Algunas aclaraciones antes de comenzar:
"Dialogos normales"
"Dialogos de Kurama"
-Pensamientos-
-Pensamientos de Kurama-
Jutsus/Tecnicas
Ahora sí, comencemos:
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FARMACIA AZUL
Al día siguiente Bell, después de estar con Kurama en el plano mental mientras su cuerpo descansaba, se levantó con una felicidad extrema, finalmente había conseguido familia y ahora podría comenzar su odisea como aventurero.
Bell salió de su nueva habitación que consistía simplemente en una cama, un ropero y una mesa de luz junto con una silla, era una habitación humilde pero acogedora, a Bell le encantaba.
El peliblanco se acercó a la tienda por la puerta trasera y vio que Miach estaba haciendo los preparativos para abrir al público.
"¡Buenos días Kami-sama!" Dijo un feliz Bell
Miach no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo del chico "Buenos días hijo, se ve que estás lleno de energía hoy"
Bell asintió contento "¡Si! Hoy por fin iré al gremio para que me asesoren sobre el calabozo" dijo el chico conejo
Eso es algo que Miach le preocupaba "Por favor ten cuidado, Naaza no va al calabozo así que iras tu solo" dijo tristemente, no le gustaba para nada no poder ayudar a sus hijos como es debido.
"¿Naaza?" Preguntó Bell girando la cabeza.
Fue ahí cuando Miach se dio cuenta de algo y se golpea la frente "Ahh, disculpa, no te dije su nombre, Naaza es la capitana de la familia, la persona que te dije que ahora mismo no se encuentra, estoy seguro que regresará en un par de días" dijo el amable dios.
Bell asintió "No puedo esperar para conocerla, espero que nos llevemos bien" dijo llevándose una mano a la nuca.
Miach soltó una risa "Jaja, no te preocupes, estoy seguro que sí lo harán" Aunque Naaza tenga una personalidad algo letárgica es una persona muy amable en el fondo.
-Aunque a veces algo manipuladora- pensó el dios, pero no iba a decirlo en voz alta.
Entonces Miach recordó que aún tiene que discutir algo con su nuevo hijo "Bell, antes que te vayas tenemos que discutir sobre algo" dijo seriamente.
El zorro abrió sus ojos, estaba durmiendo "Siento preocupación en su voz chico, así que escúchalo" dijo Kurama con un bostezo.
Bell asintió mientras Miach continuaba "Tus habilidades son muy poderosas y jamás vistas, si otros dioses lo descubren se te lanzarán como niños al pelotero queriendo que te unas a sus familias tratando de engatusarte y otros incluso podrían llegar a usar métodos más violentos y cuestionables con tal de tenerte" dijo el dios peliazul con una expresión enojada pensando en Apolo o Soma.
Mientras tanto el zorro estuvo de acuerdo "Tiene razón en eso muchacho, esta ciudad está plagada de egoísmo, habíamos acordado que las usaremos cuando sea necesario sin vacilar pero eso no quiere decir que tengamos que decirle a todo el mundo, solamente a los que consideremos dignos de confianza" finalizó el zorro.
Bell asintió pero a la vez sonrió "No se preocupe Kami-sama, con Kurama ya habíamos acordado previamente que mantendríamos el secreto siendo lo mas discreto posible, aparte es imposible que nos puedan engañar, Kurama puede detectarlo al instante" Dijo el peliblanco totalmente despreocupado.
Eso hizo que Miach abriera los ojos sorprendido "¿A qué te refieres?"
Entonces Bell procedió a explicarle la habilidad de Kurama para sentir emociones y por ende mentiras.
"Ya veo, es algo similar a la de los dioses, no...puede que incluso hasta mejor" dijo Miach nuevamente sorprendido por la entidad que es Kurama, al parecer es muy poderosa.
De todas maneras sonrió "Entonces eso me hace sentir más tranquilo al respeto" dijo amablemente.
Bell sonrió feliz y preguntó "Por cierto Kami-sama ¿Está por abrir la tienda no?" Miach asintió "¿Necesita ayuda?" se ofreció Bell
"No te mentiría si te dijera que no, pero tienes que ir al gremio" dijo el dios con tono redundante.
"De eso no hay problema, puedo estar en varios lugares a la vez y me encantaría ayudar en lo que pueda" Dijo felizmente el peliblanco.
Miach arqueo una ceja "Aunque esté agradecido por la intención es imposible estar en varios lugares al mismo tiem...-"
"Jutsu Clon de Sombra" interrumpió Bell y 5 clones aparecieron.
A Miach se le cayó la caja que estaba transportando al ver que el chico conejo se multiplicó como por arte de magia "Qué-qué-qué" empezó a tartamudear nuevamente el dios.
"Aquí vamos de nuevo" dijo Kurama poniendo los ojos en blanco.
Bell escuchó lo que dijo su hermano zorro y recordó los acontecimientos de ayer "¡Cálmese Kami-sama, cálmese!" dijo en pánico "¡Respire hondo!"
Eso logró calmar a Miach para evitar que grite a los cuatro vientos pero aun así preguntó "¿Que es eso?" dijo aun asombrado pero al menos sin gritar.
"Una de las técnicas que puedo usar gracias al chakra, se llama Clon de Sombra" dijo Bell y procedió a explicarle a Miach como funcionan así como también como desaparecen.
Después de un rato y cuando Bell termina su explicación Miach dice
"Ya veo, ciertamente el chakra es algo fascinante" finalmente dijo, después se puso a pensar sobre algo y agregó "Según me dijiste tu recibes cansancio mental si los usas para meditar en exceso a la hora de entrenar ¿No?" Bell asintió ante eso y Miach prosiguió "¿Pero que hay de las tareas físicas?"
