Capítulo 16

Despertar

..(Hayabusa)

¿De verdad dijo lo que acabo de escuchar? No me lo creo. Espero que en serio sólo sea una plática y no lo mate, aunque es muy probable que sí, pero ojalá no, porque quién sabe qué locura podría llegar a hacer Jun.

Acerco mi oído a la puerta.

Ni una palabra se oye después de aquella propuesta. Supongo que Jun estará buscando una respuesta adecuada.

-No es necesario que me mires con el ceño fruncido hija.

-¿Cómo sé que no intentarás rematarlo?-El hombre rechista y se ríe con ironía.

-No soy así y lo sabes. Sólo quiero hablar con él en privado. No es mucho pedir, ¿o sí?

-No lo dejaré aquí solo, y menos contigo papá. Sé que no te importa si vive o no, por eso eres capaz de quitarle la vida, aunque no tenga las fuerzas para defenderse.

-Jun, ni que fuera un asesino. Sólo permite que tengamos una charla de hombre a hombre.-Otro silencio se forma. Parece que Jun todavía no confía en su padre.

-Bueno, te dejaré a solas con él si me prometes que no lo golpearás.

-Tienes mi palabra.-Escucho los pasos de Jun acercarse a la puerta. Demonios, ¿ahora dónde me escondo?

-Ni siquiera intentes moverte de ahí Hayabusa.-Rayos, me pilló.

-Te juro que no es lo que parece Jun, en serio.-Mis ojos transmiten miedo. No quiero recibir un puño, y menos de alguien tan poderosa como ella.

-Descuida, no tengo ganas de romperte la cara de un puño.-Cierra la puerta y apoya su oreja en esta.

-¿Segura de que es una buena idea quedarte aquí? Es como difícil evitar que tu padre no te detecte.

-Ocultaré mi esencia.

-Muy bien, entonces me iré.

-Puedes quedarte a escuchar la plática si quieres.-Enarco una ceja ante su petición. ¿En serio esto está pasando?

-¿No te molesta que me quede?

-En absoluto. Boruto es tu amigo y sé lo mucho que te importa. Además, es preferible que seas tú quien esté aquí y no Himawari.

-¿Por qué lo dices?

-Hay muchas cosas de este mundo que ella todavía no entiende, en especial por la vida que ha llevado. Puede que tengamos la misma edad, pero tengo más experiencia dentro de la oscuridad que ella.

-Aunque no lo creas, ella es muy inteligente para su edad, al igual que tú.

-Lo sé, pero ella no sabe lo que es nacer con una sangre diferente a la humana, tener responsabilidades de alguien que supera los 20 cuando apenas estás comenzando la adolescencia y día a día entrenar duro desde que tienes conciencia de que existes como si sólo fueses una máquina de guerra.-Sus palabras me dejan pensativo.

No puedo decir que su análisis es una mentira, sería una ofensa. Tal vez Himawari no sea capaz de llegar a la profundidad ciertos asuntos porque no lo ha vivido en carne propia, pero de algo estoy seguro, y es que lo ha intentado desde que se enteró de todo este complot.

-Tienes razón, sin embargo, no creo que sea conveniente que la subestimes.

-Y no lo hago. Sé lo lejos que puede llegar a pesar de no haber nacido con ningún poder.-La miro con el ceño fruncido.

Ella se limita a suspirar.

-Lo que quiero decir es que, si estuviera aquí y supiera que mi padre y su hermano están solos en una habitación, entraría en pánico.

-¿No te pusiste así ante la solicitud que te hizo tu padre hace un rato?-Sus ojos azules me indican que sí, pero Jun es demasiado orgullosa como para admitir tal suceso.

-Confieso que me alcancé a asustar, pero preferí acceder para evitar más problemas con él.

-Entiendo, pero sigo diciendo que no consideras a Himawari como una igual.

