Mientras ellas descongelaban a las ancianas el joven ninja se escabullía por la cueva buscando a los ancianos pervertidos, se acercó a las aguas termales pero ahí no había nadie, siguió buscando hasta que encontró a unos soldados pero no entendia lo que decían, los siguió y se ocultó detrás de unas rocas, cuando de pronto vió salir al joven Taro que acababa de terminar su audiencia con Ahioshi, se notaba bastante molesto porque tenia una expresión dura, le dijo a los dos soldados que salieron con el que se apresuraran a reunir a las tropas, irían a la aldea amazona a acabar con el grupo que los había asaltado en la madrugada, que dejarían a los ancianos a cargo de las jóvenes esclavas. Esto último lo dijo en japonés asi que el ninja lo entendió perfectamente, se acercó a la tienda de donde los vio salir y utilizando sus técnicas logro entrar sin ser visto, revisó minuciosamente el lugar pero no encontró el incienso, ya estaba de salida cuando uno de los ancianos lo sorprendió, era Xiaoshi, que lo reconoció.
–Hola linda, ¿donde te habias metido?, ven vamos a que me des un masaje en la espalda–
–Ehhh, si mi señor–respondio e hizo una reverencia
–Ay pero que amable eres, me pregunto dónde está la chica pelirroja, hace mucho que no la veo–decía pensativo el anciano.
–No se preocupe por ella, yo lo atenderé mejor, venga le aplicare una técnica especial de mi familia–el kunoichi sabia muchas técnicas especiales con brillo labial y las aplico en la cabeza del anciano, tan rápido que no se dio cuenta en que momento lo hizo, –eh pero que estas haciendo Xiaoshi? Nuestro hermano nos ha convocado a una reunión– era Hioshi que venia detrás de ellos
–Si estaba yendo hacia alla cuando me encontré con esta jovencita, ¿no es linda?–explico el viejito
–Si, igual que todas las que están adentro, vamos que ya sabes como se pone si no hacemos caso–replico Hioshi mientras arrastraba a los dos a la casa de campaña donde estaban los demás.
El lugar estaba enorme por dentro cabían perfectamente todas la amazonas y los ancianos pervertidos estaban en una especie de sillones grandes y delante de ellos estaba un atril, Ahioshi que era el jefe se posiciono en él y cuando vió entrar a los dos ancianos que estaban con Konatsu empezó su discurso.
–Muy bien hermanos, los he reunido a todos porque Taro decidio ir a enfrentar a las amazonas del refugio, aparentemente hay un grupo rebelde que atacó a su campamento a las afueras de la aldea, creo que deberíamos ir y ver como está el asunto, me da mala espina que hayan rebeldes pues aunque la mayoría de las guerreas amazonas están aquí no sabemos cuántas quedaron y si eso podría representar un problema para nosotros...
–Yo creo que debemos dejar que Taro se haga cargo, ya saben con la maldición es muy fuerte, no creo que alguna de esas amazonas le pueda hacer frente–respondió uno de los ancianos que estaba en el sillón
–Yo creo que deberíamos ir, a lo mejor encontramos mas chicas lindas–dijo otro
–No, es mejor quedarnos aquí, estamos muy a gusto con las amazonas mas lindas–dijo uno que estaba acostado sobre las piernas de una chica amazona
–Bueno bueno, otra cosa que me preocupa es que Taro esta pidiendo su pago y aun no lo encontramos, tendríamos que seguir buscando en la aldea– replico Ahioshi desde su atril
–Eso no es problema, podríamos usar el lavado de cerebro nuevamente en él y se acabó–respondió otro de los ancianos.
–Eso será difícil porque ha estado muy precavido últimamente y ya no tenemos más shampu 110–explico Ahioshi
–¿Entonces que haremos? No podemos dejar que se salga de control...–preguntó Xioshi mientras comía unas uvas que le estaba dando Konatsu.
–Por el momento creo que deberíamos ir hacia la aldea y verificar que todo marche de acuerdo al plan, asi que pongámonos en marcha, solamente uno de nosotros debería quedarse para vigilar a las ancianas congeladas–Dijo Ahioshi
–¿Y como decidiremos eso?– Pregunto un anciano del fondo
–Pues como hacemos siempre, con piedra papel y tijeras–dijeron varios de ellos, hubo algunos reclamos y maldiciones pero al final Xiaoshi fue el que perdió así que refunfuñando se encaminó hacia donde estaban las ancianas resguardadas, pero Konatsu que estaba con él, tenia que impedirlo pues sabia que ahí se encontraban Ukio y Ranma con Cologne descongelándolas, debía idear algo pues tampoco había podido intercambiar los inciensos, pero no se le ocurría nada, en eso estaba cuando decidió que debía llamar la atención de Xiaoshi para que no fuera a donde estaban las ancianas, sin embargo el anciano ya había salido de la cueva, cuando reaccionó, se interpuso en su camino, y sin querer dejo caer el recipiente con el incienso.
