Capítulo 15

Duelo de Amores

..(Shikadai)

¿Qué demonios…? Es evidente que ese rubio va a terminar vuelto puré. Nadie nunca, en la historia de la humanidad, ha sido capaz de vencer a mi tío en un combate cuerpo a cuerpo, ni siquiera mi madre o mi tío Kankuro. Esto se va a poner feo.

-¡Espera Boruto! ¡No es necesario que hagas esto!-Exclama Jun apretando la mano de su novio. Él voltea a verla y sonríe como siempre.

-Pero quiero hacerlo, por ti y el vínculo que tenemos. Ya te lo he dicho, si tengo que atravesar miles de obstáculos con tal de no perderte, estoy dispuesto a lo que venga.-Los ojos de mi prima se humedecen del mismo miedo.

-Veo que tienes determinación muchacho, pero eso no te bastará.-Dice mi tío Gaara cruzándose de brazos y esbozando una sonrisa burlona.

-Por favor, papá, no le hagas daño. Solo acepta que las cosas se dieron así y ya. No te puedes meter en mi corazón y cambiar mis sentimientos.

-Eso ya lo veremos Jun.-Mi tío se dirige a paso neutro a una de las sillas de la sala de espera y ahí se queda mirando a la nada.

Mi prima llena de congoja sale corriendo hacia nuestra habitación y Boruto va tras ella.

Siento las esencias de Hayabusa y Himawari acercarse.

-¿Soy yo o el ambiente está muy tenso?

-Es exactamente lo que sientes viejo. Ha habido un diálogo fuerte.

-¿El padre de Jun no acepta que onii-chan sea su novio?-Pregunta Himawari con la mirada triste.

-Sí, es una pena.

-¿Pero por qué? Boruto no es una mala persona y no tiene ninguna intención de hacerle daño a Jun.-Suspiro y meto mis manos en los bolsillos.

-Son sus típicos celos de padre. Fuera de que considera que nuestro amigo es un imbécil que no merece tener a alguien como ella.

-Es una lástima que su padre sea tan exigente en ese aspecto, porque Boruto de verdad ama a Jun.

-Creo que iré a hablar con ambos al respecto.-Sarada toma mi brazo.

-¿No quieres que te acompañe?-Es tan tierna cuando se preocupa.

-Descuida, no es necesario. Esta es una situación familiar que es mejor arreglar, como su nombre lo indica, en familia.

-¿Seguro?-Le sonrío con cariño y acaricio su mejilla.

-Si quieres puedo contarte los detalles luego.-Hace un puchero y me suelta.

-Está bien.-Retomo mi camino y al estar frente a la puerta, opto por tocar para no verme como un grosero, sin embargo, la voz de Jun me detiene.

-Ya sé que estás ahí Shikadai. Pasa.-Abro la puerta y una vez dentro, la cierro. Me acerco.

Me siento en frente de ella y tomo su mano libre, ya que la otra está sujetada por Boruto.

-¿Cómo estás?-Sé que la pregunta suena estúpida en este momento, pero prefiero llevar esta conversación con calma y sin tanta frialdad.

Suspira.

-Mejor que hace unos minutos.-Aprieta mi mano.

-Pero sigues sintiéndote mal por tu padre, ¿verdad?-Asiente con la cabeza y unas cuantas lágrimas brotan de sus ojos celestes.

-No quería que las cosas se dieran así. Pensé que él aceptaría mi relación.-Tomo aire antes de proseguir con la charla.

-También deberías ponerte en sus zapatos. Eres su única hija y lo que menos quiere es que alguien te haga daño. Él solo intenta protegerte.

-Lo sé, pero no por eso debió llegar hasta el punto de hacer que él y Boruto se enfrenten en combate. Tú y yo sabemos perfectamente lo lejos que puede llegar mi padre cuando lucha en serio.

-Jun, escucha.-Boruto limpia las lágrimas de mi prima.-No perderé esta pelea. Incluso si mi cuerpo ya no responde debido a los golpes y las heridas que pueda sufrir en el proceso, seguiré levantándome hasta el último segundo y lucharé con todo lo que tengo. Entiendo que tu padre sea uno de los lobos más fuertes del clan, pero no existe nada en este mundo con el poder suficiente para quebrantar mi voluntad.

En serio, a veces me asusta lo serio que puede llegar a ser cuando le nace.

