No sé muy bien cuanto tiempo estuve pateando sin piedad este burlesco cesto de basura, pero cuando me detuve para tomar aire supe que no lo suficiente, así que di una última patada con todas mis fuerzas, provocando finalmente que la poca basura que tenía saliera disparada por todos lados mientras el cesto se golpeaba fuertemente contra la pared, rebotando lejos de mí.

El impulso de seguir me invadió con fuerza y avancé un paso hacia adelante, pero yo soy mejor que esto, así que, reteniendo mi impulso de idiotez, retrocedí unos cuantos pasos hacia atrás soltando gruñidos inentendibles que esperaba de alguna forma pudieran calmar todo lo que estaba sintiendo.

No lo hizo. Ni un poco.

-... Dime qué diantres es la ¨galería¨ y quien fue el genio al que se le ocurrió tamaña mierda, kusogame.

[Como puedes suponer por el título de este juego, esto está pensado para que, llegado a cierto punto, puedas hacer el delicioso, mojar el pan, expulsar tu jalea en esa dulce y sua-

-¿Por qué no solo dices sexo y ya está? Asumo que este juego de mierda es para mayores de 18 años, así que corta las expresiones figurativas.

[¿Figurativas?]

[... Empiezo a ver porque los niños te golpeaban de pequeño]

-Eso solo fue una vez. Y les di su merecido.

[Querrás decir que la maestra les dio su merecido luego de que lloraras en su vestido]

-Una victoria es una victoria.

Aunque sigo odiando con pasión a este sistema de mierda por demasiadas razones, por lo menos es una buena distracción que me ayuda a no pensar en toda las tonterías que deberé vivir con esas tres chicas de aquí en adelante... aunque no tendría que desviar la atención si para empezar este juego me dejara en paz.

-... Solo responde la pregunta, kusogame.

[Básicamente mi creador vio que la perversión tardaba demasiado en llegar, frustrando sexualmente a muchos adolescentes reprimidos. Él, como un alma compasiva, les dio el poder de ver a sus heroínas de formas... ¨inspiradoras¨ para alentarlos a no rendirse. Los alentaba a perseguir su pasión]

-... Si, estoy seguro de que esas imágenes buscan inspirar, pero no precisamente tu pasión.

[Detalles sin importancia]

Esa respuesta me hizo dar cuenta de que debía tomarme un pequeño descanso para tratar desesperadamente de no pensar en las aberraciones que podían estar frente a mis ojos si solo pienso las cosas incorrectas. Por más que mi parte de adolescente sano quiera echarles al menos un vistazo, al final mi orgullo como solitario es más importante.

[Si, tu orgullo gay]

Miré hacia la ventana, buscando alguna distracción que me sacara de mis monólogos internos, pero no encontré nada: ni siquiera una triste ave volando este cielo demasiado celeste para mi gusto. Eso me hizo arrugar el cejo y soltar un bufido infantil, pero no me importaba, ya que no había nadie aquí para juzgarme.

Giré hacia donde había venido, encontrando curioso que Miura y Yuigahama Yui no hayan venido por aquí a estas alturas. Digo, aunque puedo imaginarme a esa chica amable quedándose con la Puta de Hielo si estuvieran solo ellas dos, no puedo concebir que Yumiko Miura permita semejante ofensa a su pedantería.

Lo normal sería que ellas fueran a sus casas, a comprar ropa, ir a una cafetería o ver a esos tipos presumidos del club de fútbol soccer sudar como unos cerdos persiguiendo un jodido balón, pero por alguna razón eso no es así... y es extraño: porque mis cálculos cuando se trata de analizar a las personas no se han equivocado hasta ahora.

Hay una variante que no estoy considerando, ¿pero cuál? ¿Y esto tendrá una consecuencia negativa en mí?

No estoy seguro... pero, en caso de que esto venga a morderme el culo después, necesito planear mi siguiente curso de acción.

Ser el tipo malo (pero literal) no funcionó y parece que no funcionará al menos con ellas, así que necesito pensar en una nueva forma de alejarlas: una mucho más sutil que sean incapaces de darse cuenta.

Con esas dos chicas populares no será difícil. Ya hasta pensé en un par de supuestos planes para alejarlas.

El problema es Yukinoshita Yukino.

Ahora que conoce mis intenciones, estoy seguro de que estará analizando mis acciones con la misma intensidad y eficacia que la mía, tratando de arruinar mis planes por absurdos motivos egoístas que no tenían nada que ver conmigo. Con eso en el juego, necesito ser aún más inteligente que la chica más perfecta que he conocido.

Romperla con el poder de mis palabras como [MC] no funcionará a la larga. De hecho puede hacerla aún más paranoica y dedicarle un esfuerzo extra que yo no podré igualar teniendo que pensar también en cómo evitar seguir la historia que este juego quiere crear para mí.

Necesito pensar mucho mejor que mi yo actual. Debo volverme mejor que Yukinoshita Yukino si quiero tener una manera de superar esta mierda.

Y... sé de una forma.

-... Los puntos de habilidad.

{Estadísticas:

Inteligencia: 160

Habla: 10

Musculatura: 10

Aura: 30

Encanto: -2}

{Puntos de Habilidad: 1.132}

...

... Si uso todos mis puntos de habilidad, podré aumentar mi inteligencia entre seis y siete puntos. No estoy seguro de si ese aumento es ínfimo, pero si de alguna manera esta diferencia es lo suficientemente grande como para valer la pena, entonces es mi única oportunidad de enfrentarme al sistema y al menos tiempo reírme de él por usar sus poderes en su contra.

Solo hay ventajas en eso... PERO...

-Si lo hago... entonces habré perdido en algo mucho más importante.

No tiene caso ganar esta guerra si ni siquiera tengo unos valores férreos que defender: sería un esfuerzo inútil porque al final estaré demostrando que por mí mismo no puedo cambiar nada y que debo recurrir a las mismas cosas que desprecio para seguir adelante.

Me convertiré en lo que más odio...

Miré fijamente los puntos que tenía y juro que podía escuchar como esos malditos números se burlaban de mí. Se burlaban de mi debilidad por siquiera atreverme a considerarlo luego de todo el discurso que solté y que el solo hecho de estar dudando demuestra que no soy el ser perfecto que creí.

Me están demostrando que todavía no he alcanzado o cambiado nada.

-... Khn. ¡MALDICIÓN!

Al final, tomé la mejor decisión y cerré el panel de control por instinto, sintiéndome aliviado cuando ya no tenía el peso de esos números mirándome como si fuera una cucaracha que se arrastra inútilmente por un camino que ni siquiera cree de verdad.

No es así.

No debo ceder nunca.

[... Eres demasiado terco. Por eso no gustas a las personas]

-Dijo la máquina sin emociones sobre los sentimientos humanos.

[Eso es racismo... ¿O es ¨robotcismo¨?]

-Eso suena más como un fetiche muy raro. Y asqueroso.

[Eso no es verdad. Tú no sabes nada sobre como nos sentimos nosotros]

-Hablo el aparato que hace veinte años seguro era un Nokia.

