Estos retos... lo juro, acabaran con mi cordura y con mi buena voluntad, eh aquí el resultado de días de escribir cosas sin parar jajaja.
Esta es mi contribución para el reto mitológico del día 7: Mito de Acuario.
Espero que te guste!
¡Que tengas un buen día, tarde o noche!
También publicado en Ao3.
Te robare para mí.
Si los humanos supieran que había dioses viviendo entre ellos, seguramente se volverían locos.
Por eso mismo era que no a cualquiera se le revelaba tan verdad, solo unos cuantos humanos ilustres eran los elegidos para revelarles tal secreto, las deidades actuales distaban mucho de sus antepasadas mitológicas.
Podría decirse que más que seres inmortales, increíbles y con una fuente de poder ilimitado, los dioses actuales eran personas que habían realizado acciones que impactaron a la humanidad – las nuevas divinidades – como se hacían llamar – eran seleccionadas entre los millones de humanos y se les invitaba a formar parte de los elegidos, si aceptaban, se les asignaría un rol específico.
Luego, los dioses encargados, enseñarían las reglas: los derechos y obligaciones de la deidad seleccionada, si se dañaba el código de reglas, el elegido sería bajado de su cargo y reducido a un simple mortal, terminando con un castigo según la gravedad de la falta.
Por eso, cuando a Mei se le ofreció un puesto dentro del olimpo, casi se desmaya.
Aun más, cuando se le ofreció el puesto del olímpico principal.
Para ese momento, su dios encargado era nada más y nada menos que la misma elección para representar a Hera en esta época.
La chica – cuyo nombre le dijo que no podía revelar – le explico todo acerca de su papel, se encargó de guiarla en esos primeros años de inexperiencia, explicando todo con paciencia y buen trato, nunca la dejó a la deriva y de hecho se habían vuelto grandes amigas.
Pero ahora, quinientos años después de su nombramiento, con mayor experiencia y definitivamente, con mayor conocimiento de su mundo, la reencarnación de Zeus se encontraba en un punto inflexible de su vida como diosa.
Todo gracias a ella.
Todo gracias a esa chica.
Una regla básica de los nuevos dioses era: No involucrarse en asuntos de hombres.
Pero no involucrarse en los asuntos de las personas, no necesariamente significaba no relacionarse con las personas – de hecho, era común que los dioses bajaran a la tierra y convivieran codo a codo con los humanos, incluso algunos de ellos tenían grandes amigos entre los mortales, simplemente, nunca se quedaban mucho tiempo en ningún lugar.
Así que, por ello, a menudo Mei tomaba su forma mortal y bajaba a convivir con varias personas, el socializar ayudaba para que no perdiera la cabeza y el bajar, le brindaba la información necesaria sobre los avances en tierra, también la mantenía informada sobre posibles opciones de nuevos elegidos – había múltiples vacantes en el olimpo que aún no poseían dueño y se debían llenar de alguna manera.
La máscara que les había dado en esta ocasión a sus amigos de turno, era la de una empresaria, hija de una familia poderosa de Japón dedicada al negocio de la educación privada.
-Aihara – le llamo un joven americano – Veo que al fin apareces.
La diosa solo le dio una mirada mortal.
-No todos desperdiciamos nuestro tiempo en cosas sin importancia: Williams – devolvió juguetonamente el golpe del americano – Algunos de nosotros si aprovechamos nuestro día al máximo.
-Auch – otra joven que los acompañaba se unió a la burla – eso debió doler Al.
-No tenias que ser tan directa Mei – el joven fingió una cara de dolor.
-Oh calla Albert – Mei puso los ojos en blanco – Sabes que tengo una agenda ocupada – eso era cierto, estos últimos meses habían sido turbulentos para las divinidades – Apenas este mes mi padre me permitió tomarme unas vacaciones.
-Lo lamento, yo se muy bien lo que es eso – Catherine, la joven que los acompañaba, coloco su mano sobre el hombro de la diosa – Menos mal que ahora estás aquí y sin duda nuestra propuesta te vendrá muy bien.
Aquello le pareció extraño a la pelinegra.
-¿Propuesta? – Elevo una ceja.
-¡Sí! Mira Mei, mi familia está organizando una cena amistosa, para celebrar el aniversario de la boda de mis padres – comenzó el americano – y, aquí con Catherine teníamos planeado darnos unas breves vacaciones después. – le dijo "inocentemente" en chico.
-Si Mei, anda, tú misma has dicho lo ocupada que has estado ¡Acepta nuestra propuesta!
La diosa los miró dubitativa.
-Escucha, son solo ¡dos semanas! – Catherine le suplico – ¡Por favor Mei!
-Mhm yo... - La pelinegra lo debatió mucho.
-Mira, te proponemos esto – la chica decidió ayudar a su amiga – piénsalo y nos dices tú respuesta después de la cena de los padres de Al.
-¡Claro, por supuesto! – el joven se golpeo la frente con su palma – piénsalo y nos dices tú respuesta – y luego frunció el ceño – ¿Por qué si vas a ir la cena verdad? No es como que puedas faltar – le miro sospechosamente.
-Tengo siquiera opción de faltar?
-Bueno, en realidad no, nuestras familias son socias y – el joven iba a comenzar a dar argumentos que la pelinegra freno al instante.
-Por supuesto que estaré ahí Williams, era una pregunta retórica.
-Bueno, disculpa por querer asegurarme de que mi mejor amiga desde la universidad esté ahí ... ¡siempre te desapareces!
