Capítulo 6

Al volver al hotel, Sakura se apuró a correr al baño y cerrar la puerta tras ella, aún tenía la cara cubierta con el esperma de aquel desconocido. Sakura jamás hubiera permitido una cosa como esa, no frente a un completo extraño. Pero… allí no era Sakura, era una esclava sexual de su Amo, Naruto. Él ordenaba y ella cumplía. Deseaba hacerlo feliz por sobre todo, cumplir todas sus fantasías.

Levantó una mano y la llevó a su rostro, y juntó el esperma entre sus dedos. Lo miró, dubitativa durante un instante y luego se lamió los dedos, limpiando el semen de ellos. El de su Amo sabía mejor.

Sakura se tomó varios minutos en la ducha, mientras tanto, Naruto se pidió algo para beber y se relajó en la cama, aguardando. Estaba contento con su accionar, pero aún quedaba más. Mucho más. Era extraño, cada vez que tomaba a Sakura, quería más. Le estaba resultando imposible saciarse.

Al salir de la ducha, Sakura estaba completamente desnuda y con la larga cabellera rubia colgando suelta a su espalda. Sintió la mirada de Naruto sobre mirándola con hambre, y ella contoneó su cintura mientras se acercaba a él, acostándose en la cama a su lado. Extendió el brazo sobre el pecho del rubio y este no se lo impidió. Estaba cansada, la ducha había provocado que todo el cansancio acumulado en su cuerpo por fin emergiera y necesitaba descansar.

-¿Lo has pasado bien, putita? –Naruto la rodeó con su brazo y se detuvo a acariciar su pelo, como admirando su obra.

-Me ha encantado, Amo. Gracias por esta noche. –Se acurrucó a su lado, percibió su mirada sobre su pelo. Al hombre parecía gustarle su pelo rubio. -¿Te gustan las rubias?

-No más que las demás. –Interpuso Naruto con calma, sin adentrarse demasiado en el tema.

-Hace unos días te pregunte si te casarías con Ino… ¿Lo harías? –Preguntó con timidez, la mirada de Naruto pasó de su palo a sus ojos pero ella no pudo descifrar su mirada. –No creo que te convenga hacerlo…

-¿Por qué lo dices?

-Ella… -Sakura dudó, pegándose más a él. Al hacerlo, su intimidad se pegó a la pierna del hombre e inconscientemente sintió el hormigueo recorrer su cuerpo que a su vez sirvió para darle más confianza. –Ella te engañara a la primera oportunidad, es una puta.

-Esa es una acusación bastante grave. ¿Tienes prueba de eso? –Preguntó él, al parecer ella no se daba cuenta de lo irónico de sus palabras, considerando que era ella quien estaba casada y se acostaba con otro hombre. Pero Naruto no se lo comunicaría.

-Una vez, luego de que la guerra terminará Ino, Tenten y yo fuimos a Sunagakure a ayudarlos a reconstruir su aldea, nos encontramos con Temari en un bar para pasar la noche. Empezamos a tomar e Ino comenzó a quejarse en como Sai era un tonto, que no la satisfacía y que necesitaba un verdadero hombre que la hiciera sentir mujer. –Empezó a contar, ganando confianza con cada palabra que decía. Naruto no la detuvo. –Entonces, a medida que se hacía de noche, Ino se fue a bailar con un tipo de ahí, no lo conocía de nada pero se pegó a él y unos minutos después se estaban besando. Ella lo arrastró al baño y bueno… Cuando salió tenía toda la ropa desarreglada y el labial corrido, con semen en la boca. Volvió con nosotros y nos contó cómo se lo había chupado ahí mismo. Como si fuera gracioso.

-Vaya. –Expresó él, claramente sorprendido. Sin duda una historia extravagante. Y que podía usar en el futuro. Asintió suavemente. –Pobre Sai. Lo tendré en cuenta.

Sakura sonrió, feliz y se pegó más a él, bajó la mano hacía el miembro del rubio que en esos momentos ya se encontraba erecto y listo. Rodeó el falo con su mano y comenzó a masajearlo, subiendo y bajando por el mismo de manera lenta. Naruto se dejó hacer, poniéndose cómodo en la cama y cerrando los ojos. Ella no tardó en doblarse y acercar su rostro al miembro, engulléndolo por completo y moviendo su lengua alrededor del miembro. El Uzumaki no se molestó en guiarla, ella ya había aprendido a satisfacerlo, luego de unos minutos emitió un ligero gruñido y Sakura supo que había llegado su premio.

Tragó hasta la última gota de semen y luego se acostó al lado de su amo, durmiéndose por fin.-


Naruto apenas durmió, ya casi no lo necesitaba su cuerpo enteró bullía de energía. De manera discreta, envió varios clones de sombra alrededor del pueblo en busca de información que pudiera serle útil. Además, se quedó pensando en lo que le había contado Sakura, sin duda sería un dato que podía usar en su favor. Sakura cada vez estaba más entregada a él al punto de entregar a una de sus mejores amigas solo por su aceptación.


