Hermione se revolvía intranquila en su cama en la Torre de Gryffindor. Su insomnio seguía presente. No importaba cuanto intentara dormir, le era imposible. Aun si lo conseguía y en el caso de que se quede dormida y podía usar el giratiempo para evitar llegar tarde a clases, eso no evitaba el cansancio por la falta de energía que se acumulaba en su cuerpo al solo poder a lo sumo dormir unas pocas horas. Estaba durmiendo muy poco últimamente. Lo que a su vez generaba varios síntomas, entre ellos irritabilidad, pero peor aún, desconcentración, problemas para aprender y recordar ¡Provocaría que sus notas bajarán!

Sin embargo en sus manos tenía la solución, o eso es lo que esperaba, una poción para dormir. En esa botella de cristal contenía un líquido gris como el hielo que haría que pudiera dormir al fin.

Así que acostada en su cama, destapó la botella y bebió un trago. Esta vez, tendría dulces sueños.

Pasaron segundos hasta que Hermione empezó a sentir finalmente sus párpados cansados, cerró los ojos y dejó que el líquido mágico hiciera su efecto.

...

Hermione se encontró caminando por los pasillos desiertos del castillo. La luz de la luna llena se filtraba por las ventanas, dándole un aire misterioso al lugar. Y para su sorpresa tenía el control. Estaba teniendo un sueño lucido. Hace mucho tiempo no tenía aquellos sueños, usualmente si los tenía, lo usaba para estudiar. Y con lo atrasada que se encontraba por los fatídicos días de insomnio comenzó a dirigirse a la biblioteca.

No obstante, al doblar una esquina, chocó de frente con alguien.

-Fíjate por donde vas - escupió Draco Malfoy con desdén.

Levantó la mirada y se encontró con unos ojos grises que la taladraban.

Hermione frunció el ceño, molesta. Parece que sueño se iba a convertir en pesadilla.

¿¡Incluso en su sueño aparecía!?

Daba igual, era su sueño y ella tenía el control. Apretó su varita en sus manos y pensó en peligrosos y dañinos hechizos para lanzarle.

Justo en el momento que iba a hacerlo, algo en la mirada de Malfoy la hizo detenerse. No sabría describirlo con precisión pero su mirada no era burlona, sus ojos la estaban mirando con... ¿deseo?

Se quedó mirando sus ojos grises tan parecido al color del líquido de la poción para dormir. Sus mejillas se enrojecieron, al darse cuenta que se estaba perdiendo en el brillo de su mirada. Pero, antes de que pudiera poner sus pensamientos en orden.

De pronto, Draco la tomó por los hombros y la arrinconó contra la pared. Su corazón se aceleró frenéticamente por la posición. Sus cuerpos estaban muy juntos y Hermione podía sentir el aliento cálido del Slytherin en su rostro.

-Suéltame, Malfoy - dijo con voz desafiante. En respuesta, Draco sonrió con sorna.

-¿Jugando duro, Granger? -espetó Malfoy retóricamente- No dejaré que te vayas -dictaminó-Te tengo- y fue acercando su rostro peligrosamente.

En eso, Hermione despertó sobresaltada. Su respiración era agitada y su corazón latía aprisa.

¿Qué había sido ese extraño sueño?

Su corazón seguía latiendo agitado, su pecho subía y bajaba como si Draco Malfoy le hubiera robado la respiración y ni siquiera le había robado un beso. Casi.

Prendió la luz y giró su cabeza hacía la botella que estaba a su lado. Estaba casi llena de ese líquido gris que le recordaba a los ojos de Malfoy. ¿Sería eso la razón de que apareció en sus sueños?

Debe ser eso.

Aunque fuera la primera vez que aparecía y por un razón ridícula. Porque aun cuando la había llamado "sangre sucia" no había aparecido y eso que no se llevó las mejores impresiones.

Sacudió la cabeza, cuando el recuerdo de su sueño vino a su mente. Esas palabras, esa mirada... en la que no parecía tan soberbio y arrogante.

Enseguida trató de alejar esas imágenes. Solo era producto de su agitada imaginación, se dijo antes de cerrar los ojos para volver a dormir, ignorando la mirada penetrante de Draco, su cercanía, el calor de su cuerpo... Volvió a sacudir la cabeza frustrada por lo real que se sintió, aún tenía vestigios de aquello. Se abrazo a si misma, aún sintiendo el calor de su tacto.

—Solo fue un sueño, solo fue un sueño —se repitió y al parecer aún teniendo el efecto de la poción en su sistema volvió a sentir cansancio y en consecuencia se durmió. Para su sorpresa volvió a tener control de su cuerpo, pero sobretodo se vio otra vez en el pasillo y si eso no era suficientemente increíble. Draco seguía aprisionándola contra la pared y su lengua estaba metida dentro de su boca.

¿Qué carajos?