Capitulo 10
Mientras la batalla contra Kokabiel transcurría en Japón, en Grecia, luego de que Mei apareciera ante el Patriarca Nicole y notificara el avistamiento de dos Espectros por las áreas de los pueblos cercanos al Santuario, se han desplegado a varios soldados razos, así como algunos Santos, a hacer guardia a los alrededores de los pueblos y avisar de cualquier avistamiento enemigo.
-Que aburrido...- suspiro Shoko con los ojos cerrados, estaba sentada adelante de un barranco con los pies colgando.
Ella también había subido de rango en estos años, dejando atrás la armadura de Equleuus, ahora siendo la Saintia de Plata de Águila, usando la armadura que una vez uso Marín. La armadura le protegía la zona de los pechos, las piernas y brazos, también tenía una falda metálica, solo tenía una hombrera puntiaguda en el hombro izquierdo, dejando descubierto su hombro derecho. Y haciendo juego con toda su armadura, tenía una tiara en su cabeza con grabados de las alas de un águila y en el centro la cabeza del animal.
-Shoko-san, estamos de vigilancia, no es momento de holgazanear- regaño su amiga, Xiaoling. De las cinco Saintias, era la única que aun portaba su armadura de Bronce, no porque no tuviera el nivel de un Santo de Plata, sino para dar ejemplo a cualquier futura Saintia de que, ya sea plata o bronce, todas las Saintias tienen el mismo deber y nivel.
A pesar de que son Saintias que tienen el deber de estar con Athena, siguen siendo guerreras, así que deben seguir las mismas ordenes que los demás Santos. Tampoco es que Athena se quedaba sola, aun tenía la compañía del resto de sus amigas, sin contar al Patriarca y a los Caballeros Dorados en sus respectivos templos.
-Lo se, lo se. Solo que es muy aburrido vigilar los alrededores y hacer guardia- respondió despreocupadamente la pelirroja.
-De seguro estas así porque Seiya-san se fue de misión y no se sabe cuando volverá- comento Xiaoling pícaramente, y se rio cuando el rostro de su amiga se puso del mismo color que su cabello.
Era una regla estricta que las Saintias debían ser doncellas inmaculadas y puras, por lo que debían ser vírgenes como la Diosa a la que hacían compañía, sin ningún apego a un hombre; pero desde que Saori asumió el poder como Athena, hizo varios cambios en el Santuario, no solo trayendo la tecnología a todo el lugar y conectarlo más con el mundo de afuera, sino que también cambio varias reglas que en esta época se considerarían anticuadas. Quienes fueron más afectados, positivamente, fueron las Amazonas y Saintias.
Las Amazonas porque la regla de la máscara se cambio, o mas bien, se ajusto, para evitar problemas y obligar a alguien a amar o matar a una persona. La mascara seguía siendo un requisito que se debe usar en el Santuario y cuando enfrentas a un enemigo; pero si la persona lo desea, se puede quitar la máscara delante de una o varias personas sin tener que amar o matar a nadie, ya que demostrara la confianza e importancia que la Amazona le tiene al individuo o individuos. También, si por un error, un hombre ve el rostro de la Amazona o pierde la máscara durante un entrenamiento o combate con un aliado, si los dos llegan a un acuerdo, mientras no difundan algún comentario, la ley se puede anular, ya que también sería una señal de confianza entre el hombre y la Amazona.
Y con las Saintias, ellas ya pueden ser como cualquier mujer y poder enamorarse y tener una relación con un hombre; pero solo si la misma Athena da el consentimiento a esa relación, y el hombre debe respetar el deber de la Saintia, y amarla sinceramente, así como mantener en privado entre los dos cualquier actividad que hagan como pareja.
Aunque se podría considerar una señal de debilidad al cambiar las reglas de una manera indulgente, ya no vivían en épocas difíciles como eran las del pasado, las cosas deben cambiar para mejorar, y Athena planeaba cambiar todo el Santuario, no solo con los cambios de reglas, sino también con las alianzas que formaba, ya que quería que su Santuario también aprendiera más de otras costumbres y así tener cualquier aliado por si otro Dios con ansias de dominar la Tierra aparece.