Sakura durmió casi todo el día, despertando cuando anochecía. Naruto ya no estaba a su lado, sino que miraba por la ventana, tranquilo. Se levantó de la cama y se acercó hasta él, abrazándolo por la espalda.

-Amo… ¿En qué piensas?

-Oh, en nada. –Sonrió, dándose la vuelta y encarándose a ella. –Vístete, saldremos a comer.

Sakura asintió con rapidez y se vistió deprisa. Naruto había elegido la ropa específica para la ocasión y muy a su pesar, Sakura se sonrojó. Unas bragas negras que apenas servían para tapar su intimidad y sobre este una mini falda roja intensa que no le cubría nada. Un top a juego y sin sostén para terminar con unos zapatos de tacón negro.

No tardó en vestirse y mirarse en el espejo de la habitación, estaba vestida como una completa puta. Y le gustaba.

Al salir a la calle, Sakura sintió de inmediato la mirada de todo el mundo sobre él, dudó por un instante pero Naruto la rodeó con el brazo, atrayéndola hacía él y masajeando su culo. La llevó a comer a un lugar elegante donde de inmediato se dio cuenta de que vestida de esa forma no encajaba, todos la miraban. Las mujeres con asco y los hombres con deseo. La querían poseer pero no podía ser, ella tenía dueño y se encontraba a su lado en esos momentos.

Naruto ordenó por ambos y durante toda la comida no la dejó en paz. Podía sentir la marca en su cuerpo, Naruto la estaba usando para excitarla y mantenerla con el calor a flor de piel, a veces dudaba de poder contenerse, quería saltar sobre él y cabalgarlo hasta perder la consciencia, pero no podía, estaba rodeada de gente.

Aunque la idea de ser tomada frente a tantas personas despertaba su deseo aún más. Que todo el mundo supiera que era su puta.

-Deja de moverte así. –Ordenó Naruto. Sin darse cuenta, Sakura había estado moviéndose en su silla, presionando su intimidad contra la fría madera y disfrutando de su contacto. Pero no ayudaba.

-Lo… Lo siento, amo. –Se enderezó, escondiendo la mirada en su plato. La excitación no bajo. –Yo… te necesitó.

-Lo sé. –Levantó la mano, llamando al mesero. –La cuenta por favor.

Naruto se entretuvo caminando por el pueblo, Sakura lo seguía a su lado. Lo miraba parecía estar tomándose todo el asunto con calma, disfrutando de la noche cuando ella lo único que ansiaba era volver al hotel… o ir detrás de unos árboles.

-¿Te hubiera gustado que lo hiciera? –Preguntó Naruto de improvisto. –Que te tomara frente a todas esas personas.

-Amo... –Se sonrojó ante la pregunta, se mordió el labio y tras unos segundos asintió. –Te pertenezco. Me hubiera gustado.

El Uzumaki asintió complacido ante sus palabras y entró de nuevo en el hotel, su plan ya podía comenzar.

-Amo, por favor. Te necesito dentro de mí. –Rogó Sakura al entrar en la habitación tras Naruto. Avanzó un paso y se quedó paralizada. Había alguien en la habitación. -¿Qué…?

-Oh, putita. Invité a nuestro amigo de anoche. Espero que no te importe. –informó Naruto con una sonrisa, miró al joven sentado en un sillón en la esquina de la habitación, se puso en pie pero Naruto lo hizo sentarse con un movimiento de su mano. –Tranquilo, ponte cómodo. Putita, sírvele una copa a nuestro invitado. Y luego tráeme una a mí.

Sakura lo miró con duda, Naruto no dejó de sonreír en ningún momento y se puso cómodo, sentándose al borde de la cama. Ella tragó saliva y asintió, caminando hasta la mesita donde se encontraba el sake y los vasos. Se apuró a servir ambos copas y acercó una al joven que la tomó entre sus manos, un poco temblorosas, y luego acercó la otra a Naruto.

El Uzumaki la tomó y luego le indició que se sentara en su regazo, acción que obedeció de inmediato. Naruto empezó a acariciar sus muslos con lentitud, sin prestarle demasiada atención a ella.

-¿Tienes un nombre? –Preguntó Naruto.

-Suiu, señor. –Informó el muchacho, dando un trago nervioso a su bebida.

-Un placer conocerte. Yo soy Kaname y esta putita de aquí. Es… -Y al decirlo, le dio una nalgada a Sakura. Ella no dudó en responder. Sorprendiendo al propio Naruto.

-Ino…

-Ino, sí. –Dio un trago y sonrió. -¿Te ha gustado el espectáculo de ayer, verdad? Como me cabalgaba y se tocaba mientras te veía. Le manchaste toda la cara con tu semen.

-Lo siento, no quise… pero. – Suiu se apuró a responder pero Naruto lo detuvo y soltó una risa suave.