[Eso no es verdad... Era un Motorola]

-Al igual que todos los negros de áfrica, son lo mismo.

[Deja de discriminarme]

-No.

Ignorando el obvio intento de molestarme por parte de este kusoge creado por probablemente el ser humano más hijo de puta del jodido omniverso, bajé mis ojos hacia todo el desastre que había dejado en mi momento de furia desenfrenada, seguramente provocando la ira de cualquier conserje.

Sinceramente tenía el fuerte deseo de dejar todo esto así para que alguien lo vea, se enfurezca y sienta aunque sea un poco de todo el dolor por el que estoy pasando. Y es algo que haría en circunstancias normales... si no fuera por el pequeño detalle de ver una carta que estaba escrita para una persona con nombre femenino en cursiva.

Ver ese sello que bloqueaba el contenido en forma de una rosa roja me hizo... recordar el pasado.

Recuerdo que... una vez me pasó algo similar. Y no fue bonito.

Cuando ese abusador de manual tiró el cesto de basura por cosas estúpidas y vio mi carta, fui el hazmerreir durante todo el primer año de secundaria por mis compañeros de clase hasta que en el siguiente entré en una clase en la que no estaban ninguno de mis antiguos compañeros.

Había logrado, milagrosamente, conseguir un reinicio debido a que hasta ese momento mi infamia solo era conocida entre pequeños sectores.

Esto... puede volver a repetirse, supongo.

Aunque sin duda el tipo se lo merece por querer ser un raijuu de mierda con ¨una novia¨... creo que esto es demasiado.

Contra todo el buen gusto, me agaché hasta estar de cuclillas, agarrando la carta cuyo olor, a pesar de ser contaminado, aún podía ser captado por un leve pero existente perfume demasiado fuerte para mi gusto.

La puse frente a mi nariz y solté una pequeña carcajada que duró un segundo.

-Eres un idiota, ¿sabes? Creíste por un segundo que esa chica correspondería tu amor a pesar de que seguramente ella está fuera de tu liga, ¿verdad? Estoy seguro de que en estos momentos ella debe estar asqueada de ti, pensando en cómo hacer para no verte nunca más.

La apreté con un poco más de fuerza, arruguándola ligeramente.

-Te hace falta sufrimiento. Te hace falta darte cuenta de que sub-humanos como nosotros no tenemos el derecho de ser amados por los demás. Estoy seguro de que si te vuelves un chiste andante para los demás, podrás ver la luz... sin embargo...

Sonreí con asquerosa complicidad ante este objeto inanimado que representa demasiado a mi yo del pasado que me convirtió en lo que soy ahora. Sin duda me estoy viendo horrible y si alguien más estuviera aquí no dudo que hasta llegara a vomitar.

-No necesitamos a otro como yo. El cupo está lleno, imbécil, así que más te vale mejorarte a ti mismo para no sufrir esto de nuevo. Trata de disfrutar de una juventud medianamente no equivocada.

Con la misma sonrisa cómplice en mi cara, lentamente puso ambas manos en la carta y las dejé ahí unos segundos para saborear el momento como se debe. Luego, feliz de hacer la buena acción de la vida, comencé a despedazar la carta en varios pedazos, matando cualquier clase de consecuencia negativa que le pudiera llegar a ese pobre diablo sin nombre.

Sé que esto se habría arreglado solo llevar esta carta lo suficientemente lejos de la escuela para tirarla en algún lado aislado, pero esto era mucho más simbólico, más divertido... y ese conserje de verdad debe conocer el dolor. Así estaremos unidos.

Luego de separarla en unos diez pedazos al menos, tiré los restos de una juventud desperdiciada claramente idiota al piso, juntándose con la demás basura sin valor, quedando una imagen bastante bonita que se asemeja bastante a la realidad del romance adolescente para los seres incomprendidos llamados cruelmente ¨solitarios¨.

Satisfecho con observar mi creación unos segundos para sentir el momento, finalmente me levanté, ansioso por largarme de aquí antes de que llegaran esas chicas básicas, algún profesor con fuertes ganas de desquitarse con alguien para hacer su día un poco menos miserable o el jodido conserje.

Con rapidez me giré para seguir avanzando en la dirección por la que NO estaban ese trío de chicas... encontrando unos ojos celestes que me estaban mirando fijamente.

Que miedo.

-...

No dijo palabra alguna. Tan solo fue bajando con lentitud hasta ver con sus ojos todo el desastre que había provocado siguiendo mis puros deseos, lo que sería una mala señal si no fuera por ese tono tan apático suyo que me dio la esperanza de escapar de esto solo jugando bien mis cartas.

-... No vi-

-Esa carta... la rompiste...

Esa pregunta me desconcertó un momento, pero enseguida me recuperé, tratando de mirar detrás suyo y a sus lados para comprobar si tenía alguna posibilidad de escape.

-... Supongo. No creo que nadie llore por eso. El pobre diablo me debe incluso un favor.

El cielo aún mantenía ese vibrante tono celeste, pero la luz del sol, en cambio, comenzaba a ser cada vez menor, algo obvio considerando que ya perdí un buen tiempo estando conviviendo con esas tres perras, pero que incluso así me agría bastante el humor.

-... No entiendo. Por favor explícate.

¿Eh?... Ah, ¿sigue aquí? Dios, que molestia.

A pesar de mi frustración interna, decidí enfocarme en esta chica de aspecto peligroso pero a la vez carente de esa sensación de peligro debido a su falta de energía en... bueno... todo.

-Aunque la posibilidad era pequeña, es posible que esta carta fuera leída por una mala persona que esparciría la verguenza si ese tipo fue lo bastante tonto para firmar con su nombre... lo que explicaría el perfume.

Creyendo que todo estaba más o menos bien entre nosotros, traté de dirigirme a la escalera, pero un brazo extendido me bloqueó el camino, haciendo que mirara nuevamente a esos ojos celestes que de repente cobraron una emoción: una muy peligrosa si se debe aclarar.

Pese a que quería bajar la mirada, al final mi orgullo como solitario al que nada le afecta fue más fuerte y terminé devolviendo el ataque con toda mi fuerza, lo que provocó que ella aumentara la intensidad, matando casi todo rastro de ese valor que acababa de reunir.

Aún así, por el bien de las apariencias, cambié mi posición por una más firme mientras bajaba los brazos al mismo tiempo en que levantaba la mandíbula para acentuar seguridad porque twitter logic.

-Eso no tiene sentido. Te estás basando solo en posibles que ni siquiera puedes comprobar. ¿No te parece que eres muy arrogante al asumir tantas cosas sin considerar que puedes estar errado?

Su tono con el correr de las palabras empezó a ser más efusivo, como si este asunto sin importancia de alguna manera le tocase la moral directamente. Yo, como un ser humano superior, no caí ante esta presión y traté de contestar lo más coherente que podía ser teniendo a una chica linda pero abusiva mirándome con desprecio.

-Admito que pude asumir algunas cosas basadas en experiencias personales pero... ¿no es mejor asegurarse por si las dudas? Además, por muy idiota que seguramente sea ese tipo, merece alguien que comprenda sus mierdas, ¿no? ¿O acaso me estás diciendo que tú empatizas con él?

