Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.

Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry pottery sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.

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"Sí quiero evitar que te vayas de mi lado, lo mejor que puedo hacer es estar a tu lado." _(Pucca Black y Garu Potter)

Hablando por fin el gigante.

–Solo llámame Hagrid, a ella llámala Pucca y a él llámalo Garu si no le quieres decir hermano todavía.

Agregando tranquilo.

–En mi caso, todos me llaman así. Y como te conté, soy el guardián de las llaves de Hogwarts. Ella es la joven amiga de tu hermano llamada Pucca, él es tu hermano llamado Garu que vinieron para conocerte, pronto los tres conocerán todo sobre Hogwarts, por supuesto.

–Pues, yo no...

Dijo Harry a Hagrid impresionado.

–Lo lamento.

Dijo rápidamente Harry.

–¿Lo lamento?

Preguntó Hagrid, volviéndose a mirar a los Dursley, que retrocedieron hasta quedar ocultos en las sombras.

–Ellos son los que tienen que disculparse, sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero nunca pensé que no supieras nada de Hogwarts.

Dijo Hagrid apenado, mirando Pucca a Garu y a Harry con tristeza, mientras que Hagrid continuaba.

–Nunca te preguntaste donde habrían aprendido todo lo que sabían tus padres?

–¿El qué?

Preguntó curioso Harry, mientras Garu molesto rodaba los ojos, recibiendo un ligero codazo en forma de reproche por parte de Pucca.

–¿El qué?

Bramó Hagrid sorprendido.

–¡ESPERA UN SEGUNDO!

Se puso de pie de un salto, en su furia parecía llenar toda la habitación. Algo que asustó a Pucca y se escondió atrás de Garu, abrazándolo para que la protegiera de lo que sea que pasara.

Los Dursley estaban agazapados contra la pared, temblando de miedo ligeramente por la imponencia de Hagrid. El gigante de reojo miró a Garu, preguntando serio por todo esto.

–Garu, ¿Los Sanada te explicaron de tus padres?

Garu asintió ligeramente, diciendo resignado al gigante con su mirar.

~Sí, lo sé todo.~

Obviamente Hagrid no entendió la mirada de Garu, pero por su asentimiento supuso que sí se lo habían contado los Sanada. Así que se enfocó en los Dursley, indignado de que Harry no supiera la verdad y Garu sí.

–¡ME VAN A DECIR!

Rujió a los Dursley.

–¡QUE ESTE MUCHACHO! ¡ESTE MUCHACHO! ¡NO SABE NADA! ¡SOBRE NADA!

Harry pensó que aquello iba demasiado lejos, pues toda esta información le había caído de golpe. después de todo, había ido al colegio y sus notas no eran tan malas.

–Yo sé algunas cosas.

Dijo serio, negando Garu con la cabeza, creyendo que diría alguna sandez.

–Puedo hacer cuentas y todo eso.

Pero Hagrid simplemente agitó la mano, mientras Pucca y Garu negaban con la cabeza.

–Me refiero a nuestro mundo, tú mundo, mi mundo, el mundo de tus padres, el mundo en donde Pucca, Garu y tu pertenecen.

–¿Qué mundo?

Hagrid lo miró como si fuera estallar, estando incrédulo de que no sabía nada, mientras que Pucca y Garu si lo sabían.

¿Cómo es que era posible?

–¡DURSLEY!

Bramó con ira, provocando que los Dursley se sobresaltaran, al igual que la pequeña Pucca. Tío Vernon, que estaba muy pálido, susurro algo que sonaba como.

–Mimblewimble.

Hagrid enfurecido, contempló a Harry.

–Pero tú tienes que saber algo sobre tu madre y tu padre.

Dijo serio.

–Quiero decir, ellos son famosos, tú y tu hermano Garu son famosos.

–¿Cómo? Mi madre y mi padre, ¿Eran famosos? ¿En serio?

Preguntó sorprendido Harry, rodando Garu los ojos, mientras Hagrid decía impactado.

–¿No sabías? ¿No sabías?

Hagrid se pasó los dedos por el pelo, clavándole una mirada de asombro.

–¿De verdad no sabes lo que ellos eran?

Dijo por último Hagrid, haciendo que de pronto tío Vernon recuperara la voz, haciendo que Hagrid, Pucca, Garu y Harry giraran a verlo.

–¡DETÉNGASE!

Le ordenó al gigante.

–¡DETÉNGASE AHORA MISMO, SEÑOR! ¡LE PROHÍBO QUE LE DIGA NADA AL MUCHACHO!

Un hombre más valiente que tío Vernon Dursley se habría acobardado ante la mirada furiosa que le dirigió Hagrid, pero al parecer si Dursley tenía miedo lo sabía ocultar. Cuando este habló, temblaba de rabia.

–¡¿NO SÉ LO HA DICHO?! ¡¿NO LE HA HABLADO SOBRE EL CONTENIDO DE LA CARTA QUE DUMBLEDORE LE DEJÓ?! ¡YO ESTABA ALLÍ! ¡VI QUE DUMBLEDORE LA DEJABA, DURSLEY! ¡¿Y SÉ LA A OCULTADO TODOS ESTOS AÑOS?!

¿Qué es lo que me han ocultado?

Dijo Harry en tono anhelante, mirándolo Pucca con tristeza y poniéndole una mano en el hombro. Haciendo que Garu rodara los ojos, pues lo tomaba por obvio y pensaba que era mejor que a él se lo hubieran ocultado y no a su hermano Harry.

–¡DETÉNGASE! ¡SÉ LO PROHÍBO!