En eso tenía razón – se dijo Mei – debía ser más cuidadosa con ello en el futuro.
-Ten por seguro que ahí estaré Williams, ahí estaré.
OOO
La cena de aniversario llegó muy rápido al parecer de Mei, ataviada con un vestido negro semi formal, la diosa se presentó en el lugar, saludo a los padres de su amigo y procedió a mezclarse con los invitados, charlo un poco con sus amigos y con "otros posibles inversionistas" – en realidad no necesitaba el dinero, pero había que mezclarse - hasta que la vio.
Una joven mesera de unos veintitantos – cálculo – rubia, bastante energética, se movía alegremente sirviendo a los invitados, moviéndose con gracia entre la marea de gente.
Mei no sabía porque no podía quitar la mirada de la joven, parecía que algo magnético la ataba a ella, un encantamiento que obligaba a su mirada a seguirla.
La chica parecía bastante optimista, respetuosa, la energía que desprendía era toda positiva.
La diosa comenzó analizarla a profundidad: La chica tenía unos llamativos ojos color verde – hechizantes, semejantes al jade – su cabello rubio, al contraste con la luz del salón – parecía poseer un aura propia – su rostro era fino – semejante al suyo, si Mei no lo supiera mejor, pensaría que estaba frente a otra deidad – su tez era clara – quizás de origen asiático – sumado a sus movimientos corporales – que, para la diosa eran sensuales y desprendían energía a raudales.
Por los dioses antiguos…
Esa chica definitivamente le estaba provocando cosas a Mei, sentimientos enterrados y que no había experimentado desde siglos atrás.
Durante el resto de la noche, Mei no pudo concentrarse en nadie mas que la linda mesera que había captado su interés, a tal grado que se olvido de sus amigos y de las cortesías básicas de socializar.
Y tan pronto como pudo – esquivando a sus amigos – se fue de la fiesta para poder espiar un poco más a la joven que había captado su atención.
Por primera vez, comenzó a entender a los dioses antiguos y su obsesión con sus conquistas mortales: Todos ellos parecían tal alcance de sus dedos, pero tan lejanos a la vez …
Y durante las siguientes semanas, la chica mesera de la fiesta se volvió su obsesión mejor guardada.
Mei, intento obtener tanta información de la chica como pudo.
Gracias a ello, supo que su nombre era Yuzu, de nacionalidad japonesa – americana, tenía 25 años, graduada en gastronomía … ¿Qué hacia una chef de mesera? En fin, al parecer durante gran parte de su vida solo habían sido su madre y ella, lamentablemente perdió a su padre a una edad temprana y a su madre recién dos años atrás … Estaba sola, o bueno, al menos parcialmente, porque según sus registros, tenía múltiples amigos - no se le dificultaba el contacto social – con los que pasaba gran parte de sus días y, de hecho, no hacía mucho recién se había mudado del departamento en el que vivía con su mejor amiga.
Su historial académico era brillante y no poseía expediente criminal.
Mei, mientras mas investigaba sobre la joven, parecía quedar más y más prendada a ella.
¿Pero que hacer?, ¿Cómo acercarse?, ¿Podría siquiera hacer algo?, ¿Acaso eso no seria violar el código? … Fue entonces que una idea brillante apareció.
Pero y si… ¿Pero y si no fuera mortal?
Con un nuevo plan formándose en su mente, Mei partió en busca de respuestas.
OOO
La siguiente ocasión que la encontró, llego con una opción brusca, poco amable con la joven, pero con bastante ingenio por parte de Mei.
Después de semanas de convencimiento, la diosa había logrado que los dioses aceptaran a una nueva deidad entre ellos, y sin duda, Mei había ingeniado la mejor solución posible, con el puesto perfectamente adecuado.
Y es que la chica representaría perfectamente a su deidad elegida.
Ya si más tarde, sin querer lograban enamorarse mutuamente, bueno, eso ya no sería culpa de Mei.
Entonces, mientras la joven volvía de su trabajo del restaurant en que laboraba, fue interceptada por tres deidades.
Cuando despertó, Yuzu desorientada, miro a su alrededor, no pudo reconocer nada del lugar.
La chef se asusto y justo antes de que su cuerpo comenzara a dar señales de lucha, una joven pelinegra se coloco frente a ella y mientras tocaba de manera reconfortante su hombro, una voz suave salió de sus labios:
-Tranquila Yuzu, no te asustes, no te haremos daño.
La chica que no entendía nada de lo que le ocurría, hizo un amague de gritar.
-No, no, Yuzu, no grites, veraz, mi nombre es Mei Aihara y – la extraña que tenia enfrente pareció dudar un segundo antes de continuar – yo soy una nueva deidad.
La rubia movió la cabeza negativamente.
A la pelinegra pareció importarle muy poco el estado de su acompañante, porque prosiguió.
-Te trajimos aquí, porque tú también eres una y hemos venido a llevarte con nosotros…
Notas:
Es enserio lo que dije arriba, a veces los mitos son turbios y no hay mucho que hacer para modificarlos, sin contar lo difícil que fue adaptar este ... Wow, creo que ha sido el más complicado de escribir hasta ahora.
Espero que te halla gustado.
Ya sabe, si nota algún error, le gusto este trabajo o tiene algún pensamiento que quiera compartir, no dude en hacerlo! nos encanta leerle!
Nos vemos en el siguiente.
(Y con suerte, menos obscuro que en esta ocasión)
