Arco 4: El héroe más fuerte.

Capítulo 38: Los hilos que nos mantienen unidos.

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Advertencia: Este capítulo tiene saltos en el tiempo con cada POV, pero sigue la línea del tiempo de la historia hasta ahora.

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Percy POV

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La primera vez que Percy soñó con el niño rubio tenía 7 años, fue algo extraño y sin sentido, pero era un niño rubio sobre una escoba (que volaba como en las películas de brujas que veía a escondidas de su madre) que parecía reírse demasiado alto por la idea de ir más arriba en el cielo; una sensación que Percy no compartía en absoluto. Cuando se despertó le indica a su madre que algo está mal como si faltara algo, pero cuando intenta recordar el sueño simplemente no lo hace.

A veces su mirada se desvía cuando alguien con el cabello rubio aparece.

Aunque nunca es tan claro.

Es raro.

No se parecen en nada, el cabello no es tan platinado y el recuerdo del rostro del niño parece siempre borroso.

Su madre le dice que los sueños siempre tienen un significado, pero Percy no los entiende, son borrosos, a veces volando en una escoba (lo cual hace que su disfraz de 8 años en Halloween sea de brujo) y en otras parece como si estuviera en medio de una enorme mansión; pero todo es borroso.

¿A veces hay pavos reales blancos?

No lo entiende, o no le presta atención, las cosas cambian rápidamente cuando tiene 12 años y se da cuenta que no es tan humano normal como había imaginado. Antes de eso había tenido su último sueño, donde había visto al niño rubio con mucha más claridad y su recuerdo nada un poco en su mente cuando despierta; pero luego su madre "muere" y nada más tiene importancia.

Entonces el campamento mestizo.

Es raro.

Verlo en su espalda tiempo después, el recuerdo de ese niño rubio de sus sueños en la vida real, no sabe cómo sentirse al respecto. Annabeth es una chica linda, lo sabe desde que la conoce y aunque parece odiarlo, Percy no puede negar que es atractiva; aunque con el tiempo siempre siente la necesidad de estar con ella incluso cuando pelean, es como si solamente quisiera estar a su lado y su meta siempre es hacerla sonreír (lo cual entendería más tarde). Pero al igual que ella este chico Malfoy tiene algo raro, como un aire de no pertenecer en el lugar que rápidamente hace que se sienta interesado en él.

Después de todo, Percy sigue siendo un chico raro ahí.

Entre chicos raros se podrían entender.

Pero Draco es...

Molesto, muy molesto, de esos niños que suele evitar en sus escuelas y a pesar de eso, tiene algo en sus ojos que le llaman la atención. Percy no sabe si creer en el destino, usualmente no creería en esas cosas, pero usualmente no creería que es el hijo de Poseidón.

Y lo es.

Así que muchas cosas de su realidad han sido alteradas.

Percy odia a los niños como Draco y aun así… Draco fue quien dio un paso adelante para quedarse en el inframundo para liberarlos. Antes de eso había pensado en este como alguien a quien proteger, tan perdido como el propio Percy en un mundo que no da descanso, que podría luchar a su lado y que luego de una misión obligada a unirse por un vínculo que nadie entiende, parecía emocionado por la aventura al lado de ellos; por un amigo en quien confiar.

No.

Draco era más que eso, dio un paso al frente, no dudó, confió en él.

Grover y Annabeth eran sus amigos cercanos, que logró apreciar luego de toda la aventura, pero Quirón tenía razón en algo, el vínculo era real.

Fuerte.

Diferente.

Porque cuando lo vio dar un paso al frente de Hades, no fue como perder un amigo, era como perder algo de su alma.

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—¿Percy? —Salta un poco cuando Draco aparece a su lado, había llegado de sus clases con Amos, ya saben el mago egipcio del que no debería saber nada.

Había estado en su habitación mirando al techo pensando en cuando era niño y soñaba con alguien que se parecía a Draco.

¿Sería Draco?

A veces piensa que sí, a veces piensa en preguntar, no lo hace. Ya el vínculo de ambos es muy raro y aunque sus sueños en el campamento mestizo tienen significado, antes de este parece solo especulaciones. También piensa que es raro confesar que ha soñado a veces con Draco cuando era niño, claro es su mejor amigo y es bastante atractivo para ser un niño.

Pero es raro.

Simplemente no.

Se lo ha dicho a Annabeth y aunque ella parece triste, lo anima a que lo hable con Draco, pero no lo hace. No disfruta de ver a Annabeth triste, quiere que ella sonría, es demasiado hermosa cuando sonríe; pero tampoco quiere pensar en eso porque es complicado.

Es algo solo suyo.

Su propio secreto.

Ahora que viven juntos porque Draco ha decidido quedarse en América un año, bueno, no quiere hacer las cosas raras.

—Hola, Draco ya llegaste, estaba pensando en cosas —dice sentándose y sonriendo emocionado. Draco es su mejor amigo y siempre ayuda mucho a su estado de ánimo tenerlo cerca.

Suele ser muy divertido, especialmente al inicio donde no sabía nada y era obligado por Percy a explicarle todo del mundo como si fuera un niño. Al inicio pensó que era muy raro, pero ahora conociendo más sobre sus culturas mágicas, entiende muchas cosas. Como que su mejor amigo vivió bajo una roca los primeros 12 años de su vida.

Y que no puede sacar un conejo de un sombrero, lo cual es decepcionante.

Draco le arroja un abrigo, Percy se queja de dolor.

—¿Eso por qué fue?

—No ocupo el vínculo para saber que pensabas algo estúpido.

Percy hace un puchero y se pone sobre sus pies, recordaba que era salida de los lunes, una que su madre solía organizar desde que Draco había llegado para enseñarle más sobre el mundo muggle; sigue sin entender bien por qué le dicen muggle si son humanos normales.

Sally tararea esperándolos en la entrada.

—¿Qué toca hoy? —cuestiona Percy sabiendo que se quedará dormido a mitad de cualquier obra o película que elijan esos dos.

Al menos Draco había apreciado el talento de la película de Batman que vieron la semana pasada.

—Hamilton —dijeron tanto Sally como Draco al mismo tiempo, si no viera las diferencias físicas y conociera a su madre de toda la vida.

Bueno.

Dudaría quién es el hijo biológico de ella.

Mientras ven el musical en el cual Draco comienza a verse emocionado y su madre se ríe con él, Percy sonríe de reojo al ver cómo desde que se hizo mestizo y Draco Malfoy entró en su vida, la verdad es que las cosas con su madre se habían vuelto más iluminadas. Sally ahora reía todo el tiempo, tenía esos momentos de cuidado de la piel (a la cual Percy se había visto unido más veces de las que quisiera) y tenían dinero que le permitía a ella estudiar.

Draco por otro lado también se ve mucho más feliz, libre de lo que recordaba de sus primeros días del campamento.

Ve a Draco cantar «Non Stop» con Sally de regreso a casa luego de pasar por una pizza, un batido de manzana para Draco y uno azul de arándanos para Percy; se ríe cuando Draco comienza a hacer muecas como si fuera un actor y piensa que la vida de él también se ha vuelto más feliz.

Mientras ve a su madre y a su mejor amigo reír.

Percy piensa que podría acabar con cualquier monstruo que hiciera lo que fuera para que esas sonrisas desaparecieran en su rostro.

