Capítulo 20

El Poder del Rey

..(Shikadai)

Mi tío se transforma en lobo y Boruto prepara sus puños. Ahora la pelea sí va en serio. En este momento lo único que espero es que puedan detener a Madara para que podamos ayudar a los demás. Ya después resolveré mis dudas.

Boruto se abalanza contra Madara para dar el primer ataque, mandando un puño con toda su fuerza. El vampiro trata de bloquearlo, pero parece que le está costando.

-Mierda, ¿cómo tienes tanta fuerza?-Pregunta Madara desesperado.

-La sangre de lobo que ahora hay en mi cuerpo sólo fue un plus para sacar todo mi potencial.

Madara rechista y trata de torcerle la muñeca a Boruto.

Mi tío decide atacar con todo lo que tiene y rasguña la cara del vampiro para después morderle el cuello, sin embargo, no consigue hacer mucho ya que Madara le da una patada en su estómago.

Mi tío sale a volar y se choca con la pared que está cerca de Sarada y de mí. Por suerte no queda inconsciente y vuelve a levantarse.

Me mira con determinación y asiente con la cabeza. Aunque no me dice nada, creo entender lo que quiere que haga. Mientras Boruto se mantiene luchando a punta de golpes contra Madara, mi tío corre hacia el vampiro esta vez buscando morderle la pierna.

-¡Kagemane no Jutsu!-Grito mientras hago los símbolos con las manos y mi sombra se expande. Como he logrado controlarla un poco más puedo hacer que se mueva en la dirección que yo quiera.

Rodeo a Boruto con la sombra y atrapo a Madara, haciendo que se quede quieto sin poder moverse.

-¡Maldito Shikadai! ¡Siempre con tus estúpidos trucos baratos! ¡Me tienes cansado!-Grita Marada con demasiada furia.

Comienza a librarse de la sombra con sólo fuerza bruta. Carajo, tiene mucho poder. No puedo sostener más el control sobre su cuerpo.

De repente, Boruto me toma por el hombro y me transmite gran parte de su nuevo poder y siento cómo recupero mis fuerzas.

-Lo siento Madara, pero esta vez no te dejaré vencerme.-Digo con determinación.

Boruto corre una vez más hacia Madara y le da varios puños seguidos en cada parte de su cuerpo. De verdad que es sorprendente verlo luchar en ese estado.

Mi tío apoya una vez más al Uzumaki, pero el idiota desaparece ante nuestros ojos.

-Maldita sea, ¿ahora dónde se metió?

-¡Katon! ¡Goukakyu no Jutsu!-Grita Sarada y arroja su bola de fuego hacia una de las habitaciones del hospital.

Madara sale de esta corriendo, pero Sarada no se detiene en sus ataques.

-¡Katon! ¡Housenka no Jutsu!

Sarada envía su segundo ataque esperando que Madara no se vuelva a escapar por nada del mundo.

No puedo dejar que haga todo el trabajo.

-¡Futon! ¡Kazekiri no Jutsu!-Exclamo y lanzo mi siguiente ataque esperando poder darle en algún sitio con las cuchillas, lo que felizmente consigo, ya que logro hacerle un breve rasguño a Madara en un brazo.

A pesar de esto, el vampiro no deja de correr por todo el lugar.

Boruto lo persigue logrando ir a una velocidad similar a la de un lobo y consigue atrapar a Madara, mandándolo hacia una de las paredes del lugar.

Sarada y yo corremos hasta la zona donde están esos dos. Mi tío Gaara nos sigue volviendo a su forma humana en el camino.

Boruto tiene a Madara sujeto del cuello con el antebrazo.

-¿En serio creías que te ibas a librar de esta situación tan fácilmente? Vamos Madara, puedes darnos más pelea y lo sabes.

El vampiro se limita a reírse con el poco aire que le llega a su cuerpo.

-Tampoco pienses que por tener algo más de poder serás capaz de hacerme frente.

De repente, Madara se libera del agarre y comienza a elevarse. ¿Qué rayos está pasando aquí?

