El campeón del pueblo, el campeón de Copper

Culpa

– entonces… ¿cómo haremos esto? – preguntó un miembro de la WDF (Worker Defense Force) mientras observaba al gran "dron" frente a él y su compañero.

Habían pasado ya varias horas desde el incidente con la hija de su jefe, un dron de desmontaje, una criatura desconocida y el individuo ante ellos.

No estaban seguros de qué pasaba con este "dron", pero además de ser más grande que los propios drones genocidas, llevaba desde el incidente completamente inmóvil.

– quizás tengamos que traer una carretilla de carga – respondió su compañero, un dron con una barba de chivo en su mentón.

– ¿no es muy grande para la carretilla? Creo que sólo uno de sus pies cabría, no es tan grande que digamos –

– ¿tienes una mejor idea? –

– uh – comenzó a pensar – ¿aceitar el suelo y empujarlo? – sugiere con una sonrisa nerviosa.

– hmmm… – el dron se pone a pensar mientras con su mano masajea su mentón, sin querer despegando su barba de su sitio – oh – se la vuelve a colocar – no es mala idea pero ¿de dónde sacaríamos tanto aceite? –

– ¿de la máquina de expresos? – ofrece.

– sabes que Jeff nos matará si lo dejamos sin su aceite matutino ¿verdad? –

Ante eso el dron "lampiño" no pudo decir anda.

– mejor veamos las cosas que tenemos, así quizás se nos ocurra algo – sugirió el obrero de barba.

– buena idea –

Entonces ambos se marchan, dejando sólo a Atom.

El boxeador no hacía nada, no podía hacer nada.

El comando de voz era su ley, y no había nada que pudiese hacer al respecto.

Era un robot primitivo, carente de libre albedrío.

Sólo avanzaba si se lo ordenaban.

Sólo atacaba si se lo ordenaban.

Sólo moriría si se lo ordenaran.

Así eran las cosas.

Si le gustaba o no no sólo era irrelevante, sino que era un pensamiento inútil.

Él no podía pensar.

.

.

.

O al menos, no debería ser capaz de hacerlo


En la torre de cadáveres, las cosas iban tranquilas.

– uuuuuuuuuggggggghhhhhhhhh –

Demasiado tranquilas para el gusto de cierta dron de desmontaje.

Llevaba dando vueltas en el asiento al que estaba encadenada por horas.

Las burbujas la ayudaban a pasar el rato, pero incluso su hobbie favorito se vuelve tedioso tras mucho tiempo sin cambios.

Y eso no era lo peor.

En un rincón de la cápsula, sentado abrazando sus rodillas, se encontraba su compañero de desmontaje dándole la espalda.

Llevaba así horas, desde que él, la pequeña tostadora y el robot se fueron a hacer quién sabe qué.

Trató de exigirle información cuando llegó, pero él no le prestó atención.

Eso le pareció raro, normalmente le responde independientemente de cómo le hable.

Pero no esta vez.

Lo que sea que haya pasado en serio le afectó.

Ni siquiera había volteado a verla.

Él realmente estaba en su propio mundo de depresión.

En su momento ella había contemplado el aprovechar la ausencia de la tostadora y del "autómata" para escapar.

Sabía que incluso si N estuviera en buen estado mental no podría detenerla del todo, él no querría lastimarla.

Ya tenía la mitad del trabajo hecho, pues pudo romper la cadena en su ausencia.

Quizás tras escapar encontraría un lugar para esconderse y poder asechar a los obreros como un depredador implacable.

Como aquellas películas humanas.

Sería tan fácil…

.

.

.

Pero no pudo.

No pudo convencerse a sí misma de abandonarlo en ese estado.

Maldijo internamente los recuerdos que creyó haber suprimido.

Los recuerdos de antes de volverse una dron de desmontaje.

Los recuerdos de la mansión.

Los recuerdos de su amistad con N.

Todo eso la detenía, la hacía sentir culpable.

Y ese sentimiento la molestaba.

¿Por qué tiene que preocuparse por él? ¿Por él de entre todos los drones?

No sabía la respuesta, pero con suerte la encontraría pronto.

Por mientras, trataría de animar a N.

Al menos así no sería tan molesto.

Un N deprimido es más fastidioso que el N estándar.