Ambos son su familia.

Son suyos.

Percy ama demasiado para que alguien lastime lo que es suyo.

—Why do you assume you're the smartest in the room? —canta Percy de forma divertida y Draco se ríe antes de continuar la letra.

—Soon that attitude may be your doom! —cantaría Draco antes que Sally se uniera.

—Why do you write like you're running out of time? —añadiría Sally y Percy solamente la miraría sonreír con emoción en sus ojos.

Sí.

Percy no cambiaría su vida por nada.

Se pregunta brevemente, sobre qué habría sido su vida si no estuviera Draco en su vida y el pensamiento simplemente se siente molesto en su pecho. Por algún motivo ahora Draco simplemente parece ser parte de su vida, algo ya suyo y que es de su pertenencia, por lo cual Percy no va a dejar que le quiten esto nunca de su lado.

Draco termina tropezándose y cayendo al suelo por estar viendo atrás en una vuelta.

Percy le ayuda a levantarse, luego de reírse como diez minutos.

Tienen que volver por otro batido porque Draco está por llorar al perder el suyo.

Percy ama su vida.

Es feliz ahora.

Sally ha vuelto a cantar en las mañanas y Percy sonríe cuando se despierta con la melodía de su madre.

Su vida es perfecta.

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POV Harry

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Harry tiene muchas cosas que preocuparse antes que el molesto de Draco Malfoy, como cuando casi pierde el tren, debe montar un coche volador y recibir un castigo de Snape en su primer día de segundo año. Es un chico grande ahora, no es tan malo como en su primer año cuando todo era nuevo, pero tampoco es tan viejo como los chicos de séptimo; pero no es totalmente nuevo. Admite que tal vez sí buscó la melena de Malfoy ese primer día de desayuno cuando todos estaban hablando sobre Ron y Harry llegando en un coche volador.

Porque los trataban como héroes, quería ver el rostro amargo de Malfoy porque claramente no era el centro de atención.

No estaba.

Fue raro, un pensamiento fugaz, porque usualmente Malfoy no se pierde.

Su cabello destaca demasiado.

Estaba tan acostumbrado a su culo molesto en primer año, que se sorprende ligeramente de no verlo ese día, para pasar de lado porque todos hablan de él y se siente asombroso volver a casa.

Este es su hogar.

No los Dursley.

Hay una pequeña incomodidad en su pecho al pensar en Malfoy, como si algo le dijera que no estaba ahí el chico.

Lo ignora.

Es estúpido pensar en Malfoy.

Pero las primeras clases con Slytherin, debe ser sincero, notó la ausencia del idiota que solía molestarlo fácilmente. Miró a la clase curioso, pero, aunque los dos guardaespaldas de Malfoy parecían perdidos y entre ellos mismos parecían hablar al respecto, no parecía que nadie tuviera alguna idea de donde estaba Malfoy.

—Mejor que ni vuelva, nadie lo quiere por aquí —había dicho Ron con emoción, cuando el rumor de que Malfoy no vendría en todo el año se comenzaba a esparcir.

Harry asintió con él, sería como un soplo de aire fresco no tener a una persona tan molesta a su alrededor.

Incluso Hermione no pudo evitar alegrarse cuando Malfoy no fue más que malvado con ella.

—Es raro, escuché que estaba en América, o eso dice Lavender Brown —había dicho Hermione una mañana, aunque en realidad el chisme no duró mucho.

La cámara de los secretos fue abierta y, con su suerte, Harry fue elegido como el principal culpable.

Típico.

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Aparentemente hablar Pársel era de mala suerte, lo cual sería genial que alguien se lo dijera, antes que todo el colegio se diera cuenta. Harry se siente cansado de este año y aunque no es un pensamiento recurrente, tiene celos ante la idea de Malfoy en otro colegio; ama Hogwarts, pero este año era un desastre. Todas las cosas que pensaba tendrían, no las tiene y el pensamiento de Malfoy suele colarse cuando ve algún miembro de Slytherin y odia la idea de que esté un poco traumatizado para pensar siempre en ese idiota pomposo. Es como si esperara que alguien saltara y lo molestara por ser él, en cambio todos le tienen miedo y el pensamiento de que Malfoy se burlaría en lugar de temerle le molesta más de lo que admite.

Era ignorado por las serpientes.

Fue increíble.

No volteaban a verlo, fue sorprendente pensar en la influencia de Malfoy en sus vidas eran lo único que lo hizo de alguna forma destacar en esta casa.

Sin Malfoy, los Slytherins lo ignoraban.

—No es tan malo. —Harry detuvo sus pasos, porque estaba acostumbrado a que todos corrieran al verle, así que aparte de Ron y Hermione estaba comenzando a evitar a todos.

Suspira al escuchar la voz de Brown, que desde vacaciones de navidad parecía un poco retraída.

Aunque habían tenido un plan para entrar a la sala común de Slytherin para buscar sospechosos del príncipe Slytherin, solo se habían topado con un Theo Nott que había ignorado sus disfraces por multijugos, Blaise Zabini que estaba charlando con Pansy Parkinson molesta de que Malfoy no contestara ninguna de sus cartas; se enteraron más de Malfoy que del príncipe mestizo.

Fue molesto.

Pero Ron señaló a su pesar, que era sorprendente que Malfoy desapareciera de todo medio social y eventos importantes incluso en otro país; algo sobre sangre puras que no entendió y sagrados 28 que menos.

No es normal.

Aunque Ron parecía feliz de la mala suerte de Malfoy y su mala publicidad, Harry tuvo algo de curiosidad. No parecía que Malfoy fuera la clase de niño que disfruta de su fama por el suelo, era un idiota, pero simplemente parecía algo que no haría el chico.

¿En qué se habría metido?

—Lav, cariño, ya dijiste eso, Malfoy es un idiota; listo y atractivo, pero todos saben que es un Slytherin de pies a cabeza. —Regresa a sus pensamientos Parvati Patil.

Harry se asoma un poco por la esquina curioso, ambas niñas se han detenido en medio de un pasillo y Lavender parece morderse el labio incomoda.

¿Malfoy atractivo?

Por favor, era un idiota con el cabello peinado como si usara un kilo de gel o que una vaca paso su lengua por su cabeza. Harry pensaba que era un chico feo no solo mentalmente.

Las niñas están locas.

—Tal vez no sea tan malo, tal vez sea diferente cuando vuelva de América. —Parece querer defenderlo, pero Parvati solamente se ríe sin humor.

—Lo dudo, ahora vamos que tenemos que traer el libro que dejaste olvidado, deja de fantasear con Draco Malfoy o creeré que estás enamorada de él y no te tu querido niño zanahoria. —La empuja Parvati riéndose cuando Lavender se sonroja indignada y la sigue corriendo diciendo que guarde silencio.

Harry las ignora, piensa en Lavender enamorada de Malfoy y suspira con lástima.

Pobre niña.

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Harry sueña en su verano, es molesto, hay cíclopes, gigantes, caballitos de mar y en ocasiones siente que se ha estado corriendo por un largo camino sin finalizar. Cuando se despierta los sueños parecen borrosos en su mente, pero a veces es como si levantara la mano y sintiera que sujeta una lanza. A veces siente que tiene sueños como pesadillas, recuerdos cuando estaba dentro del armario y nadie podía sacarlo de ahí, encerrado en la oscuridad donde alguien en las sombras solamente tomaba asiento a su lado, no decía nada; solo estaba ahí y se siente menos solo.