Bell respondió inocententemente "¡En ese caso no hay problema alguno! Ya los he usado para hacer diferentes tareas en mi antigua cabaña así como también en muchas batallas contra Goblins en el viaje hacia aquí y no me ha provocado ningún efecto malo al desaparecerlos"
"Ya veo, es una habilidad muy útil.." dijo Miach en un murmuro y un brillo apareció en sus ojos azules.
Por alguna razón los 5 clones sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos, ellos serán simples copias que solo existen por poco tiempo pero también tienen sentimientos maldición!.
"Entonces muchas gracias Bell, puedes dejar los clones aquí para que ayuden en la tienda, ya puedes ir al gremio" se despidió el dios con una enorme y brillante sonrisa que hizo que los clones se estremecieran nuevamente.
Bell saludó con la mano, completamente ignorante del cruel destino que sus copias iban a tener durante las próximas horas "!Entonces nos vemos más tarde Kami-sama!" Y salió de la tienda.
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CALLES DE ORARIO
Bell se encontraba caminando felizmente hacia el gremio, estaba platicando con Kurama sobre el calabozo cuando de repente sintió que alguien lo observaba.
-Aniki ¿Que fue eso?- preguntó el peliblanco a su hermano mayor.
Kurama también lo sintió "Alguien nos está observando más bien a ti específicamente" y esta vez frunció el ceño "No puedo sentir sus emociones debido a que se encuentra muy lejos".
Bell parpadeó confundido -¿Observarme a mí?- dijo -¿Para qué?-
Kurama negó con la cabeza "Eso no lo sé, pero hay dos cosas que si estoy seguro: la primera es que viene en alguna parte alta de esa torre" dijo señalando a Babel y Bell giró la cabeza para verla "Y la segunda que se trata de un dios, sea cual sea el método que esté usando para verte puedo sentir el poder divino".
Esta vez fue Bell quien frunció el ceño -¿Para qué querrá observarme? Es imposible que sepa sobre nuestro falna y habilidades, no hemos salido de la farmacia desde entonces-
"Cómo ya te dije, no lo sé pero te recomiendo que tengas cuidado y estés atento" dijo el zorro
Bell estaba preocupado, Kurama al sentir eso agregó "No te preocupes Bell, me tienes a mi para cubrirte las espaldas" dijo amablemente el zorro, y lo decía muy en serio, Kurama no iba a permitir que nadie y absolutamente NADIE le hiciera algo malo a su hermanito, ni siquiera un dios.
-Gracias Aniki, eso me tranquiliza- agradeció Bell sonriendo.
Y así ambos siguieron rumbo al gremio.
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EN ALGUN LUGAR EN LO ALTO DE BABEL
Mientras tanto en la cima de dicha torre cierta persona o mejor dicho diosa miraba por la ventana con una copa de vino en la mano.
Jamás en todos sus años de vida había visto algo como lo que acaba de presenciar. Un alma blanca como la nieve misma que simbolizaba una pureza sin igual.
Pero esa alma tenía un color mas, un color naranja que rodeaba al color blanco.
Normalmente cuando un alma tiene dos colores quiere decir que la persona en si tiene diferentes facetas de su ser y estas están en constante conflicto luchando entre si para ver quien es el que dominante.
Pero no era el caso de esa alma, ambos colores se complementaban el uno con el otro en perfecta sincronía, algo que la diosa jamás vio en su vida.
-Tiene que ser mío- fue todo lo que pensó la diosa, y cuando ella desea algo, lo consigue a toda costa.
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GREMIO DE AVENTUREROS
Una vez en el gremio Bell comienza a buscar con la mirada hasta que por fin encuentra el mostrador donde se encuentra Eina, afortunadamente estaba libre.
"Buenas días señorita Eina, he venido a que me asesore" dijo el peliblanco con una brillante sonrisa.
Eina parpadeo, recordando al chico zorronejo que vino hace unas semanas, era difícil olvidarlo debido a su peculiar apariencia "Buenas días Bell" dijo finalmente sonriendo "Si que te tomaste tu tiempo"
Bell se rascó la nuca para decir "Sí, tuve muchas dificultades para encontrar familia pero finalmente logré encontrar una, ahora soy miembro de la Familia Miach" dijo con tono feliz.
Eina arqueó una delicada ceja, no era secreto sobre la deuda de Miach ni tampoco que no aceptaba miembros, algo debió pasar para que este lo haya aceptado, pero la semi elfa decidió no preguntar, no iba a cuestionar la decisión de un dios aparte también estaba feliz de que Bell haya conseguido familia después de todo.
"Me alegro mucho por ti Bell" Dijo sonriendo dulcemente "¿Te gustaría que comencemos ahora?" preguntó.
"!Sí, por favor!" dijo animadamente con brillo
"Jeje" Eina soltó una leve risa, era encantador ver la emoción del zorronejo "Entonces acompáñame" finalmente dijo.
Ambos se fueron a un cuarto privado, tenía una mesa y dos sillas, a su alrededor había varios estantes todos llenos de libros.
Eina fue buscando entre los libros hasta que escogió unos tres y los puso sobre la mesa y se sentó a frente de Bell.
Comenzó con su explicación "Muy bien Bell, para empezar, el gremio te puede proporcionar un arma y armadura, aunque no sea de la mejor calidad es mejor que nada" dijo la semi elfa en tono de profesora.