Shoko se removió inquieta. No era un secreto, al menos para sus amigas, que desde hace algunos años, ella se había enamorado de Seiya profundamente. No sabe en que momento comenzó, si fue cuando lo conoció en el puente y evito que el collar de Pegaso que le dio su hermana de niñas saliera volando, cuando lo vio combatir contra Shiryu en el torneo Galáctico y levantarse siempre hasta ganar, o cuando comenzaron a conocerse mejor luego de la batalla contra Hades.
No había podido declarársele antes por la ley de las Saintias, pero ahora que esa ley ya no era un impedimento para tener pareja, ella se ha concentrado en buscar el momento adecuado para hacerlo, pero con los deberes de Seiya como Santo Dorado y sus propios deberes como Saintia, no ha sido fácil.
Además... esta el problema de cierta Diosa de cabello negro que se había vuelto un obstáculo en su historia de romance, o como le gustaba llamarla, la "Vaca del Sol".
En Takama no Hara, Amaterasu estornudo. Alguien debe estar hablando de ella.
-¿Y que hay de ti, Xiaoling? ¿Algún Caballero que tengas en la mira?- Cuestiono Shoko en un intento de avergonzar a su amiga como venganza.
Pero no parecía que funcionaría, ya que la China negó con la cabeza. -No, la mayoría de los hombres son educados, pero ninguno me atrae en verdad. Aunque la que si creo que la que esta interesada es Erda-san, ya que la he visto ir varias veces este mes a la Casa de Cáncer-.
-¿A Erda le gusta Mei?- Pregunto Shoko sorprendida. Ella ha conversado con el Santo de Cáncer varias veces, es un hombre bastante educado y sin duda no es feo. -Pero fue discípulo de Mascara de la Muerte...- señalo, Erda aun guardaba cierto rencor al maestro de Mei por lo que le hizo a la Escuela de Saintias y a todas las personas.
-Supongo que eso no deja que afecte a Erda-san...-.
-¿Qué están haciendo ustedes dos holgazaneando?-.
Brincando de un barranco hacía ellas, apareció un hombre más joven que ellas, debían tener alrededor de 15 o 16 años, sus rasgos eran Japoneses. Usaba la armadura de Bronce de León Menor que alguna vez fue usada por Ban. Debajo de la armadura tenía una camisa amarilla y pantalones rojos, mechones rebeldes caían del casco que tenia la forma de la boca del león que eran de color castaño rubio.
-¿No se supone que deberían estar vigilando los alrededores?- Pregunto el chico.
-¿Eso no es lo mismo para ti? Que deberías estar haciendo lo mismo en otra parte, Makoto- señalo Shoko molesta porque su platica con Xiaoling fue interrumpida.
El chico era Makoto, fue uno de los huérfanos del orfanato que Miho cuidaba hace mucho, el mismo niño quien más le hacía bromas a la chica.
Él, junto a sus dos amigos, Akira y Tatsuya, vinieron hace seis años al Santuario, ya que, inspirados del valor y la admiración que tenían hacía Seiya, decidieron volverse Santos como él. Claro que no fue del agrado de Miho, que al enterarse los regaño como nunca antes; pero Seiya intervino y acepto llevarlos como aprendices.
Entrenaron junto a nuevos aspirantes, aunque los tres gozaban con cierta ventaja, ya que eran entrenados personalmente por Seiya, un Santo Dorado y un héroe de guerra para todo el Santuario, sobre el concepto de cosmos y les enseñaba algunas técnicas de combate.
Cuando llego la hora, los tres compitieron por sus armaduras, Makoto se gano la armadura de León Menor, Akira la armadura de Bronce de Pez Espada, y Tatsuya la armadura de Bronce de Lobo que, Nachi uso alguna vez.
-Estoy haciendo patrulla junto a Akira, pero las vi aquí sentadas y no evite venir, pero resulta que solo estaban perdiendo el tiempo conversando- respondió Makoto. -Por Athena, si Seiya no esta presente, te vuelves una completa holgazana, Shoko-.