Eso fue un ataque fácil, pero muy efectivo. Porque esta chica, a pesar de que no es una a la que muchos puedan acercarse, obviamente recibió la adulación del sexo opuesto, al menos de forma ocasional: y si lo que Komachi dijo es verdad, entonces por norma general esto no les suele gustar a las mujeres a menos que sean muy egocéntricas o ansiosas de validación.

Esta chica de ojos y cabello celestes afiló su mirada, tratando de intimidarme, sin éxito aparente, pues yo ya sabía en ese instante que había ganado. Por eso mantuve el duelo de miradas con suficiencia, feliz de que a los pocos segundos ella viera cuan inútil era mantener eso, bajando su brazo en el proceso.

-Es frustrante, pero tienes buenas intenciones y esto no afecta a nadie, así que no tengo derecho de cuestionarte.

Su voz volvió a ser plana, algo que seguramente forma parte de esa máscara que muestra al mundo. No me puedo imaginar que una chica tan linda como ella sea realmente indiferente o seria: no forma parte del personaje que proyecta al mundo con esa belleza. Simplemente no es correcto.

Le dediqué una sonrisa que trataba de ser una extraña mezcla entre pedantería y gratitud que ella ni siquiera se molestó en ver, teniendo sus ojos cerrados, como si estuviera meditando sobre algo.

Viendo que ahora tengo camino libre, decidí comenzar a caminar hacia la salida de esta institución del demonio, rogando por no encontrarme con cierta profesora amante de la cultura otaku.

-¿Vas a algún lado, Hikigaya?

-Solo voy a casa, Hiratsuuuuuuuuuu...

Estaba justo en frente y a poco centímetros de Hiratsuka-sensei, quien había aparecido de repente cuando estaba girándome hacia las escaleras, bloqueando mi zona de escape. Ella estaba sonriendo, pero no llegaba a sus ojos, viendo al bajar ligeramente la mirada como sus puños estaban temblando furiosamente.

Mantuvimos este concurso por un tiempo inusualmente largo antes de que sintiera una fuerza peligrosa pasar al lado de mí, seguido de tener parte de mi vista bloqueada por una cabellera celeste que se alejaba a un ritmo lento pero muy genial.

Esa fue la señal para que sensei dejase de buscar atormentarme y mirase hacia ella con un rostro alegre que se sentía asquerosamente falso.

-Hikigaya podrá ser una mala hierba, pero tiene algo de razón. Por favor sé más considerada con los sentimientos de los demás, Kawasaki.

¿Kawasaki?... Espera, ¿acaso ese no es el nombre que estaba en la carta?

-... Trataré.

No molestándose en mirarla y ni siquiera en detener su andar, dijo esas palabras al aire con un vacío tal que casi parecía una forma de burlarse de ella. Pero, nuevamente, probablemente esta sea parte de la máscara que quiere mantener al mundo para no ser constantemente acosado debido a su aspecto físico.

No hay manera de que alguien pueda tratar con tanta falta de respeto a Hiratsuka-sensei.

¡Ese es MI trabajo!

Viendo que ella parece ser una pieza que no se moverá más en este tablero, decidí enfocarme más en Hiratsuka-sensei: para ser más exactos, en tratar de estimar qué tan rápido puede correr con esos tacones mientras trato de recordar qué había más allá de la sala de cocina.

De repente dejé escuchar pasos moviéndose de forma brusca, provocando que inconscientemente mirara hacia donde se había ido esa chica con aires de bravucona, encontrando unos ojos celestes que me estaban mirando fijamente, haciéndome temblar un poco más de la cuenta.

Nos quedamos así un par de segundos y entonces ella los cerró.

-¿Quién eres?

Una pregunta inocente en un momento que no lo es tanto. Por eso me enfoqué en Hiratsuka-sensei para comprobar si esto no era una estratagema para golpearme de sorpresa que planearon usando esos extraños poderes de mujer que tanto terror me causan.

Pero no. Ella me devolvió la mirada a la misma distancia que la última, solo que... no se veía tan furiosa como antes.

Regresé a mirar a esa chica de pelo celeste, encontrando sus ojos con aires de expectación, esperando mi respuesta.

No viendo nada de malo en darle el gusto luego de pensar en las consecuencias, decidí contentarla.

-... Hikigaya Hachiman. Clase 2F.

El decir el nombre de mi clase fue una tontería que sin querer solté, pero incluso si eso fue ridículo, ella no dijo nada al respecto. Tan solo mantuvo este duelo de miradas libre de toda mala intención antes de cerrarlos para acto seguido mirarme de nuevo... esta vez de forma mucho más suave.

-... Eres un buen tipo. Aunque bastante raro.

-... ¿Gracias, supongo?

Sus ojos se volvieron aún más suaves, siendo esos dos orbes del color de cielo diurno todo lo que podía ver debido a los hombros algo gruesos de Hiratsuka-sensei, quien se mantuvo inusualmente callada y no movible al respecto.

-A pesar de que no lo conocías, fuiste más considerado de lo que yo fui. Por eso... gracias.

Me quedé confundido ante esta actitud tan brusca de su yo inicial, pero cuando empezó a marcharse esta vez sin detenerse, supe que mis preguntas nunca tendrían respuesta. Supe que cualquier interacción que pudiera tener con esta tal ¨Kawasaki¨ ya no podría ser.

...

...

[¡JA! ¡Y yo voy y me lo creo!]

¡OH POR FAVOR N-

[Ruta de Kawasaki Saki desbloqueada: [Camarada en noches frías] ahora está disponible]

[Fetiche: Prostitución]

...

...

...

... Disculpa, ¿pero qué fetiche dijiste?

[Prostitución]

...

... Eso no es genial.

[Aaah~, ¡eres una nena! ¡Una nena cobarde que no se excita con nada!]

[¿Acaso debo darte las lolis? ¡¿Quieres las lolis?!]

¡NADIE QUIERE A LAS LOLIS!

[¡TODO EL MUNDO QUIERE A LAS LOLIS!]

¡¿Estás loco?! ¡¿Qué clase de enfermo se excitaría con el cuerpo de una niña?! ¡Soy una persona normal con gustos normales, sistema cochino degenerado!

[...]

[¿Oppai Lolis entonces?]

Dime que es una broma.

[...]

[...]

[... ¿Es una broma?]

¿A qué viene esa larga pausa? Además, ¿acaso lo preguntaste?

[...]

[...]

[¿Prefieres Milfs?]

JÓDETE.

JÓDANSE TODOS LOS OTAKUS VIRGENES DEL MUNDO.

¡ACABARÉ CON TODA SU MALDITA RA-¡¿Por qué demonios estoy en un cuarto blanco?!

[Estamos en el centro de la convergencia. En el génesis del mundo en el que puedes elegir todos los caminos disponibles en tu pequeño lapso de tiempo atrapado en este mundo terrenal]

...

...

El Menú, ¿verdad?