Jun enfoca su vista en él, suelta su mano y lo abraza.

-No dejaré que te haga daño. Una vez estuve a punto de perderte, no quiero que vuelva a pasar.-Boruto le corresponde el gesto.

-Nunca me perderás preciosa, te lo juro. Me mantendré vivo sin importar qué.

-Jun.-Me mira con tristeza mientras se separa levemente de Boruto.-Lo mejor que puedes hacer ahora es confiar en tu novio. Tú lo conoces tanto como lo hace Himawari, y sabes que cuando se propone algo, da todo de sí hasta conseguirlo. ¿O es que acaso no lo has visto en más de una situación?

-Yo…

-Si sabes lo lejos que puede llegar, no deberías sentirte asustada. Confía en su poder y capacidad, ¿de acuerdo?-Asiente y sonríe con dulzura, abrazándonos a los dos con fuerza.

-Los amo mucho a los dos.-Sus palabras me sorprenden, pero es tan reconfortante escucharla decir algo tan lindo. No puedo creer lo mucho que ha avanzado en su parte emocional.

Mi tía Matsuri abre la puerta. Los tres volteamos a verla.

-Qué pena tener que interrumpirlos así, ¿pero les molestaría darme un momento a solas con mi hija?

-Seguro señora Sabaku No, no hay problema.-Nos levantamos para irnos.

-No me digas señora Boruto. Me haces sentir más vieja de lo que ya estoy. Llámame por mi nombre.-El Uzumaki sonríe.

-De acuerdo, Matsuri.-Salimos de la habitación para darles un momento madre e hija.

..(Hayabusa)

Sarada nos acaba de contextualizar al respecto de todo esto. No me lo puedo creer. Lo analizo una y otra vez y no me entra en la cabeza el hecho de que Boruto haya aceptado ese duelo a muerte.

Me la he pasado viendo a la nada desde que Shikadai fue detrás de esos dos. Ojalá las cosas puedan avanzar para mejor. Sé que mi amigo es un gran sujeto a pesar de lo baka.

Himawari toma mi mano y me saca de mis cavilaciones.

-Confía en onii-chan. Él no perderá, y en caso de que sea así, todos nosotros estaremos ahí para apoyarlo.

-Escucha a tu novia Hayabusa. Lo peor que podemos hacer ahora es desconfiar de su fuerza. Además, el amor que siente por Jun lo mantendrá en pie, estoy segura.-Me limito a suspirar.

Shikadai y Boruto vuelven con la mirada baja. ¿Qué habrá pasado?

-¿Está todo bien?

-Para serte franco, no lo sé viejo.-Exclama Shikadai observando a su tío.

-Las cosas van de mal en peor. Después de todo lo que me costó llegar al corazón de Jun, para que ahora haya otro obstáculo en medio de los dos, y no podía ser nada más ni nada menos que el líder del clan de los lobos.-Mi novia contempla a su hermano con cariño y corre hacia él para abrazarlo.

Él solo permanece inmóvil ante el contacto.

-No te martirices más con el asunto onii-chan. Sé que mañana podrás derrotar al papá de Jun, a menos que te rindas a mitad de camino. De todos modos, pase lo que pase, nosotros estaremos ahí para auxiliarte.-Esas palabras logran mellar en mi amigo, quien se aferra más a su hermana.

-Creo que mejor hermana no pude haber pedido en esta vida.

-Sarada, ¿puedes acompañarme?-Shikadai le extiende la mano a Sarada y ella se la recibe con gusto.

-Claro.-Veo que avanzan hacia el padre de Jun. Ojalá y el diálogo ayude a apaciguar la ira de ese hombre.

..(Sarada)

Sujeto la mano de mi novio con fuerza para transmitirle toda mi tranquilidad con tal de que tenga el valor suficiente y encare a su tío.

Él corresponde a mi apretón.

Al estar frente a frente con él, nos observa con cara de pocos amigos.

Shikadai suspira.

-Tío, tenemos que hablar.-Dice tratando de mantener su voz serena.

-¿Qué parte de que no quería que se juntara con ese idiota fue la que no entendiste Shikadai?-Vaya, sí que atacó con toda. Debemos buscar el modo de calmar sus demonios internos.

-Escucha, ni tú ni yo tenemos el poder y muchos menos el derecho de mandar en el corazón de Jun.