-¡¿Qué dijiste?!- Grito Shoko poniéndose de pie, miro molesta al chico. -Además, ¡tenme algo de respeto! Soy tu superior en rango-.
-También en edad...- susurro el chico.
-¡Vuelve a decir eso, mocoso!- En un arrebato inmaduro, Shoko fue hacía Makoto; pero el chico empezó a correr a la velocidad que le permitía su rango. -¡Vuelve aquí!- Empezó a perseguirlo.
Xiaoling suspiro. A veces ella parecía la mayor de las dos.
(Al día siguiente)
Luego del combate contra Kokabiel y que el Emperador Dragón Blanco se mostrara ante el grupo Gremory y se llevara el cadáver del Ángel Caído, así como al inconsciente Freed, Kiki y Seiya volvieron a su casa.
En la mañana antes de ir a clase, Kiki se contacto con Athena y el Patriarca, informando de la pelea, así como la revelación de que el Dios Bíblico estaba muerto. Sobra decir que todos quedaron en shock al escuchar esa noticia y que por ahora, se mantendría en ultra secreto entre los 4.
La Academia Kuoh estaba tan animada como siempre y se veía igual que el día anterior, como si no hubiera sido el campo de batalla de seres sobrenaturales. Lo que sea que haya hecho el Consejo Estudiantil para reparar todo el daño de la escuela en toda una noche, era digno de admirar.
Los dos Dorados estaban en el salón del Consejo Estudiantil, discutiendo algunas dudas que tenían con su Presidenta.
-¿Significa que los Maou no son los verdaderos de la Biblia?- Pregunto Seiya.
Sona asintió. -Los cuatro Satanes originales murieron en la Gran Guerra, cuando esta acabo, sus descendientes querían seguir con sus planes, pero hubo un grupo de Demonios que se oponían a ellos. Así se creo una guerra civil entre quienes apoyaban a los descendientes de los cuatro Satanes originales y los que estaban en contra. Al final, la facción Anti-Satán termino venciendo y sus cuatro líderes mas fuertes reemplazaron a los antiguos Maou, mi hermana es la actual Leviathan, así como el hermano de Rias es el actual Lucifer-.
Estaban conversando con Sona sobre el tema de los Maou, ya que era algo que Kiki parecía interesado en saber y Seiya lo apoyo. Aun había cierta tensión entre Sona y Seiya por la conversación que tuvieron antes del incidente de Kokabiel; pero considerando que ellos los ayudaron y que al ver el poder de Kiki, a Sona le quedo muy claro que no era rival para estos tipos, decidió apoyar en información todo lo que podía, tampoco es que dijera algo super secreto. La guerra civil del Inframundo era conocimiento muy publico.
-¿Y que pasara ahora, considerando que ustedes saben que Dios esta muerto?- Pregunto Kiki.
-Sirzechs-sama de seguro hará algo, no hay nada que nosotros podamos hacer, esa información era secreto de los tres líderes de las facciones que se supone no debíamos saber- respondió Sona, aun era una sorpresa el saber que Dios estaba muerto; pero había logrado procesarla con cuidado.
Los dos dorados asintieron.
-Gracias por la cooperación, Sona-san- dijo Kiki con honorifico, despidiéndose con un asentimiento de cabeza.
-Muchas gracias- dijo Seiya siendo más animado en su despedida. -Y... sobre lo que conversamos el otro día...-.
Sona levanto una mano en señal de que se detuviera. -No se preocupe, Sensei, entiendo que mis razones no sean entendibles para todos... además que tuvo razón en algunas cosas... admito que actuó rebeldemente en varias ocasiones, solo... no me gusta que mis triunfos sean justificados por ser la heredera de mi familia o hermana de la Maou Leviathan-.
Seiya suspiro audiblemente. -También hable un poco sin pensar. No me gustan esa cosa de ricos y niños mimados, así que puede que me dejara llevar- reconoció. -No entiendo tus razones; pero son tuyas y yo no tengo derecho a meterme en tu vida. Tus razones son tuyas y solo tuyas. De todos modos, espero mantener una sana alianza contigo mientras este aquí-.
