Ash conducía por las ruinas de Los Ángeles, zigzagueando entre escombros y autos abandonados, mientras el grupo observaba el devastado paisaje urbano.
"Está bien, vampiro. ¿Qué sigue después de conseguir el guantelete?"
Ángel, manteniendo la calma, explicó: "Nuestro siguiente paso es exterminar a todos los líderes demoníacos. Son ellos quienes mantienen el control sobre la ciudad. El guantelete ha demostrado ser capaz de vencer a enemigos muy poderosos, y lo necesitaremos para enfrentar a los más poderosos."
"Entonces, ¿este guantelete es tan poderoso como dices?" preguntó Ash, dirigiéndose a Ángel.
"Sí, lo es," respondió Ángel. "La última vez que lo usé, pude derrotar a un demonio que se suponía era invencible."
Illyria, en su forma de Fred, miró a Ash con curiosidad. "Y esas marcas que has estado dibujando por todas partes, ¿qué significan realmente?"
Ash, con un encogimiento de hombros, respondió: "Para ser honesto, no estoy muy seguro. Pero son parte de un ritual que puede invocar la ciudad de vuelta a la realidad. Mientras más de esas marcas tengamos, mejor."
Pablo, mirando por la ventana, añadió: "Esas runas crean un campo mágico que estabiliza la conexión entre nuestra dimensión y la realidad alterada por los demonios. Cada vez que dibujamos una, debilitamos el control de los demonios sobre la ciudad." Tanto Pablo como Ash tuvieron cuidado en no mencionar el necronomicon exmortis pues ambos sabian que cuantos menos supieran de el seria mejor
Spike, con su usual tono sarcástico, comentó: "Así que estamos pintando garabatos para salvar el mundo. Suena a un plan típico de Scooby-Doo."
Jhiera, interesada en la plática del grupo, dijo: "Si esas marcas realmente funcionan, entonces debemos asegurarnos de dibujar tantas como podamos."
Ash asintió. "Exactamente."
Spike, sentado en el asiento del copiloto, miró a Ash con escepticismo. "Ash, ¿cómo tiene alguien como tú acceso a magia tan poderosa si eres, un idiota?"
Ash soltó una carcajada, sin apartar la vista del camino. "Porque soy el maldito elegido, eso es todo lo que necesitas saber y bueno, también ayuda un poco tener amigos que conocen de magia."
Todos miraron por un momento a Pablo, quien se encogió de hombros y agregó, "Es gracias a un bibliotecario que conocimos. Sin él, no sabríamos nada de esto."
"Además, no necesito entender toda la magia para saber cómo usarla."Dijo Ash lleno de confianza pero eso solo causó que mas de uno le dirigiera una mirada llena de incredulidad
Conforme se acercaban, Ángel distinguió a varios demonios supervisando la construcción, algunos de ellos con una apariencia especialmente intimidante. Un dragón enorme, con escamas brillantes y ojos que parecían llamas vivas, levantaba enormes bloques de cemento y los colocaba con precisión en su lugar."Esto no puede ser bueno," murmuró Ángel. "Wolfram y Hart siempre tiene un plan."
Illyra, en su forma humana, inclinó la cabeza mientras observaba la escena. "Podría ser que los demonios están tratando de establecer su centro de poder en Wolfram y Hart."
Jhiera, mirando con desdén a los demonios y al dragón, agregó: "Es probable que estén planeando algo grande. No podemos permitir que completen la reconstrucción."
Ash aparcó la camioneta en el estacionamiento del edificio de Wolfram y Hart, observando con incredulidad la actividad frenética de demonios que participaban en la reconstrucción. "Esto se pone más raro cada minuto", murmuró, apagando el motor, bajo del vehículo y giró hacia los demás. "Bien, ¿cómo vamos a hacer esto? No tenemos todo el día."
Ángel asintió. "Nos dividimos en dos grupos. Uno se encargará de encontrar el guantelete mientras el otro sera de sabotaje."
