Notas del autor
Bueno, bienvenidos a otro capitulo, siento que debo disculparme por el tiempo que tarde en escribir este capitulo porque la verdad pudo estar listo en menos tiempo, pero me paso algo... y ese algo es que pusieron Elden Ring en oferta y aproveche para por fin jugarlo, ¡Dios! que buen juego que es, tenia años que no le pegaba una viciada a ningún juego de esa manera, desde niño no experimentaba esto de disfrutar mucho un juego por horas hasta el punto de trabajar y estar pensando en el juego o irme a dormir y soñar con lo que voy a hacer cuando vuelva a jugar. Lo malo es que termine descuidando un poco la escritura de este fanfic pero finalmente ya esta listo el capitulo ¡Disfrútenlo!
Reviews:
fabianemmanuel15: ¡Gracias! La verdad es que que dark souls es muy importante para mi y RWBY fue una grata sorpresa que termine amando con sus altas y baja, quiero esforzarme para hacer un buen fanfic en español, estoy abierto a criticas y espero que disfrutes de este capitulo.
—Pensé que no habría ningún estudiante en Beacon — La voz del general rompió el silencio de la oficina de Ozpin.
—No es un estudiante, es...
—Solo un pobre animal que encontré en el bosque — Interrumpió Qrow.
Ozpin lo miro alzando la ceja.
—La salvo, aquella noche.
—Tal vez sirva como perro guardián.
Ironwood respiro hondo y se dirigió al director.
—¿Es correcta la información que proporciono Glynda? — pregunto, el general.
—Sí, su aura nunca se recuperó por completo desde la noche del ataque —Respondió el director desde su asiento —Sospecho que intentaron robarle su poder. Algo así nunca había pasado antes.
Ironwood Escucho atentamente.
—Ya veo — se calló por un momento, debatiendo si debería mencionarlo — Atlas ha investigado el aura de manera científica desde hace algunos años — hizo una pausa observando las expresiones de Qrow y Ozpin: un ceño fruncido y una ceja levantada. — La tecnología que se ha desarrollado sigue en fase experimental, pero podría ayudar a otoño...
—Su nombre es Amber —Una voz severa resonó desde la entrada del ascensor.
—¡Glynda!, siempre es un placer verte — Saludo el general con una reverencia.
Glynda avanzo hacia Ironwood con un ceño fruncido se suavizo al estar cerca de él.
—James, agradezco tu intención de ayudar, pero Amber es una persona, no un experimento— dijo poniendo su mano en el hombro derecho del general.
Ironwood suspiro con los ojos cerrados.
—Lo entiendo, Glynda — Respondió suavemente —No propondría esto si no creyera que puede ayudar a Amber.
Qrow cruzó los brazos, mirando a Ironwood con escepticismo.
—¿Que garantiza que tu tecnología no la empeore? —Cuestiono Qrow.
—Es una tecnología de vanguardia, diseñada para interactuar con el aura de manera precisa —explicó Ironwood—. Pero como dije, aún es experimental. No voy a forzar nada sin el consentimiento de todos aquí.
Ozpin asintió, cerró los ojos contemplando sus opciones.
—Debemos hacerlo — Proclamo el director —El estado de Amber empeora rápidamente, no podemos perder el tiempo. ¿Alguna objeción?
—No — respondió Glynda.
—Lo que sea — Resoplo Qrow.
Ozpin se volvió hacia Ironwood con determinación.
—Entonces, James procedamos, instala la maquinaria necesaria en la bóveda — Ordeno el director, cambiando su atención hacia su asistente — Glynda, lleva a Amber al mismo lugar, debemos resguardarla por si piensan terminar el trabajo.
Glynda asintió firmemente y comenzó a caminar al ascensor seguida de Ironwood, se fueron dejando solos a Qrow y Ozpin.
—Bueno, ¿cuál es mi trabajo, Oz? —preguntó Qrow, cruzando los brazos.
Ozpin sonrió con una calma serena.
—Seguir con tu descanso —respondió Ozpin—. ¿Por qué no pasas más tiempo con tu familia?
Qrow frunció el ceño, su expresión sombría.
—Sabes muy bien por qué no debo pasar mucho tiempo con ellos —dijo en un tono grave—. Ya viste cómo mi "semblanza" afectó el combate contra tu mascota.