-No tienes por qué disculparte, para eso están las putas. Para recibir las cargas en su cuerpo. A ella le encantó. ¿Verdad, Ino?

-Sí, amo. Me encanto. Incluso me los tragué cuando llegamos aquí. –Confesó Sakura, sin timidez. Naruto la había obligado a separar las piernas y ahora sus bragas eran visibles para el joven. Naruto había estado acariciando su intimidad por sobre la tela.

-¿Lo ves? Nació para ser follada. Bueno, putita. –Le dio un azote y la instó a ponerse en pie. -¿Por qué no le das un pequeño baile a nuestro amigo aquí presente? Muéstrale tu hermoso cuerpo.

Ella se puso en pie y le dio la espalda al joven para mirar a Naruto, este movió la cabeza, apremiándola y ella obedeció. Mientras tanto, Naruto caminó hasta la mesita y se sirvió otro trago, bajando un poco la luz de la habitación, poniéndola a tono.

Sakura obedeció de inmediato, contoneándose lentamente hacía el joven que se echó más para atrás, pegando su espalda al sillón. Separó las piernas de manera instintiva y Sakura aprovechó esto para meterse entre ambas, moviendo la cadera provocativamente. Solo había necesitado una orden de su amo para adoptar el papel de una necesitada puta.

Se inclinó sobre él, dejándole una clara visión de sus pechos y apoyando ambas manos sobre las piernas de Suiu, sosteniéndose. Sonrió, ganando confianza y se dio la vuelta continuando con el baile, pegando su culo a la entrepierna del muchacho. Lo notaba erecto incluso sobre su pantalón.

-Puedes empezar a quitarte la ropa. –Permitió Naruto, volviendo a tomar asiento en la cama.

Lo primero en caer fue el top que lo dejó sobre el regazo del chico. Sus pechos rebotaron suavemente al estar completamente libre y Sakura sin dejar de moverse tomó de las muñecas al joven y llevó sus manos hasta sus pechos, dejando que jugara con ellos. Arrancando suaves suspiros de placer por parte de la mujer.

-Exquisitas ¿verdad? Están hechas para ser usadas. –Habló Naruto, disfrutando del espectáculo. –Adelante, pruébalas.

Y eso fue todo lo que necesitó el joven para hundir el rostro entre los pechos de Sakura, besándolos, lamiendo sus pezones. Era torpe pero voluntarioso. Ella lo sabía, no tenía la experiencia de su amo pero él la observaba y debía obedecer. Y no podía negarlo, la situación le calentaba. Estar siendo besada y tomada por un completo desconocido era algo que nunca antes había experimentado.

-Vamos, putita. Mira como tiene la polla, dale una mano. –Ordenó, ella obedeció de inmediato llevando sus manos al pantalón del joven y desabrochándolo él la ayudó a bajarlos y Sakura tomó el miembro entre sus manos. Una acariciando el falo mientras la otra masajeaba los huevos. Comenzó a jugar con él. Mantenía las piernas rectas al tiempo que se inclinaba, ofreciendo su culo al amo, pero él no se movía y eso la martirizaba. Lo necesitaba dentro.

-Oh, qué bien… - sollozó Suiu ante las caricias de la mujer, deteniendo los besos sobre sus pechos solo para recuperar el aire.

-Lo sé. La entrené bien. –Sentenció Naruto. -¿Alguna vez te han hecho una paja de esta manera?

-No…no, señor. Yo… -Sin poder verle el rostro, Naruto supo a lo que se refería.

-Oh, ¿eres virgen? –Sonrió travieso. –Luego de esta noche dejaras de serlo. ¿Verdad, putita? Lo convertirás en un hombre.

-Si… Si mi amo lo desea. –Aceptó la mujer, jadeando. Naruto se puso en pie y caminó hasta ella, enredó su mano entre los cabellos de ella y la obligó a ponerse de rodilla. Suiu volvió a echarse en el sillón y Sakura quedó frente al miembro del joven.

-Chupa. –Ordenó Naruto sin soltarla.

Sakura abrió la boca y metió el miembro en su boca sin dificultad, acariciando los costados del falo con su lengua mientras sus manos se aferraban a las piernas del joven. Era más pequeño que el de Naruto por lo que no le costó nada engullirlo por completo y empezar a jugar con él. Subiendo y bajando la cabeza, succionando con pasión. Naruto seguía sosteniendo su cabeza pero no la presionaba, la dejaba seguir su ritmo mientras observaba.

-Ah… esto es increíble… -Susurró el muchacho, colocó ambas manos en el reposa brazos del sillón y suspiro, se sentía en el paraíso y ante aquellas palabras Sakura intensificó la mamada, devorando por completo aquel miembro ajeno. –Ah, si… SI…. Estoy por…

Pero ella no se detuvo, se hundió aún más en su labor y cuando Suiu contrajo las piernas en señal de estar a punto de llegar al clímax, ella lo dejó. Con un sonoro bufido dejó escapar hasta la última gota de semen que cargaba. Y Sakura tragó hasta la última gota. Solo entonces Naruto le permitió levantar la cabeza.