Un aura oscura y maligna se desata alrededor de todo su cuerpo. El poder que se transmite es tan intenso que hasta siento cómo me aplasta y debilita.

Sarada no se ve en mejores condiciones que yo. Parece que también puede sentir el nivel de malicia que emana de ese cuerpo.

-No puede ser…-Dice Sarada sorprendida.-¿Cómo…?

-Veo que te diste cuenta de lo que está pasando.-Exclama Madara con una sonrisa burlesca.

-¿Qué rayos…?-Pregunta Boruto con una mirada llena de terror.

-Madara ha robado el poder del rey Nagato y lo ha convertido en oscuridad.-Dice mi tío Gaara.

¿Qué? ¿Cómo es posible?

-¿Cómo sabes que se trata del poder del rey Nagato?-Le pregunto a mi tío con confusión.

-Es simple.-Afirma él.-Ese poder es imposible que Madara lo consiguiera entrenando, ni el mismo rey lo consiguió por sus méritos.

-¿A qué te refieres?-Vuelvo a preguntar.

-El rey Nagato obtuvo su gran poder porque mató a su padre.

Mis ojos se abren de par en par.

-¿Por qué mamá nunca me dijo nada sobre esto?

-A todos los lobos nos enseñan esa información luego de que superamos la mayoría de edad. Es por eso por lo que hasta el día de hoy no te habías enterado, igual que Jun y Sarada.

-¿Había algún motivo para asesinarlo?-Pregunta Boruto igual de confundido que yo.

-En aquella época de reinado, el que dirigía a todas las especies existentes sobre el mundo, debía escoger a un heredero luego de cumplir cierta edad.-Empieza diciendo mi tío.-Esta persona debía encargarse de acabar con la vida del gobernante actual para pasar ese gran poder a la siguiente generación.

-Pero si es evidente que el rey no escogió a Madara como heredero, ¿cómo fue capaz de arrebatarle su poder una vez lo mató?-Indaga Boruto esperando una respuesta que tenga lógica.

-No necesariamente hay que escoger un heredero para obtener ese poder tan inmenso. Con matar al que lo posee es suficiente para quitárselo.-Asegura mi tío.

-Lo que quiere decir que el tener que dejarse quitar la vida a voluntad propia por parte de quien posee el poder es sólo una tradición que no afecta hacia quién va dirigido el mismo.-Concluye Sarada.

-Exacto.-Confirma mi tío.-Por otro lado, dependiendo de las verdaderas intenciones del asesino con respecto a la utilización del poder, hacen que este se vuelva luz u oscuridad.

-Por eso el aura de Madara es tan maléfica que realmente es sorprendente.-Dice Boruto.

-Así es.-Agrega Sarada.

Esto me hace preguntarme si de verdad tendremos las capacidades suficientes para vencerlo ahora.

Me acerco a Sarada lo suficiente como para susurrarle al oído.

-La única forma de ganarle es trabajando en equipo. Uno solo de nosotros no podrá contra tanto poder.

Sarada asiente con la cabeza.

-Necesitamos de todos para llevar a cabo esta victoria, pero siguen inconscientes. No sabemos dentro de cuánto vayan a despertar.

Boruto se pone de nuestro lado y traga saliva. Se le ve nervioso, aunque su mirada sea tan determinada.

-De momento, tendremos que retenerlo aquí, o por lo menos luchar con todo lo que tenemos mientras los demás despiertan.

-Tienes razón Boruto.-Digo con un semblante serio.-Debemos jugarnos la vida para que Madara no nos aplaste.

-¿Qué les pasó?-Pregunta Madara con ironía.-¿Acaso se quedaron mudos porque saben que no pueden hacer nada para derrotarme?

Frunzo el ceño.

-Tampoco creas que seguimos siendo débiles.-Dice Sarada y de inmediato se transforma en vampiro.-Te aplastaremos.

El vampiro sólo se ríe.

-Me gustaría verte intentarlo.

