Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.
Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry potter sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"El camino hacia la grandeza está pavimentado con la determinación de aquellos que se atreven a desafiar sus propios límites."_(Oliver Wood)
Cerca de las siete, Garu y Harry salieron del castillo y se encaminaron hacia el campo de quidditch. Nunca habían estado en aquel estadio deportivo, pero era grande y muy impresionante.
Había cientos de asientos elevados en tribunas alrededor del terreno de juego, para que los espectadores estuvieran a suficiente altura para ver lo que ocurría. En cada extremo del campo había tres postes dorados con aros en la punta, que se podrían asimilarse a unos de un deporte de muggles.
Les recordaron los palitos de plástico con los que los niños muggles hacían burbujas, sólo que éstos eran de quince metros de alto. Así que demasiado deseosos de volver a volar antes de que llegara Wood, Harry y Garu montaron en sus escobas y dieron una patada en el suelo, despegando ambos hacia el cielo.
Qué sensación, era tan liberador para los dos. Subieron hasta los postes dorados y luego bajaron con rapidez al terreno de juego, dando unas cuantas vueltas por el terreno. Las Nimbus 2000 iban donde ellos querían con sólo tocarlas, dándoles una gran facilidad de vuelo.
–¡Eh, Potter, bajen!
Había llegado Oliver Wood, llamando la atención de los gemelos Potter. Llevaba una caja grande de madera debajo del brazo, que cargaba sin dejar de mirarlos. Garu y Harry aterrizaron cerca de él, bajando ambos de sus escobas.
–Muy bonito.
Dijo alegre Wood, con los ojos brillantes.
–Ya veo lo que quería decir McGonagall, realmente tienen un talento natural. Voy a enseñarles las reglas esta noche y luego se unirán al equipo, para el entrenamiento, tres veces por semana.
Abrió la caja, mostrándosela a ambos hermanos. Dentro había cuatro pelotas de distinto tamaño, que se distinguían de una de la otra.
–Bueno.
Dijo serio Wood.
–El quidditch es fácil de entender, aunque no tan fácil de jugar. Hay siete jugadores en cada equipo. Tres se llaman cazadores.
–Tres cazadores.
Repitió Harry, Garu asintiendo suavemente. Mientras Wood sacaba una pelota rojo brillante, del tamaño de un balón de fútbol.
–Esta pelota se llama quaffle.
Dijo serio Wood.
–Los cazadores se tiran la quaffle y tratan de pasarla por uno de los aros de gol. Obtienen diez puntos cada vez que la quaffle pasa por un aro. ¿Me siguen?
–Los cazadores tiran la quaffle y la pasan por los Aros de Gol.
Recitaron Garu y Harry atentos, preguntando Garu serio.
–Entonces, ¿es una especie de baloncesto, pero con ¿Escobas y seis canastas?
–¿Qué es el baloncesto?
Preguntó intrigado Wood.
–Olvídalo.
Respondió rápidamente Harry a lo que soltó Garu.
–Hay otro jugador en cada lado, que se llama Guardián. Yo soy guardián de Gryffindor. Tengo que volar alrededor de nuestros aros y detener los lanzamientos del otro equipo.
—Tres cazadores y un guardián.
Dijo interesado Harry, decidido a recordarlo todo. Mientras Garu lo anotaba mentalmente, pues a pesar de que solo iba ser relevo de Harry era mejor aprender de todo.
–Y juegan con la quaffle. Perfecto, ya lo tengo. ¿Y para qué son ésas?
Señalaron las tres pelotas restantes.
–Ahora se los enseñaré.
Dijo calmado Wood.
–Tomen esto.
Dio a Harry y a Garu unos pequeños palos, parecidos a unos bates de béisbol.
–Voy a enseñarles para qué son.
Dijo serio Wood.
–Esas dos son las bludgers.
Enseñó a Garu y a Harry dos pelotas idénticas, pero negras y un poco más pequeñas que la roja quaffle. Harry y Garu notaron que parecían querer escapar de las tiras que las sujetaban dentro de la caja, casi como si estuvieran vivas.
–Quédense atrás.
Previno serio Wood a Harry y a Garu, dando también él un paso atrás por prevención. Se inclinó y soltó una de las bludgers, que Garu y Harry nunca dejaron de ver.