Ozpin lo observó con empatía.
—La suerte es muy caprichosa, Qrow, pero no deberías dejar que eso te afecte...
—¡Y dejar que afecte a mi familia! — escupió con veneno —. Soy solo un presagio de la desgracia
—dijo con la amargura filtrándose en su voz.
Ozpin dio un paso adelante, su expresión suave pero firme.
—Qrow, has ayudado a más personas de las que crees, incluso has mejorado la vida de tu familia. ¿No eres tú el motivo por el cual la señorita Rose, está en camino a cumplir sus sueños?
Qrow bajó la mirada, los hombros caídos.
—Ruby... — murmuró, pero se mantuvo firme —. Sí, ella es una excepción. Pero eso no cambia el hecho de que mi semblanza trae problemas a los demás. Incluso a ti.
Ozpin suspiró, colocando una mano en el hombro de Qrow.
—No todos mis problemas son por ti, te das demasiado crédito — tranquilizo el director con una sonrisa —Sabes muy bien que, por mi larga vida, he cometido más errores que cualquier otra persona, pero mantenerte a mi lado no ha sido uno de ellos.
Qrow aparto la mirada, pero antes de que pueda rebatir el Ozpin lo interrumpe.
—Descansa viejo amigo, hoy ha sido un día largo.
Qrow, exhalo y se despidió dirigiéndose al ascensor dejando al director acompañado por la soledad. Ozpin respiro hondo y se hundió en su asiento mientras reflexionaba.
—Realmente tengo un lugar apartado en el infierno.
Mis días se están convirtiendo en una lucha contra la monotonía. Descifrar los escritos del maestro logan es un tarea lenta y frustrante, la biblioteca tampoco ayuda en esto, de los cientos de libros que guarda, no hay ni un solo tomo de hechizos o piromancia, las únicas referencias que he encontrado son en pocos cuentos que la tratan como fantasía ¿qué paso con la magia en el mundo?
En este punto incluso agradecería que Ozpin tuviera algún encargo. "hmm" Ahora que lo pienso apenas he visto a Ozpin, parece que la visita de Ironwood, le ha dado mucho más trabajo, no pude evitar sentir curiosidad por eso, desde ese día no he vuelto a ver a la doncella del bosque, no me gusta que me dejen en la oscuridad, pero es justo, apenas le he dado luz sobre quien soy.
Caminar por los pasillos de Beacon se ha vuelto molesto, lo hombres de metal del general me siguen con la mirada cada que paso, aunque no he sido su único objetivo. Qrow, ha recibido la misma cantidad de atención si no es que más, mientras parecen ignorar a otras personas como a la asistente de Ozpin.
"Parece que no le agradamos mucho al General".
—No pareces complacido por el tiempo libre — Dijo una voz monótona, sacándome de mis pensamientos.
Me volteo para encontrarme con Qrow, apoyado en un muro cruzado de brazos "¿cómo es que es tan sigiloso?"
—No me gusta perder el tiempo — Le respondo con un tono simple, sin nada mejor que hacer.
Qrow se rió secamente.
—Bienvenido a mi mundo. El aburrimiento es toda una tortura ¿no?
"No se equivoca".
—Y tu ¿cómo lidias con eso? — Dije con una pizca de curiosidad.
Descruzo los brazos revelando una petaca en su mano.
—Esto ayuda — Respondió señalando la petaca con una media sonrisa.
Arquee la ceja.
—Dudo que funcione en mi — Le respondí, "desearía no haber perdido la capacidad de emborracharme".
—Tú te lo pierdes — Dijo encogiéndose de hombros para después darle un sorbo a su bebida. En ese momento paso un grupo de hombres de metal observándonos.
—La chatarra de Jimmy ni siquiera sabe disimular— Refunfuño Qrow, bajando la petaca, mirándolos por un momento — ¿Te molestan tanto como a mí?
—No es la primera vez que recibo atención no deseada —Respondí, viendo como los seres de metal desaparecen al cruzar una esquina.
—Gruñir le al General, no fue la mejor carta de presentación — Comento con una sonrisa burlona.
—Me molesto su mirada —Dije resoplando.
Qrow soltó una risa seca.