Sona sonrió levemente, Seiya-sensei podía ser algo simple; pero se le notaba que era un buen hombre con el que se podía ser razonable. Tiene un poco de curiosidad de saber porque tiene ese disgusto a las personas con dinero y sus hijos, pero debe ser algo personal, así que evito ese comentario.
-Yo también espero lo mismo, Seiya-sensei-.
Los dorados salieron de la sala del Consejo Estudiantil, caminando hasta el comedor, ya que era hora de almuerzo.
-Tengo hambre, me podría comer hasta una vaca- declaro Seiya, Kiki a su lado emitió un sonido de respuesta; pero parecía mas de inercia. -¿Aun sigues viendo eso?-.
El lemuriano sostenía en su mano derecha el brazalete que Kokabiel uso y tomo antes de que el Dragón Emperador Blanco se lo llevara. Ya no tenía ningún cosmos envolviéndolo, debió de usarlo todo para que Kokabiel sobreviviera su ataque, así que no podía seguir su rastro a quien se lo dio.
-El cosmos que tenía el brazalete era el mismo cosmos de quien me ataco la otra noche. La persona debe tener un poderoso cosmos para que Kokabiel sobreviviera a mi mejor técnica y además, pudiera romper mi Muro de Cristal con tanta facilidad- señalo Kiki, sin quitar los ojos del brazalete.
-Podría ser el de un Espectro, hay varios guerreros poderosos entre sus filas- dijo Seiya, recordando a Lune de Balrog y a Radamantys de Wyvern.
-Tal vez...- Kiki no se veía tan seguro. -Le enviare el brazalete a Athena después, Rias-san pidió que la visitáramos después de clase-.
-¿En serio? Pues tendrás que ir solo, yo tengo que preparar ejercicios como exámenes para mis alumnos-.
-¿Tu, preparando un examen?- Ahora si el mundo se acababa.
-¡No te burles! Ya verás que hare un examen tan difícil que a todos mis alumnos les costara pasarlo-.
Kiki se rio y vio a Seiya adelantarse a la cafetería. Él se quedo quieto, miro por una ventana hacía afuera.
En realidad, aun tenía otras cosas que le inquietaba a Kiki; pero que no le había dicho a Seiya porque ni el mismo tenía una respuesta o supiera como responder, ya que durante el combate contra Kokabiel, se dejo varias enigmas que todos debieron pasar por alto, pero él no podía hacerlo.
-¿Cómo Kokabiel consiguió robar esas Espadas Sagradas? Aún con la ayuda de dos ex-sacerdotes, no debió ser tan fácil robarlas en secreto, además, ¿cómo consiguió invocar a tres hijos de Cerbero y hacer que lo obedecieran? Aun hay muchas preguntas-.
Miro el brazalete una vez más antes de guardarlo. Aunque tenía esas inquietudes, de nada servía pensar en ello en este momento. Su maestro Mü le dijo hace tiempo, que si aparecen preguntas sin ninguna respuesta, tarde o temprano las respuestas vendrían solas.
-Tch. Sabía que era una mala idea ayudar a Kokabiel, aun después de los problemas que pase al robar esas Excaliburs, ayudar a esos humanos escapar de Aries y darle a los hijos de Cerbero, termino fracasando patéticamente-.
Arriba de un pilar de luz, viendo directamente desde lo alto a la Academia Kuoh, estaba una mujer joven de cabello negro largo de un corte carré y flequillo que cae sobre su frente. Viste una Sapuris como los Espectros que cubre casi la totalidad de su cuerpo, tenía dos grandes alas en la espalda y una mascara de dos alas, una a cada lado.
-Aunque tampoco puedo atribuirle toda la culpa, no imagine que los Caballeros de Athena vendrían a esta ciudad y a este momento; pero por eso le dije que no se confiara y le di ese brazalete, si perdió fue porque era muy débil. Athena debe querer mucho una alianza con las tres Facciones para enviar a dos Caballeros Dorados-.