Sarada busca acercársele escalando la pared. No sabía que los vampiros podían hacer eso. Una vez logra estar a la misma altura de Madara, se le lanza encima mordiendo su brazo.

Madara gime de dolor y deja de elevarse tanto, lo que me da la oportunidad de atacar una vez más.

-¡Futon! ¡Kazekiri no Jutsu!

Arrojo mis lanzas hacia Madara esperando darle en los mayores puntos posibles, sin embargo, el vampiro logra esquivar todos y cada uno de mis ataques.

-Carajo…-Rechisto y decido volver a atacar.-¡Futon! ¡Yuukaze no Jutsu!-Lanzo una bocanada de aire a una gran velocidad y le doy a Madara, quien sale volando por los aires.

-¡Eso es Shikadai!-Grita Boruto emocionado.

-¡Shikadai, cuidado!-Exclama mi tío Gaara empujándome.

Madara aparece por su espalda y lo agarra del cuello. No puede ser…

-¡Pero mi ataque te dio! ¿En qué momento tú…?

-Le diste el golpe a mi clon Shikadai.-Dice el vampiro apretando con más fuerza el cuello de mi tío.-¿En serio creíste que sería tan tonto como para dejar que me golpearas con un ataque tan potente?

Maldita sea. Algo tengo que hacer o mi tío morirá.

Boruto corre hacia Madara en un intento por salvar a mi tío, pero el vampiro logra tomarlo de la cabellera y lo levanta. El Uzumaki trata de liberarse, pero es inútil.

La fuerza de Madara se duplica a cada segundo que pasa.

-Shikadai… no te… quedes… ahí parado.-Dice mi tío Gaara con su último aliento.-Gana… antes de… que sea… demasiado… tarde.

Mi mente se nubla y sólo puedo llorar sin consuelo.

Sarada se acerca a mí.

-Podría darle con mi chidori, pero no puedo asegurarte de que eso salve a Boruto y a tu tío. Es un impacto demasiado fuerte que dudo que soporten.

Mierda. ¿Qué le diré a Jun después de esto?

De repente, alguien le da con todas sus fuerzas al estómago de Madara y este sale directo hacia una de las paredes, soltando en el camino a mi tío y a Boruto.

-¿Pero qué…?-Balbucea Sarada.

Al fijarme mejor quién está allí me quedo con la boca abierta.

-Jun…-Es lo único que puedo decir.

Mi prima se ve débil, y con sus pocas fuerzas se levanta, aunque tambalea.

-Ya decía yo que eras todo un llorón.-Dice Jun jadeando.

-Creí que… no despertarías hasta mucho después.-Exclamo aún sorprendido.

-Siempre daré pelea hasta el final.

Mi tío Gaara comienza a toser tratando de recuperar el aire. Jun lo observa angustiada y corre hacia él.

-¿Estás bien papá?-Pregunta mi prima.

-Sí Jun, no te preocupes. Gracias por salvarme.

Jun comienza a llorar y se aferra a él. Sin dudas lo extrañaba luego de que se sometió a donar sangre.

-Pensé que iba a perderte cuando entraste en esa habitación.

Mi tío corresponde al abrazo de Jun.

-Nunca me perderás. Me tendrás a tu lado pase lo que pase.

Boruto se levanta algo aturdido tras el impacto.

-Eso sí que dolió.-Dice el rubio mostrando su agotamiento.

Jun se separa de mi tío y se sorprende al ver a su novio allí de pie.

-Boruto…-Dice mi prima en un susurro.-¡Estás vivo!

Jun corre hacia Boruto y se le tira encima para abrazarlo. El Uzumaki lleno de alegría le corresponde y la besa.

-Jamás podría dejarte sola. Eres mi todo.

Jun sonríe ante aquellas palabras.

-Y tú el mío.

Vuelven a besarse. Al ver esa escena, Sarada me abraza sollozando.

Una vez más, Madara se levanta de entre los escombros y se quita con la mano un poco de sangre que sale de su boca.