Bell asintió y saco un kunai, solo le quedaba uno después de sus tantas batallas en el viaje a Orario "Mientras viajaba a Orario me topé con muchísimos Goblins y luchaba usando estos cuchillos así que me gustaría usar una daga".
Eso hizo que Eina abriera lo ojos ligeramente "Así que ya has luchado, eso es bueno, ahora dime ¿De cuántos Goblins estamos hablando?" Preguntó.
Bell se llevo la mano a la barbilla en modo pensativo, algo que Eina encontró nuevamente adorable "La primera vez me emboscaron cuatro mientras dormía durante la noche, eso me hizo asustar bastante y hastá termine herido pero al final gané, después de eso me dedique a cazarlos para que la gente de los alrededores estuviera segura y de paso ganar experiencia contra ellos, habré matado unos 200".
Eso fue sugerencia de Kurama, el Nueve Colas le dijo que no había mejor forma de aprender que luchando, llegaron a encontrar varios campamentos de Goblins cercanos a pueblos y Bell los limpió por completo, una vez que ya estaba acostumbrado a luchar contra ellos eran enemigos bastante fáciles.
Eina estaba atónita, claramente había más en Bell de lo que aparentaba a simple vista "Eso es sorprendente Bell, aunque temo decirte que los Goblins del calabozo son mas fuertes e inteligentes así que igual vamos a tener que estudiarlos" dijo finalmente.
Entonces procedió a abrir los libros "Para empezar vamos a estudiar los patrones de ataque de los monstruos de los primeros cinco pisos así como también la estructura del calabozo, es muy importante que los aprendas si quieres vivir" dijo la semi elfa en tono muy serio.
Eina ya vió incontables casos de aventureros que mueren en sus primeros días porque no le prestan atención a las lecciones y solo les interesa adentrarse en el calabozo para ganar dinero.
Mientras tanto Kurama estaba pensando sobre algo hasta que finalmente dijo "Bell, deberíamos estudiar detenidamente, lo que dice la orejas puntiagudas es cierto, el conocimiento es poder, mientas más sepamos de nuestros enemigos mas fácil será" dijo en tono sabio.
Bell asintió, estaba completamente de acuerdo con ello "Señorita Eina, quisiera aprender todo sobre el calabozo" dijo con determinación.
Eina sonrió ampliamente, si había algo que a ella le gustaba era ver aventureros dispuestos a aprender "Entonces comencemos" dijo sacando uno de los libros.
Kurama tuvo una idea "¿Por qué no usamos los clones para leer?" Bell estaba comenzando a ser proficiente en el uso de los clones al igual que lo era Naruto, mientras mas practicara menor era la carga mental que recibía.
También agregó "Y no te preocupes por la orejas puntiagudas, puedo sentir que es de confianza".
El peliblanco asintió, si Kurama lo decía entonces era cierto, Bell confiaba ciegamente en su hermano zorro.
"Señorita Eina, tengo un método para leer varios libros al mismo tiempo y acelerar la clase" dijo felizmente Bell
Eina arqueó una ceja y con una expresión estricta dice "Mira Bell, se que quieres ir al calabozo pero no creas que lograras tomar atajos de las lecciones porqu..."
"Jutsu Clon de Sombra" y nuevamente aparecieron 5 Bells, hubiera creado 10 pero otros cinco aún estaban con Miach.
Eina parpadeó varias veces al ver como de un humo aparecieron copias del zorronejo, entonces abrió los ojos de par en par.
"Pe-pe-pe" tartamudeo completamente atónita.
"¿Pe?" nuevamente preguntó Bell girando la cabeza de manera confundida.
"Oh no..." dijo Kurama sintiendo un Déjà vu.
"¿PERO QUE ES ESTOOOOOOO?" y al igual que cierto dios peliazul, explotó con un grito y se puso de pie. Por suerte la habitación estaba insonorizada y nadie en el gremio lo escuchó, bueno nadie excepto Bell.
"Ahhhhh" Bell se asustó tanto que se escondió detrás de la silla.
El zorro simplemente suspiró "Muchacho, tienes que dar al menos una advertencia antes de soltar los clones así como así, no puedes hacer algo que nunca se vio frente a alguien y esperar a que no se altere del asombro" dijo poniendo los ojos en blanco.
-Prometo que para la próxima así será- dijo telepáticamente a su hermano zorro pero ahora tenia que calmar a cierta semi elfa.
"¡Señorita Eina!, cálmese, es solo una habilidad mía"
Eso pareció hacer entrar en razón a Eina "¿Habilidad?" preguntó
Bell asintió y procedió a explicar cómo funcionan los clones, diciendo que es una habilidad, no iba a mencionar el uso del chakra ni mucho menos la existencia de Kurama.
Una explicación después...
"Ya veo" dijo Eina ahora ya tranquila "Es una habilidad fascinante, pensar que eres capaz de crear copias tuyas con personalidad propia" murmuró mientras tocaba con el dedo a uno de los clones como si se tratara de un animal extraño, eso le daba cosquillas al clon.
Bell asintió con la cabeza "Así es, tienen mi misma personalidad con la excepción de que están consientes de que solo son copias y no el original" dijo el peliblanco.
"Así a que con esto te referías a poder leer varios libros a la vez, ciertamente eso puede ayudar a acelerar las cosas..." dijo en un murmuro y los lentes de Eina obtuvieron un brillo blanco dando a entender que encontró algo que le resultaba fascinante.
Y nuevamente los pobres clones junto con el original sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos.