-Le falta mucho para ser una igual y lo sabes Hayabusa. Si se enterase de lo que mi padre intenta hacer, se le habría encarado y eso no hubiese resultado bien. Himawari todavía se deja llevar por sus emociones, debe aprender a controlarlas y pensar con la cabeza fría.

-Mira Jun, no es tan importante pensar con cabeza fría, sino establecer un balance entre lógica y corazón.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Bueno, es simple. En una batalla, si no analizas la situación en cuanto pros y contras, no lograrás planear una buena estrategia para vencer, pero tu corazón es el que te impulsa a luchar con todas las ganas, ya que no sólo en él habita tu determinación, sino también los sentimientos que te unen a esas personas que significan mucho para ti.

-No te puedo contradecir, es un buen argumento.-Me sonríe con sinceridad. No es normal verle esa expresión todos los días.-En fin, acércate y escucha.

-Pero yo no tengo la capacidad de ocultar mi esencia.

-Yo me haré cargo de eso.-Me acerco a ella y pone su mano sobre mi hombro. Supongo que así es como va a evitar que su padre sepa que estoy aquí.

-Me sorprendiste el día de hoy Uzumaki. No esperaba que llegases tan lejos en una batalla que prácticamente fue a muerte.

-Bueno, aunque no gané, me alegra haber dejado en usted esa sensación.

-Aun así, no creo que seas digno de ser el novio de mi hija.-No sé por qué intuía que diría eso.

-Puede que ahora no, pero le puedo asegurar que más adelante estará feliz de que Jun se quede conmigo.

-Lo dudo. No tienes lo necesario.

-Pero le juro que no me rendiré hasta lograrlo. Sé que va a costar, pero por ella lo vale.

-Sí que amas a mi hija.

-Con todo el corazón.-Veo cómo los ojos de Jun se humedecen.

-Aunque no me derrotaste, pude ver en tu mirada lo mucho que Jun te importa y que darías lo que fuera por ella. También tienes determinación cuando te propones algo, es un punto bueno que tienes.

-Le agradezco su honestidad señor Sabaku No, pero sé que esto no implica que me permita seguir saliendo con su hija.

-Yo no dije eso. De hecho, no voy a interferir entre ustedes dos, pero no por eso aceptaré todavía que sean pareja.-¿Qué? ¿Está hablando en serio? Ya me confundí.

-No entiendo, ¿entonces qué es lo que planea?

-Por ahora, estarás en un periodo de prueba para que pueda ver con mis propios ojos que mereces estar al lado de una chica tan fantástica como lo es mi hija.

-Entiendo.

-Sé que no puedo mandar en el corazón de Jun. Por alguna razón mística ella te adora y lo que menos quiere es alejarse de ti.-Escucho a Boruto reírse con ironía.

-No sabe el trabajo que me costó llegar hasta el corazón de ella.

-No lo dudo. Su corazón es duro de roer, incluso a Shikadai que hace parte de su familia le ha causado más de un problema conocer lo que realmente hay dentro de ella.

-No me sorprende.

-Y como no tengo la habilidad de cambiar los sentimientos de Jun, dejaré que sigan juntos.

-Arigato, señor Sabaku No.

-No me tienes que dar las gracias. Conozco una mirada decidida cuando la veo. Con lo que pude ver de ti hoy, no me sorprende que en el día menos esperado te llegue a considerar uno más de nuestra familia.-Esta conversación me sorprende más a medida que avanza.

-Créame, lo voy a sorprender como que me llamo Uzumaki Naruto.

-Espero que sí. Aunque no lo creas, tengo altas expectativas en ti. Cuando te vuelvas más fuerte aceptaré que seas el novio de mi hija.-Miro la reacción de Jun. Su cara denota tanta sorpresa como la mía.

Creo que nadie pensó que el señor Sabaku No pudiese ser alguien considerado.

-Es un trato. Le prometo que cada día me esforzaré para ser más fuerte.

-Pero sin excederte como hoy, porque si te llegas a morir, Jun enloquecerá.-Se pone roja cual tomate.

-Lo sé, no puedo irme de este mundo y dejar que otro la conquiste.

