Capítulo XX

Berk

1 semana, 3 días después.

- ¿Chocolate? - le ofreció una taza humeante

- Gracias - aceptó tomándola entre sus manos mientras sorbía - uf, qué caliente

- Si, lo dice el nombre - bromeó, Anna rió

Un silencio cómplice se instaló entre ambos, que ninguno tenía ánimos de romper. Jack se sentó al lado de Anna que perdía su mirada en las brasas, sobre ellos el cielo estrellado se extendía. Los últimos días habían tenido que hacer las guardias juntos y una infantil amistad había nacido entre ellos, pero más allá de los juegos o bromas que habían compartido durante esos días, lo más perdurable fue que Jack había tomado parte del lugar de Elsa y Kristoff con la reina, cuidandola y protegiéndola tal cual lo hacía la reina de las nieves y el esposo de la reina de Arendelle .

- Diez días - susurró lo suficientemente alto para ser escuchada, Jack sintió una punzada helada en el estómago

- Lo sé - respondió, él también contaba los días - Norte dice que no ha cambiado nada por allá - trató de calmarla - también dijo que Arendelle está estupendo, el troll hace su trabajo... - no hubo respuesta - también estamos preocupados, ahora es un guar...

- Un guardian, si lo sé - completo molesta, Jack callo por un momento

- Aun no termino de entender porqué te molesta el que sea un guardian

- No, no me molesta que sea un guardian - se defendió con suavidad - solo no quiero hablar de esto ahora - terminó en un hilo de voz tan confundida como sus propias palabras

- Está bien, tu mandas - se encogió de hombros, luego tomó una vara para mover las brasas con esta - pero tendrás que decírselo a alguien en algún momento

- ¿Así? ¿Por qué? - indagó sin prestar mucha atención

- Porque no puedes con todo sola - Anna desvío la mirada

- ¿Si? Bueno, eso ya no importa - articuló con la voz entrecortada - no puedo evitarlo de todas formas

Una vez más la punzada helada se hizo presente en las entrañas del guardian, "culpa" le había dicho Aster, Norte solo guardó silencio, no tuvo nada que agregar ni refutar por primera vez. Jack estaba seguro que era más rabia que otra cosa, aunque en verdad trataba de evitar pensar en ello directamente, los días anteriores le había servido el viaje hasta Berk, ahora que ya estaban en el pueblo se había hundido en una ola de oseo que lo orillaban a pensar, y eso que solo había pasado un día de su llegada.

- ¿Cómo va Kristoff? - le preguntó ahora tratando de buscar otro tema - supe que despertó

- Oh, si, hoy en la mañana - nuevamente el brillo había vuelto en los azules ojos de la reina, una amplia sonrisa surcó su rostro - volvió a dormirse al rato, pero por ahora ha hablado y movido sus brazos y piernas - comentaba con una felicidad desbordante, genuinamente aliviada - no sé que haria si los hubiese perdido a los dos - comentó luego

- No perdiste a nadie, Anna - le calmó

- ¿Tu dices?

- Estoy seguro - repitió las palabras en su cabeza buscando creerselas él mismo

- Hey, siguen aquí - los interrumpió Hiccup

- Hola - saludaron al unisono

- ¿Van a ir? - les preguntó el recién llegado, ambos aludidos se miraron

- Si, claro - respondió Jack, Anna asintió

- Bien - aceptó mientras miraba hacia el horizonte, la oscuridad no le impedía vislumbrar más allá del océano - sé que la moral anda algo baja, pero hoy será la última noche - Jack y Anna asintieron levemente

Hiccup aún mantenía sus vendajes en su mano izquierda, la cual llevaba en un cabestrillo, en su rostro aún se veia vestigios de la pelea que habian afrontado, por fortuna, las bajas oficiales fueron solamente 1. Eso no le quitaba el sabor amargo al lider del pueblo. Pequeños flashes de los acontecimientos lo aquejaban por lo general, pero ese día habían aumentado considerablemente, solo esperaba poder realizar su papel sin tropiezos, no quería arruinar nada.