-Ese sujeto no le conviene a mi hija. No es más que un tarado y un estorbo.-Tal parece que no va a ser fácil convencerlo.

-No, él no es un estorbo. Si lo fuera, no habría sido capaz de salvar a Jun en más de una ocasión, y ni se te ocurra decirme que fue cuestión de suerte, porque no es así.-El hombre frunce el entrecejo.

-Mi deber como padre es protegerla y no dejar que cualquier estúpido le endulce el oído.-Shikadai aprieta su mano libre. Está a punto de perder la paciencia.

-Mira, te lo voy a decir de la forma más directa posible con tal de que lo entiendas. Sabaku No Jun ya no es una niña a la que tienen que proteger hasta del más inofensivo insecto. Ha crecido mucho y ha madurado lo suficiente como para tomar sus propias decisiones. Es momento de que la sueltes.-Aquellos ojos celestes se incrustan en nosotros con más detenimiento e ira.

-Es verdad que hay que soltar a los hijos, pero solo lo haré cuando considere que mi hija está lista.

-Jun está más que lista para afrontar el camino por su cuenta, sujetando la mano de Boruto para conseguir fuerzas cuando sienta que no las tiene.-El líder del clan de los lobos se levanta de la silla y se cruza de brazos.

-Yo le puedo dar esa fuerza. Ella no necesita de ningún mequetrefe que solamente le generará más cargas de las que ya tiene.-Shikadai suelta mi mano. Ahora sí perdió la compostura.

-¡¿Y cuándo carajos se la pensabas dar?! ¡Dime! ¡Casi nunca tienes tiempo para ella!

-¡Claro que paso tiempo con ella!-Y el padre de Jun también explotó. Espero que no se agarren a golpes aquí adentro.

-¡Pero solo cuando se trata de entrenar! ¡Es muy raro que la trates como a tu hija! ¡Parece más tu máquina de pelea que la bendición que surgió del amor que se tienen tú y la tía Matsuri!-Gaara abre sus ojos de par en par. Como que esas palabras sí llegaron a su corazón.

-¡¿Cómo te atreves a decir una cosa así?! ¡No es verdad!

-¡¿No?! ¡¿Entonces por qué la mayor parte del tiempo ha estado sola cuando nosotros, su familia y amigos no podemos estar ahí!? ¡Él único que la ha respaldado en esas ocasiones ha sido Boruto!

-¡Tengo responsabilidades como líder del clan! ¡No puedo permanecer todo el tiempo con ella!-Shikadai toma a su tío de la camisa con furia.

-¡Pero por lo menos las veces que tienes tiempo libre deberías verla como tu pequeña, no el objeto de combate que has de utilizar para vencer a Madara!

-¡Tú no lo entiendes Shikadai! ¡Jun ha llegado lejos gracias al arduo entrenamiento que ha tenido conmigo!-Ambos se fulminan con la mirada. ¿Será que intervengo o no? Porque sí me da miedo que por metiche reciba una paliza de alguno de los dos.

-¡Sí, en su parte física! ¡¿Y qué hay de su estado emocional?!

-¡Ella no necesita emociones! ¡Las emociones sólo traen caos, en especial cuando se trata de la guerra! ¡Lo vital es siempre pensar con la cabeza fría y razonar! ¡No existe espacio para el corazón!

-¡¿Entonces por qué te casaste con la tía Matsuri?! ¡¿Por compromiso?!

-¡Claro que no! ¡Me casé con ella porque la amo!-Shikadai toma aire y suspira, sonriendo de lado y soltando la ropa de su tío.

-¿No que las emociones no podían mandar? Que yo sepa te juntaste con la tía Matsuri durante esa constante guerra.-El pelirrojo desvía la mirada.

-En mi caso es diferente. Yo sí supe escoger a la indicada. Jun no sabe lo que está haciendo, solo está hipnotizada por una ilusión.

-Ni que Boruto tuviera poderes telepáticos. Es un humano común y corriente.

-Y es esa la razón por la cual no voy a tolerar que Jun se quede con ese muchacho.

-Ya te lo dije, pero parece que no lo captaste. No puedes mandar en el corazón de mi prima, ella es libre de decidir con quién quiere estar y con quién no. ¿O es que tú le prohibiste a mamá tener una relación con papá para formar una familia? Porque si la memoria no me falla, él es un humano.-El Sabaku No suspira y se frota las sienes.