[Si, el Menú... aguafiestas]

Tratando de no seguir prestando más atención de la debida a este sistema de juego seriamente defectuoso y buscando calmar todas las emociones intensas que me había hecho sentir este kusogame en pocos segundos, me concentré más en mirar las grandes letras que parecían cubrir hasta donde alcanzaba la mirada, pero que extrañamente podía leer como si estuviera justo frente a mí en tamaño libro.

Nuevamente, el título de ¨Oregairu: El Eroge¨ volvía a aparecer, esta vez de forma mucho más... asquerosa: no había otra forma en que pudiera ser con esos corazones antes de la primera letra y después de la última letra junto a ese subrayado que me recordaba porque odiaba Barbie con toda mi alma.

Ahora que tenía tiempo y ganas de pensar en el nombre de este chiste de simulador, no pude evitar estar confundido.

-¿Oregairu?... ¿¨Estoy aquí¨? ¿Qué se supone que significa eso?

Por norma general los juegos de este estilo suelen tener nombres bastante genéricos, sin importar cuan largos o cortos sean. De hecho, cuanto más fetichista suene el título, es más probable que logren convencer al morador de sótano que se paga estos juegos de mierda con el dinero de sus padres.

¿Pero Oregairu? Ese es un nombre de producto que se toma medianamente en serio, cosa que esta cosa evidentemente no es. Además, las palabras, aunque pueden sonar bien si se quiere conseguir un efecto de pretenciosidad barata, no son aptas para esta clase de juegos. Es demasiado vago para un juego de este tipo.

Pero bueno, aunque sería divertido pensar de qué forma rebuscada esto se relaciona con la prostitución o el netorare, estoy más interesado en tratar de descifrar qué mierda quieren decir las ¨opciones¨ de este menú de selección.

[Seguir sin estar ahí]

[Llegar ahí]

[Abandonar a quien está ahí]

-¿Qué mierda pretenciosa es esta, kusogame? ¿Qué busca decir tu creador, quien parece ser un entusiasta de romperte las pelotas pensando en cosas que seguramente sean inútiles?

... No hubo cuadro de texto.

Nunca me había pasado. Siempre que yo preguntaba algo, el juego me respondía, incluso si era en tono sarcástico.

-... Te hice una pregunta, kusogame.

[...]

[&$&($/($/#&(#/)%#]

¿Qué mierda?

[O/($/%/#&((#%/AN]

Todo estaba igual que siempre.

El escenario seguía teniendo el mismo tono de blanco y el menú no tenía ningún cambio aparente, teniendo todavía la extraña flecha de selección (pero literal) seleccionando la primera opción. Yo, por supuesto, también me sentía igual, no teniendo dolores de cabeza o sintiendo como si algo me estuviera poseyendo.

Pero aún así...

[ON&%/!$&(/#!%/)%/CHA%&/]

No entiendo por qué, pero...

[O#&/(#&NI#&/(#&$/A#/(]

Siento como si...

[¡ONII-CHAN!]

... me estuviera olvidando de algo muy importante.

Algo que no debí haber olvidad-... o...

-¿Hm? ¿Qué ocurre, Hikigaya? ¿Por qué tienes la cabeza en las nubes?

De un segundo a otro, todo el mundo a mi alrededor tomó la misma forma que tenía antes de... antes de... ¿de qué?

No recuerdo.

Sacudiendo mi cabeza de esa extraña pero molesta sensación de mi cabeza, me concentré en no olvidar que estoy frente a una maestra que no titubea a la hora de darme castigo físico por cuestiones absurdas pero peligrosas para mi estómago.

La profesora en cuestión me miraba con confusión, pero también con leve preocupación, estando a pocos pasos de mí en comparación con el momento en que estaba hablando con la tal Kawasaki. A pesar de que una sensación de peligro me envolvió en el instante en que la noté cerca, traté de controlar mi impulso de idiotez y asentí en señal de acuerdo.

-Si. Yo... bueno, me quedé pensando un poco en todo lo que he vivido últimamente.

Una verdad a medias, pero no una mentira: y como no era una mentira, entonces era mucho más fácil ocultar el resto de la verdad.

-¿Eeh~?... Cuéntame más.

Esa sonrisa maliciosa me descolocó bastante, haciendo que involuntariamente retrocediera un par de pasos hacia atrás, provocando que sensei avanzara unos tres en señal de protesta, teniendo en alto esa cara de pocos amantes.

-¿A qué se refiere exactamente, sensei?

La pregunta en sí es estúpida, pero es lo que pasa cuando tengo una maestra joven bastante hermosa mirándome a los ojos sin sentirse asqueada: es natural que los jóvenes impresionables cometan estupideces.

-Ya sabes lo que quiero, Hikigaya~

No lo sé. Y por favor no diga mi nombre así. No es tan asqueroso como debería ser.

-... Quiero un adulto.

-Soy un adulto.

-Uno de verdad.

¡PAAAM!

De acuerdo... ese me lo merecía. No importa cuanto me esté quejando del dolor con gruñidos inentendibles, al final creo que me merezco un castigo físico luego de haber estado siendo un auténtico hijo de puta con personas que, aunque básicas, siguen siendo gente a la que estoy pisoteando por mis deseos egoistas.

Este es una pequeña retribución que estoy dispuesto a pagar si con esto puedo volver a seguir planeando como alejar a esas chicas, lo quieran o no. Es la excusa que voy a usar ante mi mismo para hacer borrón y cuenta nueva.

-... ¿Que ocurrió con ellas, Hikigaya? Tienes una cara más horripilante de lo usual.

-¿Eh?

Las palabras de Hiratsuka-sensei dichas con una seriedad que constrataba todo lo que conocía de ella hasta ahora me hicieron dar cuenta de que en algún punto de mis pensamientos estaba mirándola a los ojos, aún arrodillado luego de esa violación a los derechos humanos que sufrió mi estómago.

No tenía idea de qué cara estaba poniendo, pero si incluso una maestra es incapaz de ocultar su rechazo, supongo que debe ser más horrible de lo usual: ese pensamiento me hizo soltar sin querer una carcajada al sentir esta situación como una repetición de una anécdota que me ocurrió en el pasado con una maestra igual de hermosa.

Sobra decir que mi tontería terminó haciendo que ella me odie y que en mi último día en la secundaria ella me confesara lo feliz que estaba de nunca más volverme a ver, diciéndome de paso que nunca conseguiría una novia por como actuaba hasta ese entonces.

Por supuesto que ella tenía razón en todo, pero... mi yo de ese entonces no fue capaz de ver la verdad y terminó llorando en su casa.

Qué patético. Daba mucho asco en ese entonc-

-La sigues haciendo, Hikigaya. De hecho ahora es peor.

Finalmente parece que llegó a una especie de aceptación con el hecho de que era un ser asqueroso y su desprecio por mi físico finalmente desapareció, reemplazado por la cara de una sensei bastante comprensiva.

Por supuesto que eso solo era una máscara, pero no hay nada de malo en seguirle el juego.

-... Tiene razón. Soy asqueroso.

Por eso siempre fui despreciado en el pasado.

Por eso me quedé y quedaré solo, incluso en mis últimos nunca conociendo el verdadero afecto de los demás fuera de una familia que aprendió a tolerarme con el tiempo al estar obligados a ello.