—Eso queda claro. Aunque, para ser justos, Jimmy tiene una forma especial de sacar lo peor de la gente.
Me tomo un momento reflexionando sobre el hombre a mi costado.
"al menos parece ser autentico".
—¿Y tú? — Dije, notando la mirada confundida de Qrow, continúe — Parece haber historia entre ustedes dos.
El respondió con un gruñido.
—Sí, se podría decir que la hay — Dijo mirando el suelo por un momento.
"No parece que quiera compartir eso, está bien puedo respetarlo".
Se instaló un incómodo silencio entre nosotros, parece que maté la conversación, empecé a debatirme entre continuar con otro tema o dar por terminada la charla e irme.
—Hey —llamo Qrow, antes de que pueda decidirme —Me disculparía por tu hombro, pero estamos a mano después de lo que le hiciste a mi alcohol.
Suspire para mis adentros "supongo que es justo".
Le ofrecí mi mano.
—¿Sin rencores?
Qrow me mira por un momento antes de tomar mi mano.
—Sin rencores — Dijo con lo que parecía ser una sonrisa sincera — pero aún me debes una botella.
~X~ Una semana después ~X~
—¿Qué tal Estuvo tu semana de vacaciones?
—Pudieron ser mejores —comentó Qrow, encogiéndose de hombros—. Es difícil relajarse sabiendo que una doncella está al borde de la muerte. ¡Oh!, y los juguetes de Jimmy mirándome como un reo tampoco ayudaban —dijo con su habitual sarcasmo.
Ozpin mantuvo su sonrisa tranquila.
—Supongo que es hora de asignarte tu siguiente misión —el director se detuvo un momento, observando cómo Qrow levantaba la mirada con un indicio de interés—. Ahora que han estabilizado a Amber, podemos centrarnos en buscar a sus atacantes.
—Ahí es donde entro yo.
—Correcto. Amber venía de Mistral la noche que fue atacada. Necesito que vayas hasta allá y busques pistas sobre sus agresores.
Qrow resopló burlonamente.
—Buscar tres asaltantes en un reino lleno de bandidos. Tan fácil como buscar una aguja en un pajar.
Ozpin río ante la ironía de Qrow.
—Si hay alguien en quien confío para encontrar algo, eres tú.
—Sé que soy el mejor, no hace falta que me convenzas. Además, extraño el vino Mistralí —dijo con una sonrisa de medio lado.
La sonrisa de Ozpin tembló un poco.
—Por supuesto — Respondió después de exhalar.
—Bueno, es hora de prepararme —Dijo mientras reía
El cazador camino hacia el ascensor, pero este se abrió antes de que él lo llamara.
—Jimmy, Glynda— Saludo Qrow, a los recién llegados con un tono burlón.
—Qrow — Le respondieron ambos cortésmente, uno esforzándose más que otro.
El cazador les dio espacio para que entraran en la oficina.
— Me quedaría a escuchar su informe, tortolitos, pero tengo una misión que cumplir, adiós —Dijo para entrar al ascensor e irse.
La puerta del ascensor se cerró con un suave zumbido, dejando a Ironwood y Glynda solos con Ozpin. Ironwood se agarraba el puente de la nariz, claramente irritado.
—No sé cómo lo aguantas — dijo, su voz cargada de frustración.
—Te acostumbras... Eventualmente —Respondió Glynda, de manera simple.
—James, supongo que viene a despedirte —Hablo Ozpin haciendo notar su presencia.
Ironwood se volvió hacia el director.
—Sí, aunque también hay otro motivo.
El director adopto una expresión estoica, preparándose para lo que fuera a venir.
—Es sobre tu nuevo aliado — El tono del General se volvió más serio — Es difícil creer que sobrevivió a las tierras Grimm sin aura. Me he tomado la libertad de vigilarlo y su rutina es anormal.
—¿Tiene algún comportamiento sospechoso? — Pregunto Ozpin mirando fijamente al general.
—No, más bien diría que el problema es la falta de algunas actividades esenciales.
—¿Por ejemplo? —Intervino Glynda con el ceño fruncido.
