Título: Una Pequeña Lección.

Emparejamiento: Nico / ¡Fem! Percy.

Género: Humor / Romance.

Historia Gender Bender.

Resumen.

Un nuevo campista hijo de Ares, llega al Campamento Mestizo y casi de inmediato se interesa en la joven Percy Jackson. Sin importarle que ya tenga novio, el chico intenta llamar su atención a cada oportunidad. Absolutamente fastidiada de éste, Percy opta por ignorarlo, pero, desafortunadamente para el joven Duncan Martin, debido a sus acciones, atrajo la atención del novio de la joven Jackson sobre él, y de la peor manera...

¡Fem Percy!

Disclaimer: La saga de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, no me pertenece, todo crédito a su autor Rick Riordan.

PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO

Era temprano por la mañana media hora después del desayuno, cuando se podía ver a la joven Pearl Jackson mejor conocida como Percy Jackson caminando iracunda rumbo a su cabaña en el Campamento Mestizo con el ceño fruncido. Todos, al verla así, rápidamente se apartaban de su camino, por miedo a que la poderosa semidiosa centrara su ira sobre ellos.

No había sido una buena mañana para ella y solamente deseaba quedarse el resto del día dentro de su tranquila cabaña en donde nadie podría molestarla.

-¡Percy, espera! -la llamó repentinamente una de sus mejores amigas, Annabeth Chase, antes de que la azabache entrara a su cabaña.

-¿Qué sucede, Annabeth? -le preguntó la semidiosa de ojos verde mar, controlando su temperamento para no contestarle mal a la rubia.

-Quería informarte que mi madre pidió que la visitara al Olimpo, así que estaré fuera por unos dos o tres días -le dijo la ojigrís-.

-Oh, gracias por decirme. Creo que hubiese entrado en pánico si no te hubiese visto durante dos días seguidos en el campamento, Listilla -bromeó con una pequeña sonrisa, sintiendo como se aligeraba su estado de ánimo.

-Lo sé, me pasaría lo mismo si no te viese durante tanto tiempo después de lo ocurrido con Hera enviándote al Campamento Romano. Por eso vine a avisarte -le respondió la hija de Atenea.

Percy asintió con expresión seria. -Cuídate, Annabeth, te voy a extrañar, sobre todo con ese tipo molestando a cada rato -le dijo la joven Jackson dándole un cálido abrazo a su amiga, el cual ésta devolvió.

-Oh, Percy, simplemente ignóralo e intenta no matarlo -le dijo la rubia.

-Lo intentaré, aunque no prometo nada -alegó ésta.

Annabeth suspiró a sabiendas que era lo máximo que iba a obtener de la ojiverde. Viendo que ya se le estaba haciendo tarde, le dio un último abrazo a su amiga y se marchó quedando la hija de Poseidón sola de pie frente a su cabaña, pensando en como soportaría esos días sin su mejor amiga y con Duncan Martin, el estúpido nuevo campista e hijo de Ares, que únicamente se la pasaba irritándola desde que llegó al Campamento Mestizo, rondando por ahí. Todos los días el tipo había estado coqueteándole a cada oportunidad a pesar de que ella le informó que ya tenía novio, pero esto en lugar de disuadirlo, lo hizo más decidido en sus intentos de seducirla. Realmente esperaba no perder la paciencia y matarlo...

PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO

-Percy, nena, no te hagas la difícil y sal conmigo -le pidió el idiota de Martin por doceava vez ese mismo día, que a la azabache se le estaba haciendo eterno.

-No -le respondió cortante la joven semidiosa caminando hacia su cabaña para librarse del irritante castaño.

-Vamos, Percy -volvió a insistir éste.

-¡Ya dije que no! ¿Qué no entiendes que ya tengo novio! -replicó al borde de su paciencia.

-¡Oh, vamos! ¡Apuesto que soy mejor que él en todos los sentidos! -le dijo con tono altivo.

-Ay por favor, no le llegas ni a los talones a Nico, él podría hacerte polvo en cuestión de segundos -refutó la princesa del mar sin ni siquiera molestarse en mirarlo-.

-Sí, claro -se burló éste incrédulo, demasiado lleno de sí mismo.