-¿Te ha gustado, putita?

-Si, amo. Por favor, más… -Rogó Sakura, él la obligó a ponerse en pie y a mirarlo directamente a la cara. Podía ver la sonrisa depredadora y hambrienta en Naruto. Él sonrió y usando su mano libre comenzó a masajear su coño sin compasión, arrancando gemidos de placer por parte de la mujer. –Si… sí. Más…

-Eres insaciable, putita. –Naruto la arrastró hasta la cama y la lanzó sobre esta, cayó boca arriba y de inmediato separó las piernas. El Uzumaki le quitó sus últimas prendas de ropa. La mini falda y las bragas. Luego miró a Suiu. -¿Alguna vez has probado un coño? Ven, hunde tu cara entre sus piernas.

Y eso fue lo único que necesitó Fuyo para acercarse a la cama y hundir el rostro entre las piernas de la mujer, comenzando a lamerla con deseo. Naruto se quitó la camiseta y se acercó a Sakura, masajeando sus pechos mientras ella hundía sus manos en el cabello del muchacho y lo hundía aún más entre sus piernas.

El muchacho no tardó en volver a estar completamente erecto y fue cuando Naruto dio un golpecito en la cama.

-Vamos, acuéstate, es hora de que disfrutes de un buen coño. –El joven obedeció y se acostó al lado de Sakura, esta miró al Uzumaki que solo asintió. Sakura se irguió en la cama y se subió sobre Fuyo a horcajadas. Colocando una pierna a cada lado, sintió el miembro erecto rozando su intimidad y soltó un suspiro de placer. Por su parte el joven la tomó por la cintura y bajó sus manos con torpeza hacía sus piernas, la piel suave de Sakura se sentía como la seda entre sus dedos.

-Oh… Por Kami, esto se siente como el paraíso… -Susurró el joven una vez que Sakura se hundió lentamente sobre su miembro. Sakura se reclinó, colocando ambas manos a los costados del joven, algo que Suiu aprovechó para hundir su rostro entre los pechos de la mujer y comenzar a besarlos y lamerlos. Sakura interpretó esto una invitación a comenzar a moverse y así lo hizo, moviéndose con lentitud sobre el pene del muchacho. –sigue…

-No te preocupes, vamos a estar aquí toda la noche… -Comentó Naruto con una sonrisa. Dejó caer un azote sobre el trasero de Sakura.

Sakura se perdió en sus vaivenes, dejando escapar sonoros y claros gemidos de placer con cada nuevo movimiento que realizaba. Los pechos daban con fuerza en el rostro del joven quien parecía no molestarle en lo más mínimo. Suiu la tomó con firmeza por la cintura y dejó escapar un gruñido más grave.

-Voy… voy

-Adelante, no te contengas. –Le dijo con una sonrisa y el joven tensó las piernas, descargando sendos corros de semen en su interior. Sakura apretó las manos, aferrándose a las sabanas. Creyó que podría acabar en ese instante, pero le fue imposible. El joven respiraba de manera agitada, intercambiando la mirada entre Sakura y Naruto.

-Lo siento, no quise…

-No te preocupes. Fue tu primera vez. –Naruto se quitó el pantalón y los boxers, estaba completamente erecto y cuando la mujer se retiró de Suiu aun goteaba semen de su coño. –Pero ahora te mostrare como follarte adecuadamente a esta puta.

Naruto la tomó de la cintura y la colocó a cuatro patas sobre la cama. Se llevó una mano a la boca y junto saliva que usó para lubricar la entrada del ano de la fémina. Ella se sobresaltó.

-Amo… por favor.

-Tranquila, putita. –Naruto se colocó a su espalda y rozó la entrada del ano con su miembro, ella se tensó al instante y se aferró con fuerza a las sabanas de la cama. Era mucho más grande que el del muchacho y estaba a punto de entrar por una entrada muy estrecha. Aun así, Naruto fue entrando con lentitud en su interior. Sakura enterró la cara en la cama, dejando escapar un suave quejido. –Ah, como aprietas putita.

Una vez estuvo completamente dentro, Naruto quedo quieto durante unos momentos, dejando que la mujer se acostumbrara a tenerlo en su interior. Cuando notó como aflojaba su agarre a las sabanas comenzó a moverse con lentitud, la cálida estrechez del ano se aferraba a su miembro con necesidad, resintiendo la invasión.

Llevó una mano a la cintura de la mujer mientras que la otra juntó el cabello rubio de Sakura y lo tomó con firmeza, obligándola a levantar la cabeza. Comenzó a moverse suavemente, aumentando la intensidad muy de a poco, acompasado con los gemidos que escapaban de los labios de su puta. Suiu Se acomodó mejor en la cama, dándole espacio a los dos para que follaran mientras él los veía. Y Sakura fijo los ojos en él, era lo que Naruto quería, lo sabía. Pero había un sentimiento más apremiante, la idea de ser observaba mientras la follaban le encantaba.