Anna y Jack siguieron a Hiccup hasta el centro del poblado, muchas caras que ya conocían de la tarde anterior estaban presente al igual que otras desconocidas, a lo lejos visualizaron a Rapunzel junto a Eugene y Mérida, se acercaron a estos inmediatamente.

- ¿Cómo están? - les preguntó Jack una vez llegaron junto a los demás

- Hola amigo, nosotros bien - lo saludó Flynn con un apretón - cómo van

- ¿Cómo has estado, Anna? - le preguntó Punzie

- Bien, Kristoff despertó - informó risueña

- ¡Oh, que bien! - exclamó - me alegro tanto

- Igual yo - sonrió, luego miró a Mérida - ¿Mer, y tú?

- Si, todo bien - respondió rápidamente desviando la mirada

Anna sintió un vacío en el estómago, ella había notado lo efusiva que era la princesa, quien ahora era una sombra andante de lo que era, taciturna y lejana. De pronto el bullicio de alrededor se silencio de golpe, el grupo tomo atención a su alrededor buscando la razón hasta que una voz gruesa les dió la respuesta

- ¡Les agradezco a todos por venir!...

Hiccup había empezado a hablar parado sobre una gran piedra que estaba cerca de la orilla de la costa, tras él un modesto barco con ropas y pertenencias descansaba en el agua.

- ... Cómo sabrán, hemos perdido a un miembro de nuestra familia...

El discurso duro un rato mientras los presente tomaban atención a su líder, impregnandose de las emociones que Hiccup les expresaba, entendiendo la gravedad de la situación, llorando a quien nació, creció y peleó junto a ellos. Hiccup honraria el recuerdo de su amigo.

- ... Si Grimmel lo consigue, no quedara ningún dragón. Y nos corresponde detenerlo... Nos corresponde salvarlos una vez más, así como Patapez, Patapez Ingerman, jinete de dragón, entrenador de la academia de Berk, experto en dragones, vikingo de sangre, amigo... Así como él dió su vida por ellos. Hoy despedimos a un hermano, espero que las Valquirias te reciban con gloria y te guíen a tu destino como el héroe que eres, porque ha caído un gran guerrero - proclamó antes de tomar la antorcha y prender el barco, para luego patearlo con suavidad y verlo alejarse en llamas - Adiós amigo, te veo en el Valhalla - murmuró

La llegada del grupo a Berk había traído consigo noticias devastadoras, si bien la perdida era única, lo era tanto así como en cantidad, como por la persona que había partido. Los amigos y familiares se agruparon en la orilla para observar el barco arder, algunos se tomaban de las manos y otros reprimían sus lágrimas, en sus corazones solo reinaban la desolación y el temor, Grimmel habia vuelto.

- iré a ver a Kristoff, Olaf debe estar cansado de cuidarlo - se escusó Anna antes de retirarse

El grupo estaba un poco más retirado, dando el espacio que necesitaban los aldeanos. Aún así estuvieron presente en respeto del vikingo, que a pesar de que sus intentos fueron en vano, no dejarían que así fuese su muerte.

- ¿Cómo está Anna? - le preguntó Punzie a Jack una vez está se fue

- Ya sabes - hizo una mueca - deprimida, pero mantiene la esperanza

- Bien, eso es bueno - agregó Rapunzel - y ¿tú? - la mueca volvió al rostro de Jack, le estaba molestando que se lo preguntarán siempre

- Estoy bien, no te preocupes - trató de sonar relajado

- Vamos amigos, pon una sonrisa, haz algo entonces - le dijo el castaño rodeandolo por los hombros

- Eugene, estamos en un funeral, no creo sea lo más sensato - lo reprendió su esposa

- Solo guarden silencio - les cortó Mérida - estamos en un funeral - les recordó

El grupo calló al mismo tiempo, era extraño que la princesa del clan Dunbroch se comportara de tal manera, pero fuera de su actitud, tenía toda la razón. El silencio volvió a hacerse presente.