Eina procedió a buscar aún más libros de las estanterías poniendo un total de 20 más sobre la mesa.
Entonces con una enorme sonrisa aparece en su rostro "Esto lo cambia todo, ¡Vamos a darle buen uso a esa habilidad!" dijo con un tono feliz y animado.
-Uhh... ¿Por qué siento que acabo de despertar a un demonio?- dijo telepáticamente.
Kurama no dijo nada pero el zorro también sintió un ligero escalofrío al ver la sonrisa de la chica semi elfo.
Y así comenzó la enseñanza bajo la tutela y tiranía de Eina, libro tras libro, página tras página. Bell y sus clones aprendían todo sobre el calabozo y los pisos superiores, desde los tipos de monstruos, sus patrones de ataque así como también como actuaba el calabozo mismo.
Eina estaba complacida, era la primera vez que le tocaba asesorar a un aventurero como Bell, el chico zorronejo y sus clones absorbían las lecciones como esponja.
Después de unas horas, Bell se aseguró de hacer desaparecer los clones uno por uno para que la carga mental sea menor, hacerlos desaparecer todos a la vez podría ser peligroso.
Finalmente era turno para hacer el examen que Eina propuso.
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8 horas pasaron en total desde el comienzo de la lección y Bell finalmente completó el examen de Eina con puntaje perfecto.
Otra cosa que resaltar es que durante ese tiempo es que los clones que estaban ayudando a Miach desaparecieron, según sus memorias el dios peliazul aprovechó la mano de obra extra para hacer una profunda limpieza en la tienda dejándola en un estado prístino.
Mientras tanto la semi elfo asintió felizmente "Increíble, pasaste con todos los honores, incluso hasta en los más mínimos detalles" dijo con una sonrisa.
"Originalmente te hubiera dicho a que solo te limites al primer o segundo piso por miedo a salgas gravemente herido o mueras pero viendo lo bien que has estudiado sumándole al hecho de que eres más fuerte de lo que aparentas no estaría en contra de que te adentres hasta el quinto piso, incluso estando solo" finalizó la semi elfa en tono pensativo.
Bell asintió felizmente "Todos es gracias a usted señorita Eina, es una fantástica maestra, me siento realmente afortunado de tenerla como asesora" dijo Bell con una enorme sonrisa tan brillantes como el sol.
Eina se puso roja como tomate, no se esperaba un halago tan sincero de parte del zorronejo "G-gracias Bell" dijo algo apenada, no recibía agradecimientos muy seguido, ni mucho menos después después de asesorar.
Finalmente se calmo y dijo "Ven, vamos a buscar tu arma y armadura"
Una vez que retiraron el equipamiento, Bell tenia puesto una armadura ligera que cubría su pecho y en su cintura había una daga, también llevaba una bolsa que serviría para guardar los cristales que los monstruos soltaran.
Eina miró fijamente al peliblanco "Tómatelo con calma hoy, es tu primer día y ya es tarde así que te recomiendo que te limites al primer y segundo piso así te familiarizas" finalmente dijo.
Bell asintió feliz "Lo haré señorita Eina, le prometo que no voy a desperdiciar todo el tiempo que dedicó para enseñarme y seguiré sus consejos al pie de la letra" dijo nuevamente con una sonrisa.
"M-me alegra que así sea Bell" dijo Eina con un tono algo más agudo de lo normal "Ahora ve"
Bell se despidió y se dirigió a la entrada del calabozo.
La semielfo al verlo partir no pudo evitar sonreír, Bell era un chico diferente, nunca había conocido a un aventurero como él, iba a ser interesante ser su asesora.
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DENTRO DEL CALABOZO
Un tiempo había pasado desde que Bell entró al primer piso y se encontraba luchando contra el noveno Goblin que se había encontrado.
-La señorita Eina tenía razón, los monstruos del calabozo son mas fuertes- dijo Bell telepáticamente a su peludo hermano mayor mientras remataba al monstruo verde.
A diferencia de los Goblins fuera de Orario, los que se encontraban en el calabozo eran más rápidos, fuertes y resistentes así como también más inteligentes, ni bien el peliblanco terminó de matar a su primer Goblin, había un segundo que estaba posicionado detrás de Bell para realizar un ataque sorpresa, por suerte Kurama lo sintió.
"Es por eso que te dije que tomaras con seriedad sus lecciones, el conocimiento es poder" repitió el zorro en tono sabio.
El peliblanco asintió con firmeza -Tienes toda la razón Aniki, no se que haría sin ti- agradeció Bell.
El zorro soltó un bufido burlón "Si yo no estuviera aquí y conociéndote seguramente te hubieras emocionado tanto al matar a tu primer Goblin que hubieras abandonado el calabozo inmediatamente para ir a contárselo a tu dios". dijo el Nueve Colas en un tono divertido.
Bell soltó una risa mental -Jajaja, vamos Aniki, no soy tan ingenuo- dijo pero su voz no sonaba muy convencida -¿Verdad?-
"..." el zorro no dijo nada y guardó silenció.
-¡Responde algo al menos!- dijo Bell con lagrimas estilo anime.
"Recuerda extraer los cristales" dijo Kurama ignorando olímpicamente el tema anterior "No me hace falta decirte cual es la mejor manera"
-Ya lo sé- respondió el peliblanco con un puchero, aun molesto por ser llamado ingenuo "Jutsu Clon de Sombra" dijo en voz alta y 10 clones aparecieron "Ya saben que hacer" dijo dirigiéndose a sus copias
"¡Sí, jefe!" respondieron todos al mismo tiempo y procedieron a ir a extraer los cristales de los Goblins muertos mientras que Bell se tomaba un momento para descansar.