Naruto lo sabía.

-Así es como le gusta ser follada a esta puta, ¿Lo ves? Es insaciable. –Gruñó Naruto sin cesar en sus movimientos, la mujer se había aferrado de nuevo a la cama para mantener la estabilidad.

-Más, amo… -Rogó Sakura entre jadeos mirando directamente al frente, al rostro del joven. –Te necesito.

Y Naruto la escuchó, continuó con los embistes, hundiéndose con ímpetu en su ano con cada nuevo movimiento, asegurándose de llenarla cada vez. Sentía el fuego correr en su interior, no importaba cuantas veces la tomara, siempre iba a necesitar más. Por suerte, solo necesitaba presionar un poco más y tendría a Sakura completamente entregada.

-agh, putita. –Gruñó Naruto dando un último embiste en su interior y dejando que el placer que recorría su cuerpo explotará en su interior. Invadiendo el culo de Sakura con poderosos chorros de semen. Se inclinó su puta, jadeando con fuerza, buscando recuperar el aire. –Vamos a estar aquí toda la noche.

Al retirarse de su interior, el semen comenzó a gotear de su ano, lentamente un hilito de esperma bajaba por sus piernas. Sakura se desplomó en la cama, también jadeando y adoloridamente satisfecha. Movió la cabeza para mirar a su amo, sonriendo.

-Gracias por llenarme, amo. –Susurró Sakura estirándose en la cama y poniéndose más cómoda. Naruto se colocó a su lado.

-Mientras seas una buena putita siempre te llenaré. –Aseguró Naruto, luego se acomodó y miró a Suiu. -¿Te ha gustado el espectáculo?

-¡Si, señor! –El joven habló deprisa, asintiendo rápido. A pesar de haber acabado dos veces ya, debido al espectáculo frente a sus ojos volvía a tener una erección rampante en sus piernas.

-Bien. Así me gusta. ¿Te gustaría que Suiu usara tu culo también? –Le preguntó a Sakura, acariciando su trasero con firmeza. Ella se removió en la cama, mirándolo con atención.

-Si mi Amo así lo desea… -Susurró ella, estirando una mano hacía las piernas de Naruto y acariciándolo.

-Ya escuchaste a mi putita, Suiu. Adelante. –El muchacho obedeció raudo y fue a colocarse detrás de Sakura mientras Naruto se acomodaba frente a la mujer, ya de nuevo con una erección entre sus piernas. Sakura se recompuso, elevando suavemente las caderas para darse espacio a Suiu de que entrara en su interior al tiempo que acercaba su boca al miembro de Naruto.

No obstante, Suiu sorprendió tanto a Sakura como a Naruto por igual. Al colocarse detrás de la mujer enterró la cabeza en su trasero y comer a lamerlo, hundiendo la lengua en su interior. Sakura se tensó y soltó un gemido de sorpresa pero de inmediato se acostumbró a la lengua jugando en su interior. Por su parte Naruto no dijo nada, simplemente sonrió.

Unos segundos después, cuando el joven retiró el rostro tenía los labios una mezcla de saliva y semen de Naruto, Colocó el miembro en la entrada del ano y miró a Naruto. Este tomó a Sakura por la nuca y la llevó a su miembro al mismo tiempo que Suiu penetraba a Sakura.

-Veo que la pasaremos muy bien juntos… -Dijo Naruto.


Amanecía cuando Suiu salía del hotel acompañado de Naruto. La Haruno se había quedado en la habitación, acostada y totalmente satisfecha. No tardó en cerrar los ojos y caer dormida. Por su parte el joven también estaba cansado y necesitaba dormir. Naruto caminó a su lado con calma.

-Espero que la hayas pasado muy bien esta noche. –Empezó Naruto con una sonrisa. –Nosotros nos iremos del pueblo pronto, pero quien sabe, en el futuro… ¿Vives aquí?

-No, Kaname-sama. Soy de Amegakure. Vine en busca de provisiones para nuestra aldea pero tengo que volver pronto. –Informó el joven, bostezando.

-¿Amegakure, eh? –Asintió pensativo. Surgió una idea en su mente. –Creo que pronto andaré por la aldea. Tengo asuntos que atender por allí.

-Será un placer mostrarle la aldea y… divertirnos juntos.

-Sí, creo que podremos divertirnos mucho juntos en el futuro. –Lo miró con calma y extrajo un pergamino en el que garabateó algo rápido. Luego se lo extendió al muchacho. Si colocas la carta sobre el sello y aplicas chakra me enviaras el mensaje directamente a mí. Y viceversa. Me gustaría realizar ciertas inversiones en tu aldea, así que si escuchas algo interesante no dudes en comunicármelo.

El joven tomó el pergamino, al principio dudoso por lo que aquello implicaba, pero luego de la noche que había tenido, quería más. Asintió y se guardó el pergamino.

