho sentido querer deshacerte de los que te vieron cuando estabas en tu inicios, sobre todo si cuando eres un mestizo pobretón con aires de grandeza. Claro que resulta tremendamente irónico que aquí Voldy los haga a un lado porque ya no son "aesthetic" si tomamos en cuenta en que condiciones va a terminar él XD Eso le pasa por ser mal amigo! ;)

Y hablando de amigos (amigos que si son buenos) no les encanta la amistad de Sirius tanto con Hermione como con Severus? Como ya he dicho antes, este Sirius es por mucho mi Sirius favorito.

Este fue un capítulo cortito, trataré de traerles uno extra el fin de semana. Y ese no solo será largo, también será bastante cargado de acción. Por lo pronto espero disfruten este.