– ¿vas a estar así todo el día? – decidió preguntar.

Pero de nuevo fue ignorada.

Empezaba a fastidiarle cómo todos los que la rodean empezaron a ignorarla tan fácilmente.

– a ver, entiendo que el sol ya salió y no podemos hacer mucho ¿pero al menos puedes traerme algo más para entretenerme? En serio que si no muero por falta de aceite lo haré por aburrimiento –

Fue entonces que notó un ligero cambio.

No muy notable, pero lo hubo.

Los hombros de N se tensaron.

Era uno de esos momentos que los humanos llamaban "parpadeas y te lo pierdes".

Una oportunidad.

– a ver N, estoy siendo más paciente de lo que normalmente sería, ¿vas a decirme qué demonios pasó o qué? – preguntó con fuerza, notando que él empezaba a temblar – apenas pude escuchar de lo que hablaron antes de partir, y ahora vuelves pareciendo que hubieras visto un fantasma y… – es entonces que es interrumpida.

– ¡ACABO DE VER TODO LO QUE CREÍA SABER SOBRE MÍ Y MI PASADO SER DESTROZADO COMO ESE ESPEJO! – se da la vuelta y señala al espejo de la pared.

– uh… ¿qué? – preguntó sin entender.

– ¡DESDE HACE VARIAS NOCHES ESTOY TENIENDO SUEÑOS RAROS DONDE ESTOY EN UNA EXTRAÑA MANSIÓN SIRIVENDO TRAGOS! ¡Y POR ALGÚN MOTIVO SOY UN DRON DE TRABAJO CON ROPA ELEGANTE EN LUGAR DE UNO DE DESMONTAGE! ¡Y ME VEO PECULIARMENTE BIEN! – sigue gritando alterado.

Al escuchar eso V no puede evitar ahuecar sus ojos.

¿Estaba empezando a recordar? Se suponía que sus recuerdos habían sido borrados por esa… esa…

– ¡Y AHORA QUE VAMOS A VER QUÉ DEMONIOS PASÓ CON LOS RESTOS DE J PORQUE APARENTEMENTE ESTOS EMPEZARON A ARRASTRARSE POR EL LUGAR, ME ENTERO DE QUE ELLA SE CONVIRTIÓ EN UNA RARA COSA SERPIENTE CANGREJO EXTREMADAMENTE ATERRADORA! ¡ADEMÁS QUE AHORA UZI ME TEME POR COSAS QUE NI SIQUIERA SÉ EXPLICAR! ¡PERDÓN SI ESTOY TENIENDO PROBLEMAS ASIMILANDO TODO ESTO! –

Con eso los ojos de la albina ganaron unas líneas que los hacían ver temerosos.

Eso sonaba demasiado similar a "ella".

Cyn.

La… cosa que ella tanto intentó reprimir de sus memorias.

¿Y ahora estaba de regreso?

N por su parte jadeaba tratando de recuperar el aliento, que realmente no necesitaba, tras su arrebato, para entonces retroceder.

– l-lo siento V, no quería gritarte así – desvió la mirada.

La mirada que su compañera tenía ahora, era similar a la que tenía Uzi la última vez que la vio.

Una mirada aterrada.

Temía que ahora ella también le temiera.

Estando encadenada y a su "merced", sabiendo que quizás lo que pasó con J también pueda pasar con él, probablemente la pondría nerviosa.

No tenía forma de saber que la expresión que ella mostraba era por otra cosa.

Pero V, no queriendo que el albino hiciera preguntas que no quería contestar, decidió sólo cruzarse de brazos y girar el asiento para darle la espalda.

– más te vale que lo sientas – escupió – a la próxima juro que averiguaremos cuántos tirones puede aguantar esta cadena– amenazó.

No necesitó verlo para saber que asintió ante eso, así de bien lo conocía.

El silencio nuevamente regresó a la cápsula, un silencio incómodo y tenso.

Era extrañamente sofocante.

Suspirando en un intento de calmar sus nervios, V intentó pensar en algo que pudiera decir para cambiar la atmósfera.

Normalmente le daría igual, pero al mismo tiempo ella normalmente no estaría encadenada con casi ninguna forma de entretenerse.