Ash, Spike, y Jhiera se adentraron en el elegante vestíbulo de Wolfram y Hart, donde la iluminación tenue y los mármoles relucientes contrastaban con el caos del exterior. "Bienvenidos a Wolfram y Hart, Soy Aurora ¿Están aquí para entrevistas de trabajo?" preguntó, sin inmutarse por su apariencia desaliñada y armada.
Ash, incrédulo y un poco irritado, respondió: "¿Entrevistas de trabajo? ¿Qué demonios está pasando aquí?"
Aurora mantuvo su sonrisa profesional. "Estamos bajo remodelaciones. Wolfram y Hart está renovándose para servir mejor a nuestros clientes."
"Estamos aquí por la reliquia mágica," dijo Ash, levantando su escopeta para enfatizar su punto, mientras la motosierra que reemplazaba su otra mano zumbaba suavemente.
Aurora, sin perder la compostura, respondió, "Entiendo su urgencia. La ciudad está hecha un caos y un objeto tan poderoso como el que lleva debe estar en un lugar seguro." Sus ojos se fijaron en la daga kandariana fijada como bayoneta en la escopeta de Ash. "Wolfram y Hart se complacerán en ofrecer el servicio de bóveda y almacenamiento por el tiempo que requieran."
Jhiera se apresuró a responder. "Si, es verdad. Necesitamos poner a salvó nuestra daga, no quisieramos perderla y el precio no es ningun problema"
Aurora, con una sonrisa impecable, hizo un gesto hacia un guardia de seguridad cercano. "Claro, síganme, por favor. La bóveda está en el subsuelo, donde se encuentran nuestros objetos más valiosos." Ash, Spike, y Jhiera acompañados por el guardia siguieron a Aurora por un largo pasillo. Aurora, vestida impecablemente, se movía con una confianza que hacía parecer que nada estaba fuera de lo normal, a pesar del caos afuera."Por aquí, señores," dijo Aurora, su voz suave y calmada mientras los guiaba hacia el ascensor. "Les aseguro que sus pertenencias estarán seguras con nosotros."
Ash, sin bajar la escopeta, miraba alrededor con desconfianza. "¿Cómo es que tú sigues aquí como si nada? Afuera hay un infierno literal."
Aurora rió suavemente. "Es parte del servicio, señor. Wolfram y Hart se enorgullece de mantener la calma y la eficiencia en cualquier situación. Ahora, por favor, entren."
Mientras tanto, Ángel e Illyria, se movían sigilosamente por los túneles subterráneos de Wolfram y Hart. La atmósfera era opresiva y llena de ecos inquietantes. Illyria, con su aguda percepción, lideraba el camino, mientras avanzaban con cautela a través de los túneles. Ángel mantenía sus sentidos en alerta máxima, consciente de que cualquier cosa podría salir mal en una operación como esta.
"¿Cómo crees que les va a los demás?" preguntó Ángel, mirando a Illyra, quien caminaba frente a el con una expresión indiferente.
"Con Ash y Spike, seguramente habrá problemas," respondió Illyra con desdén. "Ash es un imprudente y Spike no se queda atrás."
Ángel asintió, sabiendo que Illyra tenía razón. "Espero que Jhiera pueda mantener las cosas bajo control."
Las paredes estaban adornadas con arte de estilo gótico y antiguos tapices que parecían contar historias de épocas pasadas, junto a cuadros y esculturas de aspecto siniestro. El ambiente era opresivo, con una sensación constante de vigilancia. Llegaron a un ascensor antiguo, cuya puerta se abrió con un chirrido. Aurora entró y los demás la siguieron, mientras presionaba el botón para el subsuelo.
El viaje en ascensor fue incómodamente silencioso. Ash mantenía su escopeta lista, sus ojos vigilantes. Jhiera observaba cada movimiento de Aurora, intentando descifrar sus intenciones, mientras Spike se apoyaba en la pared del ascensor, manteniendo su actitud relajada pero siempre preparado para lo peor.
Al llegar al subsuelo, las puertas del ascensor se abrieron con un ding y revelaron un corredor oscuro, iluminado por antorchas que chisporroteaban en las paredes. Aurora los condujo hacia una gran puerta de hierro con inscripciones arcanas.
