Descargo de responsabilidad: ya saben ustedes que PUCCA y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo usé sus personajes, para crear esta historia loca, pero según yo entretenida.

Descargo de responsabilidad 2: así como el libro de Harry potter sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen a la autora JKRollin. yo sólo utilicé a Harry potter para juntarlo con Pucca, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.

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"Con amor, hasta lo imposible se vuelve posible." _(Harry James Potter y Pucca Walburga Dooda Negra)

Ron se alarmó, mirando con atención.

–¡Percy! —susurró Ron, empujando a Harry detrás de un gran buitre de piedra.

Sin embargo, al mirar, no vieron a Percy, sino a Snape. Cruzó el pasillo y desapareció de la vista, desconcertando a todos los que estaban allí.

–¿Qué es lo que está haciendo?

Murmuró serio Harry.

–¿Por qué no está en las mazmorras, con el resto de los profesores?

–No tengo la menor idea.

Contestó Ron serio, Pucca caminando con ellos tan sigilosos como un gato. Lo más silenciosamente posible, se arrastraron por el otro pasillo, detrás de los pasos apagados del profesor.

–Se dirige al tercer piso.

Dijo curioso Harry, Pucca asintiendo suavemente. Pero Ron levantó la mano, llamando la atención de Destiny, Pucca y Harry.

–¿No sienten un olor raro?

Destiny, Pucca y Harry olfatearon y un aroma especial llegó a sus narices, una mezcla de calcetines sucios y baño público que nadie limpia. Haciendo que Pucca y Destiny hicieran una mueca de asco, tratando de cubrir sus narices con gesto asqueado.

Y lo oyeron, un gruñido y las pisadas inseguras de unos pies gigantescos. Ron señaló al fondo del pasillo, a la izquierda, haciendo que todos giraran a verlos.

Algo enorme se movía hacia ellos, algo que nadie conocía antes. Se ocultaron en las sombras y lo vieron surgir a la luz de la luna, como si fuera algo espeluznante.

Era una visión horrible, tan horrible que hasta podía provocar asco. Lo miraron con fijación, notando que medía más de tres metros y medio de alto y tenía la piel de color gris piedra, un descomunal cuerpo deforme y una pequeña cabeza pelada.

Tenía piernas cortas, gruesas como troncos de árbol, y pies achatados y deformes, que lo hacía parecer más asqueroso. El olor que despedía era increíble, tan potente que Destiny casi vomitaba.

Llevaba un gran bastón de madera que arrastraba por el suelo, porque sus brazos eran muy largos. El monstruo se detuvo en una puerta, allí pudieron ver a Garu parado, como si estuviera cuidando algo o a alguien.

Pucca abrió los ojos alarmada, pues vio cómo Garu intentaba alejar a la bestia lejos de allí. Pecado embargo, el monstro lo golpeó con su bastón, sacando a llorar a Garu de allí y haciendo gritar a Pucca.

–¡Garu, no!

El monstro lo ignoró y miró hacia el interior, observando lo que había dentro de la habitación. Agitó sus largas orejas, tomando decisiones con su minúsculo cerebro, y luego entró lentamente en la habitación.

–La llave está en la cerradura.

Susurró serio Harry.

–Podemos encerrarlo allí.

–Buena idea.

Respondió Ron con voz agitada, viendo como Destiny y Pucca los dejaban solos para ir a ver como estaba Garu. ellos mientras tanto, se acercaron hacia la puerta abierta con la boca seca, rezando para que el trol no decidiera salir.

De un gran salto, Harry pudo empujar la puerta y echarle la llave. Se giraron a ver a Pucca y a Destiny, preguntándoles Ron preocupado.

–Chicos, ¿Garu está bien?

–Le ha pegado muy fuerte.

Pucca sollozó asustada, revisándolo Destiny y diciendo tranquilizadoramente.

–Está bien el pequeño ninja, solo está inconsciente.

–Qué alivio.

Soltó Harry aliviado, diciendo Ron serio.

–Hay que llevarlo a la enfermería.

–¿Ya se encargaron ¿Del Monstro?

Cuestionó serio Destiny, diciendo Harry y Ron al unísono.

–¡Sí!

Animados con la victoria, comenzaron a correr por el pasillo para volver y llevar a Garu a la enfermería con Pucca cargando a Garu para seguirlos y Destiny detrás de ellos. Pero al llegar a la esquina oyeron algo que hizo que sus corazones se detuvieran: un grito agudo y aterrorizado, que procedía del lugar que acababan de cerrar con llave.

–Oh, no.

Dijo alarmado Ron, tan pálido como el Barón Sanguinario.