—Lleva más de una semana sin ingerir absolutamente nada —El director levantó una ceja mientras su asistente se veía confundida—. Su rutina consiste en salir de su habitación a primera hora, dirigirse a la biblioteca hasta el anochecer. Tampoco parece que duerma, la luz de su habitación permanece encendida toda la noche y lo más extraño de todo es que no parece afectarle en lo más mínimo. Ningún ser humano puede sobrevivir más de cinco días sin agua ni alimento. Ozpin, ¿Quién es esta persona?
El director escucho atentamente con los ojos cerrados.
—No lo sé — Respondió con una calma sobrenatural.
—¿Que? — Ironwood y Glynda estaban atónitos.
—¡Ozpin, no puedo creer que dejaras entrar a un total desconocido! — El general, estaba alterado —¡Podría ser un espía de "ella"!
La expresión estoica del director no flaqueo en ningún momento.
—Ahí es donde te equivocas, James — El general lo miraba impaciente — Estoy seguro de que Nimrod, no trabaja para ella.
— ¿Qué te da tanta confianza? — Acuso Ironwood.
—Simple, nos ayudó — Ozpin, vio que el general no estaba complacido con su respuesta a lo que continuo —Si estuviera trabajando para "la reina" lo lógico sería que esa noche, hubiera intentado detener a Qrow, en cambio decidió ayudarlo a salvar a Amber, ¿Por qué frustrar la oportunidad de robar los poderes de una doncella?
—Puede que sea un plan a largo plazo, para conseguir la ubicación de las reliquias o incluso misiones de sabotaje.
—Tú lo has vigilado de cerca. Te lo vuelvo preguntar ¿Ha hecho Nimrod, algo sospechoso?
Ironwood, desvió la mirada con un notable ceño fruncido.
—No, pero...
—James, lo tuve que convencer para que se quedara en Beacon.
—Aun así, no me parece prudente mantener cerca a una persona de la cual no conoces sus objetivos.
—Dije que no conocía a Nimrod, pero si conozco sus metas.
—¿Y cuáles son?
Ozpin entrecerró los ojos mirando fijamente a Ironwood.
—General, me parece que ya ha violado lo suficiente la privacidad de Nimrod ¿no?
Ironwood mantuvo una tensa mirada sobre Ozpin.
—Glynda, ¿qué opinas? — No se esperaba la pregunta del director, pensó por un momento antes de responder.
—Sigo sin entender qué vez este individuo y comparto la preocupación de James. — Se tomó un momento para ver al director a los ojos —pero es verdad que ayudo a salvar la vida de Amber. Ozpin, Confió en tu juicio.
El General, exhalo profundamente y relajo su postura.
—Muy bien Ozpin, pero no podemos darnos el lujo de ser ingenuos, hay que vigilarlo en todo momento.
—Lo se James, yo también lo observo, la diferencia es que prefiero un método más sutil —Dijo el director mientras señalaba la cámara en el techo de su oficina.
—No es lo que recomendaría, pero servirá —Ironwood suspiro antes de continuar —Lo siento Ozpin, solo quiero asegurar la seguridad de la doncella.
El director finalmente relajo su postura.
—Lo entiendo James, llevo haciendo esto desde hace mucho tiempo, confía en mi ¿quieres?
Ironwood asintió, aunque su expresión seguía mostrando preocupación.
—Por el bien de todos, espero que podamos hacer lo mismo con Nimrod.
Ozpin, sonrió ante la resolución.
—Bueno ¿necesitas algo más?
El general adopto una postura erguida.
—No, eso sería todo. Amber, de momento está estable, aunque no sé cómo sanarla. Voy a regresar a Atlas, te avisare si los científicos logran avanzar en su investigación sobre el aura.
—Entendido, buen viaje general.
Ironwood se volvió en dirección al ascensor, pero su mirada se encontró con la de Glynda.
—Cuídate, James —Se despidió con un tono amable.
El General sonrió.
—Lo hare — Dijo para entrar en el ascensor e irse.
Ozpin, suspiro llamando la atención de Glynda.
—Parece que por fin vamos a tener un poco de calma, antes de que lleguen los estudiantes.
—Una semana y media antes de que lleguen como otra tormenta — Glynda se quejó.
El director la miro divertido.
—Los acontecimientos recientes, nos cortaron un poco las vacaciones — No pudo evitar reír por la ironía — Por cierto, ¿también tienes algo que informar?
La asistente se volvió para mirar al director.