"Esta es la entrada a la bóveda," dijo Aurora, girando una llave antigua en la cerradura. La puerta se abrió lentamente, revelando una habitación amplia, repleta de estantes y vitrinas llenas de artefactos mágicos.
Aurora, con su sonrisa impecable, presentó un formulario detallado a Jhiera, quien había tomado la iniciativa de negociar. "Para que podamos ofrecerles el mejor servicio, necesitamos algunos detalles sobre el objeto místico en cuestión," dijo Aurora, extendiendo una pluma.
Jhiera tomó el formulario y la pluma, y miró a Ash y Spike con una mezcla de resignación y determinación. Ash bufó, claramente impaciente, pero Jhiera sabía que debían jugar el juego de Aurora por el momento. Se sentó en una mesa cercana para empezar a llenar el formulario. Ash, ya cansado de las complicaciones burocráticas, levantó su escopeta y disparó, destrozando a Aurora en una explosión de sangre y fragmentos. La apariencia humana de Aurora se desvaneció, revelando un demonio. El disparo de Ash resonó en el pasillo, dejando un rastro de humo y sangre. Spike se movió rápidamente, sometiendo al guardia de seguridad.
"¡Ash!" exclamó Jhiera, sorprendida y molesta por la reacción impulsiva.
"Así es como se manejan las cosas," dijo Ash con una sonrisa satisfecha.
Jhiera miró a Ash con desaprobación. "Eso fue innecesario. Podríamos haber sacado más información de ella."
"Lo siento, cariño, pero no tengo paciencia para estas tonterías," replicó Ash, bajando su escopeta.
"Esto se pone interesante," murmuró Spike, sus ojos brillando con emoción.
"Tenemos que movernos rápido," dijo Jhiera, mirando a Ash y Spike. "Esto va a llamar la atención."
Ash, Spike y Jhiera comenzaron a buscar en la bóveda, abriendo cajones y revisando estantes en busca del guantelete. Mientras tanto, Ángel e Illyra se movían con sigilo acercandose cada vez más a su objetivo.
"Si vamos a enfrentarnos a más demonios, no veo por qué no aprovechar todo lo que podamos," dijo Ash, echando un vistazo a un amuleto de aspecto siniestro.
Jhiera miró a Ash con desaprobación. "¿Es que siempre tienes que saquear todo a tu paso?"
"Solo intento ser práctico. Nunca se sabe qué podría ser útil." Respondió Ash, esperando poder persuadir a sus compañeros
Spike se acercó a uno de los estantes, observando los objetos con cautela. "Mira, entiendo que quieras estar preparado, pero jugar con cosas que no entendemos puede salir muy mal. Confía en mí, he aprendido de la manera difícil."
Jhiera suspiró. "Tiene razón, Ash. Si no sabemos exactamente lo que hacen estos artefactos, podríamos estar metiéndonos en más problemas de los que ya tenemos."
Ash, sin embargo, seguía mirando los objetos con interés. "Tal vez, pero también podríamos estar dejando atrás algo que podría salvarnos. ¿Qué tal esto?" Agarró un anillo con inscripciones extrañas.
Spike negó con la cabeza. "No, hombre. No necesitamos más problemas. Vamos a enfocarnos en lo que vinimos a buscar y salir de aquí."
Jhiera, manteniendo la calma, señaló un pedestal al fondo de la sala. "Ahí está."
En el pedestal, iluminado por una luz tenue, se encontraba el guantelete sagrado. Spike avanzó con cautela, sabiendo que Wolfram y Hart no dejaría un objeto tan poderoso sin protección.
Una sombra se movía entre las luces parpadeantes. Instintivamente, levantó su escopeta y apuntó hacia la oscuridad. Spike se tensó, listo para cualquier eventualidad.
"¿Qué demonios...?" murmuró Ash.
Antes de que pudieran reaccionar, la sombra se abalanzó hacia ellos, revelándose como un demonio con garras afiladas. Spike lo interceptó con un golpe rápido, y Ash disparó su escopeta, derribándolo.
Illyra, con los conocimientos de Fred, estaba preparando un aparato que generaría un pulso electromagnético para estropear todos los aparatos electrónicos del edificio de Wolfram y Hart. Ángel debía cubrirle la espalda mientras ella trabajaba en el dispositivo. Mientras tanto, una alarma repentina resonó por todo el edificio, seguida de la orden por altavoz de que todo el personal se dirigiera a la bóveda subterránea.