Molesto.

Pero al menos no son sueños con basiliscos.

No quiere revivir sus recuerdos de segundo año y mejor espera que este tercer año fuera mejor, Hogsmeade sería permitido y no puede esperar para ir con sus amigos.

¿Malfoy regresará este año?

No es un pensamiento común, pero se sorprende en ocasiones pensando en él, aunque nunca lo diría en voz alta, se siente mal.

Pero en primer año había sido una constante que perdió en segundo año y que odia haber notado más de lo que le gustaría admitir; seguramente seria el mismo chico idiota que recuerda, pequeño, con el cabello con un kilo de gel que era un imbécil.

—Púdrete, Malfoy —susurra antes de regresar a dormir.

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Algunas semanas después cuando lo viera entrar por el comedor, mucho más alto que él y casi del tamaño de Ron, con el cabello desordenado de forma algo americana, mirada altanera pero segura y un paso firme por el comedor; bueno, Harry tendría solo un pensamiento horrorizado al sentir algo inquieto en su pecho cuando este sonríe de forma descarada a otra persona.

Jodida mierda.

Está caliente.

Que es un pensamiento que vomitaría con asco por haber entrado a su mente.

Solamente el principio del fin.

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POV Annabeth

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Annabeth a veces siente el vínculo con Draco, este siempre parece intentar contenerlo, pero a veces sus emociones son demasiado claras; especialmente cuando están en el campamento. Sus hermanos han investigado el vínculo varias veces, fascinados por lo que representa y curiosos por lo que significa por Annabeth. Generalmente son cosas positivas, hasta ahora solo han visto lo bueno del vínculo y sus múltiples usos, aunque está segura que entre Percy y Draco aún guardan secretos de qué tan lejos han llegado, lo que hace que Annabeth suspire.

Se encuentra celosa al respecto.

De la cercanía inmediata de Percy y Draco, cómo orbitan a su alrededor, cómo ambos son tan importantes para el otro.

Pero, aunque en otros aspectos sabe que debería no sentirse celosa, también es increíble cuando se siente celosa no de Draco, si no de Percy.

Ella también tiene un vínculo.

¿Por qué no puede ser tan importante para Draco también?

Se ríe ante el pensamiento.

A veces se siente como una niña pequeña, otra vez, en medio de un refugio esperando que Thalia y Luke lleguen a rescatarla. Quiere que ambos la vean a ella, pero aun así Thalia y Luke habían tenido un lazo mucho más especial del que tuvieron con Annabeth. Se siente un poco así con Draco y Percy, pero de alguna manera se siente mejor porque Percy la ve a ella (es un idiota, pero Annabeth sabe que llegará ahí) y Draco la quiere también lo suficiente para darlo todo por ella si fuera necesario.

Cada vínculo para Draco es especial, diferente a su manera, pero algo único que atesora.

Dio un paso atrás cuando vio sus sentimientos (y los de Percy), porque sabe que eso lo hizo feliz, aunque Annabeth estaba dispuesta a hacerlo también si Draco se lo pidiera.

Duda que Percy sepa eso de él mismo, que, con solo un ligero cambio, podría obtener todo lo que quisiera de Draco.

—Sé que es irónico decir esto de mi parte, pero deja de pensar tanto —habla Malcolm llegando a su lado en medio de la sala de estudio de su cabaña.

Una biblioteca gigante llena de libros antiguos en griego, que Annabeth disfrutaba leer varias veces cuando tenía tiempo libre. Su hermano mayor de cabellera rubia y ojos grises parece divertido al verla, pero Annabeth lo ignora para seguir leyendo sobre el libro en sus piernas.

—Estaba investigando sobre vínculos, increíblemente vago, me pregunto dónde estará esta información —habla Annabeth con una mano en su mentón.

Odia no encontrar la verdad de las cosas, siente que es algo sumamente obvio y que no puede verlo.

Pero lejos de los vínculos empáticos que algunos sátiros pueden hacer, lo que sea que envuelve el ser de Draco Malfoy es un total misterio. Frunce el ceño, pensativa, aún está pensando sobre el incidente con el juicio de los olimpos donde claramente querían asesinar a Draco y eso no la ha dejado estar tranquila los últimos días. Aun con la ausencia de Potter, Draco sigue en el campamento, aunque deberá irse pronto, el chico parece un poco aliviado a pesar que casi muere.

Y Percy como la mayoría cercana a Draco, está sufriendo con temor a que algo le suceda.

Como si fuera a morir.

—Sé lo difícil que es tener algo y no poder comprenderlo, pero aunque dudo que me hagas caso, hay secretos que es mejor no desvelar —anuncia Malcolm y Annabeth lo mira fijamente.

Este se sonroja un poco, al igual que todo hijo de Atenea, demasiado curioso para su propio bien.

Tampoco son los mejores jugando Scrabble, pero en general todo niño con dislexia es malo jugando Scrabble si no es en griego antiguo.

—Habló la mosca de higiene,

—Lo digo en serio Annabeth. —Más miradas incrédulas y su hermano mayor solo levanta las manos rindiéndose, usualmente genera eso en las personas y se siente orgullosa de ello—. Solo quiero decir, que todos por aquí parecen pensar en ese vínculo como algo bueno y estoy casi 83.5% que están equivocados. —Ante esas nuevas palabras se alarma.

Malcolm no dice números al azar, el chico es de los mejores analistas de datos y usualmente cada uno de sus porcentajes siempre es el correcto. Especialmente en las luchas de capturar la bandera, donde siempre tiene buenas probabilidades sobre quienes podían aparecer en cuales lugares. De hecho, en el campamento habían hecho una broma hace tiempo, cuando Malcolm había rechazado la amistad de Luke alegando que tenía un 52.9% de porcentaje para convertirse en alguien peligroso; pensaron que había sido su única falla.

Su error.

Y luego años después vieron que no lo fue, nunca lo restregó como otros de sus porcentajes, incluso el propio Malcolm había querido pensar que se había equivocado.

De hecho, luego de que Luke se fue, no solía dar estadísticas y tampoco participar en apuestas, siempre luciendo pensativo.

Hijo de Apolo pensaron que era.

Pero no.

Fue reclamado por Atenea.

—¿A qué te refieres? —demanda Annabeth con algo de inseguridad en su espalda, a lo cual Malcolm parece un poco pensativo antes de suspirar.

—Sabemos que el vínculo que tiene es el mismo que tuvo Patroclo, lo cual ya es algo para sospechar que algunas cosas podrían salir mal. También que esté fuera de las profecías es algo alarmante de una persona que no se puede controlar.

—Él no pidió eso.

—Nunca dije que lo fuera.

Malcolm ve a Annabeth cansado y Annabeth se tensa al saber que está tomando esto demasiado personal, pero no puede hacer otra cosa cuando tocan a Draco o uno de los suyos. Juega con su collar de cuencas, que Malcolm ve un momento antes de tomar asiento a su lado.