Anna se había retirado para pasar la noche junto a su esposo, quien por fin había salido de la incertidumbre de un sueño eterno, las consecuencias del último enfrentamiento a las pesadillas habían afectado a todos en distintas formas y medidas, la reina se sentía más nerviosa y ansiosa, asentuando las náuseas y dolores estomacales que la habían aquejado desde hace semanas, aún así decidió ignorarlos para dedicarle cada segundo de atención a Kristoff.

- Olaf - lo sacudió con cuidado al notar que dormía apoyado sobre la cama - Olaf, despierta - el pequeño muñeco comenzaba a desperezarse

- Anna, ¿qué hora es? - preguntó estirándose

- No sé, pero es de noche, ve a descansar, es mi turno

- Siempre es tu turno - se quejó el muñeco - yo también quiero pasar la noche con Kristoff

- Bien, pasemos la noche los dos - ofreció antes de sentarse a su lado - ¿Despertó de nuevo? - interrogó

- Incluso tomó algo de sopa

- Es maravilloso - musitó aliviada mientras acariciaba la frente de su amado, sobre los vendajes que aun poseía

Por primera vez la noche no sería tan larga como las demás, Anna se acomodó a un lado de su esposo con el alma en paz, sin despegar los ojos de las pestañas del otro, escuchaba su respiración tranquila y pausada, y ahí supo que podia dormir plácidamente hasta el amanecer.

Más tarde, esa noche, Hiccup y Jack hablaban en privado, los demás se encontraban descansando en una cabaña que el líder les había acondicionado. Ambos se encontraban aún a las orillas del océano, ahora viendo la oscuridad del horizonte.

- Fui a ver a Kristoff hace un rato - mencionó Hiccup a Jack

- ¿Si? ¿Cómo está? No he podido ir a verlo - admitió algo apenado por su desprendimiento

- Está bien, dormia... Anna mencionó que hablaste con Norte

- Ah, si. Pensaba esperar hasta mañana para hablar contigo - se escusó

- Entre antes, mejor

- Bien. Me mandó dos - confesó sacando dos cristales esféricos desde una bolsa de tela roja - una es tuya - dijo entregándole una - le caiste en gracia - comentó con una sonrisa estampada en los labios

- ¿Cómo funciona? - preguntó una vez la examinó

- Ya sabes - respondió algo desencajado por la pregunta - ¿No lo hiciste una vez?

- Si, pero el alcance - Jack seguía sin entender - me refiero a si por ejemplo: si pienso en alguien ¿Me llevará a esa persona?

Jack cambio levemente su expresión, procurando no ser obvio por completo al entender a qué se refería. Hiccup preguntaba por Astrid.

- No - negó lentamente - solo te muestra lo que tú crees y está ahí

- Pero yo creo que ella está...

- Pero no sabes si está - le interrumpió Jack - yo sé que es difícil, pero yo no elijo las reglas

- Bien, bien, olvida eso - dijo con brusquedad - ¿Cuánto dura?

- ¿Cómo que cuánto dura? - preguntó aún más confundido que con la pregunta anterior

- Que cuántas veces funciona antes de desaparecer o qué sé yo - explicó algo exasperado

- No lo sé, nunca, supongo

- ¿Supones? - preguntó no muy convencido

- ¿Qué quieres que te diga? - se encogió de hombros - mientras no te las quite Norte o se te pierdan, las puedes usar todas las veces que quieras, son ecológicas

- ¿Mañana entonces?

- Mañana - le confirmó - Anna necesita volver al reino y piensa que Elsa puede estar por allá en el Ahtohallan

- ¿Y qué piensas tú?

¿Qué pensaba él?

Jack pensaba en muchas cosas, al igual que Hiccup, las imágenes de los hechos lo acechaban días y noches en especies de pesadillas que no le causaban temor, no, sus sentimientos iban más alla de eso.

Esa fue la primera noche que pudieron descansar con tranquilidad. Si bien habían llegado la tarde anterior a Berk, resulta que pocos habían descansado en la noche instalando y velando por Kristoff, su salud no había estado en las mejores condiciones y después del ataque había permanecido cerca de diez días sumido en un sueño profundo debido a un fuerte golpe en la cabeza, todos pedían por él, Anna se había pasado casi todo su tiempo junto a su esposo, milagrosamente esa penultima mañana habia despertado sin secuelas evidentes.

