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Esta historia fue escrita para la página de FB "Es de fanfics"

Desafío: Kisspril

733 palabras

Fecha de publicación: 23 de abril, 2024

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Primer beso

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— Gary.

La escuchó pronunciar su nombre y su ensoñación de pronto se perdió en la mirada confundida y transparente de ella.

— ¿Estas bien? — Preguntó tomando asiento en el lugar libre junto a él, dejando sobre la mesa de madera el par de libros que había tomado de la estantería detrás de ella. — Estos días has estado distraído y eso es muy raro para el perfecto Gary Oak.

Enfatizó al final y le sonrió, con esa mueca burlona que siempre le dedicaba cuando tentaba la paciencia del investigador. Tan común en su amistad, que sin preocuparse más comenzó a hojear el libro grueso que tenía en sus manos.

Los segundos pasaron y el silencio invadió esa parte de la pequeña, pero basta biblioteca familiar, que los Oak tenían casi escondido dentro su laboratorio en Paleta. Un tesoro académico que pocas personas podían admirar.

'Tipos acuáticos. Un viaje de evolución Pokémon'

Leyó de reojo la portada de aquel libro, y el hombre entonces sonrió para después acomodar su brazo, recargando el rostro sobre su mano derecha.

Observándola, sin discreción.

Misty buscaba la manera de mejorar sus habilidades como entrenadora y Líder de Gimnasio y la conclusión obvia, había sido saber más acerca de aquellas criaturas que tanto amaba. ¿Cómo podría desarrollar las habilidades de sus pokémon si no perfeccionaba su conocimiento sobre el potencial de cada uno?

"Gary puede ayudarte" — Fue la respuesta que el profesor le dio al preguntar por dónde podría comenzar. Jamás creyó que, en efecto, aquel chico insoportable que conoció en su niñez, sería lo suficientemente confiable como para sentirse cómoda a su lado desarrollando nuevas estrategias de batalla.

Aunque, la palabra más cercana a lo que realmente sentía era: seguridad.

— ¡Mira! — Dijo de pronto emocionada — Aquí dice que los Quagsire son especialmente buenos en... — pero al buscar los ojos verdes de su acompañante se dio cuenta que estos estaban cerrados. Pronto, las palabras que quería decirle desaparecieron de su boca. Sin saber qué hacer, se percató de la respiración pausada de Oak.

Suspiró con tranquilidad y lo observó.

Gary siempre se esforzaba de más. Tenía la mala costumbre de quedarse trabajando hasta tarde y aun así acompañar a Misty en sus sesiones de estudio.

Ella a veces se preguntaba por qué.

A él, simplemente le gustaba tenerla alrededor suyo, revoloteando emocionada ante cada nuevo dato útil de los pokémon que más atesoraba. Si le preguntaban, le parecía increíblemente adictivo mirar su sonrisa satisfecha para después verla molesta por alguna broma estúpida que su boca decidió decir.

Porque desde hacía un tiempo, había algo rondándole los sentimientos y las ansias.

Algo que él no había querido admitir del todo, porque tenía el presentimiento de que sería algo profundo y probablemente sin salida.

Gary abrió los ojos al sentir el cosquilleo que hizo su cabello, al ser removido con suavidad, sobre su frente. Por un momento creyó que estaba imaginando aquella escena de cliché romántico, a las que solía no prestar atención. Pero, pronto descubrió que los ojos celestes de Misty lo miraban con curiosidad y su cálido aliento dulce chocaba contra sus labios a la distancia.

Sintió un cosquilleo que decidió no ignorar.

La fracción de segundo en que sus miradas se encontraron bastaron para que el rostro de ella alcanzara un rojo encendido que se mimetizo con su cabello. Alarmada, apenada, pero sin moverse de su sitio.

La misma fracción de segundo que hicieron reaccionar al chico a tiempo para no perder aquel momento. Aquella oportunidad dónde su roce le quemó de una manera distinta, anhelante y su aliento cálido lo llamó a probar de sus labios.

Tan solo un roce, algo ínfimo que los dejó expectantes.

— Gary.

Su voz retumbó en sus oídos y sus dedos alcanzaron los labios de ella en una caricia que nubló sus pensamientos. Con el ímpetu descontrolado que no sabía que tenía dentro de él, rápidamente se acomodó, prolongando su caricia por la mejilla sonrosada de Misty.

Buscó de nuevo sus labios.

Esta vez no fue un roce, fue un beso que la pelirroja prontamente correspondió. Ella nunca supo cuándo su cercanía comenzó a llamarla con fuerza, a ser codiciosa de llenar un hambre que desde hace tiempo tenía.

Él ahora sabía que ya no habría vuelta atrás, se volvería un adepto a aquella caricia, a su sabor e intensidad.

Pero, lo había decidido: si era un camino sin retorno, se perdería en ella.

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¡Hola! Decidí hacer esto, no se si lo voy a terminar jaja, bueno tal vez no a tiempo pero sí lo haré.
Yo ando bien puesta con el Egoshipping últimamente, hace unas semanas releí uno egopoke, que me dejó con ganas de que Misty si eligiera a Gary, y llegó esta oportunidad, así que deje que saliera, jajaja.

Espero les guste esta colección de drabbles, se hacen con amor.