-... Tch. De verdad necesitas ayuda.

-Hmph. Puede seeeeeeer!

No pudiendo darme cuenta a tiempo, sentí el repentino terror de ser agarrado cruelmente por mis hombros que rápidamente fueron empujados hacia arriba por una Hiratsuka-sensei que se había puesto a la misma altura baja que yo a tal velocidad que casi pareciera que se teletransportó.

Estando aún sorprendido, no pude hacer nada cuando ella creyó que era una buena idea sacudir mi ropa, como si tratara de quitarme alguna clase de suciedad que claramente no existe: todo adornado con una sonrisa maternal que me hace imposible sentirme excitado, viendo en ella ahora una versión más ¨en onda¨ de mi madre.

... Dios, que sucio me siento.

-Listo. Ahora estás bien. Estás como nuevo y ya no tienes esa cara depresiva en tu cara.

¿Depresiva? ¿Que no era asquerosa?

Antes de que pudiera abordarlas con mis preguntas, su expresión se transformó en una de seriedad demasiado, valga la redundancia, seria considerado todo lo que me había estado mostrando hasta, haciéndome imposible tomarla en serio y dedicándole solo una expresión inquisitiva que a ella no pareció hacerle mucha gracia, pero aún así no dijo nada al respecto.

Escuchando a los pájaros piar en la lejanía y al sol teniendo una extraña iluminación que hacía ver a estos pasillos mucho mejores de lo que en realidad, toda esta escena es tan dolorosamente perfecta que, por más que no quiera, me generaba rechazo, sintiendo como eso provocó que mi cejo se frunciera.

Pero eso inmediatamente desapareció cuando noté algo mal en esta situación. Algo que me estaba comenzando a poner nervioso.

-... ¿Qué ocurre, sensei? ¿Por qué me está mirando tanto?

Sus ojos estaban fijos en los míos, siguiéndome con la mirada a pesar de que trata de desviarlos ligeramente hacia los costados. Y aunque eso ya de por si es preocupante, lo que de verdad me incomodaba era el sentimiento que me quería transmitir con ellos. Era uno que, siendo sincero... despreciaba con toda mi alma.

Odio la compasión.

-Hikigaya... No voy a preguntar qué pasó para que te pusieras a patear el cesto de basura como un lunático y luego quedarte en silencio como si estuvieras poseído por tus pensamientos. Sé que no me lo quieres decir y entiendo que los chicos de su edad necesitan no sentirse presionados.

... ¿Qué está pasando? ¿Acaso sensei está... está hablando como una adulta? ¿Y encima una responsable?

A pesar de estos pensamientos groseros sobre ella que de verdad quería decir con mis labios... ver esos ojos me impidió arruinar el momento con mi humor ácido. En su lugar, a pesar de que odiara cada segundo de esto, decidí que lo mejor aquí era fingir que esto me importaba por el bien de las apariencias y luego tratar de olvidar esto de cualquier forma posible.

Tragando cloro si hace falta.

-... Gracias, supongo.

Mi respuesta desganada generó en ella una sonrisa maternal que, de nuevo, me generaban sentimientos de asco gracias al enfoque que esta mierda de simulador quiere que tome con ella.

Dejé de pensar en las horribles pesadillas que se me venían a la mente cuando sentí como las manos de sensei finalmente me liberaron, sintiendo una sensación de libertad que quería con desesperación, algo que no me molesté en ocultar, soltando un suspiro satisfecho que intenté hacer lo más ruidoso posible.

Eso, contrario a lo que esperaba, hizo que ella se riese levemente, con las yemas de sus dedos totalmente extendidos tapando su boca, dando una imagen demasiado difícil de procesar para mi cerebro lleno de ideas sobre cómo puedo cortarme lo que tengo colgado entre las piernas de la forma menos dolorosa posible.

-Incluso aunque no sepa qué pasó exactamente, basándome en las personalidades de ambos, supongo que las cosas no terminaron bien entre ustedes, ¿verdad? ¿Qué ocurrió entre Yukinoshita y tú?

Esa pregunta es una que no me esperaba y al mismo tiempo me sentía estúpido por no esperarla. Es obvio que Hiratsuka-sensei, a pesar de lo que pueda decir su actitud la mayor parte del tiempo, es un adulto con aparente mucha experiencia en esto de lidiar con ¨niños problemáticos¨.

La miré con detenimiento, tratando de buscar alguna mala intención en su pregunta, pero lo único que pude apreciar de diferente fue la ligera confusión que tenía, seguramente porque la estaba mirando mucho más de lo debido. Con eso en mente, bajé ligeramente mis ojos hacia el suelo y pensé qué debía decir ahora.

Es obvio que no puedo contarle lo que pasó. No solo porque no quiero, sino tambíén porque, si Hiratsuka-sensei no está conforme con el resultado, puede empezar a frecuentar más el Club de Servicio con la excusa de asegurarse de que no nos matemos, lo que obviamente aumentará más mi tiempo al lado de ella.

Eso puede llevar a mas diálogos, que llevan a más puntos de afecto, que me llevan a una migraña y terminar el ciclo matando a un puto gordo que se la pasa viendo chetos y comiendo hentai.

Como contar las cosas no es una opción, está la opción opuesta: la de huir como un cobarde que no quiere cuestionar su sexualidad leyendo a los Jojos. Y aunque esa es la que quiero tomar con todo mi corazón, tampoco es factible.

Hiratsuka-sensei, incluso si me deja ir sin darle lo que quiere, es lo bastante metiche y capaz de investigar por su propia cuenta lo que pasó hasta encontrar la verdad, haciendo que me vea obligado a correr el riesgo de enamorarla... Y claro, también puedo ganarme un golpe de ella por no revelar la verdad si esto la enoja.

Por supuesto que todo lo que estoy diciendo se basa en mis propios sesgos que empañan una visión objetiva de las cosas, pero por ahora es todo lo que tengo. Cuando descubra como ser Dios o el que da las noticias en el Canal 6 es que cambiaré mis métodos.

Ya formando en mi cabeza lo que iba a decir, finalmente levanté la vista hacia los ojos de Hiratsuka-sensei para salir de aquí y...

Y...

... Y me vio con esos ojos de desaprobación.

-... Est-

-Así que tú también haces eso de analizar demasiado y con tanto odio, ¿eh?...

Su expresión ahora era de... tristeza.

-... Sensei, ¿q-

-Hikigaya, estás castigado.

-¿Eh?

Su expresión ahora era, extrañamente, determinada al mismo nivel que esos protagonistas de manga shonen que quedan MUY MAL en el mundo real: algo que a ella no parece quedarle muy en claro.

Además, ¿castigado? ¿Me estás castigando y lo dices como si fueras mi madre, sensei?

¿A qué estás jugando?

-Hm~. Y tengo el castigo perfecto para ti.


Apenas pise un pie fuera de la escuela, sintiendo todo el calor que recibía todo el patio de esta institución, la voluntad de caminar abandonó mi ser, transformando mi rostro en una amalgama de malos deseos al projimo y a todo lo que representa.