Ángel e Illyra intercambiaron miradas de preocupación. Sabían que el tiempo para completar su misión se había reducido drásticamente. Ángel ajustó su postura, listo para enfrentar lo que sea que se interpusiera en su camino hacia la bóveda.
"Tenemos que terminar esto rápido", murmuró Ángel, preparándose para enfrentar la inminente confrontación.
Illyra asintió con determinación, ajustando los últimos detalles en su dispositivo. Ambos estaban listos para lo que fuera que se encontraran en su camino hacia el objetivo.
Mientras tanto, en el refugio Kelly y Gwen estaban sentadas en un sofa, ambas sosteniendo tazas de café caliente. conversando sobre su reciente experiencia encontrando a Ash en el bar tan borracho que no podía caminar solo. Gwen, todavía impactada por la situación, comentó: "Todos pensábamos que Ash era una clase de erudito y un guerrero implacable. Al menos, eso parecía por las runas y la carnicería que dejaba a su paso."
Kelly soltó una risa amarga. "En realidad, Ash es solo un idiota y un borracho la mayoría del tiempo. No te dejes engañar por su actitud temeraria."
Gwen, sintiéndose un poco más cómoda, quiso preguntar algo sobre lo que tenia curiosidad. "¿Cómo es estar con Ángel?", preguntó Kelly, con una pizca de curiosidad.
Gwen se mostró nerviosa, claramente incómoda con la pregunta. "¿A qué te refieres exactamente?"
Kelly sonrió de manera comprensiva. "He visto cómo lo miras y cómo reaccionas a su presencia. No te preocupes, no es un juicio. Solo tengo curiosidad. Ángel parece ser un tipo bastante intenso."
Gwen respiró hondo, tratando de encontrar las palabras correctas. "Ángel es... complicado. Puede ser increíblemente protector y valiente, pero también tiene un lado oscuro. Hay una parte de él que siempre parece estar luchando contra algo. Pero cuando está bien, es uno de los mejores hombres que podrías tener cerca."
Kelly asintió, comprendiendo. "Supongo que todos tenemos nuestros demonios internos" dijo con una sonrisa.
Gwen, tras una pausa, preguntó con cierta inseguridad en la voz: "¿Debería sentirme insegura por Jhiera? Sospecho que también está interesada en Ángel."
Kelly sonrió y le respondió: "No creo que tengas de qué preocuparte. No pareces ser del tipo de mujer que deba sentirse insegura. Eres bastante atractiva, Gwen."
Gwen sonrió de vuelta, agradecida por el cumplido. "Gracias, Kelly. Es solo que no tengo mucha experiencia con estas cosas. Y hablando de relaciones, ¿qué pasa entre tú y Pablo? Siempre están juntos, pero nunca he sabido si son pareja o qué."
Kelly soltó una risa ligera. "Pablo y yo solo somos amigos. Amigos que duermen y se bañan juntos, pero solo amigos. No hay nada romántico entre nosotros."
Gwen levantó una ceja, sorprendida. "¿De verdad? ¿Y nunca ha habido algo más?"
Kelly suspiró, mirando al techo por un momento. "A veces me pregunto por qué Pablo nunca ha planteado una relación. Nos conocemos desde hace tiempo, hemos pasado por tantas cosas juntos... pero nunca ha pasado de ser solo 'amigos'."
Gwen arqueó una ceja, intrigada. "¿Y por qué tú no se lo has pedido a Pablo?"
Kelly se encogió de hombros, visiblemente incómoda. "No sabría cómo hacerlo. Todos los chicos con los que he salido siempre me lo han preguntado a mí. Nunca he tenido que tomar la iniciativa de esa manera."
Gwen asintió, comprendiendo la situación. "Bueno, creo que Pablo podría estar esperando lo mismo de ti. Tal vez él también esté inseguro de dar ese paso"
Mientras conversaban, ambas mujeres comenzaron a sentir una presencia extraña. Sin darse cuenta, estaban siendo acechadas por vampiros que se habían infiltrado en el refugio. Las sombras se movían sutilmente, acercándose cada vez más a ellas.