-¡Baka!-Susurra Jun con ira.

La risa del señor Sabaku No apenas y es audible.

-Ha sido una charla interesante.-Se escuchan sus pasos acercarse a la puerta.

Jun me toma del brazo y me jala hasta la pared más distante de la habitación.

El señor Sabaku No sale de esta y camina con naturalidad.

-Buen intento Jun y Hayabusa, pero alcancé a sentir sus presencias detrás de la puerta.-Tanto a Jun como a mí se nos acelera el corazón del susto.

-Pero si oculté nuestro olor.

-Mi olfato está más desarrollado que el tuyo hija, así que fue sencillo saber dónde estaban. Debes trabajar más en esa técnica.-Jun rechista.

-Kuso…

-Si quieren pueden pasar a ver a Uzumaki, ya no tengo nada más que hacer con él de momento.-Nos adentramos en la habitación y Boruto todavía yace acostado y cubierto por las vendas.

-Vaya, pareces una momia viejo.-Mi amigo se ríe.

-Lo sé, pero las heridas fueron graves.

-No debiste haber hecho tanto en esa pelea, un poco más y no habrías vivido para contarlo.

-No me iba rendir tan fácil, y menos frente al padre de mi novia. Tenía que demostrarle que puedo protegerla pase lo que pase.

-De no ser porque Jun se metió en medio, el señor Sabaku No te habría asesinado en ese instante.-Boruto sonríe con suficiencia.

-Sabía que ella intentaría hacer una locura como esa.-Voltea a ver a Jun con ternura.

-Obvio que lo tenía que hacer. No podía permitir que mi padre te matara. Nunca me habría perdonado el dejarte ir.

-Por eso te amo tanto hermosa.-Los cachetes de Jun se enrojecen y desvía la mirada.

-Como sea, me alegra que estés bien.-Intento contener la risa que me produce la escena.

-A la próxima no te excedas en una pelea, porque puede que tu cuerpo no resista. De milagro lo lograste esta vez.

-Descuida, no pasará de nuevo.

-Y tú Jun, cuídalo bien. No sabes el premio que te estás ganando al tener a tu lado alguien tan extraordinario como Boruto.

-¿De qué hablas viejo? Jun es quien me hace ser extraordinario.-El rubor en las mejillas de Jun se intensifica.

-Ay, siento que moriré de un ataque.-Me rio ante su comentario.

-No seas dramática.

-¿Sabias que te ves preciosa cuando te pones roja?-Y de nuevo, el color de sus cachetes se duplica.

-¡Basta!-Boruto y yo nos reímos.

..(Shikadai)

Es un alivio que Boruto no haya muerto. Aún no entiendo qué le pasó a mi tío. Se dejó llevar por su ira y por poco lo mata. Por suerte Jun no se lo permitió. Un golpe más y ese rubio no habría despertado jamás.

-¿Qué tanto piensas amor?-Siento la mano de Sarada sobre la mía y vuelvo a la realidad.

-Es que todavía estoy sorprendido por todo lo que pasó. Fue tan rápido que me es difícil de creer.-Entrelazo mis dedos con los suyos.

-Me siento igual, pero al final las cosas no salieron tan mal. Boruto está vivo gracias a la determinación de Jun por protegerlo.-Suspiro y recuesto mi cabeza en el hombro de mi novia.

-Sí, creo que nadie esperaba que se le encarara a su padre de ese modo. Eso nos demuestra cuánto lo ama, aunque ella no lo diga.

-Así es.-Una esencia se cuela por mi nariz. Es mi tío Gaara. Su cara trae un semblante neutro como siempre.

Se nos acerca y se cruza de brazos. Frunzo el ceño.

-¿Qué quieres?

-Sarada, ¿nos permites un momento?-Mi novia me mira con preocupación.

-Tranquila, estaré bien.-Me sonríe.

-De acuerdo.-Se va.

-¿Y bien? ¿A qué viniste?-Se aclara la garganta.