Una vez que los clones terminaron su trabajo y depositaron los cristales en la bolsa del Bell original este se levantó y dijo telepáticamente -Vayamos al segundo piso y lo dejemos por hoy, no quisiera hacer enojar a la señorita Eina-.
"Una sabia decisión" dijo el Nueve Colas asintiendo con la cabeza "Esa muchacha parece ser muy temperamental si la haces enojar".
Bell soltó una tímida risa dando estando de acuerdo y caminó hacia la entrada al segundo piso.
El segundo piso no era muy diferente al primero, los Goblins eran un poco mas fuertes pero Bell pudo acabar con todo lo que se le cruzaba, claramente los libros que leyó con Eina sobre los patrones de ataque de los Goblins ayudaban mucho y sumando a Kurama que también le advertía de algún ataque inminente hizo que Bell casi ni recibiera daño alguno.
Uno de los clones al extraer los cristales también trajo un colmillo de Goblin, según las lecciones de Eina, a veces y con mucha suerte los monstruos sueltan objetos que también pueden ser intercambiados en el Gremio.
Para cuando ya estuvo satisfecho la bolsa de Bell estaba bastante llena, había perdido la cuenta de cuantos mató pero estaba conforme con los resultados de su primer día en el calabozo.
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DENTRO DEL GREMIO
"¡Señorita Eina, he regresado!" dijo un animado Bell acercándose a la mesa donde se encontraba la semi elfa.
Eina dejó de leer unos papeles para observar al chico zorronejo "Me alegra ver que regresaste sano y salvo Bell y por lo que visto ileso" dijo observándolo de arriba a abajo para después sonreír dulcemente.
Bel asintió con la cabeza "Todo gracias a usted y sus lecciones, fueron de mucha ayuda" dijo con una enorme sonrisa.
Nuevamente Eina se sonrojo un poco, pero se calmo rápidamente para decir "Dime, ¿Cómo te fue?"
Bell puso la bolsa en la mesa y Eina parpadeo sorprendida "Muy impresionante para ser tu primer día" dijo colocando su cabello detrás de su oreja para observar el contenido de la bolsa.
"¿Donde puedo intercambiarlos?" preguntó el peliblanco
Eina señaló a un puesto más allá en el gremio "Por ese camino, ese es el puesto de intercambio"
"¡Entendido! Entonces la veré mañana señorita Eina" dijo Bell y ambos se despidieron.
Una vez en el puesto Bell le entrega la bolsa al hombre del intercambio "¿Eres el nuevo novato de Eina?" preguntó el hombre.
Bell asiente con la cabeza entonces el hombre comienza a contar el contenido, una vez finalizado le entrega una bolsa llena de valis "Un total de 6,100 valis sumando todos los cristales mas el colmillo de Goblin" dijo el hombre "Para ser tu primer día y viendo que no tienes heridas no está nada mal niño" finalizó con un tono de impresión.
"Gracias señor" agradeció el peliblanco tímidamente.
"¡Mantén ese ritmo y llegarás lejos!" dijo el hombre con una sonrisa.
Bell se despide y finalmente se retira para volver a la Farmacia Azul.
-Mañana iremos hasta el quinto piso, seguro que haremos más dinero ya que estaremos la jordana completa- dijo Bell telepáticamente a su hermano zorro.
El zorro asintió "Aparte quisiera que lucharas contra otros monstruos, ya estoy hasta las colas de ver puros Goblins" dijo con una expresión molesta.
Bell soltó una carcajada mental por el chiste tan malo del zorro y siguió su camino hacia la tienda de Miach
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FARMACIA AZUL
Ya era de noche cuando Bell abre la puertas de la tienda para saludar a Miach "¡He regresado! Kami-¿Sama?" pero no era el dios quién estaba detrás del mostrador sino una chica Chienthrope.
Tenía pelo largo color castaño, ojos morados, orejas y cola de perro. Vestía una falda de la que sobresale su cola y una camisa peculiar de mangas asimétricas, con la izquierda siendo corta y la derecha siendo lo suficientemente larga para cubrir su brazo por completo, en adición a un guante en su mano derecha. Era una mujer muy bella a pesar de su expresión somnolienta.
"Tu debes ser Bell" dijo la chica con una voz igual de somnolienta que daba honor a su expresión.
El chico blanco se rasco detrás de la cabeza "Bu-buenas noches, si, lo soy, un placer conocerla" dijo tímidamente el peliblanco, no sabia quien era esta mujer pero los modales hacen al conejo.
Finalmente la chica perro sonrió levemente "Yo soy Naaza, el placer es mio" dijo aunque su voz aún era somnolienta.
Bell finalmente ato los cabos sueltos "¡Ah! Usted es mi capitana, Kami-sama dijo que vendría en estos días"
Naaza asintió "El viaje tomó menos de lo esperado" simplemente dijo.
Bell sonrió ampliamente "Entonces de nuevo un gusto conocerla Naaza-san, espero que podamos llevarnos bien" dijo animadamente el peliblanco y extendió su mano.
Naaza estrecho su mano y observó a su nuevo compañero de Familia, tenía una apariencia muy similar a la de un conejo pero también a la de un zorro si observas sus mejillas.