En la mañana el grupo estaba nuevamente listo paga partir.

- Bien, Bocón, ya sabes - se expresaba nervioso Hiccup mientras estaban en la herrería

- No, no lo sé - decía este mientras con su prótesis tomaba un crisol ardiendo - podrías intentar ser más específico - se quejaba

Bocón no era idiota, por algo era conocido como uno de los sabios en la aldea, consejero de Berk; sabía muy bien que su líder se traía algo entre manos, algo de lo cual él no estaría del todo de acuerdo, pero que fácilmente Hiccup le haría cambiar de opinión, al fin y al cabo sentía que era un hijo para él.

- Bueno, lo lamento - se disculpó falsamente ofendido - lo que sucede es que, ya sabes - bocón continuaba haciendo su trabajo levemente divertido del titubeó de quién fue su pupilo - mamá estará a cargo y...

- ¿Valka estará a cargo? ¿Porqué si el líder ya está aquí? - le interrogó el anciano dejando a un lado lo que hacia - ¿Te irás? - le preguntó molesto al notar la expresión que componía el rostro del castaño - pero si acabaste de llegar ¿Qué clase de líder eres?

- Uno que no se rinde - sentenció como respuesta

- No puedes ir buscándola de reino en reino, no ahora - le decía queriendo retomar su trabajo

- ¡Ahora tengo qué! - exclamó Hiccup - ¡Ellos la tienen, estoy seguro! - se defendía - no esperaré 20 años para encontrarla

- Esto no es igual que con tu madre - le corrigió pausadamente buscando no herirlo, recordando la conversación que habían tenido el día anterior

- Lo sé, lo sé - respondió sin parar de caminar por el lugar

- ¿Entonces? - inquirió alargando la palabra

- Que necesito que te encargues de la defensa y los dragones

- Si, ya decía yo que no era una visita social - murmuró - mira Hiccup, no sé que crees, - comenzó mientras se limpiaba su única mano en el mandil que traía puesto - pero ya estoy muy viejo para estás cosas

- ¿Tu, viejo? - preguntó sarcástico - Nah - negó con su mano - eres Bocón el rudo, tu ancestro fue Bork el bravo, tu eres EL vikingo, no me vengas con la vejez, ¡Qué diría mi padre! - exclamó

- No saques a Estoico en esto - se quejaba a medio convencer - bueno - sedio - me la saludas cuando la veas

- ¡Lo sabía! Gracias, ya verás que volveré pronto - exclamó para luego agarrarlo y besar la frente arrugada de Bocón, este se limpio asqueado, luego Hiccup retrocedió hasta la puerta dispuesto a irse lo más pronto posible, sin parar de hablar - me llevaré a Chimuelo y unos cuantos dragones más, no te preocupes por Grimmel, no tiene idea de dónde queda Berk ahora...

- Oye, oye, pescado parlanchín, a cuántos te llevarás contigo - lo detuvo

- A nadie - Bocón le dedicó una mirada severa - no pienso arriesgar a nadie más - informó con determinación

- Tu sabes que muchos estarán en contra - le advirtió

- No tienen porqué saberlo - le informó decidido de su decisión

- Es la memoria de Patapez, tu no decides por ellos - le apuntó

- Justamente por eso lo hago - susurró antes de desaparecer por la puerta

- ¡Por los Dioses! - negó resignado - ni siquiera Estoico el vasto podría con un espíritu tan terco, terco, así tuvieron que haberle nombrado; Terco Horrendous Haddock III, ese le queda bien - se quejaba entre dientes mientras cojeaba por la herrería

Desde ese día en que se enfrentaron contra la emboscada de Grimmel, Hiccup se decidió, la buscaría por cielo, mar y tierra hasta hayar con ella, no era un intento solamente, no, él no volvería hasta encontrarla, así muriese en el intento, era su destino. Jack tenía un sentimiento similar, también estaba determinado en encontrar a Grimmel el loco y sus sombras que seguramente lo llevarían hasta Pitch Black, por lo que rápidamente elaboraron un plan en conjunto, puliendo los detalles durante su travesía hasta llegar a Berk.