-Sólo quería decirte que tenías razón sobre Jun.-Mis ojos se abren de par en par. ¿Será que escuché mal?

-¿Qué?

-Todavía la veía como mi pequeña, y no me di cuenta de que ya creció. Es muy capaz y madura para los años que tiene.

-Después de todo es tu hija, lo heredó de ti.

-Supongo que sí.

-Esto implica que, ¿no te meterás en la relación amorosa de Jun y Boruto?

-No, ya entendí que no puedo controlar sus sentimientos. Creo que en caso de que tu tía hubiese sido una humana, habría hecho lo mismo que hizo Uzumaki por no alejarse de Jun. A pesar de ser de dos especies completamente diferentes, nunca puedes decidir de quién te vas a enamorar.

-Me enorgullece oírte hablar así. Entiendo que Jun sea tu única hija y la luz de tus ojos, pero Boruto tampoco es un mal sujeto. Te aseguro que no la lastimará nunca.

-Lo pude ver en nuestro enfrentamiento. Daría hasta su vida por proteger la de ella.

-Boruto la adora como a nadie. Por eso también se esmeró tanto en vencerte, aunque todos sabíamos cómo iba a acabar el combate.

-Se le valora el esfuerzo. Otro se habría rendido ante mí, pero él me hizo ver que Jun se ha convertido en su mundo.

-Hasta que por fin lo entendiste. Pensé que iba a tener que pedirle el favor a la tía Matsuri para que te quitara la terquedad.-Mi comentario lo hace reír.

-No me hubiese sorprendido.-Me sonríe y se retira.

Siento una esencia cerca. Es la de mi madre. De reojo me fijo en que está a punto de darme un buen golpe en la nuca. Doy media vuelta y bloqueo su ataque sujetándola de la muñeca.

Me sonríe con suficiencia.

-Vaya, has mejorado mucho. Antes no alcanzabas a esquivar mis golpes por la espalda a tiempo.

-Los últimos entrenamientos y peleas con Madara me han ayudado a ello.

-Ya veo.-Se sienta a mi lado.

-¿Tú crees que algún día lo lograré?-Mi pregunta la agarra desprevenida.

-¿A qué te refieres?

-No sé si lograré convertirme en lobo. Llevo 14 años de mi vida intentándolo y todavía no puedo. No soy lo suficientemente fuerte para enfrentarme a Madara.-Mi mamá me revuelve mis cabellos, deshaciendo mi coleta.

-No te preocupes tanto por eso Shikadai. Entre más te estreses, menos lo vas a conseguir. Date tiempo y el día que menos lo imagines, te transformarás.-Suspiro.

-Es que Jun y Sarada han avanzado mucho en sus trasformaciones y yo sigo aquí estancado sin saber qué hacer.-Me aferra entre sus brazos y me da un suave beso en la frente.

-Hijo, no te fijes en el proceso de los demás, sino en el tuyo. Que Jun y Sarada hayan logrado transformarse no significa que tú no lo harás. Tal vez todavía no es el momento.

-¿Y cuándo lo será?

-No lo sabemos, aunque es muy probable que dentro de poco las iguales a ellas.-Sus palabras me dan una pequeña esperanza.

-¿En serio lo crees?

-No lo creo, estoy segura.-Me sujeta por los hombros y enfoca sus ojos en los míos.-Shikadai, has llegado muy lejos a medida que avanzan los días, y yo misma lo he visto. Has logrado muchas cosas que ni siquiera yo o tus tíos hemos conseguido. Heredaste la inteligencia y determinación de tu padre, por eso todavía no te has rendido ni lo harás. Sé que seguirás progresando, pero debes tener paciencia porque no todo saldrá chasqueando los dedos, hay que trabajar duro.

-Lo sé, sólo que es horrible sentirse estancado.

-Te entiendo hijo. Cuando me enamoré de tu padre, me sentí estancada porque no podía creer que mi corazón había sido cautivado por un humano. Después de que me terminó por saber lo que era en verdad, me sentí peor, ya que no avanzaba en mis entrenamientos y parecía que todo el esfuerzo de cada práctica no había servido de nada.