-El amor que tengo por tu madre es muy diferente al que siento por Jun. Ningún caso es comparable con el otro.

-Claro que lo es, porque es la misma situación, solo que en tiempos distintos.

-Escuche señor Gaara, entiendo que su hija sea la luz de sus ojos y no quiere verla en ningún estado perjudicial, tanto emocional como físico, pero usted debe entender que ella es libre de decidir por su cuenta. Si ella ama a Boruto, permítale quererlo con tanta fuerza a tal punto de que los dos se vuelvan un equipo invencible.

-Sarada…

-Y también, confíe en las capacidades de Boruto. Él no permitirá que nada malo le pase a Jun, yo se por qué se lo digo. Ese chico realmente adora a su hija, es muy obvio como para disimularlo. Por favor, solo dele una oportunidad. Le prometo que no le fallará. Conozco bastante bien a mi amigo.-Se queda meditando para luego suspirar.

-Entiendo que quieras lo mejor para tu amigo Sarada, pero eso no implica que mi opinión con respecto a Boruto vaya a cambiar. Mañana sí o sí, tendremos ese combate, y será ahí donde comprobaré si de verdad ese sujeto es digno de quedarse con mi hija o no.

-Tío Gaara…

-Además, este es un asunto familiar, así que te pido con todo el respeto que mereces que no te metas, ¿entendido?-Su mirada me intimida y hace que trague saliva.

-Gomenasai.-Su semblante permanece serio.

-En fin, es mejor que se vayan a dormir.

-Sí, seguro.-Nos volvemos a acercar a Hayabusa y Himawari.

-¿Y bien? ¿Qué tal les fue?

-Creo que pudo ser peor.-Exclama Shikadai mientras se rasca la nuca.

-No lo dudo. El señor Sabaku No se ve que es un tipo con el que hay que tener mucho cuidado.-Dice Boruto con el ceño fruncido.

Los cinco volvemos a la habitación para irnos a dormir. Jun y su mamá nos miran con sorpresa.

-Bueno, es hora de que me vaya. Descansa mi niña.-La mujer deposita un beso en la frente de su hija.

-Buenas noches, tía.

-Buenas noches. Duerman bien.-Por ahora creo que es mejor no preguntarle nada a Jun respecto al tema.

Cada uno se ubica en su respectiva camilla y dejamos que el sueño se apodere de nuestro cuerpo.

A la mañana siguiente, el sol entra por aquella ventana y hace que abra mis ojos con dificultad. No puedo creer que hoy será el día en que vea a mi amigo hecho un desastre, pero ya no tenemos escapatoria.

Me bajo de la camilla y no veo a nadie por ninguna parte. ¿Hace cuánto se habrán levantado? Debo apresurarme.

Busco el baño para lavarme la cara.

Al salir, siento el ambiente algo tenso en la sala de espera. Shikadai está ahí sentado.

-Buenos días.-Digo algo incómoda.-¿Dónde están los demás?

-Ya se fueron al bosque del clan para llevar a cabo este estúpido enfrentamiento.

-Entiendo.-Me extiende su mano y la tomo entrelazando nuestros dedos.

-¿Estás lista?

-Sí.-Caminamos hasta nuestro destino y a lo lejos, observamos que Boruto y Gaara se están preparando para iniciar el combate.

Solo espero que mi amigo no acabe tan malherido.

..(Shikadai)

Al llegar, me acomodo al lado de Jun y Sarada se hace con Himawari.

Suspiro y abrazo a mi prima para calmarla un poco.

-Deja de preocuparte tanto. Él te dijo que estará bien. No dudes.-Mi prima se pega más a mi cuerpo y se encoge para sentirse segura.

-Sé que el dará lo mejor de sí en esta pelea, pero, aun así, no tengo dudas de que mi padre luchará en serio a pesar de que no se transformará, y no quiero que Boruto salga herido por causa mía.

-Sabes que a él no le importa dar su pellejo por ti. Además, esta es su forma de demostrarte lo mucho que quiere permanecer a tu lado.

-Pero existen más formas de que lo haga.

-Y solo una de demostrarle a tu padre que él es digno de ser tu novio.-La oigo suspirar con pesadez. Hace mucho no la veía tan devastada y preocupada.