Entonces recordó algo que coincidentemente pasó mientras esperaba a que regresaran.

– oye N – lo llamó mientras se giraba a verlo – dime ¿te gustaría ponerte elegante? –

– ¿e-elegante? –

– sip – dijo con una sonrisa gatuna – digo, te viste a ti mismo elegante en tus sueños ¿verdad? ¿no quisieras probarlo? –

Ver cómo su visor de iluminó de forma ilusionada la hizo saber que dio en el blanco.

– N elegante… – este murmuró.

– ¿por qué no vas a buscarte un traje de alguno de los cadáveres humanos de la zona? – sugirió – y de paso tráeme un vestido también, no voy a dejarte toda la diversión –

El plan empezó a ponerse en marcha.


Decir que Uzi no estaba pasando un buen día sería un eufemismo.

Ni bien despertó ese día sintió culpa.

Culpa por las palabras que soltó frente a N.

Culpa por ordenarle a Atom que no la siguiera.

Culpa por alejar al único dron en su vida que genuinamente se preocupaba por ella.

Culpa por ser tan ingrata con los dos bots a los que les debe su vida.

Y con esos sentimientos, sumados a un desgano anormalmente alto para lidiar con la vida, pasó las varias horas escolares soltando un (MUY) largo suspiro exasperado.

Pero su atención fue atraída por una conversación de dos drones en los pasillos.

O mejor dicho, por el hecho de que la obrera la pateó mientras estaba en su casillero.

A modo de venganza le lanzó el libro que traía en su mano, pero justo en ese momento un dron con fuego saliendo de su cabeza salía de un aula y se interpuso en medio sin querer.

Apestaba para él, pero a Uzi ni le molestó.

Fue una buena catarsis momentánea.

Soltando un suspiro pesado, fue sin muchas ganas a recoger su libro.

Tanto como podía odiar la escuela, prefería que su padre no la fastidiara respecto a sus notas.

Literalmente él metiendo su inexistente nariz donde no debía era lo último que necesitaba en estos momentos.

De por sí no sabía cómo disculparse con N por lo que le dijo.

Las amistades que ella tiene podían contarse con los dedos de una mano... y quizás ahora con sólo un dedo si es que N decidía odiarla.

No es que lo culpara.

No sabía qué decirle para demostrarle que realmente lo lamentaba.

No sentía que un simple "lo siento" fuese suficiente.

¿Por qué las amistades tenían que ser tan difíciles?

¿Por qué N tenía que ser tan agradable para que ella quisiera mantenerlo a su lado?

Y luego estaba Atom.

Con él no iba a ser tanto problema, sólo tenía que ordenarle que la acompañara y listo.

El problema actual era que se encontraba fuera de rango de señal del comando de voz.

Si quería poder traerlo, tendría que ir a donde lo dejó.

Realmente dudaba que la WDF pudiera trasladarlo si ni siquiera N podía cargarlo totalmente.

Pero una vez se le acercara, establecería el enlace y todo estaría bien.

.

.

.

Pero una parte de su procesador dudaba eso.

Una parte que se centró en el hecho de que Atom luchó por su cuenta contra la J robo-satanizada.

Él luchó sin recibir órdenes.

¿Había sido suficiente el uso de un comando tan vago como lo fue el "Atom ayúdame" para lograr eso?

Lo dudaba.

– ugh ¿por qué no puedo ser una simple dron adolescente edgy con daddy issues? Noooo, tengo que tener también problemas de amistades y filosóficos – murmuró para sí misma mientras levantaba su libro.

Y fue al levantar la mirada que notó los muchos carteles de drones desaparecidas.

Ahuecando sus ojos, miró alrededor, viendo al dron conserje limpiando aceite en el suelo junto a un cartel de "CUIDADO, ASESINATO RESBALOSO".

Su mirada luego se dirigió a la cámara de seguridad del pasillo, encontrándola mirando directamente hacia la pared de forma antinatural.

Por unos instantes le pareció ver el mismo símbolo de su ojo alrededor de la cámara, pero por su aún existente salud mental prefirió ignorarlo.

Se quedó pasmada por unos segundos, hasta que su boca empezó a soltar una risa.

Esto era justo lo que necesitaba ¡una distracción!