-¿Cómo lo hiciste? Ni siquiera conseguí olerte.-Exclama el vampiro con mucha rabia.

Jun voltea a ver al sujeto con desprecio y se suelta del agarre de su novio.

-No creas que eres el único aquí con la capacidad de camuflar tu esencia. Además, no iba a permitir que asesinaras a mi familia.

La mirada de Jun carga con una determinación sorprendente. Está dispuesta a todo por no dejarse vencer.

Madara trata de disimular la sorpresa que siente ante la inesperada aparición de Jun.

-Vaya, así que por fin estás sacando las garras. No esperaba menos de un lobo completo.

Jun sonríe con orgullo.

-Pues entonces prepárate, porque a partir de ahora, apenas tendrás tiempo para recuperar el aliento.

..(Hayabusa)

Abro mis ojos lentamente. No sé por cuánto tiempo estuve inconsciente, pero pareció una eternidad.

Todo el edificio está hecho un desastre. Me sorprende que todavía no se haya derrumbado. Tal parece que esta vez la pelea contra Madara no será tan fácil.

Me levanto con dificultad del suelo y siento cómo mi cuerpo de milagro responde. Ese vampiro sí que supo darnos una fuerte paliza a la mayoría de nosotros, aunque no entiendo de dónde sacó ese sujeto tanto poder. No tiene sentido.

Al lado mío, encuentro a mi madre todavía aturdida por el ataque. Me acerco a ella para asegurarme de que todavía respira.

Ubico mi mano en su cuello y siento pulso. Doy un suspiro al saber que por lo menos está estable. A su lado, encuentro mi cadena. La tomo y me la cuelgo al hombro.

-¡Hayabusa!

Volteo para ver hacia la dirección desde donde me llaman y se trata de Himawari. Corre hacia mí y me abraza con fuerza.

-Menos mal que estás bien. Creí que iba a perderte.

Le sonrió a mi novia y beso su cabeza.

-Prometí que te protegería, así que no puedo morir.-Digo mientras le sonrío.

-Debemos ir rápido con los demás antes de que Madara los asesine.

Sin siquiera poder actuar, vemos como un lobo es arrojado hacia una de las paredes que todavía no están del todo destruidas.

El lobo se levanta y se sacude. Nos observa y frunce el ceño.

-¿Quién de todos eres?-Pregunto. Para mí todos los de esa especie se ven iguales, así que distinguirlos me cuesta.

El lobo me gruñe.

-¿Jun?-Pregunta Himawari.

El lobo asiente con la cabeza. Después se transforma en humana y se rasca la nuca. Vaya, es como ver a Shikadai en su versión femenina.

-Creí que nunca lo iban a descifrar.-Dice Jun con un semblante serio.

-Bueno, no hay tiempo para pensar en eso. Debemos apoyar a nuestros compañeros en la pelea contra Madara.-Digo lleno de determinación.

-Sí, eso lo sé, pero primero debo advertirles una cosa.

Himawari y yo nos miramos confundidos.

-¿Qué pasa?-Pregunta mi novia.

-El poder que ahora tiene Madara no se compara con nada a las veces que lo hemos enfrentado antes. Es mucho más poderoso y casi indestructible.

-Eso ya lo sabíamos.

-No me estás entendiendo. Se ha duplicado desde que nos dejó inconscientes a todos.

-¿Qué? ¿Cómo es eso posible?-Pregunto aterrado. No entiendo de dónde habrá sacado más poder del que ya tenía, pero sea lo que sea debemos frenarlo rápido.

-Me demoraría mucho explicando la situación. Será mejor que la vean por ustedes mismos.

Jun sale corriendo y Himawari y yo vamos detrás de ella. Al llegar, no puedo creer lo que mis ojos están mirando.

Madara está cubierto por un aura increíblemente maligna. Se siente hasta la forma en la que su gran poder te aplasta.

-No puede ser…

-Sí que puede ser Hayabusa. Este hombre no conoce de los límites cuando se trata de obtener mucho más poder que antes.-Escucho a una voz familiar decir.