Sobu era una escuela que concentraba toda su habilidad deportiva en una gran zona de tierra despreciada por todos los docentes en este establecimiento de porquería porque no les quedaba presupuesto para expandir el terreno, así que tuvieron que ingeniarselas.

Por eso mas con el bonus de en un futuro joderme las pelotas de playa pichándolas con el negro y viril pez espada del director, quien seguramente metió mano en todo esto, es que el club de rugby, atletismo, beisbol y fútbol comparten una gran concentración de tierra muerta: porque esto de destacar en deportes importa bien poco aquí.

Pero a pesar de que los maestros no tienen interés y que no haya futuro aquí para un entusiasta del deporte, esta gran zona es concurrida por una sencilla razón.

-¡Aaah~! ¡Kyoya-kun es tan sexy~!

-Si, es lindo, pero Tohno-senpai es mucho mejor. Es grande, pero no musculoso. ¡Quisiera ser abrazada por esos brazos!

-¿En serio? Y-Yo pienso que Yamamoto-kun es lindo. D-Digo, él parece esforzarse mucho.

-¿Eeeh~? Así que te gustan los menores, ¿eh, Hiyori?

-¡N-N-No lo digas así!

Por supuesto que toda esa conversación sin contenido murió en el instante en que hice acto de presencia, matando todo el buen ambiente que tenían estas chicas a costa de cosificar al club de rugby. Y claramente eso me importó una mierda, devolviendo esa cara de asco por a la milesíma potencia.

En serio no quería lidiar con esto, pero...

-Avanza, Hikigaya.

Aún a pesar de toda esa mierda, me vi forzado a seguir adelante cuando esos ojos peligrosos perforaron mi nuca, obligándome a avanzar aunque no quiera. Y aunque nunca vi los ojos ni a la persona que los tenía, estoy seguro de que Hiratsuka-sensei está sonriendo de forma muy asquerosa.

Pero no al nivel que emana mi sola presencia. Solo estar en un radio de veinte metros ya generó expresiones de asco en ese grupo de chicas que estaban observando a los chicos del club de atletismo, quienes estuvieron ignorante a todo el desprecio perturbador que estaba recibiendo una persona por existir.

Por más que haya un miembro del club justo al lado de esa chica de lentes con grandes pechos que parece tener unas inmensas de lanzarme la pelota con la que estaba jugando ese chico sin ningún futuro brillante como esa sonrisa de menso te quiere hacer creer, no se dio cuenta de nada. Ni siquiera mirando a esa chica lo notó.

Esta sin duda es una mierda rara del sistema. Y ya puedo pensar más o menos qué lo está provocando... aunque aún así hay cosas que no entiendo porque esta cosa no se molesta en explicarse bien,

Puto género Simulador de Citas. Por eso los de Plataformas son mejores.

Dejando estos desvarios sin sentido y el odio de lado, me acerqué cada vez más a mi destino, asegurándome de que se vea cuanto odio yo también estar aquí. Pero aunque siento que el desprecio por toda esta idea es bastante poderosa, aún así encontré un digno adversario en esa chica adorable que rápidamente ocultó su desprecio debajo de una máscara de indiferencia.

No me engañas, zorra.

Cuando vi con sumo detalle a todas esas chicas sentadas en las bancas colosales que ni siquiera podían llegar a cubrir media cancha, supe que esto era lo máximo que iba a avanzar, así que me posicioné en el extremo izquierdo de la cancha de fútbol, observando como estos tipos practicaban con esmero a pesar de que no conseguirían nada.

Sintiendo unos ojos peligrosos darme caza, me giré hacia arriba de las bancas de varios escalones, viendo los ojos de esa zorra que eran demasiado peligrosos.

Dándole una mirada un poco más larga de lo que debía por cuestiones que ni siquiera yo entiendo, finalmente decidí que tuve suficiente de esta mierda.

Estando a una buena distancia del grupo de chicas que hasta hace bien poco estaban presenciando el partido de práctica de nuestro adorable equipo de fútbol soccer, observe qué tan lamentable iban a desempeñarse los novatos.

Adorable porque aunque nunca han ganado nada, aún así lo siguen intentando, creyendo que su querido capitán los llevará a la victoria.

Ilusos.

Decidí concentrarme mejor en el partido que se veía mucho más interesante y con más contenido que todas estas chicas combinadas.

Particularmente también para ignorar como una pelota de tenis rozó ligeramente mi oreja, poniéndome los pelos de punta ligeramente, pero no lo suficiente como para romper mi fachada de indiferencia.

Solo fingí que esa pelota de tenis metiéndose en la zona de juego no existía.

Satisfecho con comprobar nuevamente que yo tengo razón sobre los sentimientos del sexo opuesto, observé con relativo interés como el querido don perfecto de la clase avanzaba con velocidad hacia la portería, asustando como un campeón a ese pobre chico que se ve como todo un novato.

Hayama lanzó la pelota que el portero pudo detener a duras penas, pero provocando que rebotara con sus palmas, escapándose de su poder, cosa que Hayama vio como una oportunidad de abandonar toda caballería y correr hacia ella como un desquiciado.

El tipo de verdad se ve frustrado por alguna razón.

Que raro... pero divertido.

El portero, desesperado por impedir una anotación pero no tanto de sufrir la embestida de nuestro querido príncipe, se levanta, toma carrera y lanza la pelota hacia un costado de una patada inmensa.

Y así la pelota salió del campo, pareciendo que iba a perderse en la lejanía... pero... ¿hizo una curva?

Empezó a caer y...

Y...

¿Y se estaba dirigiendo a mí?

[¡LA PRIMERA BATALLA ACABA DE EMPEZAR! ¡LUCHA POR LA VICTORIA!]

[¡Hunde a tu rival en la miseria!]

... ¿Qué?

Espera un momento... ¿acaso debo... atraparla?

[SI. Es el requisito que debes cumplir para activar el enfrentamiento]

[¡Buena suerte!]

...

Oh... Ya veo...

...

¡!

¡CANCELA! ¡CANCELA ESTO HE DICHO!

[¡Tu rey te lo ordena!]

¡POR ESO FUISTE DERROCADO, VIEJO SENIL!

¡MIERDA!

¡MIERDA!

¿QUÉ HAGO?

... ¡!

-Por favor funciona...

Contra todo el sentido común que me daba mi brillante cerebro, extendí ambas manos hacia el cielo, juntándolas lo más firme que podía mientras bajaba la cara hasta el suelo con los ojos cerrados, esperando que, si esto llegaba a salir mal, por lo menos generara un dolor rápido.

Escuché gritos en la lejanía, todos del equipo de fútbol, quienes eran los únicos que se preocupaban al menos un poco por mi triste existencia.

¡PAAAAM!

Un sonido estridente vino después acompañado de un dolor agónico en las palmas, finalizando el trío con la sensación de un objeto duro apoyándose en mis extremidades superiores como si lo mereciera.

Luego... nada más.

-... ¿Hm? ¿No estoy muerto?