¡Así podría evitar sus problemas actuales!

No era lo más sano para hacer ¿pero a quién le importa? No a ella.

Tomó todas las fotos de las obreras desaparecidas y corrió directo a su casa.

Tenía muchas teorías que formular.


– sip, esto definitivamente no funcionará – habló el dron de barba.

Él y su compañero habían traído la carretilla para intentar llevárselo del lugar, pero rápidamente se dio cuenta de que no iba a funcionar.

– todavía no lo probamos –

– no hace falta, míralo, cabrá un pie pero no llega a tener ambos –

– sólo obsérvame –

Entonces el dron "lampiño" acercó la carretilla de carga las piernas del robot, desde su espalda.

– a ver… ¿cómo hago esto…? –

Con algo de dificultad, pudo meter la base de la carretilla debajo del pie derecho.

Sonrió para sí mismo ante su logro, sólo para borrar su expresión al notar que su compañero barbudo tenía razón.

– ¿entonces? – habló el escéptico.

– creo que ya vi el problema –

– ¡ya te había dicho del problema! –

– quizás… ¿quizás con una sola pierna baste? – dijo algo dubitativo – digo, al menos sería más cómodo que sin nada ¿no? –

El dron con chivo se llevó una mano a su visor, frotando sus dedos.

– ¿sabes qué? Bien, pero si nos metemos en problemas me lavaré las manos –

– pero somos robots – señaló su compañero.

– ¡es una metáfora! Significa que me descargaré la responsabilidad –

– como digas, sólo ayúdame con él, está pesado –

El dron había colocado un pie en el metal tras la base de la carretilla, para luego empezar a tirar hacia atrás.

Eso normalmente funcionaría como palanca para que el objeto a cargar dejara de tocar el suelo y que las ruedas no tengan impedimento para avanzar.

Sin embargo, el objeto en esta ocasión era un robot de más de 2 metros de alto y quién sabe cuántos kilogramos.

El barbudo se acercó para tratar de ayudarlo.

Con la fuerza de dos drones de trabajo, pudieron empezar a levantar el pie del autómata.

Aplicando más fuerza, lograron que este perdiera el equilibrio.

En ocasiones normales, este sería el momento donde el objeto en cuestión se apoye en el respaldo de la carretilla.

Pero este no fue el caso.

PONG

Ambos drones se paralizaron al oír ese sonido pesado.

Mirando al suelo, pudieron ver que el pie izquierdo había retrocedido, logrando mantener el equilibrio del robot.

Levantando la mirada con los ojos huecos, se encontraron con que el gran robot dobló su torso para observarlos.

Ellos lo miraron.

Él los miró a ellos.

Ninguno hizo un movimiento.

– hey… – habló el dron lampiño.

– ¿si? –

– nos está mirando –

– me di cuenta –

– ¿qué hacemos? –

– …hazte el tonto –

Su compañero lo miró por un instante, para luego observar el robot.

– ¡bueno señor! ¡Nos alegramos de saber que sus reflejos siguen estando en buen estado! – exclamó con un tono alegre, pero sus ojos seguían mostrándose temerosos en su visor, incluso un par de gotas digitales empezaron a ser visibles – ¡no necesita agradecernos! ¡es nuestro deber como miembros del WDF! –

Pero el autómata no hizo gesto alguno ante sus palabras.

Y eso puso aún más nervioso al dron.

– ¡bueno! ¡Ya no lo molesto más! ¡Tenemos otras cosas que hacer! ¡Adiós! – tras despedirse el dron se fue con su inexistente cola entre las patas.

– …pero no tan tonto – fueron las únicas palabras que el barbudo pudo murmurar ante lo visto.

Entonces cayó en cuenta que se había quedado a solas con un bot de intenciones desconocidas capaz de derrotar a uno de esos drones genocidas que tanto le aterraban.

Volteando a verlo, vio que no había cambiado su postura.

– bueno, yo me voy llendo para… ¿allá? – dijo señalando por donde su compañero escapó.

Pero nuevamente, el robot no reaccionó.

Sin querer tentar su suerte, el dron siguió a su compañero.

.

.

.

Atom sólo vio al dron corriendo por el pasillo, alejándose de él.