La persona con la Sapuris era Ker, la Diosa del Destino y de la Muerte Violenta, hermana menor de Hypnos y Thanatos, quien fue la que altero el destino de Saga y Kanon cuando llegaron al Santuario siendo bebes y le implanto el Lemur a Saga, para que actuara como una doble personalidad y dejara débil al ejercito de Athena para cuando llegara el momento de la Guerra Santa contra su señor Hades.
Aunque ese plan funciono, Kanon la intento matar y lo dejo dormido, pudo matarlo, pero al ver que saco el tridente de Poseidón, rompiendo su sello, pensó que podría usarlo para debilitar aun más las fuerzas de Athena, o en el caso de que Poseidón triunfara, su propio ejercito quedaría débil y serían presas fáciles para el ejercito de Hades.
Ese plan no funciono, ya que ningún Caballero importante murió, así que cuando llegó la hora de que las almas de los 108 Espectros fueron liberados, hizo un trato con los Santos de Plata y Dorados muertos, incluyendo al Patriarca Shion, devolviéndoles la vida por 24 horas para que mataran a Athena. Todo con el permiso de su señor Hades obviamente.
No hace falta decir que le resulto el tiro por la culata, ya que no solo esos Santos fallaron, sino que hicieron que los Santos de Bronce tengan la armadura de Athena y la misma Diosa fuera al Inframundo para acabar directamente con Hades. Al final, termino con la muerte de sus hermanos mayores y la destrucción del cuerpo de Hades, el Inframundo casi colapsa debido a eso y ahora Hades solo era un alma vagando el Inframundo sin cuerpo.
Ella misma hubiera aportado al combate, de no ser por...
Ker sacudió su cabeza, alejando esos pensamientos del pasado, ya lo hecho hecho esta y ni ella podía cambiar el pasado. Ahora que la señora Perséfone había tomado el mando del Inframundo y resucito a algunos Espectros, pensó un momento en apoyarla como sus hermanos hicieron con Hades; pero, tristemente, su señora no tenía oportunidad.
Perséfone, aunque era una Diosa que dominaba el cosmos, no era una guerrera, no podía igualarse en táctica y poder a Athena, menos teniendo a 28 Espectros y Athena tiene a 8 Dorados, entre ellos, los Santos de Bronce que ayudaron a derrotar a Hades. Aun con su alianza con esos Demonios no tenía oportunidad. Lo único que podría hacer por ella es darle apoyo desde lejos y salvarle la vida si es necesario.
-Mi señora Perséfone, lamento dejarla a su suerte, pero no se preocupe, no descansare hasta vengar al señor Hades, pero lo hare por otros medios y por otros aliados-.
Con esa declaración al viento, Ker desapareció.
(Horas después)
Seiya estiro los brazos, caminaba por las calles de Kuoh devuelta a casa mientras Kiki iba a asistir a esa reunión con la pelirroja, él estaba interesado en ver que quería ella con ellos, tal vez para confirmar una alianza. Ya luego Kiki le diría.
Se detuvo a medio camino, sus ojos encontraron una tienda de licores. No era adecuado que bebiera alcohol, ya que técnicamente, estaba a todo tiempo en una misión, además de que Kiki aun era menor de edad; pero...
-Si me compro uno pequeño no debería haber problema-.
Entro a la tienda y pidió un pequeño envaso de Sake. Salió sonriente viendo la bolsa con lo que compro, por eso, no vio por donde caminaba y termino chocando con alguien.
-¡Ay!- Se quejo, retrocediendo un paso. -Lo siento, no veía por donde caminaba-.
-No, también fue mi culpa al no prestar atención-.
Cuando Seiya vio a la persona con quien choco, por un momento, quedo paralizado.
Era una mujer de una belleza que la palabra "impresionante" quedaba corto. Sus ojos eran de color carmesí, su hermoso y largo cabello negro que caía a lo largo de si figura, su cuerpo era uno muy buen dotado, más que Saori o cualquier otra chica que conoce, excepto Amaterasu, aunque su figura tampoco estaba tan lejos, flequillos caían de su cabello a su frente.