Alta fue su sorpresa cuando hace unas horas ella llegó de su viaje de venta de pociones en un pueblo cercano cuando Miach-sama le informa que tenían un nuevo miembro en la familia, un novato recién llegado a la ciudad ni mas ni menos, ella lo regañó fuertemente preguntándole en qué estaba pensando, que eso conllevaría a mas gastos y la deuda sería mas difícil de pagar pero el dios se defendió alegando que no podía dejar solo al chico, no después de tal estado depresivo en que se encontraba, eso es algo que ella odia y adora del dios al mismo tiempo, su naturaleza amable y bondadosa.
Al final lo hecho hecho está, no tiene sentido desquitarse con Bell, el pobre no tiene la culpa en nada, así que la mejor opción es aceptarlo y llevarse bien, ahora son familia.
"Por cierto Naaza-san, ¿Donde se encuentra Kami-sama?" Dijo Bell e hizo que Naaza saliera de su monólogo interno.
"Miach-sama salió a dar un paseo, posiblemente a ver cómo se encuentra Hestia, debería de regresar en cualquier momento" dijo la chica perro, no era secreto que él y Hestia eran buenos amigos, al fin y al cabo ambos son los dioses más pobres de Orario y se entendían.
Bell estaba por preguntar quien era Hestia pero la puerta se abrió y de ella entró Miach.
"¡Oh Bell! ¡Me alegra ver que llegaste a salvo!" Saludo Miach con una enorme sonrisa, el dios se había prometido a si mismo que si Bell no se encontraba en la Farmacia Azul cuando regresara de su plática con Hestia iría al gremio para ver que sucedía, por suerte ese no fue el caso y Bell se encontraba bien.
Bell sonrió y dijo "Muchas gracias Kami-sama, aquí tiene" entregando la bolsa llena de valis.
Tanto Miach como Naaza abrieron los ojos sorprendidos, no era poca cantidad y menos viniendo de alguien que estaba en su primer dia en el calabozo.
Finalmente fue Miach que dijo "¿Hiciste esto en tu primer dia?"
Bell puso una expresión triste pesando que no era suficiente "Sí, pasé gran parte del día estudiado con Eina sobre el calabozo así que no tuve mucho tiempo para adentrarme en él pero prometo que mañana traeré mucho más, perdon si no es suficiente" dijo en tono bajo.
Miach abrió los ojos de par en par entrando en pánico "!No no no! Al contrario, estoy sorprendo de lo mucho que recolectaste en tu primer día, es sorprendente, dime ¿Hasta que piso fuiste?"
Eso pareció animar a Bell "Decidí ir hasta el segundo piso por el poco tiempo que tenía, aunque mi asesora me dijo que podría ir hasta el cinco sin problema aunque este solo"
"Increíble..." Murmuró Naaza atónita, pero había algo más que no le cerraba a la chica perro, para que un asesor recomiende el piso cinco a un novato en su primer día entonces es porque claramente hay mas de lo que aparenta a simple vista.
Entonces miro firmemente a Miach, aunque no dijo nada en voz alta su mirada exigía respuesta.
El dios suspiró y preguntó "Bell ¿Podemos contarle a Naaza sobre tu status?"
Bell asintió sin vacilar "Por supuesto Kami-sama, ella es de la Familia" Si Miach confíaba en ella entonces Bell también, la familia lo es todo.
"Entonces dejame actualizar déjame actualizar tu falna" dijo el dios sonriendo amablemente y Bell procedió a levantarse la camisa y acostarse en el sofá.
Bell Cranel
Nivel: 1
Familia: Miach
Fuerza: H124 - H144
Resistencia: I55 - I69
Destreza: H129 - H137
Agilidad: G204 - G249
Magia: I0
HABILIDADES
Voluntad Heroica: Crecimiento acelerado. Los efectos serán tan fuertes y perduraran como lo sea la determinación del usuario.
Jinchūriki - Kyubi No Kitsune: El usuario posee al Zorro de las Nueve Colas sellado en su interior pudiendo acceder a sus poderes. Habilita el uso del Chakra.
Chakra: El usuario puede sentir, liberar y moldear chakra para realizar diferentes técnicas.
Miach terminó de copiar en un papel el falna, aun sin poder creer lo poderosa que Voluntad Heroica era, su crecimiento era ridículamente alto, era prácticamente una habilidad trampa.
Por su parte a Naaza al igual que Miach ayer se le salieron los ojos de órbita de manera cómica al ver el status y la habilidades del peliblanco.
"¿E-s esto posible?" tartamudeó. ¿Jinchuriki? ¿Chakra? Naaza no entendía nada pero de algo estaba segura, no era algo normal.
Bell se colocó la camisa y dijo "Mejor comencemos del principio"
Unas horas después...
"No tengo palabras..." Jamás en su vida se hubiera imaginado que habría otros mundos aparte de este, era difícil de creerlo pero Miach aseguró que era cierto aparte estaba reflejado en el Falna de su espalda. A Naaza no le quedó otra opción que aceptarlo.
Y lo que más le impresionó fue la historia de Naruto, ese joven fue increíble, una persona digna de respeto que no le tenía miedo a nada y dio todo de si mismo por un bien mayor, muriendo con una sonrisa.
Por su parte el peliblanco dijo "Yo estoy feliz siempre y cuando pueda ayudar a la familia con estas habilidades, daré lo mejor de mi siempre" con un fuego en sus ojos y una enorme sonrisa.
Naaza no pudo resistirlo más y se abalanzó al chico conejo dándole un fuerte abrazo y poniendo su rostro en sus voluptuosos pechos "Gracias Bell, prometo que yo también haré lo mismo" dijo elevando la voz con un renovado entusiasmo que ella creyó que se había perdido, era hora de un cambio en su vida.