Kelly, siempre alerta, notó algo fuera de lugar en el reflejo de una ventana. "Gwen, algo no está bien," susurró, llevándose la mano a la empuñadura de su arma.
Un crujido en la oscuridad llamó su atención. "¿Oíste eso?" preguntó, girando la cabeza hacia el sonido.
Gwen, alerta, también giró la cabeza. "Sí, lo oí. Algo no está bien."
En ese momento, las figuras vampíricas emergieron de las sombras, mostrando sus colmillos y sus ojos brillantes. Kelly y Gwen se pusieron espalda con espalda, listas para enfrentar la amenaza.
"Espero que estés lista para una pelea," dijo Kelly con una sonrisa desafiante.
Gwen sonrió de vuelta, desactivando su dispositivo inhibidor. "Siempre lista."
La batalla en el refugio fue caótica y frenética. Kelly y Gwen se encontraron repentinamente rodeadas por los vampiros, criaturas ágiles y rápidas que se movían con gracia sobrenatural. Las luces parpadeantes del refugio apenas iluminaban lo suficiente como para mostrar los ojos brillantes y los colmillos afilados de sus enemigos.
Kelly, con su instinto combativo bien desarrollado, fue la primera en actuar. Levantó su pistola, disparó con precisión, apuntando a los corazones y las cabezas de los vampiros que se abalanzaban sobre ellas. Cada disparo resonaba en el reducido espacio de la habitación, acompañado por los gritos de los vampiros que caían.
Gwen, por su parte, descargó ráfagas de energía eléctrica que lamían el aire, alcanzando a los vampiros con chispas y destellos de luz azulada. Los vampiros, que esperaban encontrar a presas indefensas, se vieron sorprendidos por la ferocidad y la habilidad de las dos mujeres, se mantuvieron juntas, cubriéndose la una a la otra, cada una confiando en las habilidades y el coraje de la otra.
Gwen y Kelly se mantenían firmes frente a los vampiros las rodeaban. Gwen, visiblemente confundida, examinaba a los enemigos con atención, prestándole especial atención a Josh "¿Qué clase de vampiros es?". Su rostro era muy humano exepto sus ojos eran completamente negros y todos sus dientes parecian colmillos.
Kelly, con su habitual actitud desafiante, replicó: "No sé nada de vampiros y, para mí, son la misma mierda que las sanguijuelas. Si muerden, los matamos."
Gwen soltó una descarga eléctrica que derribó a uno de los vampiros, haciéndolo retorcerse en el suelo. "Sean, debemos mantenerlos a raya." un grupo de niños, transformados en vampiros, comenzó a salir de los ductos de ventilación. Estos pequeños pero feroces vampiros se movían con una agilidad asombrosa y una sed de sangre insaciable. Kelly y Gwen, aunque experimentadas en combate, se vieron momentáneamente impactadas por la visión de estos niños convertidos en monstruos.
Kelly disparaba sin piedad, recordándose a sí misma que, aunque parecían niños, eran monstruos peligrosos.
Cada disparo resonaba en el refugio, y aunque algunos de los niños vampiros caían, otros seguían saliendo de los ductos. Kelly, sin perder tiempo, aprovechó el momento de distracción para lanzar el café caliente sobre los vampiros, tanto niños como adultos. Mientras los vampiros se retorcían por la quemadura inesperada, Gwen dirigió una descarga eléctrica tan potente como pudo, convirtiendo a la mayoría en cenizas al instante, quedando únicamente el cuerpo de Josh. La energía chispeante iluminó la habitación brevemente, y el olor a carne quemada llenó el aire.
Kelly, viendo la efectividad de Gwen, recargó su arma y tomo su metralleta que habia dejado en un armario. "Buena jugada," comentó, intentando mantener el ánimo alto en medio del caos.
Los gritos a las afueras de la habitación indicaban que la situación era aún más grave de lo que imaginaban. Personas estaban siendo devoradas por vampiros y otras criaturas. Gwen seguía utilizando sus poderes eléctricos para mantener a raya a los vampiros, descargando ráfagas de energía sobre los enemigos. Kelly disparaba con precisión, abatiendo a los vampiros que se acercaban demasiado.
