Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.
Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry pottery sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"Los accidentes no nacen, se hacen." _(Tobe Snape Fumikage)
Cuando Gura llegó a la mesa, Garu le dijo con su mirada seria.
~Ya era hora, Gura, siéntate que el desayuno está listo. ~
–Sí, hermano, lo siento.
Dijo en voz baja Gura.
–Lo que pasa es que no encontraba mi catana, así que seguí buscando, hasta que la encontré debajo de la cama.
Eso hizo que Garu volviera a negar con desaprobación, Diciéndole a Garu aún más molesto en sus ojos.
~Es increíble, ¿por qué tienes que ser tan descuidado? ~
–No soy tan descuidado, pero lo siento, es que debí dejarla pegada a la pared y se calló, rodando debajo de mi cama.
Exclamó arrepentido Gura, comiendo la comida que Garu preparó, negando molesto Garu y decir con sus ojos.
~Las catañas no ruedan solas, Gura, ¿Cuándo vas a aprender a aprender a no aventar tus cosas por donde sea?~
–Ya, lo siento, ¿sí?
Dijo irritado Gura, rodando los ojos fastidiado, mientras Garu gruñía con exasperación.
–Grrrr.
Ese gruñido volvía a asustar a gura, dando un leve respingo y sonreír nervioso.
–Está bien, Garu, lo siento. De verdad, no lo volveré hacer.
Suspiró Garu suavemente, mirándolo con una advertencia.
~Más te vale, Gura, te espero afuera para entrenar. ~
Con eso dicho, Garu terminó de comer y tomar su agua. Llevándose a Mio con él, aunque antes de irse, miró a Gura con seriedad y le dijo serio.
~Y una cosa más, llévate a Mi contigo, aun Mio tiene que entrenarlo.~
–Sí, hermano Garu, ya voy, lo prometo y llevaré a mi gato.
Dijo Gura en tono resignado, continuando de comer su comida. Mientras Garu salía de la casa con Mio, dejando a Gura solo y continuando con su desayuno.
Y en un momento más tarde, Gura salió de la casa con su catana y su gato Moi. Este se fue con mío a entrenar como gato ninja, mientras que Garu entrenaba con Gura con fuerza y disciplina.
El choque de las armas se escuchaba por todo el bosque, siendo un sonido muy cotidiano en ese lugar por los entrenamientos que tenía con Gura. O por las peleas que tenía con la familia Fumikage, en las que Pucca y Paccu solían interferir.
Esos entrenamientos hacían que Garu recordara sus entrenamientos con su padre sustituto, algo que lo alegraba mucho por esos momentos que tuvo. Pero también se llenaba de frustración, pues recordaba el regaño de Suga ante sus fallas.
–Te lo advierto, Garu, si no manejas mejor esa espada, jamás podrás protegerte ni proteger a nadie más.
Dijo Suga serio, atacando a Garu con fuerza, haciendo hacia atrás al pequeño Garu.
–Te estoy avisando ahora, Garu, Gura está muy adelantado en su entrenamiento. Así que quiero que estés a su par o mejor qué él, ¿Entiendes?
–Sí, papá Suga, lo intentaré.
Dijo Garu con esfuerzo, tratando de bloquear los ataques de su padre, qué le dijo autoritario por su respuesta.
–No lo intentes, Garu, hazlo y ya. Y cualquier cosa rara, lo que sea y créeme que lo sabré, porque la magia no está permitida en un entrenamiento de ninjas.
–No voy hacer nada de eso, juro que solo usaré las espadas y las armas ninjas.
Habló Garu con aún más esfuerzo, oyendo lo que su padre decía dudoso.
–¿De verdad? Más te vale, Garu, porque no deseo castigarte por ello.
Era obvio que su papá Suga no le creía, nadie lo hacía más que su madre Juliet. El problema era que a menudo, ocurrían cosas extrañas cerca de Garu y no conseguía nada con decirle a los Sanada que él no las causaba.
En una ocasión, a su madre Juliet le habían dicho que para meter a Garu a la escuela tenía que cortarle el cabello. Así que, obedeciendo al director, mandó a Garu a la peluquería de la aldea de Sooga que le pertenecía a Shiba.
Pero cansada de que Garu volviera de la peluquería como si no hubiera ido, cogió unas tijeras y le cortó el pelo casi arrape. Exceptuando el flequillo, que le dejó a petición de Garu para ocultar la que en ese momento pensaba que era una horrible cicatriz.