Temeroso de lo que me fuera encontrar, abrí levemente un parpado mientras apuntaba mi cabeza hacia arriba, viendo al comienzo mis palmas extendidas que, ahora pudiendo apreciarlas mejor, estaban en una pose jodidamente estúpida.

Desesperado por limpiar un poco de mi imagen empañada, bajé las manos, no soltando ese objeto casi tan duro como mis pelotas de playa luego de que Yukinoshita me la frotara fuertemente... la moral, por supuesto.

Teniendo el objeto a la altura de mi estómago y a una buena distancia, vi que era la mismo pelota que ese cobarde había lanzado lo más lejos posible para no tener que lidiar con un príncipe seriamente frustrado con algo.

Observé esto como si no fuera real y tan solo estuviera presenciando mi imaginación queriendo alejarme aún más del concepto patético que tengo de mí mismo. Y sinceramente, la idea de que esto fuera una fantasía que estoy teniendo porque me encuentro desmayado en el suelo como una cucaracha es mucho más factible que esto.

-¡Oi, ¿estás bien?!

Reconociendo esa molesta voz donde fuera, mi humor pasó de sorprendido a asqueado, girándome forzosamente hacia esa voz cuando volvió a gritar con ese acento suyo tan molesto.

No prestando atención a las chicas que odian mis entrañas sin razón por el bien de mi cordura, me concentré, por mucho que no quisiera, en el tipo ruidoso de pelo anaranjada claramente teñido que se acercaba corriendo hacia mí luego de saltar de esa banca medianamente alta como un idiota.

No es un alivio que no se haya roto la nariz en la caída.

-Tch.

-¡OI, TE ESTOY HABLANDO!

Genial. Ahora no solo grita más fuerte, sino que intenta llamar mi atención agitando sus brazos lo más alto posible como un auténtico retrasado mental.

¿Será esto un saludo tribal de su sub-especie?

-¡Lo siento lo siento lo siento! ¡Fue mi culpa! ¡Tenía miedo! ¡Por favor perdóname, Hayama-senpai!

-... No. No te preocupes.

Esa charla entre idiotas llamó un poco mi atención, haciendo que sin querer me gire hacia ellos para observar qué caras estaban haciendo y ver si la actitud de Hayama Hayato era solo una de las tantas máscaras que se suele poner, pero cuando sentí como una fuerza incontrolable me empujaba hacia atrás sin piedad, supe que no era el momento.

-¡Oye, te estoy hablando! ¿De verdad estas bien? Digo, no parece que estés herido, pero te ves en las nubes. ¿Puedo ayudarte en alg-

Por el bien de mis neuronas, corté toda clase de atención que estaba dispuesto a darle. Ni siquiera me molesté en mirarlo y me enfoqué nuevamente en donde estaba Hayama, tratando de al menos ver su cara para añadir otro triunfo más a mi colección.

Pero noooo.

Ese hombre fornido, negro y de casi dos metros no solo tenía que meterse en mi camino, sino también acercarse a mí como si algo le poseyera...

... Espera. ¿Acaso no debería cor-

-¡TÚ ERES EL INDICADO!

Su voz poderosa de macho que se respeta me sacudió hasta los huesos, callando en el proceso los ecos de un Tobe Kakeru bastante irritante.

A pesar de mis mejores esfuerzos, me fue imposible no ponerme nervioso, temblando cuando el tipo apoyó sus manos musculosas sobre mis hombros, haciéndome desear que hubiera un adulto por aquí.

-¿P-Perdone usted? ¿A qué se refiere?

Elevando mi cara hacia lo más alto, pude ver su expresión y... era demasiado radiante. Tanto que me daba asco.

-¡Para ser el portero sustituto, por supuesto!

...

...

...

-¿Qué?

-¡Akutagawa, dale tu uniforme!

¿Qué?

-¡Eeeeh~! ¡¿Es en serio?!

¿Qué?

-... ¿Es el tipo de esta mañana?

¿Qué?

[¡LA HORA DE LA VERDAD HA LLEGADO! ¡ES HORA DE MACHACAR ESE TRASERO PRESUMIDO Y ELEVARTE A LOS CIELOS COMO EL MACHO ALFA DE AQUÍ!]

[La primera [Batalla de Rivales] ha sido activada: ¡hora de demostrar tu hombría ante el publico para aumentar tu reputación mientras tu testosterona explota en una lucha entre machos!]

[Hayama Hayato Vs. Hikigaya Hachiman: Ronda 1 - ¡Defensa feroz!]

[Objetivo: Hayama Hayato, la estrella del club de fútbol, está por encima de todos los demás miembros. Siempre que juega en entrenamientos con sus compañeros, mete un promedio de cinco anotaciones. ¡Tu misión es conseguir que no meta ninguno!]

[Recompensa: ¡2.000 [Puntos de Habilidad]! ¡Y también... bueno, lo descubrirás cuando termine!]

...

...

...

... ¿Qué?


De acuerdo. Este capítulo lo considero uno de los que tiene más contenido. Seguramente no es el mejor, pero si es el que avanza a mayor ritmo y dentro de todo considero que lo hizo con una calidad aceptable.

¿Qué opinan ustedes? Me preocupa que este capítulo sea malo en comparación a los anteriores, así que me gustaría su opinión al respecto. Lo apreciaría bastante.

Fuera de eso, creo que no hay mucho que decir salvo que el siguiente es el final del ¨primer volumen¨. Con los elementos clave ya presentados casi en su totalidad, a partir de ahora las cosas deberían empezar a moverse bastante, pero no prometo nada. Es tan solo LA IDEA que tengo al respecto.

Sin más que decir, vayamos a los comentarios.

[Cronos21Zeus]:

Si, creo que esta es la primera vez que lo haces desde que hace mucho dije eso de que quería que fueras el primero. Como pasa el tiempo, ¿eh?

Si, esto de que se me coman palabras es bastante molesto y mientras más palabras tenga un capítulo mayor es el número de palabras que borrará, sin importar qué tan buena sea la conexión. Por ejemplo, en Autoconvencimiento MÍNIMO se saltea cien palabras.

La única a la que no le sucede es a la de Sagami y eso es seguramente porque es la que menos palabras suele tener en general. Esta historia, aunque al comienzo tenía la misma cantidad, ahora está empezando a tener las 7.000 palabras que buscaba hacer con Autoconvencimiento en sus comienzos, así que... mierda XD.

Respecto a mi sadismo con Hachi... pues no lo había pensado mucho hasta ahora, pero tienes razón. Pero tiene un motivo.

Yo soy de los que cree que para que una trama sea buena o por lo menos entretenida necesita conflictos, o sea, momentos en que las cosas vayan mal para los personajes y que se vean forzados a reaccionar en consecuencia. Así como hay momentos en los que el protagonista puede estar en paz o divirtiéndose, también están esos momentos en los que debe sufrir.

Debe haber un equilibrio entre el afecto y el rechazo. Muchas veces ambos saliendo de un mismo personaje.

En general, considero que muchos de los que leen fanfiction buscamos ver a los personajes siendo felices, ya sea en situaciones hilarantes, cómicas o sencillamente algo meloso. Es algo que todos los fandoms suelen hacer de un modo u otro, y en el caso de Oregairu se suele querer que Hachi no sufra.