De inmediato, la pelota negra se elevó en el aire y se lanzó contra la cara de Harry. Harry la rechazó con el bate, para impedir que le rompiera la nariz, y la mandó volando por el aire.
Pasó zumbando alrededor de ellos, estando apunto de pegarle a Garu. pero él la esquivó y la golpeó con fuerza, para luego tirarse la pelota contra Wood, que se las arregló para sujetarla contra el suelo.
–¿Ven?
Dijo serio Wood jadeando, metiendo la pelota en la caja a la fuerza y asegurándola con las tiras.
–Las bludgers andan por ahí, tratando de derribar a los jugadores de las escobas. Por eso hay dos golpeadores en cada equipo (los gemelos Weasley son los nuestros). Su trabajo es proteger a su equipo de las bludgers y desviarlas hacia el equipo contrario. ¿Lo has entendido?
–Tres cazadores tratan de hacer puntos con la quaffle, el guardián vigila los aros y los golpeadores mantienen alejadas las bludgers de su equipo.
Resumieron comprensivos los hermanos.
–Muy bien.
Dijo alegre Wood.
–Hum… ¿han matado las bludgers alguna vez a alguien?
Preguntó curioso Harry, deseando que no se le notara la preocupación. Algo que tenía también su hermano, que a pesar de que no se notaba por su expresión seria, tragó duro por los nervios.
–Nunca en Hogwarts. Hemos tenido algunas mandíbulas rotas, pero nada peor hasta ahora. Bueno, el último miembro del equipo es el buscador. Ése eres tú, por lo que tu hermano Garu será tu remplazo y quien entre al partido cuando a ti te pase algo. Y no tienen que preocuparse por la quaffle o las bludgers… —A menos que me rompan la cabeza.
–Claro, eso nos calma.
Ironizaron los gemelos, dando una risa corta Wood.
–Tranquilos, los Weasley son los oponentes perfectos para las bludgers. Quiero decir que ellos son como una pareja de bludgers humanos.
Wood buscó en la caja y sacó la última pelota, que era de color dorado brillante y extrañas alitas. Comparada con las otras, era pequeña, del tamaño de una nuez grande. Era de un dorado brillante y con pequeñas alas plateadas.
–Esta dorada.
Continuó serio Wood.
–Es la snitch. Es la pelota más importante de todas. Cuesta mucho de atrapar por lo rápida y difícil de ver que es. El trabajo del buscador es atraparla. Tendrán que ir y venir entre cazadores, golpeadores, la quaffle y las bludgers, antes de que la coja el otro buscador, porque cada vez que un buscador la atrapa, su equipo gana ciento cincuenta puntos extra, así que prácticamente acaba siendo el ganador. Por eso molestan tanto a los buscadores. Un partido de quidditch sólo termina cuando se atrapa la snitch, así que puede durar muchísimo. Creo que el récord fue tres meses. Tenían que traer sustitutos para que los jugadores pudieran dormir… Bueno, eso es todo. ¿Alguna pregunta?
Garu y Harry negaron con la cabeza, sin decir ninguna palabra al respecto. Entendían muy bien lo que tenían que hacer, el problema era conseguirlo.
–Todavía no vamos a practicar con la snitch.
Dijo tranquilo Wood, guardándola con cuidado en la caja.
–Está demasiado oscuro y podríamos perderla. Vamos a probar con unas pocas de éstas.
Sacó una bolsa con pelotas de golf de su bolsillo y, unos pocos minutos más tarde, Wood, Garu y Harry estaban en el aire. Wood tiraba las pelotas de golf lo más fuertemente que podía en todas las direcciones, para que Garu y Harry las intentaran atrapar.
Éstos no perdieron ni una y Wood estaba muy satisfecho, de ambos, Garu se veía el más veloz. Tal vez por su entrenamiento como ninja, porque de verdad podía ver todo a la vez. Después de media hora se hizo de noche y no pudieron continuar, sobre todo, Porque Harry comenzaba a sentirse cansado y sin poder olvidar a Pucca luego de ese delicioso pastel que le entregó.
–La copa de Quidditch llevará nuestro nombre este año.
Dijo Wood lleno de alegría, mientras regresaban al Castillo.
–No me sorprendería que resultaras ser mejor jugador que Charles Weasley. Él podría jugar en el equipo de Inglaterra si no se hubiera ido a cazar dragones.
Fueron a acostarse, agotados y felices de lo que hicieron con Wood.