-Pero al final pudiste detener la guerra entre clanes y llevarnos a todos a una nueva era.-Me sonríe con cariño y acaricia mi cara.

-No lo hice sola, tus tíos, Sasuke y su hermano también contribuyeron. De no ser porque nos unimos por esa causa, no habríamos sido capaces de vencer y acabar con aquella tortura. Si solo uno se hubiese enfrentado a todos, las cosas seguirían igual.

-¿Cómo es que se aliaron con dos vampiros? Creí que en esa época se odiaban.

-Y era así, hasta que un humano lo cambió todo, y ese fue Naruto. Nos hizo darnos cuenta de que odiarnos era absurdo, las diferencias tenían que unirnos todavía más en lugar de separarnos, y al saber que ambos bandos buscábamos lo mismo, decidimos aliarnos para darle otro giro a la historia.

-Entiendo. También es por eso por lo que, entre Jun, Sarada, Boruto, Himawari y Hayabusa vamos a enfrentar a Madara.

-Exacto. Un poder tan inmenso como el de ese sujeto no puede ser destruido por una sola persona, pero entre los seis las posibilidades de ganar aumentan. Además, no estarán solos. Los adultos vamos a pelear también.

-¿En serio lo harán?

-Claro, no les vamos a dejar toda la diversión a ustedes.-Papá aparece por detrás y nos abraza.

-Bueno, ¿cómo va la linda conversación entre madre e hijo?

-Nada fuera de lo común.

-¿Necesitas algo cariño? ¿O es que acaso quieres compartir un rato con tu familia?

-Al comienzo ese era mi plan, pero en el camino me topé con Gaara.

-¿Y eso? ¿Qué te dijo papá?

-Sólo me pidió que viniera a buscar a tu madre, ya que quiere conversar algo con ella.

-Supongo que debe ser con respecto a la pelea con Madara. Bien, iré a buscarlo. ¿Sabes dónde está amor?

-Me dijo que iría al bosque del clan.

-Bien. ¿Te quedarás con Shikadai?-Una sonrisa burlona se posa en los labios de mi padre.

-Seguro. Ve tranquila mujer, yo cuidaré de él.-Mamá sonríe y se va.

..(Temari)

Shikadai y Shikamaru son mi mayor tesoro. A veces sigo sin creer cómo es que Shikamaru y yo llegamos tan lejos en nuestra relación. Todo fue tan extraño y a la vez tan bello.

Salgo de hospital y me dirijo al bosque del clan. ¿Qué tanto necesitará Gaara para mandar a buscarme? Sabemos que una estrategia contra Madara es casi imposible de planear. Su poder supera la imaginación de cualquiera.

Finalmente, me encuentro con él mirando a la nada.

-¿Me necesitabas hermano?-Permanece en la misma posición sin decir nada.

Parece que está absorto en sus pensamientos.

-¿Gaara? Tierra llamando a Gaara.-Agito mi mano frente a su rostro. Todavía no reacciona.

Le doy una buena cachetada para ver si despierta. Su mirada se inmuta y me voltea a ver.

-Hola Temari. No sabía que ya estabas aquí.-Se le ve ansioso. ¿Qué tendrá en la cabeza? No es normal que se encuentre en ese estado.

-¿Está todo bien? Te siento raro.

-No, no es nada. Estoy bien.-Enarco una ceja.

-¿Seguro?

-Por supuesto.-A veces puede ser demasiado orgulloso para admitir las cosas.

-De acuerdo. Entonces, ¿para qué me necesitas?

-Me gustaría que libráramos un combate.-Bueno, no esperaba esta propuesta.

-¿Ahora?

-Sí.

-¿Para qué?

-Sólo quiero entrenar un rato con mi hermana. ¿Es eso un delito?-En definitiva, algo anda mal. Para que Gaara me mande a llamar sólo porque quiere luchar no es normal. De seguro tiene emociones reprimidas.