–¡Es el cuarto de baño de las chicas!

Bufó serio Harry, sintiéndose idiota por no saberlo, si por algo Garu cuidaba esa puerta.

–¡Hermione!

Dijeron alarmados al unísono, soltando Harry al ver a Pucca, Garu y Destiny.

–Sí, no. Pero, ¿Qué pasará con Garu?

–No se preocupen, nosotros llevaremos a Garu a la enfermería, ustedes salven a Hermione.

Soltó Pucca aun sollozando, aunque era lo último que querían hacer, pero, ¿qué opción les quedaba

? Harry y Ron Volvieron a toda velocidad hasta la puerta y dieron la vuelta a la llave, resoplando de miedo. Harry empujó la puerta y entraron corriendo, mientras los pasos de Pucca y Destiny se alejaban por los pasillos.

Hermione Granger estaba agazapada contra la pared opuesta, con aspecto de estar a punto de desmayarse. El personaje deforme avanzaba hacia ella, chocando contra los lavamanos.

–¡Distráelo!

Gritó Harry desesperado y, tirando de un grifo, lo arrojó con toda su fuerza contra la pared. Era como si la poción que Chief le había dado hubiera desaparecido, haciéndolo pensar en la bruja que lo enamoró con solo aparecer en el vagón en donde estaban Pucca, Ron, Garu, Destiny y él y no en la chica de chongos.

El trol se detuvo a pocos pasos de Hermione, aturdido por el sonido probocado. Se balanceó, parpadeando con aire estúpido, para ver quién había hecho aquel ruido.

Sus ojitos malignos detectaron a Harry, haciéndolo fruncir lijeramente su rostro horrendo. Vaciló y luego se abalanzó sobre él, levantando su bastón.

–¡Eh, cerebro de guisante!

Gritó fuerte Ron desde el otro extremo, tirándole una cañería de metal. El ser deforme no pareció notar que la cañería lo golpeaba en la espalda, pero sí oyó el aullido y se detuvo otra vez, volviendo su horrible hocico hacia Ron y dando tiempo a Harry para correr.

–¡Vamos, corre, corre!

Harry gritó a Hermione, tratando de empujarla hacia la puerta, pero la niña no se podía mover. Seguía agazapada contra la pared, con la boca abierta de miedo.

Los gritos y los golpes parecían haber enloquecido al trol, haciéndolo gruñir y girar hacia todos lados. Se volvió y se enfrentó con Ron, que estaba más cerca y no tenía manera de escapar.

Entonces Harry hizo algo muy valiente y muy estúpido: corrió hacia el trol. Dando un gran salto y se colgó, por detrás, del cuello de aquel monstruo.

La atroz criatura no se daba cuenta de que Harry colgaba de su espalda, pero hasta un ser así podía sentirlo. Si uno le clavaba un palito de madera en la nariz, pues la varita de Harry todavía estaba en su mano cuando saltó y se había introducido directamente en uno de los orificios nasales del trol.

Chillando de dolor, el trol se agitó y sacudió su bastón, con Harry colgado de su cuello y luchando por su vida. En cualquier momento el monstruo lo destrozaría, o le daría un golpe terrible con el bastón, como había hecho con su hermano Garu.

Hermione estaba tirada en el suelo, aterrorizada. Ron empuñó su propia varita, sin saber qué iba a hacer, y se oyó gritar el primer hechizo que se le ocurrió:

¡Wingardium leviosa!

El bastón salió volando de las manos del trol, se elevó, muy arriba, y luego dio la vuelta y se dejó caer con fuerza sobre la cabeza de su dueño. El trol se balanceó y cayó boca abajo con un ruido que hizo temblar la habitación, tirando a Harry en el proceso.

Harry se puso de pie, algo agotado por aquello. Le faltaba el aire, pero le alegraba que Hermione estuviera bien.

Ron estaba allí, con la varita todavía levantada, contemplando su obra. Hermione fue la que habló primero, sacándolos del estupor del momento.

–¿Está... muerto?

–No lo creo.

Dijo serio Harry.

–Supongo que está desmayado.

Se inclinó y retiró su varita de la nariz del trol, por fin aliviado de que eso hubiera pasado. Estaba cubierta por una gelatina gris, algo que solo asumió que era mocos.

–Puaj... qué asco.

La limpió en la piel del trol, mientras Hermione preguntaba curiosa.

–¿Y Garu?

–Fue golpeado por El Trol.

Respondió Ron serio, bajando su barita.

–Pucca y Destiny sé lo llevaron a la enfermería.

Hermione asintió temblorosa, esperando a que Pucca cuidara a Garu y mejoraran su relación.