La historia de Naruto también llegó a lo profundo de Naaza, quizás no tanto como a Bell pero lo suficiente como para motivarla.
Mientras tanto Kurama sonreía para si mismo -Ese cabeza hueca, incluso muerto está cambiando a las personas para bien como solía hacerlo en vida- pensó el zorro recordando a todos a los que Naruto logró cambiar.
Después de una animada y acogedora cena que preparó Naaza, Bell se fue a su habitación a dormir.
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PLANO MENTAL
Bell se encontraba acostado encima del suave pelaje de su hermano zorro mientras observaba las nubes del cielo, algo que según Kurama era el pasatiempo favorito de otro de los amigos de Naruto.
"Por cierto muchacho, mañana renovaremos tu entrenamiento ahora que ya estas asentado y encontraste Familia" dijo el zorro mientras también se relajaba.
Eso hizo sonreír al peliblanco "¿Que haremos Aniki?" Preguntó.
"Comenzaremos con lo básico en Fuinjutsu, sellar objetos dentro de pergaminos será muy útil, para ello hay que practicar caligrafía así que antes de ir al calabozo te recomiendo dejar al menos cinco clones en algún lugar del hogar practicando" dijo en su ya acostumbrado tono de profesor.
Bell solo se limitó a afirmar con la cabeza y decir "Suena como un plan entonces" y procedió a seguir mirando las nubes.
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"Me voy yendo al calabozo entonces" dijo el peliblanco.
"Ten mucho cuidado Bell" le dijo Naaza en un tono amable, su personalidad somnolienta se había reducido bastante después de la charla de ayer.
Miach se acercó a Bell y le dió dos botellas con un líquido azul "Bell, quiero que tengas esto" le dijo el dios en tono serio.
Bell abrió los ojos al ver que eran "¿Pociones? No podria aceptarlas Kami-sama, por lo que tengo entendido son costosas" dijo el peliblanco con tono redundante.
Miach insistió firmemente "Es por eso que quiero que las tengas, el calabozo es un lugar peligroso Bell"
Bell pensó por un momento y negó con la cabeza "Estoy muy agradecido por su preocupación Kami-sama, pero no me hacen falta" dijo con una pequeña sonrisa.
Esta vez fue Naaza quien dijo "Bell, aunque esté bien que confíes en tus habilidades siempre hay que tener pociones a mano sin importar la situación"
Pero el peliblanco aun así dijo "Es que realmente serían un desperdicio en mi, mejor les hago una demostración"
Entonces procedió a sacar su daga y se cortó profundamente la palma de su mano, fue doloroso pero tenía que mostrar su punto.
"¿!Pero que haces!?" Gritó Miach en tono de pánico e incluso Naaza ya estaba por ir a buscar una pocion para el joven peliblanco pensando que se había vuelto loco.
"Observen" simplemente dijo Bell en un tono calmado mostrando su palma a los dos testigos.
Entonces ambos vieron como de la herida salió un vapor blanco y en cuestión de segundos ya se había cerrado, si no fuera porque aún quedaban rastros de sangre se creería que nunca hubo un corte en primer lugar.
Fue Miach quien especuló de que se trataba "¿Otra de las habilidades de Kurama?" Preguntó
Bell asintió con una sonrisa "Así es, curación extrema, así que no se preocupen, les prometo que estaré bien y volveré a salvo"
"Por la velocidad en la que la herida sanó diría que es hasta más potente que una Poción de Alta Calidad" dijo Naaza, era de no creer, pero ya no estaba tan sorprendida al haber escuchado la historia del Kyubi y su inmenso poder.
Miach suspiro resignado "Está bien Bell, tu ganas" dijo finalmente sonriendo, ya iba a encontrar algo en lo que ayudar a su nuevo hijo a crecer.
Bell asintió con la cabeza de manera feliz "Por cierto Kami-sama, Naaza-san, he dejado unos clones en la parte trasera de la tienda entrenando, si hay alguna emergencia pueden pedirles ayuda y si necesitan que yo regrese por alguna razón pídanle a uno que desaparezca y recibiré el mensaje" habiendo dicho eso Bell se despide animadamente y sale de la tienda.
Miach y Naaza ven salir a Bell y se miran el uno a otro.
"Si que tiene energía" se limitó a decir Naaza sonriendo, no le desagradaba para nada la actitud del peliblanco, más bien al contrario, le resultaba adorable.
"Si, y aunque tenga a Kurama igual me preocupa que pueda pasarle algo" dijo con un suspiro sin dejar de mirar la puerta en donde el peliblanco salió.
"Seguro va a estar bien" dijo la chica perro y al dios no le quedó otra que estar de acuerdo y ambos procedieron a abrir la tienda para comenzar el día.
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DENTRO DEL CALABOZO
"No estamos para nada bien" dijo el peliblanco en pánico.
Bell no comprendía del todo como se encontraba en esta situación, había llegado al piso 5 sin complicaciones, había nuevos monstruos como los Kobolds y Lagartos pero usando las lecciones de Eina podía acabar con ellos fácilmente.
Y repentinamente, mientras Bell terminaba de rematar a un Lagarto comenzó a escuchar sonidos de fuertes pasos acercándose, el peliblanco gira su cabeza y entonces lo ve.
Corriendo a toda velocidad hacia su dirección había un enorme monstruo bípedo con pelaje negro y cuernos en su cabeza, en su mano llevaba un llevaba una enorme hacha de guerra.
