Capítulo 13

Se habían apuntando inmediatamente a la agencia de adopción, habían pasado todos los registros, y Penélope los había puesto en contacto con la nieta de su clienta, también apuntada a la agencia. Y después de algunas semanas, se encontraban nerviosos esperando conocerla en una cafetería. JJ movía nerviosa su pierna, y Will jugaba igual de nervioso con el servilletero.

Una joven rubia se acercó a ellos, y los dos se levantaron rápidamente. Se sonrieron incómodamente hasta que la chica extendió la mano.

-Soy Ashley Seaver -susurró.

-Soy Will. Y ella es mi mujer Jennifer, pero prefiere JJ.

-Siéntate, por favor -la instó JJ.

Pidieron unos cafés, y Ashley notó que la pareja estaba nerviosa. Ella podía decir lo mismo de si misma, aunque lo disimulara mejor.

-¿Es la primera vez que hacéis esto? -ambos asistieron-. Tranquilos, no muerdo. Podéis preguntarme lo que queráis.

-Tienes veinte años ¿verdad? -la chica asintió-. ¿Y qué estás estudiando?

-Enfermería. Me gusta la idea de ayudar a los demás -sonrió.

-¿Ya sabes si es niño o niña? -preguntó JJ.

-No, yo…prefiero no saberlo -Ashley sonrió nerviosa.

-¿Puedo preguntar, tus…qué te ha pasado para que no puedas…? -JJ sintió cómo se sonrojaba al hacer la pregunta.

-¿Mi historia? -la ayudó la chica. JJ asintió avergonzada-. Claro. Conocí a Jeffrey en una fiesta en la Universidad, justo antes de las vacaciones de Navidad. Inmediatamente congeniamos y nos volvimos inseparables. Él estudia una ingeniería, su sueño es trabajar algún día en la NASA. Los dos somos de aquí, así que durante el verano nos seguimos viendo. Era la primera vez para mí, y supongo que confié demasiado en él. Cuando se lo conté, se puso echo una fiera y me dejó. Mis padres me obligan a dar al bebé en adopción, no creen que pueda cuidarlo. Y no me quieren ayudar a hacerlo -al terminar de hablar, Ashley estaba llorando. JJ se acercó a ella y la abrazó.

-Todo irá bien, ya lo verás -susurró en su oído.

Al cabo de un momento, Ashley se recuperó. Se secó los restos de lágrimas de las mejillas sonriendo.

-Lo siento. Estoy un poco sensible últimamente. Supongo que serán las hormonas y eso.

Charlaron un poco más, ella preguntando sobre sus trabajos y sus vidas, y ellos sobre todas las dudas que les surgían. Salieron juntos de la cafetería.

-Me habéis caído muy bien. Creo que mi bebé crecerá feliz con vosotros.

-¿Lo dices en serio? -preguntó Will, todavía sin creérselo.

-¡Claro! ¿A no ser que vosotros no queráis que…?

-¡Si! -dijeron al mismo tiempo!

-Vale. Hablaré con mi orientador de la agencia y le diré que os he escogido a vosotros.

-Gracias Ashley, significa mucho para nosotros -JJ abrazó con fuerza a la chica.

Se despidieron, y mientras la veían alejarse, Will y JJ sintieron que por fin su sueño estaba a punto de cumplirse.


Penélope blandía con furia el plumero, mientras lo pasaba por cada superficie del pequeño piso en el que vivía. Todavía no podía creerse que siempre terminara cayendo en sus redes, y prácticamente nunca terminaba bien. Bien para ella, por supuesto. Lo único que quería era lo que tenía todo el mundo: un novio que la quisiera y la entendiera. Y con Kevin no tenía eso.

Bien es cierto que su acuerdo sólo era sexo y buena compañía de vez en cuando, pero solían encontrarse tan bien juntos que Penélope soñaba con formalizar su relación. Si lo pensaba bien, no estaba enamorada de él, pero estaba empezando a cansarse de estar disponible sólo para acostarse con él cuando a alguno de los dos le apetecía.

Pero aparte de eso, algunas veces también quedaban a cenar o ir al cine, y eso ilusionaba a Penélope. Pero de Kevin no podías fiarte nunca, y solía romperte el corazón en cuanto te descuidabas un poco. Y eso había pasado hacía un rato. Hacía tres días le había prometido que iría con ella a la presentación del curso de escritura de Emily, pero ahora parecía que era mucho más importante probar el nuevo videojuego que le llegaría a Nathan ese mismo día. Ni siquiera sabía quién era Nathan, pensó mientras cogía al vuelo una figura de un pájaro que estaba a punto de estrellarse contra el suelo.

No pasa nada, es la última vez que Kevin le hace algo así, y la última vez que quedan para acostarse. Que se busque a otra. Con ella que no cuente más para nada porque no le cogerá el teléfono. Hasta la próxima vez que la llame.


Eran doce las personas que asistían al curso de escritura de David Rossi. Todos los años a finales de Noviembre, hacían una presentación para familiares y amigos con los pequeños relatos o historias que habían escrito los alumnos. Se hacía una reunión igual al finalizar el curso.

