Hermione Granger estaba preocupada por no terminar de estudiar. Por supuesto, tenía que estarlo. Debía estarlo. Concentrar todos sus pensamientos en ello.
No, en el hecho de que por segunda
noche consecutiva había soñado con Draco Malfoy. Trató de calmarse y ordenar sus ideas, pero los recuerdos del sueño se agolpaban en su mente, haciéndola sonrojar.
Y de su mente vino el recuerdo en el que Malfoy la había besado apasionadamente contra la pared de los pasillos. Y para su vergüenza, había respondido a ese beso con el mismo fervor, enredando sus dedos en su suave cabello platinado.
Y ese era uno de las tantas situaciones comprometedoras que se le venía a la mente con el Slytherin.
-¿Por qué continuaba soñando esto? -se preguntó confundida. No podía negar que Malfoy era atractivo físicamente, aunque odiara admitirlo. Pero su personalidad arrogante y desagradable debería impedir que fantaseara así con él -Es mi enemigo -pensó frustrada. Y sin embargo, en el sueño él no se había comportado como tal.
Su mirada se poso en la poción para dormir. No era tonta y había muchas posibilidades de que esté líquido tenía algo que ver, ya que al momento de tomarlo había tenido sueños lúcidos con Draco Malfoy, algo no muy casual.
Pero también dicen que la tercera es la vencida, si volvía a soñar con él... Bueno investigaría, ya no teorizaria que era una especie de catarsis.
Sin embargo, como recién se había despertado, faltaba horas para comprobar aquello, y siguió la rutina de siempre.
Aunque debía admitir la bruja que fue un poco imposible, ya que su mirada -inevitablemente- se dirigía al chico de sus sueños (literalmente), precisamente en el comedor.
Y hubo un cruce de miradas. Por un momento, se había perdido en el gris tormentoso de sus ojos, hasta que él torció el gesto con desdén.
Ella giró su rostro y volvió a concentrarse en su comida.
-Hermione, estas distraída -empezó Ron mientras mordía con ímpetu su pata de pollo- ¿Paso algo?
Hermione negó con la cabeza. Esperando que el calor de su cara no se exteriorice al rememorar esos sueños.
-No, no es nada -puso en palabras-Estoy un poco cansada-mintió al sentir sus miradas intensas.
-¿Hoy no tomaste la poción para dormir? -preguntó Harry.
Él sabía sobre eso. Ron también sabía sobre eso. Obviamente que le había comentado a sus amigos sobre su problema para dormir desde el momento que ocurrió. Problema que creyó que se resolvería pronto, es por eso que había tardado tanto en realizar la poción.
Esa poción...
-Si la tome -afirmó Hermione- Solo tuve un sueño raro.
- ¡Deberías probar uno de los nuevos caramelos que traje! -espetó Ron, y le tendió uno, sacándole de sus bolsillos. - Te harán dormir como un tronco. Ni vas a recordar lo que soñaste.
Mientras Ron hablaba, se llenó exageradamente la boca con patatas asadas, lo que le dificultó articular bien. Algunas migas salpicaron la mesa mientras masticaba apresuradamente.
Harry negó con la cabeza, acostumbrado a la falta de modales de su amigo a la hora de comer. Sin embargo, Ron pareció no darse cuenta y sigue hablando entre bocados, atragantándose en el proceso.
Esto hizo que Hermione soltara una leve risa, olvidándose momentáneamente de su estado de ánimo. Se inclinó para darle unas palmadas en la espalda a Ron cuando este se atoró con una patata.
- Ronald, deberías aprender a comer más despacio - lo regañó con cariño.
Ron farfulló algo ininteligible en respuesta, con la boca aún llena. Harry y Hermione intercambiaron una mirada divertida.
En ese momento, Hermione sintió una mirada insistente en su espalda. Los tres están sentados lado a lado en la mesa de Gryffindor, dándole la espalda a la mesa de Slytherin.
Draco, dirgió su vista allí. Sus ojos grises se detuvieron brevemente en su perfil. Al menos eso, Hermione creyó presentir, un escrutinio sobre su persona, y mas real se sintió cuando decidió girar su rostro. Y encontró a Draco mirandola fijamente. Fue solo unos segundos que mantuvo su mirada antes de sentir que le fallaba la respiración y su mejillas se sonrojaban y volviera su vista frente a la comida.
Después de eso Hermione trató de concentrarse en la comida, la conversación con sus amigos, pero la imagen de Draco la perturbó. El sentir una mirada penetrante en su cuello por el tiempo que estuvo allí, tambien.
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Fueron más de dos semanas :(
De todas formas eso no sera lo más preocupante. Al tardar se darán cuenta que no pude mantener el ritmo, así que ahora las actualizaciones probablemente serán cada mes.
Si vienen las ganas y la inspiración serán antes. Pero sino un mes (si me pasó de ese tiempo pareceré que entro un hiatus)
Y voy a tratar de evitar eso.
Gracias por leer!
