Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.

Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry potter sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.

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"La venganza es un plato que se sirve frío, pero más dulce aún es cuando no tienes que hacer nada y el destino se encarga de servirlo por ti." _(Garu William Potter Sanada, Ronald Bilius Weasley y Harry James Potter)

Los medios hermanos Malfoy y Ronnie King no podían creer lo que veían sus ojos, cuando vieron que Harry, Pucca, Garu y Ron todavía estaban en Hogwarts al día siguiente, con aspecto cansado, pero muy alegres.

En realidad, por la mañana Pucca, Harry, Garu y Ron pensaron que el encuentro con el perro de tres cabezas había sido una excelente aventura. Y ya estaban preparados para tener otra, aunque a Pucca le pareciera adorable el perro que vieron ayer.

Mientras tanto, Harry y Garu le hablaron a Ron del paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts, y pasaron largo rato preguntándose qué podía ser aquello para necesitar una protección así. Mientras Pucca se veía enfadada, tal vez porque odiaba que Ring Ring le hubiera jugado así de chueco.

–Es algo muy valioso, o muy peligroso.

dijo serio Ron.

–O las dos cosas.

Opinó seguro Harry, Garu asintiendo con interés.

–Tal vez sea un arma de magos.

Pero como lo único que sabían con seguridad del misterioso objeto era que tenía unos cinco centímetros de largo, no tenían muchas posibilidades de adivinarlo sin otras pistas. Ni Neville ni Hermione demostraron el menor interés en lo que había debajo del perro y la trampilla, por más que Garu, Harry y Ron lo decían con emoción.

Lo único que le importaba a Neville era no volver a acercarse nunca más al animal, muy contrario a Pucca que quería acariciarlo. Hermione se negaba a hablar con Harry y Ron, a pesar de que por alguna razón si iba hablar con Garu y Pucca.

Pero como era una sabihonda mandona, los chicos lo consideraron como un premio. Oh, bueno, eso era lo que sé decía Harry para amortiguar su punzada de celos que le daban cuando veía que su gemelo Garu se iba a estudiar con Hermione.

Lo que realmente deseaban en aquel momento, era poder vengarse de los hermanos Malfoy y Ronnie King. Y para su gran satisfacción, la posibilidad llegó una semana más tarde, por correo que llegó al comedor.

Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre solía pasar en Hogwarts. la atención de todos se fijó de inmediato en dos paquetes largos y delgados, que llevaban doce lechuzas blancas.

Garu y Harry estaban tan interesados como los demás en ver qué contenía, y se sorprendieron mucho cuando las lechuzas bajaron y dejaron los paquetes frente a ellos. Tirando al suelo el tocino de Harry, mientras a Garu le tiraban su jugo de naranja y su pan con mermelada.

Se estaban alejando, cuando otra lechuza dejó caer dos cartas sobre los paquetes. Garu y Harry abrieron el sobre para leer primero la carta y fue una suerte, porque decía en ambos sobres:

POR FAVOR, NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA. Contiene tu nueva Nimbus 2000, pero no quiero que todos sepan que te han comprado una escoba, porque también querrán una.

Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de entrenamiento. Así que no se te ocurra faltar, que me avisarán si llegas a faltar tú y tu hermano.

Garu y Harry tuvieron dificultades para ocultar su alegría, mientras le alcanzaba la nota a Ron. Y Garu se la pasaba a Pucca, haciendo que ella abriera los ojos sorprendida.

–¡Una Nimbus 2000!

Gimió Ron con envidia.

–Yo nunca he tocado ninguna.

Pucca dio un aplauso feliz, queriendo ir con ellos abrir los paquetes. Pero antes de que pudiera hacer eso, Chief la detuvo del brazo y le dijo.

–Pucca, lamento lo que Ring Ring hizo hace una semana atrás. Podemos hablar para que te de mi regalo de perdón, por favor.

–Sí, está bien.

Soltó tranquila Pucca, siguiendo a Chief hacia otro lado, intrigada por su suave y gentil petición. Mientras que Garu, Harry y Ron salían rápidamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase del día.

Pero a mitad de camino se encontraron con Crabbe, Goyle, Tobe, Shaman y Ronnie, que les cerraban el camino. Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó, atento a lo que podía traer dentro.

–Es una escoba.

Dijo frio, devolviéndoselo bruscamente, con una mezcla de celos y rencor en su cara.

–Esta vez lo han hecho, Potter. Los de primer año no tienen permiso para tener una.

Ron no pudo resistirse, por más que Garu le negaba con la cabeza.

–No es ninguna escoba vieja.

Dijo orgulloso.

–Son unas Nimbus 2000. ¿Cuál dijiste que tenías en casa, Malfoy, una Cometa 260?