Vamos Boruto, tienes que ganar. Todos tenemos fe en ti.

Mi tío se aclara la garganta y se pone en posición de pelea.

-Muy bien. Espero que me demuestres lo lejos que eres capaz de llegar niño.-Boruto sonríe victorioso y se prepara.

-No lo defraudaré señor Sabaku No, eso téngalo por seguro.-Se abalanza sobre mi tío mandando un golpe directo con su puño. El hombre, sin siquiera inmutarse, se hace a un lado para evitar el ataque, logrando que su contrincante siga derecho casi a punto de caer.

-¿Eso es todo? Vaya, qué decepción la que me acabo de llevar.-Boruto frunce el entrecejo y vuelve a atacar, esta vez con una patada, la cual es bloqueada por mi tío sin problema. Lo agarra del tobillo y le da vueltas para mandarlo a volar.

El Uzumaki choca con un tronco.

-¡Boruto!-Grita Jun con desesperación. El nombrado se levanta con energía.

-No te preocupes por mí linda, estoy bien.-Exclama elevando el tono de su voz.

-Bien, supongo que ahora es mi turno de atacar. Es aburrido seguir a la defensiva.-Mi tío corre hacia Boruto para darle un golpe en el abdomen, sin embargo, el rubio lo contrasta poniendo sus brazos en forma de cruz.

En eso, mi tío manda un puño a la cara de Boruto, quien por inercia se agacha para esquivar y contrarrestar con un puñetazo en el estómago de su rival. Al darse cuenta de su estrategia, mi tío retrocede.

-Me sorprende la velocidad con la que puedes ver los ataques de un lobo. Nada mal para ser un simple humano.-Boruto aprieta los puños con fuerza y se abalanza contra mi tío. Ataca con varios puños seguidos, los cuales el lobo evade sin mayor dificultad.

De repente, al rubio le llega un impacto en todo su abdomen con tanta fuerza que lo hace escupir sangre, y una vez más, sale por los aires cayendo sobre su espalda en el suelo.

Se retuerce de dolor.

Jun por instinto busca pararse para ir a ayudarlo, pero tomo su mano antes de que pueda dar un solo paso.

-¿Qué haces Shikadai?

-La batalla todavía no ha terminado, así que no es bueno que te pongas en medio. Espera a que llegue a una conclusión.

-¿Conclusión? Todos sabemos cuál va a ser el resultado final.-Frunzo el ceño.

-Incluso siendo así, no puedes ir por él. Sé que aún conserva la fuerza para seguir luchando.-Me mira con desesperación, pero accede a sentarse de nuevo.

-Sólo espero que no muera.-Mi tío Gaara se masajea el cuello.

-No sé por qué llegué a creer que serías un rival digno. No eres nada más que un mortal sin habilidades de ninguna clase.-Se da media vuelta para retirarse, pero la voz de mi amigo hace que detenga sus pasos en seco.

-Esto… esto aún no termina.-Se para del suelo con dificultad.-Todavía puedo… pelear.-Sonrío con orgullo.

Mi tío lo mira de reojo y una leve sorpresa se contempla a través de su mirada.

-Sí que eres obstinado como tu padre.-Se reacomoda para verlo de frente.-Pero eso no te salvará.-El rubio rechista con ironía.

-No subestime mi voluntad señor Sabaku No.-Enfoca su vista en Jun y sonríe.-Esa es la que me ha permitido proteger lo que más amo en esta vida, y es por ella, que ganaré.-Ella le devuelve la sonrisa con cariño.

-Bien, siendo así el caso, no te contengas Uzumaki.-Mi tío sonríe con sutileza. ¿En serio vi lo que vi o me estoy volviendo loco?

-Muy bien.-El rubio corre hacia él para atacar con varios puños seguidos, los cuales mi tío bloquea y otros esquiva para luego contraatacar.

Los puños y patadas van de parte y parte a una velocidad tal, que son casi imperceptibles para mis ojos. Me sorprende que Boruto pueda igualar la velocidad de un lobo. Eso demuestra que de verdad está dispuesto a todo por obtener la victoria.

Observo a Jun de reojo. Se le ve más sorprendida que yo.

Finalmente, un golpe final le es dado al Uzumaki en todo su rostro, y es tanta la fuerza del impacto, que le revienta el labio inferior. Una vez más, se estampa con el suelo, solo que esta vez de cara.