Espero que esta pelea lo ayude a sacarlas a la luz.

-No, para nada. Muy bien. Espero estés listo.

-Siempre lo estoy.-Nos convertimos en lobos y atacamos de frente.

Levanto una de mis patas para darle un arañazo en el hocico, sin embargo, él lo esquiva y me da un cabezazo en el estómago. Retrocedo un poco ante el impacto.

Gruño y una vez más me le voy encima. Ambos nos ponemos en dos patas y mandamos patadas y ataques con las uñas. La velocidad es tanta que apenas y se hacen visibles los bloqueos y golpes.

Luego de tanto, consigo darle en un ojo y logro que se mueva hacia atrás.

Se me abalanza y manda una mordida que resulta aplastando parte de mi cuello. Me defiendo mordiéndole la oreja y levantándolo para después tirarlo y su cuerpo choca con un tronco.

Se levanta cómo puede y otra vez nos atacamos entre garras y mordidas. Logro sujetar una de sus patas con mi boca, enterrándole con todas mis fuerzas los dientes en ella.

Aúlla de dolor y me araña la cara para liberarse. Doy unos pasos atrás y siento cómo la sangre fluye por las marcas que me dejó.

Al instante, vuelve a convertirse en humano.

-Me hacía falta un poco de esto para despejar mi mente.-Me transformo de vuelta.

-¿Por qué? ¿Pasa algo?-Se sienta en el pasto y me ubico a su lado.

-Es sólo que, no sé cómo acercarme a Jun en un plan que no involucre entrenar.

-Pero es tu hija, ¿no?

-Sí, pero quiero pasar un tiempo con ella sin pensar en que hay que seguir esforzándonos para enfrentar a Madara. Quiero que entre los dos no nos enfoquemos en eso, sino en tratar de llevar una conexión más de padre e hija.

-¿A qué viene todo este conflicto mental? ¿Pasó algo con Jun para que busques cómo planear pasar tiempo con ella?-Realmente esto me confunde.

-Más o menos. Desde que el hijo de Naruto y mi niña se hicieron novios, me cuesta aceptar que ella ya creció, pero también sé que Shikadai tiene razón en muchas cosas.

-¿Has hablado con Shikadai de esto?

-Sí, y me ha conforntado. No he sido un buen padre para Jun desde que comenzamos a entrenar, y no sé de qué forma mostrarme más cariñoso y atento sus emociones.

-Te cuesta ser especial con ella, ¿verdad?-Asiente con la cabeza.

-Yo adoro a mi hija, pero con todo este conflicto con Madara y mis responsabilidades como líder del clan me han hecho un ser frívolo y que no le dedica tiempo a su familia.

-Ya veo.

-Por eso te mandé a llamar. Quiero que me digas qué puedo hacer para que no existan barreras entre Jun y yo, ya que tú tienes una buena relación con Shikadai y no te cuesta ser dulce y linda con él.-Le sonrío y revuelvo sus cabellos.

-No es tan difícil como lo haces parecer hermanito. Sólo debes pasar un día con ella haciendo algo que no involucre entrenar, como jugar en el parque algún deporte, ver una película o simplemente hablar como si fueran amigos.

-Suena fácil, pero no sé si lo podamos hacer.

-¿Y qué te parece si lo hacemos un plan más familiar?-Gaara enarca una ceja.

-¿Qué quieres decir?

-Bueno, no es necesario que estés solo con ella. Podemos estar también Shikadai, Shikamaru, Matsuri, Kankuro y yo. ¿Qué te parece?

-Creo que es una buena idea.-Me sonríe con cariño.

Volvemos al hospital y encontramos al grupo de amigos reunidos conversando y riendo, a excepción de Boruto que sigue en reposo.

-Jun, Shikadai, ¿pueden venir un momento? Tenemos una noticia importante que darles.-Ambos nos miran con extrañeza y se acercan cautelosos.