La sorpresa de Seiya no se pudo disminuir al encontrarse a una mujer tan hermosa de repente, pero gracias a su férreo entrenamiento, ignoro esos pensamientos para no parecer un estúpido, o peor, un pervertido.
-Tengo algo de prisa, señorita, disculpe, y lamento haber chocado con usted- hablo Seiya con cordialidad, pasando a un lado de la hermosa mujer.
Realmente se sintió abrumado un momento, pero su reacción era normal de cualquier hombre, al menos pudo controlarse. Dejo ese pensamiento de lado y siguió su camino.
Tampoco es como si este encuentro fuera muy importante o la volviera a ver.
Mientras el castaño se alejaba, la hermosa pelinegra lo seguía con la mirada. A los ojos de cualquiera sería un joven adulto normal, pero ella podía ver claramente el aura dorada que rodeaba a ese hombre.
La puerta de la tienda se abrió y salió un hombre que aparentaba estar en los 30, de cabello negro excepto los mechones de adelante, que eran rubios y una barba de punta, vestía un conjunto de camisa y jean normales, ya que el hombre solo había salido para comprar unos tragos.
-Lamento haberte hecho esperar, Penemue; pero el sake de aquí es tan bueno que es difícil elegir solo uno-.
La mujer identificada como Penemue, miro de vuelta al hombre ante su llamado.
-Tu siempre tan despreocupado, Azazel- suspiro. -Deberías actuar un poco más como el líder de Grigory en vez de perder el tiempo en este lugar, recuerda que vine porque Vali dijo que Kokabiel había muerto, y no a manos de los Demonios ni de él-.
Azazel se encogió de hombros. -Pero no todos los días te tomas el tiempo para venir al mundo humano, relájate un poco, ya podremos hablar de eso en el departamento-.
La pelinegra suspiro resignada, Azazel nunca cambiaba.
Mientras los dos caminaba de vuelta al departamento del hombre, la mente de la mujer estaba en ese hombre de cabello castaño. Reconocía el aura dorada porque no era la primera vez que la veía en un humano, le preguntaría a Azazel al respecto, era seguro que sabía porque un Caballero de Oro de Athena estaba en Kuoh.
(Con Kiki)
-¿Xenovia?- Exclamo Kiki viendo a la peliazul con el uniforme de la academia, no solo eso, también sentía un aura oscura a su alrededor. -Tu...-.
Alas de Diablo salieron de la espalda de la chica como respuesta.
-¿Te convertiste en un Demonio?- Pregunto Asia sorprendida. Xenovia guardo sus alas.
-Nos acabamos de enterar hace poco- dijo Kiba con una taza de té en mano.
-Después de enterarme que Dios estaba muerto, le suplique para que me dejara entrar- explico Xenovia.
-¿Suplicaste? ¡Presidenta!- Exclamo Issei.
Rias se rio encantadoramente. -Es reconfortante que la portadora de Durandal se una a nuestras filas. Con ella y Yuuto, ahora tenemos a un par de espadachines poderosos-.
-A partir de hoy, entrare al segundo año en esta academia- informo Xenovia- Xenovia miro a Issei. -¡Seamos amigos, Issei-kun!- Su tono se volvió mas agudo, intento sonar mas adorable.
-¿Qué pasa con esa voz cursi? ¡No se ajusta en nada a tu expresión!- Exclamo Issei.
-Trato de imitar a Irina, pero es más difícil de lo que pensaba...-.
-¿Y cómo reacciono ella a que te volvieras un Demonio?- Pregunto Kiki, tomando la taza de té que le dejaron, sorbiendo un poco. -Es bueno...-.
-Juju, gracias, Kiki- dijo Akeno ante el halago.
Rias noto que Akeno no llamo a Kiki con honorifico y vio que su expresión, aun cuando tenía la sonrisa de siempre, se veía diferente.
-¿Acaso... Akeno se esta enamorando de este chico?-.
Ante la pregunta del ariano, Xenovia miro con melancolía por una ventana afuera. El dolor en sus pupilas era evidente, parece que no se lo tomo muy bien.