Espera un segundo, ¿será posible…? Volteo hacia dónde se siente esa voz y mis ojos se abren de par en par.

-¿Boruto?-Balbuceo.-¿Cómo… cuándo… qué…?

No tengo palabras para esto.

-Después te daré los detalles. Ahora debemos aplastar a este desgraciado antes de que sea demasiado tarde.

-¿Onii-chan? ¿De verdad eres tú?-Pregunta Himawari sorprendida.

-Sí, soy yo.

Ambos se abrazan y no puedo evitar sentirme feliz. Mi amigo no está muerto.

-Bien, ¿estamos listos para seguir con este combate?-Pregunta Boruto con su típica sonrisa.

-Siempre estamos listos.-Le respondo.

-Vaya, pero qué ternura me produce este momento.-Le oigo decir a Madara con un gran sarcasmo.-De verdad que es muy emotivo, pero esa sensación no les durará mucho.

-¿Y cómo es que estás tan seguro?-Lo reta Shikadai.

Madara se ríe a carcajadas.

-Porque los aplastaré uno por uno.

Rápidamente saco unos shurikens de mis bolsillos y se los lanzo a Madara, a quien no le cuesta bloquearlos todos.

-¿En serio eso es lo mejor que tienes?-Pregunta Madara levantando una ceja.

Sonrío victorioso mientras miro de reojo a Jun y a Shikadai para que se preparen.

-Como distracción sirvió bastante bien.

-¿Qué?

Jun, Shikadai y el señor Sabaku No se abalanzan sobre Madara convertidos en lobos y le muerden una extremidad diferente al vampiro.

Boruto corre hacia él y le profana un buen puñetazo en la cara al sujeto, logrando que brote sangre de su nariz.

Con mi cadena desenredada, la lanzo para atar a Madara por el torso y lo consigo.

-¡Sarada, ahora!-Le grito a la vampiro.

-¡Chidori!-Grita la Uchiha y se abalanza sobre Madara, apuntando a su pecho para impactar.

No puedo creer que lo vayamos a lograr. Por fin acabaremos con la vida de ese maldito. Justo cuando parece que lo tenemos contra las cuerdas, el aura de Madara se convierte en un fuego intenso que empieza a dejar quemaduras en el cuerpo de los demás. Incluso mi cadena se va derritiendo y el calor avanza hasta mis manos.

Arde tanto que por instinto la suelto.

-Kuso…-Es todo lo que puedo decir.

Mis compañeros y el señor Sabaku No caen al suelo. Apenas logran moverse al tiempo que los lobos recobran su forma humana.

Himawari y yo corremos hacia todos ellos, esperando que puedan levantarse. Las quemaduras que tienen son más graves de lo que imaginé. Si tocamos a Madara es muy probable que nos mate.

-Ni siquiera he mostrado ni la mitad de mi poder.-Dice Madara y se ríe de forma malévola.-¿De verdad creyeron que esto iba a ser tan fácil?

Trago saliva sin saber qué hacer. Si Shizune no estuviera inconsciente podría atender las heridas.

-Ya sabía yo que no iban a poder dar más. ¡Ahora soy invencible!

-Yo de ti… no cantaría… victoria… todavía…-Dice un Shikadai medio despierto.

No esperaba que lograra despertar tan rápido.

-¿Por qué? No puedes ni moverte.

Shikadai sonríe con orgullo.

-Eso es lo que tú crees.

De repente, veo cómo su sombra avanzó hasta debajo de Madara y poco a poco va tomando una forma de una mano.

-Shikadai, ¿qué se supone que haces?-Pregunto sorprendido y a la vez asustado.

-Jugándome… la última… carta…-Dice Shikadai con pocas fuerzas.-Kage-Kubishibari no Jutsu.

-¿Qué? Imposible.-Dice Madara sorprendido y sin poder moverse.-No puedes tener el poder suficiente de ejecutar un jutsu de este calibre.