La chica decidió no gastar más saliva con él y optó por ignorarlo como le aconsejó Annabeth. Con el fin de poner distancia entre ellos y ya cansada de todo aquello, Percy prácticamente trotó hasta su cabaña, feliz de por fin alejarse del idiota. A dos escasos metros de llegar a su cabaña, escuchó un par de pasos detrás de ella.

-¡No entiendes que ya te dije que...! -la chica cerró la boca al momento que se giró y vio quien era.

-¡ Nico! -exclamó con gran alegría la de ojos verde mar, abrazando encantada a su desconcertado novio.

-A mi también me da gusto verte, mi Percy -le dijo éste atrayéndola suavemente contra él, depositando un beso en su frente.

-¿Ya terminaste con tus deberes en el inframundo? -le preguntó la azabache espectante.

-Sí, por lo que estaré aquí hasta que mi padre me llame nuevamente -le respondió mientras jugaba con su sedoso cabello.

Percy sonrió muy feliz. Eso significaba que su novio estaría en el Campamento por un largo tiempo, ya que rara vez, debido a lo estricto que era el tío Hades en cuanto al manejo del inframundo se trataba, solía haber problemas en el inframundo o algún asunto que requiriera que Nico tuviera que intervenir o arreglar en lugar de su padre piadoso.

-Que bien -dijo la princesa del mar, acurrucándose más entre los brazos de su novio.

Nico asintió con una pequeña sonrisa. -Ahora, ¿me podrías decir quién provocó que estuvieras de tan mal humor antes de que yo llegara? -cuestionó el chico curioso.

-Ah, verás, es ese nuevo chico, Duncan Martin -le dijo la azabache.

-¿Duncan Martin? -inquirió el italiano.

-Sí, él es un nuevo campista, hijo de Ares. A estado pidiéndome varias citas, a pesar que ya le dije que estoy saliendo contigo. Ya me tiene arta, se cre la gran cosa solo porque muchas de las chicas del Campamento están enamoradas de él y tiene algo de talento con el manejo de la lanza -respondió la hija de Poseidón.

-Ya veo -dijo meditativo el príncipe del inframundo.

-En fin, no pensemos más en él, quiero pasar el resto del día contigo -dijo la chica ilusionada.

-Por supuesto, mi Cesos de Alga -le dijo éste besándola en los labios dulcemente-. ¿Vemos una película ¿

-¡Claro! ¿En tu cabaña o la mía? -le preguntó entuciasmada.

-En la tuya, ¿te parece? -le dijo Nico.

-Bien, vamos -con eso, ambos entraron a la Cabaña de Poseidón disfrutando de un maratón de películas de ficción y de terror hasta altas horas de la noche. En todo ese tiempo y también a la mañana siguiente, Nico no dejó de pensar en el chico molesto que no dejaba tranquila a su novia. Parecía que tendría que tomar cartas en el asunto, pues no le gustaba para nada ver tan estresada a su Percy. El chico Martin lamentaría el momento en el que se fijó en su Cesos de Alga.

PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO

El almuerzo había terminado hace unos minutos y Duncan Martin se dirigía a su cabaña con una sonrisa ganadora. Había convencido a Drew Tanaka para que tuviera una cita con él. Era obvio desde el principio que no le iba a causar mucho trabajo hacerlo, todas decían que sus ojos azul celeste, su cabello café claro y su físico atlético lo hacían un chico bastante agradable a la vista.

La hija de Afrodita era realmente sexi. Sería una excelente distracción momentánea mientras lograba que Percy Jackson al fin dejara a su insignificante novio y fuera solo suya, bueno..., hasta que llegara otra chica más atractiva y popular que ella.

El chico iba tan metido en sus lascivos pensamientos de lo que haría con la hija de Afrodita, que nunca notó que las sombras se movían a su alrededor, hasta que estas se juntaron delante del hijo del dios de la guerra, quien se detuvo algo asustado por el espeluznante suceso.

En breves segundos, de entre las sombras salió un joven de cabellos negros y piel de un tono oliva, que posó su gélida mirada sobre el joven Duncan, el cual había sacado la lanza que consiguió desde su primer día en el Campamento, de la pequeña armería que poseía la cabaña de Ares.