-Ella... no se lo tomo bien. No sabe porque fui desterrada o porque me volví una Demonio. Su fe es mas fuerte que la mia, quien sabe lo que sucedería con ella si le dijera que Dios esta muerto-.
-Hiciste lo correcto- dijo Kiki, sorprendiendo un poco a Xenovia. -Su fe era muy fuerte, una noticia como esa hubiera sido demasiado para ella-.
Eso reconforto un poco a Xenovia, pero el daño ya estaba hecho y sabía que la próxima vez que la viera, probablemente serían enemigas.
-De todas formas, ahora soy un problema para al Iglesia, ya que me entere de algo que no debía, me volví una hereje-.
-Es por eso que te convertiste en un Demonio- concluyó Asia.
Xenovia miro a Asia. -Debo disculparme contigo, Asia Argento-.
-¿Eh?-.
-Dios esta muerto. La compasión y salvación de la que hable nunca existieron realmente- Xenovia se inclino levemente. -¡Te pido disculpas! Puedes golpearme si eso te hace sentir mejor-.
La rubia Alfil pareció sorprendida, pero negó rápidamente. -No es necesario, Xenovia-san. Estoy bastante feliz con la vida que estoy llevando. Puede que sea un Demonio ahora, pero conocí a alguien... conocí a personas preciadas para mi. Estoy realmente feliz-.
Xenovia quedo atónita ante las palabras puras y sinceras de Asia. En vez de maldecir que la Iglesia le dio la espalda y llamo hereje, estaba agradecida, ya que pudo hacer amigos.
Puede que la misma Asia no lo notara, pero era muy fuerte.
Y no era la única que pensaba igual.
-Ya veo- dijo con una sonrisa. -De todos modos, me gustaría que me ayudaras en algo. ¿Me puedes mostrar los alrededores de la escuela alguna vez?-.
-¡Por supuesto!- Acepto Asia con una sonrisa.
Kiki bajo la taza de té y sonrió, la bondad de Asia era muy grande, solo había visto ese tipo de bondad con Athena y eso que ella era una Diosa, mientras que Asia solo era una humana reencarnada en Demonio.
¿Inocente? Tal vez; pero no necesariamente malo. Vio que el resto de Demonios sonreían conmovidos por las palabras de Asia.
-Ningún ser malvado podría decir tales palabras con esa sinceridad, ni tampoco sonreír conmovido. Con esto puedo confirmarlo: estos Demonios no son malvados, tienen un corazón que le permite incluso perdonar a quienes lo amenazaron. A Athena le agradara esta noticia-.
-¿Ya viste suficiente?- La voz de Rias lo saco de sus pensamientos. Giro la cabeza hacía ella que le sonreía mientras Kiba y Xenovia compartían palabras.
-Ya veo. Ella vio que esto pasaría probablemente y por eso me invito. Esta chica es astuta; pero al menos se que no es planeado, y con eso me conformo- soltó una pequeña risa. -Si necesitas algo, no dudes en pedirlo-.
Sus palabras fueron hacía Xenovia, quien se sorprendió ante esa oferta.
-¿Seguro? No quiero molestarte-.
-Descuida, demostraste ser una guerrera honorable en la batalla, además de que me doy cuenta que aprendiste sobre humildad, así que no veo razón para tratarde de manera agresiva-.
Xenovia se sonrojo avergonzada al recordar su comportamiento anterior. La noticia de la muerte de Dios la cambio en más de un sentido, viendo hacía atrás, tuvo que admitir que no se comporto de la mejor manera.
-En ese caso... si creo necesitar tu ayuda en algo...-.
Mas tarde ese día, Kiki y Xenovia estaban parados frente a la casa que el joven y Seiya residían en Kuoh.
-¿Estas segura? Aunque nos sobre algunas habitaciones, ¿no te será incomodo vivir en un mismo lugar con dos hombres?- Cuestiono Kiki.
La ayuda que pidió Xenovia era que si podía ir a vivir con ellos, como ya no trabajaba para el Vaticano, no podía quedarse en el lugar donde antes descansaba con Irina cuando llegaron, así que se encontraba sin hogar. Kiki no tuvo problemas en aceptar; pero no quería incomodar a la chica. Rias le había ofrecido a arreglar eso, pero rechazo, ya que Kiki se había ofrecido primero.