—Solo algunos reportes, parece que la manada de Goliats que suele merodear cerca del Monte Glenn, ha perdido a su miembro más joven.
—¿Ningún Cazador se adjudica el haberlo cazado?
—No, es muy inusual, parece que simplemente se separó de su manada —Glynda, se cruzó de brazos, pensativa — Aparte, hay avistamientos de un Nevermore, sobrevolando al sureste.
—¿Un Nevermore, también en solitario?
—Aparentemente si, los informes reportan uno solo.
Ozpin reflexiono sobre la información, los Grimm suelen andar en manada, es raro ver a uno solitario, ¿pero dos?
—Agrega a la base, misiones de vigilancia en las fronteras.
—Entendido ¿Algo más?
—De momento no —El director miro por la ventana de su oficina — Esperemos no tener más dificultades.
El Bosque se volvió demasiado peligro sin su guardián. Pero el joven iba a hacer todo lo posible para proteger la aldea en su lugar.
... Y finalmente contarles a otros su historia. Así siempre sabrán a quien debían agradecer los muchos años de buenos días que habían disfrutado.
—¿Por qué seguiste volviendo allí año tras año?
—Porque eso pude hacer, porque nadie más lo haría, lo decidí cuando me enamore de ella. En el momento que vi sus ojos plateados.
Fin
Nada mal, subestime en un principio los cuentos de Remnant, a pesar de tener tramas oscuras y finales agridulces, siempre se las arregla para dejar un sentimiento persistente de esperanza. Si tan solo la literatura de mi época no hubiese sido tan deprimente o las pocas con un mensaje esperanza no estuvieran tan llenas de mentiras.
Esta historia en particular me gusto: Una guerrera anónima que protegió una aldea sin pedir nada a cambio, que termino muriendo sola, pero cuyo acto motivo a un aldeano a aprender defenderse y enseñárselo a los demás.
Me hizo preguntarme ¿cómo me habrán visto las personas después de que enlace la primera llama? ¿Un héroe? ¿Un monstruo?
"Tengo la esperanza de que mi nombre se perdiera en los registros de la historia".
El ruido de unos pasos detrás de mí, me saco de mis pensamientos, solo podía ser una persona.
—¿Qué quieres Ozpin? — Pregunte sin molestarme en voltear.
El director se rió un poco.
—Solo buscaba un buen libro.
Me giré lentamente, encontrándome con su mirada tranquila.
—Ambos sabemos que eso es una falacia — Dije admirando los restos de la luna por la ventana —Es un poco tarde para eso.
Ozpin se acercó, tomando un libro de la estantería más cercana.
—Quizás. Pero nunca es tarde para una buena conversación — respondió, abriendo el libro al azar.
Puse los ojos en blanco.
—A menos que hayas encontrado de la forma de darme una muerte verdadera, no me importa — dije despectivamente, no me agradan los enigmas y Ozpin, es uno de pies a cabezas.
El director cerró el libro y lo devolvió a su lugar, luego se sentó en una de las sillas junto a la mesa.
—Solo quería hablar contigo, Nimrod. He notado que te has adaptado bastante bien a Beacon, pero también me preocupa que te hayas aislado demasiado.
Me crucé de brazos, observando cómo la luna iluminaba la biblioteca.
—No estoy aquí para hacer amigos. Es nuestro trato lo que me mantiene en este lugar.
—Lo sé. Pero, aun así, es importante que encuentres un objetivo aquí, es muy fácil perder el sentido sin una dirección clara
Gruñí apartando la mirada.
Por más que me fastidie, él tiene razón, sin un propósito en mente voy a tener que depender de las piedras purgadoras, y me quedan menos de las que me gustaría.
— Bien — dije resignándome a regañadientes — ¿Que sugieres?
Ozpin estaba a punto de hablar cuando una melodía lo interrumpió.
—Un momento — pidió mientras llevaba la mano a su bolsillo y saca el mismo objeto rectangular, que había visto en algunas ocasiones.
"Tal vez debería preguntarle qué es eso".
Llevo el objeto al oído y comenzó a hablar.
—Buenas noches oficial... ¿Dónde fue avistado? —La mirada tranquila de Ozpin, se volvió estoica — entendido, voy a enviar. Glynda,… Bien, adiós.