-¿De qué se trata esta vez?

-¿No les gustaría que mañana la pasáramos en familia?-Jun enarca una ceja.

-Es un chiste, ¿verdad?

-En absoluto hija. Creo que es una buena oportunidad para que convivamos más y nos entendamos mejor.

-No creo que se necesario papá. Después de que casi matas a mi novio no tengo deseos de pasar tiempo contigo a menos que sea estrictamente obligatorio.

-No seas tan duro con el tío Gaara. Se está esmerando para ser un mejor padre.

-¿Y eso qué importa?-Me agacho frente a mi sobrina y tomo su rostro entre mis manos.

-Jun, esta oportunidad no se te va a dar todos los días. Tu padre realmente quiere ser mejor y aunque le cueste, lo va a intentar. Eso es lo que importa.-Gaara se hace al lado mío.

-Perdona si no he sido el mejor papá del mundo, no siempre ser expresivo y alegre me sale muy bien como a tus tíos, pero ten por seguro que te amo con todas mis fuerzas porque eres mi hija y no quiero que te hagan daño.-Me hago a un lado para que puedan tener una reconciliación íntima.

Acaricia la cara de su pequeña.

-Te juro que, si algo te llega a pasar, yo me muero. Sin tus tíos, sin tu madre y sin ti no soy nada.-Las lágrimas no tardan en brotar de los ojos de Jun.

-¿Entonces por qué no quieres que sea feliz?

-Claro que quiero que seas feliz de la forma en la que prefieras y al lado de quién ames. Perdona por haberte prohibido estar con Boruto. Ahora veo que el amor entre ustedes es genuino, así que no me interpondré en su relación.-Mi sobrina se sorprende.

-¿Lo dices en serio?

-Claro que sí.-Se aferran en un lindo abrazo.

-¿Y bien Jun? ¿Te gusta el plan de estar en familia?

-Me encanta.-Sonríe.

Ya de entrada la noche, todos nos vamos a descansar.

..(Shikadai)

Los rayos del sol irrumpen por la ventana de la habitación, logrando que entreabra mis ojos con pereza.

-Mendokusai…-Me rasco la nuca y estiro todo mi cuerpo.

-Buenos días vago.-Encuentro a Jun en frente mío con una sonrisa de oreja a oreja.

-Vaya, no pensé que madrugarías tanto querida prima.

-Obvio, no podemos perder tiempo. Hay un deber por cumplir.-Me rio.

-Dudo que tener un encuentro familiar sea considerado un deber, pero bueno, lo que importa es que nos vamos a divertir hoy.

-Ten por seguro que sí.-Me bajo de mi camilla y observo en todas direcciones.

-¿Dónde están todos?

-Salieron madrugados a entrenar.

-¿Y qué hay da Boruto? ¿También se fue con ellos?

-Le insistí que no se esforzara porque sus heridas todavía no han sanado del todo, pero ya sabes cómo es; no me hizo caso y se fue con los demás.

-Es un Uzumaki después de todo.-Me dirijo al baño para arreglarme.

En la sala de espera nos encontramos con los adultos que nos harán compañía el día de hoy.

Mi mamá lleva una enorme canasta de picnic y mi tío Gaara tiene una enorme pelota para jugar. Supongo que este día no va a ser aburrido.

Vamos al bosque del clan y jugamos. Mi tío Kankuro hace trampa para cogerla en el aire transformándose en lobo.

-¡Oye, eso no se vale hermano!-Mi tío Gaara se ríe.

-¿Por qué no?-Exclama mi madre.-Nadie dijo que era prohibido hacerlo.-Seguimos divirtiéndonos por un largo rato hasta caer rendidos del cansancio.

Papá ubica el mantel en el pasto mientras que mamá abre la canasta y nos sirve un sándwich a cada uno. Por Kami, qué delicia.

-Arigato, tía Temari.

-De nada.-Entre risas y charlas compartimos un momento ameno y disfrutamos de esa hermosa mañana, sin embargo, una maligna esencia se cuela por mi nariz.