Emily se paseaba nerviosa detrás del escenario. Era la última en leer su pequeña historia, y estaba bastante nerviosa. Había vuelto a morderse las uñas de nuevo. Pero no era eso lo que la traía de cabeza. Volvió a asomarse a través del telón para ver a la gente allí congregada, y vio a todos sus amigos atentos a la lectura. Luke y Spencer, JJ y Will, Alex y James, Penélope, Aaron e incluso Derek, que había confirmado su asistencia a última hora. Pero ni rastro de Erin.

Su hermana le había asegurado que estaría allí, e incluso a mitad del día le había enviado un mensaje para que le confirmara la hora. Pero Emily estaba a punto de leer y Erin no estaba. No sabía la razón de su tardanza, pero Emily esperaba que no lo estuviera haciendo a propósito (aunque en el fondo sabía que Erin sería incapaz de hacer algo así).

Después de asomarse por décima vez, y cuando ya se estaba dando por vencida, la puerta del salón de actos se abrió y Erin apareció. Se sentó en un asiento al fondo, para no molestar. Emily comenzó a respirar de nuevo y se relajó visiblemente. Cuando David Rossi la presentó, todos los nervios se habían ido.

Cuando terminó su relato, los aplausos inundaron el salón de actos. Sus compañeros y Rossi aparecieron a su lado, y todos se sintieron como los actores de una obra de teatro mientras los aplausos continuaban. Cuando se bajaron del escenario, Emily vio a todos sus amigos, pero se dirigió directamente a Erin, que la abrazó con fuerza.

-¡Ha sido magnífico! Algún día serás una escritora de éxito. Y siento haber llegado tarde, pero llegó un pedido de última hora, y tuve que revisarlo yo porque Tara estaba despachando, y había muchísima gente en el metro, y por las calles y…

-Está bien Erin, lo importante es que has llegado. ¿De verdad te ha gustado? -preguntó Emily, no muy segura de si misma.

-De verdad. Tienes mucho talento, Em -Erin volvió a abrazar a su hermana.

-¿Podemos felicitarla nosotros también? -protestó Penélope al cabo de un momento. Las dos hermanas rieron divertidas.

Emily abrazó a sus amigos, que la felicitaron de corazón por su relato. Presentó a Derek a su hermana, y pudo ver mientras hablaba con Spencer que se iban a llevar bien.

Un rato después, David se acercó a ellos. Como profesor, había hablado con todos los alumnos y sus acompañantes. Felicitó a Emily por su trabajo, y la hizo sonrojar por sus halagos. La chica no estaba acostumbrada a tantas buenas palabras.

-Así que te ha gustado todo ¿no? -preguntó David a Erin, que se servía un café en las mesas preparadas con café y dulces.

-He llegado tarde, pero ha sido muy interesante. Y me ha encantado el relato de Emily, si -respondió ella mirando por encima del vaso de café mientras le daba un sorbo.

-Tu hermana tiene un gran talento. Sólo hay que trabajarlo y explotarlo, y con mucho esfuerzo y trabajo, puede llegar lejos.

-Me aseguraré de recordárselo todos los días -bromeó la rubia.

-Oh, no te preocupes, lo hago yo todas las semanas nada más entrar en el aula. En realidad me encanta desmotivarlos, machacarlos, y cuando lo hacen bien, ensalzarlos. Ahí es cuando verdaderamente aprenden.

Erin iba a contestar cuando Aaron se acercó a ellos. Su cara se iluminó, aunque ella no se dio cuenta, pero Dave si.

-Hey, estás aquí -dijo dirigiéndose a ella-. Emily te está buscando. Algo para unas fotos o no sé que.

-De acuerdo, voy. Un placer volver a verte, David.

-Así que no estabas interesado en ella ¿no? -dijo Dave frunciendo el ceño.

-No sé de qué me estás hablando, Dave -Aaron se hizo el tonto mientras mordía un trozo de bizcocho.

-He visto cómo os mirabais. Cómo se iluminaba su mirada al verte. Debería estar enfadado contigo por haberme mentido ¿sabes? -Dave regañó a Aaron con diversión.

-Sólo somos amigos, Dave. Estamos yendo poco a poco, sin prisa, viendo donde nos lleva esto.

-Entonces todavía puedo tener una oportunidad. Si sólo sois amigos…

-Dave…-el tono de Aaron cambió a uno de advertencia.

-Era una broma, chico. No te mosquees -Dave le dio una palmadita en el hombro a su amigo antes de alejarse.

Emily quería un recuerdo de ese día, así que le pidió a un compañero que le sacara una foto con todos sus amigos. A pesar de todos sus nervios, había sido un gran día en todos los sentidos. Erin y Derek parecían llevarse bien; también su hermana parecía distinta (en el buen sentido) al hablar con Aaron; JJ y Will y Alex y James iban a ser padres (había felicitado a las dos parejas), y todo parecía ir sobre ruedas para todos. Emily esperaba que la felicidad durara para siempre.

Continuará….