"¡¿Qué hace un minotauro en el piso 5!?, ¡Son monstruos que deberían estar en los pisos intermedios!" Gritó Bell mientras corría a toda velocidad usando chakra en sus pies pero el minotauro era demasiado rapido, poco a poco iba acercándose.
"Ahora no es momento para pensar en eso ¡Concéntrate!" ordenó Kurama en tono autoritario, con solo un vistazo al monstruo logró asumir que estaba fuera de la liga de su hermano, la única opción lógica era escapar.
Bell realizó el sello de mano en forma de cruz "¡Jutsu Clon de Sombra!" exclamó y cinco copias aparecieron, los clones ya sabían que hacer y se separaron en diferentes direcciones en un intento de distraer al enemigo.
Pero fue en vano, el minotauro jamás perdió de vista al original y ese era su objetivo para aplastar, lo demás no importaba. A los clones no les quedó otra opción que desaparecer.
Finalmente llegaron a un callejón sin salida.
Bell se dio vuelta para estar cara a cara con el monstruo "No queda otra que luchar, no pienso morir aquí, se lo prometí a Miach y Naaza" dijo Bell, había tanta adrenalina en su cuerpo que hasta se olvidó de usar honoríficos.
No quedaba otra opción, el pasillo del calabozo era demasiado estrecho, así que caminar por las paredes o el techo no marcaría diferencia alguna a la hora de escapar, eso solo dejaba una opción si quería sobrevivir y esa era matar al minotauro mismo.
Aunque Bell estaba asustado rápidamente trato de suprimirlo lo más que pudo, recordando las batallas de su ídolo y modelo a seguir Naruto así como también a su nueva Familia, incluso si fuera a morir al menos lo haría luchando hasta el fin.
"Esa es la actitud, te asistiré en todo lo posible" dijo el zorro.
Bell asintió y nuevamente formo 5 copias para lanzarse en lo que hasta ahora es su batalla más difícil hasta el momento.
Dos clones trataron de flanquear al minotauro por ambos lados pero este con un rápido movimiento de hacha circular logró golpear a ambos haciéndolos desaparecer.
"¡HAA!" El original no perdió el tiempo y apuñalo al monstruo en uno de sus muslos, aunque logró herirlo usando chakra para aumentar su fuerza, la piel del minotauro era extremadamente dura como para hacerle un daño considerable.
Mientras tanto los otros clones intentaron atacarle por la espalda pero no tenían suficiente fuerza para perforar la dura piel.
El minotauro se dio vuelta para acabar con las molestas moscas que eran los clones y el original quiso aprovechar para volver a encestar un golpe
"NO LO HAGAS BELL" gritó en pánico Kurama
Pero fue demasiado tarde, el minotauro demostró ser mas inteligente de lo que aparentaba, había hecho una finta para que el original atacara a propósito, rápidamente se dio vuelta para encararlo y con una sonrisa malévola le dio un corté vertical con el hacha.
"GAAAH" gritó Bell, sintió como perdió todo el aire y el dolor no se hizo esperar, ahora tenía un profundo corte en el pecho, si no hubiera sido por la armadura, hubiera sido una herida mortal, dicha armadura se rompió en pedazos junto con su camisa.
Bell cayó en el suelo, una herida así tomará muchos mas que simples minutos para que Kurama pueda curarla aún así los clones restantes hacían lo que podían para distraer al monstruo y darle todo el tiempo posible al original.
La situación era crítica así que Kurama tomó una decisión "Muchacho, solo nos queda una opción"
Bell abrió los ojos aunque tenía una expresión débil y su rostro estaba todo sucio debido a la batalla "¿Acaso te refieres a...?"
El zorro asintió "Así es, no se que consecuencias traerá a tu cuerpo pero es mejor que morir"
Bell ni se lo pensó "Hagámoslo" fue todo lo que dijo
"Usaré el mínimo de poder necesario y solo tendrás unos segundos antes que desaparezca así que tendrás que acabar con esto en un instante"
No terminó de decir eso el zorro que los ojos de Bell se tornaron a un rojo más oscuro y sus pupilas se volvieron verticales, acto seguido fue cubierto por una capa de chakra color naranja brillante en todo su cuerpo.
Bell sintió el poder fluir por todo su ser y no perdió el tiempo, se lanzó hacia el minotauro a una velocidad extrema dejando un cráter en el suelo, menos de un segundo después ya se encontraba frente al monstruo, este estaba terminando de acabar con el último clon restante.
De la parte trasera de Bell salió una enorme cola de chakra similar a la de un zorro que golpeó al minotauro con fuerza estampándolo contra la pared.
Sin perder un segundo su mano formó una garra de zorro, también hecha completamente de chakra y atravesó al minotauro que aun se encontraba en la pared, matándolo al instante y dejando caer un cristal de tamaño considerable.
Un segundo después todo el chakra se disipó revelando a un herido, cansado y debilitado Bell.
"Lo logramos Aniki..." fue todo lo que dijo antes de caer al suelo y perder el conocimiento.
Sin que el peliblanco lo sepa, todo el evento fue presenciado por dos personas que se acercaban a toda velocidad a la escena.
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Y hasta aquí el capitulo, Bell logra matar al minotauro por su cuenta, el poder de Kurama no es ningún chiste pero es difícil de controlar trayendo posibles represalias en un cuerpo que aun no está preparado para soportarlo incluso pudiendo provocar la muerte si lo usa demasiado tiempo.
¿Del 1 al 10 que tanto te gusta la historia? Acepto todo tipo de críticas y también los comentarios me motivan a seguir escribiendo.