—Annabeth, me agrada Draco. —Voltea a verlo mal haciéndolo sonreír—. Sí, sé que en ese primer verano lo odié como casi todo el campamento y hasta el mismo Draco dice que era un idiota; pero ha cambiado, es diferente ahora. Se puede confiar en él y lo he visto en la lucha, claramente es de nuestros mejores guerreros ahora y solamente crecerá. —Bien todo suena asombroso.

—¿Pero? —pregunta con una ceja alzada, porque siempre hay un, pero.

Malcolm dura unos momentos en silencio.

—Es peligroso, su forma de crecimiento alcanza casi tanto a Percy como a Thalia, hijos de los tres grandes, lo que significa que su padre olímpico debe ser alguien importante. La manera en cómo el peligro siempre lo rodea, parece como si alguien lo quisiera muerto y estos vínculos… —Señala a Annabeth, que se tensa—, son fuertes sí, pero cada vez que se hacen más fuertes me preocupa que pasaría si se rompen, tanto por él como por los demás.

—No se van a romper.

—¿Por qué estás tan segura? —Annabeth quiere responder, pero la voz le falla y mira sus manos preocupada, con una nueva variante que nunca quiso pensar—. Todo lo creado se puede romper, todos piensan que estos vínculos son buenos porque los han ayudado, pero solamente puedo ver que con cada movimiento que los hace más necesarios o los une, simplemente como algo de doble filo. Muchas cosas buenas sin ninguna mala no es algo equilibrado.

—No se va a romper.

—Patroclo murió, su vínculo se perdió y Aquiles enloqueció; simplemente no quiero que eso te pase a ti.

Malcolm no dice nada, se marcha dejando a Annabeth pensativa.

No.

No es posible.

Pero las probabilidades están ahí, incluso mínimas, que el vínculo se pueda perder, algún día podría romperse ya que no saben cómo funciona y por ende no saben cómo protegerlo. Con la respiración agitada sale de su cabaña, queriendo buscar aire antes que todo parezca asfixiarla.

Como si sintiera otra vez el peso del cielo sobre sus hombros.

Sola.

Aterrorizada.

La idea de perder a Draco la hace querer enloquecer.

—Annie. —La voz de Draco la detiene, levanta la vista viendo al chico llegar a su lado.

Cabello más claro que el suyo, piel un poco más morena que el primer verano, gracias al sol en el campamento aunque demasiado blanco, ojos grises de alguien que podría ser su hermano; ropa de campamento que sabe que Draco ya no odia tan en secreto.

Ojos preocupados.

Siente el vínculo, sonríe nerviosa, intenta tranquilizarlo y odia las palabras de Malcolm.

Esto no es malo, es precioso, siempre quiso pertenecer a alguien de esta manera y sabe que los otros vínculos de Draco también se sienten así.

Pertenecer.

—Estoy bien, Malcolm dijo una estupidez que me enojó —intenta tranquilizarlo, Draco ve mal hacía la cabaña de Atenea como si eso sirviera de queja de alguna forma.

Toma su mano, su cuerpo se relaja automáticamente.

—Ignóralo, es un idiota, vamos a la pared de lava.

—¿Pensé que la odiabas?

—Sí, pero ver a Percy sufrir porque Will lo retó es divertido.

—Will tiene el mejor récord del campamento.

—Exactamente.

Annabeth ríe feliz sujetando la mano de Draco, quien camina con ella con una sonrisa divertida contándole sobre las locuras de Lavender en la cabaña de Hermes. Cuando llegan a la pared de Lava, Draco la atrae a él en un abrazo mientras se sientan en el suelo, con Nico que claramente grita su preferencia a Will, este sonríe emocionado y Percy se ve molesto.

Cuando termina.

Percy se queja con Draco por estar demasiado cerca de ella.

—Annie es soltera y es preciosa, tal vez debería decirle que sea mi novia. —Le guiña un ojo para mostrar su broma, que hace a Annabeth sonreír cuando Percy se vuelve rojo.

Celoso por quien, Annabeth siempre tiene esa duda, pero no le importa, porque a veces también ella se confunde por eso.

—Eres rico, comprensible y atento, claramente tenías que ser gay —bromea antes que Will convenza a Percy de una revancha, que el idiota toma, porque es un idiota adorable.

Nico se ríe.

—Mi única debilidad —bromea Draco y Annabeth suelta una risa.

Feliz.

Olvidando que le preocupa.

No, esta vez Malcolm tiene que equivocarse, estos vínculos son fuertes y nadie podría romperlo, ella no piensa permitirlo.

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POV Nico

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—Los vínculos pueden romperse, es peligroso, especialmente porque Nyx está a cargo. —La voz de Patroclo hace que Nico se estremezca nervioso.

Había ido a los campos de Elíseo para entrenar, como solía hacer varias veces por semana. Se supone que los vivos no deberían poder venir aquí, pero como hijo de Hades tiene un poco de holgura cuando su padre hace de la vista gorda. Hasta ahora el único que sabe sobre esto es Will, pero es porque Will es su mejor amigo y este lo sabe todo sobre Nico.

Menos que estaba teniendo sentimientos por él.

Hasta ahora solo Draco sabe eso, no se siente muy cómodo con que sus amigos lo sepan, porque Nico no entiende tampoco sus propias emociones.

No importa.

Aquiles y Patroclo suelen ser los mejores guerreros para entrenarle, siempre tienen tiempo disponible y Patroclo quiere a Nico, por lo cual puede mangonear a Aquiles para que lo entrene. Es un poco divertido verlos a ambos, como un viejo matrimonio, que le hace pensar a Nico que, incluso siendo un chico, tal vez algún día pueda encontrar a alguien que lo vea de la misma forma que ellos se ven.

Había querido a Percy.

Su emoción por un héroe siempre le atrajo, se veía tan genial y Nico quería ser como él.

Pero Percy tenía a Annabeth e incluso si no le tuviera, no duda que elegiría a Draco antes de siquiera pensar en él.

Y dolía.

Dolía mucho.

Pero no importa, ahora tiene personas que lo aman, como el matrimonio Malfoy, Draco, Bianca y Will. Ser rechazado románticamente sin haber dicho algo dolía como una perra, pero no estaba solo, Draco siempre le enseñó que no estaba solo y que tal vez, solo tal vez, amar a un chico no era tan malo.

No puede serlo.

Espera.

Piensa en el mito donde los seres humanos eran antes una sola criatura, donde se separó por el temor de los dioses, donde un hombre y una mujer que antes fueron una criatura estaban destinados a encontrarse. Nunca había sido su historia favorita.

Lo deja de lado por su salud mental.

—¿Por qué Nyx? —pregunta confundido, Patroclo solamente suspira mientras Aquiles agita su lanza.

—Era una perra.

—Aquiles.

—Lo siento, Patroclo, pero sabes que es verdad.

Nico sabe que a Patroclo le gusta la forma en que Aquiles siempre dice su nombre.

Se pregunta no por primera vez si alguien alguna vez dirá su nombre con tanta adoración como el héroe de la lanza.

—Nyx es el ente primordial de la oscuridad obsesionada por el equilibrio, cuando fui creado era para representar la debilidad de Aquiles. Si tu amigo tiene la misma maldición, significa que de alguna forma algo representa un desequilibrio, dudo que Nyx pensara en alguna vez tener otra persona con mi maldición —habla el moreno con una mano sobre su mentón.