El director volvió su atención hacia mí.
—¿Quieres dar un paseo nocturno?
Levanté una ceja, intrigado.
La ciudad bajo Beacon no se parecía a nada que hubiera visto antes. Las casas aquí eran todas parecidas, no estaban hechas de piedra o madera, sino de algún tipo de material liso que parecía ser fuerte. Los caminos no eran de tierra, sino que estaban perfectamente empedrados con algún tipo de recurso que desconocía, iluminados por postes que no necesitaban fuego.
"Impresionante," pensé. No me sentía así desde que pasé por Anor Londo, la ciudad de los dioses.
—Pareces intrigado por los alrededores —Ozpin interrumpió mis pensamientos sin aviso—. Reconozco que Vale tiene su encanto por la noche, aunque la prefiero por el día.
—¿Qué hacemos aquí entonces? —cuestioné, ligeramente irritado por su intervención.
—Hubo un robo hace una hora —dijo, caminando sin detenerse.
—¿Eso no es asunto de los guardias?
Ozpin soltó una corta risa de repente; no entendí por qué.
—Sí, normalmente no sería nuestro asunto, pero uno de los ladrones fue reconocido como Roman Torchwick, famoso por llevar a cabo varios atracos, pero más importante, por tener su aura desbloqueada.
"Aura, ahí está esa palabra otra vez," pensé. "Sigo sin comprender exactamente qué es, aparte de una mejora a las capacidades humanas".
—¿Acaso los guardias no tienen el aura desbloqueada?
—No — respondió para mi desconcierto —. El aura es algo reservado para los cazadores.
—¿Por qué? — Estaba confundido. Podría entender que la población civil fuera excluida, pero ¿por qué los guardias? No le veo el sentido.
—¿Conoces a los Grimm? —preguntó, dándome una breve mirada.
—Sí, son bastante comunes en los cuentos.
—¿Sabes que son atraídos por los sentimientos negativos? — Asentí, sin comprender a dónde quería llegar—. Bien, no es lo único que los llama. El aura también los atrae y mientras más fuerte sea el aura, con más fuerza tratarán de acercarse.
Ese comportamiento me era, ligeramente familiar. Crucé los brazos.
—Así que, para no tener que lidiar con una horda constante de estas criaturas, solo desbloquean el aura de las personas que van a luchar contra los Grimm.
—Correcto. También puede darse el caso de desbloquear el aura de manera natural, pero la ley suele regularlo bastante, aunque no siempre es posible. Por eso me llamaron; solo una persona con aura tiene la posibilidad de vencer a otra en combate directo.
—Ya veo —eso explica por qué Qrow era tan fuerte. Si no hubiera sido por mi experiencia, me habría vencido en un instante.
—Llegamos —anunció Ozpin.
Aprecié una estructura muy parecida a las demás en esta ciudad, pintada de azul oscuro y tonos grises. En la entrada se podía leer: "Estación de policía."
"Supongo que ahora se les llama a los guardias de esa manera."
Al entrar, todas las personas dentro saludaron a Ozpin de manera formal. "Director de Beacon" parece ser un puesto bastante importante si los "guardias" le tratan con tanto respeto.
—Director Ozpin, muchas gracias por responder tan rápido —un hombre vestido de azul y con un raro gorro le agradecía al director.
—Oficial Oliver —saludó Ozpin de manera cortés—. No hay de qué, es mi trabajo —dijo, con una sonrisa tranquila—. ¿Pudieron atrapar a Roman?
El hombre negó con la cabeza.
—Torchwick escapó justo en el momento que llegó Glynda. Por suerte, lograron detener a cuatro criminales que lo acompañaban.
—Impresionante. ¿Cuál de sus subordinados logró capturarlos?
El oficial apartó la mirada, avergonzado.
—Quien los atrapó fue una estudiante de Signal, Ruby Rose. Esta detenida por vigilantismo.
Los ojos de Ozpin parecieron brillar ante la mención del nombre.
—Ahora mismo está con Glynda, en la sala de interrogatorios tres —dijo mientras le ofrecía unos papeles al director.
Ozpin tomó los documentos y los miró por un momento.
—Oficial, ¿podría hacerme un pequeño favor?
—¡Por supuesto!