Ron rio con aire burlón.

–Las Cometa parecen veloces, pero no tienen nada que hacer con las Nimbus.

||||||||||||||||||||||||–¿Qué sabes tú, Weasley, si no puedes comprar ni la mitad del palo?

Replicó mordaz Malfoy, agregando Ronnie con frivolidad.

–Sí, que has de saber, si supongo que tú y tus hermanos tenéis que ir reuniendo la escoba ramita a ramita.

Antes de que Ron pudiera contestarles, el profesor Flitwick apareció detrás de Malfoy.

–No os estaréis peleando, ¿verdad, chicos?

Preguntó serio con voz chillona.

–A los Potter les han enviado una escoba, profesor.

Dijo rápidamente Malfoy.

–Sí, sí, está muy bien.

Dijo alegre el profesor Flitwick, mirando radiante a Harry.

–La profesora McGonagall me habló de las circunstancias especiales, Potter. ¿Y qué modelo es?

–Una Nimbus 2000, señor.

Dijeron tranquilos Garu y Harry, tratando de no reír ante las caras de horror de Malfoy. Ronnie King y Tobe.

–Y realmente es gracias a Malfoy que las tenemos.

Garu, Harry y Ron subieron por la escalera, conteniendo la risa ante la evidente furia y confusión de Malfoy y King.

–Bueno, es verdad.

Continuó serio Harry cuando llegaron al final de la escalera de mármol.

–Si él no hubiera robado la recordadora de Neville, Garu y yo no estaríamos en el equipo...

–¿Así que crees que es un premio por quebrantar las reglas?

Se oyó una voz irritada a sus espaldas, algo que los hizo girar a los tres. Hermione subía la escalera, mirando con aire de desaprobación los paquetes de Harry y Garu.

–Pensaba que no nos hablabas.

Dijo serio Harry, entre enojado y aliviado al volver oír su voz.

–Sí, continúa así.

Dijo grosero Ron.

–Es mucho mejor para nosotros.

–Pues bien, ni quien quiera hablarles. Vámonos, Garu, hay cosas que aprender.

Soltó en una orden Hermione, Garu asintió y se fue con ella. Hermione se alejó con la nariz hacia arriba, seguida por Garu sin decir más y con su paquete en las manos.

Durante aquel día, Harry tuvo que esforzarse por atender a las clases. Su mente volvía al dormitorio, donde su escoba nueva estaba debajo de la cama.

o se iba al campo de quidditch, donde aquella misma noche aprendería a jugar. Garu por su parte, estaba más concentrado y estudiando más la magia.

Durante la cena comió sin darse cuenta de lo que tragaba, y luego se apresuró a subir con Ron, y Garu para sacar, por fin, sus Nimbus 2000 de su paquete.

–Oh.

Suspiró asombrado Ron, cuando las escobas rodaron sobre la colcha de la cama de Harry. Hasta Garu y Harry, que no sabían nada sobre las diferencias en las escobas, pensaron que parecían maravillosas.

Pulidas y brillantes, con los mangos de caoba, tenían una larga cola de ramitas rectas y, escrito en letras doradas se leía:

«Nimbus 2000.»

El momento de desempaquetar las Nimbus 2000, fue como abrir un tesoro esperado durante mucho tiempo. Garu, Harry y Ron observaron con asombro las escobas, admirando su elegancia y belleza.

Las letras doradas grabadas en las caobas relucían bajo la luz de la habitación, haciendo que cada uno de los presentes se sintiera especial y emocionado por poseer semejante artefacto. Ron, especialmente, estaba lleno de envidia y admiración por la nueva adquisición de sus amigos.

Había soñado con tener una Nimbus desde que salieron, pero sus limitaciones económicas siempre se lo habían impedido. Sin embargo, en lugar de permitir que la envidia lo consumiera, decidió sumarse a la emoción general y disfrutar del momento.

Mientras examinaban cada detalle de las escobas, Harry recordó la razón detrás de aquel regalo inesperado: la recordadora robada por Malfoy. Si no hubiera sido por su intervención, tal vez nunca habrían tenido la oportunidad de recibir tal premio.

La ironía de la situación no pasó desapercibida para ninguno de los presentes, algo que podrían recalcarle a Malfoy para hacerlo enfurecer. El sentimiento de satisfacción era palpable en el aire, mientras los dos hermanos se recordaban su primera sesión de entrenamiento con Oliver Wood.

La idea de volar por los aires sobre las Nimbus 2000 llenaba sus corazones de emoción y anticipación, ya que, al sentirlo la primera vez, no pudieron ocultar el sentimiento de ser libres. Para Garu, quien había crecido en una cultura diferente, volar en escoba sería una experiencia completamente nueva y emocionante.