-Será un placer.


Durante casi todo el día, Naruto vagó por el pueblo, investigando y afilando sus sentidos en busca de información que pudiera serle útil. Pero si Orochimaru había estado raptando gente para sus experimentos no había sido en ese pueblo. Seguía sin confiar en el sannin pero por el momento no podía hacer nada. Paró en un pequeño local de ramen donde comió algo. Seguramente Sakura seguía durmiendo en el hotel y esperaba que así fuera, aún tenía planes en lo que respectaba a aquel pueblo y la necesitaría de toda su energía.

-"Te la estás pasando muy bien aquí, ¿verdad?"-Dijo Kurama, Naruto rió y se encogió de hombros. –"¿Qué planes tienes para el mirón aquel?"

-"Oh, Amegakure puede ser una aliada muy útil en las manos adecuadas. Pero necesitó información de adentro."

-"Amegakure en su tiempo fue una gran aldea, bastante avanzada para el resto. Lástima que se encuentra en un lugar tan peligroso" –Informó Kurama con detenimiento. –"¿Quieres ofrecerles una ruta de comercio?"

-"Lo estoy pensando, tengo que hablarlo con Kakashi."

-"Quien diría que un gennin como tu tendría tantas ideas" –Rió el demonio en su interior, antes de volver a dormir.

A la bestia no le faltaba razón en sus palabras, seguía siendo un gennin, pero solo en papel. Para el resto del mundo era un héroe. Suspiró y se encaminó de nuevo al hotel, ya estaba anocheciendo y su plan debía seguir.

Al llegar, Sakura ya se encontraba despierta. Se había dado una ducha y en esos momentos solo estaba ataviada con una bata simple, abierta revelando su figura. Cuando Naruto entró ella se lanzó a sus brazos, besándolo con pasión y ansía.

-Vinieron a cambiar las sabanas. Me miraron muy raro al ver las manchas. –Rió Sakura, sin despegarse de él.

-Oh, putita. Anoche todo el hotel te escucho… -Susurró Naruto pegándose aún más a ella y metiendo las manos dentro de la bata, acariciando su cintura y bajando hasta su trasero, masajeándolo con firmeza. –Me muero de ganas de volver a tomarte… Pero tengo una sorpresa para ti. –Sonrió, hundiendo su rostro en el cuello de la mujer, besándolo y succionando suavemente, dejando una clara marca en él. –Vístete, saldremos a dar una vuelta.

-Amo… -Gimió, sin despegarse un centímetro de él. -¿Nuestro… invitado nos acompañara también?

-No, él tuvo que volver a su aldea, pero tranquila. No estaremos solos.

Eso fue todo lo que Sakura necesitó para obedecer, con un último beso a su amo se alejó para arreglarse. En esta ocasión, se trató de un vestido de una pieza color negro mate que apenas le tapaba las bragas. Un escote en V pronunciado que dejaba muy poco a la imaginación y sin sostén. Debía tener cuidado al caminar pues los pechos amenazaban con salirse de la prenda de ropa. Las braguitas roja apenas tapaba su intimidad. Con unos zapatos de tacón de aguja para finalizar.

Se acercó con rapidez a su amo, Naruto examinó su vestimenta con detenimiento y asintió con suavidad, complacido.

-De rodillas. –Ordenó, y ella obedeció. Se desabrochó el pantalón y dejó a la vista su miembro, ya completamente erecto. Llevó su otra mano a la nuca de la mujer y la dirigió hacía su miembro quien actuó de inmediato. Sakura engulló el miembro por completo, forzándose a no retroceder hasta que llegara al topa y solo entonces retrocedió, jugando con su lengua alrededor del miembro, abrazando el falo en la humedad cavidad de su boca. Naruto hacía tiempo que había dejado de guiarla, Sakura sabía muy bien lo que tenía que hacer y obedecía al instante, deseosa de complacer a su amo. –Así putita, estoy a punto… -Gruñó Naruto y ella intensificó el juego, ansiando beberse hasta la última gota de su semen. Pero al último momento el hombre la retiró liberando su miembro y antes de que ella pudiera protestar, apuntó a sus pechos, disparando su carga en ellos. Manchando el vestido en el proceso pero dejando una clara señal de semen sobre su cuerpo. –Así estás perfecta. Solo faltaba un hermoso collar de perlas en ti…

-Amo… -susurró Sakura, habría querido beberse hasta la última gota pero si su amo así lo deseaba no podía oponerse a él. Debía complacerlo. Necesitaba complacerlo. Naruto la apremió a que se pusiera en pie y ella obedeció.

-Vamos.

Al salir del hotel, la suave brisa de la noche de verano en contacto con el líquido seminal en su cuerpo arrancó un delicioso escalofrío en ella. Podía sentir como el líquido bajaba lentamente gota a gota. Algunas por el vestido, y otras, por debajo del mismo. Además notó que mientras caminaba, las personas que pasaban por su lado se le quedaban mirando directamente al pecho, y eso le gustó. Se enderezó dejándolos bien a la vista.