Y en ese momento Gura se rio como un tonto, burlándose de Garu por esa chusca situación. Que, si era sincero, a Garu no le importó y solo se enfocó en lo que pasaría en el colegio al día siguiente cuando lo vieran.
Donde seguramente Tobe y algunos niños se burlarían de él, minimizándolo porque no creían que Garu tuviera potencial de ninja y menos con el pelo tan corto. Algo que regularmente no le importaba porque les demostraría que se equivocaban, lo que de verdad si temía era que Pucca también lo llegara a pensar y por ello le dejara de hablar o se burlara de él.
Sin embargo, a la mañana siguiente, descubrió al levantarse que su pelo estaba exactamente igual que antes de que su madre lo cortara. Y aunque creyó que lo castigarían por ello, la verdad es que no lo hicieron, solo sonrieron y su padre Suga le dijo divertido.
–Muy bien, Garu, te has salido con la tuya.
–Pero, papá Suga, yo no…
Intentó decirle serio Garu, haciendo reír a Suga y a Juliet, que le dijeron alegres.
–Está bien, Garu, solo no lo vuelvas a hacer.
–Pero, es que yo no lo hice.
Soltó rápido Garu, poniéndole Suga una mano en el hombro y decirle tranquilo.
–No importa, Garu, está bien.
Garu no lo entendió, pues a pesar de que intentó decirles que él no podía explicar cómo le había crecido tan deprisa el pelo. Ninguno de los dos le dijeron nada y solo sonrieron, como si no fuera gran cosa que su pelo creciera así.
A pesar de que a Gura no le pasaba, creciéndole más lento que a él cada que se lo cortaban. algo que Gura no le gustaba tanto, pues según él, Garu hacia trampa con su cabello y se ponía algo para que le volviera a crecer.
Un hecho que no era verdad, aunque Gura no le creyera para nada ni sus demás compañeros o su padre. Sin embargo, Garu trataba de no prestarle atención a ese detalle, porque Pucca le dijo que lo importante era que no quedara calvo.
Por otra parte, había tenido un problema terrible cuando lo encontraron en el techo de la cocina del colegio. El grupo de Tobe y su hermana menor lo perseguían como de costumbre, cuando para sorpresa de Garu como el de los demás chicos, se encontró sentado en la chimenea.
Los Sanada recibieron una carta amenazadora del director del colegio, diciéndoles que Garu andaba trepando por los techos del colegio. Y que, si bien entendía que fuera un ninja, eso no le daba derecho a estar haciendo acrobacias en la escuela siendo tan joven.
Detalle que hizo enojar a Suga y a Juliet, que miraron a Garu con molestia por lo que hizo. Diciéndole Juliet con seriedad, mientras Garu bajaba la cabeza y los hombros.
–Garu, sé que somos ninjas y que tú eres un niño especial, pero no tienes porqué usar la magia ni brincar como ninja por los techos.
–Pero, mamá Juliet, yo no hice eso.
Intentó decir Garu, interrumpiéndolo Suga rápidamente, para decir firme con su voz autoritaria.
–¿Entonces que fue, Garu? Y ni se te ocurra mentir, porque lo sabremos, ¿Entiendes?
–Sí, lo sé, papá Suga.
Dijo comprensivo Garu y después le dijo.
–Es qué tobe, Tabí y su grupo de amigos me estaban persiguiendo como siempre, así que para escapar de ellos yo intenté saltar los grandes cubos que estaban detrás de la puerta de la cocina.
–¿Y cómo terminaste en la chimenea?
Preguntaron ambos adultos, negando Garu con la cabeza y diciendo apenado.
–No sé cómo pasó, pero terminé arriba de la chimenea de la cocina de la escuela, aunque juro que no fue mi intención.
Obviamente Suga, Juliet y Gura no le creyeron, pues su madre le había dicho que al ser hijo de los Potter él tenía poderes mágicos y sumado a sus habilidades de ninja. Garu podía hacer grandes cosas, pero Garu no les creía porque parecía imposible y muy fantasioso.
Así que Garu suponía que en ese accidente el viento lo había levantado en medio de su salto, aunque no parecía tener sentido debido a lo pequeño que era. Sin embargo, aun ahora prefería pensar eso, que pensar que era un ninja mago, hijo de magos reconocidos y que era tan poderoso de pequeño como para derrotar al señor obscuro junto con su hermano Harry.