-No sabes… lo lejos que… mis… capacidades… han llegado.-Dice el lobo al tiempo que se levanta con dificultad para tener más control sobre su técnica.

-¿Te volviste loco?-Pregunta Himawari desesperada.-Si sigues haciendo esto puedes morir.

-No me importa.-Asegura Shikadai y escupe sangre.-No mientras… pueda salvarlos… a todos.

La sombra llega hasta el cuello de Madara y lo aprieta muy leve. Sin dudas Shikadai ya no tiene el poder suficiente para ejecutar ese ataque como debe ser.

-No te… dejaré morir…-Dice Sarada despertando.-No si… todavía… sigo aquí.

Lentamente se levanta del suelo y toma el hombro de Shikadai. Parece como si le estuviera transmitiendo las pocas fuerzas que le quedan.

-Sarada tiene… razón…-Dice Jun y se acomoda al otro lado de Shikadai y sujeta su brazo.-Este tipejo… no puede… ganar…

Por alguna razón, el poder que emana de la sombra se hace mucho más poderoso de lo que era.

-Estamos… contigo… Shikadai…-Dice el señor Sabaku No parándose y tomando el hombro de Sarada para pasarle más fuerza a Shikadai como si fuera una especie de cable.

-Lucharemos… hasta el… final…-Exclama Boruto sujetando la mano de Jun y dándole más poder al lobo.

Himawari y yo nos miramos y decidimos hacer lo mismo. Ella se pone al lado de su hermano mientras que yo me ubico junto al señor Sabaku No.

La sombra se hace mucho más grande y agarra con firmeza el cuello de Madara. Aunque parece que está utilizando toda su fuerza para soltarse le está costando.

-No… me… vencerán…-Dice Madara en un susurro.

-¡Ganaremos!-Gritamos todos al tiempo.

..(Temari)

Mis ojos se abren lentamente y observo con detalle el panorama. El hospital está completamente destruido. No tuve las fuerzas suficientes para detener a Madara.

Busco a mi esposo por todas partes, pero no hallo rastro alguno de él. Tengo que encontrarlo a como dé lugar.

Me muevo entre los escombros cuando alguien me toma por los hombros. Al instante, pego un salto del susto.

-Tranquila Temari, soy yo.-Dice mi amiga Tenten.

Me volteo a verla todavía algo asustada. Estaba tan concentrada en encontrar a Shikamaru que ni me di cuenta cuando Tenten se me acercó.

-Menos mal. Creí que me iban a secuestrar o algo peor.

-Tenemos cosas más importantes de las cuales preocuparnos.-Dice Tenten mientras se ríe.

-Tienes razón.-Observo en todas direcciones preocupada.-¿Dónde están los niños?

Tenten mira a todos lados igual de preocupada que yo.

-No lo sé. La única posibilidad es que estén luchando solos contra…

-Carajo…-Digo aterrada.

Tenten toma su cadena del suelo y ambas corremos en busca de nuestros hijos, anhelando que estén bien. Al llegar donde está Madara, no puedo creer lo que veo. Ese vampiro desgraciado tiene un poder mucho más intenso que el de hace un rato. ¿Pero cómo…?

-Tiene un aura muy maligna y poderosa. ¿Cómo consiguió tanto poder en un momento?-Pregunta Tenten estupefacta.

Miro a los niños aterrada. Tienen quemaduras demasiado graves. Es peligroso que sigan luchando así. Por mucho que intenten no podrán detener a Madara con esa técnica a pesar de que es una bastante dañina.

-¡Paren por favor! ¡Esto es muy arriesgado!-Grito desesperada.

Shikadai me observa de reojo y sonríe.

-No podemos… rendirnos… mamá…

-Esta es… nuestra… última… esperanza…-Agrega Jun.

No puedo evitar fijarme en que Gaara y Boruto también están allí apoyando. Un segundo, ¿mi hermano y el hijo de Naruto sobrevivieron a una trasfusión que pudo haberlos matado a ambos sin problema.

Mi hermano me voltea a ver y una sonrisa se posa en sus labios.