—¿Podría conseguirme un plato lleno de galletas de chocolate y un vaso de leche?
Estoy confundido. ¿Qué clase de petición es esa? Al ver hacia el hombre, pude ver que pensaba lo mismo.
—Eh... claro, creo que tenemos en la cafetería —el oficial se fue mientras se rascaba la cabeza.
Miré a Ozpin y noté cómo se le escapaba una media sonrisa.
"Es más fácil entender los manuscritos de Logan que a Ozpin." Además ¿qué es el chocolate?
Al recorrer estos pasillos, una sensación rara, entre incomodidad y atracción, me asaltaba por cada puerta que pasaba, algunas en menor o mayor medida. Miré por un momento a Ozpin, que caminaba con las manos ocupadas sosteniendo un plato de galletas y un vaso de leche, con una mirada tranquila como siempre. Parece que soy el único afectado.
— ¿Conoces a la persona detenida? — Comencé una conversación, con la esperanza de ignorar ese extraño sentimiento.
—Personalmente no conozco a la señorita Rose, pero en su momento tuve una relación estrecha con su familia — respondió Ozpin, con un tono de nostalgia en su voz.
— ¿Es eso así?
Ozpin asintió sin detenerse.
—Conocí a su madre...
—¡Espero que se dé cuenta de que sus acciones de esta noche no se tomarán a la ligera señorita! —La voz de Glynda se escuchó desde fuera de la puerta marcada con un tres — ¡Se puso a sí misma y a otros en gran peligro!
—¡Pero ellos empezaron! — Replico otra voz chillona que no reconocí.
—¿Una niña logro atrapar a cuatro ladrones? — Pregunte al profesor cruzando los brazos.
—El aura no es ningún juego, los usuarios de aura pueden romper huesos sin el más mínimo esfuerzo, además revise la grabación de pelea más temprano. Es muy diestra con la guadaña.
¿Una niña hábil con la guadaña? Diría que estaría impresionado, si no me trajera tan amargos recuerdos.
Ozpin me dio el vaso de leche y abrió la puerta. Pude observar de pie a Glynda, con una fusta, a su lado una intimidada niña con los ojos plateados, de cabello azabache y un vestido negro, sentada frente a una mesa metálica, me llamo la atención un emblema con la forma de una rosa en su cintura.
—Si fuera por mí, seria enviada a casa con una palmada en la espalda — la mirada de la niña tranquilizo por un momento — y un golpe en la mano — Glynda golpeo su fusta contra la mesa, cerca de la mano de la niña.
La pequeña se sobresaltó, con un pequeño chillido, "Es difícil creer que venció a cuatro bandidos sola" Glynda miro hacia atrás, notando nuestra presencia.
—Pero hay alguien aquí que le gustaría conocerla —La asistente se apartó, dando espacio a que el director avanzara hasta estar frente a la niña.
—Ruby Rose, tú... —la niña miró con curiosidad al director—. Tienes los ojos plateados —su expresión cambió a una de confusión.
—Ahm... —tartamudeó.
—Bien —la interrumpió Ozpin, sacando el objeto rectangular y poniéndolo frente a Ruby—. ¿Signal te enseñó a pelear de manera tan temeraria?
—No —respondió de inmediato—. Fue mi tío quien me enseñó. Yo era una basura peleando antes de que él me tomara bajo su ala, pero ahora estoy como... —la niña, con entusiasmo, empezó a mover las manos imitando algunos movimientos de combate y haciendo sonidos como "¡Pow! ¡Ahiya!"
"¿Quién le enseñó a esta niña?"
—Ya veo —respondió el director, colocando el plato de galletas en la mesa.
Ruby vio con interés las galletas y acercó su brazo con cuidado. Con un movimiento fugaz, tomó dos galletas del plato y se las llevó a la boca.
—Dime, ¿qué hace una pequeña como tú entrenando para luchar? —preguntó Ozpin, tomando asiento frente a la mesa.
—Quiero ser una cazadora —respondió sin dudarlo—. Solo me faltan dos años de entrenamiento en Signal y después aplicaré a Beacon. Verá, mi hermana entrará ahí este año. Ella intenta volverse una cazadora y yo quiero volverme cazadora porque quiero ayudar a la gente. Mi papá me dijo que podría volverme policía, pero ser cazadora suena mucho más emocionante y cool. ¿Sabe a qué me refiero?