La revelación golpeó a Kelly como una bofetada. Observó horrorizada cómo muchos de los supervivientes, aquellos a quienes habían rescatado y protegido, se habian transformado en vampiros y atacaban a los demás. kelly sentia micha desesperación y confusión.
"No puede ser..." murmuró Kelly, mientras su mente procesaba lo que estaba viendo. En ese momento, uno de los vampiros, que había llegado solo un dia antes, se lanzó hacia ella con un gruñido. "¡Gwen! ¡Los supervivientes son vampiros!" gritó Kelly, disparando a quemarropa y acabando con el vampiro que se abalanzaba sobre ella.
Gwen, aún utilizando sus poderes eléctricos, lanzó una descarga a un grupo de vampiros, convirtiéndolos en cenizas instantáneamente. "¡Tenemos que salir de aquí ahora!" exclamó, consciente del peligro inminente, al ver la brutal masacre donde caian hombres mujeres y niños por igual, no pudo contener el vómito, abrumada por la violencia y la traición que presenciaba, los pocos humanos que aun quedaban trataban de defenderse inútilmente.
Gwen, todavía conmocionada, solo podía pensar en una cosa: escapar. "¡Tenemos que salir de aquí! La comisaría es el único lugar seguro que queda en la ciudad," gritó con desesperación.
Kyle, uno de los veteranos de guerra, yacía agonizante en el suelo, gravemente herido, con sus extremidades arrancadas. Su escopeta, que había sido su compañera de batalla, salió volando de sus manos y aterrizó cerca de Kelly. Con determinación, Kelly la recogió del suelo y la utilizó para abrirse camino a través de la multitud de vampiros y demonios que los asediaban. Kelly disparaba a los enemigos, cada disparo resonando con un fuerte estruendo que era ahogado bajo los gritos de horror y sufrimiento, finalmente, llegaron a uno de los autos. Kelly puso en marcha el auto y aceleró, alejándose del refugio, los demonios y vampiros estaban tan ocupados consumiendo a sus víctimas que no le prestaron atención al auto que se alejaba.
Mientras tanto, Ash, Jhiera y Spike seguían su camino, abriéndose paso con violencia y eficacia. Ash lideraba la carga con su motosierra y escopeta, mientras Jhiera y Spike cubrían los flancos, eliminando a cualquier guardia que apareciera en su camino. Los pasillos resonaban con el sonido de la batalla, y el trío avanzaba sin tregua hacia el ascensor.
Gwen, aún utilizando sus poderes eléctricos, lanzó una descarga a un grupo de vampiros, convirtiéndolos en cenizas instantáneamente. "¡Tenemos que salir de aquí ahora!" exclamó, consciente del peligro inminente, al ver la brutal masacre donde caian hombres mujeres y niños por igual, no pudo contener el vómito, abrumada por la violencia y la traición que presenciaba, los pocos humanos que aun quedaban trataban de defenderse inútilmente.
Mientras ascendían, la tensión en el aire era palpable. "Espero que Illyra y Ángel estén bien," comentó Jhiera, su voz suave pero firme.
"Ellos saben lo que hacen," dijo Spike, aunque no podía ocultar completamente su preocupación. "Confío en que estarán bien."
Pablo quien habia estado esperando en auto listo para cualquier cosa observó con preocupación cómo sus amigos regresaban, cubiertos de sangre. "¿Todo bien?" preguntó, notando la tensión en sus rostros. El grupo, visiblemente agotado y cubierto de sangre, se subió al auto. Pablo, nervioso, miraba por el retrovisor mientras comenzaba a avanzar la camioneta.
"Lo logramos, pero no sin problemas," respondió Spike, limpiándose la sangre de la cara. "Ash decidió ser muy directo," comentó Spike con una sonrisa irónica. "La recepcionista resultó ser un demonio."
"Lo importante es que tenemos el guantelete," dijo Jhiera, levantando el artefacto para que todos lo vieran.