La ex-exorcista asintió. -No te preocupes, en algunas misiones he tenido que compartir un lugar de descanso con compañeros de misión aparte de Irina, así no me molesta-.
Kiki asintió en de acuerdo y ambos entraron a la casa. En la sala de estar estaba Seiya con los brazos estirados por el sofá y los pies arriba de la pequeña mesa, viendo la televisión.
-¿No tenías que preparar ejercicios para tu clase?- Señalo Kiki acusadoramente ante lo relajado que estaba su compañero de armas.
-Ya lo hice y me aburrí de esperarte, así que aproveche a distraerme- respondió Seiya como si nada. -¿Visitas?- Miro a Xenovia.
-Ella fue expulsada de la Iglesia al enterarse de la muerte de su Dios y se convirtió en un Demonio, así que se quedo sin un lugar donde quedarse y ofrecí nuestra casa, espero que no sea una molestia- explico Kiki.
-Claro que no, mientras no cause problemas o rompa algo no hay razón para que no se quede-.
-Muchas gracias- agradeció Xenovia la amabilidad y hospitalidad con una leve inclinación.
Kiki comenzó a mostrarle a Xenovia los alrededores de la casa y cual será su habitación mientras Seiya seguía viendo la tele.
N/A: Hasta aquí el capitulo.
Penemue para el harem de Seiya, ¿qué opinan? Coméntenlo.
Use este capitulo para explicar la nueva regla de las Amazonas y Saintias, además de mostrar a Makoto. El mismo niño que molestaba a Seiya y Miho del anime, así como sus amigos, ya que pienso usarlos con interés. Seleccione esas armaduras para ellos porque fueron las que mas me gustaron en ese momento.
Y si, Shoko será una de las integrantes enamoradas de Seiya como Amaterasu, no pude evitarlo y es que me gusta ese shipp.
Por si preguntan, el harem de Seiya será en total de 4 chicas, de las cuales ya se vieron dos y una posible tercera si ustedes quieren, también estoy pensando en Rossweisse como la cuarta, pero no se si agregarla al de Seiya o el de Hyoga.
También apareció Ker, que para quienes no lo saben, es un nuevo personaje que Kurumada agrego. Tratare de no meterla mucho al inicio hasta no saber más oficialmente ahora que el manga de Next Dimension se reanuda en Junio, aunque tengo una teoria de lo que le paso a Ker para que no apareciera en la batalla del inframundo, pero me la guardo por ahora.
Y como alguien me pregunto en privado si los Santos de Oro tendrán parejas o harem de DxD, ahora mismo les dejare la lista de las que ya se confirmaron para cada uno, comenten que les parece.
Seiya: Amaterasu, Shoko, ¿Penemue?...
Shiryu: Shunrei, ¿Tiamat?...
Shun: June, Kuroka…
Hyoga: Serafall...
Ikki: Yasaka, Lady Fénix...
Kiki: Akeno, Xenovia…
Mei: Erda, Gabriel...
Si quieren colocar alguna otra persona para que sea pareja de cualquiera y sus razones, déjenlo en los comentarios; pero que no sea una mujer ya casada. Lady Fénix (que le tengo que buscar un nombre adecuado), la madre de Raiser y Ravel es una excepción que se explicara más adelante.
Sobre Tiamat con Shiryu, se que dije que no le daría harem a él porque estaba casado, pero de repente la idea se me vino a la mente y no pude negar que sería interesante.
Y por supuesto, todas tendrán su desarrollo romántico.
daisuke: Tristemente se sigue lo ya canon en Saint Seiya. Me alegra que las técnicas que aparecieron te gustaran, así como espero te gusten las que salgan más adelante.
Wawit E. V: XD. Me encanto esa referencia.
Roxas Strife: No voy a desaprovechar el material de spin-off que aunque no son canon, igual sirven mucho.
diego4560: Esa idea se le va a meter en serio a la cabeza de Akeno más adelante. Ese asunto con Perséfone esta por verse.
Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