Nico ve a Aquiles gritarle a lo que parece uno de sus viejos camaradas de tripulación, que aún disfruta de luchar para que hagan un sparring.

No sabe por qué.

Estuvo entrenándolo como 3 horas, apenas si siente sus músculos.

—Me cae bien Draco, el vínculo siempre se siente cálido —admite un poco tímido, haciendo que Patroclo sonría con amabilidad.

Siempre es amable.

Nico quisiera poder hablarle sobre su amigo más, pero duda que pueda quedarse mucho más en este lugar sin levantar sospechas o que su padre venga a reprenderlo.

—A mí también me agrada ese Draco —musita Patroclo a nadie en específico.

Es curioso, sus ojos siempre parecen saber más de lo que dice, pero no puede decirlo a ciencia cierta.

—Yo creo que ese niño Will es divertido, ojalá pueda conocerlo, siempre hablas de él —añade Aquiles, quien ganó una batalla con demasiada facilidad.

No sabe por qué, pero Nico se sonroja, probablemente porque Aquiles es un idiota demasiado sobrevalorado.

Ambos espíritus se ríen mientras Nico gruñe.

Idiotas.

Nico solo sonríe mientras camina, piensa en Draco y no puede pensar más que en la palabra "Familia" y eso sin duda lo llena de felicidad.

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POV Bianca

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Bianca detiene su movimiento, Thalia frente a ella solo sonríe con orgullo lo que hace que Bianca salte un poco sobre sus pies emocionada de que al final pudiera dominar el movimiento. Si bien Thalia era la lugarteniente de Artemisa, tenía muchas ganas de siempre entrenar con Bianca. Era como si algo en ambas al ser hijas de los tres grandes, provocaba que la chica la viera como alguien que pudiera seguirle el ritmo. Lo cual era una locura, porque Thalia era una máquina a la hora de luchar y Bianca apenas estaba aprendiendo a usar sus poderes.

Había usado sus poderes en la lucha contra Atlas, pero luego de eso intentaba no usarlos tantos.

Artemisa quería que fuera una guerrera por sus propios medios, así que Bianca estaba entrenando tanto como era posible. Aunque había escuchado de Draco, sobre cómo Nico comenzaba a tener una gran afinidad para usar sus poderes de la sombra.

Tuvo un poco de envidia.

Parecía natural para Nico, mientras que para Bianca era como usar algo en su cuerpo que estaba ahí, pero al mismo tiempo no pertenecía. Thalia por otro lado parecía usar los rayos casi como si fuera natural, era una hija de Zeus orgullosa de eso, pero Bianca aún tiene dudas sobre Hades.

No lo conoce todavía.

Nunca se presentó ante ella.

Pero Nico ya había hablado con él, aunque siempre comentaba entre llamadas que era un idiota, lo cual hizo a Bianca suspirar resignada. Cuando eligió ser una cazadora, eligió el manto de Artemisa antes que su padre olímpico y puede que ahora esté pagando esa consecuencia.

Está bien, se dice varias veces, ella eligió a las cazadoras.

—Tenemos que estar alertas, Bianca, una guerra se acerca y eres mi hermana de armas —declara Thalia divertida, antes que alguien más la llame y ella se apresure con las chicas.

Bianca asiente.

Durante meses ha estado viajando con las cazadoras, algunas de ellas le han dicho que el tiempo dejará de parecer relevante, pero Bianca no quiere que esto pase todavía. Una vida como cazadora (si no muere antes) es demasiado larga, lo cual está bien para ella; pero piensa estar consciente de la vida por ahora y el tiempo, al menos hasta que Nico muera.

No quiere que muera.

Pero es un mortal, aunque los semidioses de forma correcta pueden vivir más que los humanos, en algún momento tendrá que morir. Y si Nico decide reencarnar, Bianca espera poder convencer a su padre que le diga cómo, para protegerlo tanto como pueda en cada vida que Nico decida tomar.

Aunque Artemisa parece más preocupada por el día que Draco muera, es el amigo de Bianca y aunque los chicos no son permitidos, Artemisa parece tener a Draco como uno de los chicos a quienes proteger por el bien de Bianca. Al parecer, los dioses piensan que los vínculos rotos como los que tiene Bianca con Draco, podrían ser una completa tortura si son cortados.

Bianca no quiere pensar en eso.

A veces cuando está en sus viajes y se siente agotada, puede sentir el aliento de Draco a la distancia, como una pequeña manta cálida sobre sus hombros que le recuerda que en una parte del mundo hay un amigo que cuenta con ella.

Nico está en buenas manos.

Incluso si Bianca a veces siente una punzada de celos de la cantidad de veces que Nico habla sobre Draco en sus charlas, sabe que es lo mejor. Draco puede ser un mejor ejemplo de lo que Bianca pudo ser, así que está bien, tiene que aceptarlo y seguir adelante.

Entrenar.

Ser fuerte.

Para poder defenderlos a ellos de ser necesario.

—Cuidado con apuntar. —Bianca salta un poco y la flecha erra, pero al voltear y ver a Lady Artemisa luciendo pensativa solo hace un pequeño saludo.

—Lo siento mi señora, estaba pensando en Draco.

—Curioso, yo también.

Bianca mira a su líder confundida, pero Artemisa solamente tiene la mirada perdida a la distancia. Bianca sabe que Artemisa no le agrada mucho Draco, especialmente porque sale de las profecías de su hermano y también, porque según contó a las cazadoras bajo juramento de no decir nada, es que la sangre de Draco está unida a la de los magos. Algunas de las más viejas cazadoras parecieron alarmadas por eso, pero Thalia solamente había fruncido el ceño.

Una vez, entre susurros de confianza, Thalia dice que vio mucho en Draco de su hermano muerto, pero nunca habló más.

Bianca no preguntó.

Pero las cazadoras, parecían saber el peligro que Draco representaba para los olimpos, pero parecían confundidas cuando Artemisa comentó que votó a su favor para mantenerlo con vida. Era difícil que un hombre se ganara el respeto de una cazadora, pero Artemisa parecía decidida a protegerlo.

¿Por qué?

—¿Está bien? —preguntó Bianca, hace días sintió intriga en el vínculo de Draco lleno de pesar, pero cuando habló con este, solo parecía cansado.

—Sí, pero la lucha se acerca y creo que Cronos lo quiere de su lado, al salir de las profecías, no quiero pensar en el poder que podría darle al bando enemigo.

Eso suena muy sistemático, Bianca sujeta su arco, porque realmente ella no quisiera que su amigo saliera herido.

Indiferente de sus poderes u oportunidades.

Era algo suyo, pero solo se mordió el labio sin decir nada.

—También mi tía me lo pidió —admite Artemisa rascándose una mejilla ligeramente sonrojada, Bianca voltea a verle curiosa a lo cual la diosa de la luna sonríe ligeramente—. Hestia, ella realmente tiene fe en Draco, así que pensé que sería bueno también tenerle fe.

—Yo le tengo fe.

Las palabras salieron un poco más firmes de lo que quería, Artemisa le vio curiosa un momento, antes de sonreír, pero no llegó a sus ojos y eso preocupó a Bianca.

—Muchas buenas personas le tienen fe, espero que no se equivoquen, o podría costarnos el Olimpo en el momento que Draco decida seguir los pasos de Orion Black —musita Artemisa antes de irse.