Si te fijas, la mayoría de las historias aquí son sobre Hachiman teniendo buenos momentos o relaciones con los personajes. Claro que algunos juegan la carta de Haruno cada tanto para darle sufrimiento, pero en general se busca darle un descanso al pobre chico de todos sus dramas internos.

Yo, en cambio, intento darle nuevos conflictos para mantener una trama decente. Al igual que en la historia original, quiero que Hachi pase por malos momentos o malas interacciones con los demás personajes para darle ¨profundidad a la trama¨. Quiero, dentro de todo, escribir una historia que pueda aportar algo nuevo a la mesa.

Aunque el sufrimiento parezca gratuito, cumple una función en la trama.

... Menos en la de Sagami: ahí es por la comedia.

Pero si, tal vez el que sea sádico puede influir al respecto XD.

Espero que este capítulo por lo menos te haya entretenido. Al menos creo que ha sido el más dinámico hasta ahora.

[Raganakin]:

¡Hombre, que gusto leerte por aquí! Me alegra que puedas disfrutar de otro de mis proyectos.

Si, te entiendo. Yo por lo general prefiero que la historia tenga suficiente contenido como para no acabarla en una tarde, y aunque ya han pasado 7 capítulos, ni siquiera llegamos a las 50.000 palabras. Recién estamos terminando el ¨prólogo¨ y aún nos queda mucho por delante.

MUCHO por delante.

En fin, gracias por comentar y me alegro que el humor te haya gustado. Debido a un comentario llegué a creer que no era buen humor, así que me alegra que al menos a ti te hizo reír.

Espero que este te haya sacado al menos un par de risas y espera al próximo, que sin duda será el más fumado hasta ahora.

[Guest cell]:

Perdón si no te gusto este giro de los acontecimientos, pero es necesario para hacer avanzar la trama. Además, Hachiman podrá ser todo lo inteligente y manipulador que quiera, pero cuando no hay manera lógica de escapar de eso mediante las palabras, él elige la opción más segura: o sea la de menos dolor.

Pero no creas que ahora se volverá un endeble. Él aún está lejos de rendirse.

En fin, espero leerte alguna otra vez.

[Guest]:

¡Oh, otra persona de habla inglesa! ¡Que honor!

Me alegra que hayas podido entender esta historia. Considero que mi ortografía es aceptable y mi gramática no un asco, pero aún así puedo pecar de usar muchos refranes españoles o inventarme palabras que creo que existen.

CREO.

Dejando eso de lado, gracias por comentar y por las felicitaciones. Me alegra bastante que alguien de otro lenguaje se tome la molestia de decirme eso.

PD: Por ese ¨Kudos¨, asumo que eres de la página Archive of Our Own, ¿verdad? Y espero haber escrito bien el nombre.

[PhantomHarvester]:

Me alegro que el capítulo anterior haya sido tu favorito. El mío también lo fue. Y espero que esta vuelta al tono humorístico no se chocante para ti luego de todo lo que trajo el anterior.

A pesar de que con el tiempo esto dejará de tener tanta comedia, todavía falta mucho para poder hacer eso libremente. La idea que tengo con esta historia es que entre chiste y chiste se vayan contando detalles que servirán en la trama principal más adelante.

Cada capítulo hasta ahora y este, a pesar de que tienen sus buenos dosis de exageración absurda, poseen esos pequeños momentos en los que se ahonda en problemas serios o explicaciones de como funciona el sistema de juego.

Este capítulo, por ejemplo, tiene una escena clave que ya da el primer indicio de que esta historia tiene misterios que contar. Diría cual es, pero prefiero no hacerlo en caso de que alguien no lo haya pillado y darle un pequeño spoiler indirecto.

Perdona si me extiendo mucho en eso, pero temo que este capítulo no te haya gustado, así que lo vi necesario. Espero sepas comprender.

[boons-007]:

Si, al final él terminó perdiendo por confiarse demasiado. A pesar de que él veía algo raro en Yukino, no le dio la suficiente importancia porque no la creyó capaz de ir en contra de su meta, pensando que no tendría ninguna razón para hacerlo.

Si él hubiera analizado a fondo su perfil como heroína, habría podido pensar en una contramedida: eso es lo que él pensó al final.

El ¨harem¨ de Hachi cada vez se expande más XD. La verdad no tengo idea de a cuantas pienso meter, pero seguro que no serán pocas y desde luego que no será divertido para nuestro protagonista, pero trataré de que para nosotros lo sea el doble para equilibrar la balanza.

No pienso revelar nada sobre Komachi. Cometí muchos errores al comienzo, pero el principal fue el spoilear a los lectores abriendo de más mi boca (¿o es escribiendo de más con mis dedos?... meh, da igual)

Pues la verdad esta historia SI muestra los stats, solo que de una forma muy desorganizada, y creo que en los últimos capítulos no las he mostrado o mencionado.

Pero ya encontré la forma de hacerlo entendible y fácilmente seguible. Solamente estoy buscando el momento perfecto para ponerlo en practica. Espero que la nueva versión te llegue a gustar, que lo hice pensando en ti.

Y las preguntas también aparecieron, solo que no pasó del capítulo 1 cuando Hachi se encontró con sensei la primera vez XD. La verdad me había olvidado de esa opción, pero puedo justificarlo con que solo aparece en momento clave de ¨la historia¨, así que no hay problema.

Gracias por desearme suerte y trataré de no prestar atención a todo lo que dijiste de Colombia por respeto al país que me dio a ¨mi mejor amigo¨.

¡Brindo por ti!

[killer hollow]:

Si, ahora el juego es más permisivo con lo que hace Hachi, pero es solamente porque, a diferencia de nuestro protagonista, él puede analizar todo desde un punto de vista omniciente.

... Hasta ahí lo dejo para no dar más spoiler. (Maldita boca. Aprende a callarte)

[Hidrak]:

Pasaré por cada comentario tuyo en orden de salida.

1): Si, el sistema al comienzo era muy restrictivo, pero ahora empieza a darle más libertades a Hachiman... pero no es porque se haya apiadado de él o algo así
2): En el boceto original tenía planeado que Yukinoshita no fuera una heroína y que su rol sea antagónico, pero al final mi amor por ella me impidio maltratarla así.
3): Si... y no. Ahí lo dejo.
4): No creo que haga daño decirlo, así que diré que sí, pero obviamente hay una razón más de peso de porque solo por ser el [MC] se volvió en plasta de vaca para el sexo opuesto SALVO las chicas del canon.
Y si, el estómago de Hachi me da pena.
5): Te entiendo, hermano... Te entiendo...
6): Eso es lo que pasa cuando te la pasas ignorando a tu waifu canónica por tanto tiempo XD.

Bueno, eso es todo. Espero leerte alguna otra vez.

...

De acuerdo. Ya terminé. Debería estar publicado a las 22:00 más o menos. O menos, dependiendo de si me apetece ponerme a corregir ahora mismo.

En fin, nos vemos hasta otra.

Adiós.