Ash, aún con su típico desdén, intervino. "Bien, bien, tenemos el guantelete. Ahora, ¿cómo lo usamos para patear traseros demoníacos?"
"Deberíamos volver a la comisaría, reagruparnos y planear nuestra siguiente movida," sugirió Angel, preocupado por la seguridad de Connor y Lorne.
Ash, con su característico desdén, replicó, "¡Olvídate de eso! Ángel,tenemos el guante, deberíamos ir a patear algunos demonios y limpiar esta ciudad."
Ash miró el guantelete con curiosidad. "¿Cómo funciona esta cosa de todos modos?"
Angel explicó, "El guantelete fue creado para desintegrar demonios malignos. Solo tienes que tomar al demonio por el cuello, y el guantelete hará el resto."
Jhiera, que había estado escuchando en silencio, añadió, "Eso suena útil, pero también suena arriesgado. Necesitamos estar seguros de que funciona antes de enfrentarnos a más demonios."
Illyra, en la forma de Fred, comentó desde el asiento trasero, "El pulso electromagnético debería haber freido todos los sistemas de Wolfram y Hart. Eso nos da una ventaja, pero debemos actuar rápido."
"Debemos reunirnos con los demás en la comisaría, y organizar un ataque a gran escala en el centro de la ciudad" ordenó nuevamente Angel, en un intento disimulado de regresar y ver que su hijo estuviera sano y salvo
Ash soltó una carcajada seca. "¿En serio, vampiro? Tenemos las armas necesarias para aniquilar al enemigo. No necesitamos regresar." No tenemos tiempo para una charla amigable. Esos demonios no se van a matar solos."
"Quizás Angel tenga razón. Seria mejor contar con el apoyo de los demas." Jhiera señalo la obvia ventaja de contar con mas apoyo
"Blah, blah, blah," replicó Spike, exhalando el humo de su cigarrillo. "Yo digo que sigamos con la carnicería. Es lo único que entienden estos monstruos."
Illyria, abandonando la forma de Fred y adoptando su verdadera apariencia, miró a Ángel con desdén. "¿Por qué la urgencia de detenernos, Ángel? Como señala Ash, ahora tenemos todas las herramientas que necesitamos."
Ángel, con una expresión de preocupación, respondió: "Es cierto que tenemos armas poderosas, pero eso no significa que podamos subestimar a nuestros enemigos. Necesitamos refuerzos y un plan bien pensado para asegurar que no caigamos en una trampa."
Pablo, mirando a Ángel, señaló, "Lorne llamó por teléfono antes. ¿No podemos hacer lo mismo?"
Ángel reflexionó por un momento y luego asintió. "Buena idea, Pablo," dijo, sacando su teléfono. "Podemos pedir refuerzos sin tener que volver."
Ash, al ver la transformación de Fred a Illyria, se quedó boquiabierto. "¿Desde cuándo puede hacer eso?" preguntó, claramente impresionado.
Illyria, ahora en su forma verdadera, miró a Ash con indiferencia. "Desde siempre, humano. Esta es mi verdadera forma."
Ángel sacó su teléfono celular y llamó a la comisaría. Gunn respondió al otro lado de la línea. "Gunn, necesitamos refuerzos" dijo Ángel sin rodeos.
Mientras Ángel hablaba, Pablo frunció el ceño y preguntó "¿Cómo es que funcionan los teléfonos en este infierno?"
Ángel, también curioso, repitió la pregunta y Gunn con una ligera risa en su voz, respondió "Es parte de los servicios de Wolfram y Hart en este infierno. Han mantenido algunas infraestructuras funcionando, aunque no sé exactamente cómo lo logran."
Gunn continuó "Un auto se está acercando a la comisaría. No parece amigable."
Ángel frunció el ceño y le dijo a Gunn: —Mantente alerta. Prepárate para cualquier cosa. Ángel colgó el teléfono y miró al grupo. "Wolfram y Hart han mantenido algunas infraestructuras operativas aquí, incluyendo los teléfonos. Es extraño, pero útil. "
Spike lanzó una mirada a Jhiera. "¿Feliz ahora? Ya tenemos a nuestros refuerzos en camino"