Lo vio mover su boca, y sus receptores de sonido captaron las palabras que dijo, pero su software fue incapaz de entenderlo.

Pero para él eso no era importante.

Siempre fue así para él, sólo fue capaz de escuchar el mundo cuando le dieron esos receptores, antes sólo podía observar.

Observar e imitar.

Así él aprendía.

Así él vivía.

Pero al empezar a oír, empezó a entender lo que decían.

Les obedecía porque así lo debía.

¿Era por gratitud?

¿Era por programación?

No lo sabía.

Sólo podía responder a comandos.

¿No significaba eso que era la programación actuando?

Pero a veces lograba escuchar, lograba entender.

Comprendía lo que oía pese a no ser comandos.

Y actuaba en consecuencia.

"Una programación peculiar" pensaría cualquiera.

Pero él de momento…

Obedecería las órdenes de su "mánager".

Él se quedaría quieto.


Esa fue una de las pocas veces que Uzi llegó con una sonrisa a su casa.

No podía esperar para empezar con sus teorías para sacarse de encima la gran culpa que la carcomía por dentro.

Pero desgraciadamente, a la vida no le gusta darle momentos felices.

Al llegar a su habitación, se encontró con la nada grata sorpresa de que todos sus papeles de teorías fueron retirados de su techo.

¡Incluso faltaba el dibujo que N le hizo!

Y eso la traía a su situación actual.

– ¡son MIS teorías conspiranoicas! ¡ALÉJATE DE MI MALDITA HABITACIÓN! – le gritó a su padre cuando lo vio saliendo de su estudio.

Pero este en respuesta le puso una mano en el hombro y habló con un tono firme.

– el espacio personal como mecanismo de defensa no está aprobado por… uh – sacó entonces un libro de su camisa – "una no-opcional estructura de apoyo familiar" – leyó, dándole una sonrisa tranquilizadora… en un caso normal.

La mente de Uzi se fijó en otro asunto, sin embargo.

¿Estaba aplicando los consejos de un libro? ¿De un libro titulado "mantenimiento de una unidad de hija enloquecida"?

Con ira le dio un manotazo al libro que su padre sostenía.

– perdón por ser vulnerable contigo por 5 segundos ¿ok? – gruñó para luego alejarse – jamás estuviste ahí para mí, y si quieres ayudar ahora, sigue ausente –

Khan miró a su hija sin saber cómo responder.

Ella, por su parte, sólo rodó los ojos y avanzó hacia la salida.

Todo el estrés le hizo recordar sus malas decisiones.

Y ahora le tocaba remediarlas.

– iré a ve Ato-wow – se interrumpió a sí misma cuando casi se tropieza con un esqueleto humano congelado con un pequeño vestido – … ¿qué es esto? –

– un vestido de baile, tamaño infantil – aclara su padre poniéndose a su lado – y estás castigada a no ver a esos mal-influyentes drones asesinos y el dron anormalmente alto –

– Atom no es un dron –

Su padre no le prestó atención y caminó hacia la puerta, hablando con un tono animado.

– pero hablé con tu profesor para conseguirte amigas para esta noche –

Un escalofrío recorrió los hombros de Uzi al escuchar eso, tenía un mal presentimiento.

Presentimiento que se confirmó cuando al abrirse la puerta se rebelaron dos drones femeninas con trajes de porristas.

Lizzy y Doll, las chicas más populares de la escuela.

– hola boba ¿lista para ser popular? – habló la rubia.

Ahora mismo, si Uzi tuviera un corazón, probablemente se hubiera detenido.

Pero seguramente no podía ser peor…

– ¡y yo voy a hacer de chaperón! – anunció su padre acomodándose un moño rojo en el pecho.

Ese fue el límite.

– AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH –


– a ver, sí quiero ser elegante… – dijo N viendo los dos esqueletos que trajo, uno con un atuendo elegante negro y otro con un vestido rojo, también había un curioso sombrero negro con una pluma blanca – ¡pero no! – exclamó haciendo una pose dramática – ¿es por eso que me sugeriste buscar esto? –

V por su parte seguía sentada de brazos cruzados.