–¿Pero que es esto?–curioseaba el viejito
–¿Ehh?, no lo sé– respondió el chico
–mmmm, parece un incienso, ah ya se debe ser el que utilizamos para mantener a las amazonas esclavizadas...
–¿ehh? Repitió konatsu que estaba en shock
–bueno, no se como llego hasta aquí, pero será mejor llevarlo a donde debe estar, ven acompañame preciosa –
Konatsu se quedó perplejo, pues no se imaginaba que sería tan fácil realizar el intercambio, cuando el anciano notó que no lo seguía lo llamo, entonces el chico reaccionó y fue detrás de el, pensando que ojalá pudiera regresar rápidamente para ayudar a Ukio. Atravesaron unos pasillos que el chico no había visto y detrás de unas rocas enormes estaban todas las amazonas esclavizadas, y al centro del lugar había un pequeño lago y en el medio de este una roca en forma de altar sobresalía y ahí se encontraba el incienso que las controlaba, como en el techo de la cueva entraba una corriente de aire el humo se esparcía por todo el lugar, así que el anciano salto hacia alla y coloco el incienso con el antídoto en lugar del que controlaba las mentes de las amazonas, el olor era similar, por lo que Xiaoshi no notó la diferencia, dio un salto y volvió a donde estaba Konatsu...
–Eso fue sorprendente, señor, ¿como hizo para saltar tan alto y llegar tan lejos?–
–Ah, es muy fácil, para alguien tan ágil como yo, estas cosas son juegos de niños–respondió con autosuficiencia.
–Me parece increíble señor–contesto el ninja realmente sorprendido de que todo haya sido tan fácil me pregunto cuanto tiempo tardar en hacer efecto el antídoto, la señora Cologne no me dijo eso ni que hacer en cuanto las amazonas salgan de su trance pensó
Justamente en ese momento las guerreras amazonas empezaron a despertar del trance en el que se encontraban y todo se volvió un caos, algunas se tocaban la cabeza y caían de rodillas quejándose de dolor, algunas estaban muy confundidas y hablaban en chino, cuando Xiaoshi se dio cuenta de que algo estaba pasando se preocupó y empezó a retroceder ya que estaba rodeado de varias guerreras
–Chicas que les pasa? Porque no me hacen caso?–preguntaba con ojos de cahorrito
Una de las amazonas que estaba cerca de Konatsu lo increpó pero hablaba en chino, el chico no sabia que hacer,–lo siento, no hablo en chino–decía el chico con las manos levantadas
–Hablas japonés? Quien eres tu? Pregunto una pequeña amazona.
–Me llamo Konatsu, vengo de Nerima, puedo ayudarlas, por favor confía en mí–respondió el joven
–Nerima es donde vive la odiosa de Xiampu–reflexionaba la chica–no confío en ella, es mi enemiga–
–Te juro que no soy tu enemigo, yo fui quien trajo el antídoto que preparo la señora Cologne–decía desesperado ya que la pequeña chica lo amenzaba con una vara que había encontrado en el camino
–¿La anciana Cologne esta aquí?, no lo creo, ¿que paso con las ancianas del concejo?–hacia muchas preguntas mientras seguía amenazando al ninja
–Por favor creeme, te dire todo lo que se, pero tienen que controlarse–respondio esto porque las amazonas habían empezado a hacer destrozos por el lugar, a Xiaoshi lo habían sorprendido y no pudo darse cuenta a tiempo de lo que estaba sucediendo y cuando quiso huir, entre varias chicas lo habían detenido, golpeado y amarrado como un capullo y lo colgaron de la rama de un árbol cerca del lugar, el viejo chillaba y se retorcia pero no podía liberarse, entonces la chica que estaba hablando con konatsu silbó para que ls demás amazonas le prestaran atención
–Hey, chicas, cálmense, esta persona dice que la anciana Cologne le envió a traer el antídoto y dice que nos ayudara a salir de aquí–gritó a las demás
Ellas la escucharon y empezaron a hablar entre ellas, se calmaron un poco y se acercaron para escuchar lo que tenia que decir.
–muy bien, habla extraño–le indicó la chica al joven
–Bueno pues lo que te dije es cierto, la señora Cologne me envió para poner el antídoto en el incienso que las estaba controlando mientras ella y mi amada Ukio están descongelando a las otras ancianas del concejo en un cueva cerca de aquí, hay otros ancianos allá afuera que se están yendo al refugio para buscar al resto de las amazonas que se quedaron...
Las amazonas lo escucharon pero no entendieron nada ya que lo dijo en japonés, asi que la pequeña amazona tradujo lo que el chico les dijo entonces todas hablaron a la vez, de nuevo tuvo que silbar para que prestaran atención
–Yo creo que sí dices la verdad, tenemos que hacer un plan para salir de aquí y darles su merecido a esos ancianos pervertidos, hay que ayudar a las ancianas del concejo y a nuestras hermanas, mi nombre es Pink, por cierto–dijo dirigiéndose al chico
–Mucho gusto Pink, lo primero será evadir a los guardias y a los ancianos, debemos trazar un plan...