Dudo que de esa se pueda levantar, aunque también no me puedo creer lo lejos que llegó. Sí que es determinado.

-Y aquí termina esto. Lo siento por ti niño, pero he ganado.-Boruto aprieta su puño con la poca fuerza que le queda y con dificultad hasta para respirar, se para de nuevo.

Con su brazo se quita la sangre de su labio.

-No, todavía no he terminado. Aún me quedan fuerzas para pelear.

-Boruto…-Dice Jun en un susurro.

-Muy bien, si así lo quieres, pero te aseguro que, a pesar de tu estado, no me contendré.

-Y yo le pido que no lo haga.-De nuevo inicia la batalla, y se vuelven a dar las patadas y puños a velocidades extremas. Boruto cae otra vez, y otra, y otra, y otra, sin embargo, se levanta todas esas veces pidiendo otra oportunidad de seguir luchando.

Sí que es terco, debería parar. Su cuerpo ya está demasiado maltrecho. Si sigue así, es muy probable que muera. ¿Por qué se empeña tanto en vencer? Está llegando muy lejos con todo este asunto.

-Todavía no…-Exclama Boruto jadeando de cansancio.-Otra oportunidad… solo… otra…-No se puede ni levantar. Se nota que sus piernas no responderán más. Aparte de que tiene toda la ropa manchada de sangre. ¿Acaso no se da cuenta de la locura que está cometiendo?

-No es recomendable que pelees en tu condición. Acéptalo, Uzumaki, has perdido la contienda. Ríndete.-Trata de pararse y cae sobre su rodilla.

Ya basta viejo, entiende que no puedes continuar así.

Por alguna razón mística, consigue fuerza para quedar de pie, aunque se tambalea un poco.

-Sí que estás decidido a derrotarme, sin embargo, el resultado de esta batalla es predecible.-Se cruza de brazos y da media vuelta para irse.

Boruto corre para atacarlo por la espalda, pero mi tío lo esquiva, se gira y toma del cuello al Uzumaki, apretándolo con toda su fuerza.

Kuso, si no se detiene en serio lo matará.

Sigue sin permitirle recibir aire y lo levanta. Camina hacia uno de los árboles y lo estampa en el tronco.

Apenas y puede respirar. Demonios, tenemos que hacer algo.

Mi tío lo suelta y le da un puño en la cara y otro en el estómago, repitiendo el proceso una y otra vez.

-¡Papá! ¡No!-Jun va tras él, y justo cuando Boruto está a punto de recibir el golpe final, mi prima se mete en medio.

Alza la vista para toparse con los ojos de su padre, que no manifiestan emoción alguna, mientras que los de ella están cubiertos de lágrimas.

-¿Qué se supone que haces?-Pregunta él con voz autoritaria.

-No permitiré que le hagas más daño. Ya fue suficiente.

-A mí no me culpes, él se lo buscó.-Los colmillos de Jun salen a flote.

-¡Me importa una mierda si fue así o no! ¡Sólo te digo que no toleraré que lo sigas hiriendo de este modo! ¡Si tantas ganas tienes de golpear a alguien, aquí me tienes!-Todos los espectadores abrimos nuestros orbes de par en par.

¿Qué rayos estás tramando Jun?

Mi tío prepara su mano para golpear y Jun cierra los ojos, sin embargo, él vuelve a dar media vuelta y decide retirarse.

Justo en la entrada del bosque, observa de reojo a su hija.

-Podrás querer o amar a ese sujeto tanto como se te dé la gana, pero jamás lo aceptaré como un miembro de nuestra familia. No es más que un enclenque y un inútil.

Finalmente, se va.

Hayabusa se aproxima a su amigo para cargarlo en su espalda. El pobre con suerte sigue consciente.

-Viejo, no debiste llegar así de lejos. Estuviste a punto de morir.

-Hayabusa, te juro que yo no…

-Descuida Jun. No tienes que disculparte por nada. Esto fue decisión suya, y da igual las veces que intentaste persuadirlo para que no siguiera con esta locura, él es muy testarudo cuando algo se le mete en esa cabeza de chorlito que tiene.

-Lo sé.-Hayabusa y Himawari se van con Boruto para buscarle una camilla urgente.