Dejando a Bianca sola, viendo el arco en sus manos, con el rostro fruncido y pensativa.

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POV Will

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La primera vez que Will vio a Draco pensó que era un idiota, claro que Lee le dijo que no puede decirles a otros que son idiotas, aunque parece pensar que Lee tenía el mismo pensamiento del niño que no dejaba de quejarse de todo y por el cual, Will tuvo que velar en contra de su voluntad más de lo que le gustaría. Entonces a veces se encuentra sorprendido pensando en que Draco fue su primer crush real, como también su salida del closet como bisexual; las chicas le siguen pareciendo lindas. Will puede recordar esos veranos con Draco, usualmente este estaría siempre con Percy, pero en ocasiones voltearía a ver a Will con enormes sonrisas como si significara algo para él.

Lo supo.

Siempre supo que no era romance.

Porque para todos era obvio que Draco estaba enamorado de Percy, menos Percy, claro.

Porque Percy quería a Annabeth.

Dolor de cabeza.

Will recuerda las charlas de Draco, como comenzaron pasó de quejarse a hablar sobre cosas emocionantes del campamento. Cómo escucharía a Will hablar sobre lo que le gustaba y le dejaría ser como quisiera ser, no era el niño nuevo sanador que sus hermanos miraban con expectativas, para Draco, Will era otro campista más y eso era algo que disfrutaba Will.

Claro, ambos eran pésimos en tiro al arco y más de una vez fueron expulsados de las clases.

Pero estaba bien.

Fue una primera persona genial de la cual enamorarse, incluso cuando lo rechazó, Draco fue terco en quererlo en su vida al punto de darle un vínculo casi a la fuerza; fue conmovedor a su manera. Draco pasó de ser el niño problemático en su primer verano, a convertirse en alguien capaz de enfrentar monstruos para proteger a los demás, de correr, saltar, luchar y ser la imagen de un héroe.

Luego murió Lee.

Todo fue un caos.

Michael podría ser un gran líder de cabaña, pero haberlo sido bajo la sombra de Lee muerto, hizo que todos sintieran una opresión en el pecho. Lee había sido su líder por un largo tiempo, pero ahora no estaba y Will no puede ver la cama de Lee en su cabaña sin sentirse un poco enfermo.

—Tienes que descansar —demanda Nico, atrayéndolo a la realidad, limpia su nariz que había comenzado a sangrar y asiente.

Está bien.

Está a salvo, aún no despierta, pero el padre de Draco ya estaba estabilizado. Toma un segundo para sentarse, antes de ver en el sofá de la habitación a Draco dormir, o, mejor dicho, caer inconsciente luego de pasar las últimas 48 horas sin dormir al lado de su padre. La señora Malfoy estaba quedándose en una habitación de la gran casa, aunque ahora estaba hablando seriamente con Quirón, como siempre hizo desde que llegó aquí cuando Nico los hizo viajar por las sombras.

Lo cual también causó que Nico durmiera muchas horas.

Todo era un caos.

No solo eso, Draco había tomado solo un descanso para dar un discurso frente a los campistas anunciando que era un semidiós mitad mago, antes que Quirón pudiera detenerlo. Muchos parecían curiosos, notó que Nico había parecido menos sorprendido y supuso que al vivir con la familia Malfoy sabía algo del tema. Quirón explicó que los panteones deberían estar separados, antes que Lou Ellen gritara que ella asistía a una academia de magos aquí en USA y sinceramente Quirón dejó de intentarlo.

Annabeth parecía más que curiosa de preguntar cosas, pero en general estaba bien y le daba espacio a Draco que parecía estar en crisis de pánico todo el tiempo por su padre.

Todo estaba bien.

Solo una guerra sobre ellos.

—Esta estable, solo ocupa descansar y pronto estará despierto, aunque no podemos hacer nada con su mano ya que dicen que se desintegró —musito Will casi con pena, porque habría intentado unir el brazo del hombre si hubiera podido.

Quirón y Michael seguramente habrían podido hacerlo.

—Fue desagradable —admite Nico pensativo y sus ojos parecen oscuros, desde que llegó había lucido claramente miserable.

Will tomó la mano de Nico con una leve sonrisa, que su mejor amigo imitó con una más débil.

Ser mejor amigo de Nico fue extraño. Claramente había odiado al niño cuando apareció, porque había acaparado toda la atención de Draco que con mucho esfuerzo logró obtener en ocasiones; pero al final había sido un niño muy agradable. Nico estaba lleno de energía, amaba sus juegos de cartas y siempre tenía grandes sonrisas cuando Draco volvía a verlo. Aunque nunca tan grandes como cuando era Percy, lo que provocó que Will suspirara, porque, así como estuvo enamorado de Draco, era claro para él que Nico tenía el mismo problema con Percy.

No terminó bien tampoco.

El verano pasado cuando Nico vio a Percy y Annabeth besarse.

Lloró.

Will nunca lo había visto llorar, pero el niño había llorado amargamente contra la hilera de árboles, diciendo varias veces que sabía que no lo elegiría, pero al igual que Will tal vez tuvieron esperanza.

Estúpida.

Pero válida.

—Se que no me iba a amar ya que no soy nadie comparado a ella, es solo, duele Will.

—Es un idiota, para mi eres la persona más genial del campamento.

Nico no había parecido creer sus palabras, como si hubiera mentido, Nico era jodidamente genial y asombroso aun como hijo de Hades. Pero aun así Nico había sonreído con lágrimas en sus ojos, Will sintió su pecho apretarse dolorosamente al ver a su mejor amigo llorar. Nico había dicho una tontería como no enamorarse de ningún chico jamás, a lo cual Will le dijo que algún día encontraría a alguien que lo amara como se merecía ser amado.

Su amigo se había reído antes de abrazarlo y Will le regresó el abrazo.

¿Qué más podía hacer?

—Lucius Malfoy está bien, lo prometo. —Hay más de lo que el niño no dice, pero Nico le da una mirada de agradecimiento regresando el apretón de manos.

Se siente cálido, casi como cosquillas en su vientre, pero Will asume que es debido a que Nico está sonriendo y ahora casi nunca lo hace.

Pero sigue sonriendo para él.

Punto para Will.

—Él es genial, cuando lo conozcas, Narcisa y Lucius son los mejores padres, Draco es muy afortunado.

—Tú también.

—¿Qué quieres decir?

Como amaba Will cuando Nico aún lucía de esa forma inocente y curioso, seguía siendo el mismo niño que había reído con él jugando con almohadas.

La guerra no le iba a quitar eso también, pudo tomar a Lee, sus amigos o hermanos, pero no podría quitarle a Nico.

—Ya sabes, vives con ellos, Draco no deja de llamarte hermano menor. —Como solía hacer Lee con Will, pero no piensa mucho en eso o volverá a llorar—. Narcisa te trató con tanto cariño y… eres su familia también —añade con una sonrisa cálida, porque sabe que Nico tiene dificultades para formar parte.

Ser uno de ellos.

Incluso ahora el niño parece no comprender que los Malfoy lo habían adoptado, incluso cuando para Will era increíblemente obvio con solo verlos interactuar algunos días. Narcisa se preocupaba tanto de la salud de Draco como la de Nico, preocupada porque ambos durmieran al tiempo que ella también velaba por su esposo.