– ya no podemos interactuar con los obreros, V – camina un poco por la cápsula, rememorando el día anterior cuando Uzi retrocedió asustada de él – …somos muy peligrosos –

– duh, pues claro – admite – y será fácil, nos presentamos divinos – extiende una pierna en énfasis – la violetita nos deja pasar, porque no tiene amigos, matamos a todos y luego mientras uno distrae a su robo-gorila el otro le arranca su cabecita para que no sufra – explica todo el plan.

– no te voy a liberar para teñir un baile de negro, V – se cruza de brazos, más exasperado que molesto – J se volvió una tenebrosa serpiente cangrejo ¡y nosotros probablemente crecimos en una mansión embrujada! – exclamó tenso.

Finalmente se acerca a ella.

– ¿no te molesta el ni siquiera saber qué demonios somos? – es empujado por V al tiempo que esta gira la silla para darle la espalda.

Al ver lo silenciosa que estaba su compañera, N se preocupó de haber tocado algo sensible.

La dron asesina se quedó en silencio por unos segundos, meditando la situación.

Ella sabía que buscar respuestas sólo traería problemas.

Problemas demasiado malos.

Por eso trataba de que N se distanciara de la obrera.

Pero parecía que eso no iba a funcionar.

Quizás con un compromiso pueda convencerlo, pero sino entonces… tendría que tomar medidas algo más drásticas.

– promete que tú y la violeta no van a seguir investigando estas cosas – dijo para mirar el espejo roto – si me liberas ahora, te prometo sólo matar lo justo y necesario para sobrevivir – se gira para verlo – sólo tú y yo, N – dice con un tono suave, para luego mirar al costado.

O más concretamente, a la llave de esa cadena.

N titubeó, no estando seguro sobre qué debía hacer.

– V, si escondes algo, podemos arreglarlo juntos – dijo con cierta convicción.

La albina agachó la cabeza, ya esperando esa respuesta.

Parecía que no le quedaba opción.

– aún si sólo tenemos pocas piezas de este rompecabezas, por favor ¿qué es lo que sab-? – es interrumpido al perder la cabeza, literalmente.

V lleva sus manos, convertidas en garras, a su cintura mientras observa el cadáver en regeneración de su compañero.

– lo que sé, es qué es lo mejor para ti… incluso si me odias por eso – respondió, aun sabiendo que no podía escucharla.

Tras eso tomó el vestido, extendió sus alas y levantó vuelo.

.

.

.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que la cabeza de N volvió a crecer, momento en el que este se levantó con un sobresalto.

Mirando alrededor notó la ausencia de V.

– oh no… –

Dándose la vuelta notó la falta del vestido en el esqueleto humano.

– ¡ay no, no, no! – se levantó para correr a las escaleras.

Pero se detuvo y miró el traje.

– ¡no! No hay tiempo – subió las escaleras para salir.

Pero entonces volvió a asomar la cabeza adentro.

– N elegante… – murmuró para sí mismo.

.

.

.

Una vez elegante, N emprendió vuelo a toda velocidad hacia la colonia.

Tenía que evitar pronto que V hiciera algo.

Al llegar a la entrada golpeó un par de veces con prisa.

La ranura se abrió y se mostró al mismo dron de casco del día anterior.

– oh hey, dron genocida ¿cómo estás? – saludó de forma amigable.

– emm, ¡hola! Sí, verás, me invitaron al baile y… –

– no se diga más – interrumpió el portero – deja te abro la puerta así no pierdes tiempo –

Tras entrar, este vio el traje que el albino portaba y no pudo evitar silbar.

– bueno amigo, realmente te ves elegante, justo como esa otra dron genocida con vestido rojo – al oír eso sus ojos se ahuecaron.

– g-gracias – asintió nervioso – oye ¿y sabes dónde está Atom? –presentía que iba a necesitar su ayuda.

– oh claro, está en el mismo lugar de ayer afuera de la sala de criogenización, no se ha movido de ahí –

– ¡gracias! – ni bien dijo eso emprendió vuelo a toda velocidad.

– estos drones genocidas cada día son más raros… oh bueno – regresó a su puesto.

N no tardó en encontrar a su amigo justo donde quedó el día anterior.

Quieto.

Estático.

Inconsciente de lo que lo rodeaba.

– ¡Atom! – exclamó mientras aterrizaba frente a él.

El robot movió ligeramente la cabeza para verlo.