Rugió tío Vernon aterrado, mientras Garu jalaba a Pucca para que no estuviera con Harry. Tía Petunia por su parte dejó escapar un gemido de horror, no pudiendo creer lo que pasaba.

–¡VOY A ROMPERLES LA CABEZA!

Dijo Hagrid.

–¡HARRY DEBE SABER QUE ÉL ES UN MAGO! ¡AL IGUAL QUE SU HERMANO Y LA MIGA DE ÉL!

Se produjo un silencio en la cabaña, solo podía oírse el mar y el silbido del viento.

–¿Qué soy qué?

Dijo Harry con voz entre cortada.

–Un mago.

Respondió Hagrid, sentándose de nuevo en el sofá, que crujió y se hundió.

–Y muy bueno, debo añadir, en cuanto te hayas entrenado un poco al igual que Garu. al final, con unos padres como los de ustedes, ¿Qué otra cosa podría ser?

Garu y Harry se miraron incrédulos, ya que no le veían posible. A Harry porque le parecía muy fantasioso, mientras que a Garu era porque se consideraba un fuerte ninja y no un absurdo mago.

–Y creo que ya es hora que lean la carta.

Harry extendió la mano para coger finalmente el sobre amarillento, acercándose Garu a él para leer también, dirigido a Garu y a él con tinta verde esmeralda al.

Señore Potter, el suelo de la cabaña en la roca, el mar.

Sacó la carta Harry, mientras Pucca y Hagrid miraban las expresiones de ambos chicos, añadiendo Hagrid un poco más tranquilo.

–Esta vez la carta está dirigida a ambos hermanos.

Fue así que ambos comenzaron a leer, Garu en silencio y Harry en voz alta.

Colegio Hogwarts de magia y hechicería:

Director: Albus Dumbledore, (Orden de Merlín, primera clase, gran hechicero, jefe de magos, jefe supremo, confederación internacional de magos.)

Queridos señores Potter.

Tenemos el placer de informarles, que disponen de una plaza en el colegio de Hogwarts de magia y hechicería. Por favor, observen la lista del equipo y los libros necesarios para entrar al colegio.

Las clases comienzan el primero de septiembre, esperamos sus lechuzas o búhos antes del 31 de julio si desean ingresar. Si no lo desean, solo ignoren la carta entregada.

Muy cordial mente, Minerva McGonagall directora adjunta.

Luego de terminar de leer, las preguntas estallaban en la cabeza de Harry como fuegos artificiales y no sabía cuál era la primera. Garu estaba igual, pero a la vez diferente.

Sabía de sus padres, sabía lo que eran, sabía cómo murieron, pero no sabía si quería ser igual que ellos. Ya que él a diferencia de Harry, sentía repulsión al mundo de la magia, ya que por ser de familia de magos perdió a sus padres y a sus tíos que consideraba padres. Así que después de unos minutos de reflexión, Garu oyó como Harry tartamudeaba.

–¿Q-Qué quiere decir eso de que esperan nuestras lechuzas o búhos?

–¡GORGONAS GALOPÁNTES! Ahora me acuerdo.

Dijo rápido Hagrid, golpeándose la frente con tanta fuerza como para derribar un caballo. De otro bolsillo de su abrigo sacó una lechuza, una lechuza de verdad, viva y con las plumas algo erizadas, una gran pluma y un pergamino. Y con la lengua entre los dientes, escribió una nota que Harry, Pucca y Garu pudieron leer al revés.

Querido señor Dumbledore.

Ya traje a Garu con su hermano Harry, le entregué a ambos la carta para los dos y los llevaré mañana a comprar sus cosas junto con la hija de Black que se nos incluyó. El tiempo es horrible, espero que usted esté bien.

Hagrid.

Hagrid enrolló la nota y se la dio a la lechuza, que la cogió con el pico. Después fue hasta la puerta, la abrió ligeramente y lanzó a la lechuza en la tormenta, entonces volvió y se sentó otra vez en el sofá, como si aquello fuera tan normal como hablar por teléfono. Harry se dio cuenta que tenía la boca abierta y la cerró rápidamente, para no parecer como un tonto.

–¿Por dónde iba?

Preguntó Hagrid, pero en aquel momento tío Vernon, todavía con el rostro color ceniza. Pero muy enfadado, se acercó a la chimenea.

–Él no irá.

Dijo Vernon, Hagrid gruñó.

–Me gustaría ver a un gran muggle como usted deteniéndolo a él.

Dijo serio.

–¿El qué?

Preguntó interesado Harry, mirando Garu y Pucca también con curiosidad a los hombres, pues esa palabra jamás la habían escuchado.

–Un muggle.

Respondió Hagrid.

–Es como llamamos a la gente, "no mágica", como ellos. Y tuviste la desagradable fortuna de crecer con los mayores muggles que haya visto, hasta el señor Sanada es un muggle más respetuoso del mundo.

Esas palabras enojaron a Garu, ya que nadie hablaba así de su padre Suga. Sabía que no lo hizo con la mala intención de insultar a Suga, pero la idea de que lo comparara con el señor Dursley le enfurecía como nunca.

No obstante, cuando Garu se le iba a lanzar al gigante para golpearlo. Pucca lo tomó de la mano y con la mirada le dijo con advertencia, evitando que hiciera una imprudencia por su enojo.

~No te atrevas, Garu, no creo que quieras darle una mala impresión a tu hermano Harry. ~

–Grrr.

Garu gruñó ante eso, sabiendo que tenía Pucca razón y por eso solo se cruzó de brazos, oyendo lo que el señor Dursley decía.

–Cuando lo adoptamos, juramos que íbamos a detener toda esa porquería.

Había soltado el tío Vernon.