Naruto los dirigió a un pequeño bar a las afueras del pueblo, el establecimiento era completamente diferente al restaurante en el que cenaron la noche anterior. El lugar era oscuro, iluminado por unas luces de neón demasiado llamativas, sonaba música ruidosa que a la mujer no le gustó demasiado. Dedujo que era un bar que solían frecuentar los renegados, pero esto no era algo que le preocupara sabía defenderse y además estaba con Naruto, nada malo podría pasarle.

Entraron al bar y Naruto ordenó una bebida para ambos para luego trasladarse a una mesa más cómoda, un lugar apartado donde podrían hablar con tranquilidad.

-No es el bar del que me hablaste pero deberá servir, ¿verdad, putita?-Preguntó Naruto con diversión en sus ojos.

-Hablas de… -Mencionó Sakura y se sonrojó un poco. Le había contado a Naruto un secreto de una de sus amigas, casi sin darse cuenta. Asintió con duda. –Es parecido…

-bebé. –Ordenó el hombre a la vez que el mismo daba un trago a su bebida. –Pensé, ¿Por qué no recrear aquella noche? Incluso podemos hacer que sea mucho más divertida.

-Yo no… yo. –Sakura se bebió su bebida de un solo trago. Naruto hizo una seña y el bar tender se apuró en llegar y llenarle la copa de nuevo. –Yo no estoy segura de eso, es…

-¿Por qué no? Aquí nadie sabe quién eres. Aquí no eres tú. –Sonrió, inclinándose sobre la mesa para acercarse a ella. –Aquí eres Ino. Y si Ino lo hizo, ¿Por qué tu no?

-Ella… Ella si haría esas cosas, muchas más. –Afirmó Sakura con un movimiento de cabeza. Bebió de nuevo, dándose valor a sí misma. –Si… Si mi amo así lo quiere.

-Así lo quiero, sí. –Sakura notó la energía en su mirada, como si pudiera ver cada pequeño pensamiento que guardará en su interior –Has todas las cosas que Ino haría pero de las que Sakura jamás se atrevería a hacer. Esta es tu noche, mañana volveremos a Konoha pero esta noche aprovéchala porque es tuya. Solo tuya.

Envalentonadas por aquellas palabras y la bebida, Sakura se removió en su silla. El día siguiente volverían a Konoha, ella volvería a ser la esposa de Sasuke Uchiha, un hombre que no podía satisfacer sus necesidades más básicas, que nunca había podido hacerla sentir mujer. No como Naruto, no como su Amo. Y esa noche, frente a ella tenía al hombre que podía hacerla gozar como nadie, ordenándole.

-¿Ves a ese hombre detrás de ti, en la pista? No ha dejado de mirarte desde que entramos. ¿Por qué no lo sacas a bailar? Diviértete, deja salir a la puta que eres.

Sakura obedeció las palabras de su amo y se puso en pie, le dio la espalda y dándole una clara visión de su trasero mientras avanzaba hacía la pista y se acercaba al hombre.

Su amo la estaba viendo, su amo le había ordenado que se comportara como la puta que era. Le demostraría de lo que estaba hecha. Si él ordenaba ella cumpliría, quería satisfacerlo de todas las formas posibles.

El hombre respondió de inmediato, pegándose a ella y comenzando a bailar. Sakura no se contenía, pegando su cuerpo al del desconocido y recorriendo su cuerpo con sus manos, el hombre correspondía su accionar sobando su trasero con dureza, sin ningún tipo de timidez.

-Esa novia tuya es muy traviesa. –Dijo en tono seductor una mujer, acercándose a Naruto y sentándose a su lado. Mirando directamente a la pista de baile y luego posó sus oscuros ojos sobre el Uzumaki. -¿O tal vez es solo un juguete con el cual pasarla bien?

-Es una forma de verlo. –Naruto clavó sus ojos en ella, le resultaba conocida pero no lograba darle nombre al rostro. -¿Interesada en jugar con ella?

-No, no con ella. –Se inclinó hacía el, hablando seductoramente. –Tu por otro lado… ¿Por qué no me sigues detrás? Podemos pasarla muy bien.

Miró a la mujer con detenimiento. Pechos pequeños, presionados contra su cuerpo por un sostén ninja debajo del vestido de una pieza ceñido al cuerpo, notó como por debajo del mismo en su pierna izquierda portaba un pequeño estuche ninja, perfectamente oculto. El oscuro cabello naranja le caía por la espalda, totalmente suelto. Tocó el muslo del hombre, acercándose más a él, casi pegando sus labios a la oreja de Naruto, susurró.

-Ven…

Deslizó su mano por la pierna de Naruto, ascendiendo. Rozó sensualmente su entrepierna antes de ascender y tomar su mano, tirando con insistencia de él. Naruto conectó sus ojos con los de Sakura, esta pareció preocupada. Le sonrió y le indicó que continuara en su labor. Luego volvería a por ella.