-¡Era casi imposible que despertaras de esa trasfusión!-Le grito.

-¡Por algo soy el líder del clan de los lobos, ¿no te parece?!-Responde Gaara con el mismo tono.

-¿¡Qué está pasando!?-Interviene Tenten.

-¡Madara le ha arrebatado al rey su poder! ¡Ahora es invencible!-Responde Gaara.

-¿Rey? ¿De qué rey hablan?

-No hay tiempo de explicar Tenten.-Contesto.-Debemos detener a ese sujeto antes de que la situación se ponga mucho peor.

-De hecho, creo ya se ha vuelto peor.-Afirma mi amiga.

-¿Por qué lo dices?

-¡Temari, su aura se ha convertido en un intenso fuego! ¡Cualquiera que intente tocarlo puede acabar con horribles quemaduras!-Asegura mi hermano desde la distancia.

Rechisto.

-Kuso… debe haber una forma de detenerlo.

De repente, los niños empiezan a debilitarse y Madara recupera una parte de su movilidad.

-¡No podemos parar chicos! ¡Sigan!-Grita mi hijo aferrándose más a la idea de evitar que la sombra desaparezca.

-¡Shikadai tiene razón! ¡Hay que seguir!-Afirma Boruto.

-Ya estoy… en mi límite…-Dice Himawari a punto de desmayarse.

-Creo que tendré que intervenir.-Exclamo con determinación para correr hacia Madara y atacar.

Tenten toma mi hombro y me detiene.

-Temari, ¿no entendiste que no lo podemos tocar sin quemarnos?

-Debo ayudar a mi hijo, aunque sea lo último que haga. No estoy dispuesta a verlo morir en combate.

-No dejaré que te arriesgues de esa forma. Podrías morir.

-Shikadai lo es todo para mí Tenten. Si tengo la oportunidad de protegerlo, lo haré sin importar qué.

Tenten se resigna y me suelta. Prepara su cadena.

-¡Cúbreme!-Grito y me transformo en lobo.

Corro hacia una de las paredes cercanas a Madara para tomar impulso y saltar lo suficientemente alto. Mientras voy en el aire, Tenten lanza varios shurikens que se derriten entre las llamas que emanan del vampiro.

Madara voltea a verla y sonríe victorioso.

-Ahora entiendo por qué tu hijo tiene trucos tan idiotas Tenten.

Mi amiga se ríe.

-¿De verdad crees que fue un truco idiota el de esta vez?

-¿Qué?

Un gas venenoso se empieza a expandir entre las llamas del poder de Madara, logrando que el vampiro tosa desesperado.

-Imposible…

-¿Qué? ¿El gas?-Dice Tenten con una sonrisa triunfante.

-Maldita sea, ¿cómo no me fijé en eso?

En el aire, consigo morder el cuello de Madara con todas mis fuerzas esperando que pierda el equilibrio y caiga. Aunque el veneno se cuela por mis pulmones y el fuego me va quemando el cuerpo, mi fuerza de voluntad no me deja caer.

-¡Mamá!-Le escucho gritar a Shikadai, quien se muestra preocupado y detiene el jutsu.

Todos los niños caen de rodillas rendidos. Madara y yo chocamos con una pared y resbalamos lentamente.

Shikadai corre con sus pocas fuerzas hacia mí asustado. Veo a Gaara tratar de seguirle el paso.

-¡Mamá!

Por la debilidad, vuelvo a mi forma humana.

-¡Temari!-Grita Gaara al tiempo que toma mi cabeza para apoyarla en sus piernas.-No mueras por favor.-Comienza a llorar.

Tenten llega hasta donde estamos todos.

-Tranquilos, estará bien.

..(Tenten)

Sabía que era muy arriesgado que Temari se le lanzara así a Madara, pero si no hacíamos esto en equipo, no hubiéramos podido detener a ese tipejo.

Mi hijo y los demás nos rodean a Gaara, Shikadai y a mí.