—Yo… supongo. —Sí, atrofiado socialmente, pero era su atrofiado socialmente mejor amigo.

Iba a decir algo más, cuando un sonido lo alertó, rápidamente se puso en modo medicina, ya que volteó a ver a Lucius Malfoy con ojos fijos al notar como este abría los ojos lentamente. Parece dolorido, pero por la forma en cómo se logra incorporar con poca ayuda de parte de Will, puede ver que los magos también parecen ser mejores a la hora de recuperarse que los humanos.

Además, si sus himnos sanaron, debe ser por la sangre de Hécate diluida que explicó Quirón a duras penas cuando no dejaron de preguntar.

Los magos son especiales.

—Hola, señor Malfoy, mi nombre es Will, asistente a médico en su caso —habla Will con una sonrisa amable, sin explicar cómo cuando llegó sin un brazo con todo lleno de sangre, Will había vertido todo su poder de inmediato sobre él.

Quirón y Michael dijeron que solo gracias a él fue que Lucius sobrevivió, pero no quiso hablar más del tema, era una persona herida y él un sanador.

Muchas veces pensó que eso era inútil.

Que no servía para nada en la lucha, que solo sanar era algo bajo en el campamento.

—Creo que sanar es genial. Percy casi muere más de una vez, sanar es importante —habría dicho Draco serio con una sonrisa.

—Nunca subestimes a un sanador Will, creo que son importantes, mantienen viva a las personas —musitaría Lavender, quien al final del día se había convertido en una amiga para él.

—Me gustaría sanar, es como lo opuesto a destruir —comentaría Lou Ellen cuando tiene un golpe de baja autoestima.

—Sanar es lo opuesto a lo que puedo hacer, para mí un sanador es incluso más importante que alguien que puede matar, porque logras mantener a las personas en este mundo y eso es algo que nadie más que tú puede hacer; te admiro por eso —dice Nico con seriedad, porque es la primera persona que salta cuando Will tiene mala autoestima y quien usualmente lo hace sentir mejor con lo que es.

Lucius parpadea un momento, aún parece no enfocarse bien y cuando claramente intenta apoyar parte del brazo que ya no está, todo parece aclararse en su mente. Levanta la vista, pero no lo ve a él, Will no se ofende ya que el hombre está viendo a Nico que parece temblar a su lado.

Asustado.

Will lo ve preocupado, pero cuando Lucius palmea su lado, Nico prácticamente salta sobre él en un abrazo asfixiante.

No eran familia su trasero, piensa Will con una sonrisa cuando Lucius palmea la cabeza de Nico que lo abraza totalmente aterrorizado.

—Lo sentí, pude ver a Tánatos, estaba ahí para llevarte… ibas a morir —musita Nico con voz ahogada, a lo cual Lucius solamente suspira.

Aunque en sus ojos parece haber comprensión y curiosidad, como si pensara que también iba a morir.

Bueno.

No en el manto de Will.

Jamás se perdonaría si dejara a alguien morir frente a él, como pasó cuando no pudo ayudar a Lee.

—Está bien Niccolo, estoy vivo. ¿Qué tal Narcisa y Draco?

—Narcisa está hablando con Quirón, y sobre Draco…

Nico y Will voltean a ver al sofá, lo que hace que Lucius voltee, pero al hacerlo solo ven a Draco arrojado sobre el sofá con baba saliendo de su boca, ojeras pronunciadas que ronca ligeramente aun muerto para el mundo. Lucius suspira aliviado antes de regresar el abrazo sobre Nico, que sigue viéndose con ojos un poco hinchados y húmedos como si quisiera llorar, pero sin separarse del hombre.

Entonces.

Este lo ve.

Will por algún motivo que no entiende se siente ligeramente nervioso, como si conociera a alguien importante y no entiende el porqué. Los ojos de Lucius son duros, examinadores, un hombre importante que hace a Will encogerse un poco en su lugar.

—Así que tú eres William —habla el hombre y puede jurar que hay diversión en su voz, cansancio total, pero divertido—. Es genial conocerte, sabes estaba aburrido de escuchar a mis hijos hablar de Potter o Jackson, me alegro bastante que Niccolo al fin hablara de alguien nuevo como tú —declara este.

Un momento de silencio.

Antes que Nico estallara en rojo y viera a Lucius con ojos de muerte, pero este finge no verlo y Will no puede más que sonreír ligeramente sonrojado, abochornado, pero satisfecho.

Nico habla de él.

Y eso lo hizo feliz.

No sabe por qué, pero solo que era feliz así.

—No es cierto,

—Aun eres un pésimo mentiroso Niccolo, tranquilo, te enseñaré mejor.

—Joder.

—¿Lucius?

—Oh, Narcisa cariño, me alegra verte un día más.

Un golpe, Draco ha caído del sofá, todos ríen y por un momento, Will no puede más que pedir que esta felicidad ahora sea eterna.

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POV Lavender

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Draco Malfoy Black está muerto cuando lo encuentre, no solamente había sido un total caos cuando el torneo había terminado y Harry Potter había aparecido con el cuerpo sin vida de Cedric Diggory, si no que Draco Malfoy había desaparecido, de la nada, esfumado para el mundo. Lo llamó por mensaje Iris, pero todos sus amigos mestizos parecían ocupados y los que contestaban no sabían nada sobre él. Lavender no dejó de dar vueltas en su habitación y al final terminó caminando a la enfermería.

Harry Potter tenía una capacidad asombrosa de encontrar a Draco en momentos inusuales, así que esperaba tener suerte.

Claro que el niño estaba traumatizado con la muerte de Cedric, pero bueno, Lavender no puede sentirse mal al respecto.

Sí, duele que un chico lindo y amable como Cedric muriera, pero joder, la muerte de Lee o Castor le habían dolido mucho más. Lee que siempre fue amable al tratarle a la enfermería o como Castor siempre bromeaba con ella sobre los chicos de la cabaña de Afrodita.

Joder.

No quiere pensar en ellos, sus ojos aún se llenan de lágrimas al recordarlo.

—Lavender, veo que tuvimos la misma idea —habla Theo Nott mientras salta a su lado, claramente en el único camino a la enfermería.

Theo era un niño extraño, claro que ahora que sabe que de alguna forma comparten sangre divina, aunque este fuera de sangre romana y Lavender de manera griega, ahora entiende un poco porque siempre se sintió cercana al chico. Aunque alguna vez pensó que podría ser romance, era como si siempre que intentara ver al chico de esa forma algo dentro de ella dijera no, como, asquerosamente no.

Fue diferente que con Ronald Weasley, que antes de ir al campamento mestizo, siempre le pareció un niño lindo y no dejaba de sonreír a su lado.

Ahora no.

Era molesto.

Odiaba a Draco y hablaba mal de él (antes de este año al menos), por lo cual Lavender que era mejor amiga de Draco pensó que era simplemente alguien irritante. Todo lo que una vez le pareció lindo del chico, ahora era molesto y cada vez que lo veía, solamente hacía una mueca antes de seguir su camino.

Parvati parecía divertida por eso.

Bueno, felicidades.

Últimamente pasaba más tiempo con Theo y Draco después de todo, ellos la entendían mejor de lo que cualquier otra persona podría.