Jun suspira y se limpia las lágrimas con el dorso de la mano.

-Sí que soy una pésima novia. Él merece a alguien mejor que yo.-La abrazo por el hombro y nuestros ojos se cruzan.

-No eres una mala novia. Ya lo escuchaste de parte de Hayabusa, él jamás habría cambiado de opinión con respecto a todo esto.

-Shikadai…

-Además, no existe un manual para ser una buena pareja. Eso se aprende con el tiempo que pases con esa persona.-Sarada se hace por el otro lado y la abraza.

-Tu primo tiene razón, y Boruto haría cualquier cosa por ti, incluso sacrificar su vida por la tuya. El amor que te tiene es inquebrantable y ni siquiera tu padre logrará deshacer este sentimiento que los une.

-Eso espero.-Nos vamos de nuevo al hospital. Ahí en la sala de espera, yace mi tío mirando por la ventana de brazos cruzados.

Itachi sale de una de las habitaciones.

-¿Y bien? ¿Cómo está?-Me atrevo a preguntar sin tapujos.

-Está vivo. Sus heridas no son graves, así que fue fácil estabilizarlo.

-¿Entonces por qué…?

-La fatiga hizo que se desmayara Jun. Utilizó más de las energías que posee. Si se hubiese excedido solo un poco más, el resultado no sería favorable.

-¿Puedo pasar a verlo?

-Por supuesto. Sigue.-Mi prima se adentra en aquel cuarto.

-Todavía no puedo creer todo lo que pasó.

-Ni yo, pero lo importante es que nuestro amigo estará bien.-Tomo la mano de mi novia logrando que nuestros dedos se entrelacen.

-Sí, tienes razón.

..(Hayabusa)

Paso cerca de la habitación donde mi amigo se está recuperando.

La voz quebrantada de Jun hace que detenga mis pasos.

-¿Por qué? No debiste haber hecho todo eso por mí. Por poco y te pierdo de nuevo. Es por eso, que no quería que ustedes dos se enfrentaran así. Sabía que por más que te esforzaras y dieras todo de ti, jamás vencerías a mi padre.-Miro por el rabillo de la puerta y… bueno, no esperaba eso.

Jun le da un beso en los labios a Boruto mientras sujeta su mano con fuerza.

-Perdóname.

-No tienes que disculparte por nada Jun. Sabía que la situación acabaría así, pero no por eso me iba a quedar de brazos cruzados sin luchar. Debía de alguna forma u otra demostrarle a tu padre que soy capaz de protegerte, aunque la victoria no fuese mía.-Le sonríe con cariño.

Ella se limita a llorar.

-Baka.-Boruto se ríe.

-Recuerda que ahora soy tu baka.-Nunca pensé que la palabra baka pudiese sonar tan cursi.

-Hayabusa, ¿te importaría darme permiso?-Siento un escalofrío recorrer mi espalda. Giro mi cabeza para encontrarme con el padre de Jun.

-Seguro. Adelante.-Mi voz se oye temblorosa.

Me hago a un lado. El hombre abre la puerta.

-Jun, ¿me permitirías un momento a solas con Uzumaki? Quiero cruzar un par de palabras con él.-¿De verdad dijo lo que acabo de escuchar? No me lo creo. Espero que en serio sólo sea una plática y no lo mate, aunque es muy probable que sí, pero ojalá no, porque quién sabe qué locura podría llegar a hacer Jun.

oooooooOOOOOOOoooooooo

Hasta aquí el capítulo. Espero que les haya gustado. Díganme en los comentarios qué creen que Gaara le dirá a Boruto.

-Jun: De verdad que todavía no puedo creer lo que hiciste.

-Yo: (Tomo un poco de jugo) ¿De qué hablas?

-Jun: ¿Te parece poco lo que le hiciste pasar a mi novio?

-Yo: Le vendrán peores, así que no te pongas dramática.

-Jun: ¡Voy a destrozarte la cara de un puñetazo!

-Yo: Deberías dejar de ser tan impulsiva, ¿no crees? Si tienes tantas ganas de golpearme, hazlo. No es como si pudieses llegar muy lejos. (Aparece Boruto y la abraza por la espalda)

-Boru: Tranquila amor, no es para tanto. Estoy mejor y eso es lo que vale. (Jun rechista)

-Los tres: Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.