No es posible.

-Vaya, qué hermoso es ver a una familia tan unida y feliz.-Todos nos levantamos y nos ponemos en posición de pelea.

En definitiva, este tipo no nos dejará en paz a menos que lo matemos.

-¿Qué quieres Madara?-Los colmillos de mi madre y mis tíos comienzan a exponerse.

-Nada en especial Gaara, sólo estaba aburrido de seguir entrenando sin compañía y me pregunté por qué no ir en busca de mis enemigos y tener un breve combate para liberar el estrés.-Frunzo el ceño.

-No te habías aparecido en mucho tiempo. ¿Por qué te dignas en llegar de repente ahora?-El vampiro sonríe con malicia.

-Necesitaba hacerme más fuerte para que les sea imposible derrotarme y por fin logre dominar el mundo.

-No lo harás si te detenemos primero.-Mis tíos se transforman y atacan al tiempo a Madara. Logran morderle las piernas, sin embargo, con un simple chasquido de dedos los manda a volar, chocándose con un tronco y quedando inconscientes.

Se hizo más fuerte que nunca. Kuso, esto complica en gran medida las cosas.

-Y yo que esperaba más de ustedes, qué lástima.-Mi padre corre hacia él y le alcanza a dar un puño en la cara.

Vaya, no esperaba eso de él. Nada mal para ser un humano, sin embargo, no es suficiente.

Madara desaparece. Carajo, era un clon.

-¿Pero qué…?-Papá es noqueado por la espalda.

-¡Shikamaru!-Mamá se transforma y va tras el enemigo. Madara recibe más de un rasguño en todo su cuerpo. Bloquean y atacan a tal velocidad que no logro distinguir quién lleva la ventaja.

Finalmente, el vampiro da un fuerte puño en el estómago de mamá, sacándole el aire y logrando que pierda el conocimiento.

Tengo que hacer algo antes de sea demasiado tarde.

-¡Fuuton! ¡Kazekiri no Jutsu!-Las lanzas no tardan en llegar a mi objetivo, y él las esquiva sin problema una por una.-¡Jun, ahora!

Mi prima se convierte y mi tía la acompaña. Dan un salto para atacar con una mordida, pero el vampiro las toma a las dos del hocico.

-Caíste en la trampa. ¡Kagemane no Jutsu!-Logro atraparlo con mi sombra.-¡Ríndete Madara! ¡No tienes escapatoria!

Logro que suelte a mi familia.

-¿En serio crees que no?-Vuelve a desaparecer. Supuse que sería un maldito clon.

Sin que logre reaccionar a tiempo, veo que toma a Jun por el cuello y se lo aprieta con fuerza. La va a matar.

Está a punto de ganar, si tan sólo pudiera volverme un lobo, tendría más opciones de salvar a Jun.

Mi tía Matsuri trata de levantarse, pero recibe una potente patada en su abdomen por parte de Madara y queda al borde de la muerte.

-Shikadai… huye… por favor…-La voz de Jun apenas y es audible. Madara está que le rompe el cuello. No soporto verla tan indefensa. Tengo que hacer algo como sea, la pregunta es qué. Ya se escapó de mi sombra y eso me ha consumido mucho poder, así que no puedo hacerla de nuevo. Kuso, tengo que pensar.

No estoy dispuesto a escapar como un cobarde.

-¡Suéltala!-Un poder extraño se desborda de mi cuerpo. ¿Qué es esto? Toda mi apariencia cambia de forma radical. Obtengo pelaje, garras y colmillos.

-No puede ser…-Ni Madara se puede creer lo que está pasando. ¿Lo logré? ¿De verdad lo hice? ¿Completé mi transformación?

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Hasta aquí el capítulo. Espero que les haya gustado.

-Shikadai: Hasta que te dignaste en darme mi poder.

-Yo: Sólo te lo podía dar en el momento adecuado.

-Shikadai: Mendokusai…

-Ambos: Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.