—Nadie sabe dónde está, hablé al campamento, todo es un caos —musita Lavender mordiéndose el pulgar, lo que hace a Theo suspirar.

Por suerte Ronald y Hermione no se encuentran, solo está Potter sentado en la cama pareciendo algo perdido y con un parche en su mejilla. Lavender no sabe que pasó, nadie ha hablado mucho del tema, pero algunos rumores sobre Voldemort comienzan a sonar en el castillo. Theo parecía incómodo al respecto y Lavender sabe que tanto su padre como el de Draco son Mortífagos.

Traga saliva.

—Hola Harry, espero estes bien —habla Lavender luego de convencer a Pomfrey de unos minutos con el chico, jurando que no hablarán del torneo.

La mujer también había sido alertada sobre la desaparición de Draco, otro rumor importante junto con la muerte de Cedric.

Siempre siendo el centro de atención supone.

—¿Qué quieren? —Suena enojado, molesto y un poco resentido, Lavender le da una tarjeta libre porque está traumatizado.

De no ser así.

Lo hubiera golpeado.

—Draco desapareció —dice Theo sin irse por las ramas, el rostro de Harry pasa de enojado a uno preocupado—. Nadie sabe qué pasó con él, solo que antes de que terminara la tercera prueba no apareció más; tampoco sabemos nada de los Malfoy —añade casi preocupado, lo que hizo que Harry frunciera el ceño antes de bajar la mirada.

Lavender ve entre ambos preocupada, pero entonces Theo solo bufa, Harry sujeta la sábana sobre sus piernas.

—No estaba ahí. —Ahora tanto Lavender como Theo voltean a verlo—. Lucius Malfoy, Voldemort. —Lavender y Theo se estremecen, pero Potter no parece afectado de llamarlo por su nombre y eso lo hace un poco más valiente a sus ojos—. Estaba enojado de que Lucius no estuviera ahí.

Vaya eso sin duda plantea otra serie de preguntas.

¿Dónde estarían los Malfoy?

Voldemort aunque le da miedo por años de conocer que era el mago más malvado de la historia, bueno, comparado a Cronos no es su principal preocupación actualmente.

—¿Mi padre estaba ahí?

—Theo —intenta detenerlo Lavender, pero entonces Potter asiente y puede ver como Theo solo maldice por bajo antes de levantarse para irse enojado del lugar.

No con Potter, tampoco con él mismo, Lavender sospecha que podría ser por su padre.

Mira a Harry, este solamente sonríe agriamente.

—Estaba enojado, no vino a verme, quería que viniera a verme; debo ser el mayor idiota porque, aunque estoy preocupado, me siento feliz de saber que no me estaba ignorando —habla el chico abrazando ahora sus piernas contra su pecho.

Lavender lo ve un momento, antes de suspirar y pensar que los chicos son idiotas. Draco primeramente por no notar la mirada de Potter que siempre estaba sobre él y ahora Potter por no comprender que a pesar de todo lo que ha pasado, siempre será la mayor debilidad de Draco.

Incluso mayor que Percy.

—Eres un idiota si, aunque con el vínculo siento que estuvo estresado y preocupado, parece a veces desaparecer, sé que está ahí con vida —admite Lavender cerrando los ojos.

Draco está ahí.

Vivo.

En alguna parte.

Suyo.

Una parte de su alma.

—Gracias —susurra Potter con alivio y Lavender solamente lo ve, antes de suspirar.

—Papá vendrá por mi mañana, escuché que los exámenes se cancelarán, creo que podría estar en el campamento y me llevaré a Theo; no importa que hizo su padre, sigue siendo mi familia y voy a cuidarlo —añade de forma seria, por si Potter piensa culparlo por algo que no hizo.

Por suerte no parece así, el chico asiente, se abraza un poco más contra él y Lavender ve a otro lado pensativa.

—Draco es un idiota. —Harry asiente, Lavender sonríe divertida—. Pero también es un poco tonto socialmente, le agradas Harry, no sé cómo termine este verano, pero si todo sale bien, espero que no te enojes porque desapareció; dudo que él quisiera irse algún lado sin despedirse si no fuera algo importante.

—Lo invité a salir.

Ante eso Lavender lo ve casi con incredulidad, porque está segura que algo tan importante no sería algo que Draco ignoraría contarle.

No si aprecia su vida.

—¿Románticamente? —cuestiona solo para estar segura, pero aunque Potter parece algo sonrojado y aun perturbado de todo lo que pasó, solamente suspira cansado.

—Sí, pero no creo que él lo hubiera notado o fue su forma sutil de decir que no le interesa —admite casi derrotado.

Sí.

Ese es Draco para ellos.

—Es un idiota, sabes que, cuando volvamos para quinto año solamente dile que es una cita romántica, estoy casi segura que dirá que sí.

—¿Tú crees? —pregunta esperanzado, como si ocupara algo especial en su vida, bueno si lo que pasó en el cementerio era verdad, ocupaba cosas buenas en su vida.

—Soy su mejor amiga, confía en mí.

Ambos se sonríen y antes que pueda decir algo, la cortina se abre, revelando a un apuesto hombre de cabellera negra sonreír de forma divertida, con el profesor Lupin a su lado.

—Joder, cachorro te dejamos unos minutos solo y descubrimos que invitaste a mi sobrino a una cita. Remus saca el vino, esto se celebra. —Es como si fueran ladridos al hablar, Potter solo se deja caer en la cama, antes que Lupin salude a Lavender.

Toma ese momento para irse, Potter se despide y Lavender le levanta el pulgar diciendo que encontrará una forma de charlar con él.

Bueno.

Ahora solo queda encontrar a Draco y ganar una guerra.

¿Qué tan difícil puede ser?

Continuará…

Lo que inicio como algo que pensé que solamente tomaría unas 6 horas y luego veríamos sobre el punto de vista de Draco, se tornó en un capítulo donde totalmente vimos el punto de vista de la mayoría de vínculos que tiene Draco actualmente.

Aunque son de diferentes personajes, están acomodados de forma cronológica a lo largo de la serie, lo cual, aunque parece confuso a veces, es porque se vio en diferentes momentos de la historia.

En el próximo capitulo volveremos con el POV de Draco, dudo que se repita este tipo de POV, al menos que sea un especial fuera de la historia, así que espero lo hubieran disfrutado.

Bienvenidos al arco 4 tesoros.

Gracias especiales a cuatro personas en mi vida actualmente: Cami que es una gran amiga que me apoya todo el tiempo, Leah que, aunque no lee esta historia me sigue impulsando a seguir adelante, Cray con sus hermosos Fan arts y Jackie amante de Hamilton.

Pero una abrazo, besote especial y todos mis buenos deseos a cada uno de ustedes que sigue aquí.

4 arcos chicos y esta historia significan demasiado para mí.

Mi lugar feliz.

Ustedes lo han hecho mi lugar feliz, mi lugar donde puedo divertirme y que me recordó por qué amaba tanto escribir. A todos los chicos y chicas del discord que están siempre hablando, que me motivan a tener esa batería social y que esperan este capítulo.

Es por ustedes que lo saco adelantado, porque aunque se que ocupo descansar, siempre tengo energías extra cuando están hablando conmigo.