Jack había alistado las cosas que debían llevar, Norte había desaparecido el día anterior junto a Thoothiana, se habían ido junto a Conejo por uno de los túneles, luego de que Hada lo mandara a llamar por medio de sus haditas, cosa que durante el viaje se había visto truncado por la falta de tierra firme. La idea era mandar esferas de nieves para el guardian y el encantador de dragones, así no sufrir algún retraso por la perdida de alguna de estas, como había pasado antes cuando el barco fue hundido junto a la esfera de Norte. Jack se había negado volver con ellos, alegando que debía cuidar de la reina, ya que Elsa se veía imposibilitada de hacerlo por si misma, Norte aplaudió la nobleza del peliblanco, mientras Thoot se mostró recelosa, de todas formas la decisión ya estaba tomada.

Los guardianes prometieron volver después de poner en orden su trabajo, Hada necesitaba volver hasta el palacio de los dientes y Norte debía poner en marcha el plan de fortalecer el taller luego de la última invasión, ya no tenían la navidad encima, pero los deberes continuaban ahí acumulándose.

- ¿Estás listo? - preguntó el castaño apoyado en el portal, Jack terminaba de guardar las medicinas de Kristoff

- Si, los reuniré ahora

- Tiene que ser por el arroyo del lado sur - le indicó - ahí no va nadie - añadió

- ¿Estás seguro de dejar a los tuyos? - preguntó algo dudoso

- Ya te lo había dicho, Jack. No voy a arriesgar a nadie más - respondió desidido

Hiccup guío a los dragones que llevaría con él, entre ellos iban Chimuelo, la furia luminosa, Tormenta, Gronckle, Navajas, los cazavientos de Punzie y Thoot, el triple ataque de Flynn, entre otros más, hasta llevarlos al claro del arroyo que había mencionado, esperando que aceptarán cruzar el portal sin miedo, tras ellos venían Jack junto al grupo, se divisaba a lo lejos como el peliblanco junto a Eugene traian a Kristoff sobre una camilla de campaña.

- ¿Alguien los vió? - inquirió el líder de Berk una vez llegaron junto a él

- Nadie - afirmó Jack

- ¿Qué sucede? - preguntó Anna confundida

- Volveremos a Arendelle - despejó al fin Jack, mientras bajaba a Kristoff algo cansado - Norte nos envió unas esferas

- ¿Enserio? - sonrió aliviada, luego se volvió hacía su prima - Punzie, volveremos

- Lo sé - le correspondió la sonrisa, luego miró a su esposo con ternura, este apretó su agarre con su mano con ternura, luego desvío su mirada hasta Mérida que no parecía tener ni una expresión - ¿Qué dices tu, Mer? - le preguntó buscando incluirla

- Bien - se encogió de hombros, Hiccup la observaba disimuladamente

- ¡Bien, comencemos! - trató de concentrarlos, todos tomaron atención - iremos hacia Arendelle

Hiccup agarro la esfera que Jack le había entregado la noche anterior, para luego hacer memoria de los jardines del palacio, el primer sitio en que volvieron a encontrarse con el cazador loco y recuperó parte de la esperanza. Luego admiro la esfera para notar como el palacio se traslucia por ella, respiró profundo y lanzó la esfera para materializar un enorme portal, Chimuelo a su espalda retrocedió instintivamente poniendo sus irises como rendijas, pero Hiccup supo calmarlo, logrando calmar así a todos los demás, luego cruzaron juntos, seguidos de los reyes de Arendelle y después los demás, dragones entraban uno por uno cautelosos y recelosos, pero siguiendo a su alfa con fidelidad y devocion, tras todos ellos estaba Jack, Kristoff y Eugene, el guardian echó un ultimo vistazo a la esencia de Berk, un sitio que pudo considerar alguna vez como un hogar, antes de desaparecer por el portal junto a los demás.