-¿Q-quién diablos eres tú? -preguntó algo temeroso el castaño, ante la escalofriante aura que irradiaba del joven, haciendo que apuntara su lanza justo al nivel del pecho del aludido, como reacción ante el peligro.

-¿Yo? -dijo con una desdeñosa sonrisa no tomándole importancia a que el otro semidiós lo estuviera apuntando con una lanza-. Soy Nico di Angelo, hijo de Hades y... -hizo una corta pausa, en tanto fijaba su fría y cortante mirada en él-. El novio de Percy Jackson -anunció con el mismo tono de voz y sin cambiar su expresión.

-¿El novio de Percy? -dijo atónito. "No podía creer que la hija del dios del mar estuviera saliendo con este tipo. Ella debería salir con alguien como yo, guapo, popular, divertido, fuerte... No con un chico tan frío y simple como éste", pensaba el castaño recuperando la compostura y mirando con superioridad a Nico. "Hablando de frío, ¿era su imaginación?, o la temperatura había descendido varios grados repentinamente". Se preguntó reprimiendo el impulso de frotarse los brazos para generar calor.

-Así es -le contestó el príncipe del inframundo, ignorante de los pensamientos del odioso chico.

-¡Y qué es lo que quieres! -espetó Duncan.

El italiano plasmó nuevamente una leve mueca desdeñosa. -Simplemente, que dejes en paz a mi novia o...

-¿O qué? -lo interrumpió Duncan con tono burlón.

-Ya verás -le respondió Nico esbozando una sádica sonrisa.

Antes de que Duncan pudiera reaccionar, el hijo de Hades lo tomó del hombro y usando el viaje sombra, ambos jóvenes desaparecieron del Campamento Mestizo.

PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO

Cuatro horas después, los dos chicos regresaron al Campamento, cerca del Puño de Zeus.

Sin una pisca de consideración, Nico dejó caer al hijo de Ares directamente al duro suelo.

El chico apenas logró proferir un gemido de dolor. Éste se veía terrible. Estaba completamente cubierto de un líquido transparente y viscoso, tenía varios moretones y raspones en su cuerpo, su cabello se encontraba hecho un desastre, su ropa estaba hecha jirones y por si no fuera poco, éste temblaba de pies a cabeza con una cara de horror absoluto.

-Vaya, parece que fue demasiado para ti pasar unas cuantas horas jugando con Cerbero y la señorita O'Leary -dijo divertido el joven italiano, mirando al castaño-. Espero que con esto te quede claro el mensaje. No vuelvas a acercarte a mi novia o... -En ese momento la tierra se abrió y de esta salieron dos Guerreros Esqueleto con enormes hachas medievales que blandieron peligrosamente cerca del horrorizado hijo de Ares, el cual casi pierde el control de sus intestinos del terror que sentía.

-Como ya vez, la próxima vez no seré tan amable -le advirtió Nico de forma amenazante.

-¡S-sí, n-no volveré a acercarme a e-ella! ¡L-lo juro! -dijo aterrado el chico. No tenía ganas de averiguar como se sentiría ser cortado en pedacitos, después de ser mordisqueado, lanzado y arrastrado por dos aterradores perros gigantescos por todo el inframundo.

-Muy bien, más te vale que así sea. Adiós, Duncan Martin -se despidió el azabache dejando a su suerte al ojiazul, desapareciendo entre las sombras con los Guerreros Esqueleto.

Duncan solo se abrazó así mismo haciéndose bolita en el suelo, sin dejar de temblar y sin emitir sonido alguno.

Desde ese día, el hijo de Ares no se volvió a acercar a la joven Percy, es más, cada vez que se topaba con ella salía huyendo con una cara de miedo, sobre todo cuando la ojiverde iba con su novio.

Ésta simplemente se encogía de hombros mentalmente, suponiendo lo que había sucedido, pero sin importarle realmente. Aunque últimamente a la hija de Poseidón le había dado por ser más cariñosa con su novio, el cual gustoso disfrutaba de los mimos de su hermosa novia, satisfecho con los resultados de su pequeña lección.

PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO X PJO

Fin del One Shot.