Así que negó con la cabeza para despejarse de esos recuerdos, aunque ya era bastante tarde para salir de ellos. Pues Gura había logrado golpearlo con el mango de su catana, tirándolo al suelo del bosque de bambú y gritando con alegría.
–¡QUE BIEN! ¡LE GANÉ AL PODEROSO NINJA GARU!
Comenzando a brincar con felicidad, lleno de victoria por ganarle a su perfecto primo hermano Garu. Haciendo sonreír de lado a Garu, que solo vio sus brincos de victoria por un tiempo corto.
Hasta que se levantó de golpe, golpeando a su hermano primo Gura en el estómago también con el mango de una de sus espadas. Tirándolo al suelo con gran facilidad, parándose enfrente de él, inclinándose un poco, poniéndole en el cuello el filo de una de sus espadas y mirándolo con seriedad, para recordarle tajante lo que debía hacer en una verdadera pelea.
~Nunca celebres antes de tiempo, Gura, primero verifica que has derrotado definitivamente a tu rival y luego celebra como un loco todo lo que quieras.~
–S-Sí, G-Garu, p-perdóname. N-No volverá a pasar, m-me concentraré más la próxima vez.
Dijo gura sorprendido, diciéndole Garu con su mirada seria.
~Más te vale, no quiero ver que hagas lo mismo de nuevo.~
Y antes de que Garu pudiera decirle el porqué, ambos escucharon unas risitas que venían hacia ellos en una moto roja y otra blanca.
–Ji ji ji.
Algo que hizo saltar hacia atrás a Garu, levantándose Gura al instante del suelo frio. Guardando ambos sus armas con rapidez, para correr ambos a lugares diferentes de donde estaban.
Gura corriendo hacia las chicas, lo que hizo que Paccu diera la vuelta y hullera de allí. Mientras que Garu huía de Pucca, siendo seguido por Pucca y su motocicleta roja. Haciéndolo recordar su sueño de la mañana, diciéndose a sí mismo en su mente con algo de curiosidad.
(Tuve un sueño sobre una moto, pero esta no era la de Pucca.)
Abriendo con sorpresa sus ojos verdes, aún más curioso por el sueño que tuvo.
(¿Esta estaba volando?)
Sus cavilaciones casi provocaban que casi chocara contra un árbol, logrando esquivarlo con facilidad y profesionalidad. Mientras seguía huyendo de Pucca, algo que para su mala suerte Pucca también lo había logrado esquivar. Molestándose consigo mismo, mientras se decía con molestia en su mente.
(No seas tonto, Garu, las motos no vuelan.)
Moviendo rápido la cabeza, para decirse a sí mismo como auto regaño en su mente.
(Ya sé que no lo hacen, pero entonces, ¿Por qué soñé eso?)
Era obvio que estaba confundido y por lo mismo, Garu se terminó distrayendo por todo aquello y sin querer dejó que Pucca lo atrapara. Dejando Pucca su moto retrancada en un árbol del bosque de bambú, abalanzándose sobre él, tirándolo al suelo del lugar y dándole muchos besos en el rostro.
Frunciendo Garu el ceño y poniéndose rojo, para regañarse a sí mismo por su distracción, mientras que Pucca seguía besándolo en toda su cara. no tratando de quitarla de él, por estar distrayéndose por sus pensamientos sobre ese raro sueño.
(Fue solo un sueño, así que solo olvídalo y déjalo ir.)
Pero deseó no haber dicho nada, ya que si había algo que le desagradaba a él aún más que fallar en sus entrenamientos. Era hablar de forma seria de cualquier cosa que se comportara de forma extraña, no importa que fuera un sueño o un dibujo animado.
Pues era como aceptar que sus padres tenían magia de verdad, algo que para Garu era muy absurdo a pesar de que en Sooga pasaban muchas cosas extrañas. Ya que Garu parecía pensar que podía haber ideas peligrosas sobre él y su verdadera familia, de algo que Garu no entendía de ninguna manera ni quería entender.
Por eso mismo, apartó ese sueño de su cabeza. Al igual que apartó a Pucca de sus brazos rápidamente, al sentir que un kunai venía hacia ellos y estaba a punto de clavarse en la nuca de Pucca.
Cuando supo que ella estaba a salvo, Garu se paró del piso y sacó una de sus espadas para protegerla y protegerse. Fue entonces que Tobe salió de los arbustos con algunos de sus ninjas, extrañándose porque la media hermana de Tobe no estaba con ellos.