El entusiasmo de su voz chillona ya me estaba dando dolor de cabeza. Me fijé cómo Glynda tenía el ceño fruncido y Ozpin mantenía su característica mirada tranquila.
—¿Sabes quién soy?
—Usted es el profesor Ozpin, el director de Beacon.
Ozpin sonrió.
—¿Quieres venir a mi academia?
—Más que nada —respondió con determinación.
Una tos fingida los interrumpió.
—Profesor Ozpin, ¿podemos hablar un momento? — dijo Glynda, tratando de ocultar su irritación.
La sonrisa del director no flaqueó.
—Por supuesto. Nimrod, ¿podrías quedarte con la señorita Rose por un momento?
Puse los ojos en blanco.
—Bien — respondí sin emoción.
Ozpin y Glynda salieron dejándonos solos, Ruby me miró con curiosidad mientras seguía comiendo sus galletas.
—Entonces... Nimrod, ¿verdad? — dijo, tratando de romper el hielo.
Miré a la pequeña, su apariencia y actitud infantil contrastaban fuertemente con la imagen de guerrero que conocía.
—Sí — dije sin entusiasmo.
—¿Eres un cazador también? —preguntó, sus ojos brillando con interés.
—No —respondí un poco más seco de lo que pretendía.
—Oh, ya veo —dijo, un poco nerviosa.
El silencio se instaló entre nosotros, Ruby pareció ponerse incómoda y empezó a comer las galletas más rápido, haciendo que casi se ahogara. Empezó a toser, a lo que exhalé y puse el vaso de leche en la mesa.
—Ten —dije simplemente. Ella miró el vaso por un momento y lo tomó.
—Gracias —respondió en voz baja.
La observe mientras bebía, para ser honesto parece bastante torpe, pero había una determinación en sus ojos que solo había visto en una persona antes.
Ruby dejó el vaso en la mesa y me miró nuevamente, esta vez con más cautela.
—Entonces... ¿por qué estás aquí? —preguntó, intentando mantener la conversación.
—Asuntos personales —respondí, sin querer entrar en detalles.
Ella asintió lentamente, claramente sintiendo que no iba a obtener más información de mí. El silencio volvió a caer entre nosotros, pero esta vez no parecía tan incómodo. Ruby parecía estar pensando en algo, sus ojos se desviaban de vez en cuando hacia la puerta por la que Ozpin y Glynda habían salido.
Finalmente, se atrevió a hablar de nuevo.
—¿Crees que podré ser una buena cazadora? —preguntó en voz baja, casi como si tuviera miedo de la respuesta.
La miré directamente a los ojos. Había una vulnerabilidad en su pregunta que me hizo considerar mi respuesta con más cuidado.
—No lo se
—Oh... — Mi respuesta pareció desanimarla, suspire para mis adentros y continúe
—Que tan buena seas depende de ti, aunque tienes determinación, es un buen comienzo
Para ser honesto no entiendo completamente los que significa "ser cazador" en estas tierras, pero parece importante para ella
La niña pareció animarse
—¡Es verdad! ¡Yo Rubí Rose, me convertiré en la mejor cazadora de la historia!
"De repente su voz chillona no me parece tan molesta"
La puerta se abrió en ese momento, Ozpin y Glynda regresaron, el con una sonrisa victoriosa y ella agarrándose el puente de la nariz. Ruby se volvió hacia ellos con una mezcla de esperanza y nerviosismo.
—Ruby, después de discutirlo con la profesora Goodwitch, hemos decidido darte una oportunidad especial —dijo Ozpin, retomando la conversación.
Ruby abrió los ojos con emoción.
—¿De verdad?
—Sí —continuó Ozpin—. Serás admitida en Beacon inmediatamente, como una estudiante especial.
Ruby se levantó de su asiento de un salto, con una sonrisa radiante.
—¡Gracias, profesor Ozpin! ¡Prometo no decepcionarlo!
Un sentimiento agradable se formó en mi pecho al ver la emoción de la niña, es una lástima saber que el tiempo va a apagar esa llama.
¡Gracias por leer! Si te gusto no dudes en dejar una reseña, realmente me motivan bastante a escribir, ¡Hasta la próxima!