– ¡que bueno que te encuentro amigo! Necesito tu ayuda ¡V está a punto de causar una masacre en el baile de la escuela de Uzi! ¡vamos! – empezó a correr.

Pero se detuvo al no escuchar los pesados pasos del boxeador.

Al voltearse, lo encontró en el mismo sitio.

– ¿Atom? – preguntó mientras se acercaba.

Silencio.

– no… no estás molesto por lo que Uzi te dijo ¿verdad? –

Silencio.

– por favor Atom, ella no tenía mala intención, sólo estaba asustada –

Silencio.

– por favor Atom, esta vez no creo poder vencer a V sólo – estaba seguro que la última vez sólo la tomó desprevenida.

No tendría la misma ventaja esta vez.

Pero nuevamente, sólo silencio inundó el lugar.

Con los ojos huecos, N se acercó a Atom.

Colocó sus manos sobre su torso y levantó la mirada para verlo directamente a los ojos.

– ¡Atom por favor ayúdame! ¡Uzi está en peligro y nos necesita! ¡te necesita! ¡por favor! ¡POR FAVOR ATOM AYÚDANOS! ¡AYÚDALA! – con cada palabra su desesperación aumentaba.

Hasta que ya no pudo más y se dejó caer al suelo de rodillas con la mirada agachada.

Sus hombros de movían con su respiración cortada.

Estaba llorando.

Llorando porque su compañera iba a hacer algo horrible.

Llorando porque no pudo convencer a su amigo.

Llorando porque su amiga iba a morir.

Llorando porque era un inútil.

Pensó entonces que J tenía razón, no era más que un desperdicio de baterías.

No podía hacer ni una sola cosa bien…

Pero mientras se lamentaba en el suelo, notó que la sombra de Atom cambió.

Y al levantar la mirada, se lo encontró arrodillado frente a frente con él.

Ambos se miraron fijamente, hasta que el robot levantó uno de sus gigantescos puños.

Con una mirada temerosa, N agacha la cabeza, esperando un golpe como los que J recibió.

Pero el su lugar sintió sus cabellos ser acariciados con suavidad.

Levantando la mirada, vio a Atom dándole caricias en su cabeza.

No estaba seguro cómo era posible, pero de alguna manera le pareció ver una sonrisa en la cara del gigante.

El dron se levantó, siendo imitado por el robot.

– ¿¡me ayudarás!? – preguntó emocionado.

Atom se quedó estático, pero a N le pareció notar un movimiento de su cabeza.

¡Un asentimiento!

– ¡genial! ¡Vamos! – iba a empezar a avanzar pero se detuvo – espera, esto es un baile… – entonces miró a Atom.

Este le regresaba la mirada, aparentemente sin entender qué pasaba.

El albino se quedó pensativo por unos instantes, hasta que chasqueó los dedos con una sonrisa.

Sacó sus alas y se elevó hasta la altura de la cabeza de Atom, y entonces le colocó el sombrero con pluma que había encontrado junto a los trajes.

Lo volvió a mirar por unos segundos, hasta que otra idea le llegó.

Se desató la corbata, y luego la colocó alrededor del cuello del boxeador.

Retrocedió un poco para contemplarlo mejor, y sonrió para sí mismo.

Atom ahora se veía elegante como él.

– ¡vamos amigo! ¡Compañeros elegantes! – entonces avanzó hacia el interior de la colonia.

Atom, sorprendentemente, lo siguió de cerca.

Tenían una amiga que salvar.


Y con esto, otro cap terminado.

Antes de que digan algo, sé que Uzi y N se encuentran en el exterior de la colonia y luego es que entran... pero la verdad eso es algo que siempre me pareció raro, considerando que para que eso pase alguien tiene que dejar salir a Uzi en primer lugar (sí, es posible que V directamente matara al portero y dejara abierto, pero personalmente no me convence).

Quería dejar eso en claro.

El próximo cap cubrirá por fin la pelea contra Doll ¿qué creen que pasará? ¿Atom la humillará? ¿la rusa será demasiado fuerte para nuestro boxeador favorito? ¿V volverá a ser convertida en la Venus de Milo?

Sólo queda esperar para ver.

Ya sin nada más que decir.

Hasta la próxima.