La siguió, más curioso que excitado, la mujer se le hacía conocida pero no recordaba de dónde. Salieron por la puerta trasera del edificio, el aire fresco de la noche golpeó al Uzumaki con fuerza, inspiró hondo. A su espalda la música se amortiguaba por las paredes del edificio.

La mujer lo empujo contra la pared, pegando su cuerpo al suyo y se tuvo que poner en puntitas de pie para alcanzar el resto de Naruto, pegando sus labios a los del hombre y besándolo con ansía, juguetona.

Naruto correspondió, rodeando la cintura de la mujer y atrayéndola hacía él al tiempo que la mujer atrapaba su pantalón entre sus dedos y tiraba de él hacía abajo, comenzando a acariciar su miembro. Naruto atrapó sus manos con rapidez y cortó el beso, alejando su rostro. Sonría.

-Antes de continuar deberíamos deshacernos de esos mirones ¿No crees? –Seguía pegado a ella, pero el aura a su alrededor había cambiado, era más denso y oscuro. La mujer lo notó, trató de retirarse pero el agarre del Uzumaki era firme. -¿Funciona mucho? Atraer gente fuera para robarles.

-Más de lo que crees. – Respondió, sonriendo con malignidad. Desde la oscuridad surgieron cuatro figuras. Altos y musculosos portando kunais, katanas y garrotes. Miraban en su dirección. Naruto notó la banda ninja en su frente, renegados de Otogakure. –Pero si me das todo lo que tienes encima dejaré que te vayas de aquí con vida, tú y tu noviecita allí dentro.

-¿Y si no lo hago? –No obstante, la soltó. La mujer retrocedió varios pasos, quedando a pocos pasos de sus compañeros.

-Entonces te mataremos y usaremos tu puta hasta cansarnos. –El siguiente en hablar llevaba una katana en sus manos, avanzó un paso hacía Naruto. –Así que danos todo o…

-Y yo que creía que lo nuestro era especial… -Continuó Naruto, mirando directamente a la mujer. Se encaró contra el hombre. –Te haré una contraoferta. Sueltan las armas, se van de aquí y no los mato. Si deciden quedarse los mataré a los cuatro y a tu lamentaras estar viva. ¿Entendido? –Intentó avanzar un paso pero sus manos se encontraron completamente pagadas a la pared. Al mirar abajo notó una fina línea de chakra atándolo al muro.

-No eres tan gallito ahora ¿verdad? –Fue el del garrote quien habló, riendo y acercándose. –Me gustan los pelirrojos… ¿Puedo jugar con él antes de que lo matemos, Sasame?

-Tienen hasta que cuente hasta tres para irse. –Advirtió Naruto, el de la katana se acercó y levantó su arma, lanzando un golpe directamente al rostro. La hoja chocó contra la mejilla de Naruto y esta se rompió en pedazos. –Tres.

El brazo que portaba la katana cayó cercenada al suelo en un instante, el siguiente: el del garrote. No vio el ataque, pero sintió como sus piernas se doblaban sobre sí mismas, completamente rotas. Para entonces los dos de atrás trataron de atacar pero Naruto tomó ambas cabezas y las hizo chocar una con la otra. Cayeron inconscientes al instante.

Sasame se encaró hacía Naruto y trató de usar sus hilos de chakra, pero no funcionaba. Se miró las manos, su red de chakra no funcionaba. Retrocedió en pánico, chocó contra la pared y Naruto la aprisionó, trató de liberarse pero la fuerza del hombre era extrema. Llevó su diestra al cuello de la mujer, inmovilizándola.

-Sasame Fuma, me costó reconocerte. –Con su mano libre, le acomodó el pelo detrás de las orejas para poder verle el rostro con atención. –Creo que nos debemos una charla…


Cuando volvió a entrar en el bar, Sakura lo esperaba con una sonrisa en su cara, tenía un vaso en la mano pero aún no lo había bebido, parecía ansiosa, contenta. Se puso en pie en cuanto observó a su amo entrar. Naruto notó de inmediato las gotas de semen adornando su rostro. Bajaban lentamente por su mejilla, barbilla, incluso una por el costado de su frente. Parecía no importarle.

-Hice lo que me dijiste. Me comporté como Ino. –Le dijo apresuradamente, acercándose a su lado. Naruto tomó asiento. –Lo llevé al baño y empecé a hacerle una mamada ahí misma. Jajaja hubieras visto su cara, me dijo que era la primera vez que conocía a una puta como yo, le dije que mi amo me había entrenado bien.

-Y así lo hice, sí.

-No duró mucho antes de terminar en toda mi cara. Fue divertido, excitante… ¡Ino estaría orgullosa de mi! O tal vez estaría celosa jajajaja

-Me alegra que la hayas pasado bien. –Comentó sincero el hombre, después de todo, iba acorde a su plan. –Creo que es hora de que volvamos a casa.