Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.

Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry pottery sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.

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"Las caras cambian, pero el espíritu de bienvenida permanece constante, todos son bienvenidos a aprender." _(Rubeus Hagrid)

Harry se fijó que estaba oscureciendo, mientras él tren seguía moviéndose a su misma velocidad. Podía ver montañas y bosques, bajo un cielo de un profundo color púrpura. El tren parecía aminorar la marcha, aparentemente estando a punto de llegar a su destino.

Él, Destiny, Garu y Ron se quitaron las camisas y se pusieron las largas túnicas negras, sintiéndose Garu incómodo por no llevar su ropa habitual ni el logo característico de los Sanada. La de Ron era un poco corta para él, y se le podían ver los pantalones de gimnasia. Una voz retumbó en el tren, llamando la atención de Garu, Destiny, Ron y Harry.

–Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevarán por separado al colegio.

Los estómagos de Harry y Garu se retorcían de nervios y Ron, podía verlo, estaba pálido debajo de sus pecas. Llenaron sus bolsillos con lo que quedaba de las golosinas y se reunieron con el resto del grupo que llenaba los pasillos, el gato de Garu siguiéndolos sin protestas al lugar repleto.

El tren aminoró la marcha, hasta que finalmente se detuvo. Todos se empujaban para salir al pequeño y oscuro andén, aunque como Pucca y Ring Ring llamaban la atención, la gente se apartaba para dejarlas pasar primero que todos.

Harry se estremeció bajo el frío aire de la noche, Garu seguía como sí nada acostumbrado al frío, pero con sus coletas agitándose por el viento. Entonces, apareció una lámpara moviéndose sobre las cabezas de los alumnos, y Harry y Garu oyeron una voz conocida:

–¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo ¿Por ahí, Harry, Garu?

La gran cara peluda de Hagrid rebosaba alegría sobre el mar de cabezas, mientras los de primer año iban hacia él, viendo Garu y Harry a Pucca, Hermione, Draco, Chief y demás muchachos.

–Venid, seguidme... ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!

Resbalando y a tientas, siguieron a Hagrid por lo que parecía un estrecho sendero. Estaba tan oscuro que Harry y Garu pensaron que debía de haber árboles muy tupidos a ambos lados, que dificultaban la vista más que la misma noche.

Nadie hablaba mucho, lo cual hacía todo un poco más sombrío. Neville, el chico que había perdido su sapo, lloriqueaba de vez en cuando.

–En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts.

Exclamó alegre Hagrid por encima del hombro.

–Justo al doblar esta curva.

Se produjo un fuerte:

–¡ooooooh!

El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro, haciendo frenar a todos al instante. En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas.

–¡No más de cuatro por bote!

Gritó serio Hagrid, señalando a una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de La Orilla. Harry y Ron subieron a uno, seguidos por Neville y Hermione.

–Ven con nosotros.

Pucca fue jalada por Draco, Crabbe y Goyle, yéndose a otra lanchita. Mientras Garu y Destiny se fueron a otro vote, en donde Ronnie y Ring Ring se subieron.

–¿Todos habéis subido?

Continuó tranquilo Hagrid, que tenía un bote para él solo—.

–¡Venga! ¡ADELANTE!

Y la pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizándose por el lago, que era tan liso como el cristal. Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre sus cabezas.

mientras se acercaban cada vez más al risco donde se erigía, Garu podía ver como Pucca reía con ese tal Draco y sus amigos. Apretando los puños con ira por lo que observaba, pues Pucca estaba cayendo ante él como cuando conocieron al petulante de Ronnie hace dos años atrás.

–¡Bajad las cabezas!

Exclamó serio Hagrid, mientras los primeros botes alcanzaban el peñasco. Todos agacharon la cabeza y los botecitos los llevaron a través de una cortina de hiedra, que escondía una ancha abertura en la parte delantera del Peñasco.

Fueron por un túnel oscuro que parecía conducirlos justo por debajo del castillo, hasta que llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por entre las rocas y los guijarros. Todo se veía impresionante, pero Garu estaba cada vez más furioso y por eso desvió la mirada.

–¡Eh, tú, el de allí! ¿Es éste tu sapo?

Dijo serio Hagrid, mientras vigilaba los botes y la gente que bajaba de ellos.

¡Trevor!

Gritó alegre Neville, muy contento, extendiendo las manos. Luego subieron por un pasadizo en la roca, detrás de la lámpara de Hagrid, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.

Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble, inquietos y emocionados por lo que veían y lo que pasaría. Juntándose por fin Pucca con Garu, Harry, Hermione, Destiny, Rong y ahora Gura, algo que alivió a Garu, pero no dejó de demostrarse enojado por lo que había visto.

–¿Estáis todos aquí? Tú, ¿todavía tienes tu sapo?

Preguntó serio a Neville, asintiendo con calma el chico hacia Hagrid. Luego Hagrid levantó un gigantesco puño y llamó tres veces a la puerta del castillo, la puerta se abrió de inmediato ante todos los presentes.

Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí. Tenía un rostro muy severo, y el primer pensamiento de Harry y Garu fue que se trataba de alguien con quien era mejor no tener problemas.

–Los de primer año, profesora McGonagall.

Dijo serio Hagrid, hablándole agradecida la profesora.

–Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.

Abrió bien la puerta ante ellos, dejando ver hacia adentro a todos. El vestíbulo de entrada era tan grande que hubieran podido meter toda la casa de los Dursley en él, e incluso cabría la casita de los Sanada según Garu y Gura.

Las paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas como las de Gringotts, el techo era tan alto que no se veía y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos superiores. Siguieron a la profesora McGonagall a través de un camino señalado en el suelo de piedra, tan silenciosos como al salir del enorme tren de Hogwarts.

Harry podía oír el ruido de cientos de voces, que salían de un portal situado a la derecha (el resto del colegio debía de estar allí), pero la profesora McGonagall llevó a los de primer año a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo.

Se reunieron allí, más cerca unos de otros de lo que estaban acostumbrados, mirando con nerviosismo a su alrededor. Hermione estaba a punto de caer, pero Ronnie caballerosamente la sostuvo en sus brazos, susurrándole un suave:

–Ten cuidado, belleza.

–Oh, muchas gracias.

Soltó alegre Hermione, sonrojándose ligeramente. Mirándolo Harry con una extraña molestia, apretando los puños con enojo repentino.

–Bienvenidos a Hogwarts.

Dijo la profesora McGonagall, obligándose Harry a ver al frente como Ron y Garu.

–El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa. »Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la Copa de las Casas, un gran honor. Espero que todos vosotros seréis un orgullo para la casa que os toque.» La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Os sugiero que, mientras esperáis, os arregléis lo mejor posible.

Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Neville, que estaba atada bajo su oreja izquierda, y en la nariz manchada de Ron. Con nerviosismo, Harry trató de aplastar su cabello, al igual que Garu que se arregló aún más sus pequeñas coletas y su fleco.

–Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia.

Dijo seria la profesora McGonagall.

–Por favor, esperad tranquilos.

Salió de la habitación, dejando a todos los chicos que se ponían aún más ansiosos.