Algo que preocupó a Garu, pues si no estaba la media hermana de Tobe con él. Era porque entonces la chica había ido por su hermano Gura, por lo que sabiendo que él no era muy acto para pelear por distraerse con Paccu. Lo único que podía esperar es que Paccu no lo dejara solo, debido a que Tobe había gritado hacia sus ninjas para atacarlo a él como siempre que lo veía e impidiéndole así irse a salvar a Gura.
–¡ALLÍ ESTÁ GARU! ¡ATAQUÉNLO!
Poniéndose en guardia con velocidad, al igual que Pucca que hacía lo mismo que él. peleando ambos con los ninjas y Tobe, mientras estos seguían atacándolos sin tregua alguna. Estando a la par de tobe y sus ninjas, hasta que Tobe volvió a gritar con mucha fuerza.
¡AHORA, CHIEF!
–Sí, Tobe, de inmediato.
Dijo obediente Chief, gritándole a sus camaradas en pelea.
–¡SHAMAN! ¡PAYASO! ¡LIBEREN A LA SERPIENTES!
–Sí.
Dijo alegre Shaman, gritando emocionado Payaso por la orden.
–¡ALLÁ VAN!
Y en un momento a otro soltó las serpientes, pero lo malo fue que las tiró encima de Tobe, los ninjas, Pucca y Garu. Cuando se dieron cuenta de ello, Tobe les había gritado con fuerza.
–¡IDIOTAS, DEBIERON ESPERAR A QUE YO Y MIS NINJAS NOS FUÉRAMOS!
–Ah, sí, perdón.
Dijo asustado Shaman, gritando rápido Chief.
–¡CORRAN, CHICOS!
Con esa firme orden, Chief, Shaman y Payaso salieron corriendo lejos de allí con rapidez. Dejando a Tobe, los ninjas, Pucca y Garu lidiar con las serpientes, enredándose más con ellas por no saber cómo quitárselas sin que los mordieran, mientras se oían los gritos asustados de los ninjas de Tobe que corrían de un lado al otro.
Pensando Garu que hacer para liberar a todos, sin lastimar a las serpientes o a todos ellos. Por lo menos en eso estaba, hasta que vio como Pucca y Tobe estuvieron a punto de matar a las serpientes al jalarlas o intentarlas cuchillar con las espadas.
Pegándole a Pucca en la mano y a Tobe tirarle las espadas para que no les hicieran daño a las serpientes, provocando que las serpientes los rodearán para atacarlos con su veneno. Algo que hizo que los ninjas, Pucca y Tobe entraran en pánico, gritando los ninjas y Tobe con fuerza.
–¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?! ¡AHORA VAMOS A MORIR!
Oyéndose más gritos de Tobe y sus ninjas, junto con los chillidos asustados y molestos de Pucca, haciendo que Garu mirara a todos y les dijera furioso con su mirada.
~¡YA VASTA!~
Eso hizo que todos se detuvieran, incluyendo las serpientes que miraron a Garu con curiosidad, hablándole con sus ojos pequeños.
~¿Por qué te haríamos caso?~
~Porque evité que Tobe, Pucca y los ninjas las matarán.~
Indicó Garu con sus ojos, así que volvió a ordenar serio.
–Ahora váyanse, evitaré que Tobe vuelva a usarlas para sus planes.
–De acuerdo
Dijo el jefe de todas esas serpientes con un silbido agudo, diciéndole a las demás serpientes.
–Muy bien, es hora de irnos.
Haciendo que las serpientes asintieran y se fueran, dejando solos a Pucca, Garu, Tobe y los ninjas en el lugar en donde estaban. Cuando Garu volteó a ver a Pucca, los ninjas y a Tobe, Pucca lo miraba con sospecha y Tobe y sus ninjas lo miraban con asombro, diciendo Tobe incrédulo.
–¿Qué fue eso? ¡Hablaste con las serpientes?
Garu negó rápido, pero él también estaba estupefacto por lo que hizo. Pues al parecer si les había hablado y lo peor es que sí les había entendido, algo que no podía ser posible y menos si tenía un voto de silencio.
Pero lo había hecho, algo que ni Pucca ni Tobe pasaron por contralto. Dejando Pucca a Garu en ese lugar al subirse en su moto y desaparecer, mientras Tobe seguía interrogándolo para saber cómo lo había hecho.