-¿¡Cómo puedes decirlo tan tranquila?! ¡¿No ves que se está muriendo?!-Grita Gaaara desesperado.

-Sálvala Tenten-san… por favor…-Dice Shikadai llorando.

Saco de mi bolso una jeringa con su respectiva aguja. Rápidamente rompo su empaque para insertar el antídoto contra el veneno a través de la aguja.

-Necesito que se hagan para atrás.

Todos me hacen caso y dan un par de pasos lejos.

Levanto la jeringa y le meto la aguja a Temari en su brazo. Lentamente inserto el líquido y mi amiga despierta de golpe.

Respira agitada y nos mira a todos confundida.

-¿Qué pasó?

Gaara se aferra a su hermana abrazándola con fuerza.

-No vuelvas a asustarme así. Fue una locura lo que hiciste.

-Valió la pena.-Dice Temari con una sonrisa débil.

Suspiro, aliviada al saber que la cura funcionó.

-Gracias Tenten por salvarme.-Dice mi amiga.

-No iba a dejarte morir.

-¿Y Shikadai? ¿Dónde está mi hijo?

-Aquí estoy mamá.-Dice Shikadai y abraza a Temari.

-Parece que todo terminó.-Dice Jun por medio de un suspiro.

-Así es. Por fin podremos tomarnos un merecido descanso de todo esto.-Agrega Gaara.

-Ojalá sea así.-Exclama mi hijo.

A los pocos segundos, los demás adultos llegan a nuestro lado preocupados.

-Vaya, ¿qué pasó aquí?-Pregunta Itachi confundido.

-Una batalla demasiado intensa.-Responde Sarada tratando de ponerse en pie, pero perdiendo el equilibrio en el intento.

Sasuke corre hacia su hija y alcanza a sujetarla.

-Mejor quédate quieta. Tus heridas podrían empeorar si te esfuerzas de más.

-Está bien.-Dice Sarada y se relaja.

Hayabusa se acerca a mí y me abraza.

-¡Lo logramos mamá! ¡Vencimos a Madara!

Neji llega y se une a nuestra muestra de afecto.

-Me tranquiliza ver que están bien.

Mientras nosotros seguimos en nuestro momento emotivo, los demás padres se reúnen con sus hijos y todos se abrazan entre sí.

-Ya me estaba preocupando la idea de que esto no acabara.-Dice Neji suspirando de alivio.

-Se vendrán momentos mejores.-Contesto.

-Esperen.-Interviene Gaara.-¿Alguno obtuvo el poder del rey?

Entre todos nos miramos confundidos y negamos con la cabeza.

-Si nadie ha tomado los poderes del rey, ¿quiere decir que…?-Temari no alcanza a completar su hilo de pensamiento cuando una ráfaga de viento nos empuja a todos con tanta fuerza que llegamos al otro extremo de la habitación.

Intento levantarme, pero no puedo. Es como si mi cuerpo se estuviera aferrando al suelo.

Un Madara enfurecido se acerca a nosotros.

-Pero si te ataqué con un gas mortal.-Digo sin poderme creer que siga con vida.-¿Cómo…?

-¿En serio pensaste que algo tan simple como eso iba a acabar conmigo? Se nota que nunca te has enfrentado de frente a un verdadero vampiro como yo.

Maldita sea…

Un nuevo poder se desata en Madara, uno mucho más intenso del que tenía antes. Ahora lo rodean llamas negras. Si no hacemos algo ahora, sin duda este será el fin de la humanidad.

ooooooOOOOOOOooooooo

Hasta aquí el capítulo. Espero que les haya gustado. Ya el próximo será el último y tendremos un epílogo para darle fin a esta historia dividida en dos partes.

-Sara: ¿Por qué no dejaste que lo matáramos en este capítulo? Nos vas a matar es a nosotros.

-Yo: Cálmate. Las cosas saldrán bien. Yo confío en sus capacidades.

-Sara: Yo espero confiar en lo que escribas.

-Ambas: Gracias por leer y nos vemos en el último capítulo.